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L2262 PROPIEDADES Y CONTROL DE CALIDAD
DE PINTURAS Y RECUBRIMIENTOS

Vicente J. D. Rascio
Juan J. Caprari
Carlos A. Giúdice
Beatriz del Amo
Alejandro R. Di Sarli
Raúl L. Pérez Duprat

CIDEPINT - Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología de Pinturas (CIC-CONICET)

2
PROGRAMA LATINOAMERICANO DE LUCHA CONTRA LA CORROSION
OEA - ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
PROPIEDADES Y CONTROL DE CALIDAD

DE PINTURAS Y RECUBRIMIENTOS

Vicente J.D . Rascio


Juan J. Caprari
Carlos A. Giúdice
Beatriz del Amo
Alejandro Di Sarli
Raúl Pérez Duprat

PROGRAMA LATINOAMERICANO DE

LUCHA CONTRA LA CORROSION

ORGANIZACION DE LOS

ESTADOS AMERICANOS

(O.E.A.)

Buenos Aires - 1989


Editor:
OEA - Organización de los Estados Americanos
Buenos Aires - 1989

CIDEPINT
Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología de Pinturas
(CIC-CONICET)
52 entre 121 y 122 - 1900 La Plata - Argentina
Teléfonos: (021) 3-1141/44 y (021) 21-6214
Télex: CESLA 31216 AR
Diagramación: Srta. Mónica Iris Baldo.

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La situación de revista de los autores de esta monografía dentro del
sistem a cien tífico argentino es la siguiente:
Dr. Vicente J.D . Rascio: Director del CIDEPINT (CIC-CONICET);
Investigador Superior del CONICET.
Ing. Quím. Juan J. Caprari: Responsable del Area Propiedades
Protectoras de Películas de Pintura del CIDEPINT; Investigador
Independiente del CONICET.
Ing. Quím. Carlos A. Giúdice: Responsable del Area Planta Piloto del
CIDEPINT; Investigador Independiente del CONICET.
Dra. Beatriz del Amo: CIC e Investigador Adjunto del CONICET.
Ing. Quím. Alejandro Di Sarli: Responsable del Area Análisis
Electroquímico del CIDEPINT e Investigador Adjunto de la CIC.
Lic . Raúl Pérez Duprat: Responsable del Area Espectrom etría de
Infrarrojo, U ltravioleta y Visible del CIDEPINT y Profesional Principal del
CONICET.
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PROGRAMA LATINOAMERICANO DE LUCHA
CONTRA LA CORROSION (P.L.C.)

Se encuentra insertado dentro de los proyectos apoyados por la Organi­


zación de los Estados Americanos (OEA), participando además Brasil, Chile
y México.
Tiene por objetivo fundamental la transferencia de información al usua­
rio con el fin de com batir la corrosión y busca además la interrelación entre
los laboratorios de la especialidad en Latinoam érica.
En la Argentina el C entro Coordinador es la Comisión Nacional de
Energía Atómica y participan el INIFTA (Instituto de Investigaciones Fisico­
químicas Teóricas y Aplicadas de la Universidad Nacional de La Plata), el
CIDEPINT (Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología de Pinturas,
CIC-CONICET) y el INTEMA (Instituto de Tecnología de M ateriales, Univer­
sidad Nacional de Mar del Plata).
La tarea en ejecución se orienta a reducir las pérdidas por corrosión
que se presentan en equipos y estructuras, pudiéndose mencionar entre los
primeros los condensadores e intercam biadores de calor en uso en centrales
eléctricas y en diversas industrias, y entre las segundas aquéllas expuestas
en ambientes agresivos, industriales y marinos) o enterradas en diferentes
tipos de suelos. En muchos casos, acompañando al fenómeno de corrosión,
se observan procesos de contam inación microbiológica, que deben ser consi­
derados con enfoque y metodología específicos.
Dado que problemas sim ilares se presentan en otros países latinoam eri­
canos, las vías de solución que se implementen en la Argentina serán direc­
tam ente transferibles a un área más amplia. De la misma manera se divulga­
rán los resultados obtenidos por otros grupos de investigación, lo cual perm i­
tirá un im portante intercam bio de información, contribuyendo así a la reso­
lución de los problemas mencionados con un mínimo de inversión y sin dupli­
cación de esfuerzos.
Estas m etas se alcanzarán mediante la confección de monografías (la
presente es la número 2 de dicha serie), folletos de divulgación, guías p rácti-

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cas, listado de recursos locales (publicado en 1988), listado de usuarios, pre­
paración de audiovisuales, dictado de cursos, e tc .
La dinámica del Programa depende fundamentalmente de los recursos
locales asociados al mismo y podrá ser mejorada a medida que se increm ente
el apoyo de los organismos internacionales.

8
INDICE

Pag.
1. PINTURAS, DEFINICIONES Y CLASIFICACION. V. Rascio .... 15

Introducción .............................................................................................. 17
D efiniciones y com ponentes más im p o rta n te s ............................... 17
C lasificación de las pinturas según el lig a n te ................................ 18
C lasificación de las pinturas según su propiedad más im por­
ta n te ...................................................................................................... 18
C lasificación de las pinturas de acuerdo al tipo de s e c a d o ....... 20
C lasificación de las pinturas de acuerdo al brillo de la pelí­
cula ......................................................................................................... 21
C lasificación de las pinturas de acuerdo a su em p leo .................. 21
Sistem a de p in tu ra s ................................................................................. 22
Espesor de un s is te m a ............................................................................. 22
Condiciones generales que debe cum plir una p in tu ra o un sis­
tem a de p in tu ra s ................................................................................. 24
C onsideraciones técn icas a ten e r en cu en ta para la elección
de un sistem a p ro te c to r a base de pinturas .............................. 24
C onsideraciones económ icas a te n e r en c u en ta p ara la e le c ­
ción de un sistem a p ro te c to r a base de p in tu ra s ...................... 25
B ib lio g ra fía ................................................................................................ 25

2. CORROSION DE METALES RECUBIERTOS CON PELICULAS


DE PINTURA. A. R. Di S a r li................................................................ 27

Introducción ............................................................................................... 29
Ampollado de la película ....................................................................... 30
Corrosión precoz ..................................................................................... 31
Corrosión espontánea ............................................................................ 32
Corrosión f ilif o r m e ................................................................................. 32
D elam inación c a tó d ic a ........................................................................... 34
N atu raleza de la región i n te r f a c ia l.................................................... 36
M ecanismos de adhesión ................................................................... 36
M ecanismos de fallas; adhesió n-coh esión .................................... 39
B ib lio g ra fía ................................................................................................ 43

3. CONSIDERACIONES PREVIAS AL PINTADO DE ESTRUCTU­


RAS, MATERIALES O PIEZAS DIVERSAS. J . J. C a p ra ri........... 45

In tro d u c c ió n ............................................................................................... 47
Sistem a de pinturas y esquem a de p in ta d o .................................. 47
D isolventes y d ilu y e n te s ........................................................................ 48
M oléculas polares y m om ento d ip o la r................................................ 48
M ecanism o de disolu ción........................................................................ 50
M ezclas de disolventes con d ilu y e n te s.............................................. 50
M ecanism os de form ación de la película de p in tu r a ..................... 51

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Proceso físico: secado por evaporación de disolventes (pro­
ductos no c o n v e rtib le s)..................................................................... 51
Proceso físico y quím ico: secado por evaporación de disolven­
tes y conversión del lig an te ............................................................ 53
Conversión por acción del oxígeno del a i r e ..................................... 53
Conversión por c a l o r .............................................................................. 55
Conversión q u ím ic a ................................................................................. 55
F a cto res que deciden el m étodo de aplicación:
R elacionados con el s u s tr a to .......................................................... 56
R elacionados con las pinturas y con el esquem a elegido ...... 57
F acto res que d eterm in an la calidad del a c a b a d o .......................... 58
Condiciones a tm o sfé ric as, vientos, e tc ....................................... 58
Humedad re la tiv a y agua de llu v ia ................................................ 58
O peraciones previas y operaciones c o m p le m e n ta ria s.................. 59
M ezclado, hom ogeneización y aju ste de v isco sid ad................. 59
Armado de andam ios........................................................................... 63
B ib lio g ra fía ................................................................................................ 64

APLICACION DE PINTURAS. J .J . C a p ra ri..................................... 65

In tro d u c c ió n ............................................................................................... 67
A plicación a p in c e l................................................................................... 67
P intado con ro d illo ................................................................................... 68
C a ra c te rís tic a s de las pinturas para aplicación con pincel o
o rodillo ............................................................................................... 69
P intado con s o p le te ................................................................................. 70
Sopletes convencionales (baja presión o e ro g rá fic o )..................... 70
P ulverización a a lta presión ("airless s p ra y " )................................. 71
M ecanism o de a to m iza ció n .................................................................... 72
P ulverización en c a lie n te ....................................................................... 73
Aplicación de pintu ras de dos com ponentes por pulverizació n.. 76
Pintado e le c tr o s tá tic a ............................................................................ 78
B ib lio g ra fía ................................................................................................ 80

LOS PROCESOS DE CORROSION Y SU RELACION CON EL


PROYECTO Y DISEÑO DE EDIFICIOS E INSTALACIONES.
V. R a sc io ...................................................................................................... 83

Introducción................................................................................................ 85
El uso de m a te ria le s m etálico s en e d ificio s..................................... 85
El diseño....................................................................................................... 87
C orrosión por picado................................................................................ 89
B ib lio g ra fía ................................................................................................ 89

PROTECCION TEMPORARIA DEL ACERO DURANTE LAS


OPERACIONES DE TALLER. J . J . C a p r a r i .................................... 91

Introducción................................................................................................. 93
A ceites y ceras a n tic o rro s iv a s............................................................. 93
D e sh id ra ta n te s........................................................................................... 94
Papeles con inhibidor incorporado.............................................................. 95
Inhibidores en fase vapor............................................................................... 95
Bandas p lá s tic a s ............................................................................................... gg
Lacas y películas o rg á n ic a s.......................................................................... gg
B ibliografía......................................................................................................... gg

7. LOS RECUBRIMIENTOS METALICOS APLICADOS POR PRO­


YECCION Y SU EFICACIA EN LA PROTECCION DE ESTRUC­
TURAS DE ACERO. J .J . C a p ra ri................................................................ 97

Introducción........................................................................................................ 99
Preparación de la su p e rfic ie ........................................................................ 100
Mecanismo de form ación de la p e líc u la .................................................. 100
Tipos de m etales y usos.................................................................................. 101
El pintado de las superficies m e taliza d as................................................ 101
B ib lio g ra fía ....................................................................................................... 102

8. PROTECCION CATODICA DEL ACERO EN MEDIOS AGRE­


SIVOS. J . J . C a p r a r i....................................................................................... 103

Introducción....................................................................................................... 105
C ircuitos e q u iv a le n te s................................................................................... 105
Form as de protección c o n tra la co rro sió n ............................................... 106
Métodos de protección c a tó d ic a .................................................................. 107
B ibliografía........................................................................................................ 110

9. FACTORES A TENER EN CUENTA EN LA SELECCION DE


ANODOS PARA LA PROTECCION CATODICA DEL ACERO.
J. J. C a p ra ri............................................................................................... 111

Introducción.................................................................................... 113
P rotección por ánodos de s a c r if ic io .......................................................... 113
Anodos de m a g n e sio .................................................................................. 114
Anodos de a lu m in io ................................................................................... 114
Anodos de c in c ............................................................................................. 114
C a ra c te rís tic a s de d ise ñ o .............................................................................. 115
Form a y tam año de los áno do s............................................................... 115
Métodos de sujeción de los ánodos a la e s tru c tu ra ........................ 115
Cam pos de u tilización de ánodos de sa crificio para la p ro te c ­
ción c a tó d ic a ................................................................................................ 116
P rotección por c o rrie n te im p resa............................................................... 117
Anodos consu m ibles.................................................................................... 117
Anodos p e rm a n e n te s.................................................................................. 118
Anodos a base de m etales nobles........................................................... 118
B ib lio g ra fía ........................................................................................................ 119

11
10. COMPATIBILIDAD DE LA PROTECCION CATODICA CON
PINTURAS. J . J . C aprari ................................................................... 121

In troducción............................................................................................. 123
R eacciones quím icas que ocurren durante la aplicación de la
pro tección c a tó d ic a ......................................................................... 123
D eterioro del rev estim ien to p r o te c to r ............................................ 125
Selección del sistem a de pinturas com patible con la p ro te c ­
ción cató d ica ..................................................................................... 126
B ib liografía.............................................................................................. 128

11 TOXICIDAD EN RELACION CON LA ELABORACION Y EM­


PLEO DE PINTURAS. C.A. Giúdice y B. del A m o...................... 129

In tro d u cció n ............................................................................................. 131


T o x ico lo g ía............................................................................................... 131
Probabilidad de r ie s g o s ........................................................................ 132
Evaluación de riesg o s............................................................................ 133
Toxicidad de los diversos co n stitu y en tes de la pintura ........... 135
Vehículo................................................................................................ 135
D iso lv e n te s......................................................................................... 137
Pigm entos y e x te n d e d o re s............................................................. 142
A ditivos................................................................................................ 146
C ontam inación v control. Medidas p re v e n tiv a s........................... 147
Polución d urante la elaboración de pin tu ra .......................... 147
Polución du ran te la aplicación de pin tu ra ........................... 147
Polución d urante la rem oción de pin tu ra ............................... 148
B ib lio g rafía............................................................................................... 148

12. PINTURAS; RIESGOS INVOLUCRADOS EN LA ELABORA­


CION Y EMPLEO. C.A. Giúdice y B. del A m a ........................... 151

In tro d u cció n .............................................................................................. 153


Fuego y ex p lo sió n ................................................................................... 153
A sfixia......................................................................................................... 155
Riesgos ocasionados por la e le c tr ic id a d ......................................... 155
Riesgos derivados de a ctiv id ad es varias ........................................ 156
Medidas g en erales de segu rid ad......................................................... 157
R equerim ientos en espacios c e r r a d o s ........................................ 157
Equipos de seguridad p e rso n a l....................................................... 158
M antenim iento de e q u ip o s............................................................. 159
Horas de tra b a jo ................................................................................ 159
Signos de alarm a ............................................................................... 159
B ibliografía .............................................................................................. 159

13. PINTADO DEL ACERO GALVANIZADO. B. del Amo............... 161

In tro d u cció n .............................................................................................. 163


M étodos p a ra galv an izar el a c e r o ...... .... ... . . . . . . . . .............. 163
P ro tección del a ce ro g a lv a n iz ad o ..................................................... 164

12
Preparación de la su perficie an tes del p in ta d o ........................... 164
Im prim aciones para acero g a lv a n iz a d o .......................................... 167
Condiciones que debe sa tis fa c e r la im p rim ació n........................ 169
Ensayos para evaluar la eficien cia de la im prim ación............... 170
B ibliografía.............................................................................................. 170

14. PINTADO DEL ALUMINIO. B. del A m o ......................................... 173

In troducción............................................................................................. 175
Protección del alum inio........................................................................ 175
Preparación de la s u p e rfic ie .............................................................. 176
Im prim aciones y pinturas p ara alu m in io ......................................... 177
Ensayos para evaluar la resisten c ia de la c u b ie rta p ro te c to ra . 177
B ibliografía............................................................................................... 17 8

15. PINTURAS RICAS EN CINC BASADAS EN SILICATOS INOR­


GANICOS Y ORGANICOS. C. A. G iu d ic e ..................................... 179

Fundam entos de la p ro te c c ió n .......................................................... 181


C a ra c te rístic a s del polvo de c in c ..................................................... 183
Silicatos em pleados como lig a n te ..................................................... 183
R eacciones de curado en películas ricas en cinc basadas en
silicato s in o rg á n ic o s........................................................................ 185
Cambios en la película de silicato s orgánicos ricos en cinc. 185
F orm u lación.............................................................................................. 187
A plicación.................................................................................................. 189
C a ra c te rís tic a s de la película rica en cinc basada en silicato . 190
B ib liografía............................................................................................... 191

16. LA FUNCION DEL CONTROL DE OBRA DURANTE LAS


OPERACIONES DE PINTADO. V. R a sc io ...................................... 193

In tro d u cció n .............................................................................................. 195


D eterm inación de la calidad de las p in tu r a s ................................. 195
C ontrol de la preparació n de la su p e rfic ie ..................................... 195
Condiciones am b ien tales d u ran te la a p lic a c ió n ............................ 196
C ontrol de la operación de p in ta d o ................................................... 196
C ontrol del co m p o rtam ien to de la p in tu ra en s e rv ic io .............. 198
C ontam inación a tm o s fé ric a ................................................................ 199
Humedad re la tiv a del a i r e ............................................................. 199
C o n ta m in a n te s................................................................................... 201
B ib lio g rafía............................................................................................... 203

17. METODOS PARA ESTUDIAR LA CORROSION DE METALES


RECUBIERTOS CON MATERIALES POLIMERICOS. A. R. Di
S a r li............................................................................................................. 205

In tro d u cció n .............................................................................................. 207


C rite rio s de s e le c c ió n ........................................................................... 207
Medidas de pérdida de peso.................................................................. 208

13
Ensayos e lé c tric o s y electro q u ím ico s.............................................. 210
Ensayos g a lv á n ic o s .......................................................................... 210
Medidas de polarización lin e a l..................................................... 211
Sistem a de dos e le ctro d o s.............................................................. 212
Sistem a de tre s e le c tro d o s............................................................. 213
D eterm inación de velocidades de corrosión a trav é s de m edi­
das de im pedancia............................................................................. 215
Medidas de im pedancia en la p rá c tic a ............................................. 221
T écnica del o sciloscopio................................................................. 221
T écnicas d ig ita le s ............................................................................. 222
Medidas p o te n c io s tá tic a s................................................................ 224
T écnica co u lo stá tic a o de pulso de c arg a.................................. 227
C o n clu sió n ................................................................................................ 232
B ib lio g rafía............................................................................................... 232

18. TECNICAS DE ESPECTROSCOPIA INFRARRO JA APLICA­


DAS AL CONTROL DE PROCESOS Y PRODUCTOS DE LA
INDUSTRIA DE PINTURAS. R. L. P érez D u p rat......................... 233

In troducción.............................................................................................. 235
T écnicas en fase sólida............. 237
T écnicas en fase líq u id a ....................................................................... 238
T écnica de m últiple reflexió n in te rn a ............................................. 238
T écnica de re fle c ta n c ia e sp e c u la r.................................................... 239
B ib lio g rafía............................................................................................... 240

14
PINTURAS: DEFINICIONES Y CLASIFICACION

V. Rascio*

* CIC-CONICET y D irector del CIDEPINT,


INTRODUCCION

El pintado de una superficie im plica recu b rirla con una capa, pelí­
cula o "film" de pintura o barniz, de espesor variab le, con el objeto de pro­
teg e rla contra la acción d e te rio ra n te del medio am b ien te y al mismo tiem ­
po m ejorar su aspecto general. Hay, en consecuencia, una conjunción de
acción p ro te c to ra y e fe c to d ecorativ o.
A fin de cum plir con los roles m encionados, dicha película deberá
ten e r adecuadas c a ra c te rís tic a s de dureza, flexibilidad y adhesión, así como
baja perm eabilidad y a lta resisten c ia al agua y a las radiaciones u ltrav io le­
ta. Las exigencias serán d ifere n te s según las condiciones am b ien tales a
las que esté expuesto el producto.
Para poder d esarro llar una buena form ulación es im prescindible
conocer las propiedades p a rtic u la re s de los d ife re n te s com ponentes involu­
crados, es decir de los pigm entos, a c e ite s y/o resinas y disolventes y dilu-
yentes, así como de los aditivos que h ab itu alm en te es n ecesario em p lear.
En p a rtic u la r la quím ica de las pinturas y barnices e stá ín tim a ­
m ente ligada a la de las sustan cias m acrom oleculares o polim éricas, es
decir aquéllas que van a servir de base para la form ación de la película,
y que constituyen uno de los com ponentes fun dam en tales de una form ula­
ción.
A lo largo del tiem po la industria de la p in tu ra ha evolucionado
de a rte a ciencia, para lo cual ha sido n ecesario e stu d iar no sólo las propie­
dades intrínsecas de los diversos com ponentes sino tam bién e sta b le c e r
las reacciones o in teraccio n es que tienen lugar e n tre los mismos ta n to
durante la elaboración y e stacio n am ien to del producto como en serv icio
luego de su aplicación sobre una su p erficie.
Dejando de lado las m ejoras introducidas a lo largo de los últim os
50 años como consecuencia del em pleo de nuevas resin as, es n ecesario
re s a lta r tam bién los desarrollos más re c ie n te s en em ulsiones y productos
de base acuosa, que han configurado avances im p o rtan te s, fac ilita d o la
aplicación de los productos y entregan do al m ercado m a te ria le s menos
co n tam in antes.
Existe a c tu a lm e n te un gran núm ero de tipos de p in tu ras, lo que
hace difícil considerar el tem a en form a exhaustiva d en tro del m arco de
este trab ajo , por lo que se m arcarán sólo los asp ecto s más esen ciales a
fin de proporcionar una adecuada visión de conjunto.

DEFINICIONES Y COMPONENTES MAS IMPORTANTES

Una p intura e stá co n stitu id a por tre s com ponentes fu n d am en tales:


el pigm ento, el ligan te y los disolventes y diluyentes.
El pigmento es un sólido fin am en te dividido, que se m an tiene
dispersado en form a e stab le en el seno de la m asa to ta l y que proporciona
a la película su color c a ra c te rís tic o , poder cu b ritiv o , re siste n c ia a la in­
tem p erie y, e v en tu alm en te, propiedades a n tico rro siv as u o tra s e sp ec ífic as.
El ligante es la su stan cia form ado ra de la p elícula y responsable
de la tran sfo rm ació n de líquido a sólido que tie n e lugar cuando la p in tu ra

17
es extendida en form a de capa fina; puede ser un a c e ite , una resina o un
barniz.
Los disolventes que se incorporan a una form ulación tien en por
función disolver el a c e ite , la resina o el barniz, posibilitando a sí el proceso
de elaboración. Los diluyentes, que no actú an como disolventes del m ate ­
rial polim érico, p erm iten diluir el producto, reduciendo costos de fab ric a ­
ción y facilitan d o la aplicación.
Las pinturas incluyen adem ás en su form ulación com ponentes
m enores o aditivos, con funciones específicas: secan tes, destinados a a c e le ­
ra r el proceso de secado; plastificantes, para m ejorar la flexibilidad de
la película; espesantes, para au m en tar la viscosidad; e tc .
Un producto no pigm entado se denom ina barniz y proporciona
una c u b ie rta tra n sp a re n te , actuando tam bién com o p ro te c to r de la su p erfi­
cie de base. Se em plea fun dam en talm ente para el recu b rim ien to de la m a­
dera en in te rio re s y e x te rio re s. La re siste n c ia de una c u b ie rta no p ig m en ta­
da es m enor que la de una pigm entada, por su sensibilidad a la acción de
la radiación u ltra v io le ta de la luz solar.
Las características de la pintura deben ser ta le s que p erm itan
su fác il aplicación con pincel o con rodillo, pudiendo ser diluida p ara el
pintado con so p lete. La película deberá se ca r d en tro de los lapsos e sta b le ­
cidos en las resp ec tiv a s esp ecificacio n es.
T endrá buena estabilidad, en condiciones norm ales de a lm ac en a ­
m iento, m anteniendo sus c a ra c te rís tic a s d u ran te lapsos no in ferio res a
un año. Todo a sen ta m ie n to del pigm ento podrá ser rein corp orad o fácilm en ­
te por agitación con esp átu la o con cualquier o tro in stru m en to adecuado,
debiéndose desech ar los productos que m uestren a lte ra c io n e s pronunciadas,
lo que es índice de reaccio n es quím icas producidas con p o sterio rid ad al
proceso de fab ricació n (por ejem plo la reacció n e n tre un pigm ento básico
y un lig an te ácido, que produce espesam iento o aum ento de viscosidad).
Los pigm entos que se em plean en la elaboración de p in tu ras deben
te n e r buena estab ilid ad a la luz aún cuando el producto se d estin e a in te rio ­
res. El vehículo deb erá proporcionar una película de adecuada flexibilidad
y adhesividad, para aseg u rar larg a vida útil y buen poder p ro te c to r.

CLASIFICACION DE LAS PINTURAS SEGUN EL LIGANTE

Pinturas al a c e ite . El ligan te e stá con stitu id o por un a c e ite se ca n ­


te (linaza, tung, ricino deshidratado), refinado (decolorado, n eu tralizad o )
y g en eralm en te tra ta d o por c ale n ta m ie n to (espesado o polim erizado). Son
re s iste n te s a la in tem p erie pero de secado algo len to , por lo que es n e ce sa ­
ria la incorporación de se ca n te s.
Pinturas oleorresinosas. Los pigm entos e stán dispersados en un
barniz, el que se obtiene por tra ta m ie n to térm ic o conjunto de un a c e ite
se c a n te y una resin a de c a ra c te rís tic a s ad ecu adas. E sta resin a puede ser
n a tu ra l o s in té tic a , siendo las sin té tic a s las más em pleadas. Secan más
ráp id am en te que las a n te rio re s y su re siste n c ia a la in tem p erie es variable,
dependiendo de las m a te ria s prim as em pleadas. Al igual que las a n te rio re s
no son aconsejables p ara el pintado de m a te ria le s o e s tru c tu ra s expuestas

18
a medios muy agresivos.
Esmaltes alquídico. El lig ante es una resina alquídica com binada
con un a c e ite se c a n te . Tienen muy buena durabilidad al e x te rio r cuando
las pinturas se form ulan con este fin, son de secado rápido y com patibles
con otras resinas (esm altes alquid-fenólicos, alquid-vinílicos, e tc .).
Pinturas fenólicas. P ara la elaboración del ligan te se em plean
resinas fenólicas puras o m odificadas. Tienen buena resisten c ia al e x te rio r
(retención de brillo inferio r al de las pin tu ras alquídicas) y una resisten c ia
al agua mayor que la de los tipos m encionados a n te rio rm e n te .
Pinturas bituminosas. Son form uladas con betunes a sfá ltic o s o
con c o rtes de alquitrán de hulla. Son de color negro, poco re s iste n te s a
la acción de la in tem p erie pero muy re siste n te s al agua y re a ctiv o s quím i­
cos. Pueden contener pigm entos de carg a. Secan ráp id am en te.
Pinturas de caucho clorado. El lig an te e stá elaborado con resina
de caucho clorado, con un p la stific a n te adecuado. Son muy re s iste n te s
al agua, a los ag en tes quím icos y a la in tem p erie; secan muy ráp id am en te.
Pinturas vinüicas. Son las form uladas con copolím eros de cloruro-
a c e ta to de polivinilo y se c a ra c te riz a n por su buena resisten c ia al agua,
a agentes quím icos (diluidos) y a la in tem p erie. E ste tipo de pinturas inclu­
ye tan to fondos anticorrosivos como p in tu ras de term inación ; el siste m a
debe e sta r constituido exclusivam ente por p in tu ras vinílicas a fin de lograr
buena adhesión e n tre capas. Secan al a ire muy ráp id am en te lo que hace
difícil el pintado con pincel o con rodillo de grandes su perficies; en e ste
caso se aconseja el pintado a so p lete.
Pinturas poliuretánicas. Son form uladas con resinas p o liu retán icas
y se presentan norm alm ente para su uso en form a de dos com ponentes,
la base pigm entada y el c a ta liz a d o r o a g en te de curado, que deben se r m ez­
clados an tes de la aplicación. El polím ero se form a así Min situ My la película
tiene una resisten c ia muy grande, ta n to al e x te rio r como al agua y a los
ag en tes quím icos. Pueden ser pigm entadas en los colores más diversos y
secan ráp id am en te. Algunas form ulaciones pueden no co n ten er so lv entes.
P in tu ras epoxídicas. El lig an te es una resin a epoxídica form ada
por com binación (en el m om ento de su uso) de dos com ponentes (el peso
m olecular inicial es bajo y la polim erización o curre como consecuencia
de una reacción quím ica e n tre los m encionados com ponentes). Secan ráp i­
dam ente pero la reacció n se co m p leta sólo después de algunos días, adqui­
riendo la película su m áxim a re siste n c ia al agua y ag en tes quím icos. Son
d ete rio ra b le s por acción de la luz solar, por lo que no se aconseja su u tili­
zación en e x te rio re s, salvo que el fa b ric a n te indique e x p líc ita m e n te que
corresponden a una nueva generación de resinas epoxídicas que cum plen
ta l condición. Pueden ser pigm entadas (esm altes epoxídicos) o incluir un
betún a sfá ltic o o c o rte de a lq u itrá n de hulla (pinturas epoxi-bitum inosas
o ep o x i-co altar). Tam bién en e ste caso se pueden d e sarro llar form ulaciones
sin solventes.
Pinturas emulsionadas. El vehículo es una em ulsión del lig an te
(barniz, a c e ite ) en agua. Se diluyen con agua y al ser aplicad as en form a
de película la em ulsión se rom pe al elim in arse el agua por secado, o b te ­
niéndose así una fase oleosa continua que form a una c u b ie rta de buena

19
d esisten cia, la que no debe ser soluble en agua si la form ulación es c o rre c ­
ta . Se utilizan hab itu alm en te en el pintado de m anipostería o de m adera,
pero en la a ctu alid ad se e stá realizando investigación y desarrollo de pintu­
ras an tico rro siv as y a n tiin c ru sta n te s de e ste tipo. Al elim inar los disolven­
tes orgánicos se reduce la posibilidad de contam inación am b ien tal y de
intoxicación para los operarios durante la elaboración y aplicación.

CLASIFICACION DE LAS PINTURAS DE ACUERDO AL TIPO DE SECADO

Pinturas que secan por evaporación de los disolventes y diluyen-


tes. Secan ráp id am en te, sin su frir ningún cam bio quím ico d u ran te dicho
proceso y proporcionan una película dura y re s iste n te , que es soluble en
el disolvente de la p intu ra o en o tro de c a ra c te rís tic a s sim ilares (p.ej. la
película de pinturas vinílicas es soluble en ceto n as, la de caucho clorado
en aro m ático s, una pintura bitum inosa en a lifá tic o s, una de barniz al al­
cohol en etanol, una de lac a nitro celu ló sica en "thinner", e tc .). Se tr a ta
de productos no convertibles.
Pinturas que secan al aire. El secado es más len to que en el caso
a n te rio r y se produce con intervención del oxígeno del a ire , que a c tú a sobre
algunos com ponentes del lig an te (ac eites secan tes). La pelícu la no se red i­
suelve en el disolvente de la pintura pero puede ablandar o am pollar en
c o n ta cto con el m ismo. Es el caso de una pintura convertible.
Pinturas que secan por reacción química. Esto puede o c u rrir en
frío, por com binación de dos com ponentes (como en el caso de las p in tu ras
epoxídicas y p o liu retán icas), o en c a lie n te , por tra ta m ie n to en horno a
la te m p e ra tu ra esp ecificad a por el fa b ric a n te (caso de p in tu ras p ara a u to ­
m óviles). Se c a ra c te riz a n por su elevada re siste n c ia y la película no se
d e te rio ra por la acción de los disolventes em pleados en la elaboración de
la p in tu ra. Tam bién en e ste caso se tr a ta de pinturas convertibles.

CLASIFICACION DE LAS PINTURAS DE ACUERDO CON EL ESPESOR


DE PELICULA QUE PROPORCIONAN

Pinturas convencionales (no tixotrópicas). Son las que se sum inis­


tran con una viscosidad adecuada para ser ap licadas por cualq uiera de los
procedim ientos hab itu ales (pincel o rodillo), proporcionando una película
seca de 20-25 um de espesor. A plicadas a so p lete, previa dilución, el espesor
final puede ser m enor (15ym ).
Pinturas tixotrópicas. Son las que se em plean en sistem as de a lto
espesor. Por las c a ra c te rís tic a s que les im p arten c ie rto s com ponentes pue­
den proporcionar espesores por mano del orden de 100-125 y m, sin que se
produzcan ch o rread u ras o co rrim ien to s cuando son aplicadas sobre su p e rfi­
cies v e rtic a le s. R equieren un equipo esp ecial para su aplicación (soplete
sin aire com prim ido o A irless).

CLASIFICACION DE LAS PINTURAS SEGUN SU PROPIEDAD


MAS IMPORTANTE

Shop-primers, "prefabr i catión primers" o imprim aciones de pro­

20
tección temporaria* Son las pinturas destinadas a la protección del acero
durante el período de construcción de una e stru c tu ra . Se aplican a so plete,
tienen secado muy rápido y no deben in te rfe rir en los procesos de soldadura
ni producir humos tóxicos cuando la película quem a como consecuencia
de la llam a. Deben te n e r buena resisten c ia a la intem p erie y ser co m p ati­
bles con los esquem as de pintado que se u tiliza rán p o sterio rm en te. Pueden
ser elaboradas con pigm entos anticorrosivos o con polvo de cinc.
"Wash-primers" o imprimaciones de lavado. Son productos d estin a­
dos a ser aplicados sobre el a ce ro lim pio (decapado, granallado, arenado).
Reaccionan quím icam ente con el mismo pasivándolo y haciéndolo menos
sensible a la corrosión. Sirven de base para la aplicación del esquem a a n ti­
corrosivo, el que e v en tu alm en te puede no incluirlos.
Pinturas anticorrosivas o fondos anticorrosivos. Son las pinturas
constituidas por un pigm ento antico rrosiv o y un lig an te y que por d ifere n te s
m ecanism os contribuyen a p ro teg e r el acero co n tra la corrosión.
Pinturas interm edias. Se aplican sobre los fondos anticorro sivo s
> no contienen pigm entos inhibidores; in crem en tan el espesor to ta l y la
im perm eabilidad del siste m a p ro te c to r, sin au m e n ta r e x ag erad am en te los
costos.
Pinturas de term inación. C onstituyen la capa final y se aplican
sobre las a n terio res; debe ten e r buena resiste n c ia al m edio agresivo (in tem ­
perie, agua o reactiv o s quím icos, según el uso de la pintura).
El espesor total del sistem a empleado depende del núm ero de
capas aplicadas y del tipo de p in tu ra, y debe in cre m e n tarse en relación
d ire c ta con la agresividad del am b ien te que rodea al m a teria l que se desea
p ro teg er.

CLASIFICACION DE LAS PINTURAS DE ACUERDO AL


BRILLO DE LA PELICULA

Pinturas brillantes. Proporcionan una película de a lto brillo ini­


cial, con gran reten ció n de brillo en serv icio. Se em plean fun d am en talm en ­
te en e x te rio re s por su re siste n c ia a la acción de la in tem p erie.
Pinturas sem i-m ate. La película posee poco brillo. Se em plean
especialm en te con fines d eco rativ o s (p.ej. pintado de p u e rta s, c a rp in te ría
de m adera o m etá lic a , e tc .).
Pintura m ate. Son aquellas cuya película posee muy poco o nada
de brillo. D entro de e ste grupo se en cu e n tra n los fondos antico rro siv o s
y las pinturas para paredes.

