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de Adultos
Estudios Sobre la histeria 1895 Tomo II
En la neurosis se tropezó con 2 problemas:
1) no eran hipnotizables todas las personas son hipnotizables que muestran
síntomas histéricos
2) y que caracteriza la histeria a diferencia de tras neurosis
Freud se volvía insistente en los paciente que “no recordaban” ya que así afloraban
nuevos y remotos recuerdos. Un mero esforzar podía hacerse salir a la luz las
representaciones pató genas. Este esforzar sugería la interpretació n de tener que
superar resistencias. La tarea del terapeuta consistía en superar esas resistencias
mediante un trabajo psíquico. El enfermo solo se libera del sintoma histérico
reproduciendo las imá genes patoló gicas causadoras y declará ndolas bajo una
exteriorizació n de afecto.
La histeria se genera por la represió n de una representació n inconciliable, de la
representació n reprimida permanece como huella mnémica débil, y el afecto que se
le arranco es empleado para una inversió n somá tica: conversió n de la excitació n.
Por la representació n se vuelve causa de un síntoma patoló gico, pató gena ella
misma. Esto se denomina histeria de defensa.
No se tiene un ú nico síntoma histérico, sino un conjunto de ellos en parte
independientes entre si y en parte enlazados. No se debe esperar un ú nico recuerdo
traumá tico ni una ú nica representació n patoló gica.
El material psíquico de una histeria es un producto multidimensional de por lo
menos de triple estratificació n.
En primer lugar estuvieron presentes un nú cleo de recuerdos de vivencias o de
ilaciones de pensamientos, en los cuales ha culminado el momento traumá tico. En el
aná lisis es preciso reelaborar y presentar un triple ordenamiento.
1. realizar un ordenamiento lineal y cronoló gico
2. ordenamiento está n estratificados de manera concretica en torno al nú cleo
pató geno
3. segú n el contenido del pensamiento, el enlace de hilos ló gicos que llegan
hasta el nú cleo.
Puede aparecer un primer obstá culo donde en el lugar donde se investiga no hay
nada para recoger, el otro obstá culo es tropezar con la resistencia, que solo mas
tarde se podrá vencer, el tercer obstá culo es cuando el vinculo del enfermo con el
medio se perturba. Esto sucede en 3 casos principales:
1. enajenamiento persona, cree ser menos preciada
2. es presa al miedo de acostumbrarse demasiado a la persona del medico y
perder autonomía
3. cuando la enferma se espanta por transferir a la persona del medico las
representaciones penosas.
Interpretación de los sueños 1900 – Tomo IV
El sueñ o es la vía de regresió n al inconsciente. Todo sueñ o parte de un resto diurno,
lo usa para elaborar los pensamientos del sueñ o y trasponerlos en imagines.
En un sueñ o hay contenido manifiesto y contenido latente. El contenido manifiesto
es el relato acerca de las imagines del sueñ o y por ese relato accede al sueñ o (relata
lo que recuerda). El contenido latente es todo el conjunto de asociaciones que hace
el paciente respecto a los fragmentos del sueñ o. A través de esas asociaciones hay
que llegar a los pensamientos del sueñ o. Estos pensamientos son deseos del sueñ o.
El trabajo del sueñ o lleva un labor de condensació n. El producto del sueñ o es un
producto al que se llego trasponiendo palabras o pensamientos a imagines. El
soñ ante introduce cierta coherencia al sueñ o que no tuvo, por eso también es
desfigurado.
El estado de dormir introduce una cancelació n en el preconsciente, un retiro de las
investiduras respecto del mundo exterior.
Los sueñ os deben ser leídos desde la perspectiva de síntoma. No todos los sueñ os
son en base al cumplimiento de deseo. Cuanto as cerca esta el sueñ o de cumplir un
deseo infantil y reprimido, mas se acerca a una pesadilla, ya que cumplir eso no es
gratificador para el yo y por eso estaba reprimido.
Cuarta conferencia
Cuando hace lo estudios de la histeria no tenia esta teoría
Ninguno de nosotros puede revelar francamente su erotismo a los otros, pero
cuando el paciente sienta que puede serlo en la terapia y a partir de ahí se puede
trabajar.
Síntomas son por vivencias traumá ticas (y no sexuales) pero solo las vivencias de la
infancia explican la susceptibilidad para posteriores traumas, y haciendo consiente
esas huella mnémicas (olvidadas) se puede eliminar síntoma.
