ATALÍA

(841 – 835)
Tiene como significado “Jehová es exaltado”. Esposa de Joram, rey de Judá, hija de
Acab y nieta de Omri dos reyes del norte.
De manera que su matrimonio con Joram selló una alianza entre los dos reinos.
Cuando Joram subió al trono asesinó a todos sus hermanos los hijos de Josafat
(2Cr_21:4). Muchos creen que ese crimen fue instigado por Atalía su esposa, que,
además, se distinguió por el fomento de la idolatría, especialmente el culto a Baal, a lo
cual indujo a su esposo.
Su ambición de reinar fue tan grande que mando a matar a toda la familia real, pero
quien sería su sucesor se mantuvo escondido en una alcoba con su niñera por seis años
el mismo tiempo que reinó Atalía.
Era la verdadera personificación de toda la maldad de sus padres. En bastantes
aspectos Atalía se parece a su propia madre Jezabel, y lo que hizo Atalía en Jerusalén
es similar a lo que había hecho Jezabel en Jezreel, en Samaria. Aparecieron en
Jerusalén templos a Baal por todas partes. El tenor de vida de Jerusalén cambió
completamente. La mundanalidad prevalecía y los que temían a Jehová tuvieron que
partir de Jerusalén.
Pero Jehová llamó a Jehú, el cual eliminó a la dinastía de Acab en Israel y dio muerte al
hijo de Atalía, Ocozías. En vista de ello Atalía decidió exterminar a todos los otros hijos
de Joram, su esposo, posibles herederos del trono, y se puso ella misma al frente.
Milagrosamente se salvó un hijo de Ocozías, Joás, que fue escondido en casa de
Josafat, una hija del rey Joram, mujer del sacerdote Joyada. Esta mujer era hermana de
Ocozías. Atalía reinó seis años. Después de este tiempo Joyada proclamó rey a Joás.
Atalía fue ejecutada y todos los altares de Baal derribados.