CLASIFICACION DE PINTURAS MARINAS DE ACUERDO A SU EMPLEO

Pinturas para superestructura. Por su buena re siste n c ia a los agen­


tes a tm o sférico s se utilizan en la su p e re s tru c tu ra del barco, es d ecir por
encim a de la c u b ie rta principal.
Pinturas para casco. Son p in tu ras que com binan una buena resis­
te n c ia al e x te rio r con s a tis fa c to rio co m p o rtam ien to en c o n ta c to ev en tu al
con el agua.

21
Pinturas para línea de flotación. Son aquéllas que deben te n e r
sim u ltán eam en te buena resisten c ia a la in tem p erie y al agua, pudiendo
poseer o no propiedades a n tiin c ru sta n te s.
Pinturas antiincrustantes. Se em plean p ara la p ro tecció n de la
caren a y deben te n e r e fe c to tóxico sobre los organism os in cru sta n te s
("fouling"), evitando su fijación y p o sterior d esarrollo.

SISTEMA DE PINTURAS

Se denom ina así el conjunto de capas de d ife re n te s p in tu ras que


se m u estra en la figura 1 , cuyo objetivo fu nd am ental es p ro te g e r una super­
ficie de la acción de un m edio agresivo.

Figura 1 .- Sistem a de pinturas

El siste m a más sim ple e stá con stituid o por un fondo a n tico rro siv o
(una o dos capas), d ire c ta m e n te en c o n ta c to con el m etal, y una p in tu ra
de term in ación (tam bién una o dos capas), d estin ad a a e v ita r el d e te rio ro
de la p in tura de base.
Sistem as m ás com plejos pueden incluir un "shop-prim er", si se
ha em pleado e ste producto d u ran te la co nstru cció n de la e s tru c tu ra o un
Mw ash-prim erMsi se ha granallado o arenado la su p erficie m e tá lic a y se ha
aplicado luego e ste tipo de p re tra ta m ie n to .
Una condición im p o rtan te que en g en eral debe cum plirse es que
todas las capas del siste m a m encionado correspondan a p in tu ras elaboradas
con el m ismo tipo de lig an te (al a c e ite , alquídico, fenólico, caucho clorado,
vinílico); ello asegura buena adhesión e n tre las d ife re n te s capas (sistem a
hom ogéneo). En el caso de sistem as hetero g én eo s (pinturas con d ife re n te
tipo de lig an te), deberá e sta b le c e rse p rev iam en te la com patibilidad y adhe­
sión e n tre las d istin ta s capas.

ESPESOR DE UN SISTEMA

Los espesores p arciales y to ta l deben d e te rm in a rse con la m áxim a


precisión posible, para lo cual se em plean m étodos no d e stru ctiv o s. En

22
obra se utilizan medidores m agnéticos y en lab o rato rio aparatos electro­
magnéticos, de m ayor precisión (Fig. 2).

Figura 2 .- Aparato electrom agnético para medida de


espesores de película seca; puede verse el
palpador aplicado sobre una probeta pintada

Una p ro tecció n adecuada se logra no sólo seleccionando las pintu­


ras más convenientes, sino tam bién e stab lecien d o en las esp ecificacio n es
el espesor to ta l del siste m a . Dicho espesor debe ser c re c ie n te , de acuerdo
con las condiciones de agresividad del m edio, com o se indica a co n tin u a­
ción:

A tm ó sfera no con tam inad a ......................................... 40-50 ym


A tm ó sfera m ed ianam en te c o n ta m in a d a ........... 75-100 ym
A tm ó sfera a lta m e n te co n tam in ada (ind ustrial
y m arina) .......................................................................... 100-150 ym
Inm ersión continua en agua de m ar ......................... 250-350 ym
C o n tac to p e rm a n en te con líquidos ag resiv o s... 350-500 ym

Al a u m e n ta r el espesor to ta l se in cre m e n ta el e fe c to barrera,


al m argen de las propiedades inhibidoras que en p a rtic u la r puedan a p o rta r
el p re tra ta m ie n to ("w ash-prim er") o el fondo an tico rro siv o .
Los espesores que se m encionan en la ta b la a n te rio r se re fie re n
todos a película se c a , es d ecir después de la elim inación de los d isolventes
y diluyentes com o consecuencia del proceso de secad o de la p in tu ra .

23
CONDICIONES GENERALES QUE DEBE CUMPLIR UNA PINTURA
O UN SISTEMA DE PINTURAS

D entro de los requisitos más im p o rtan tes deben c ita rs e los


siguientes:
Tolerancia a d efectos de preparación de la superficie, sin que
se produzca pérdida de adhesión.
Posibilidad de ser aplicadas en condiciones de humedad y tempera­
turas no ideales. N orm alm ente se aconseja p in ta r con te m p e ra tu ra s no
inferiores a 10-15°C y hum edad re la tiv a del 65-70 %. Sin em bargo, en algu­
nos casos y p a rtic u la rm e n te en invierno, puede ser im prescindible p in tar
sin a lc an z ar tales condiciones. Es n ecesario te n e r en cu en ta el punto de
rocío.
Las pinturas debenán ser de nápido secado, a fin que no se produz­
ca adhesión de polvo o de im purezas diversas sobre la su p erficie.
Debenán ser elaboradas con disolventes no tóxicos o em plear
productos de m ínim a toxicidad.
Debenán tener un alto contenido de sólidos, a fin de proporcionar
un elevado espesor de película seca.
Senán de larga vida «útil y en algunos casos deberán so p o rta r la
acción de condiciones c lim átic as muy variadas.
Se podnán reparar con facilidad zonas dañadas y la nueva capa
aplicada deberá ad herir adecu ad am ente sobre las a n te rio re s.

CONSIDERACIONES TECNICAS A TENER EN CUENTA PARA LA


ELECCION DE UN SISTEMA PROTECTOR A BASE DE PINTURAS

Elección adecuada del shop-primer. Debe p ro te g e r d u ran te el


proceso co n stru ctiv o y ser com patible con el rev e stim ie n to a u tiliz a r.
Elección correcta de las pinturas. Debe h acerse en función del
tipo de su p erficie, p reparación de la m isma y condiciones de agresividad
del medio.
Elección del m étodo de preparación de la superficie m ás ad ecu a­
do, según se tr a te de a cero , alum inio, chapa g alvan izad a, m adera, e tc .;
influirá tam bién en e sta elección el grado de ataq u e que se observe.
Elección del sistem a a aplicar: será función de las condiciones
de servicio.
Elección del espesor, de acuerdo con las c a ra c te rís tic a s de a g re si­
vidad del m edio.
Elección del procedim iento de aplicación (pincel, rodillo, so plete
con a ire com prim ido, so p lete sin aire com prim ido, inm ersión) de acuerdo
con el tipo y tam año de la su p erficie u objeto a p in ta r y al tipo de pin tu ra
a usar.
Realizar un adecuado control de todas las o peraciones enum eradas
p re c e d e n te m e n te .

24
CONSIDERACIONES ECONOMICAS A TENER EN CUENTA
PARA LA ELECCION DE UN SISTEMA PROTECTOR

Costo de la pintura, aunque en g en eral incide poco en el costo


to ta l del trab ajo , pues la pintura re p re se n ta , alrededor del 15-20 por cien to
del costo to ta l.
Costo de los procedimientos de lim pieza y preparación de superfi­
cies. Puede superar el 50 % del costo to ta l.
Costo de las reparaciones que pueda ser n ecesario e fe c tu a r (p.ej.
cam bio de chapas u o tra s p a rte s d eterio rad as) como consecuencia de los
daños por corrosión e x iste n te s. Depende de cada caso p a rtic u la r.
Costo de la mano de obra de aplicación de la pin tu ra. Variable
según el tipo de pintura y m étodo de aplicación.
Costo del alquiler de elevadores, andam ios, e tc . cuando se tr a ta
de trabajos en a ltu ra .
Lucro cesante co rrespondiente a la inm ovilización de una p lan ta,
equipo, em barcación, e tc .

BIBLIOGRAFIA

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París (1956).
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corrosión por medio de pinturas. OEA, N° 1, P rogram a L atin o am erican o
de lucha c o n tra la C orrosión, Buenos A ires (1988).

25
CORROSION DE METALES RECUBIERTOS
CON PELICULAS DE PINTURA

A.R. Di Sarli*

*
CIDEPINT; Investigador de la Comisión de Investigaciones C ien tíficas de
la Provincia de Buenos Aires.
INTRODUCCION

La im portancia del fenóm eno de corrosión e stá dada por el hecho de


que en los d iferen tes países rep re se n ta una pérdida del orden del 3-4 % del
PBI. Esto com prende tan to las pérdidas directas (ro tu ra de equipos o m aqui­
narias, reposición de piezas o p a rte s, pérdida de productos, consumo ex tra
de energía, etc.) como pérdidas indirectas (lucro cesan te por salida de serv i­
cio de instalaciones, peligro para la vida de operarios, e tc .).
Por los m otivos expuestos, el estudio de estos procesos apunta a la
búsqueda perm anente de soluciones, ya sea en lo re fe re n te a form ulaciones
de pinturas cada vez más e fic ac es como a co m p atib ilizar el em pleo de las
mismas con el diseño de otros m étodos de protección (por ej. catód ica).
En lo relativ o a pinturas, que es el tem a que in teresa desde el punto
de vista de este capítulo, desde el m om ento en que las resinas sin té tic a s del
tipo caucho clorado, vinílicas, epoxídicas, p o liuretánicas o p o liéster hicieron
su aparición en el m ercado, com enzó a ex ten d erse su uso con el objeto de
proporcionar larga vida útil a e stru c tu ra s su jetas a sev eras condiciones de
servicio, evitándose así costosas operaciones de m antenim iento.
La tendencia a corroerse de un m etal rec u b ierto , es función de tre s
facto res principales:
a) la naturaleza del sustrato m etálico;
b) el carácter de la región interfacial e n tre la película y el su stra to
y
c) la naturaleza del producto utilizado.
En general se p resta poca atención al su stra to y se req u iere que la
pintura com pense las inadecuadas propiedades del mismo o la in c o rre c ta
preparación su p erficial previa al pintado.
Una película orgánica protege al sustrato m etálico de la corrosión
fu ndam en talm ente por medio de dos m ecanism os:
a) A ctuando como una barrera fre n te al m edio agresivo (agua, oxígeno
e iones),
b) C onstituyéndose en un reservorio de los pigm entos inhibidores de
corrosión que contribuyen a re ta rd a r el a taq u e a la su p erficie m etálica .
Las propiedades de b a rre ra m ejoran al au m e n ta r el espesor de la p elí­
cula por la inclusión en la form ulación de pigm entos y/o exten ded ores que
in crem entan la longitud del cam ino difusional a re c o rre r por el e le c tro lito
y tam bién por su capacidad para re s istir la degradación.
Las fallas com unes que inician el d e te rio ro de la c u b ie rta incluyen
abrasión, im pacto, cu artea d o , a g rie ta d o , acción de a lta s o bajas te m p e ra tu ­
ras, altera ció n quím ica de la m a triz polim érica por reaccio n es de hidrólisis,
oxidación o por acción de la luz u ltra v io le ta , e tc . Dicho d e te rio ro fa c ilita
el acceso de los reactiv o s a la in te rfase s u s tra to /p in tu ra , sin que n e c e sa ria ­
m ente tenga lugar difusión a trav é s de la m atriz polim érica.

29
AMPOLLADO DE LA PELICULA

El am pollado es una señal de la reducción de la capacidad p ro te c to ra


de la p in tu ra. Las am pollas son ¿ re as locales donde la pin tu ra ha perdido
ad h erencia al su stra to facilitan d o la acum ulación de agua y, en consecuen­
cia, generando zonas donde com enzarán a d e sarro llarse procesos de co rro ­
sión. Cinco m ecanism os que operan bajo d ife re n te s c irc u n stan cias son u tili­
zados para explicar la form ación de am pollas.
a) Ampollado por un aumento de volumen debido al hincham iento de
la membrana [1-4]. Todas las películas orgánicas absorben agua y aquéllas
usadas en la pro tecció n c o n tra la corrosión lo hacen en el orden de 0,1 a 3 %,
luego de e sta r en c o n ta c to con el agua líquida o con un e le c tro lito acuoso.
La absorción de agua conduce a un hincham iento de la película y, cuando
esto ocurre lo calm en te, se form an am pollas con acum ulación de agua en la
in te rfa se .

b) Ampollado debido a la inclusión o formación de gas [5]. Burbujas


de aire o de com ponentes v olátiles (disolventes) de la pin tu ra pueden quedar
reten id as d u ran te la form ación de la película, dejando espacios vacíos. T ales
espacios no e stán n ece saria m e n te confinados en la in te rfa se , pero cuando
ellos ex isten, pueden servir como un lugar de iniciación de la corrosión.

c) Ampollado electroosm ótico [6-9]. El agua puede m overse a tra v é s


de la m em brana o siste m a capilar bajo la influencia de un g ra d ie n te de
p otencial e lé c tric o . T ales g rad ien tes de po ten cial, que pueden fo rm arse
como consecuencia de una cupla galvánica, tien en la capacidad de g e n erar
am pollas.

d) Ampollado osm ótico [10-11]. La fu erza im pulsora p ara el am pollado


osm ótico es la presencia de una sal soluble en la in te rfa se s u s tra to /p in tu ra .
A m edida que el agua a tra v ie sa la m em brana y llega a la in te rfa se , se form a
una solución c o n cen trad a, con su fic ie n te fu erza o sm ótica com o para
im pulsar el agua desde la su p erficie de la pin tu ra h a sta la in te rfa se ,
provocando la form ación de una am polla. El m ecanism o o sm ótico es
pro b ab lem ente el más común para ex plicar la form ación de aquéllas.

e) Ampollado debido a la separación de fases durante la formación


de la película [12-15], Un tipo p a rtic u la r de am pollado osm ótico puede te n e r
lugar cuando la form ulación incluye dos disolventes con d ife re n te velocidad
de evaporación o cuando e stá p resen te un disolvente hidrofílico en baja
co n cen tració n ; el proceso de sep aració n de fases o cu rre en la e ta p a final
de la form ación de la película y podría te n e r lugar en la in te rfa se
s u s tra to /p in tu ra . El agua difunde en el disolvente hidrofílico o en los
espacios vacíos dejados por el m ismo, form ándose am pollas. C ierto s é te re s ,
é ste re s o glicoles, de baja volatilidad, pueden cau sar am pollado d u ran te el
secado de la película.
En todos los casos a n te rio re s, la am polla provee un sitio para la
acumulación de agua en la interfase sustrato/película. El oxígeno que

30
pen etra a través de la cu b ierta, sum ado a los iones lixiviados en la in te rfase
o en la pintura son todos reactiv o s disponibles para el proceso de corrosión
electroquím ica. En g en eral, la velocidad de corrosión e stá co ntrolada por
la perm eabilidad de la m em brana al oxígeno. Este elem en to es necesario
para la reacción cató d ica (2 H 2O + 0 2 + 4 e " * 4 OH "), pero tam bién es
consumido en la reacción de conversión del Fe(II) a Fe(III). Los productos
de corrosión férricos tienden a c o n cen trarse sobre la sup erficie in tern a del
domo de la am polla y en la p e rife ria de la m isma cuando el tenor de oxígeno
es alto . La región cató d ica e stá en la p e rife ria de la am polla y la región
anódica en el c en tro de la m ism a, donde la concentración de oxígeno es más
baja.

CORROSION PRECOZ

Este térm ino es aplicado a un tipo de corrosión puntual que o curre


después que la pintura ha secado al ta c to . Sólo tien e lugar tra s la exposición
del m etal recu b ierto a un medio con a lta hum edad [16].
Las tres condiciones que conducen a la corrosión precoz son: a) una
película delgada (espesor m enor de 40 um); b) un sustrato a baja
temperatura; y c) condiciones de alta humedad am biente. La severidad del
problem a tiende a au m en tar a m edida que la activ id ad su p erficial del acero
aum enta. Por ejem plo, la corrosión precoz es más sev era sobre paneles cuya
superficie fue arenada a blanco [17] que en el caso de una lim pieza menos
profunda e fe ctu a d a con una h e rra m ie n ta m anual.
La corrosión precoz se d esarro lla debajo de la película de un ligante
em ulsionado, por ej. lá te x , aplicada sobre una su p erficie m etálica , debido
al m ecanism o por el cual se elim ina agua; la form ación de la película se
produce por coalescencia de las p a rtícu la s de lig an te [18, 19]. In icialm en te,
dichas p a rtícu la s se m ueven casi lib rem en te con un m ovim iento browniano
c a ra c te rístic o . A m edida que el agua se evapora, su m ovim iento com ienza
a ser más restringido y, e v en tu alm en te, la tensión in te rfa c ia l a g u a /a ire la
fu erza a form ar una m asa c o m p acta, en la que sus dobles capas im piden una
m ayor aproxim ación m utua. La continua evaporación del agua e je rc e una
fuerza que tiende a vencer e sta repulsión dando lugar al c o n ta c to
polím ero/polím ero. Esto hace que la tensión in te rfa c ia l p olím ero/agua e n tre
en juego para re fo rz a r y co m p lem en tar la tensión in te rfa c ia l a g u a /a ire . Si
las fu erzas com binadas son su fic ie n te s para m odificar la conform ación
e sférica del polím ero, éste fo rm ará una película continua. La hom ogeneidad
de la m isma aum enta con el envejecim iento debido a la gradual co alescen cia
de nuevas p artícu la s. La velocidad del proceso depende de la e s tru c tu ra del
polím ero y p erm ite aue, m ien tras dura el m ismo, su stan cias incom patibles,
ta le s como sales de hierro solubles u o tras, sean lixiviadas h a sta la
su p erficie.
En resum en, la corrosión precoz es una con secuen cia de la elevada
hum edad am biental e x iste n te a n tes y d u ran te el secado de la película de
lá te x . El ingreso y egreso del agua es rápido a n te s que las p a rtíc u la s de
lig an te hayan com pletado su c o alescen cia y el m ovim iento de las sales de
h ierro solubles a tra v é s de la m em brana, seguido por la evaporación del

31
agua, puede conducir a la form ación de m anchas de herrum bre.
Una m anera exitosa de prevenir e ste tipo de corrosión es incorporar
inhibidores solubles en la form ulación.

CORROSION ESPONTANEA

Sobre aceros arenados pueden a p a re c e r m anchas de h errum bre de


color pardo in m ed iatam en te después de haber sido tra ta d o s con una
im prim ación al agua. E ste fenóm eno se conoce com o corrosión espontánea
r 201 v es favorecido por los co n tam in an tes rem a n en tes del arenad o o
granallado u o tras im purezas.
A p aren tem en te, las p a rtícu la s de acero o de sílice que quedan sobre
la su p erficie del m etal después de aquellas operaciones, form an rendijas y/o
celdas galvánicas e n tre las p a rtícu la s del m etal y el a ce ro base, su fic ie n te s
como para a c tiv a r el proceso de corrosión tan pronto com o la su p erficie es
hum ectada por una im prim ación al agua. El resu ltad o es que los productos
de corrosión solubles difunden en la p intura y son oxidados a la form a fé rric a
en el in te rio r o sobre la su perficie de la m em brana, m anchando la m ism a.

SOCAVAMIENTO ANODICO

El socavam iento anódico re p re se n ta la clase de reaccio n es de


corrosión m etálica que tien en lugar debajo de la película de p in tu ra y en las
que la reacció n anódica es la causa principal de delam inación. Un ejem plo
clásico es la disolución de la delgada capa de estañ o e n tre la c u b ie rta
orgánica y el su stra to en un envase con alim en to s. En ta le s c ircu n stan cias,
la reacción cató d ic a puede involucrar a un com ponente del p roducto
alim en ticio o a un d e fe c to en la película de estañ o que deja expuesto al
hierro, el que sirve como cátodo. El estañ o se disuelve se le c tiv a m e n te y la
película orgánica se separa del m etal perdiendo su c a r á c te r p ro te c to r.
La Fig. 1 m u estra cinco zonas a lo largo de las cuales puede te n e r
lugar la delam inación o sep aració n de la película del su s tra to base.
El socavam iento anódico en acero s protegidos con c u b ie rta s orgánicas
tam bién puede o cu rrir en casos en que el acero es polarizado an ó d icam en te
m ediante la aplicación de un p o ten cial ex tern o . En ausencia de ta l p o ten cial,
el recu b rim ien to del acero falla g en eralm en te por delam inación cató d ic a.
E ste proceso anódico no ha sido estudiado en form a intensiva ya que
los e fe c to s galvánicos y los principios aplicados a la corrosión por rendijas
proveen una adecuada explicación en los casos en que a p a re c e e ste proceso.

CORROSION FILIFORME

La corrosión filifo rm e es un tipo de ataq u e en el cual el proceso de


corrosión se m an ifiesta en form a de filam en to s y re p re se n ta un tipo

32
Figura 1
Representación esquem ática de las cinco zonas a lo largo de las cuales
puede ocurrir la delaminación en un sistem a sustrato
m etálico/película de pintura

p a rtic u la r de socavam iento anódico. G en eralm en te se produce en am b ien tes


húmedos y es más común debajo de películas orgánicas ap licadas sobre
acero, alum inio, m agnesio y cinc (acero galvanizado). A veces, la corrosión
filiform e se desarro lla en acero s desnudos sobre los cuales se han depositado
a c c id e n ta lm e n te pequeñas can tid ad es de sales co n ta m in a n te s. Tam bién se
ha observádo en delgados electro d ep ó sito s de estañ o, p la ta , oro y debajo de
pinturas de conversión como los fosfatos.
Los filam entos que se form an por el proceso de corrosión m uestran
una am plia variedad de form as, desde las nodulares (caso del alum inio) a los
muy finos y bien definidos filam en to s observados debajo de lacas
tra n sp a re n te s aplicadas sobre a ce ro . El ancho de los filam en to s va desde
0,05 h asta 0,5 mm y, en condiciones de lab o rato rio , pueden c re c e r a una
velocidad e n tre 0,01 y 1 mm. d ía-1 . La velocidad de c re c im ie n to de los
filam en to s se m antiene p rá c tic a m e n te c o n stan te d u ran te largo tiem po [2 1 ,

33
22].
P ara su desarrollo, la corrosión filiform e req u iere una hum edad
am b ien tal re la tiv a m e n te a lta , m ayor de 55 % a te m p e ra tu ra am b iente, y
en p robetas de ensayo puede ser ace le rad a m ediante un c o rte en la película
que llegue hasta el su stra to m etálico , m anteniendo luego la m uestra a una
hum edad rela tiv a m ínima del 70 al 85 %.
Una de las preguntas más im p o rtan tes a responder en el caso de la
corrosión filiform e es por qué el proceso tiene lugar en form a de filam entos
en vez de áre as c ircu lares. H asta el p resen te no ex iste una explicación
c o n creta , pero p arece que la lim itad a disponibilidad de oxígeno, que debe
difundir a trav és de la m em brana, sum ada a la lim itad a can tid ad de agua
que difunde a tra v é s del mismo recub rim iento, aún bajo condiciones de
elevada hum edad re la tiv a , son los fac to re s d e te rm in a n te s. A muy a lta
hum edad re la tiv a o en c o n ta c to con agua líquida, la corrosión filifo rm e pasa
rápid am ente a un tipo de corrosión más g en eral, perdiéndose el c a rá c te r
filam entoso indicado.
Se han realizado muchos estudios en los lab o rato rio s de investigación
sobre pinturas para reducir la corrosión filifo rm e. Los productos de
conversión a base de fo sfato s, acom pañados por un lavado previo del m etal
con soluciones de cro m ato y agua d estilad a proveen p ro tecció n , pero no se
consigue elim inar to ta lm e n te la corrosión filifo rm e del a ce ro . C ie rta s
propiedades de la película, como la adhesión a la su p erficie m etálica ,
tam bién tienen e fe c to sobre la extensión y el c a rá c te r del a taq u e.

DELAMINACION CATODICA

La m ayoría de los productos utilizados en el pintado de e stru c tu ra s


m etálicas están sujetos a posibilidades de ex p erim e n tar daños m ecánicos
dejando, en consecuencia, al su stra to en c o n ta c to con el m edio am b ien te.
Si los m a te ria le s expuestos están en c o n ta c to p erm an en te con un e le c tro lito ,
como en el caso del casco de em b arcacio nes, cañ erías e n te rra d a s o in te rio r
de re c ip ie n tes conteniendo una solución acuosa, es posible p ro teg e r las á re as
desnudas m ediante la aplicación de un p oten cial cató d ico . Una de las
consecuencias indeseables de la pro tecció n c a tó d ic a es que la c u b ie rta
ad y acen te al d e fe c to puede sep ara rse del su stra to m etálico . E sta pérdida
de adhesión se conoce com o delaminación catódica y tam bién puede o cu rrir
en ausencia de un p o ten cial aplicado. Las h e m irreaccio n es anódicas y
c ató d icas de corrosión, debajo de la película, proveen regiones que están
su jetas a la m ism a fu erza im pulsora que cuando se aplica e x te rn a m e n te un
p o ten cial catódico.
Se a c e p ta g en eralm en te [23, 24] que la fu erza im pulsora más
im p o rtan te para la delam inación cató d ic a en procesos de corrosión que se
d esarro llan en presen cia de aire es la reacció n c a tó d ic a, re p re se n ta d a por
la ecuación:

2 H20 + 4 e" t 4 OH"

Cuando se aplica un p o ten cial ex tern o , si la fu erza im pulsora es


34
su ficien te, la reacción mas im p o rtan te puede ser la siguiente:

2 H+ + 2 e - t H2

Así, con una polarización de hasta -0,8 V/ECS de un acero recu b ierto
con un polím ero defectuoso, en ausencia de oxígeno, no se observa
significativa delam inación en las zonas adyacentes a los d efecto s; en cambio,
en presencia de aire, tal delam inación es sign ificativa.
La reacción cató dica que tien e lugar en las zonas de delam inación
genera iones hidroxilo (OH- ), los que tienen im p o rtan te influencia
d estru cto ra sobre los enlaces su stra to /p e líc u la o sobre la pintura misma
cuando el ligante es hidrolizable en medio alcalino (por ej. productos
oleorresinosos).
Los valores fu e rte m e n te alcalinos de pH (10-14) en el fre n te de
delam inación están determ inados por los siguientes fac to res:
a) la velocidad de la reacción catódica;
b) la forma del frente de delaminación;
c) la velocidad de difusión de los iones hidroxilo alejándose de dicho
fren te;
d) las reacciones de neutralización que pueden involucrar al óxido
in te rfa c ia l o al polím ero.
Toda la evidencia disponible h asta el m om ento indica que el proceso
de delam inación es una consecuencia del elevado pH generado por la
reacción cató d ica. Un in te rro g an te real se abre resp ec to a cuál es el e fe c to
de tal pH sobre el co m po rtam ien to de la in te rfa se . Algunos resultados
exp erim entales sugieren que, como se m encionó p rev iam en te, el medio
fu e rte m e n te alcalino puede a ta c a r al óxido de la in te rfa se , que se form a
rápidam ente cuando el m etal desnudo se expone a una a tm ó sfe ra no in erte,
o bien d eb ilitar la adhesión m etal/p o lím ero y/o e n tre las capas de p in tu ra.
Si bien ambos tipos de ataq u e han sido observados sobre m uestras de
acero protegidas con d ife re n te s películas orgánicas, en gen eral se a c e p ta
que el m ecanism o predom inante en el proceso de delam inación es la
disolución de la delgada capa de óxido que cubre al m etal en la in te rfa se
en tre el polím ero y el m etal. En este proceso, el óxido mismo p a rtic ip a en
la reacción cató d ica según la ecuación:

YFe 2 0 3 + 6 H+ + 2 e - t 2 F e 2+ + 3 H20

y al form ar el ion ferroso d ife re n te s com puestos con o tra s especies iónicas
p resen tes en la in te rfa se , la reacción se desplaza hacia la derech a. En e ste
m ecanism o de delam inación, la disolución del óxido rom pe los en laces e n tre
la pintura y el su stra to m etálico y el a lto pH conduce adem ás a un ataq u e
localizado del ligante (m aterial polim érico) en la in te rfa se . La presencia
de especies orgánicas oxidadas sobre la su p erficie del m etal, después de la
delam inación, puede ser el resu ltad o de una adsorción p o sterio r de ta le s
especies o bien la consecuencia de islo tes de m a te ria l orgánico rem a n en tes
sobre la su p erficie m etálica .
Ya que el im p o rtan te proceso de delam inación es una consecuencia

35
de los iones hidroxilo generados por la reacción catód ica:

2 H 2O + 0 2 + 4 e" t 4 OH-

dicho proceso debe ser evitado o al menos re ta rd ad o d u ran te un largo tiem po


m ediante los siguientes m ecanism os:
a) impidiendo que el agua, el oxígeno, los electrones o los contraiones
catódicos alcancen los sitios de reacción;
b) reduciendo la actividad ca talítica de la su p erficie para la reacció n
cató d ica.
El agua y el oxígeno llegan a la zona de reacción fu n d am en talm en te
por difusión a trav é s de la película, por lo que la velocidad de reacció n
podría ser reducida dism inuyendo la perm eabilidad de la m ism a a los citado s
ag en tes. En base a los conocim ientos alcanzados h asta el m om ento re su lta ría
im posible elim inar co m p letam en te ta l difusión a tra v é s de la película
orgánica, por los d efecto s desarrollados d u rante su form ación o por aquéllos
que pueden a p a re c e r luego de diversos períodos de servicio . Sin em bargo,
los e lectro n es llegan al sitio de reacción a trav é s de la fase m etálica o de
algún óxido in te rfa c ia l u o tra película e x iste n te s en la in te rfa s e
m e tal/p in tu ra . C ualquier tipo de película m etálica su p e rfic ial que sea mal
conductor electró n ico , tien e la posibilidad de lim ita r el acceso de e le ctro n es
a los sitios de reacció n . Por ejem plo, la baja velocidad de delam inación
cató d ic a en superficies de alum inio, en com paración con las de cinc y a ce ro
se debe, probablem ente, a la baja conductividad e le c tró n ic a del óxido de
alum inio en la in te rfa se .
La reacción cató d ic a g enera aniones y debe haber co n traio n es
catódicos disponibles para balan cear lo calm en te la c arg a. Los iones
hidrógeno no cum plen e sta función, pues en caso c o n tra rio el pH no
a u m en taría tan d rá stic a m e n te como lo hace. La evidencia disponible indica
que el medio de tra n sp o rte más im p o rtan te p ara los c atio n es es la capa
líquida que se form a en la in te rfa s e m e ta l/p e líc u la , aunque no debe se r
to ta lm e n te d e sca rtad o el tra n sp o rte a trav é s del polím ero m ismo.

NATURALEZA DE LA REGION INTERFACIAL

Mecanismos de adhesión

La im p o rtan cia del conocim iento de la n a tu ra le z a quím ica de la


región interfacial sustrato m etálico/cubierta orgánica rad ic a en que es en
dicha región donde tien e lugar la m ayoría de los procesos, p a rtic u la rm e n te
en el caso de la delam inación cató d ic a. En muchos m etales de uso común,
el óxido in te rfa c ia l es una su p e rfic ie c a ta lític a para la reacció n de reducción
del oxígeno; es el m edio a tra v é s del cual son sum inistrados los e le c tro n e s
para esta reacción y el que provee los enlaces n ecesario s p ara la ad h eren cia
e n tre el m etal y la película orgánica.
El e fe c to c a ta lític o y la conductividad e le c tró n ic a de las películas
de óxido son c a ra c te rís tic a s muy e sp ecíficas del m etal em pleado com o
su stra to y escapan al alcan ce de e ste trab a jo , m otivo por el cual no serán

36
Esquema de una adhesión química en el sistem a
hierro/película de cin c-silicato

Figura 3
Esquema de una adhesión polar en un sistem a
m etal/polím ero (uniones de hidrógeno)

37
tra ta d o s. Si son más g enerales los m ecanism os de adhesión m etal/p o lím ero
que se describen a continuación.
El requisito más im p o rtan te, pero tam bién el más d ifícil de a lc an z ar
para lograr una buena p rotecció n co n tra la corrosión por p in tu ras, es
m antener la adhesión de la película al su stra to d u ran te una exposición
continua al agua líquida o a a lta hum edad.
El grado de adhesión e stá determ inad o por tre s tipos fu nd am entales
de enlaces: 1) enlaces quím icos; 2) enlaces polares; 3) en laces m ecánicos.
La m ayor p a rte de las veces, la película de p in tu ra se m an tiene adherida
al su stra to por la contribución sim u ltán ea de al m enos dos de estos tipos de
enlaces [24].
La n a tu ra le z a de los enlaces depende ta n to del su s tra to como del
polím ero. Aquél puede proveer adhesión m ecánica y/o sitio s donde el
polím ero pueda ligarse quím icam ente o por a tra c c ió n polar. La p in tu ra
provee las condiciones quím icas que la a tra e n hacia la su p erficie base.
Indudablem ente el en lace quím ico es el más e fe c tiv o y se produce
cuando el polím ero reaccio n a con el m etal form ando una v erd ad era unión
quím ica. En e stas condiciones, la adhesión del lig an te es e x ce le n te . Un
ejem plo común es la buena adhesión del cinc - silic ato al a ce ro (Fig. 2),
donde un oxígeno de la m atriz del silic ato se com bina con un átom o de h ierro
de la sup erficie m etálica .
E sta unión, tam bién llam ada "enlace de valencia p rim aria", se
en cu e n tra cuando se em plean pinturas epoxídicas, ya que los grupos epoxi
se adhieren a la su p erficie m etálica m ediante uniones m etal-hidróxido, en
una reacción de condensación.
L am en tab lem en te, no es usual e n c o n trar adhesión quím ica con las
c u b iertas orgánicas de uso com ún, sí en cam bio lo es, el e n lace polar o de
valencia secundaria.
Esto se produce por la a tra c c ió n e n tre grupos polares p e rte n e c ie n te s
al su stra to y a las m oléculas de la resin a. Un buen ejem plo es el del
copolím ero c lo ru ro -a c e ta to de vinilo, donde el agregado de una pequeña
can tid ad de ácido m aleico g en era, al p o lim erizar el ácido, una fu e rte
concentración de grupos polares que con fieren un e x c e le n te grado de
ad h erencia al m etal. E sta incorporación de grupos polares a la e s tru c tu ra
del polím ero, con el e fe c to m encionado, o cu rre tam b ién en las p in tu ras
epoxídicas (atribuido al ion hidroxilo), am inas, am idas y u retan o s.
D esafo rtu n ad am en te, para que se form en en laces polares, la sep aració n
e n tre la c u b ie rta orgánica y la su p erficie m e tá lic a debe ser m enor que
5 x 10"®cm, porque si bien las fu erzas de a tra c c ió n au m entan
propo rcio n alm ente con la d istan cia in term o lecu lar elevad a a la se x ta
p o ten cia, las m ism as no son e fe c tiv a s h asta que la d istan c ia es m enor que
ese valor. Tal m agnitud, m enor que tre s veces el d iám etro de un átom o de
oxígeno, e n fa tiz a , por sí m ism a, la im p ortan cia de la lim pieza p ara o b ten e r
buena ad h eren cia a una su p erficie bien p rep arad a. Las p a rtícu la s de polvo
o unMfilm" m onom olecular de a c e ite tien en un espesor > 5 x 10- ® cm , por
lo que su p resen cia anularía e fe c tiv a m e n te toda posibilidad de adhesión.
La Fig. 3 m u estra un en lace polar e n tre los iones hidroxilo de un
polím ero y grupos equ iv alen tes de la su p erficie m etálica a trav é s de uniones

38
puente de hidrógeno.
La adhesión m ecánica e stá asociada con la rugosidad su p erficial del
su stra to . Esta puede v ariar d entro de una am plia gam a de profundidades,
pero el aspecto más im p o rtan te es el aum ento del á re a su p erficial. Debido
a su baja capacidad de adhesión o a su elevado espesor, algunas de las
pinturas con a lta p erfo rm an ce p ro te c to ra obtienen buena adhesión con
rugosidades m edias de 25-50 ym. Un fa c to r adicional en la rugosidad
sup erficial es que el núm ero de sitio s polares sobre la m ism a au m en ta en
proporción d ire c ta con el á re a su p erficial. Esto se trad u c e en un aum ento
de las fuerzas de a tra c c ió n con los grupos polares de la m olécula orgánica,
m ejorando la adhesión.