Las mociones de deseo reprimidas de la infancia son las que dan pie a la formació n
de síntoma(sin esta, la reacció n frente a la situació n traumá tica hubiera discurrido
por caminos normales). Esas mociones de deseo son sexuales: El niñ o tiene
pulsiones sexuales, y atreves de etapas llega a la sexualidad normal del adulto. (son
independientes de la funció n reproductiva).
Placer sexual: El placer sexual infantil es la apropiada excitació n de ciertos lugares
del cuerpo particularmente estimularles(genitales, labios piel,etc) zonas
eró genas(lugares significativos para la ganancia de placer sexual)
Primera fase de la vida sexual –autoerotismo- satisfacció n en el cuerpo propio
(masturbació n).
Elecció n de un objeto: no hay deferencia de sexos, homosexualidad
2 cambios: las pulsiones se subordinan a la zona genital, que queda al servicio de la
reproducció n. Se abandona el autoerotismo, se elige un objeto.
Antes de la pubertad se imponen a mediante de la educació n, represiones de ciertas
pulsiones y se establecen poderes anímicos (como la vergü enza, el asco). “En la
pubertad cuando sobreviene la marea de la necesidad sexual, halla en esas
formaciones anímica reactivas o de resistencia unos diques que le prescriben su
discurrir por los caminos llamados normales”
El proceso de desarrollo sexual puede no recorrerse estrictamente por los caminos
de la normalidad: predisposició n a contraer enfermedades por el camino de la
involució n o regresió n.1) perversió n: Las pulsiones sexuales no se someten a la zona
genital, algunas pulsiones quedan independientes(no se supera el autoerotismo).2)
conservació n de la homosexualidad infantil que puede llevar a una inclinació n
homosexual adulta incluso exclusiva. La neurosis es lo negativo de la perversió n, ya
que posee métodos de represió n que no permiten que esas pulsiones se lleven a
cabo en la vida real.
Complejo de Edipo: El niñ o tomo a los padres, sobre todo a uno de ellos como objeto
de deseo eró tico. El padre por regla general prefiere a la hija mujer y la madre al hijo
varó n. El niñ o reacciona deseando reemplazar al progenitor del mismo sexo. Es el
complejo nuclear de toda neurosis y es reprimido pero sigue ejerciendo desde lo
inconsciente. En la época de definició n del objeto sexual se tomara como arquetipo a
esos objetos primeros
Cuando no está reprimido todavía el niñ o pone su intelectualidad al servicio de los
intereses sexuales (investiga de donde vienen los niñ os etc.)Teorías sexuales
infantiles.
Conferencia 5
Es una tendencia de la neurosis el enfermar cuando les se deniega la satisfacció n de
las necesidades eró ticas en la realidad. Se refugian en la enfermedad como
satisfacció n sustitutiva. La curació n es compleja porque el yo del enfermo y las
pulsiones sexuales no quieren renunciar a la satisfacció n sustitutiva.
La huida de la realidad insatisfactoria a la enfermedad se concreta por las vías de la
regresió n, el regreso a fases de la vida sexual anteriores que en su momento dieron
placer. Es doble: temporal, porque es un retroceso de estadios en el tiempo y formal
porque para exteriorizar la necesitada eró tica se emplean medios primitivos de la
expresió n psíquica.
-El hombre encuentra por regla general insatisfactoria la realidad y por eso
mantienen una vida de fantasías, para compensar las carencias de la realidad. “El
hombre energético y exitosos es aquel que logra trasponer en el trabajo sus
fantasías de deseo en realidad”(sublimació n). Cuando se posee un talento artístico
se pueden trasponer la fantasías en creaciones artísticas en lugar de síntomas (si el
talento no alcanza se produce neurosis).
La neurosis no posee un contenido psíquico que no se encuentre también en los
sanos; enferman a raíz de los mismos complejos con lo que también luchan los
sanos.
Transferencia: transfiere al analista una parte de su vida sentimental de la que no
puede evocar recuerdo. Se produce de manera espontanea en todas las relaciones
humanas :
Destinos de los deseos inconscientes liberados por el psicoaná lisis:
1) La represió n es sustituida por un juicio adverso
2) sublimació n: Sublimar consistiría en mudar el fin pulsional hacia una actividad
desexualizada, intentando su realizació n, por ejemplo mediante tareas creativas o
de prestigio social: arte, religió n, ciencia, política, tecnología.
