Es recomendable empezar a fijar unos hábitos higiénicos bucales
para que nuestro/a hijo/a aprenda solo a lavarse los dientes y así, mantener una boca limpia y sana. No importa que al principio se lave los dientes únicamente con agua. El acto del cepillado es más importante que la propia pasta. Podéis cepillaros los dientes con él o ella en el cuarto de baño, así os imitará y poco a poco, se acostumbrará a hacerlo solo/a. Su cepillo dental debe ser suave, de cerdas blandas y con el cabezal pequeño. Empezar enseñándole a cepillar los dientes de arriba a abajo, cara interior y exterior. Cepillarse tres veces al día, sobre todo por la noche, que es cuando las bacterias actúan con más persistencia.