Mecanismos de fallas. Adhesión-cohesión

Muchas veces se ha e n fa tiz ad o que el agua in te rfie re la adhesión y


produce la delam inación luego de una prolongada exposición, esp ecialm en te
a elevadas te m p e ra tu ra s. E sta pérdida de adhesión no sorprende si se tie n e
en cuenta la com pleja n a tu ra le z a de la in te rfa se su p e rfic ie/p elícu la.
En el caso de un en lace quím ico, la probabilidad de pérdida o
reducción de la adhesión es m ínim a o d ire c ta m e n te nula.
Sin em bargo, como se enunció m ás a rrib a , se sabe que en la m ayoría
de los casos la adhesión o cu rre por m edio de fu erz as de dispersión y,
fu n d am entalm ente, por la acción c o o p erativ a de enlaces de hidrógeno e
in teraccio n es polares [25, 26]. A dem ás, las m oléculas de agua están tan
fu e rte m e n te adsorbidas a las capas su p erficiales del óxido m etálico que no
pueden ser desplazadas d u ran te la aplicación del "film ” aunque, de alguna
m anera, actú an com o puentes de conexión soportando el anclaje del "film"
orgánico al su stra to . Si el agua e n tra a e sta in te rfa s e en c ie rta c an tid ad ,
sus m oléculas in terru m pen los p uen tes, haciéndolos más m óviles, y rom pe
la acción co o p erativ a de los enlaces de adhesión. A m edida que el tiem po
de exposición c re ce , com ienzan a d esarro llarse "clu sters" de m oléculas de
agua h asta que, fin alm en te, se form a una capa líquida en la in te rfa s e . E ste
es un proceso muy fre c u e n te en aquellos casos en que las m oléculas de agua
tienen m ayor afinidad por los óxidos su p e rfic iales hidrofílicos que los
grupos polares de las m oléculas del lig an te y sign ifica la pérdida de adhesión.
Por lo ta n to , si bien en ausencia de hum edad puede se r c ie rto que ta le s
grupos en el ligante m ejoran la adhesión de una p in tu ra, en p resen cia de agua
líquida favorecen su e n tra d a y, en consecu encia, la delam inación.
C onsideraciones sim ilares son válidas tam bién p ara la in te rfa s e
pigm ento / lig an te y la inserción de agua en la m ism a.
En base a esto , la p reg u n ta que surge es si e x iste alguna m etodología
conocida para log rar que los enlaces polares m etal/p o lím ero re su lte n
insensibles a la influencia del agua. Al resp e c to cabe m encionar que es
fa c tib le o p tim izar la adhesión si las m acrom oléculas involucradas en la
m ism a tien en una cadena de e s tru c tu ra rígida a sí com o tam bién un núm ero
su fic ie n te m e n te elevado de grupos po lares. Pero e sta s condiciones, por sí
solas, no alcanzan para o b ten e r una óptim a in te rac ció n c o o p erativ a de los
enlaces adhesivos. D urante el proceso de curado de la pelícu la o rg án ica,

39
Figura 4 .- Falla de adhesión

Figura 5 .- Falla de cohesión

deberían form arse ta n to s en laces polares como re su lte posible e n tre las
m oléculas del ligante a d y acen tes a la in te rfa se y los grupos polares fijos de
la su p erficie del su stra to . P a ra cum plir este propósito, las m oléculas del
lig an te deberían ser m óviles con re sp e c to a sus segm entos de cadena d u ran te
el proceso de curado. Sólo después que se han form ado los en laces, los
segm entos de cadena, que están ubicados en la in te rfa se y p o rtan los grupos
polares de adhesión, deberían adquirir rigidez e inm ovilidad por reaccio n es
de e n tre c ru z a m ie n to u otros m ecanism os que elevan su te m p e ra tu ra de
transició n por encim a de la te m p e ra tu ra de trab a jo del siste m a . De e sta
m anera, se re fu e rz a la acción c o o p erativ a de los en laces adhesivos, que es
tan im p o rtan te p ara conservar la fijación d u ran te exposiciones continuas
al agua.
Algunos ejem plos p rá c tic o s p a ra e sta concepción de o p tim iz a r la
adhesión húm eda son los e x ce le n te s resultad os logrados con varios lig an tes
que se e n tre c ru z a n d u ran te el secado, ta le s como resin as epoxi,
p o liu retán icas o alq u íd ica/m elam in a, la notable adhesión de lig an tes en una
capa muy delgada (recubrim ientos en latas) y la dism inución de la

40
delam inación en exposiciones al agua a te m p e ra tu ra s superiores a las d e
transición. Adem ás, y previendo que son pocos los enlaces m etal/p elícu la
orgánica que resisten la hidrólisis, el anclaje m ecánico juega un im p o rtan te,
sino esencial, papel en el m antenim iento de la adhesión.
Por otro lado, cuando sistem as m etal/p elícu la orgánica han sido
som etidos a ensayos m ecánicos, por ej. de esfu erzo de c o rte , se dem ostró
la ex istencia de ro tu ras por fallas de adhesión (Fig. 4) pero tam bién de
cohesión (Fig. 5).
En un sistem a p o lib u tad ien o /acero que se corroe lib rem en te, el
exam en de la in te rfase con fallas m ediante m icroscopía e le c tró n ic a de
barrido (SEM), indicó pérdida de adhesión. Sin em bargo, el análisis por
espectroscopia fo to elec tró n ic a de rayos X (XPS) de la su p erficie in te rfa c ia l
del "m etal” y del "polím ero" p erm itió v e rific a r, en la unión fallad a, la
presencia de carbono y oxígeno pero no de hierro.
Luego de la elim inación del m etal (por disolución quím ica o
electroquím ica), se analizó la in te rfa se óxido-polím ero encontrándose una
zona rea c tiv a e n tre el polím ero y el óxido conteniendo iones Fe(II) más bien
que los Fe(III) c a ra c te rístic o s del seno del óxido. Como el polibutadieno cura
por un m ecanism o oxidativo, e stá claro que a ctu ó com o ag en te red u c to r del
óxido de hierro, por lo cual la in te rfa se se describe m ejor si se la considera
como una zona in te rfa c ia l (i.e., no hay un ab rup to cam bio de las propiedades
m ecánicas sino una gradación desde el su s tra to h a sta el polím ero), que
contiene iones Fe(II). En sistem as sim ilares, pero protegidos c ató d ic am e n te ,
fue cla ram en te visible el am pollado de la c u b ie rta (pero no la p resen cia de
herrum bre).
El análisis por XPS de la zona am pollada m ostró un bajo nivel de
carbono junto con una c o n cen tració n de oxígeno de apro xim adam en te 45 %
y una sig nificativa señal de h ierro del su stra to . En cam bio, el de la zona que
m antuvo su adhesión exhibió mucho más carbono, poco oxígeno y muy poco
hierro, siendo sim ilar, c u a n tita tiv a m e n te , a lo obtenido con m u estras que
se corroen lib rem en te e indicando una fo rm a de falla se m e ja n te . El gran
exceso de ion sodio re sp e c to al ion cloruro dem o stró la p reem inencia de
condiciones alcalinas debajo de la c u b ie rta orgánica, aún cuando é sta no e sté
to ta lm e n te separada del su stra to .
Las dos form as de falla, adhesión y cohesión, resu ltan ,
probablem ente, de d ife re n te s cam inos de difusión para los iones activos:
La falla Tipo I o cu rre com o resu ltad o de la difusión del catió n
perpendicular al "film ", alcanzando pero no p en etran d o la zona in te rfa c ia l.
El polím ero cercan o a la in te rfa se es d eb ilitado por la acum ulación de iones
hidroxilo y sodio.
P ara la falla Tipo II, la difusión la te ra l de esto s iones puede te n e r
lugar a p a rtir de un d e fe c to , a ta ca n d o d ire c ta m e n te la zona in te rfa c ia l. Esto
conduce a la falla localizad a en el óxido/región in te rfa c ia l. En e ste caso,
la zona in te rfa c ia l se sep ara ju nto con el polím ero, m ien tras que en el Tipo I
perm an ece adherida al m etal [27].
En un sistem a m e ta l/p e líc u la ep o xi-fenó lica protegido c a tó d ic a m e n te ,
la su p erficie del polím ero m u estra un residuo su sta n c ia l de esp ecies
m etálica s. Hay dos explicaciones posibles para esto : a) el óxido del s u s tra to

41
podría haber reaccionado con el polím ero y la falla te n e r lugar d en tro de
esa zona; b) el po tencial cató d ico aplicado produce la disolución del óxido
después de la delam inación y los productos de corrosión se depositan sobre
la su p erficie del polím ero a m edida que la falla c re c e . En v ista que los
residuos m etálicos, en la p a rte in tern a de la pin tu ra, son c a ra c te rís tic o s en
m uestras tra ta d a s cató d ic am e n te y a la sim ilitud de los e sp ec tro s del
su stra to en las d istin tas m u estras estudiadas, p a re c e ría que la segunda
a lte rn a tiv a es la más probable [281.
Según el e sp ectro de C ls e stá claro que cuando la falla es el resu ltad o
de una carga m ecánica, las su p erficies del m etal y del polím ero son muy
sim ilares, m ostrando una m ayor con cen tració n de grupos epoxi que de
especies ácidas carboxílicas. La exposición a un m edio acuoso, en el
po ten cial de corrosión o con polarización c ató d ic a, arro ja resu ltad o s muy
d ifere n te s.
Con polarización, toda la su p erficie del m etal exhibe un
em pobrecim iento de grupos epoxi e inv ariab lem en te se re g is tra un valor
d e C O /C = 0 < 1 . La su p erficie del polím ero m u estra una relació n
C -0 /C = 0 >> 1, en línea con los valores d eterm in ado s para la falla
m ecánica. En cam bio, los sistem as que se corroen lib re m e n te p resen tan
alguna v en taja de grupos epoxi con resp ec to a aquéllos c ató d ic a m e n te
polarizados.
La concentración de carbono en la su p erficie y la inform ación de las
curvas ex p erim en tales d em ostraro n que en todos los casos la falla de la
epoxifenólica no fue d ire c ta m e n te adhesiva o de cohesión. El c e n tro de la
falla e stab a en la fase polim érica pero muy cercan o a la in te rfa s e
óxido/polím ero. Así, d u ran te la exposición a un m edio acuoso los grupos
epoxi son desplazados de la su p erficie del óxido m etálico , lo cual es
c o n sisten te con la term o d in ám ica de e ste tipo de sistem as d iscu tida por
Bolger [29], pero la evaluación to ta l de carbono es ap ro x im ad am en te igual
a la d eterm in ad a en pruebas de esfu erzo de c o rte . A dem ás, quedó claro que,
después de la exposición salina, las sup erficies de las fallas siem pre m o stra ­
ron c a rá c te r hidrofóbico (la su p erficie del su strato ) o hidrofílico.
El agua, o el álcali producido c a tó d ic a m e n te , causó fallas a lo largo
de un cam ino to rtu o so en el cual las especies epoxi segregan con el "film "
libre. El hecho que la falla o curra mucho más ráp id am en te (fa c to r = 20)
en el caso de polarización c ató d ic a, p recisa que el álcali c a tó d ic a m e n te
producido es la causa fundam en tal de la falla; la reducción del agua tien e
lugar más rápido en presencia de un po ten cial cató d ico im preso que cuando
ta l reacció n es el resu ltad o del desarrollo de sitio s anódicos y cató d ico s
d iscreto s sobre la su p erficie del panel.
Tal vez es so rp ren d en te n o tar, en vista de los tópicos c o rrie n te s de
la delam inación c ató d ic a, que el modo de falla p a re ce in dependiente del
p o ten cial del panel. En el caso de un panel no polarizado, las á re a s anódicas
exhiben herrum bre, m ien tras que p ara todas las m u estras, la evidencia de
condiciones cató d icas debajo del polím ero puede ser v ista en el gran exceso
de iones sodio re sp ec to a los cloruros, en el análisis de la su p e rfic ie [28].
La exp erien cia recogida luego de estu d ia r num erosos siste m a s
m e ta l/p e líc u la /e le c tro lito acuoso, en el p o ten cial de corrosión o con

42
distintos tipos y grados de polarización, perm iten concluir que todos los
sistem as que m ostraron falla in te rfa c ia l poseen m ayor durabilidad que
aquéllos que fallan por degradación de la p intura. No o b sta n te es razonable
suponer que las dos form as de falla son co m p etitiv as y dependen de: a) el
flujo de iones hidroxilo disponibles; b) la accesibilidad de ta les iones a la
región in te rfa c ia l y c) la resisten c ia del polím ero a los álcalis. F inalm ente,
se dem ostró que en todos los casos estudiados la falla in te rfa c ia l ocurrió
cerca de ( ~ 5 x 10-9 m) pero no en la in te rfa se m etal/p o lím ero .

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44
CONSIDERACIONES PREVIAS AL PINTADO

DE ESTRUCTURAS, MATERIALES O PIEZAS DIVERSAS

J. J. Caprari*

* CIC-Carrera del Investigador del CONICET,


INTRODUCCION

El buen com portam iento en servicio de un rev e stim ie n to p ro te c to r


depende de c ierto s fa c to res, e n tre los que se pueden m encionar:
- Las c a ra c te rís tic a s del medio agresivo (am biente ru ral, industrial,
marino, im m ersión en agua de m ar o agen tes quím icos, etc.).
- En función del medio, las pinturas que co nstitu yen las d ifere n te s
capas del esquem a seleccionado.
- Las propiedades físicas y quím icas de dichas pin tu ras.
- El diseño e stru c tu ra l.
- La n a tu raleza del su stra to (m adera, horm igón, acero , alum inio,
etc.).
- El grado de lim pieza alcanzado en la preparación de su perficies.
- En el caso de los m etales, el em pleo o no de tra ta m ie n to s pasivantes
(tipo "w ash-prim er").
- La form a de aplicación de las pin tu ras.
- La calidad de la mano de obra de aplicación.
- El espesor de película obtenido y uniform idad del mismo.
La aplicación de las pinturas, que es el tem a que se d e sarro llará en
este capítulo y en el siguiente puede h acerse por d ife re n te s procedim ientos
(pincel, rodillo, d ife re n te s tipos de so p lete, e tc .), y de acuerdo con el m éto ­
do elegido será la calidad de la mano de obra n e ce saria , la supervisión y
control que requieran las operaciones, la program ación de las ta re a s y la
preparación de las pinturas que se van a u tiliz a r.
Se entiende por aplicación el conjunto de operaciones n ecesarias para
llevar la pintura del estado líquido al estado de película. E sta conversión
im plica un c ie rto consum o de energía en form a de trab a jo m anual (cuando
se em plea pincel o rodillo), de a ire com prim ido (pulverización por m edio de
soplete convencional), funcionam iento de una bomba n eu m ática (aplicación
a soplete sin aire com prim ido o "airless"), e tc .
Es im p o rtan te que las pinturas tengan un c o m p o rtam ien to
sa tisfa c to rio al ser aplicadas por d ife re n te s p roced im ientos y ello e stá
relacionado con la com posición del m a te ria l, su co n sisten cia, el tiem po de
secado, e tc .

SISTEMAS DE PINTURAS Y
ESQUEMAS DE PINTADO

Se debe p recisar, a fin de e v ita r e rro re s de in te rp re ta c ió n , la d ife re n ­


cia e x iste n te e n tre un sistem a de pinturas y un esquema de pintado, té rm i­
nos que suelen em plearse como sinónim os pero que en realidad no lo son.
Cuando se hace re fe re n c ia a un sistem a se tien e en c u en ta fundam en­
ta lm e n te la com posición quím ica del lig an te y ello p e rm ite e sta b le c e r "a
priori" si la pin tu ra se c a rá por oxidación, por reacció n quím ica o por sim ple

47
evaporación de los disolventes. Se hace ab stracció n de los re s ta n te s com po­
nentes de la form ulación, del núm ero de capas, espesor de cada una y espe­
sor final. Tenem os así sistem as oleorresinosos, a la piroxilina, de caucho
clorado, vinílicos, epoxídicos, p oliuretánicos. Si el lig an te es el mismo en
todas las capas se e stá en presencia de una sistem a homogéneo y en caso
co n tra rio se ten d rá un sistem a heterogéneo o mixto (p.ej. epoxídico-caucho
clorado, epoxídico-vinílico, epoxídico-poliuretánico, e tc . ) .
Cuando se hace re fe re n c ia a un esquem a de pintado se debe m encionar
el núm ero de capas de que consta y los espesores p arciales y to ta l, siendo
conveniente hacer re fe re n c ia al tra ta m ie n to que ha recibido la su p erficie
m etálica previo al pintado.

DISOLVENTES Y DILUYENTES

La m ayor p a rte de los rev estim ien to s p ro te c to re s em pleados h a sta el


presen te tienen como c a ra c te rís tic a principal la de ap lica rse com o un sis­
tem a líquido h eterog én eo que pasa p o sterio rm en te al estado sólido por ev a­
poración de disolventes y diluyentes. La excepción la c o n stitu y en las p in tu ­
ras que se aplican al estado de polvo.
La im portan cia de los com ponentes v o látiles de una pin tu ras e stá vin­
culada con el papel que cum plen d u ran te la aplicación, ayudando al "m oja­
do” del su stra to y a la p en etració n de la p in tu ra en las irreg u larid ad es de
la su p erficie, regulando adem ás el proceso de form ación de la película. T ie­
nen en consecuencia influencia sobre la adhesión del "film " al so p o rte, so­
bre algunas propiedades g en erales de la película (dureza, a sp ecto , flex ib ili­
dad, e tc .) y de la p in tu ra (aplicabilidad, viscosidad, secado, estab ilid ad en
el envase) y condicionan, en p a rte , la durabilidad en servicio.
D entro de los co n stitu y en te s v o látiles se tien en , por una p a rte los di­
solventes activos y por o tra los diluyentes. Los prim eros a ctú an disolviendo
los lig an tes, dando una solución hom ogénea denom inada vehículo. Los se ­
gundos no disuelven a la su stan cia form adora de p elícu la pero pueden ser
agregados en can tid ad es lim itad as a un disolvente a ctiv o , sin producir p re ­
cipitación de la resina.
Es n ecesario a c la ra r que, teniendo en cu en ta los alto s pesos m o lecu la­
res de la m ayor p a rte de las resinas form adoras de películas, los productos
obtenidos son en realidad soluciones coloidales y no soluciones v erd ad eras.

MOLECULAS POLARES Y MOMENTO DIPOLAR

El m ecanism o de disolución e stá ín tim am en te ligado a la p resen cia


de grupos polares en la m olécula del disolvente. Cuando se form a un enlace
(p.ej. A:A) e n tre dos átom os iguales, se puede co nsid erar al par de e le c tro ­
nes como com partido igu alm ente por am bos núcleos; es el caso de una mo­
lécula hom opolar.
En m oléculas form adas por átom os d ife re n te s (A:B) se ha en co n trad o

48
ex p erim entalm ente que la distribución de carg as e lé c tric a s no es uniform e,
debido a la d ifere n te atra cc ió n que, por los ele ctro n es, posee cada uno de
los átom os que la constituyen.
La d ifere n te a tracció n que se v erifica fue definida por Pauling m edian­
te una escala de electro n eg ativ id ad es que p erm ite conocer cuál átom o es
positivo y cuál negativo den tro de la m olécula.
Una versión resum ida de la escala de electronegatividades de Pauling
es la siguiente:

H
2, 1
Na Mg Al C N O F
0 ,9 1,2 1,5 2 ,5 3 ,0 3 ,5 4 ,0
K Ca Si P S C1
0,8 1, 0 1,8 2, 1 2 ,5 3 ,0

K1 m om ento dipolar es una m edida de la polaridad y por lo ta n to del


grado de a sim etría de la m olécula (es el producto de las carg as e lé c tric a s
por la d istancia prom edio de las cargas positivas y neg ativas a los cen tro s
atóm icos). Su valor se expresa en unidades Debye a 20°C.
Valores prom edio del m om ento dipolar de algunos com puestos son los
siguientes:

H idrocarburos norm ales ...................................... 0,0


E steres ...................................................................... 1,2
Aminas prim arias .................................................. 1,3
Acidos carboxílicos .............................................. 1,4
Alcoholes norm ales .............................................. 1,7
Aldehidos ................................................................. 2,5
C etonas ..................................................................... 2,7
C ianuros ................................................................... 3,4
Amidas ....................................................................... 3,6

Los m om entos dipolares de en lace d en tro de una m olécula pueden re p re ­


se n ta rse como can tid ad es v e cto ria les ad itiv as, que a ctú an en la dirección
del enlace quím ico y por lo ta n to el m om ento to ta l se rá la sum a v ecto ria l
de los m om entos que la com ponen.
Una m olécula sim é tric a como la de te tra c lo ru ro de carbono es no po­
lar, ya que los c u a tro enlaces carbono-cloro se anulan e n tre sí por su dis­
posición te tra h é d ric a en el espacio.
Las m oléculas no sim é tric a s co nstitu y en la m ayor p a rte de los casos

49
polares, haciéndose muy m arcada e sta propiedad en un com puesto hid ro car-
bonado si están p resen tes átom os de oxígeno, nitrógeno o halógenos (é te re s,
am inas prim arias, solventes clorados, etc.).
De estas c a ra c te rístic a s m oleculares dependen las propiedades de los
disolventes. Aquéllos form ados por m oléculas no polares (tolueno, xileno,
aguarrás m ineral) son volátiles y disuelven fácilm en te los lig an tes no po­
lares, m ientras que los polares, por ten e r un cam po e le c tro s tá tic o a p re c ia ­
ble, tienden a quedar retenidos durante más tiem po d en tro de los ligan tes
polares.

MECANISMO DE DISOLUCION

Cuando una sustancia sólida (P) se agrega le n ta m e n te sobre un líquido


(S), la disolución de P en S es función del grado de polaridad de cada una
de las asociaciones m oleculares involucradas.
Cuando P es no polar o de una polaridad muy pequeña, se puede consi­
d erar su disolución como una invasión de las m oléculas de solven te en la
e stru c tu ra del polím ero.
D urante el m ovim iento norm al que tienen las m oléculas a te m p e ra tu ra
am b iente, se form an huecos m om entáneos en la e s tru c tu ra del polím ero,
que son ráp id am en te ocupados por las m oléculas de m enor peso m olecular
del solvente S, y que impiden el a c e rc a m ien to e n tre los c o n stitu y en te s de
P. E ste proceso se re p ite sucesivam ente h asta que puede con siderarse que
las m oléculas de solvente form an una caparazón alred ed o r de las cadenas
polim éricas. Este fenóm eno se conoce como disolución por so lv atación .
Es el caso del caucho (polaridad muy baja) que se disuelve en h id ro car­
buros (no polares) pero no en etano l (polaridad muy alta). En e ste últim o
caso el caucho actú a como no polar y por lo ta n to no puede ubicarse d entro
de la e stru c tu ra del alcohol, pues no puede vencer el m om ento dipolar de
la m olécula de etanol; por su p a rte , la a lta polaridad del alcohol no a c tú a
sobre el hidrocarburo.
La resina colofonia, polar (está co n stitu id a por 88-90 % de ácidos re sí­
nicos), es soluble en cualquier proporción en etan ol (polar). El alcohol sep a­
ra las m oléculas de ácidos por a tra cc ió n e le c tro s tá tic a , produciéndose la
disolución de la colofonia.
Por regla g en eral debe te n e rse en c u en ta que los disolventes no polares
disuelven moléculas no polares mientras que los disolventes polares disuel­
ven m oléculas polares.

MEZCLAS DE DISOLVENTES CON DILUYENTES

La incorporación de un diluyente a la form ulación de la p in tu ra se re a ­


liza con el fin de regular la viscosidad de aplicación, m odificar el tiem po
de secado, co n tro lar el punto de inflam ación, dism inuir el co sto de la m ez-

50
cía solvente y asegurar la obtención de una película uniform e y libre de
d efectos.
A estas m ezclas binarias disolvente-diluyente suelen ag regarse peque­
ñas cantidades de disolventes la te n te s, que no son solventes activ os del po­
lím ero pero que incorporados a la m ezcla a n te rio rm e n te c itad a , contribu­
yen a la estabilidad de la solución obtenida.
Finalm ente existe un cu arto tipo de producto, los "thinners" o adelga­
zantes, m ezclas de disolventes especialm en te preparados para producir una
caída rápida de la viscosidad. En nuestro país se denom ina así la m ezcla
solvente em pleada para las lacas n itrocelulósicas.

MECANISMOS DE FORMACION DE
LA PELICULA DE PINTURA

El proceso por el cual se form a la película de p in tu ra es función del


tipo de producto em pleado y debe ser tenido en cu en ta al elegir el m étodo
de aplicación. E ste tem a ya se tra tó en el tom o I de e sta serie de m onogra­
fías pero resu lta conveniente rec o rd ar nuevam ente cuáles son los principa­
les m ecanism os de form ación de película, es d ecir lo que se conoce habi­
tualm en te como procesos de secado.
El secado de una película de p intura es el pasaje del estado líquido a
la form a de "film " sólido. En principio, esto puede involucrar un sim ple pro­
ceso físico, como ocurre en aquellos casos en que se produce sólo por ev a­
poración del disolvente, o un proceso com binado, donde en una p rim era e ta ­
pa el secado es sim ilar al del caso a n te rio r para, una vez elim inada la m a­
yor p a rte de los disolventes, dar lugar a reaccio n es quím icas de d ife re n te
com plejidad con elem entos del m edio am b ien te o con productos que se in­
corporan d ire c ta m e n te a la form ulación.
Las m encionadas reaccio n es quím icas pueden te n e r lugar a te m p e ra tu ­
ra am biente o bien n e c e sita r de la p resen cia del calor o de un c a ta liz a d o r,
siendo la función de estos fa c to re s m odificar y/o a p o rta r la energ ía n e ce sa ­
ria para producir y dirigir la reacción .

PROCESO FISICO: SECADO POR EVAPORACION DE DISOLVENTES


(productos no convertibles)

Es el caso de la gom alaca (barnices al alcohol), n itro celu lo sa (lacas


a la piroxilina), resinas a c rílic a s, vinílicas, caucho clorado, colofonia, algu­
nos polím eros celulósicos, resinas de indeno-cum arona, m a te ria le s a s fá lti­
cos y ceras.
Los citados p re c e d e n te m e n te son com puestos muy d ife re n te s e n tre
sí en cuanto a solubilidad y al disolvente que requ ieren (alifá tic o s, a ro m á ti­
cos, alcoholes, e ste re s, ceto n as, e tc .). Tienen en com ún el hecho de que
en todos los casos, com o ya se expresó a n te rio rm e n te , la película se forma

51
Tendencia a la retención de disolventes por parte
de una resina vindica

por un sim ple fenóm eno físico (la evaporación del disolvente). Dicha pelícu ­
la se redisuelve si es p u esta en c o n ta c to n uevam ente con el disolvente de
la p in tura o barniz.
La película com ienza a fo rm arse cuando la evaporación del disolvente
ha avanzado sig n ific ativ am en te , p erm itien d o que las m oléculas del lig an te
queden próxim as e n tre sí, de ta l m anera que com iencen a m an ifesta rse
fu erzas de a tra c c ió n e n tre las m ism as. E stas fu erz as deben ser m ayores
que las de dispersión del disolvente.
La e stru c tu ra queda influenciada por el o rden am ien to de las m oléculas.
Una e stru c tu ra hom ogénea se obtiene cuando el so lv en te m an tien e la m á­
xim a dispersión y m ovilidad de las m oléculas d u ran te la form ación del
"film ". La condición e x tre m a opuesta es la rápida p rec ip ita ció n del sólido,
como consecuencia de una evaporación de disolvente producida en un lapso
muy breve.
En el caso de las m ezclas de disolventes, el com ponente más polar de
la m ism a debe te n e r la m enor velocidad de evaporación, de ta l m anera de
e sta r p resen te en una co n cen tració n a lta al in iciarse la form ación de la
película.
En el m om ento en que com ienza a d esarro llarse la e s tru c tu ra del
"film" hay todavía mucho disolvente rete n id o y como co nsecuen cia de ello
la m asa es blanda; al co n tin u ar la evaporación se produce el gradu al endu­
recim ien to de la película. F in alm en te no deb erá quedar rete n id o disolvente
en la m ism a.
En los sistem as de a lto espesor que secan por e ste m ecanism o (espeso­
res de 100-120 u m por capa) hay una ten d en cia a re te n e r disolvente a la
te m p e ra tu ra am b ien te. Así por ejem plo una p in tu ra a base de caucho clo­
rado re tie n e hidrocarburos aro m ático s, m ien tras que o tra a base de resina
vinílica re tie n e con m ayor facilidad ceto n as y con m enor facilidad é ste re s,

52
como se indica en la figura que se p resen ta en la página a n te rio r.
Una c ie rta cantidad de disolvente m antenida en el in te rio r de la pelí­
cula por un tiem po apreciab le es perjudicial para las propiedades p ro te c to ­
ras de la m ism a,especialm ente porque reduce sig n ific ativ am en te su resis­
ten cia m ecánica.
Las c a ra c te rís tic a s quím icas y las propiedades físicas del "film ” depen­
den del com ponente resinoso que co nstitu ye el lig an te. En e ste caso p a rti­
cular lo más im p o rtan te a te n e r en cu en ta es la sensibilidad a los disolven­
tes em pleados en la form ulación, ya que puede te n e r buena resisten c ia a
otros. Por ejem plo, lig an tes que requieren solventes oxigenados son en ge­
neral re siste n te s a hidrocarburos. La inversa en cam bio no se cum ple, pues
una película form ada por evaporación de un hidrocarburo (ag uarrás m ineral,
por ejem plo), tie n e poca resiste n c ia a un disolventes oxigenado (a c e ta to s,
cetonas, etc.).
La c a ra c te rís tic a g en eral de e ste tipo de m a te ria le s es su rápido se c a ­
do (tran scu rre en m inutos) y el espesor final de la p elícu la se ca tie n e una
relación d ire c ta con la co n cen tració n de sólidos de la p in tu ra .

PROCESO FISICO Y QUIMICO: SECADO POR EVAPORACION


DE DISOLVENTES Y CONVERSION DEL LIGANTE

Involucra todos aquellos casos donde in icialm en te ocu rre evaporación


de disolventes, para c o m p letarse luego por un cam bio quím ico producido
por acción de d ife re n te s fa c to re s. La p elícu la fin al tie n e una e s tru c tu ra
d istin ta a la del lig a n te que le dio origen.