3)Que las pulsiones libidinosas encuentren una satisfacció n directa que deben hallar
en la vida
El yo y el Ello 1923
La consciencia es la superficie del aparato psíquico (anímico) es el primer sistema
de contacto desde el mundo exterior. La diferenciació n efectiva entre una
representació n inconsciente y una preconsciente. Consiste en que las primeras se
consuma en algú n material que permanece no conocido, mientras que en la segunda
se añ adía una conexió n con representació n palabra.
Solo devenir consciente lo que ya alguna vez fue preconsciente y lo que desde
adentro quiere devenir consciente, tiene que tratar de transportarse en
percepciones exteriores.
Podemos hacer preconsciente algo reprimido restableciendo, mediante el trabajo
analítico.
Para traer a consciencia la representació n inconsciente es preciso procurarle
eslabones de conexió n.
El yo es la escancia que parte del sistema perceptivo que es primero preconsciente.
El ello es lo otro psíquico en que el yo continua y se comporta como inconsciente. El
yo no envuelve al ello por completo, sino solo en la extensió n en que el sistema
perceptivo forma la superficie del yo.
Pero también lo reprimido confluye con el ello, no es mas que una parte del ello. Lo
reprimido solo es separado tajantemente del yo por las resistencias de represió n,
pero puede comunicarse con el yo a través del ello. EL yo es la parte del ello alterada
por la influencia directa del mundo exterior por mediació n de percepciones
conscientes. Busca reemplazar el principio de placer que rige en el ello por el
principio de realidad. El ello contiene las pulsiones y el yo es representante de la
razó n y prudencia.
Neurosis y Psicosis 1924 tomo XIX
La diferencia genérico entre la neurosis y la psicosis es que la neurosis es el
resultado de un conflicto entre el yo y su ello. Mientras que la psicosis es la
perturbació n en los vínculos entre el yo y el mundo exterior.
La neurosis de transferencia se generan porque el yo no quiere proteger a una
moció n pulsional poderosa en el ello. El yo se defiende de aquello mediante el
mecanismo represivo. Lo reprimido se resuelve contra ese destino y se procura una
subrogació n sustitutiva que se impone al yo por vía de compromiso, esto es el
síntoma.
El yo ha entrado en conflicto con el ello al servicio del sú per yo y de realidad.
La psicosis es la frustració n (el no cumplimiento de uno de aquellos deseos de la
infancia), depende de lo que haga el yo en esa conflictiva, si permanece fuel a su
dependencia con el mundo exterior y procura al ello, o si es sometido por el ello y
así se deja arrancar de la realidad.
Melancolía -> conflicto entre el yo y el sú per yo
Neurosis-> conflicto entre el yo y el ello
Psicosis-> conflicto entre el yo y el mundo externo
Adenda – Apéndice
Resistencia y contracarga: LA defensa contra el instinto exige un esfuerzo
permanente: la Resistencia. Esta implica una contracarga, es decir una reacció n del
yo opuesta al impulse. En la neurosis obsesiva estas contracargas afectan a los
rasgos de cará cter, pero en la histeria mas bien se circunscriben a relaciones muy
especiales.
Profundizando el aná lisis, encontramos 5 tipos de Resistencia, 3 de las cuales
provienen del yo y las otras del ello y del sú per yo. Las resistencias del yo son las
resistencias de la represió n, la Resistencia de la transferencia y la Resistencia
derivada del beneficio de la enfermedad. LA Resistencia de ello es lo que antes
habíamos llamado resistencias de lo inconsciente y la Resistencia del sú per yo, lo
mas invencible, parece provenir de la consciencia de culpabilidad o necesidad de
castigo.
Construcción en Análisis
El propó sito del aná lisis es mover el paciente a que cancele represiones del
desarrollo temprano y que sustituya por reacciones correspondientes a la madurez
psíquica.
Los materiales con los que cuentan para conducir a recordar esas vivencias o
recuerdo son:
-recuerdos olvidados en sueñ os
-ocurrencias que le vienen en la asociació n libre de las cuales se sacan nexos con la
vivencia reprimida
- indicios de repeticiones de afectos pertenecientes a lo reprimido, dentro y fuera
del consultorio
el aná lisis siempre hay 2 piezas diferentes: el analista y el analizado.
El analista comunica una pieza de construcció n para que haga efecto sobre el
analizado, luego comunica otra pieza construida con otro material y así sigue.
La interpretació n se refiere a lo que uno emprende con un elemento singular del
material, una ocurrencia, un acto fallido. Cuando la construcció n fue erró nea ó sea
encuentra una mejor, la construcció n falsa cae por fuera.
Si la construcció n es falsa, no modifica nada en el paciente, si es acertada, reacciona
empeorando sus síntomas o estado general.