Conversión por acción d el oxí¡geno d el a ire

C orresponde al secado de lig an tes o p in tu ras a base de a c e ite s se c a n te s


o de barnices oleorresinosos.
P ara que js te proceso de conversión ten g a lugar, el com ponente quím i­
co fundam ental del lig an te debe ser de tipo no sa tu rad o q u ím icam en te, es
d ecir debe te n e r dobles o trip le s ligaduras en su m olécula. D entro de e sta s
sustan cias se en cu en tran algunos a c e ite s v e g etales (linaza, tung) y los a c e i­
tes de pescado, que son trig licé rid o s con stitu id o s por la reacció n de una
m olécula de glicerin a con tre s de ácido graso. Si las tre s m oléculas de ácido
graso son iguales estam os en p resen cia de un hom oglicérido; en caso con­
tra rio se tr a ta de un h e te ro g lic érid o . En los a c e ite s v e g etales, esos ácidos
grasos son el oleico, el linoleico y el linolénico, y en el caso p a rtic u la r del
a c e ite de tung un isóm ero del ultim o citad o , el ácido e le o ste á ric o .
Los ácidos grasos m encionados pueden te n e r 1, 2 ó 3 dobles ligaduras,
y n a tu ra lm e n te su rea c tiv id a d con el oxígeno del a ire sigue el mismo orden.
N orm alm ente los ácidos grasos que no poseen o tien en una sola doble l ig a ­
dura co n stitu y en el grupo de a c e ite s no se ca n tes; los de dos y tre s los a c e i­
te s se c a n te s. Con dos dobles ligaduras tie n e lugar un secad o m ás len to y
con tre s uno m ás rápido. Como se t r a t a en g e n eral de m ezclas (h etero g li-

53
céridos) la velocidad de secado dependerá de que predom inen unos u o tro s
en la m ezcla m encionada.
N orm alm ente las dobles ligaduras son no conjugadas, es decir que cada
grupo -CH=CH- e stá separado de o tro por un grupo m etilen o (-C H 2*-). Si
las dobles ligaduras están acum uladas sobre átom os de carbono vecinos se
denom inan conjugadas (-C H =C H -C H =C H -) y el secado se a c e le ra n o tab le­
m ente, pues en esas condiciones las dobles ligaduras m u estran m ayor a c ti­
vidad.
Cuando una película de a c e ite se expone al a ire , el proceso de secado
se m an ifiesta como una p rim era e ta p a de inducción, con muy poca absor­
ción de oxígeno y sin polim erización; las su stan cias a n tio x id an tes que el
a c e ite contiene se destruyen en e sta p rim era e ta p a . A continuación se pro­
duce una absorción de oxígeno del medio am biente, que en el caso del a c e i­
te de linaza puede llegar a ser del orden del 10-12 % de su peso. D urante
e sta e ta p a se form an en el a c e ite peróxidos e hidroperóxidos, que a ctú an
como c a taliza d o res de la reacció n . Su d esaparición se corresponde con la
iniciación del proceso de polim erización, con form ación de uniones e n tre
cadenas. E sta reacción se produce en d ifere n te s planos, com o consecuencia
de la configuración espacial de los átom os de carbono de la cadena, y, en
consecuencia, del trig licé rid o . D urante la polim erización se produce p erd i­
da de agua, peróxido de hidrógeno y dióxido de carbono.
Cuando el proceso de conversión de la p elícula llega a co n sisten cia
de gel, se alcan za lo que se denom ina secado al tacto; la p elícu la es muy
blanda, pero el dedo, con suave presión, no adh iere a la m ism a (deja sin em ­
bargo su im presión). Las reaccio n es son m ás rápidas en la su p erficie y poco
a poco van involucrando todo el espesor del "film ". Se llega así a un m a te ­
rial sólido: es el secado duro, que se c a ra c te riz a por el hecho de que una
firm e presión del dedo no im presiona la película. Puede req u e rir horas y
hay d ife re n te s e ta p as cuya descripción escap a al alcan ce de e ste a rtíc u lo .
Una form a de a c e le ra r el proceso de secado es inco rpo rar c a ta liz a d o ­
res, denom inados se ca n te s, con los cuales se alcan zan tiem pos de secado
más co rtos y ello es lo que p erm ite la u tilizació n p rá c tic a de las m a te ria s
prim as c itad a s a n te rio rm e n te . Los se ca n tes son jabones de plomo, co b alto
y m anganeso, en form a de o c to a to s, n a fte n a to s y aún de lin o leato s, siendo
los dos prim eros m ás e stab les. N orm alm ente se com bina la acción de varios
m etales y la com binación es de tipo sin erg ístico , es d ecir proporciona un
e fe c to m ayor que el que corresp on dería a la sum a de ellos actu and o indivi­
d ualm ente.
El cobalto, a causa de su acción más rápida e in tensa, produce una piel
en la su p erficie del "film " poco tiem po después de extendido é s te . Ello r e ­
ta rd a el secado pues red u ce la difusión del a ire h acia el in te rio r de la p elí­
cula. Como el secado e stá acom pañado de una c o n tracció n , cuando el m is­
mo se d esarro lla muy ráp id a m e n te, la su p erficie tien d e a a rru g a r.
E ste tipo de secado se o pera no sólo con los a c e ite s sino tam b ién en
c ie rto s barnices conteniendo a c e ite s se c a n te s, é ste re s epoxídicos, a c e ite s
de u retan o , e tc . La d ifere n cia fu nd am ental con re sp e c to a lo que se produ­
ce en los a c e ite s es que d u ran te el proceso de elabo ració n del barniz ya
se ha llegado a un c ie rto grado de polim erización, por reacció n e n tre resina

54
y a c e ite , lo que im plica consum o de dobles ligaduras. En consecuencia que­
da disponible m ayor núm eros de estas, lo que unido al m ayor tam año m ole­
cular inicial, hace que se requiera m enor tiem po p ara la oxidación que pro­
duce la conversión.

Conversión por calor

El calor a c e le ra cualquier tipo de reacción (por ejem plo la evaporación


de los disolventes o la conversión por oxigeno).
Pero el caso a que se hace re fe re n c ia en e ste punto es la v erdadera
acción de formación de la película por e fe c to del calor, sin que la m isma
sea influenciada por el oxígeno del aire. P ara que esto o curra, la resina de­
be contener grupos potencialm ente reactivos, a los cuales se debe sum inis­
tra r energía para a ctiv a rlo s. El resu ltado es que se produce una unión quí­
mica, que conduce a un com puesto (polím ero) a lta m e n te e stab le y de gran
inercia quím ica. Puede o cu rrir con una sola resina o con una m ezcla de re ­
sinas; en este últim o caso in te ra c tú a n para dar el producto final.
Las resinas utilizad as se denom inan te rm o e sta b le s, de curado térm ico ,
horneables, e tc . Las m ás conocidas son las de úrea-form aldeh íd o, m elam i-
naform aldehído, acrílic as term o esta b les, siliconas, fenólicas term o esta b les,
algunos poliuretanos, e tc .
Aunque este tipo de productos puede ser aplicado en solución, tam bién
puede serlo en form a de polvos para p in ta r, los que son horneados después
de su aplicación. Se c a ra c te riz a n por su a lta re siste n c ia al agua, abrasión,
quím ica, a disolventes, al e x te rio r (luz u ltra v io le ta ), reten ció n de color y
muy buena dureza.

Conversión química

Es una v a ria n te del caso a n te rio r, que se a d a p ta p ara p in tu ras d e stin a ­


das a ser em pleadas en el pintado de grandes e stru c tu ra s . El ag en te de cu­
rado es un re a ctiv o quím ico, que se incorpora en el m om ento de la u tiliz a ­
ción y la reacción ocu rre a la te m p e ra tu ra am b ien te . Puede te n e r lugar
e n tre un polím ero y un m onóm ero o e n tre dos polím eros de d ife re n te tipo.
La polim erización y la consiguiente form ación de la p elícula ocu rren por
e n tre c ru z a m ie n to de cadenas provocando la reacció n de las m oléculas e n tre
sí. Se form a de esa m anera una e s tru c tu ra tridim en sion al de gran rigidez
y d u reza, un ejem plo de e ste tipo de secado o cu rre en la reacció n de una
resina epoxídica con am inas m onom éricas (p.ej. d ie tile n tria m in a) o con un
aducto de dicha am ina. O tro caso sim ilar se p roduciría por reacció n de una
resina epoxídica con una poliam ida.
Variando las proporciones de las su stan cias re a c c io n a n te s se regulan
dos propiedades: dureza y flexibilidad, que son op u estas. Las poliam idas
im p arten a la película propiedades de muy buena adhesión, flexibilidad y
re siste n c ia al agua, pero m enor re siste n c ia a a g en tes quím icos y disolven-

55
tes.

Influencia del diseño sobre la uniformidad de la película de pintura:


(•) zonas con mayores espesores; (*) zonas con espesores menores

FACTORES QUE DECIDEN LA ELECCION


DEL METODO DE APLICACION

Diversos fa c to re s inciden sobre la elección del m étodo adecuado de


aplicación de una pin tu ra. Algunos son ex terno s, ta le s com o la n a tu ra le z a
del su stra to , el diseño, ubicación y tam año de la e s tru c tu ra , e tc . O tros son
intrínsecos, como las c a ra c te rís tic a s fisicoquím icas de las p in tu ras y el es­
quem a de pintado elegido.

Factores relacionados con el sustrato

En superficies nuevas y absorbentes, como o cu rre en el caso de m ade­


ras, aglom erados, horm igones o m anipo stería, es co n ven ien te re a liz a r la
aplicación de la p rim era capa a pincel, a fin de p e rm itir que la im prim ación
e n tre in tim am en te en c o n ta c to con el m a te ria l de base, fac ilitan d o el lle ­
nado de los poros y la elim inación del aire ocluido en los m ismos, con lo
cual se m ejora la adhesión del esquem a en su conjunto. Im prim ada de e sta
form a la su p erficie, el re sto de las capas puede ap licarse in d istin tam e n te
a pincel, rodillo o so p lete.
Sobre superficies no absorbentes, como o cu rre en el caso de los m e ta ­
les (acero, alum inio, chapa galvanizada), la aplicación puede re a liz a rs e por
cualquiera de los procedim ientos enunciados. Sin em bargo, en el caso de
su p erficies m etálica s que han estado largo tiem po en serv icio y que com o
consecuencia de ello p resen ta n num erosas irreg u larid ad es, es tam bién con­
ven ien te ap licar la p rim era m ano a pincel.
En lo re la tiv o al diseño y ubicación de la estructura, debe te n e rse en
c u en ta la com plejidad de la m ism a, la p resen cia de can to s o a ris ta s vivas,

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ángulos, zonas soldadas y lugares donde pueden acum ularse líquidos (figura
que se p resen ta en la página an terio r).
Desde el punto de vista del rendim iento y econom ía de mano de obra
es conveniente la aplicación a soplete utilizando el procedim iento e le c tro s­
tá tic o cuando se tr a ta de instalaciones com plejas con cañ erías, varillas,
planchuelas, reso rte s, e tc . E ste m étodo se d escrib irá más a d elan te.
En general las e stru c tu ra s nuevas se construyen por módulos, que se
pintan en ta lle r, ensam blándoselos luego en el lugar de em p lazam iento de­
finitivo. Esto p erm ite re a liz a r una buena preparación de la su p erficie a pin­
tar, em plear un m étodo de aplicación acorde con las c a ra c te rís tic a s p a rti­
culares de cada diseño, seleccio n ar la mano de obra a u tiliz a r y c o n tro lar
el espesor de las d ife re n te s capas aplicadas y las c a ra c te rís tic a s del aca b a ­
do.
A ctualm ente es norm al enviar a la obra los m ateria le s ya pintados con
las capas de base y ev en tu alm en te alguna de las de term in ació n . Erigida
la e stru c tu ra se deben re a liz a r en las zonas de ensam blado y en los lugares
dañados, retoques de la p intu ra, p ara ap licar fin alm en te en obra las capas
de term inación.
En los casos de rep intad o de e stru c tu ra s en servicio, el m om ento ade­
cuado para la realización de e sta operación se d eterm in a en base a esp eci­
ficaciones y el diseño g en eral tien e im po rtancia fu nd am ental para la e le c ­
ción del sistem a de pintado. Donde predom inan grandes su perficies (paredes
de edificios, tanques de alm acen am ien to , p ile tas, cascos de em barcaciones)
conviene em plear rodillo o so p lete, m ien tras que si abundan las form as
com plejas (to rres de ilum inación, de com unicaciones) p a rte puede p in tarse
a pincel y p a rte a soplete (m étodo e le c tro stá tic o ).

Factores relacionados con las pinturas y con el esquema elegido

Las form ulaciones e x iste n te s en el m ercado se sum inistran con viscosi­


dad adecuada para p e rm itir su aplicación a pincel o rodillo. En los casos
de la aplicación a so plete la viscosidad es en g en eral m ayor, y debe a ju s ta r­
se en el m om ento de su aplicación, em pleando los diluyentes adecuados de
acuerdo con el tipo de lig an te: ag u arrás m ineral en el caso de productos
oleorresinosos y e sm alte s sin tético s; a ro m ático s, o m ezclas de tolueno-xi-
leno y en el caso del caucho clorado; ceto n as de a lto peso m olecular en las
form ulaciones vinílicas, m ezclas de a c e ta to s en las lacas a la n itro celu lo sa,
e tc . Es im p o rtan te re m a rc a r que el diluyente debe ser co m patib le con los
dem ás com ponentes de la form ulación, pues en caso c o n tra rio pueden pro­
ducirse fenóm enos de insolubilización, que inu tilizan la p in tu ra.
No deben ap licarse a pincel o rodillo aquellas p in tu ras cuyo secado es
muy rápido o que secan por sola evaporación del disolvente (productos no
convertibles), reem plazando esos instru m en to s por so p lete, e sp ec ialm en te
cuando se tr a ta de rec u b rir grandes su p erficies. La excepción la c o n stitu ­
yen las p in tu ras de caucho clorado, las que form uladas con una m ezcla sol­
v en te adecuada pueden ser aplicadas por cualqu iera de los tre s m étodos.

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FACTORES QUE DETERMINAN LA CALIDAD DEL ACABADO

Condiciones atm osféricas (temperatura, vientos, etc.)

D entro de lo posible las operaciones de pintado en am b ien tes e x te rio ­


res deben llevarse a cabo cuando las condiciones sean favorables para lo­
g rar buena adhesión y un secado adecuado de la película de p in tu ra.
Se estim a como c o rre c to tra b a ja r a te m p e ra tu ra s por encim a de 10-
15°C y por debajo de 30-35°C . Es im p o rtan te tam b ién , como se verá más
ad elan te, que el pintado se re a lic e en condiciones de hum edad re la tiv a ad e­
cuadas.
Si las te m p e ra tu ra s están por debajo y por arrib a de las m encionadas
p rec ed e n tem en te , se hace difícil la aplicación de las p in tu ras o ev en tu al­
m ente es n ecesario re c u rrir a dispositivos que fa c ilite n la operación. Por
debajo de 15°C se re ta rd a la evaporación de los disolventes de la form ula­
ción, los que pueden quedar retenido s en la película; dism inuye la velocidad
de reacción con el oxígeno del a ire en las p in tu ras co n v ertib les que secan
por oxidación; y, fin alm e n te, se re ta rd a n las rea cc io n es quím icas con el
agente convertido r en el caso de los productos que secan por reacció n quí­
m ica (pinturas epoxídicas, p o liu retán icas, e tc .). A te m p e ra tu ra s c erca n a s
a 0°C , la aplicación puede req u e rir la calefacció n de los am b ien tes de t r a ­
bajo. Por encim a de 30-35°C , la evaporación de los disolventes se re a liz a
tan ráp id am en te que puede ocasionar d e fe cto s relacio nad os con la fo rm a­
ción de la película. Tam bién puede producirse un muy rápido secado su per­
ficial, que fav o rezca la rete n ció n de solven te en el in te rio r del "film ”, el
que podría am pollar en servicio.

Humedad relativa y agua de lluvia

La aplicación de pin turas sobre su p erficies m ojadas o de a lta hum edad


re la tiv a se trad u c e g e n eralm en te en una dism inución de la adhesión del
producto aplicado.
Es im p o rtan te te n e r en cu en ta que una su p erficie m e tá lic a (p.ej. el
casco de un barco en el dique de carena) puede e n c o n tra rse a una te m p e ra ­
tu ra in ferio r a la am b ien te, lo que fa v o re c e ría la condensación de agua.
Las p rim eras horas de la m añana y las ú ltim as de la ta rd e son las que hay
que tr a ta r de d e s c a rta r, las p rim eras por lo ya expuesto y las segundas por­
que la condensación podría producirse in m e d iatam en te después de la apli­
cación de una mano de p in tu ra, lo que se tra d u c e en un im p o rtan te d e te rio ­
ro de la película, que todavía no ha secado c o m p leta m e n te . N orm alm ente
se estim a conveniente exigir en la su p erficie a p in ta r una te m p e ra tu ra 3°C
por encim a de la corresp o n d ien te al punto de rocío.
Es un e rro r norm al c o n sid errar a ta le s e fe c to s sólo la te m p e ra tu ra del
a ire circu n d an te a la su p erficie; se debe te n e r en cu en ta la cap acid ad calo ­
rífic a su p erficial, im p o rta n te si se tr a ta de planchas de a c e ro . Hanson ha
reg istra d o h a sta 8 °C de d ifere n cia de te m p e ra tu ra e n tre la su p e rfic ie del

58
casco y la del aire, en diques de caren a.
La com posición del ligante de la pintura tien e relación con la sensibili­
dad al agua y con la capacidad de adherir o no sobre su perficies húm edas.
Los productos a lta m e n te polares (ligantes oleorresinosos, silicato s alcalinos
tipo "zinc.-rich", "w ash-prim ers" vinílicos) to leran una c ie rta hum edad su­
perficial; los menos polares (pinturas vinílicas, de caucho clorado) requieren
m ayores cuidados duran te la aplicación. El tipo de los ag en tes de curado
de las resinas epoxídicas, como ya se expresó a n te rio rm e n te , tien e influen­
cia sobre la sensibilidad al agua del producto elaborado (resinas curadas
con am inas son más sensibles al agua que las curadas con poliam idas).

OPERACIONES PREVIAS Y
OPERACIONES COMPLEMENTARLAS

D entro de las operaciones previas al p intado deben m encionarse las


siguientes: hom ogeneización del m a te ria l a u tiliz a r, aju ste de la viscosidad
o consistencia m ediante el em pleo de diluyentes y filtrad o . Se denom inan
en cam bio operaciones co m p lem en tarias las preparación de andam ios, a r­
mado de proteccio nes co n tra condiciones c lim átic as adversas, inspección
de la preparación de la su p erficie a p in ta r y a listam ien to de los a p arato s
necesarios para el contro l de la aplicación.

M ezclado, hom ogeneización y a ju ste de viscosidad

Estas operaciones son sum am ente im p o rtan te s p ara el exitoso com por­
tam ien to del sistem a p ro te c to r, en el supuesto de que se e stán em pleando
pinturas de c a ra c te rís tic a s adecuadas p ara las condiciones de servicio p re ­
vistas.
Como se ha explicado, una p in tu ra es una dispersión hom ogénea de un
sólido finam ente dividido, el pigm ento, en un fluido, denom inado vehículo.
A su vez e ste últim o e stá co nstitu id o por una su stan cia form adora de p elí­
cula o ligante (a c e ite s se ca n tes, resinas n a tu ra le s o sin té tic a s), en un disol­
vente adecuado. E ste conjunto debe m an ten erse e stab le y sin separación
de com ponentes d u ran te el estac io n a m ie n to del producto. Esto se denom ina
estabilidad de la pin tu ra en el envase.
Sin em bargo, m uchas p in tu ras pueden m o strar sed im entación del pig­
m ento al cabo de un c ie rto lapso en depósito. Si ese sed im en to , com o se
verá, es fácilm en te red isp ersab le, el d e fe c to no es g rave, pero si el sed i­
m ento no puede ser rein co rp orad o debe ser m otivo de rec h az o del producto.
Puede producirse adem ás un aum ento de la viscosidad inicial por re a c ­
ción e n tre pigm ento y lig an te (p.ej. un pigm ento básico y un lig a n te ácido)
que form an un jabón, que a c tú a como e sp esan te. Ese au m ento de viscosidad
puede solucionarse por el agregado de una pequeña proporción de disolven­
te , pero tam bién puede o c u rrir que la m encionada reacció n conduzca a una

59
gelificación de la m asa, en cuyo caso el m a teria l queda inutilizado.
En p a rte estos problem as se generan cuando las p in tu ras son alm acen a­
das en am bientes no adecuados y expuestas a condiciones e x tre m a s de te m ­
p e ra tu ra (muy bajas o muy altas) d u rante lapsos prolongados. A dem ás el
alm acenam iento debe re a liz arse en locales cerrad os, por cuan to al e x te rio r
se a ta c a ría n los envases, que son de h o jalata.
Es im p o rtan te p rever, al adquirir las pinturas, el tiem po que tra n sc u ­
rrirá a n tes de su em pleo, evitando h acer acopio de m a te ria le s d u ran te lap­
sos muy prolongados. La colocación de órdenes de com pra p a rc iales puede
co ntrib u ir a resolv er ese problem a, perm itiend o e n tre g as tam bién p arciales
por p a rte del fab ric a n te . C ualquiera sea el p ro ced im iento que se elija es
conveniente fec h ar los envases en el m om ento de recibirlo s, a fin de deslin­
dar responsabilidades en el futu ro, ya que las e sp ecificacio n es (p.ej. nor­
mas IRAM) exigen como mínimo un año de m an ten im ien to de las c a ra c te ­
rístic a s originales. A dem ás, esto p e rm itirá a los encargados de los depósitos
e n tre g a r an tes las p in turas que tengan m ayor tiem po de alm acen am ien to .
El m ezclado de los com ponentes, cuando se ha producido separación
de los mismos, co n stitu y e la operación denom inada hom ogeneización.
Lo prim ero que se debe observar, al ab rir un re c ip ie n te , es si se ha
form ado película, capa o c o stra (según su espesor) en la su p erficie. Ello
se debe a que ha quedado a ire en el in te rio r del re c ip ie n te por no haberse
llenado el mismo c o m p letam en te, oxidándose el lig a n te de la pin tu ra por
acción del oxígeno del aire cuando dicho lig an te es re a c tiv o fre n te a ese
elem en to.
Esa capa su p erficial debe ser cuidadosam ente se p arad a del re sto de
la p in tura y elim inada.
La siguiente e ta p a es v e rific a r si en el in te rio r del envase se ha produ­
cido asen ta m ie n to o sedim entación del pigm ento. En caso de que ello no
ocurra es su fic ie n te con a g ita r con una e sp átu la de dim ensiones adecuadas,
a fin de aseg u rarse que la m asa sea co m p leta m e n te hom ogénea.
El problem a surge cuando ap arec e ta l sedim ento, el cual a su vez pue­
de ser blando o duro. En rec ip ie n tes de 1, 4 y h a sta 18 litro s, la operación
es re la tiv a m e n te fácil cuando el sedim ento es blando, y se cum ple en pocos
m inutos.
Cuando el sedim ento es duro y p a rtic u la rm e n te en el caso de los reci
p ien tes de m ayor volum en, se recom ienda el m étodo indicado en la figura
de la página siguien tes y que im plica la rea liz ac ió n de las sig u ien tes
operaciones:
a) D ecan tar la porción líquida so b ren ad an te, volcándola en o tro re c i­
p iente lim pio, y dejando sobre la su p erficie del depósito sólo una pequeña
can tidad de líquido
b) A gitar el depósito y esa pequeña can tid ad de líquido con una e sp á tu ­
la de tam año adecuado (un re c ip ie n te de 4 litro s req u iere el em pleo de una
esp átu la de 3,5-4,0 cm de ancho y no menos de 30 cm de longitud, que no
sea flexible).
c) R om per cuidadosam ente los aglom erados, realizan d o m ovim ientos
variados con la e sp átu la (fu n d am en talm en te en form a de ocho y rascando

60
D iferentes etapas correspondientes al método de hom ogeneización de pinturas
envasadas en recipientes pequeños (hasta 4 litros)

61
el fondo del recip ien te).
d) A gregar una pequeña cantid ad del líquido a n te rio rm e n te trasv asad o,
agitando continuam ente.
e) A m edida que se com pleta la hom ogeneización inco rpo rar más líqui­
do y a n tes de llenar el envase pro ceder a tra sv a sa r el producto hom ogenei-
zado al o tro re c ip ie n te. Luego se tra sv a sa dos o tre s veces más, h a sta lo­
g rar una m asa hom ogénea.
f) Tom ar una m u estra con la e sp átu la y ob servarla d eten id am en te: no
se deberán n o tar grum os y la p intura d eberá te n e r tonalidad uniform e, as­
p ecto e ste últim o sum am ente im p o rtan te pues in fluirá sobre la calidad del
acabado obtenido.
Lo que se ha d escrip to p re c e d e n tem en te es una operación manuaL
Cuando se tra b a ja con rec ip ie n tes de gran volum en (20 litro s o más) es im ­
prescindible re a liz a r una hom ogeneización m ecánica. Pueden em p learse
ag itad o res e lé c tric o s (con m otor blindado) o neum ático s, siendo éstos m ás
convenientes por razones de seguridad.
Es im p o rtan te que la velocidad pueda ser regu lad a, a fin de a ju sta rla
a los req u erim ien tos de las d ife re n te s e ta p as de la operación (deberá p erm i­
tir tra b a ja r a bajas velocidades al principio y a velocidades m ayores al fi­
nal). El eje y la p a le ta están dim ensionados de acu erdo con el volum en a
a g ita r y el equipo debe ser lim piado cuidadosam ente después de la o p e ra ­
ción de m ezclado, a fin de e v ita r im p urificar o tra s p in tu ras so m etid as a
igual tra ta m ie n to .
Algunos casos p a rtic u la re s pueden ser puntualizados, hay p in tu ras que
se c o m ercializan en dos re c ip ie n tes, y ello o cu rre por d ife re n te s m otivos.
Un caso es el de las form ulaciones a base de pigm entos m etálico s (cinc,
alum inio, cobre o bronce) que pueden se r muy re a c tiv o s fre n te a c ie rto s
lig an tes (p.ej. oleorresinosos); en ese caso el pigm ento viene en un envase
a p a rte , y se incorpora in m ed iatam en te a n te s de in iciar la operación de pin­
tado, debiéndose a g ita r y hom ogeneizar muy cuidad osam en te a fin de ob­
te n e r un producto final de c a ra c te rís tic a s adecuadas (puede ser co nv eniente
em p a star prim ero el pigm ento con una pequeña can tid ad de vehículo y a-
g reg ar luego e sta p a sta a la m asa to ta l). O tro caso que tam bién debe ser
considerado en p a rtic u la r es el de las pinturas para p ro tecció n ind ustrial
que secan por curado quím ico, y que tam b ién se e n tre g a n en dos rec ip ie n ­
tes, uno con la base y o tro con el co n v ertid o r. En e ste caso, luego de hom o­
gen eizar la base se incorpora el co n v ertid o r y se a g ita h a sta lo grar unifo r­
midad (como se tr a ta de una m ezcla re a c tiv a , con una e stab ilid ad de 2 a
8 horas, debe p rep a rarse sólo la can tid ad n e ce saria para el tra b a jo que se
ha p revisto re a liz a r d u ran te la jornada.
La p a rte final de e sta ta re a e stá co n stitu id a por el ajuste de la viscosi­
dad. N orm alm ente las pinturas p ara aplicación a pincel o rodillo, o bien
no req u ieren dilución o sólo se les incorpora una can tid ad de diluyente muy
pequeña, y lo mismo o curre en el caso de la aplicación a so p le te sin a ire
com prim ido. En cam bio, cuando se em plea so p lete convencional se req u iere
una dilución m ayor.
E sta operación es convenien te re a liz a rla en p resen cia del c a p a ta z , da-

62
da la diversidad de form ulaciones que se co m ercializan a c tu alm en te; si bien
la operación no es com plicada, requ iere te n e r en c u en ta los siguientes as­
pectos:
a) El diluyente debe ser el apropiado para el tipo de p intura que se u ti­
liza y ello tiene relación con la com posición del lig an te. Los diluyentes con
alto contenido de a lifático s, como el ag uarrás m ineral, son em pleadas en
pinturas al a c e ite y algunos e sm altes sin tético s (alquídicos) para in terio res
o exterio res; las pin turas de caucho clorado se diluyen con una m ezcla de
tolueno xileno (gelifican si se incorpora aguarrás); las pinturas vinilicas se
diluyen con m ezclas de ceto nas y aro m ático s, e tc .
b) Se debe agregar la cantidad imprescindible de diluyente para m ejo­
rar las condiciones de aplicación, sin redu cir excesivam ente la viscosidad.
Con una dilución excesiva el contenido de sólidos es m enor y el espesor de
la película obtenida dism inuye, existiendo adem ás el peligro de cho rread u­
ras o corrim ientos ("sagging").
c) P ara lograr una caída apreciable de la viscosidad por req u erirlo así
el procedim iento de aplicación (p.ej. so p lete aerog ráfico ) es conveniente
usar solventes que acentúan tal e fe c to (tolueno, xileno, Solvesso 100, e tc .),
descartándose los diluyentes con a lto contenido de a lifá tic o s.
d) El procedim iento más seguro para el aplicador que no e stá com pene­
trado con el problem a es utilizar el diluyente que provee el fabricante de
la pintura, lo que es e sp ecialm en te im p o rtan te en el caso de las p in tu ras
especiales, para elim inar los problem as de incom patibilidad.
A la dilución ideal se llega controlando la viscosidad del producto.
Existen copas para la m edida de e sta viscosidad (consistencia) con tab las
c o rre c to ra s de sus valores, a te m p e ra tu ra am b ien te, y que son de fácil uso
(copa IRAM, copas Ford n° 3 y n° 4). M ediante las m ism as se mide el tie m ­
po de escurrim iento de una m asa dada de p in tu ra y si no se req u iere una
e x actitu d muy grande en la d eterm in ació n , como o curre en el caso de las
obras, esto puede h acerse con un cro n ó m etro o con un sim ple reloj provisto
de segundero c e n tra l.
P ara term in a r con e ste a sp ecto corresponde indicar que en la p rá c tic a ,
desde el punto de vista p ro te c to r, debe log rarse el m ayor espesor posible
de película por mano. P ara ello es conveniente no diluir la p in tu ra en e x ce ­
so.
R ealizado el a ju ste de viscosidad se procede al filtrado de la p in tu ra.
P ara ello se em plea un tam iz o una te la de m alla adecuad a, de m anera de
se p ara r todas aquellas p a rtícu la s o im purezas que producirían
im p erfeccio nes o irreg u larid ad es de la su p erficie p intada.

Armado de andamios

Es una operación im prescindible cuando se pintan grandes su p erficies,


ta le s como fre n te s de edificios, cascos o su p e re s tru c tu ra de em barcacio nes,
e tc .
Se em plean en g en eral e stru c tu ra s tu b u lares, a las cuales se puede dar

63
la form a apropiada du ran te el arm ado, de acuerdo con los req u erim ien to s
de la obra. Es fundam ental poner énfasis en e ste asp ec to pues influye no
sólo el rendim iento de la mano de obra sino tam bién en la seguridad del
personal a fe c ta d o a las ta re a s de pintado.
De acuerdo con la operación a re a liz a r y tom ando com o ejem plo por
su com plejidad o p erativ a, el trab a jo que se re a liz a en un a stille ro , pueden
em plearse andamios m óviles o fijos. Los d ife re n te s tipos pueden ser
(autónom os, con p latafo rm a colgante móvil, desp lazab les, to rre s
telescóp icas), e tc .
Los andamios m óviles son p latafo rm as que pueden d esp lazarse
h o rizo n tal o v e rtic a lm e n te , con autonom ía. Se construyen en módulos o
cuerpos de alrededor de tre s m etros y su longitud m áxim a puede ser de 12
m etros. Se m ueven por interm edio de un m otor e lé c tric o .
Las plataformas colgantes móviles se em plean en trab a jo s que deben
ser efectu ad o s en lugares de difícil acceso o donde los costos de arm ado
y desarm e de andam ios fijos es muy elevado. En el caso de los a stillero s
se diseñan y construyen de acuerdo a los req u erim ien to s p a rtic u la re s de
la em barcación.
Los andamios fijos y los andamios desplazables form an to rre s a lta s,
muy a p tas por ejem plo en el caso de fre n te s de edificios y pueden ser
em pleadas in d istin tam e n te p ara operaciones de prep aració n de su p erficies
o para el pintado.
Los andamios colgantes fijos se arm an en c irc u n stan c ia s muy
especiales, como ser en zonas donde se rea liz an soldaduras, o en lugares
de difícil acceso para la lim pieza y pintado.

BIBLIOGRAFIA

C aprari J .J . - Manual Ecomar de Preparación de Superficies M etálicas para


pintar. SENID, Buenos A ires (1982).
C ap rari J .J . - Manual Ecomar de aplicación de pinturas. SENID, Buenos
A ires (1983).
Pludek, V.R. - Design and Corrosión controL Me Millan Press L td., 203
(1977).
P odestá, J .J . - Manual Ecomar de Prevención de la Corrosión M etálica en
la etapa de diseño. SENID, Buenos A ires (1983).
S teel S tru c tu re s Painting Council. Steel Structures Painting Manual, Vol.
1, Good P ainting P ra c tic e . EE.UU. (1966).

64
APLICACION DE PINTURAS

J.J. Caprari*

♦ CIC-Carrera del Investigador del CONICET.


INTRODUCCION

Los m étodos de aplicación de pinturas pueden ser divididos en dos


grandes grupos:
a) Aquéllos en que la pintura se deposita sobre la superficie por con­
tacto directo de la herramienta de trabajo con la misma: es el caso de la
aplicación con pincel, rodillo y pintado en tam bor ro tativ o .
b) El segundo grupo com prende los m étodos en los que el producto es
rociado o pulverizado m ediante un soplete que puede funcionar con o sin aire
com prim ido. D entro de este grupo, un caso p a rticu la r e stá constituido por
el pintado e le c tro stá tic o .

APLICACION A PINCEL

Aunque este es el m étodo de aplicación más antiguo conocido y su té c ­


nica es a p re n tem en te sencilla, la física del proceso es más com pleja y no
se han realizado descripciones c ie n tífica s o técn icas de la misma.
Un aspecto fundam ental e stá relacionado con la elección del pincel
que se va a em plear (calidad y tam año) y que deberá adecuarse a las dim en­
siones de la superficie a p in tar y al tipo de acabado que se p reten d e lograr.
En un pincel son im p o rtan tes los siguientes aspectos: calidad de la c e r­
da, su origen (anim al, v egetal o sin té tic a ), su longitud, can tidad , propiedades
m ecánicas, la n a tu ra le za de la punta y la form a de fijación al mango.
Es im p o rtan te que las fibras sean de buena flexibilidad, para que el
pincel recupere fácilm en te su form a y que el conjunto e sté c o m p letam en te
"lleno" de ellas, tan to e x te rio r como in te rio rm e n te .
Los pinceles de muy buena calidad pueden ser em pleados sin ningún
tipo de tra ta m ie n to previo. Sin em bargo es conveniente, a n te s de la prim era
utilización, sum ergirlos du ran te 48 horas como mínimo en a c e ite de linaza
crudo, m anteniéndolo suspendido a fin de que las fibras no toquen el fondo
del rec ip ie n te, lo que podría provocar su deform ación.
De la m anera indicada, el a c e ite im pregna las cerd as y reduce su c a p a ­
cidad de absorción fre n te a alguno de los com ponentes de la p intura (por e-
jem plo el ligante), con lo que se evitan a lte ra c io n e s de com posición en el
producto que se aplica. T ranscurrido el lapso m encionado, se lavan cuidado­
sam ente con aguarrás m ineral para elim inar el a c e ite , pues éste es incom pa­
tible con la m ayoría de los lig an tes em pleados en la elaboración de pinturas.
En estas condiciones el instru m en to queda listo para ser u tilizado.
Luego de su em pleo deberá ser lim piado cuidadosam ente con un disolvente
adecuado, com patible con el tipo de p in tu ra que se ha aplicado. E ste disol­
vente puede ser agua en el caso de las pinturas al agua (en polvo, em ulsiona­
das o al látex).
Luego de la lim pieza se lo d ejará en c o n ta c to con el disolvente (excep­
to en el caso del agua, pues las fibras pueden hincharse o d efo rm arse) cui­
dando de m antenerlo en suspensión y que el líquido llegue sólo h a sta una a l­

67
tu ra eq u ivalente a la m itad de la longitud de las cerdas, sin ponerse en con­
ta c to con la virola, pues podría ablandarse el pegam ento que fija las fibras
al mango.
Los pinceles varían en ancho e n tre 1 y 8 pulgadas. Una selección ad e­
cuada del pincel p e rm itirá un buen rendim iento, estim ándose como tal rec u ­
brir e n tre 10 y 15 m etros cuadrados por hora con una mano de pin tu ra.
Un proceso c o rre c to de aplicación a pincel se puede dividir en dos e ta ­
pas: en la p rim era la p intu ra se d epo sita sobre la su p erficie en can tid ad ad e­
cuada (esto e stá en relación con el tam año del pincel y con el de la su p erfi­
cie a pintar) y luego se la distribuye ráp id am en te de m anera de o b ten e r una
película lo más uniform e posible. En una segunda e ta p a se re a liz a una nueva
pasada de pincel en sentido perpendicular a la a n te rio r, a fin de red u cir al
mínimo las m arcas de pincel y m ejorar a sí las c a ra c te rís tic a s finales del
acabado. Es im p o rtan te señ alar que la m ayor p a rte de los productos m oder­
nos tien en propiedades de autonivelación, por lo cual el tra b a jo del operador
se reduce al m ínim o. A dem ás, como casi todas las p in tu ras son de secado
rápido, una dem ora en la aplicación o un excesivo reto q u e de la película va
en d e trim e n to del asp ecto final de la m ism a.
El pincel es ap to fu n d am en talm en te para su p erficies lisas y se debe
c o n tar con modelos de dim ensiones adecuadas p ara el pintado de ev en tu ales
molduras o zonas poco accesib les.

PINTADO A RODILLO

El rodillo se u tiliz a para el pintado de grandes su p erficies p re fe re n te ­


m ente lisas, con un rendim iento m ayor que el que proporciona el pincel.
Tam bién en e ste caso hay rodillos de d ife re n te s dim ensiones, e x istie n ­
do algunos de h a sta 22 cm de longitud (9 pulgadas) y 6,25 cm de d iám etro
(2,5 pulgadas). En g en eral el rodillo e stá fijado por alguno de sus ex trem o s,
lo que fa c ilita su u tilizació n en lugares poco a ccesib les.
La cuidadosa selección del m a te ria l de los rodillos y el largo de la fibra
son fa c to re s esen ciales p ara la rap id ez de tra b a jo y la obtención de un buen
acabado. El diseño de estos im plem entos p e rm ite a d a p ta r los rodillos al pin­
tado de los m a te ria le s más diversos. Así hay rodillos esp eciales para el pin­
tado de alam brados h a sta rodillos destinados a lograr e x c e le n te s condiciones
de nivelación (Mhigh levelling rollers") en la su p erficie p in tad a, e sp ecialm en ­
te en el caso en que se em plean acabados b rillan te s. Hay tam bién rodillos
adaptados para el pintado in te rio r de cañ erías, rodillos a lim en tad o s a presión
para trab ajo s p rofesion ales, e tc .
Los rodillos com unes se c arg an em pleando bandejas con e scu rrid o res
incorporados (con un ángulo de inclinación de 40-45°). La h e rra m ie n ta se
sum erge en el re c ip ie n te y m edian te sucesivos p asajes por el escu rrid o r se
consigue una distribución uniform e del m a te ria l. De e sta m anera se logra
una película continua, bien nivelada y de espesor adecuado.
D urante la aplicación de la p in tu ra, el rodillo d eb erá ser sostenido con
firm e za , m oviéndolo en varias d ireccio n es p a ra lo grar el objetivo m enciona­

68
do p reced en tem en te. Si el tam año del rodillo ha sido adecuad am ente se lec ­
cionado puede lograrse un rendim iento e n tre 20 y 50 m^ por hora para la
aplicación de una mano de pintura. Esto depende no sólo del rodillo sino
tam bién de las c a ra c te rís tic a s de las pinturas. Con pinturas al agua se consi­
guen rendim ientos superiores a los que se obtienen con productos a base de
solventes orgánicos.
C o m parativam en te, el á re a de trab ajo e fe c tiv a es m enor para el rodi­
llo que en el caso del pincel, pero la velocidad de operación es m ayor. Pue­
den com binarse ambos instrum entos pintando a rodillo las grandes su p erfi­
cies lisas y retocando con pincel bordes, contornos, rincones, zócalos, e tc .
Tam bién en el caso del rodillo, la obtención de un buen acabado im pli­
ca lograr una película lisa, uniform e y ex en ta de im perfecciones.
P ara las im prim aciones o fondos anticorrosivos de p rim era mano, que
se aplican sobre sup erficies viejas, con muchas irregu laridad es, es
conveniente p in tar la p rim era mano a pincel, para que la p in tu ra p en etre
en todos los desniveles, y continuar a rodillo para las re s ta n te s . Lo mismo
ocurre en superficies de ace ro arenadas o gran alladas y en m aderas rugosas.
En cam bio, en superficies muy lisas, como las de ace ro decapado, chapa
galvanizada o alum inio, la p rim era mano puede ap licarse tam bién a rodillo.

C aracterísticas de las pinturas para aplicación


a pincel o rodillo

En g en eral se aplican m ediante estos in strum en to s las pin tu ras para


in terio res, las im prim aciones y los fondos an ticorro sivo s, los e sm altes para
ex terio r y las pinturas para uso industrial.
Lo fundam ental es el aju ste de la viscosidad y la calidad de la mano
de obra que se u tiliza .
Las pinturas para in te rio re s (m ate o sem im ate) no o frecen m ayores
d ificu ltades por sus c a ra c te rís tic a s Teológicas, logradas d u ran te el proceso
de elaboración por el em pleo de aditivos esp eciales. A dem ás, al c a re c e r la
su p erficie obtenida de brillo o ser se m im ate, se disim ulan las im p erfeccio ­
nes. Algo sim ilar ocurre cuando se aplican fondos an tico rro siv o s.
En las pinturas b rillan tes y muy b rillan tes se debe cuidar fundam en­
ta lm en te la capa de term in ació n , que debe e s ta r to ta lm e n te ex en ta de de­
fecto s y no ten d rá m arcas de pincel o de rodillo o las m ism as e sta rá n red u ci­
das a un mínimo.
O tro asp ecto im p o rtan te a considerar en relació n con las p in tu ras p ara
aplicación a pincel o rodillo, es el tipo de secado de la película. Los produc­
tos no co nvertibles (pinturas vinílicas, lacas a la piroxilina o n itro a c rílic a s,
e tc .) no es conveniente aplicarlos por estos p roced im ien to s porque la pelícu ­
la, como no su fre cam bio quím ico d u ran te el secado, es fá c ilm e n te rem o vi­
ble por los disolventes de la p in tu ra. En cam bio no ex isten problem as con
los productos co n v ertib les, es d ecir aquellos que secan por oxidación y p o ste ­
rior polim erización (acción del oxígeno del a ire , com o en las p in tu ras al a-
c e ite y e sm alte s alquídicos o sin tético s) o por rea cc ió n quím ica fre n te a un

69
Sistem a de pulverización con m ezclado externo
(A) o con m ezclado interno (B)

ag en te de curado, que se incorpora en el m om ento de a p lic a r la p in tu ra (pin­


tu ra s epoxídicas, poliuretánicas).

PINTADO A SOPLETE

En el caso de grandes su p erficies es reco m end able la aplicación a so­


p le te , con el objeto de a c e le ra r los trab a jo s. A dem ás e ste m étodo p e rm ite
la aplicación de p in tu ras que secan en un lapso de pocos m inutos, sin los in­
convenientes que tien en lugar cuando se usa pincel o rodillo. Puede u tiliz a rse
adem ás ta n to p a ra productos co n v ertib les com o p a ra no c o n v ertib les.
El pintado a so p lete puede re a liz a rs e em pleando sop lete de baja pre­
sión, que exige la dilución previa de la p in tu ra, o el sop lete sin aire compri­
mido ("airless spray"), esto s últim os d estinados a a p lica r pro du cto s de c a ra c ­
te rís tic a s esp eciales, form ulados p ara ta l fin. Con los p rim eros se obtienen
espesores de p elícu la del orden de 10-15 pm por m ano, es d ecir in ferio res
a los que se logran a pincel (20-25 pm); en el caso de los equipos " a irless”
puede lleg arse a espesores de 80-120 pm por capa.

Sopletes convencionales (baja presión o aerográficos)

En e ste siste m a se u tiliza el a ire com prim ido ta n to p a ra a to m iz a r el


producto com o p a ra d ep o sitarlo sobre la su p e rfic ie a p in ta r. La p in tu ra llega
a dicha su p erficie en form a de pequeñas g o tas, las que luego se unen e n tre
sí, form ando una p elícu la continua.
Como la p isto la pulv erizad o ra opera con el principio de producir un
chorro de p in tu ra por acción de una c o rrie n te de a ire , es im p o rta n te lograr
un c o rre c to b alance a ire -p in tu ra para o b ten e r buena ap licació n y una p elícu ­

70
la de c o rre c ta nivelación y buen aspecto.
La cantidad de de pintura que sale por la boquilla de la pistola es fun­
ción del d iám etro del orificio, del tipo de pin tu ra, de su viscosidad, de la
presión del aire y de la a p e rtu ra de la válvula de aguja que regula la m ezcla
aire-p in tu ra.
Los fac to re s em pleados para controlar el balance aire-pintura son los
siguientes: a) variación de la viscosidad, reduciendo la con sisten cia del m a­
te ria l en tre cie rto s lím ites se in crem en ta la cantidad de p in tu ra que pasa
a través de la boquilla, pero con reducción sim u ltán ea del espesor de pelícu­
la; b) regulación del abanico, por medio de un tornillo de aju ste; y c) regula­
ción de la presión.
La atom ización de la p intu ra se puede producir por m ezclado ex tern o
o interno como puede verse en las figuras de la página a n te rio r.
Las pistolas de m ezclado externo son aquéllas en que el aire com prim i­
do atom iza el producto fu era de la boquilla; se puede u tiliz a r con cualquier
tipo de p intura (es aconsejable para las de secado muy rápido) y se tra b a ja
con a lta presión. En las pistolas de m ezclado interno la m ezcla se produce
dentro de la pistola y el siste m a p in tu ra -a ire es atom izado al salir de la
boquilla; la presión de trab a jo es m enor y se em plea p ara m ate ria le s de
secado no tan rápido como los citad os a n te rio rm e n te .
Los sistem as de alim entación tam bién pueden ser diversos, ya que la
pistola pulverizadora puede a lim e n ta rse por succión (m a te ria l colocado en
un recip ien te dispuesto en la p a rte inferior) o por gravedad (el re c ip ie n te
está colocado en la p a rte superior). A ctu alm en te se em plean tam bién siste ­
mas en los cuales la p in tu ra se en cu e n tra en un tan qu e ubicado a c ie rta dis­
tan cia y se la tra sla d a por m edio de una m anguera; e sto p e rm ite tra b a ja r
con recip ien tes m ayores (llenado con m ucha m enor frecu en cia) y la pistola
es más liviana y de fácil m anejo.
Los com ponentes de una pistola pulverizadora para sopleteado
convencional son los que se indican en la figura de la página sigu iente (se
describen sus d istin ta s p artes).
Las pistolas son co m p leta m e n te desarm ables p a ra fa c ilita r la lim pieza
y m antenim iento, operaciones que deben ser rea liz ad a s cuidad osam en te al
fin alizar cada tra b a jo a fin de a seg u rar el buen funcion am ien to del in stru ­
m ento. Se debe e v ita r el em pleo de disolventes agresivos que puedan a fe c ta r
el lu b rican te de las em p aq u etad u ras.

PULVERIZACION A ALTA PRESION (AIRLESS SPRAY)

El desarrollo de los m étodos de pintado sin a ire com prim ido es el re su l­


tado de investigaciones rea liz ad a s para lo g rar la aplicación de p in tu ras de
a lto contenido de sólidos y elevada viscosidad, que no pueden ser p u lv eriza ­
das m ediante el em pleo del so p lete convencional.

71
Principales com ponentes de una pistola para sopleteado
aerográfico: (A) boquilla pulverizadora; (B) O rificio de control
de flujo; (C) ajuste de la cantidad de pintura; (D) gatillo;
(E) válvula de pago de aire; (F) cuerpo de la pistola;
(G) control de ancho de abanico

Mecanismo de atom ización

El principio que rige en la aplicación sin aire com prim ido puede ejem ­
p lificarse por com paración con un regador de jard ín . El agua (en e ste caso
la pintura) es im pulsada a tra v é s de la m anguera por e fe c to de la presión
e x iste n te en la c a ñ e ría , llegando en form a de un cilindro continuo h a sta el
orificio de salida (boquilla) donde el d iám etro dism inuye b ru scam en te, au­
m entando in sta n tá n e a m e n te la velocidad h a sta un nivel en que se produce
la pulverización.
En el caso del siste m a "airless", que se e jem p lifica en la figura, la
presión de im pulsión de la pin tu ra por la c añ e ría es ob ten id a m edian te una
bomba n e u m ática que d esarro lla una presión final 20 ó 30 veces m ayor que
la del a ire com prim ido em pleado para su funcionam iento. La bom ba y todos
sus com ponentes deben ser de acero inoxidable p ara e v ita r ata q u e con
form ación de productos de corrosión, e sp ec ialm en te cuando se las em plea
con p in turas de base acuosa o con lig an tes de c a r á c te r ácido. Como la bom ba
acciona ún icam ente cuando se produce una d ife re n c ia de presión e n tre el
siste m a interno (pintura) y el e x tern o (atm ó sfera) y e sto o cu rre al a p re ta r
el g a tillo , el equipo debe e s ta r munido de una válvula de diseño esp ecial que
e v ite tra s m itir al fluido las pulsaciones producidas por el ém bolo. D icha

72
Circuito típico de un siste-ma de pulverización
por alta presión ("airless spray")

1 Unidad de preparación de aire


2 Bomba de alta presión
3 Pistola de proyección con manguera de aire
para el aire de control
4 Boquilla de proyección de alta presión
5 Manguera de alta presión
6 Filtro amortiguador de pulsaciones
7 Soporte de pared de la bomba
8 Manguera de aspiración
9 R ecipiente de pintura
10 Agitador con motor neum ático
11 Manguera de aire
12 Acoplam iento de manguera

válvula configura una p a rte muy im p o rtan te del siste m a de bom beo.
El o tro elem en to im p o rtan te es la boquilla p ulv erizado ra o "tip", cons­
truida en carburo de tungsteno, con el objeto de re s istir la in tensa abrasión
que se produce en el orificio. Es la p a rte del sistem a de pulverización que
d eterm in a el tam año y ancho del abanico.
Una aplicación exitosa m ediante un equipo "airless" e stá ín tim am en te
ligada a una a c e rta d a selección de la boquilla p u lv erizad o ra. La m ism a debe
ser adecuada para la p o ten cia de la bomba im pulsora, que viene indicada
en la relación de com presión del equipo y tam bién a las c a ra c te rís tic a s del

73
m ateria l a p ulverizar. Estos d atos ap arecen en cada boquilla en form a de
núm eros o com binaciones de núm eros y le tra s . El tam año del o rificio se elige
en función del tipo de producto a p ulverizar, m ientras que el ancho del ab a­
nico es independiente de dicho p a rá m etro y e stá vinculado con la su p erficie
a cubrir en cada pasada.
Una de las ventajas principales rad ica en la ausencia de niebla en el
am b ien te. La p in tura es dispersada a no más de un m etro de la su p erficie
que se desea p in tar, siendo necesario sólo un buen e x tra c to r p ara la elim ina­
ción de los disolventes que se evaporan ta n to d u ran te la aplicación como
durante el secado.
La ausencia de aire e v ita el excesivo solapado e n tre capas ad y acen tes
y fa c ilita el pintado de ángulos in te rio re s al e v ita r el reb o te de las p artícu la s
de p intu ra por e fe c to del aire a a lta velocidad, como ocurre en el so pletead o
c o rrie n te .
Como consecuencia de lo expuesto p re c e d e n te m e n te se producen dos
efe cto s: la ausencia de excesivo solapado lo que p e rm ite a h o rra r h a sta un
tre in ta por cien to de pin tu ra, y una m ejoría en la calidad del acabado, que
se trad u ce en una película uniform e y un buen a sp ec to final de la m ism a.
El uso de este m étodo e v ita la rem oción de polvo en el am b ien te donde
se pinta y la presen cia de hum edad y a c e ite pro ven ien tes del com presor. Sin
em bargo, la v e n ta ja más grande reside en la velocidad de aplicación y en
la obtención de una película de a lto espesor, como puede verse en el siguien­
te cuadro com parativo:

M étodo de pincel ................................................................. 25 pm por mano


Soplete convencional ......................................... 10-15 um por mano
Soplete "airless" con pin tu ras c o n v e n c io n a le s.......... 20-30 um por mano
Soplete "airless” con pintu ras tipo a lto e s p e s o r.........80-120 ym por mano

En todos los casos se tr a ta de espesores de película seca. Puede verse


c la ram en te el m ayor espesor que se obtiene con el so p lete "airless" y pintu ­
ras tix o tró p icas. Como se indica a continuación e ste espesor depende no sólo
del equipo sino de d eterm in ad as propiedades de la p in tu ra.
Si se em plearan p intu ras convencionales se o b ten drían espesores bajos
por mano (20-30 ym); con form ulaciones esp eciales, de c a ra c te rís tic a s tix o ­
tró p icas, denom inadas "high build" o tipo a lto espesor, se pueden o b ten er
los elevados espesores indicados a n te rio rm e n te .
Su c a ra c te rís tic a principal es la de te n e r falso cuerpo, es d e cir una
a lta viscosidad a p a re n te , que se pierde por ag itació n (tix o tro p ía). A plicadas
en form a de capas gruesas no producen fenóm enos de "sagging", "cortinado"
o "chorreado" en su p erficie v e rtic a le s, por cuan to la película
in m ed iatam en te después de aplicada rec u p era sus c a ra c te rís tic a s iniciales
de a lta viscosidad.
La e s tru c tu ra n e ce saria p ara o b ten er e ste e fe c to se consigue m ediante
la incorporación de ag en tes reológicos, que pueden ser productos de n a tu ra ­
lez a orgánica o inorgánica.
E fecto del aumento de la tem peratura
sobre la viscosidad

PULVERIZACION EN CALIENTE

Una película continua se logra por reunión de un gran núm ero de gotas
de la p intura pulverizada, cuando é stas se depositan y ex tien den sobre una
superficie.
En el sopleteado convencional en frío, la viscosidad ideal se consigue
diluyendo el producto a ap licar con la consiguiente caída en el ren dim ien to
del sistem a en lo relacionado con el espesor de película que se alcan za.
La reducción de la viscosidad puede lo g rarse tam b ién calen tan d o el
producto a a to m iz a r. Por ejem plo, una laca n itro c elu ló sica c a le n ta d a a 60-
80°C ten d rá una viscosidad del orden de 1/3 ó 1/4 de la del m ismo prod ucto
a te m p e ra tu ra am b ien te. No es con ven ien te c a le n ta r a una te m p e ra tu ra m a­
yor ta n to por las a lte ra c io n e s que pueden producirse en la p in tu ra com o por
el hecho de que no se consigue una caída de viscosidad a p re cia b le . Lo
expuesto se re p re se n ta en la figura.
La aplicación de p in tu ras en c a lie n te tie n e com o v e n ta ja , adem ás un
m enor consum o de energ ía p a ra re a liz a r la a to m izació n ya que una p rim era
consecuencia de e sta operación es el gran aum ento del á re a su p e rfic ial que
su fre el fluido.

75
En la atom ización en frío, la energía necesaria proviene de la c o rrie n te
de aire a a lta velocidad que provoca dicha atom izació n, produciéndose una
gran pérdida de energía ya que sólo el 1 % del to ta l sum inistrado por el aire
es aprovechado. Las pérdidas más grandes se producen en la form ación del
abanico, en la orientación de las gotas hacia el objetivo y en la evaporación
del disolvente durante la form ación y después de form ada la película.
En el caso de la pulverización en c a lie n te, la te m p e ra tu ra elevada del
fluido im plica el em pleo de una menor cantidad de energía d uran te la a to m i­
zación y en consecuencia un menor consumo de aire.
Además la pintura aplicada en calie n te se p ro y ecta m ejor y al te n e r
m enor cantidad de disolvente p erm ite que se logre m ayor poder cubritivo
(m ayor contenido de sólidos por unidad de volumen de la p in tu ra p u lv eriza­
da), el secado duro es más rápido y se reduce la ten d en cia al "cortinado".
P ara .la pulverización en c a lie n te puede em plearse ta n to el so plete
convencional como el tipo "airless".
Los p a rá m etro s de form ulación dependen del tipo de p in tu ra a elabo­
rar. En todos aquellos casos en que el secado de la p in tu ra tien e lugar por
un proceso físico, el tipo de m ezcla solvente y el diluyente que se em plea
tienen gran im portancia. H asta el 75 % del to ta l de los disolventes se
evapora en el tra y e c to de la pistola a la su p erficie a p in ta r. Si se quiere
te n e r un buen acabado, el 25 % re s ta n te tien e que ser so lv en te v erdadero
de la resina, para que no se p resenten problem as d u ran te el secado y en el
proceso de form ación de la película. Si tom am os como ejem plo el caso de
la laca a la piroxilina ya indicado, se deben e v ita r solven tes ta le s como la
m e til-e til-c e to n a , a c e ta to de etilo , e tc ., de rápida evaporación.
Por o tra p a rte , solventes muy poco v olátiles evaporan le n ta m e n te ,
provocando co rrim ien to s y obteniéndose películas blandas por la cantidad
de solvente reten id o .
Los más convenientes son los disolventes de m ediano punto de ebulli­
ción: a c e ta to de butilo, m etil-iso b u til-c eto n a, a c e ta to de cellosolve, xileno
o alcohol butílico. No tien en e fe c to sobre la viscosidad del producto y pue­
den usarse tam bién en form ulaciones de aplicación en frío.

APLICACION POR PULVERIZACION


DE PINTURAS DE DOS COMPONENTES

El d esarrollo de polím eros de a lta re siste n c ia , que endurecen por re a c ­


ción quím ica e n tre la resina y un a g en te de curado, ha d eterm in ad o el desa­
rrollo de sistem as de aplicación esp eciales.
Los m a te ria le s citado s (pinturas epoxídicas, p o liu retán icas) se co m er­
cializan en dos envases, que corresponden a la base (pigm entada o no) y al
c a ta liz a d o r. Las proporciones de m ezcla son definidas por el fa b ric a n te y
no deben a lte ra rs e . Cuando se produce la m ezcla de am bos com ponentes,
la reacció n com ienza después de un período de inducción de unos 15 m inutos,
progresando g rad u alm en te a te m p e ra tu ra am b ien te, con au m en to de la vis­
cosidad de la m asa; al cabo de un c ie rto lapso la m ezcla, aún cuando no haya

76
Pistola para aplicación de productos de dos componentes:
(1) mezclador; (2) motor de aire; (3) cabezal atomizador;
(4) válvulas de alim entación; (5) entrada de resina; (6) entrada
e endurecedor; (7) detalle del mezclador; (8) entrada de aire

sido aplicada, se vuelve sólida. Por e ste m otivo, el m a te ria l m ezclado no


puede perm anecer en el in te rio r del siste m a de aplicación d u ran te un período
prolongado, pues en caso co n tra rio el mismo quedaría inutilizado. La pintura
debe ser aplicada d en tro del lapso previsto, y luego el equipo debe ser cuida­
dosam ente lim piado con disolventes adecuados.
Para ello, para reso lver el problem a del pintado de productos de dos
com ponentes, se deben em p lear dispositivos esp eciales donde el m ezclado
se realiza a la salida de la boquilla, y que incluyen dispositivos para d o sifica­
ción de la m ezcla, de regulación de la proporción de base a c a ta liz a d o r, de
m ezclado de los dos com ponentes y de un sistem a de c a le n ta m ie n to para
reducir la viscosidad.
Hay dos m étodos de m ezclado de base y c a ta liz a d o r: el hidráulico y
el m ecánico.
El método hidráulico usa una a lta velocidad de flujo para obligar a pa
sar a la base y al c a ta liz a d o r por un o rificio muy pequeño, al cual llegan jun­
to o separados. En e sta s condiciones, el aum ento de la velocidad de flujo
que se produce en el lugar g en era la tu rb u len cia n e ce saria p ara lograr un
m ezclado c o rre c to . Esto puede o cu rrir en una c ám ara esp ecial, d en tro de
la pistola, o en la boquilla m ism a.
El método m ecánico posee una pistola en cuyo in te rio r hay un ag itad o r
m ecánico im pulsado por a ire, que produce el m ezclado de la base con el c a ­
taliza d o r, los que llegan por separado. En la figura se m u estra una pisto la,
pro v ista de una turbina, ideada por Bink. El ag itad o r m ecánico es un pequeño
rodillo im pulsado por un m otor de a ire de 5000 rpm , con un siste m a que da
una velocidad final en el rodillo de 20000 rpm . La alim en tació n de la base
y del c a ta liz a d o r (que ingresan por separado) se regula por acción de válvulas

77
co n ectad as con el g atillo de operación.
La dosificación de am bos com ponentes debe se r c o rre c ta , habiendo
tre s m étodos de dosificación: alim en tación por presión, alim entación por
bomba n eu m ática y alim en tación por bom ba de engranajes.
Las d ife re n te s p a rte s de una p isto la de e ste tipo se indican tam bién
en la figura.
La form ulación de las pinturas depende del tipo de equipo de aplicación
a em plear. Las v aria n te s no son muy grandes debido a la com plejidad de
los polím eros a u tiliz a r, pero sí puede haber m odificaciones de com posición
en la m ezcla solvente, para e v ita r su reten ció n en la película y m ejorar la
nivelación de la m ism a.
Las resinas epoxídicas de curado en frío son en la m ayoría de los casos
productos sólidos, cuya e stru c tu ra final, una vez form ad a la película por
reacció n quím ica, tien e gran re siste n c ia a los álcalis (por la fa lta de grupos
saponificables), a los ácidos, m an ifiestan una e x ce le n te adhesión al su s tra to
(por los grupos polares hidroxilo y é te r) y buena dureza y adhesividad.
Las resinas epoxídicas dan soluciones hom ogéneas en cualquier concen­
tració n con m e til-e til-c e to n a , d iaceto n a, é ste re s del glicol y sus a c e ta to s ,
e tc .; los m ejores diluyentes son c ie rto s alcoholes e hidrocarburos a ro m á ti­
cos, usados en m ezclas con los disolventes verdaderos citad o s p re c e d e n te ­
m ente.
El ag en te de curado no debe disolverse en é ste re s y ceto n as, pues
re a cc io n aría con las m ism as y no ten d ría estabilidad en el envase.
Es n ecesario seleccio n ar c o rre c ta m e n te am bos com ponentes a fin de
lo g rar una vida ú til no m enor de 8 horas, lo que p erm ite o b ten er condiciones
de trab a jo accesib les.
Un desarrollo m oderno tien e relació n con las resinas epoxídicas de bajo
peso m olecular, líquidas a te m p e ra tu ra am b ien te, con poliam idas tam bién
líquidas. Así se obtienen los rev e stim ie n to s epoxídicos de a lto contenido de
sólidos, conocidos con la denom inación de "pinturas sin solvente" o "epoxy
solventless coatings". Como en esto s productos el tiem po de secado a te m p e ­
ra tu ra am b ien te es muy largo, por el bajo peso m olecular de las resin as, se
incorporan a las form ulaciones c ata liz a d o re s denom inados "a c e le ra n te s".

PINTADO ELECTROSTATICO

Los sistem as de pulverización corresponden a tre s tipos: pulverización


e le c tro s tá tic a pura, pulverización e le c tro s tá tic a con a ire y pulverización
e le c tro s tá tic a sin a ire ("airless"). Pueden verse en la figura ad ju n ta. .
La pulverización e lectro stá tica pura corresponde al caso en que la pin­
tu ra e n tra en un re c ip ie n te colocado en la pistola, donde gira a a lta veloci­
dad un disco, movido por a ire com prim ido. Las p a rtíc u la s se a to m izan y pa­
san por un hueco de ionización, que las carg a e lé c tric a m e n te . Con e ste sis­
tem a se consigue un a lto grado de pulverización, lo que p e rm ite la c arg a
e fic a z de las p a rtíc u la s. E stas, al sa lir del hueco de ionización, se m ezclan
con el a ire que sale por una a b e rtu ra c irc u la r. La única función del a ire es

78
(a) (b) (c)

Pintado electrostático: (a) atom izado m ecánico en el borde de


un disco accionado por aire comprimido; (b) combinación con
proyección normal; (c) combinación con proyección a alta presión

dirigir el chorro de pintura hacia el objeto a p in tar, que está conectado a


tie rra . Este sistem a de disco o de turbina tra b a ja a 40 000 Y y es el de mayor
eficiencia de los tres que se m encionan en e ste capítulo.
La pulverización electro stá tica con aire com bina la pulverización elec
tro s tá tic a con la convencional. La cám ara o hueco de ionización se encuen
tra en un recip ien te d entro de la pistola, al cual llega la p in tu ra a presión,
la que es enviada a una boquilla de m ezclado ex tern o donde el aire ato m iza
la pintura y la pro y ecta sobre el objeto a recu b rir. Las p a rtícu la s de pintura
adquieren una velocidad muy a lta lo que les p erm ite p e n e tra r en las cav id a­
des e irregularidades. El consumo de p in tu ra es m ayor pues se producen
reb o tes sobre el objeto tra ta d o , por acción del aire.
F inalm ente, la proyección electro stá tica a alta presión con stituy e un
m étodo en el cual la p intura llega a la boquilla de la pistola im pulsada por
una bomba neum ática y en ese lugar se producen dos e fe cto s: la a lta presión
atom iza la pintura y el hueco de ionización e x iste n te a la salida carga e lé c ­
tric a m e n te las p a rtícu la s de p in tu ra. Este m étodo tra b a ja con una tensión
sim ilar a la del caso a n te rio r, tien e una gran capacidad de proyección, pero
la elevada velocidad de salida de la p in tu ra reduce la posibilidad de llegada
del producto a la p a rte p o sterio r de la su p erficie en tra ta m ie n to .
Todos estos sistem as p erm iten una gran econom ía de m a te ria l resp ec to
a los de sopleteado convencional y n eum ático.
El sistem a de pintado e le c tro s tá tic o perm ite el em pleo de formulacio­
nes convencionales. Dado que el sistem a se basa en e sta b le c e r una d ife re n ­
cia de p otencial en tre la p in tura y el objeto a p in tar, es ev iden te que lo fun­
d am en tal es conseguir que la pin tu ra, en condiciones de ap licación , tenga
una c ie rta conductividad o resistiv id ad e sp ecífica.
La resistiv id ad e sp ecífica será función de las c a ra c te rís tic a s p a rtic u la ­
res de los pigm entos, lig an tes y disolventes em pleados en la form ulación.

79
Teniendo en c u en ta que la presencia de grupos polares au m en ta la co nd ucti­
vidad, es im p o rtan te considerar la e stru c tu ra m olecular de los com ponentes
m encionados.
R especto de los pigm entos, los inorgánicos (g en eralm en te óxidos) son
neutros p ara el balance de la conductividad, m ien tras que los orgánicos (rojo
toluidina) y los m etálicos (aluminio) tienen influencia en dicho balance.
En los lig an tes existen resinas muy polares (vinílicas, polivinil-butiral)
h asta no polares (caucho ciclizado).
Los disolventes en cam bio son com ponentes fun dam en tales p ara o b te ­
ner una p intura e le c tro s tá tic a de buenas c a ra c te rís tic a s , ya que son los m a­
te ria le s que en m ayor proporción in teg ran la com posición de las pin tu ras
destinadas a ser aplicadas por atom ización . Como se t r a ta de com ponentes
volátiles, sólo influyen sobre la p in tu ra en las e ta p as de aplicación y fo rm a­
ción de la película. El "disolvente e le c tro s tá tic o ” se ag rega en el m om ento
de p rep a rar la pin tu ra, cuando se e fe c tú a el aju ste de la viscosidad. La vis­
cosidad más adecuada es de 15 a 45 segundos, m edida en Copa Ford n° 4,
a 25°C.
Los disolventes citad os deberán te n e r adecuada polaridad, buen poder
solvente, ser com patibles, e tc .

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81
LOS PROCESOS DE CORROSION Y SU RELACION CON EL

PROYECTO Y DISEÑO DE EDIFICIOS E INSTALACIONES

V. Rascio*

* CIC-CONICET y D irector del CIDEPINT,


INTRODUCCION

El problem a de la corrosión, es un asp ecto fundam ental que debe ser


tenido en cuenta cuando se rea liz a el proy ecto de un edificio o de una in sta­
lación en los cuales se em plean m etales o aleaciones.
La elección de los m ateria le s m etálicos se hace g en eralm en te tom ando
en consideración una serie de fa c to re s y en muchos casos la decisión final
depende del aspecto del m etal, de la facilidad de fab ricación , de su disponi­
bilidad, de su costo o de su resiste n c ia m ecánica, om itiéndose la estim ación
de la resisten cia a la corrosión.
La corrosión de los m etales, como se ha explicado en o tro s capítulos,
es un fenóm eno inevitable. Sus estados n a tu rales han sido som etidos a p ro ce­
sos de refinación para llevarlos al estad o m etálico y estos p resen tan , en m a­
yor o menor grado, tend en cia a re to rn a r a las form as más e stab les en las
que se hallaban en la n a tu ra le z a . La velocidad a la cual se v e rifica ese re ­
torno es la d ete rm in a n te de su a p titu d como m a te ria l re s iste n te y, por ende,
de su vida útil.
Las pérdidas por corrosión com prenden el costo del reem p lazo del m a­
te ria l d eteriorado, incluyendo la mano de obra que ello involucra, el m an te ­
nim iento de las e stru c tu ra s m etálica s (pintado, p ro tecció n catód ica) o el
uso de aleaciones especiales re s iste n te s a la corrosión en lugar del a ce ro
común, el costo de los rev e stim ie n to s m etálico s que sea n ecesario a p licar
(cincado, niquelado, crom ado), el agregado de inhibidores de la corrosión
a líquidos industriales, el uso de p ro teccio n es tem p o rarias (a c eites a n tic o rro ­
sivos, shop-prim ers) du ran te el alm acen aje en depósito, e tc .
Además de lo expuesto p re c e d e n te m e n te existen pérdidas in d ire cta s
que son más difíciles de ev aluar pero que rev iste n una im p o rtan cia no m e­
nor, y que se re fie re n , por ejem plo, a las in terru p cio n es de servicios, p érd i­
da de productos que circulan por una c a ñ e ría o se alm acenan en un tanque,
pérdida de e ficien cia de equipos por acum ulación de productos de corrosión,
contam inación de productos alim en ticio s o de su stan cias quím icas, g asto
excesivo por sobrediseño de equipos y e stru c tu ra s por desconocim iento de
la velocidad del ataq u e corrosivo o por re s u lta r in cierto s loá m étodos de con­
tro l, e tc .

USO DE MATERIALES METALICOS EN EDIFICIOS

Las aplicaciones de los m a te ria le s m etálico s en los edificios cum plen


fines diversos: el ace ro se em plea com o re fu e rz o de los m o rtero s de horm i­
gón y sirve para c añ erías de tra n sp o rte de agua y de gas; las chapas de
alum inio y de hierro cincado o galvanizado se em plean p ara tech ad o s y
c a n a le ta s de desagüe; las c a rp in te ría s de ace ro y de alum inio son a m enudo
p refe rid a s en los edificios m odernos, reem p lazan do en m uchos a sp ecto s a
las trad icio n ales de m adera; el plomo se u tiliz a com o m a te ria l de c a ñ e ría s
de agua f ría y en las in stalacio n es sa n ita ria s; aleacio n es de cobre se
u tilizan para la conducción de agua c a lie n te . La v a sta ex p erien cia adquirida

85
en el em pleo de los m etales citados confirm a la a p titu d de cada uno de ellos
en los casos enunciados.
Las consecuencias de los procesos de corrosión que sufren los m etales
en los edificios son d ife re n te s según sean las funciones para las que se los
aplica. En general se pueden c ita r cu atro e fe c to s nocivos:
a) Las propiedades de resistencia de los m etales se pueden redu cir en
un grado tal que com prom eten la seguridad de las e stru c tu ra s .
b) Los productos de corrosión que se forman sobre la su p erficie de los
m etales em potrados en m anipostería pueden provocar la ro tu ra de los m a te ­
riales que rodean al m etal.
c) Las fallas por corrosión de los sistem as de cañ erías y canalizacion es
pueden p e rm itir el escape de los fluidos que tra n sp o rta n y d e rra m ar el agua
o un gas inflam able o tóxico d en tro del edificio.
d) Pueden producirse e fe cto s visuales desagradables debidos a d e te rio ­
ro o aparición de productos de corrosión.
Las propiedades fisicom ecánicas de los m etales son bien conocidas por
los ingenieros y pueden ser controladas en lab o rato rio . En cam bio, la resis-
ten cio a a la corrosión es una propiedad in trín se ca del m etal, que adem ás
depende de las c a ra c te rís tic a s del medio con el cual va a e sta r en c o n ta cto .
De ahí que estab lecid a la a p titu d física y m ecánica del m a teria l, el mismo
no puede quedar co nv en ien tem en te clasificad o para un fin si no se conocen
o reproducen las condiciones que im perarán en servicio. El estudio bibliográ­
fico de cada caso p a rtic u la r es una ayuda muy con ven ien te, pues la m ayoría
de los m etales de aplicación común han sido estudiados d e ta lla d a m e n te y
son reconocidos por la ex p eriencia de largos años de uso.
En general, la corrosión de los m etales en los edificios es un proceso
que se verifica lentam ente. En tiem pos pasados no se to m ab a dem asiado en
c u en ta debido a que las instalacio nes m etálica s se con struían con un am plio
m argen de seguridad. A ctu alm en te las p rá c tic a s trad icio n a le s de la
construcción han experim en tad o cam bios m arcados. La celerid ad de
construcción de acuerdo con nuevas téc n ic a s exige elem entos au xiliares no­
vedosos cuyo em pleo im plica a veces riesgos de corrosión. Por ej. los a d iti­
vos em pleados, para o b ten er m o rtero s livianos y de fraguado rápido, la u tili­
zación de acero s tensionados que exhiben una susceptib ilid ad m an ifie sta a
c ie rto s tipos de corrosión, el em pleo de m aderas p ara el apoyo de tech ad o s
m etálicos que fre c u e n te m e n te son tra ta d o s con p reserv ad o res que pueden
ser agresivos para los m etales, los m etale s m ismos, que pueden d iferir en
la com posición de c ie rto s elem en tos m enores que si bien no a lte ra n sus pro­
piedades m etálica s pueden hacerlo s sensibles a la corrosión, la presencia
de m etales disím iles en c o n ta c to , que provoca el d e te rio ro de uno de ellos
m ientras el o tro perm anece in alterad o , e tc .
A las consideraciones de orden técn ico enunciadas se agregan las con­
diciones económ icas a c tu a le s que prom ueven la reducción de los índices de
seguridad, con el consiguiente ahorro de m a te ria le s y dejando de lado los
asp ecto s rele v an tes ya citad os.
Todo ello configura un panoram a mucho más riesgoso en lo que se re ­
fiere a la probabilidad de o cu rren cia de fenóm enos de corrosión, puesto que
las nuevas téc n ic a s que se aplican no siem pre e stán av alad as por un cono­

86
cim iento experim en tal prolongado y pueden provocar la aparición de proble­
mas desconocidos y com plejos.
La conveniencia de prevenir inconvenientes indica la necesidad de in­
tervención del esp ecialista no para d e term in ar las causas de un colapso, sino
en la etap a inicial, es decir en el p royecto, cuando se decide la elección de
los m ateriales a em plear y donde se debe te n e r en c u en ta el medio en el cual
deberán cum plir su función. D esafo rtu nadam en te en la p rá c tic a las decisio­
nes en cuanto a elección como las po sterio res de m antenim iento se hacen
en muchos casos sobre baes to ta lm e n te em píricas, excluyendo a los
profesionales que tienen el su fic ie n te conocim iento básico de los fenóm enos
de corrosión y los m étodos de p rotección , requ isito indispensable para
predecir un posible co m po rtam ien to en servicio de un m a te ria l m etálico .
Uno de los conceptos que se t r a ta de re m a rc a r es la necesidad de p a r­
ticip ar a ctiv a m en te en el proyecto de una e stru c tu ra , equipo, m áquina, e tc .
y fundam entalm ente te n e r en cu en ta el diseño que se va a ad o p tar, por cuan­
to hay algunos diseños que por sus c a ra c te rís tic a s hacen im posible o d ificu l­
tan el m antenim iento po sterio r.
R eiterando estos conceptos, se deben aunar esfu erzos para seleccio n ar
los m ateriales más adecuados, diseñar c o rre c ta m e n te las piezas y disponer­
las en las e stru c tu ra s o equipos de m anera de poder e fe c tu a r su
m antenim iento sin problem as, aunando así las consideraciones e s té tic a s con
las funcionales y com patibilizando todo ello con los req u erim ien to s
m ecánicos y de resisten c ia a la corrosión.

EL DISEÑO

En todos los casos el diseño de los com ponentes m etálico s debe e sta r
vinculado con las c a ra c te rís tic a s de re siste n c ia a la corrosión de cada m a te ­
rial en p a rtic u la r y en relació n con sus propiedades m ecánicas. Cuando se
diseñan cañerías, tanques, desgües, e tc ., tien e im p o rtan cia el espesor de
pared, pues el fenóm eno de corrosión involucra el m etal todo. En g eneral,
el m argen de seguridad que se tom a es del orden del doble del que se obtien e
por cálculo, fa c to r é ste que tie n e en cu en ta la d ife re n te velocidad de co rro ­
sión en d istin tas p a rte s de un elem en to , ya que la corrosión no siem p re ocu­
rre , como se verá, u n iform em ente, sino que e sta situ ació n es, en la p rá c tic a ,
la menos frec u e n te .
Algunas consideraciones fu n d am en tales sobre diseño se exponen a con­
tinuación.
a) Seleccionar com binaciones de m etales que se e n cu en tren lo más pró­
ximos e n tre sí en la serie galván ica (listado de los m etale s y aleacio n es de
uso común en orden de rea ctiv id ad fre n te a un m edio determ inado ). Las d ife ­
ren cias de potencial que generan las d istin ta s cuplas g alván icas dan, en p ri­
m era in stancia, el grado o intensidad del posible proceso corrosivo.
b) Evitar la relación desfavorable de superficies e n tre el m etal anódi-
co, que su frirá corrosión, y el cató d ico , que será el protegido. La relació n
m ás favorable es disponer un ánodo grande fre n te a un cáto do pequeño, pues
de e sta m anera, para un flujo de c o rrie n te d eterm in ad o , la densidad de co­

87
rrie n te sobre el áre a anódica será mucho m enor y, en consecuencia, la co rro­
sión sera mucho menos intensa.
c) Aislar com pletam ente los m etales disím iles siem pre que sea posible,
por medio de plásticos o de pin tu ras adecuadas. Los rev e stim ie n to s deben
ser cuidadosam ente seleccionados por sus c a ra c te rís tic a s de re siste n c ia y
aplicados sobre las áreas anódicas.
d) En los casos en que ello resu lte posible, ag reg ar a los líquidos c irc u ­
lan tes inhibidores, es d ecir sustancias que se c a ra c te riz a n por cuan to , en
pequeñas proporciones, reducen sig n ificativ am en te la agresividad del medio.
e) Diseñar las partes anódicas de modo de asegurar su fá cil reem plazo
o h acerlas de m ayor espesor para prolongar su vida útil.
f) Instalar un tercer m etal que sea anódico con re sp e c to a los o tro s
dos m etales p resen tes, lo que co nstitu ye el fundam ento de la p ro tecció n c a ­
tó dica.
g) Diseñar correctam ente , en el caso de recipientes, las zonas de dre­
naje, evitando sitios estancos o de d ifícil lim pieza, así com o tam bién la
posibilidad de acum ulación de residuos sólidos.
h) Evitar la formación de solapas abiertas en la unión de chapas sup er­
puestas por m edio de rem ach es, porque siem pre quedan ranu ras que p erm iten
la p en etració n del a g en te agresivo; es p refe rib le o p ta r por soldaduras,
elim inando zonas o rincones c rític o s por relleno con m a te ria l de a p o rte .
i) Evitar la formación de intersticios que siem pre se e n cu en tran
p resen tes en todas las e stru c tu ra s en las zonas de aco p lam ien to de piezas
o chapas, en las roscas de tornillos y bulones y en los o rificio s de los
rem ach es. Todos estos son lugares c rític o s desde el punto de v ista de la
corrosión, y es necesario p ro teg erlo s. Cuando las p a rte s enro scad as se
a lte ra n , se generan depósitos de productos de corrosión que aflojan las
uniones o que a veces tienen un e fe c to de soldadura, sellando to rnillo o bulón
con la ro sca. Debe asegurarse la elim inación o reducción al m ínim o de la
hum edad sellando la com unicación con el e x te rio r por m edio de su stan cias
adecuadas.
Los casos enum erados p re c e d e n te m e n te tienden a preven ir la corrosión
galvánica (a h a sta e) y la corrosión por g rie ta s o hendiduras (f h a sta i).
Se en tiende por corrosión galvánica la que tien e lugar cuando dos
m etales están en c o n ta c to d ire c to o unidos a tra v é s de un m edio conductor
(p.ej. un e le c tro lito ). Se g en era en esas condiciones una d ifere n cia de
p o ten cial que produce flujo de c o rrie n te e lé c tric a y e sto hace que el m etal
menos re s is te n te a la corrosión se ata q u e (ánodo de la pila que se form a)
y el más re s iste n te quede protegido (cátodo).
La corrosión por grietas o hendiduras ("crevice corrosión") es un tipo
de a taq u e localizado que se produce d en tro de g rie ta s , hendiduras u o tra s
irreg u larid ad es, cuando el m etal e n tra en c o n ta c to con un m edio corrosivo.
La corrosión por g rie ta s e stá g e n eralm en te asociada con pequeños volúm enes
de solución estan cad o s en las fallas del m e tal enum eradas p re c e d e n te m e n te .
Rotura por corrosión-tensión ("stress corrosión cracking"). E ste
fenóm eno se produce por la p resen cia sim u ltán ea de una tensión m ecán ica
o residual y de un m edio corrosivo de c a r a c te ris tic a s e sp ec ífic as. D u ran te
el proceso, el m etal o la aleació n perm an ecen v irtu a lm e n te in altera d o s en

88
la superficie, en ta n to que finas fallas progresan en su in te rio r. El fenóm eno
se produce por un m ecanism o todavía no co m pletam en te conocido,
habiéndose elaborado una serie de teo rías al resp ecto . Los m étodos de
prevención que se adoptan, por el m om ento, son en gran p a rte em píricos o
de n a tu ra le za general. Los más im p o rtan tes se citan a continuación:
a) R educir la tensión por debajo de un c ie rto um bral c a ra c te rís tic o
de cada caso. Ello puede conseguirse m ediante tra ta m ie n to térm ico
adecuado, aum entando el espesor de una sección o dism inuyendo la carga
que soporta.
b) E lim inar del m edio com ponentes crític o s. Puede h acerse por
degasificación, dem ineralización, d estilación , e tc .
c) C am biar el m etal o la aleació n por otros no susceptibles, sin a lte ra r
la esencia del proyecto.
d) A plicar p ro tecció n c a tó d ic a por ánodos de sacrificio o por c o rrie n te
im presa.
e) A gregar al siste m a inhibidores, si ello re su lta fa c tib le .

CORROSION POR PICADO

Es una de las peores form as de corrosión (T,p ittin g M) y consiste en la


localización del ataq u e en una zona, lo que tra e como consecuencia la
p erforación del m etal en form a de agujeros. E ste tipo de corrosión es
cau san te im p o rtan te de fallas sig n ificativ as en instalacio nes, equipos,
cañ erías, e tc ., siendo muy difícil de prever m ediante ensayos de lab o rato rio .
La m ayor p a rte de los ata q u es de e ste tipo son provocados por la
presencia de ion cloruro en el m edio. Los acero s inoxidables son las
aleaciones en general más su scrip tib les al picado, y para su prevención se
recom ienda la lim pieza de los equipos fabricados con e ste m a te ria l. De e sta
m anera un a taq u e in cip ien te, debido p rin cip alm en te a la acum ulación de
residuos sólidos, no progresa en form a lo calizad a, al quedar disem inado en
toda la superficie.

BIBLIOGRAFIA

P odestá, J .J .- M anual E com ar de Prevención de la C orrosión M etálica en la


e ta p a de diseño. SENID, Servicio Naval de Investigación y D esarrollo, 1-27,
Buenos A ires (1983).

89
PROTECCION TEMPORARIA DEL ACERO PREVIA A SU

EMPLEO EN OPERACIONES DE TALLER

J.J. Caprari*

* CIC-Carrera del Investigador del CONICET,


INTRODUCCION

Los recubrimientos de protección temporaria se em plean en aquellos


casos en que es necesario p ro teg er co n tra la corrosión chapas o p erfiles a re ­
nados o granallados destinados a construcciones m etálicas o p a rte s m aquina­
das esp eciales (arm as, piezas de repuestos para equipos m ilitares o navales).
Esto p erm ite el alm acenado luego de su fabricació n y h a sta el m om ento de
ensam blado, em balaje, em barque o uso, d uran te lapsos variables.
El principio básico de acción de estos p ro te c to re s es el de producir,
en prim er térm ino, un e fe c to barrera, aislando el m a te ria l del m edio e x te ­
rior; co m p lem en tariam en te tienen un e fe c to inhibidor ya que, en la m ayoría
de los casos, se incorporan sustancias orgánicas que actú an como tales.
Es prim ordial que ex ista un buen c o n ta c to e n tre el su stra to a p ro teg er
y el producto antico rrosiv o, por lo que é ste debe ser de fácil aplicación, de­
berá recu b rir uniform em ente la su p erficie y te n e r en g eneral buena adhe­
sión.
El inhibidor no debe reacc io n ar con la su p erficie m etálica y podrá
ser rem ovido sin que se produzcan daños en la m ism a. Su presencia no debe
a lte ra r las c a ra c te rís tic a s su p erficiales del m etal, lo que podría re p e rc u tir
d esfavo rablem ente sobre la pieza d uran te su em pleo en servicio.
En la búsqueda in cesan te de nuevos m étodos sobre e ste tem a, han
tenido lugar p erm an en tes avances, con aparición de los sig uientes productos:
a c e ite s y ceras an tico rro siv as, ag en tes d e sh id ratan tes, papeles p ro te c to re s
con inhibidor incorporado, inhibidores en fase vapor, bandas de m a te ria l
p lástico y lacas y películas orgánicas (llam adas com únm ente b arnices p ela-
bles). C ada uno de esto s m ate ria le s tien e d istin ta s aplicaciones y se
em plean en función del tipo de pieza a p ro teg e r, del lapso de protecció n ne­
cesario y del costo.

ACEITES Y CERAS ANTICORROSIVAS

Los a c eites anticorrosivos pueden ap lica rse puros, diluidos en disol­


ventes orgánicos o emulsionados.
Los a ceites puros son a c e ite s m in erales de variado rango de viscosi­
dad; de dicha viscosidad depende el espesor de p elícula que se o b tien e y que
oscila e n tre 5 y 7,5 m. Form an un recu b rim ien to tra n sp a re n te , que puede
ser elim inado a n te s de la utilizació n del m a te ria l pro teg id o em pleando
disolventes (por inm ersión o en fase vapor), em ulsiones lim piadoras o lavado
alcalino. Su uso e stá restrin g id o exclusiv am ente a la p ro tecció n del a c e ro
alm acenado en in te rio re s y pro teg id o de la acción d ire c ta de los a g en tes
a tm o sfé ric o s. La duración de la p ro tecció n varía e n tre 4 y 6 m eses.
Los a c eites con disolventes son m a te ria le s form ad ores de película,
derivados del p etró leo , que contienen inhibidores d isuelto s. Una vez evapo­
rado el disolvente se form a una película dura o blanda, de acuerdo a la
fracció n de origen, de color negro, de poder cu b ritiv o v ariab le, con espesores

93
de 5 a 10 ym. Estos productos, depositados en varias capas, pueden alc an z ar
un espesor de película seca de hasta 50 y m. Del espesor aplicado depende
el proceso de elim inación a elegir: para películas finas se em plean disolven­
te s y p ara las gruesas lavado alcalino. Estos productos se utilizan para la
protección de piezas alm acenadas en depósitos y sólo en form a aislada para
uso e x te rio r. De dichas condiciones depende su duración, que oscila e n tre
seis m eses y dos años.
Las emulsiones anticorrosivas son p reventiv as de la corrosión; se tr a ­
ta de productos derivados del p etró leo , m odificados p ara fo rm ar em ulsiones
estab les cuando se m ezclan con agua. Se form a una película oleosa más o
menos cu b rien te, de un espesor m áxim o de 5 y m, que puede ser elim inada
por m edio de disolventes diversos. Se em plean exclusiv am en te en la p ro te c ­
ción de piezas ubicadas dentro de depósitos cerrad o s y la duración v aría en­
tre 1 y 2 años.
Las ceras anticorrosivas son productos de base cerosa, con inhibidores
incorporados los que, luego de calen tad os, se pueden ap lica r a pincel, inm er­
sión o so plete, para form ar una película blanda o firm e según la com posición
y cuyo color es am barino, m arrón o negro. El espesor que se obtien e oscila
e n tre 40 y 80 ym y se elim inan por lavado en c a lie n te con álcalis o con disol­
ventes orgánicos. Se em plean in d istin tam en te en in te rio re s o e x te rio re s y
la p ro tección varía e n tre 3 años, en el prim er caso, y 1-2 en el segundo. Se
usan en g en eral en la p ro tecció n de piezas alm acen adas que se m antienen
fu era de servicio du ran te lapsos prolongados, como es el caso de los rep ues­
tos de grandes m aquinarias civiles o m ilitares.
Una v a ria n te más m oderna es form ar encapsulados, fab rican do una
e stru c tu ra filam en to sa con un m a te ria l p lástico especial de aplicación en
frío, cuyos hilos se tensan por coagulación y sobre la cual se deposita a so­
p lete una c e ra an tico rro siv a.
Los p ro te c to re s tem po rario s citados pueden a p licarse con pincel, por
inm ersión o con so plete en frío, si así lo p erm ite el tipo de producto, o en
calie n te en el caso de los sólidos, como las ceras.
En g en eral se em plean en la p ro tección de m etale s ferro so s y se de­
ben usar con ex trem o cuidado sobre los m etale s no ferrosos, pues ex iste
riesgo de a ta q u e. A ntes de su aplicación es n ecesario elim inar im purezas
o grasitud de la su p erficie m ediante lim pieza alcalin a, disolventes o em ul­
siones según el m etal. Si se ha producido corrosión, los productos ta le s como
óxidos, su lfato s, cloruros, e tc ., tam bién deben ser elim inados.

DESHIDRATANTES

Cuando las condiciones de exposición no son muy sev eras y el em b ala­


je de la m áquina es de a lta calidad, suele ser su fic ie n te colocar a n te s de
c e rra r el re c ip ie n te , bolsas con productos d e sh id ra ta n te s (sílica-gel), que
absorben la hum edad que pueda p e n e tra r desde el e x te rio r. E sta té c n ic a es
e fic ie n te por períodos co rto s (2 a 6 meses) y el cam bio de color que se pro­
duce en las p erlas de m a te ria l u tilizado indica el grado de satu ració n que
alcan za el mismo y por lo ta n to el m om ento en que se hace n ecesario su

94
reem plazo.

PAPELES CON INHIBIDOR INCORPORADO

E ste tipo de protección com bina el principio de b a rre ra con la form a­


ción sobre el m etal de una capa p ro te c to ra que inhibe el d e te rio ro sin a fe c ­
ta r las propiedades de la su perficie.
Se confiere al papel una resisten c ia su ficien te como para to le ra r soli­
citacio n es m ecánicas de variada intensidad. Según las condiciones am b ien ta ­
les, pueden agregarse, adem ás de inhibidores, productos fungicidas de a lta
tensión de vapor para e v ita r el ataq u e del papel cuando e sté expuesto en
condiciones de elevada hum edad re la tiv a .
Es una té c n ic a aplicable a piezas de poco volum en, p ara p ro teg e rla s
durante períodos cortos (durante el tra n sp o rte o alm acenaje).

INHIBIDORES EN FASE VAPOR

Se denom inan tam bién inhibidores V.P.I. ("vapor phase inhibitors")


y se em plean en el in te rio r de cajas p ara em balaje de piezas de gran p re c i­
sión. E sta té c n ic a exige c o n ta r con a lta im perm eabilidad de la caja, ya que
el inhibidor se e n cu e n tra en fase vapor d en tro del re c in to y las fugas red u ci­
rán el lapso de p ro tecció n . El m étodo es e fic ie n te si el producto a em p lear
se selecciona teniendo en cu en ta su tensión de vapor y la te m p e ra tu ra ,
dism inuyendo así la co n cen tració n de inhibidor en el a m b ien te de la caja por
debajo de los valores mínimos n ecesario s p ara log rar p ro tecció n .
Los productos u tilizados pueden co m p o rtarse com o inhibidores anódi-
cos o cató dicos. Los prim eros poseen en algunos am b ien tes tensión su p e rfi­
cial in su ficien te, hum ectando mal la su p erficie y produciendo una deposición
discontinua de inhibidor, con aparición de lugares no protegidos, donde se
produce corrosión.
Las sustan cias más adecuadas son las que form an película ("film
form ing") ta le s como las aminas (form olina, hexilam ina) o los ácidos orgáni­
cos de peso m olecular m edio (ácido salicílico , ácido benzoico o sus sales,
e tc .).
Los hidrocarburos tienen muy baja tensión de vapor y son oxidables,
a excepción de las p arafin as, que se pueden em p lear en form a de p e tro la to s
y cuyo uso va siendo cada vez m enos intensivo.
Se debe a c la ra r que las su p erficies muy rugosas pueden rom per la
película p ro te c to ra y que am inas poco e sta b le s pueden lib e ra r am oníaco y
producir corrosión, en esp ecial cuando hay d ife re n te s m eta le s en c o n ta c to
(cobre y h ierro por ejem plo).

95
BANDAS PLASTICAS

Son bandas im pregnadas con hidrocarburos, con las que se envuelve


la pieza y se la aisla del medio am biente. En función de su com posición pue­
den em plearse valores de te m p e ra tu ra tan ex trem o s como -20 y 140°C. La
pieza suele so m eterse prim ero a la acción de un recubrimiento de
conversión, em pleando fo sfa tiz a n te s, crom atos y ox alatos, form ándose sobre
la sup erficie una película de pocos m icro m etro s de espesor, que au m en ta
la resisten c ia a la corrosión.

LACAS Y PELICULAS ORGANICAS

D entro de e ste grupo se consideran sólo las películas rem ovibles, que
se conocen con el nom bre de barnices pelables. Se t r a ta de recu b rir el objeto
con una película de poca adh eren cia en e ste caso p a rtic u la r, que puede ser
quitada por tracció n sin dejar ra stro s sobre la pieza.
La aplicación puede re a liz a rse por inm ersión, en el caso de piezas
chicas, o por sopleteado en las grandes. La película obtenida, luego de la
evaporación de los disolventes, debe te n e r buena re siste n c ia m ecánica, y
no ser a ta c a d a por ácidos, bases, hidrocarburos, g rasas y a c e ite s .
Dado que son productos no convertibles, es d e cir que la película se
form a por sim ple evaporación del disolvente, son sensibles al disolvente de
la resina. Las resinas em pleadas a c tu a lm e n te son polím eros vinílicos no in­
flam ables, de a lta im perm eabilidad, buena ela stic id ad y d u reza, obteniéndo­
se un espesor mínimo de 25 um en las grandes e s tru c tu ra s (que deben p ro te ­
gerse por poco tiem po) h a sta 100 y m para las piezas pequeñas (a p ro teg e r
du ran te lapsos prolongados).
D entro de e ste grupo se pueden incluir las películas de látex , form u­
ladas incorporando un inhibidor (benzoato de sodio, n itrito de sodio, e tc .),
pues de lo c o n tra rio provocarían la oxidación del m etal. La película final
tien e un espesor sim ilar al m encionado p re c e d e n te m e n te y buena re siste n c ia
a la abrasión.
Por últim o es n ecesario a c la ra r la conveniencia de que, al m argen
de e sta s consideraciones de tipo gen eral, en los diversos casos p a rtic u la re s
que se p resen tan se consulte a los e sp ec ialistas, los que, sobre la base de
los datos que se le ap o rten , podrán aco n sejar la solución correspo nd iente
para cada caso p a rtic u la r.

BIBLIOGRAFIA

Murphy, J . A., e d ito r.- Surface preparation and finishes for m etáis. Me Graw
Hill Book Co., N.Y. (1971).
Spring, S.- Preparation of m etáis for painting. R einhold Publish. Co., N.Y.
Ti 965).

96
LOS RECUBRIMIENTOS METALICOS APLICADOS POR PROYECCION

Y SU EFICACIA EN LA PROTECCION DE ESTRUCTURAS DE ACERO

J.J. Caprari*

* CIC-Carrera del Investigador del CONICET


INTRODUCCION

El problem a de la corrosión de e stru c tu ra s de acero ha conducido a


desarrollar m étodos de protección cuya base fundam ental es la aplicación
de cu b iertas a rtific ia le s, orgánicas, inorgánicas o m etálicas, que aislan el
m etal del medio que lo rodea.
Estas películas p ro te c to ra s se producen en algunos casos en form a
n a tu ra l, estando constituid as por los productos del ataq u e inicial del m etal.
Sólo son p ro te c to ra s aquéllas a lta m e n te insolubles, form adas en íntim o con­
ta c to con la base, y con c a ra c te rís tic a s de continuidad y gran ad heren cia.
Es el caso del plomo en c o n ta c to con ácido sulfúrico, del cinc o del alum inio
expuestos a la acción del oxígeno del aire, e tc .
Los productos de reacción del hierro con el medio am biente, en cam ­
bio, son flojos, esponjosos, poco a d h eren tes y aum entan de volumen c o n ti­
nuam ente. Al cabo de algún tiem po, variable según la agresividad del m e­
dio, se desprenden y dejan o tra vez el m etal expuesto, con lo que el ataq u e
continúa, pudiéndose llegar a la d estrucción com p leta.
Las películas a rtific ia le s pueden ser de los tipos m encionados más
arrib a. Los recubrimientos m etálicos, que son los que se considerarán en
este capítulo, se basan en el uso de cinc, alum inio, plomo, estaño , a ce ro ino­
xidable y algunas aleaciones especiales, que se aplican en form a de película
sobre sup erficies de acero.
Los rev estim ien to s m etálico s se clasifican, de acuerdo con el m eca­
nismo por el cual se produce la p ro tecció n , en recubrimientos nobles, que
utilizan m etales o aleaciones más nobles que el a ce ro (p lata, níquel, bronce,
cobre, plomo) y en recubrimientos de sacrificio, en los que el m etal a p lica ­
do es el que se a ta c a , m anteniéndose in alterad o el a cero .
Los revestim ientos nobles p rotegen por una acción de b a rre ra ,
debiendo quedar c o m p letam en te aislado el m etal de base del medio am bien­
te . Se u tilizan ta n to para la p ro tecció n como desde el punto de v ista d eco ra­
tivo. No sirven en m edios conductores, ya que al sum ergir el sistem a m etal
b ase-m etal noble en un e le c tro lito , cualquier d e fe c to de la película (poros,
raspaduras, e tc .) que deje al d escu b ierto el su stra to , lleva a la producción
de una c o rrie n te galvánica, que d e te rio ra el acero lo ca lm e n te en form a mu­
cho más rápida que si e stu v ie ra sin p ro teg e r.
En cam bio los recubrim ientos de sacrificio a ctú an pro teg ien do c a tó ­
d icam en te (es el caso del cinc); la c o rrie n te galván ica c ita d a se e n cu e n tra
in v ertid a con re sp ec to al caso a n te rio r, quedando p ro teg id a la base a expen­
sas de la le n ta d estrucción del re v e stim ie n to .
En cualquiera de los dos casos citad o s es muy im p o rtan te el grado
de porosidad final, que depende del espesor y de la continuidad de la película
aplicada.
La porosidad y la rugosidad de la su p erficie ob ten id a son tam bién im­
p o rta n te s si se decide p in ta r p o ste rio rm en te la c u b ie rta m etá lic a , lo que
puede h acerse ta n to com o p ro tecció n c o m p lem en taria com o por e fe c to s de­
co rativ o s.

99
PREPARACION DE LA SUPERFICIE

P ara conseguir una adhesión apropiada, un m etalizado por proyección


exige una superficie de base con un c ie rto grado de rugosidad, variable según
el m etal a p ro y ec tar y al espesor de película a ap lica r. Las películas de alto
espesor requieren una base más rugosa que las de bajo espesor; el alum inio
req u iere m ayor rugosidad que el cinc; e tc .
P ara lograr esa rugosidad la su p erficie de base debe ser aren ad a o
g ran allad a, regulándose la acción abrasiva m ediante el m anejo de variables
ta les como tipo de abrasivo, distribución del tam añ o de p a rtícu la , d iám etro
de boquilla y d istan cia boquilla-objeto. La ex p erien cia d em u estra que, para
la m ayoría de los m etales em pleados, la rugosidad óptim a se en cu e n tra e n tre
40-60 Pm. Se logra así en el nivel más bajo (40 pm) una buena adhesión al sus­
tra to . A cotando el lím ite máxim o se e v ita un g asto innecesario de m a te ria l,
dado que a m ayor rugosidad se debe p ro y ec tar m ayor can tid ad de m etal para
lograr un espesor mínimo adecuado sobre los picos.

MECANISMO DE FORMACION DE LA PELICULA

El proceso de m etalizado consiste en la proyección de una lluvia de


partículas de m etal, finam ente dividido y en estado de fusión, sobre la super­
ficie a tratar. P ara e sta operación se u tiliza una p istola, cuyo m ecanism o
interno depende del tipo de m a te ria prim a que se u tilic e (polvo muy fino o
alam bre).
El m a te ria l llega a la boquilla aspirado o inyectado (polvo) o tran sp o r­
tado (alam bre). En la m ism a es fundido in sta n tá n e a m e n te por una llam a de
gas de a lto poder calórico. El m etal ato m izad o adquiere form a e sfé ric a y
sale despedido a a lta velocidad por e fe c to de la presión de los gases de com ­
bustión. Al lleg ar a la su p erficie a m e ta liz a r se tra n sfo rm a en discos irregu ­
lares como consecuencia del im pacto , y p e n e tra en los poros, solidificando.
En operación, la p istola es b a sta n te p a re cid a a las em pleadas p ara
p in tar, y a igual que é stas debe e sta r ubicada a una d istan c ia d ete rm in a d a
de la su p erficie de trab a jo (12-15 cm) y p erp end icu lar a ella. El desp laza­
m iento sobre la p ieza debe ser regu lar y cada tram o deberá superponerse
con el a n te rio r, de m anera de aseg u rar la continuidad del recu b rim ien to .
Es conveniente la aplicación de m anos cru zadas y el espesor debe ser cuida­
dosam ente controlado a fin de aseg u rar su uniform idad.
Las d istin ta s variables que in tervienen en la operación tien en influen­
cia sobre las c a ra c te rís tic a s y propiedades finales del recu b rim ien to . Así
la adhesión, re su lta función de la prep aració n de la su p erficie, de su te m p e ­
ra tu ra , de la presión de los gases de com bustión y de la pu reza del m etal
p royectado. Una pieza, adem ás de la c o rre c ta p rep aració n de la su p erficie,
debe e s ta r muy lim pia, debiéndose elim inar cu id ad osam ente todo vestigio
de grasas, a c e ite s , polvo, e tc . Es conveniente el c a le n ta m ie n to de la su p e rfi­
cie de base a n te s de la proyección para elim inar la hum edad y red u cir los

100
e fe cto s del choque térm ico que se produce al tom ar c o n ta c to las p artícu las
fundidas con dicha superficie. Así se reducen los e fe c to s de contracción de
la película aplicada, se logra un más adecuado llenado de las cavidades e
irregularidades del m etal y se m ejora la adhesividad.
Los gases de com bustión deben llegar a la boquilla en la proporción
e x a c ta para lograr una adecuada fusión, y a presión variable según el m etal
a p ro y ec tar. Además el m etal deberá e s ta r seco y libre de im purezas.

TIPOS DE METALES Y USOS

El desconocim iento por p a rte de técn ico s y aplicadores del com por­
tam ien to de los d ifere n te s m etales fre n te al medio am biente y la im p o rtan ­
cia del espesor final logrado, puede conducir a una aplicación in co rre cta,
sin lograrse la resisten c ia p rev ista.
El cinc es el m etal más c o rrie n te m e n te utilizado en m etalizació n.
Por tra ta rs e de un recubrim iento de sa crificio , su duración es proporcional
al espesor aplicado. P ara un m a teria l que luego será pintado, son suficientes
espesores de cinc de 25-30 ym; si serán utilizados sin rec u b rim ien to p o sterior
son n ecesarias capas de 150 vm. R esiste en condiciones am b ientales norm ales
(form ación de óxido y carbonato de cinc, insolubles) pero se a ta c a en medios
industriales (dióxido de azu fre), m arinos (cloruro) y tam bién en medios a lc a ­
linos y lig eram en te ácidos. El cinc que se u tiliza debe te n e r una pureza de
99,7 a 99,9 por cien to.
El aluminio debe ten e r la m ism a pureza que el cinc y se aplica en es­
pesores sim ilares. Es apto para am b ien tes de elevada hum edad y re siste
tam bién la acción de la intem p erie (medios m edianam ente contam inados).
R esiste el calor (hasta 900°C) pero no puede usarse en m edio alcalino.
El estaño se usa en la p rotecció n de chapas de ace ro d estinad as a la
confección de rec ip ie n tes para uso diverso (alim entos, p in tu ras, resinas, di­
solventes y diluyentes, etc.); es m oderadam ente re s is te n te a los ácidos, con
excepción del a c é tic o .
El plomo, en espesores del orden de 500 wn, p ro teg e el a ce ro c o n tra
ácidos y a tm ó sfe ras muy agresivas.
El cobre y sus aleaciones, por su costo, se u tilizan casi exclusivam en­
te con fines o rn am en tales.
El níquel se em plea, p .ej., p a ra la p ro tecció n in te rio r de cuerpos de
bombas de circulación de su stan cias quím icas, aplicando espesores elevados.
F in alm ente, el acero inoxidable (aleación 18/8) p e rm ite e fe c tu a r el
re v e stim ie n to in te rio r de rec ip ie n tes de h ierro destinados al a lm acen am ien to
de líquidos.
El alum inio, el cobre, el níquel y el a ce ro inoxidable pueden, adem ás,
pulirse a espejo por p rocedim iento s esp eciales.

EL PINTADO DE LAS SUPERFICIES METALIZADAS

Cuando el m a te ria l a p ro teg e r es el acero , los m etale s más u tilizad o s


son el cinc y el alum inio, ya que en muchos m edios am bos son anódicos re s ­
p ecto a aquél por lo que el e fe c to b a rre ra se ve refo rz ad o por una acción

101
electroqu ím ica.
Un rev estim ien to de cinc o alum inio som etido a la acción d ire c ta del
medio agresivo puede asegurar una e x ce le n te p ro tecció n del a c e ro si se han
establecid o prev iam en te las c a ra c te rís tic a s de dicho m edio y aplicado sobre
la su perficie un espesor su ficien te de m etal.
Es frec u en te la aplicación de pintura sobre el m etalizad o para c o n tri­
buir a su preservación o, sim plem ente, por razones e s té tic a s .
A pesar que la rugosidad obtenida re su lta su fic ie n te para aseg u rar
p e rfe c ta adhesión de la pintu ra, es siem pre recom endable la aplicación de
un Mw ash-prim erMvinílico, form ulado ad ecu ad am en te p ara e ste uso p a rtic u ­
lar. Un Mw ash-prim erM vinílico form ulado para ser aplicado sobre a ce ro a re ­
nado es inadecuado porque su elevada acidez residual puede re s u lta r muy
agresiva para una capa de a lta porosidad como el m etalizad o . Las im prim a­
ciones re a c tiv a s a p tas p ara e ste uso no deben c o n te n er más de 3,5 por cien to
de ácido fosfórico libre una vez rea liz ad a la m ezcla. E ste producto no tien e
acción an tico rro siv a a pesar de e sta r form ulado con pigm entos inhibidores;
su finalidad es la de elim inar la hum edad re te n id a en los poros y la que se
puede condensar sobre la sup erficie en el lapso tran scu rrid o e n tre la m e ta li­
zación y el pintado. Se e v ita así un e fe c to perjudicial sobre la adhesión que
debe te n e r la capa de pintura.
La elección del sistem a es función de las c a ra c te rís tic a s de ag resiv i­
dad del m edio y de las condiciones de exposición (inm ersión o intem perie)
de la pieza a p ro teg er.
La p intura de im prim ación que se ap lica p ara m ejo rar la adhesión de
la capa de acabado, debe ser lo su fic ie n te m e n te fluida (baja consistencia)
como p ara p e n e tra r y sellar los poros de la su p erficie m etaliza d a. Debe po­
seer adem ás baja acid ez y su fic ie n te estab ilid ad com o para que e sta no au­
m ente por e fe c to del env ejecim ien to de la película, ya que un m edio de a lta
acidez puede rea cc io n ar con el cinc o el alum inio.
En g en eral se pueden em p lear co n ju n tam en te con el cinc re v e stim ie n ­
tos epoxídicos o poliuretánico s si la pieza es ex pu esta a agua salada, e x te n ­
diéndose las posibilidades a p intu ras bitum inosas, caucho clorado, vinílicas
y epoxibitum inosas en orden de resiste n c ia p ara inm ersión en agua dulce.
El alum inio es co m patib le con m ayor núm ero de sistem as en agua sa ­
lada ya que tien en buen c o m p o rtam ien to las p in tu ras de tipo bitum inoso,
fen ó licas, caucho clorado, epoxídicas, epoxibitum inosas y p oliu retan os a los
que se deben a g reg ar las resinas alquídicas si la inm ersión se re a liz a en agua
dulce.
P ara in tem p erie se pueden reco m en d ar sistem as alquídicos, fenólicos,
vinílicos, de caucho clorado, epoxídicos y po liu retán ico s.
P ara todos los tipos de exigencias m encionadas p re c e d e n te m e n te ,
los resu ltad o s m ejoran n o to ria m e n te si se aplica p rev ia m e n te una capa de
!Y;ash-primerMvinílico con bajo contenido de ácido fo sfórico.

BIBLIOGRAFIA

Bockris J.O 'M ., Reddy, A .K .N .- Electroquím ica Moderna. Vol. 1 y 2. Ed.


R e v e rte . España (1978 y 1980).

102
PROTECCION CATODICA DEL ACERO

EN MEDIOS AGRESIVOS

J.J. Caprari*

* CIC-Carrera del Investigador del CONICET,


INTRODUCCION

El problem a del d e terio ro por corrosión que sufren las e stru c tu ra s


de acero en c o n ta c to con medios agresivos (p.ej. agua de m ar, soluciones
salinas, soluciones acidas, etc.), es am pliam ente conocido y el perjuicio eco­
nóm ico que causa anualm ente muy im p o rtan te. Por e sta razón se investiga
p erm an en tem en te sobre los procedim ientos para su p ro tecció n, en un e sfu e r­
zo para en co n trar, sino soluciones d efinitivas por lo menos aquéllas que pue­
dan considerarse como razo nablem ente sa tis fa c to ria s para cada p a rtic u la r
condición de servicio.
La gran m ayoría de los m etales se en cu e n tra en la n a tu ra le za en fo r­
ma de m inerales, constituyendo com binaciones ta les como óxidos, carbona-
tos, sulfatos, sulfuros, e tc . Su transform ación al estad o m etálico ocasiona
un gasto de energía. Considerado el problem a desde el punto de v ista term o -
dinám ico, dichas com binaciones co nstituyen su estado n atu ral, al cual tie n ­
den a volver una vez que se las ha transform ado en m etales.
T ratándose del acero, e ste proceso espontáneo se re a liz a con b a sta n te
rapidez, dependiendo la velocidad de reacción de las c a ra c te rís tic a s del m e­
dio, de su -composición, te m p e ra tu ra , e tc . Es indudable que los ag en tes más
agresivos para este m etal lo con stitu yen el agua de m ar y diversos e le c tro li­
tos, esp ecialm en te soluciones de ácidos.
En el caso del agua de m ar, su acción varía tam b ién de acuerdo con
el tipo de construcción con la que e stá en c o n ta c to , es decir si se t r a ta de
e stru c tu ra s fijas (construcciones p o rtu arias, e stru c tu ra s off-shore) o m óviles
(em barcaciones de d ife re n te tipo con casco m etálico). Adem ás de las v a ria ­
bles in h eren tes al acero propiam ente dicho debe ag reg arse la posible p resen ­
cia de m etales más nobles o sus aleaciones, con los que el acero puede fo r­
m ar cuplas e lé c tric a s de variada intensidad.
En los casos citad os el e fe c to del recubrim iento protector puede ser
complementado por la aplicación de protección catódica, tanto por ánodos
de sacrificio como por corriente impresa.

CIRCUITOS EQUIVALENTES

Se utilizan para re p re se n ta r g rá fic a m e n te el proceso e lé c tric o que


tien e lugar en la reacción de corrosión. M ediante los m ism os se diagram an
ta n to las fu erzas o c o rrie n te s im pulsoras de la corrosión, como los d istin to s
fa c to re s de re siste n c ia al pasaje de la c o rrie n te e lé c tric a . D ichas re s iste n ­
cias adquieren d ife re n te s valores y su im p o rtan cia rad ica en el hecho de que
se con v ierten en fa c to re s re ta rd a n te s de la corrosión del a ce ro .
Por su pequeño valor, la re siste n c ia in tern a del m e tal (por el cual c ir­
culan los e le ctro n es de la pila) puede co n sid erarse d e sp reciab le, m ien tras
que la re siste n c ia del m edio agresivo es función de su n a tu ra le z a y de la
com posición quím ica. La m ism a re siste n c ia es muy baja en el agua de m ar,
razón por la cual no se la considera en el cálculo, pero adq uiere im p o rtan cia
en e s tru c tu ra s e n te rra d a s, donde la conducción de las c o rrie n te s de corrosión

105
a trav é s del suelo depende de un mayor núm ero de variables.
Ademas de las m encionadas, hay o tras resisten c ia s que se originan
como consecuencia de la acción de diversos fa c to re s: depósitos de óxido,
películas de m ateria l aislan te (p. ej. una película de pintura), resistividad
del e le c tro lito , e tc . Tam bién la m ala elim inación de los productos de co rro ­
sión contribuye a provocar una dism inución de la velocidad de reacción por
polarización, generándose una fu erza c o n tra e le c tro m o triz debido a la acción
de los productos form ados o a cam bios que se producen en la co n cen tració n
iónica de la in te rfa se .
De acuerdo con la causa que la provoca, la p olarización puede deno­
m inarse polarización por activación, o sea el so b rev o ltaje n ecesario para
iniciar las reacciones anódica y c ató d ic a, que depende de la densidad de co­
rrie n te y de las reaccio n es quím icas que tien en lugar; polarización por con­
centración, cuando los productos de las reaccio n es anódica y cató d ic a produ­
cen cam bios en el medio e le c tro lític o de la in te rfa se m e tá lic a (casi nulo en
el agua de m ar por la rápida elim inación de los iones); y, fin alm en te, polari­
zaciones óhmica y pseudo-óhmica, que tienen lugar en la in te rfa se y son de
c a rá c te r p u ram ente resistiv o. La polarización óhm ica es provocada por cam ­
bios rápidos debidos a los iones que se g eneran d u ran te la electroó sm osis,
por cam bios de te m p e ra tu ra , e tc ., m ien tras que la pseudo-óhm ica e stá con­
dicionada por la p resencia de óxidos y o tra s películas a isla n te s sobre el e le c ­
trodo.
Por lo expuesto p re c e d e n te m e n te la p olarización produce un e fe c to
de pasivado ta n to más p e rfe c to y e fe ctiv o cu an to m ás c o m p acta sea la pelí­
cula form ada sobre la su p erficie o más continuas sean las reaccio n es quím i­
cas que se producen en la in te rfa se . E ste pasivado puede ser a lte ra d o por
fa c to re s que reduzcan o suprim an to ta lm e n te el bloqueo producido sobre
la su p erficie, m odificando las reaccio n es de in te rfa s e o rom piendo la co n ti­
nuidad de la película, produciéndose enton ces una despolarización.
E ste fenóm eno puede ser sum am ente peligroso si se lo caliza sobre
pequeñas zonas, en las que se in crem en ta en form a no table la densidad de
las c o rrie n te s de corrosión. Un ag en te que a c tú a en e ste sentid o es el ion
cloruro p resen te en el agua de m ar, que tien e com o propiedad principal la
de oponerse a la form ación y m an ten im ien to de las películas pasiv antes.
Como e sta acción suele producirse con m ayor frec u en c ia sobre puntos
localizados, estos son lugares donde el acero queda desnudo fre n te al medio
agresivo, m ien tras que el resto de la su p erficie e stá protegido.
A um enta así la densidad de c o rrie n te en esto s lu gares, el a c e ro se
disuelve y se producen peligrosos fenóm enos de corrosión lo calizad a o
"pitting" (picaduras).

FORMAS DE PROTECCION CONTRA LA CORROSION

De lo expuesto p re c e d e n te m e n te se puede deducir que un m edio e fe c ­


tivo de p ro tecció n c o n tra la corrosión, consiste en p rovocar una polarizació n
lo más intensa posible para que se produzca el pasivado.

106
Este pasivado puede lograrse d ire c ta m e n te en la e ta p a de elaboración
del m etal, produciendo las aleaciones apropiadas (aceros inoxidables), por
la aplicación de recubrim ientos aislan tes que se interponen e n tre el su stra to
y medio agresivo, como lo constituyen los recubrim ientos m etálicos (galva­
nizado, niquelado, estañado, etc.), los recu brim ien to s inorgánicos (enlozado,
fo sfatad o , pavonado, e tc .), los recubrim ientos orgánicos (películas de pintu­
ra) o por medio de una acción n e ta m e n te electro q u ím ica como es la protec­
ción catódica.
E sta últim a consiste en tran sfo rm a r toda la su p erficie en un cátodo
donde se produce c o n stan tem en te un proceso de reducción que e v ita la diso­
lución del m etal y d etien e, en consecuencia, el proceso de corrosión.

METODOS DE PROTECCION CATODICA

P ara lograr que toda la su perficie m etálica se tran sfo rm e en cátodo,


hay que llevar el m etal a un valor de p oten cial negativo, lo que puede lo g rar­
se por dos m étodos:
a) Con el em pleo de protecció n cató d ica por ¿nodos de sacrificio se
origina la form ación de un par e lé c tric o e n tre el acero y un m etal menos
noble que él, por conexión d ire c ta .
b) M ediante una corriente impresa, prov eniente de un generador ex­
tern o , cuyo polo negativo se co n ec ta a la e stru c tu ra a p ro teg e r y el positivo
a un ánodo in e rte (g rafito , h ierro , cobre rev estid o de platino, aleación p la ti-
no-paladio, e tc .).
La densidad de c o rrie n te que debe su m in istrar cualquiera de los m é­
todos m encionados para p ro teg e r en form a co m p leta el acero sin re v e stir
sum ergido en agua de m ar es función de la velocidad de d esplazam iento de
este m etal en agua de m ar.
En condiciones e stá tic a s los valores oscilan e n tre 30 y 50 m A.m - ^
m ien tras que si la velocidad se eleva a 20 nudos los valores n ecesario s son
del orden de 90-110 m A.m - ^ que es el caso de las em b arcacio n es en navega­
ción.
Es evidente entonces, que el em pleo de p ro tecció n c ató d ic a como
único ag en te de co n tro l de la corrosión se ría sum am en te costoso. Por ello
su acción se com plem enta utilizando películas p ro te c to ra s, que pueden ser
n a tu rales (depósitos calcáreos) o a rtific ia le s (películas de pintura).
Las películas protectoras naturales se logran aprovechando los dos
e fe c to s que produce la p ro tecció n cató d ic a en agua de m ar: eleva el pH de
la in te rfa se c á to d o -e le c tro lito , llevándolo a valores fu e rte m e n te alcalinos,
e in crem en ta la con cen tració n de iones en las vecindades del cáto do . La in­
te ra cc ió n e n tre am bos fa c to re s causa una a lte ra c ió n de la su p erficie (tiz a ­
do), es decir un depósito sobre el m etal, com puesto fu n d am en talm en te por
carb o n ato de calcio e hidróxido de m agnesio. T anto las c o n cen tracio n es de
cada uno de ellos como las c a ra c te rís tic a s físicas del depósito ¿adherencia,
d u reza, e tc .) dependen de la densidad de c o rrie n te inicial.
A bajas densidades de c o rrie n te el depósito es duro, denso y ad h eren -

107
te . Si la densidad de c o rrie n te es a lta , la película form ada con tien e grandes
cantidades de m agnesio, cuyas sales tornan el depósito blando. E ste e fe c to
es utilizado para p ro teg er e stru c tu ra s cuyas c a ra c te rís tic a s de inm ersión
p erm an en te hacen im posible o difícil el pintado de m an tenim ien to . En e ste
caso, el depósito form ado sirve para p ro teg er el ace ro y dism inuye los reque­
rim iento s de c o rrie n te en un aproxim adam ente 50 a 70 por c ien to re sp ec to
a lo necesario para la protección del m etal desnudo.
Las películas protectoras artificiales se aplican para co m plem entar
la acción de la p ro tección cató d ica y dism inuir los req u erim ien to s de
c o rrie n te . En el caso de un buque p etro lero , p .ej., las zonas c o rrie n te m e n te
protegidas son la obra viva (casco, co d aste, tim ón y hélice) y los tanques
(estab ilizadores, la s tre y c a rg a /la s tre ) y la densidad de c o rrie n te n ece saria
es función del tipo de recu b rim ien to aplicado. P ara p ro te g e r una zona c rític a
como es la de codaste, tim ón y hélice se req u iere una densidad de c o rrie n te
de 220 m.A.m- 2 para el acero desnudo. Estos valores se reducen a
25-35 mA.m^ si dicho acero se pro teg e con un siste m a epoxídico, vinílico
o de caucho clorado, varían e n tre 35-40 m A .m ^ si se em plea un esquem a
convencional y au m en ta por encim a de 50 mA.nrT^ h a sta a lc an z ar el valor
de 210 mA.m “ 2 si el esquem a p ro te c to r es dañado por abrasión, choques,
e tc . El req u erim ien to de c o rrie n te dependerá, en é ste últim o caso, del grado
de d e terio ro .
Los valores m encionados son o rien tativ o s y válidos p ara agua de m ar,
variando en función de la contam inación de la m ism a y de las d ife re n te s c a ­
ra c te rís tic a s p a rtic u la re s de servicio de la e stru c tu ra .
H asta aquí se han m encionado los valores de densidad de c o rrie n te
m ínim a n ecesaria p ara p ro teg e r el ace ro en d ife re n te s m edio, pero se debe
a c la ra r que es n ecesario a lc an z ar adem ás un potencial mínimo por encim a
del cual se logra p ro tecció n .
P ara d e term in arlo , se puede re c u rrir a los muy conocidos d iagram as
de Pourbaix, desarrollados para el h ierro bajo d ife re n te s condiciones de po­
te n c ia l y pH. El p o ten cial a que se en cu e n tra el m e tal se re p re se n ta en o r­
denadas m ien tras que el pH del m edio agresivo se re p re se n ta en abscisas.
El diagram a consta de c u a tro zonas: una de inmunidad, que c o rre s­
ponde al in terv alo de potencial-pH en que el h ierro es estab le; dos zonas de
corrosión, que corresponden al pasaje del m etal a h ierro ferro so y luego a
férrico , fe rrito s y fe rra to s com plejos; y una de pasivación, co rresp o n d ien te
a la p recip itació n del hierro com o hidróxido fé rric o . E stas zonas están lim i­
tad as por líneas de equilibrio de las d ife re n te s reaccio n es que se pueden pro­
ducir.
Si bien estos diagram as no rep re se n ta n e x a c ta m e n te la realid ad , sir­
ven com o orien tació n cuando se tr a ta de escoger condiciones bajo las cuales
el m etal debe quedar protegido c o n tra la corrosión.
El g ráfic o de Pourbaix de la figura se re fie re al caso de una pieza
de a ce ro que se en cu e n tra en un m edio n eu tro (punto 1 ) cuyas c a r a c te rís tic a s
le hacen to m ar un po ten cial de corrosión. Aquí pueden e x istir en to n ces tre s
soluciones para la p ro tecció n del acero:
a) A um entar el p o ten cial de la pieza h a sta que alcan ce el punto A
en la zona de pasivación, lo que puede conseguirse m ediante p ro te c -

108
Diagrama de Pourbaix para
acero en medio neutro

ción anódica en m edios muy oxidantes cap aces de producir una p elícu­
la p ro te c to ra .
b) A lcalinizar el m edio m ediante la adición de bases, ta le s com o bi­
carbonatos, aum entando el pH y alcanzando un p o ten cial más positivo
(punto B).
c) L levar la pieza al p o ten cial de inm unidad (punto C) m ediante el
em pleo de p rotecció n c ató d ic a, aplicando ánodos de sa crificio o co­
rrie n te im presa.
En consecuencia los diagram as de Pourbaix son útiles p ara e n c a ra r
la resolución de los diversos problem as de corrosión que se p lan tean , debién­
dose a d a p ta r los mismos a las condiciones p a rtic u la re s de cada caso.
El acero protegido c a tó d ic a m e n te puede llev arse a la zona de inm uni­
dad donde es term o d in ám icam en te e stab le (no se produce corrosión) a lc an ­
zando un valor adecuado de p o ten cial de inm unidad.
La expresión num érica de dicho valor depende del e le c tro d o de r e fe ­
ren c ia re sp e c to al cual se re a lic e la m edida. En trab a jo s de lab o ra to rio se
em plea el e lectro d o norm al de hidrógeno y el p o ten cial m edido es de -0,62 V.
In d u strialm en te puede usarse cu alq uiera de los e le ctro d o s sigu ien tes: P la­

109
ta /c lo ru ro de p la ta (-0,85 V); co b re /su lfato de cobre (-0,85 V); calom el sa tu ­
rado (-0,77 V) y e lectro d o de cinc puro (+ 0,25 V).
En la p rá c tic a se considera lograda la p ro tecció n del a ce ro cuando el
mismo alcan za valores de 0,8 V con resp ec to a los electro d o s de re fe re n c ia
de p la ta /c lo ru ro de p lata y de co b re /su lfato de cobre.

BIBLIOGRAFIA

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Pourbaix, M.- L ecciones de corrosión e lectro q u ím ica. Ed. In stitu to Español
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110
FACTORES A TENER EN CUENTA EN LA SELECCION DE ANODOS

PARA LA PROTECCION CATODICA DEL ACERO

J .J . Caprari*

• CIC-Carrera del Investigador del CONICET,


INTRODUCCION

El acero sum ergido en un medio agresivo puede ser protegido


em pleando un sistem a de n a tu ra le z a n e ta m e n te electro q u ím ica como es la
protección cató d ica, que tran sfo rm a toda la su p erficie m etálica en un
cátodo, evitándose la disolución del m etal y deteniendo en consecuencia el
procesó de corrosión.
P ara lograr este e fe c to pueden em plearse dos m étodos: la protección
catódica por ánodos de sacrificio (m etal que p ro teg e a o tro m etal,
disolviéndose) y la protección por corriente impresa (conexión del polo
negativo de un generador a la e stru c tu ra ). En am bos casos, un fa c to r
prim ordial en el éxito de la pro tecció n im plem entada lo co n stitu y e la
c o rre c ta selección del m a te ria l anódico, p ara lo cual deben te n e rse en
cuenta- una serie de consideraciones, de las cuales se tr a ta rá n en e ste
capítulo aquéllas inh eren tes a la com posición quím ica, a la influencia de los
elem entos de aleación y a las c a ra c te rís tic a s de diseño sobre su
com p ortam iento en servicio.

PROTECCION POR ANODOS DE SACRIFICIO

Con el o bjeto de lograr una p ro tecció n continua y prolongada, el ánodo


debe consum irse en form a su fic ie n te m e n te le n ta com o para te n e r una vida
razon ab le. La velocidad de disolución depende de dos fa c to re s
fu ndam en tales: la velocidad ele ctro q u ím ica de consum o del m etal dada por
la ley de F araday y la e fic ie n cia con que e ste proceso o cu rre.
La eficien cia puede d efinirse com o los a m p e res/h o ra ú tiles que e n tre g a
el m etal, com parados con el rend im ien to te ó ric o esperado. La caíd a de
efic ie n cia del ánodo m etálico puede ser causada por la corrosión p a rá sita ,
es d ecir que el m a te ria l se consum e sin e n tre g a r e n erg ía ú til al siste m a ,
debido p rin cip alm en te a la form ación de pilas lo cales por e fe c to de
im purezas c ató d icas que posee el m a te ria l anódico.
Dichas im purezas, que provienen de la m a te ria prim a, del proceso de
obtención del m etal y del de fab ricació n del ánodo, influyen sobre
c a ra c te rís tic a s ta le s com o polarizabilidad , p o ten c ia l de trab a jo , densidad
de c o rrie n te , consum o m edio, e tc ., por lo que la m ayoría de las
esp ecificacio n es fijan lím ite s rígidos de com posición p a ra el m a te ria l que
se em plea.
O tro fa c to r im p o rtan te en la d e term in ació n de la vida ú til es la
velocidad de consum o en volum en que tie n e lugar en serv icio . Si dicha
velocidad es grande, los cam bios de form a y tam año son muy rápidos, lo que
d e te rm in a una vida útil reducida. P a ra un m etal en p a rtic u la r, la rela ció n
e n tre la re siste n c ia anódica y el volum en anódico e sta b le c e su rend im ien to ;
así, p a ra un mismo m edio agresivo, la vida ú til de un ánodo e sfé ric o es
m ayor que la de un ánodo cilindrico del m ismo peso.
Los tre s m etale s m ás em pleados en la fab ricació n de ánodos de
sa c rific io son el m agnesio, el alum inio y el cinc. El m agnesio es el m etal

113
que d esarrolla mayor potencial de trab ajo pero es el de m enor efic ie n cia en
agua de m ar, debido al gran ataq u e que sufre por acción del e le c tro lito . Por
ello se p refie re el cinc o el aluminio para ánodos em pleados en protección
cató d ica en ese medio, m ientras que el m agnesio se em plea en e le c tro lito s
de m ayor resistividad.
Debido a que las im purezas y elem entos de aleación influyen de m anera
d ife re n te sobre los fac to re s m encionados p re c ed e n tem en te en función de la
n a tu ra le z a del m aterial anódico em pleado es conveniente d e ta lla r sus e fe c ­
tos en form a separad a para cada m etal.

Anodos de magnesio

M ateriales de c o rre c ta aleación, con contenido de im purezas que no


exceda lo establecido en las esp ecificacio nes, proporcionan una buena
distribución del ataque del ánodo y un consumo hom ogéneo, baja polarización
y buen rendim iento. Es mucho más susceptible que el cinc a las im purezas,
ya que la m ayor p a rte de los m etales son catódicos con resp ec to a él, por
lo que la corrosión espontánea alcan za niveles muy im p o rtan te s en m edios
de baja resistividad como el agua de m ar. El contenido de hierro no debe
exceder de 0,014 96, y si llega a 0,03 % el valor de la corrosión espontánea
au m en ta 500 veces. El níquel, en proporción m ayor a 0,01 96, ennoblece el
p otencial de disolución, produciendo p rá c tic a m e n te la d estru cció n co m pleta
del ánodo por corrosión espontánea. El cobre influye en gran m edida a p a rtir
de 0,09 % y si alcan za una co n cen tración de 4 % se produce una inversión
de la polaridad. Los elem entos de aleación actú an de d ife re n te m anera, ya
que m ientras el alum inio au m en ta la resiste n c ia a la corrosión espontánea,
el cinc a c tú a produciendo un consum o hom ogéneo del ánodo, perm itiendo
una m ayor to le ran c ia en el contenido de h ierro sin que é ste d esarro lle su
acción perjudicial. El m anganeso a c tú a reduciendo los e fe c to s de la
presencia de hierro y cobre.

Anodos de aluminio

Este m etal se u tiliza tam bién como ánodo de sa crificio y se ubica en


la serie e lectro q u ím ica e n tre el m agnesio y el cinc. El principal
inconveniente que p resen ta es su ten d en cia a la pasivación, lo que le
con fiere a lta re siste n c ia a la corrosión. Sin em bargo se han desarrollado
aleaciones de alum inio donde se reduce co n sid erab lem en te e ste e fe c to ,
obteniéndose buenos resultados con agregados de 2 a 12 % de m agnesio y
0,15 96 de m ercurio. D etalles de com posiciones típ ic as de estos ánodos se
m encionan en la bibliografía esp ecializad a.

Anodos de cinc

Las im purezas m ás com unes son hierro, plomo y cadm io, y los elm entos

114
de aleación que m ejoran su com portam iento son crom o, m agnesio y alum inio.
Las im purezas disminuyen el rendim iento de c o rrie n te , debido a que
aum entan la corrosión espontánea del ánodo, ennoblecen su p otencial de
disolución y reducen la densidad de c o rrie n te por form ación de productos
de corrosión densos y ad h eren tes. Los elem entos de aleación tienen d ifere n te
e fe c to . El crom o aum enta el p o ten cial de disolución, sin dism inuir el
rendim iento en densidad de c o rrie n te ; el alum inio p e rm ite que el contenido
de hierro aum ente; el m agnesio confiere al cinc propiedades sim ilares al cinc
99,9 %.

CARACTERISTICAS DE DISEÑO

Forma y tamaño de los ¿nodos

Como la resistiv idad de los m edios agresivos en que van a ser


em pleados varia desde la del agua de m ar (20 ,cm) h asta la de suelos de
variada com posición( 20.000 ft.cm ), la form a y el tam año del ánodo d ifieren
con sid erablem ente. El tiem po de p ro tecció n d eterm in a la can tid ad de m etal
a u tiliza r, m ientras que el req u erim ien to de c o rrie n te es función de la
resistividad del medio, de la su p erficie anódica en c o n ta c to con el
e le c tro lito y de la efic ie n cia del rev e stim ie n to p ro te c to r que acom paña la
acción de la p ro tecció n c a tó d ic a.
En lo rela tiv o a la form a, hay que te n e r en cu en ta que se producen
d u rante el uso variaciones su stan ciales, lo que m odifica la densidad de
c o rrie n te d esarro llad a, que no se m antiene c o n stan te en toda la su p erficie.
Es siem pre m ayor en bordes y ángulos vivos, debiendo m encionarse que todos
los ánodos, ind ep en d ien tem en te de su form a original, tienden a
tran sfo rm a rse en una e sfe ra a lo largo de su vida ú til. E sta variación tien e
gran influencia sobre el rendim ien to , por lo que es im p o rtan te la form a
inicial que tie n e el ánodo em pleado.
Así p. ej. un ánodo de m agnesio de a lto p o ten cial que va a ser utilizado
en agua de m ar, reduce su volum en m etálico , aum entando la re siste n c ia
anódica, que es in v ersam en te proporcional al d iám etro . Por lo ta n to si el
ánodo se fab ric a de fo rm a c ilin d rica, sem icilín d rica o se m ie sfé ric a el
aum ento de la re siste n c ia con el consum o se rá m ás rápido, como así tam bién
será m ayor la re siste n c ia inicial, ayudando a reg u lar su disolución y
controlando ad ecu ad am en te el d esg aste en e ste e le c tro lito que posee baja
resistiv idad.

Métodos de sujeción de los anodos a la estructura

Los ánodos de cinc y alum inio se fijan a la e s tru c tu ra m ed ian te


planchuelas gruesas de a c e ro galvanizado o alum inizado; e ste tra ta m ie n to
a u m en ta la ad h eren cia del m a te ria l anódico al so p o rte. La unión se re a liz a
d ire c ta m e n te por m edio de soldadura, por lo que es n e ce sario que las pu ntas
de las planchuelas queden sin re c u b rir p a ra fa c ilita r e s ta operación,
elim inando luego la e sco ria, óxidos form ados e im p urezas p ro v en ien tes del

115
e lectro d o em pleado y realizando luego el pintado de dicha zona. U nicam ente
debe ser pintado el so po rte h a sta el lugar en que e ste se introduce en el
m a te ria l anódico, evitando p in ta r el ¿nodo p rop iam en te dicho, ya que si el
mismo es re c u b ierto con una capa de pin tu ra se lo aisla del e le c tro lito , no
hay continuidad en la pila y por lo ta n to no e je rce su acción p ro te c to ra .
Los puntos de c o n ta c to e n tre el h ierro de la planchuela y el ánodo
pueden dar lugar a procesos de corrosión esp on tan ea por form ación de pilas
lo cales. E ste problem a es p a rtic u la rm e n te im p o rtan te en los ¿nodos de
m agnesio y se soluciona tallando en el m e tal una concavidad, que
p o ste rio rm en te se rellen a con un sellador no conductor de a lta re siste n c ia .

CAMPOS DE UTILIZACION DE ANODOS DE SACRIFICIO


PARA PROTECCION CATODICA

El m agnesio puede ser utilizado p ara la p ro tecció n c a tó d ic a de


e stru c tu ra s provistas de un rev e stim ie n to de m ala calidad, que se en cu en tren
en m edios de resistividad elevada (p. ej. un suelo arenoso). No son
recom endables para su utilizació n en agua de m ar, porque su elevada
autocorrosión hace que los rendim ientos sean muy bajos. El m ejor cam po
de u tilizació n se en cu e n tra en m edios cuya resistiv id ad e sté com prendida
e n tre 5000 y 20.000 íícm .
El alum inio se en cu e n tra en una posición in te rm e d ia en la tab la
electro q u ím ica, e n tre el m agnesio y el cinc, con propiedades tam bién
eq u id istan tes de uno y o tro y con una elevada cap acid ad de c o rrie n te . Se
en cu en tran a c tu a lm e n te en desarrollo aleacion es adecuadas que ev itan la
polarización y la inversión de la polaridad, habiéndose logrado sig nificativ o s
avances que han elevado la capacidad de p ro tecció n de e ste m etal. En
g en eral un ánodo de alum inio equivale a la acción de tre s ánodos de cinc de
las m ism as c a ra c te rís tic a s para una m ism a duración en servicio. Aunque su
precio es m ás elevado que el de los ánodos de cinc, al colocar menos
unidades se com pensa la d iferen cia, a la vez que se tie n e m enor co sto de
mano de obra. Se em plea en la p ro tecció n c a tó d ic a en m edio m arino, tanques
de carg a y la s tre de p e tro lero s y en la p ro tecció n c a tó d ic a de e stru c tu ra s
sum ergidas en agua dulce.
La gran u tilización del cinc com o ánodo de sa c rific io se debe a sus
e x ce le n te s propiedades e lectro q u ím icas, ya que tie n e un p o ten c ia l de
disolución re la tiv a m e n te a lto , un a lto ren d im ien to de c o rrie n te , una
dism inución muy c o n tro lad a del p o ten cial de la e s tru c tu ra a p ro te g e r y una
alcalinización muy pequeña del m edio agresivo. Su uso e stá lim itad o a
m edios cuya resistiv id ad e sté por debajo de los 5000 ft.cm , m ien tras que
debe a d v e rtirse que en agua dulce cuya te m p e ra tu ra sea superior a los 6 5°C
puede in v e rtir su polaridad y h acerse cató d ico re sp e c to al a ce ro . Como
¿nodo de sa crificio se lo em plea en la p ro tecció n de buques, m uellles,
refu e rzo s m etálico s, diques flo ta n te s, boyas, p la ta fo rm a s de p erfo ració n
de p etró leo , depósitos de agua, condensadores, e tc .

116
PROTECCION POR CORRIENTE IMPRESA

Como se ha explicado, el mecanismo de protección por ánodos de


sacrificio implica generar una corriente por diferencia de potencial entre
dos m etales. Por lo tanto, cualquier sistem a capaz de producir esa corriente
se puede usar también para lograr protección catódica.
En esas condiciones, una fuente de corriente como un generador o un
transform ador-rectificador que producen corriente continua, con su polo
negativo concectado a la estructura a proteger y el positivo a un ¿nodo que
cierre el circuito, puede cumplir la misma función. A este sistem a se lo
denomina de protección por corriente impresa.
El ¿nodo puede ser igual en forma y tamaño a los utilizados como
¿nodos de sacrificio, pero con dos ventajas muy importantes: puede ser
consumible o permanente, y su potencial y densidad de corriente son
ajustables en forma manual o autom ática de acuerdo con la corriente
requerida en cada momento por la estructura. En estas condiciones el
calculo de un sistem a de este tipo es relativam ente sencillo y su campo de
aplicación m¿s amplio que el de los ¿nodos de sacrificio.
Los ¿nodos para corriente impresa forman parte del denominado lecho
dispersor, el que se conecta al polo positivo del rectificador, pudiendo estar
dispuestos físicam ente en posición horizontal o vertical cuando la protección
se realiza en estructuras enterradas o en forma de celdas cuando se emplea
para la protección de estructuras sumergidas.
Por la duración de los componentes del lecho dispersor de corriente
puede establecerse una diferencia entre ¿nodos consum ibles (duración
estimada 1 a 5 años) y ¿nodos permanentes (duración entre 12 y 15 años).
Los ¿nodos se colocan agrupados y generalm ente conectados en paralelo.

Anodos consum ibles

Son aquéllos que se disuelven por el paso de la corriente eléctrica . El


ánodo consumible más utilizado es la chatarra y dentro de ésta
preponderantemente rieles en desuso, perfiles laminados y tubería de
fundición en desuso. Este tipo de ¿nodo se em plea generalm ente en terrenos
de muy alta resistividad y poco conductores, acompañados por un relleno
artificial que puede ser carbón de coque o bentonita preparada
especialm ente para facilitar su acción. El consumo varía en función de las
características del medio y del m aterial utilizado. En el diseño es
importante tener en cuenta la necesidad de evitar la corrosión rápida que
sufre el ánodo en las cercanías de la conexión eléctrica, aislando ese sector
convenientem ente. La distribución de los ánodos se realiza empleando
variadas técnicas adaptadas a cada caso particular.
Otro m etal empleado es el aluminio reemplazando al acero en medios
cuyas características impiden su uso y puede proveerse puro o en forma de
aleaciones. El ataque sufrido por e fe c to de la corriente es parejo casi libre

117
de picado y de productos de corrosión.

Anodos permanentes

Los prim eros ánodos de e ste tipo desarrollados fueron los de grafito.
E ste m a te ria l no posee condiciones m ecánicas y e lectro q u ím icas ideales,
ya que es quebradizo, frág il y poroso. Se m ejoran sus c a ra c te rís tic a s
incorporando a la m asa del ánodo resinas in e rte s y c eras. T iene gran
im p o rtan cia la pureza y el com po rtam iento depende del m edio. En agua de
m ar p resen ta tend en cia a producir una e le ctró lisis, con form ación de cloro
y oxígeno, por lo que se deben cuidar los d e ta lle s de m ontaje y la densidad
de c o rrie n te aplicada, a fin de e v ita r su d e te rio ro . E ste tipo de ánodo
req uiere que el lecho en que se en cu e n tra sea p rep arado a d ecu ad am en te
m ediante la adición de un relleno a base de carbón de coque o bien polvo
de g ra fito .
Los ánodos de ferrosilicio se em plean en aquellos te rre n o s blandos
donde el ánodo deba e n te rra rse a presión en el suelo. E sto es fa c tib le si el
te rre n o posee adem ás baja resistividad , pues de lo c o n tra rio es n ecesario
re a liz a r alguno de los rellenos m encionados p re c e d e n te m e n te . La única
precaución que debe to m arse es su tra n sp o rte y colocación, dado que por
su e stru c tu ra c rista lo g rá fic a frág il puede rom p erse con facilidad si se
producen golpes secos. E ste tipo de ánodos es a p to p a rtic u la rm e n te para
te rre n o s que tengan aren as m ovedizas o napas su b te rrá n ea s que aflo ran con
facilidad o en te rre n o s pantanosos.
Los ánodos de m agnetita son ánodos de m etal huecos, rellenos
in te rn a m e n te con resinas para hacerlos m ás livianos y bañados con una capa
de cobre e le c tro lític o . Su m anipuleo debe se r cuidadoso p ara e v ita r su
ro tu ra .

Anodos a base de m etales nobles

En in stalacio n es en las que el e lem en to som etido a corrosión se


e n cu e n tra en c o n ta c to con un e le c tro lito de baja resistiv id ad como agua de
m ar, se re c u rre por regla g en eral a instalacio n es a base de c o rrie n te im presa
em pleando com o lecho dispersor de c o rrie n te un conjunto de ánodos cuyo
com ponente principal es un m etal noble. Los m ás u tilizad o s suelen se r el
tita n io platinado, p lo m o -p lata en c o n cen tració n de 2 %, plom o-platino y
óxido de rutenio-dióxido de tita n io .
El ¿nodo de titanio-platinado se u tiliza en aquellos casos en que el
e le ctro d o debe so p o rta r una a lta densidad de c o rrie n te de salida y en
e le c tro lito s de baja resistiv id ad . Salvo en casos e sp eciales la pérdida de
m a te ria l es baja y d ifícil de m edir. En e ste caso el tita n io sirve de so p o rte
ya que tie n e una re siste n c ia m ecánica adecuad a y la capa de p latin o es el
elem en to em isor de la c o rrie n te de p ro tecció n . La vida ú til de estos ánodos
es función del espesor de cap a de platino y se e stim a en 8-10 años para
aquéllos con un espesor de 2,5 y m y de 10-15 años p a ra los de 5 ym.

118
El tipo de ¿nodo plom o-plata e stá indicado para agua de m ar y e le c tro lito s
de baja resistividad.
Los ¿nodos de plomo-platino son de re c ie n te desarrollo y el hecho de
que se in serte platino en un sop orte de plomo, hace que co n stituy a un
sistem a de dos electrodos cuya principal c a ra c te rís tic a es la de ser
au to rreg u lab le. D urante su em pleo se form a sobre la sup erficie una película
de peróxido de plomo, convirtiéndose en un ánodo in erte ap to para el trab ajo
a a lta s densidades de c o rrie n te . Si no estu v ie ra p resen te el platino y se
d estru y era la película de peróxido de plomo, el e lectro d o se co rro e ría
ráp idam en te por form ación de cloruro de plomo, inactivando el siste m a de
protección c ató d ica. La presen cia de platino re strin g e la form ación del
com puesto citado y proporciona una su p erficie anódica en la que el peróxido
se reg en era ráp id am en te, previniendo el excesivo desgaste del ánodo.
En lo que re sp e c ta a los ¿nodos de óxido de rutenio-dióxido de titanio,
están constituidos por una com binación de am bos óxidos rea liz ad a d uran te
un proceso controlado a a lta te m p e ra tu ra . El resu ltad o es una solución sólida
co m p letam en te c rista lin a y dura, que p resen ta una su p erficie muy rugosa.
Esta configuración su p erficial dism inuye su re siste n c ia in tern a y aum enta
con sid erablem ente su activid ad electro q u ím ica.

BIBLIOGRAFIA

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119
COMPATIBILIDAD DE LA PROTECCION CATODICA CON PINTURAS

J.J. Caprari*

• CIC - Carrera del Investigador de CONICET


INTRODUCCION

Los sistem as p ro te c to re s em pleados para e v ita r la corrosión del acero


son seleccionados en función del medio agresivo al que van a e sta r expues­
tos. Se em plean así pinturas p ara la exposición a la intem perie o en inm er­
sión o el acero se recub re con envolturas de d ife re n te tipo (bandas p lásticas,
rev estim ien to s asfáltic o s de aplicación en c alie n te , e tc.) si se tr a ta de tu be­
rías e n te rrad a s.
Estos procedim ientos tienen por objeto aislar el m etal del m edio ag re­
sivo y dism inuir así la velocidad de la reacción anódica de disolución del hie­
rro que se produce du ran te el proceso de corrosión. Dichos rev estim ien to s
no siem pre son su ficien tes p ara lograr p ro tecció n , dado que poseen un c ie rto
grado de porosidad y adem ás se pueden dañar por golpes y raspaduras o d e te ­
rioros,' que dejan a l descu b ierto la su p erficie de base, lugar por donde
com ienza el proceso de corrosión.
Es por ello que en determ inados casos (m edios muy agresivos) se com ­
plem enta la acción del recu b rim ien to con p ro tecció n cató d ica; en e ste caso
la co rrie n te de pro tecció n em pleada es solo la n e ce saria p ara que actú e so­
bre los poros, im perfecciones y zonas dañadas o desprovistas de pin tu ra.

REACCIONES QUIMICAS QUE OCURREN DURANTE


LA APLICACION DE PROTECCION CATODICA

Anulada la reacció n anódica de disolución del m etal por el e fe c to con­


ju n to de am bos sistem as, tom an im p o rtan cia las rea cc io n es c a tó d ic as, las
que varían en función del p o ten cial aplicado. A p o ten c ia les norm ales de pro­
tecció n (-0,85 a -0,1 Volt), la reacció n o c u rre de acuerdo a lo indicado en
la ecuación ( 1 ), m ien tras que la ecuación ( 2) corresponde al caso en que se
sobrepasa el p o ten cial de —0,1 Volts:

2 H 2O + O 2 + 2 e - ►> 4 OH" (1)

H20 + 2 e" ->


H2 + 2 OH" (2)

Todos los siste m a s de p ro tecció n c a tó d ic a producen una a lc a liza ció n


su p e rfic ial del cáto d o , p rim er e fe c to d e sta c a b le que puede a fe c ta r al siste ­
ma p ro te c to r. El pH sobre la su p e rfic ie c a tó d ic a es ta n to m ayor cu an to m a­
yor sea el p o ten cial. E sto puede te n e r e fe c to s p erju d iciales sobre la c u b ie rta
p ro te c to ra p a rtic u la rm e n te si la m ism a tie n e baja re siste n c ia a los álc alis
(saponificación).
Hay p in tu ras de buena re siste n c ia en m edio alcalino débil que to le ra n
s a tis fa c to ria m e n te la p ro tecció n c a tó d ic a por ánodos de sa c rific io por cons­
titu ir siste m a s de baja salid a, pero pueden te n e r m al c o m p o rtam ien to a n te
la ap licación de la p ro tecció n c a tó d ic a por c o rrie n te im presa, que es un sis­
te m a de a lta salida, con el que suelen a lc a n z a rse p o ten c ia les m ás e le c tro n e ­

123
gativos.
En la vecindad de los ánodos (un círculo de dos m etro s alred ed o r de
ellos) las densidades de c o rrie n te son mucho más elevadas que en el re sto
de la e stru c tu ra , por lo que la excesiva velocidad de form ación de iones hi-
droxilo puede causar la saponificación de las pin tu ras a llí aplicadas.
A m edida que au m en ta la d istan cia, dism inuye dicha velocidad, a lo
que se agrega el a rra s tre de productos que se produce por e fe c to del movi­
m iento del e le c tro lito ; am bos fa c to re s ayudan a m an ten er la co n cen tració n
de álcali en valores no perjudiciales para la c u b ie rta orgánica.
El tipo de sistem a de protección catódica a em p lear y el potencial de
trabajo, se convierten en p arám etro s de selección en el m om ento de d e te r­
m inar el rev e stim ie n to a em p lear. Según sea el valor de la densidad de co­
rrie n te aplicada, el proceso cató d ico puede conducir a la form ación de iones
hidroxilo exclusivam ente (ecuación 1 ) o a la producción sim u ltán ea de iones
hidroxilo y desprendim iento de hidrógeno en la in te rfa se a c e ro -re v e stim ie n to
(ecuación 2). A p o ten ciales más e le ctro n eg a tiv o s (-1,2 a -1,5 V A g/AgCl ó
CU/CUSO4 ) se produce la reacción m encionada p re c e d e n te m e n te , am pollán­
dose la pin tu ra y pudiendo desprenderse todo el esquem a.
El fenóm eno d escrip to se conoce con el nom bre de sobreprotección
y es in ev itable en la vecindad de los ánodos por las elevadas densidades de
c o rrie n te que se desarrollan. El hidrógeno puede provocar adem ás reaccio n es
de reducción en c ie rta s resinas p resen te s en la capa de pin tu ra, con pérdida
de ad h eren cia al su s tra to o a o tra capa del esquem a.
Al ap licar una d iferen cia de p o ten cial a un d iafrag m a poroso, el e le c ­
tro lito se m ueve h acia la su p erficie cató d ica a tra v é s de finos c ap ilares, o ri­
ginándose así un flujo electro o sm ó tico , de n a tu ra le z a d ife re n te al flujo hi­
dráulico. La p en etració n de m oléculas de agua (osmosis) no puede e v ita rse
en su to ta lid a d en las películas de pin tu ra, ya que todas ellas son m ás o m e­
nos p erm eables. El grado de p en etració n de agua depende de fa c to re s ta le s
como e stru c tu ra m olecular del lig an te, c a r á c te r polim érico de la capa, ca­
ra c te rís tic a s físicas de la película, n a tu ra le z a y contenido de pigm ento, p ro ­
ceso de dispersión, espesor de película, te m p e ra tu ra del agua y g rad ie n te
hidráulico. Siem pre ex iste una tra n sfe re n c ia de agua, la que au m en ta en p re­
sencia de una c o rrie n te e lé c tric a , al ser fo rzad as sus m oléculas a a tra v e s a r
el recu b rim ien to .
En base a e sta s consideraciones, se pueden d efin ir dos tipos de rec u ­
brim ientos: los de baja impermeabilidad (que son películas de poder a isla n te
com prendido e n tre 10^ y 10® ohm .cm - ^ y ios de alta impermeabilidad cuyas
películas tien en un poder a isla n te com prendido e n tre 10® y 1 0 * 2
o hm .cm " 2 . Al prim er grupo p e rte n ec en todos los re v e stim ie n to s a base de
productos n a tu ra le s (por ejem plo b arnices oleorresinosos). La c o rrie n te de
p rotección a tra v ie sa los poros que contienen en gran proporción; el tiem po
de h u m ectación y distensión de la película es muy c o rto y re su lta función
del espesor de p elícula. Por ser muy grande la dim ensión de los poros, la m i­
gración de catio n es a trav é s de ellos es fác il y el pH del líquido no sobrepasa
el valor 11. En g en eral, e sta s p inturas se com portan m al a n te la p ro tecció n
cató d ic a, es especial si han sido aplicadas en bajos espesores.
Las pin tu ras de alta impermeabilidad son aquéllas a base de lig an tes

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vinílicos, epoxídicos, caucho clorado, e tc . Su período de hum ectación y
distensión es elevado y la m igración de catio n es se rea liz a a trav é s de la
m alla del retícu lo del polím ero, como si se tr a ta r a de una m em brana
sem iperm eable, ya que son ligantes de muy baja polaridad.
Los iones de diám etro inferio r a las dim ensiones de la m alla del re tíc u ­
los (N a+, OH“, H+) pasarán a trav és de la película, pudiendo a lcan zar el pH
un valor 13. En estas pinturas, el tiem po de hum ectación es proporcional
al cuadrado del espesor de película.
C ualquiera sea el sistem a de pinturas o rev estim ien to s utilizad os, la
obtención de buenos resultados depende de la aplicación de un espesor míni­
mo. Al au m en tar el espesor la película ta rd a más tiem po en d e te rio ra rse
y hay un espesor crítico, por encim a del cuál vuelve a d esm ejorar la resis­
te n c ia . Cuando se debe decidir el espesor a ap licar es n ecesario considerar
tam bién el estado inicial de la su p erficie de base, ya que debe usarse m ayor
espesor sobre superficies m al preparad as.
Las zonas con cordones de soldadura deben ser objeto de p a rtic u la r
consideración, ya que la presen cia de resto s de p intura quem ada to ta l o p ar­
cialm en te adherida a la su p erficie del a cero , e je rce una gran influencia so­
bre el rev e stim ie n to aplicado. El tra ta m ie n to de lim pieza debe ser exah usti-
vo, ya que si au m en ta el grado de lim pieza m ejora el co m p o rtam ien to del
sistem a p ro te c to r. En algunos casos, la p resen cia de inclusiones y d iferen cias
de com posición o e s tru c tu ra m e talo g rá fic a e n tre zonas de fusión y áreas
colindantes puede originar corrosión en la zona de uniones soldadas.

DETERIORO DEL REVESTIMIENTO PROTECTOR

H asta aquí se han descrip to las a lte ra c io n e s que puede su frir un rev e s­
tim ien to p ro te c to r sin fallas ni d e te rio ro por e fe c to de la ap licació n de la
p ro tecció n c a tó d ic a . C abe aho ra p reg u n tarse qué ocu rre en zonas donde
por golpes, abrasión c o n stan te o roce queda expuesto el acero de base. En
prim er lugar se debe re m a rc a r que la p resen cia de p ro tecció n c a tó d ic a ta m ­
bién p roteg e ese se c to r de la corrosión, aunque a c o sta de un au m ento en
la densidad de c o rrie n te de p ro tecció n n e ce saria . El e fe c to más m arcado
e stá en que la elevación del pH en la in te rfa s e c á to d o -e le c tro lito provoca
en esa zona la p recip itació n de sales de calcio y de m agnesio, ya que pueden
producirse alguna de las reaccio n es siguientes:

C a 2+ + C O 3 H- + OH" -► C a C 03 + h 2o (3)
Mg2+ + CO 3 H- + OH" -► MgC 03 + h 2o (4)
F e 2+ + C 0 3 H" + OH" -► FeCOg + h 20 (5)
2 F e 2+ + 6 OH" -*■ ^6303 + 3 H20 (6 )
Mg2+ + 2 OH" Mg (OH )2 (7)

La com posición quím ica final de la que dependen las c a ra c te rís tic a s

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de adherencia y dureza del depósito es función de la densidad de c o rrie n te ,
ya que el recu b rim ien to form ado a c tú a aum entando la re siste n c ia cató d ic a
y dism inuyendo los requerim ientos de c o rrie n te de p ro tecció n . La capa c al­
c á re a contiene iones alcalinos, por lo que debe ser elim inada c o m p letam en te
a n te s de las operaciones de repintado. De o tra m anera, la p resen cia de iones
hidrófilos bajo la nueva capa de p in tu ra prom ueve los fenóm enos de osm osis
explicados p re c e d e n tem en te y que son estim ulados por la acción de la co­
rrie n te e lé c tric a una vez rein sta la d a la p ro tecció n c a tó d ic a.
Los problem as que sufren los recu b rim ien to s de tu b erías e n te rra d a s
están asociados con golpes, ro tu ras o d e fe cto s de colocación de las c in tas
no d e te c ta d o s a n te s de recu b rir la cañ ería con tie rra ; pueden ser tam bién
consecuencia de daños producidos por piedras o tro zo s m etálico s c o rta n te s
d uran te el taponam iento de la zanja o a o tro s debidos al e n v ejecim ien to na­
tu ra l del rev e stim ie n to con su co nsecu ente pérdida de elastic id ad o a movi­
m ientos que se producen en el suelo donde e stá asen tad o el conjunto.
En el caso específico de las pin tu ras, su d e te rio ro se m an ifie sta en
form a de am pollado, pérdida de adhesión y desp rend im iento. A ello hay que
sum arle los daños que puedan producirse com o co nsecu encia de la abrasión
y golpes, los que suelen te n e r gran im p o rtan cia no sólo por el aum ento de
la densidad de c o rrie n te de p ro tecció n , sino por las consecuencias que el ex­
cesivo nivel de c o rrie n te puede a c a rre a r a las zonas vecinas pin tad as.
El am pollado puede producirse en la su p erficie de base o e n tre capas
de pin tu ra. En el p rim er caso, su aparición e stá aso ciad a a la pérdida de
adh erencia por e fe c to de la electroó sm o sis. El am pollado e n tre capas e stá
relacionado a la fa lta de adhesión e n tre las m ism as o a la incom patibilidad
e n tre ellas si son de d ife re n te n a tu ra le z a quím ica. En e ste últim o caso el
daño no es tan grave, ya que queda el re sto del siste m a p a ra e v ita r que au­
m ente dem asiado el req u erim ien to de c o rrie n te , ta l com o o cu rriría si el a c e ­
ro quedase al d escu bierto.
Si los com ponentes de las p in tu ras son a ta c a b le s por los á lcalis, las
reaccio n es ocurren solam ente cuando el e le c tro lito e s tá p re se n te en la in te r­
fase a c e ro /p in tu ra . Una vez que dichas rea cc io n es han com enzado, la rap i­
dez con que se v e rifica la pérdida de adhesión depende de un su m inistro con­
tinuo de agua y oxígeno y de la velocidad con que son tra n sp o rta d o s hacia
el m edio agresivo los productos de reacción . Si en cam bio dichos com ponen­
tes son a fe c ta d o s por los álcalis, la única causa de pérdida de adhesión es
la presen cia de hidrógeno en la in te rfa se por e fe c to del fenóm eno de sobre­
p ro tecció n .

SELECCION DEL SISTEMA DE PINTURAS COMPATIBLE


CON LA PROTECCION CATODICA

R esum iendo conceptos, se puede d ecir que el c o m p o rtam ien to de un


siste m a p ro te c to r dependerá de las propiedades inherentes a la pintura (es­
tru c tu ra fisicoquím ica del polím ero lig an te y en con secu encia su p e rm e ab ili­
dad al agua, re siste n c ia de los pigm entos a los re a c tiv o s quím icos y funda­
m en talm en te al m edio alcalino y espesor de película); de las propiedades

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físicas de la película protectora obtenida (flexibilidad, elongación, tensión
de adhesión, resisten cia m ecánica, e tc .) y de las propiedades del electrolito
(tem p era tu ra , salinidad, pH, e tc .).
En función de lo expuesto debe elegirse el esquem a adecuado y consi­
d erar que fundam entalm ente el p otencial de protección d ete rm in a rá final­
m ente el tipo y composición de las pinturas que form arán p a rte del esquem a.

Intervalo de -0,8 a -0,9 volt

D entro de este intervalo se pueden em plear pinturas oleorresinosas


a base de a c e ite de tung y resina fenólica pura, urea-form aldheído y m ela-
m ina-form aldehído, e ste re s epoxídicos y c ie rta s pinturas bitum inosas. Los
pigm entos in ertes más utilizados son los óxidos de hierro de bajo contenido
de sales solubles, dióxido de tita n io , plomo m etálico, alum inio m etálico y
su lfato básico de plomo.

Intervalo de -0,9 a -1,25 volt

Deben em plearse pinturas de m ayor calidad y por lo ta n to de m ayor


costo. El lig an te puede se r de tipo epoxibitum inoso, vinílico (pigm entado
con alum inio), caucho clorado, p o liuretánico, e tc .
De las pinturas m encionadas, las vinílicas son las que p resen tan el
co m po rtam iento más c rític o . Como se aplican sobre una im prim ación r e a c ti­
va (Mwash prim er" vinílico), no se produce am pollado sino que d ire c ta m e n te
se anula la adhesión y se desprende la to ta lid a d de la cu b ie rta . Algunos au­
to res indican que e ste com portam ien to se debe a que la capa de p in tu ra es
flexible y re s iste n te a la trac ció n , pero es incapaz de e x p erim en tar elonga­
ción y a que la presencia de iones hidroxilo d estruy e la adhesión original que
proporciona el ácido fosfórico que co n tiene la im prim ación re a c tiv a al a c ­
tu a r sobre el su stra to . Esto ocurre cuando se produce un daño en la película
que deja al descu b ierto el m etal y p e rm ite el acceso del e le c tro lito cató d ico
alcalino a esa zona.

Intervalo de -1,5 a -6 volt

Las pinturas que resisten esto s elevados vo ltajes son las denom inadas
pinturas antigalvánicas, cuyo uso e stá restrin g id o a las cerca n ías de los áno­
dos. Se pueden form ular con pigm entos in e rte s y lig an tes a base de c lo ro p re-
no, resinas epoxídicas o p o lié ster re fo rz ad a s con fibra de vidrio, com posicio­
nes de epoxi-poliam ida en com binación con p o lietilen o, tiokol, e tc ., que se
aplican en todos los casos en alto s espesores, que en algunos casos suelen
su p erar los 1000 um.
C ualquiera sea el caso considerado tie n e fu n dam en tal im p o rtan cia la
p rep aración de la su p erficie rea liz ad a por m edios que p e rm ita n o b te n e r sus­
tra to s de a lto grado de lim pieza (arenado, g ran aú ad o , e tc .), el em pleo de
m étodos de aplicación que p e rm ita n d ep o sita r p in tu ras de a lto contenido

127
de sólidos y el uso de esquem as de pinturas de durabilidad com probada, com ­
patibles con p rotección cató d ica.

BIBLIOGRAFIA

C aprari, J .J .- C orrosión y P ro tecció n , 4 (4), 25-33 (1973).


C aprari, J .J .- R ev ista de Soldadura, IX (4), 151-158 (1979).
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Thomason; W.H., Pape, S.E., Evans, S.- M aterials P e rfo rm a n c e , 26 (11), 22-
27 (1987).

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TOXICIDAD EN RELACION CON LA ELABORACION

Y EL EMPLEO DE PINTURAS

C.A. Giúdice* y B. del Amo**

* CIDEPINT y Consejo Nacional de Investigaciones C ien tíficas y


Técnicas.
** CIDEPINT, Comisión de Investigaciones C ien tíficas y Consejo Nacional
de Investigaciones C ien tíficas y Técnicas.
INTRODUCCION

La pintura es uno de los desarrollos más antiguos logrados


por el hom bre. Existen evidencias de pinturas ru p estres en cuevas o g ru tas
situadas en el norte de España o sur de F rancia, cuyo origen se rem onta
a 20 000 años a trá s.
Muchas civilizaciones de la antigüedad (egipcia, griega, china,
e tc .) em plearon pinturas con d istintos fines. En épocas p o sterio res, por
ejem plo durante el Im perio Rom ano, tam bién se im plem entaron téc n ic as
para adornar diversas e stru c tu ra s, siendo los m urales de Pom peya un
claro ejem plo de ello.
Sin em bargo, de todas las civilizaciones m encionadas, sólo
la rom ana pareció adjudicarle algún riesgo a la elaboración y em pleo
de pinturas. Vitruvius, en "La A rq u itectu ra" (33 a.C .) y Plinio, en su
"H istoria N atural" (77 d.C.) describieron algunos productos como tóxicos
(plomo rojo, plomo blanco, sulfuro m ercúrico, e tc .), pero no m encionaron
ningún caso co n creto de envenenam iento. Plinio, adem ás, fue el prim ero
en indicar la conveniencia del em pleo de m áscaras para p ro teg e r a los
operarios que obtenían sulfuro m ercúrico a p a rtir de los m ortales humos
de m etal líquido. Mucho después se tuvo la prim era re fe re n c ia de
envenenam iento, d escrip ta en 1656 por Jean F ern el, y que estab a vinculada
a la m uerte de un p intor por intoxicación con plomo.
H asta el siglo XVIII, en el que la revolución industrial in crem en tó
el uso de la pintu ra, su preparación no e stab a siste m a tiz a d a y en
consecuencia el pintor adquiría los d ife re n te s com ponentes, prep araba
los productos y, fin alm en te, los aplicaba. En esa época el envenenam iento
con plomo ("cólico del pintor") era frec u e n te .
En el siglo XIX la m ayoría de las m u ertes ocasionadas por
envenenam iento con plomo provenían del em pleo de pinturas.
El desarrollo de pigm entos orgánicos y el de la industria quím ica
en general ha conducido a una sensible dism inución de la toxicidad de
los productos em pleados. Sin em bargo, ese mismo desarrollo a p o rta
c o n stan tem en te nuevos productos cuya toxicidad y uso deben ser evaluados,
a fin de e sta b le c e r el nivel por debajo del cual no producen daños a la
salud.
Lo a n te rio rm e n te m encionado y la im plem entación de m edidas
preventivas y de seguridad, como así tam bién el adecuado cum plim iento
de las m ismas, conducen a una dism inución de los riesgos involucrados
en la m anufactura y en la aplicación de pinturas.

TOXICOLOG1A

H istó ricam en te las raíces de la toxicología se rem o n tan al


año 1 500 a.C . En papiros enco ntrado s en Egipto se hallaron re c e ta s
provenien tes de p rá c tic a s m édicas en las que se aconsejaba el em pleo

131
de sustancias ta les como c icu ta y plomo. En el año 400 a.C . H ipócrates
agregó algunos productos a los ya utilizados h asta ese m om ento, y dio
instrucciones relacionadas con la absorción y prevención de sobredosis
de m edicinas p o ten cialm en te venenosas. Mucho tiem po después, alreded or
del año 1 500 d.C ., P aracelso estableció las bases de la toxicología
m oderna, al m encionar que los agen tes tóxicos son de n a tu ra le z a quím ica
y que si el producto se com porta como te ra p é u tic o o tóxico depende
en gran m edida de la dosis adm inistrada.
En la actu alid ad ya no se la considera como la ciencia que
estud ia sólo los productos tóxicos, sino que tam bién a b arca el conocim iento
de las concentraciones lím ite por debajo de las cuales no existen riesgos
nocivos para la salud.
La toxicidad es fre c u en te m e n te definida como la capacidad
de una sustancia de producir daños o lesiones.
Los toxicólogos se preocupan por la estim ación del riesgo,
definida como la probabilidad de que se produzca un daño debido al em pleo
de un ag ente quím ico. Por ejem plo, el plomo puede ser a lta m e n te tóxico
cuando se lo inhala como fino polvo, pero no p resen ta ningún riesgo cuando
se lo manipula en estad o sólido. Desde e ste punto de v ista, la seguridad
es el com plem ento del riesgo. La seguridad ab soluta (cero de riesgo)
se alcan za rara m e n te .
La toxicidad de una su stan cia depende de diversos fa c to re s
que están d ire c ta m e n te vinculados a las propiedades in h eren tes del
m ateria l, m ientras que el riesgo e stá relacio nad o con una serie de
circu n stan cias que rodean su utilización.
En consecuencia, an tes del em pleo de un producto dado, es
conveniente conocer diversos asp ecto s re fe re n te s al mismo: form a física
(polvo, solución, etc.); proceso de obtención (continuo o discontinuo,
recip ien tes ab ierto s o cerrad os, etc.); condiciones de elaboración (presión,
te m p e ra tu ra , etc.); y su stan cias quím icas que siste m á tic a m e n te o bien
ev en tu alm en te pueden e s ta r en c o n ta cto con el producto.
En lo re fe re n te al riesgo em e rg en te del m anipuleo de una
sustan cia, el mismo depende del dosaje o co ncentración , de la form a
de exposición (co n tacto con la piel, ingestión oral, e tc .) y de la
susceptibilidad individual.
Es conveniente re m a rca r, sin em bargo, que en g eneral todas
las su stancias son tóxicas, ya que es fa c tib le e s ta r fre n te a un determ in ad o
dosaje y a una p a rtic u la r form a de exposición para que ap arez c an
invonvenientes o tra sto rn o s en el organism o. Por ejem plo, el agua d estilad a,
in y ectad a por vía endovenosa, causa serios desequilibrios en el balance
e le c tro lític o , pudiendo provocar la m uerte.

PROBABILIDAD DE RIESGOS

Toda activ id ad que desem peña una persona p resen ta c ie rto s


riesgos. Estos pueden ser considerados como la probabilidad de que a

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dicha persona le o curra algún daño, debiéndose e sta b le c e r el grado de
severidad del mismo.
En la Tabla I se indica la probabilidad re la tiv a de riesgo de diversas
activ idades a grado de severidad co nstante (la m uerte es el punto final).
En la Tabla II se m uestran las actividades que im plican el mismo tipo
de riesgo.
De dichos valores se deduce que cada individuo y la sociedad toda
en su conjunto deben a fro n ta r trasce n d en tes decisiones diarias vinculadas
con la seguridad de todas las actividades que se desarrollan en la m isma.
Los responsables de esas decisiones tienen o deben te n e r p resen te que
la fijación de un valor de riesgo cero en un á re a d eterm inad a im plica
seguram ente una elevada probabilidad de daño en o tra zona; e sta últim a
puede ser ad yacente o no a la p rim eram en te m encionada. Adem ás, el
rie s g o . es p a rte del precio que se paga para asegu rar cie rto s beneficios
esperados. Sin em bargo, deben e x istir consideraciones é tic a s en prim era
instancia y jurídicas luego, que regulen hasta donde es perm isible ex ten d er
un riesgo para alc an z ar un beneficio dado.

EVALUACION DE RIESGOS

En la industria de la pintura fre c u e n te m e n te se em plean nuevos


productos debido a que la p erm an ente investigación induce a desarrollos
tecnológicos más efic ac es. Es posible c la sific a r de tre s m aneras d ife re n te s
la evaluación de los riesgos re su lta n te s del m anipuleo de su stan cias
quím icas diversas:
a) D eterm in ar el nivel tóxico de cada com posición. E sta form a
rara m en te es adoptada debido a su a lta com plejidad.
b) Disponer de form ulaciones re p re se n ta tiv a s en cuanto a su grado
de toxicidad y em plearlas para e stim a r por analogía el riesgo em e rg en te
de com posiciones sim ilares. Esta m etodología es h a b itu alm en te se le c ­
cionada por su gran p racticid ad .
c) Ju zg ar la toxicidad de la p in tu ra o m ezcla de productos en
base al riesgo que p resen ta cada uno de sus com ponentes. Este m ecanism o
de trab ajo (toxicología com binada) se em plea tam bién en form a fre c u e n te .
La toxicología com binada puede se r clasificad a en tre s tipos
d iferen tes:
a) Tipo ad itiv o . Dos o más ag en tes quím icos pueden a c tu a r sobre
la misma clase de célula de id én tica m anera. En consecuencia es posible
calcu lar la toxicidad prom edio considerando como base aquélla
correspondiente a cada producto en form a individual y tam bién su
contenido porcen tu al en la m ezcla.
b) Tipo antagónico. Los com ponentes de una m ezcla p resen tan
e fe c to s opuestos. En e ste caso la toxicidad prom edio se calcula en form a
sim ilar a la del caso a n te rio r, pero con el resp ec tiv o signo que define
la acción.

133
TABLA I

RIESGOS ESTIMADOS PARA ACTIVIDADES DIVERSAS


(LA MUERTE ES EL PUNTO FINAL)

Actividad Peligros

Fum ar 10 cigarrillos diarios 1 : 400


A ccidentes varios 1 : 2 000
A ccidentes de trá n sito 1 : 8 000
T rabajo en industrias 1 : 30 000
D esastres n a tu rales 1 : 50 000
C onducir autom óvil durante 80 km 1 : 1 000 000

TABLA O

EXPOSICIONES QUE INCREMENTAN LA POSIBILIDAD DE MUERTE


EN 1 ppm O REDUCEN LA EXPECTATIVA DE VIDA EN 8 MINUTOS

Fum ar 1,4 cigarrillos


Vivir 2 m eses con un fum ador
Sacarse una radio grafía
C om er 100 bifes asados con carbón v eg etal
C om er 100 cucharadas de m anteca
Tom ar 30 bebidas de 250 cm^ conteniendo sacarin a
Vivir 15 años a una distancia m enor de 48 km de una p lan ta nuclear
Vivir 20 años cerca de una plan ta de cloruro de polivinilo

134
c) Tipo sinergético. Dos o más productos químicos ejercen un
e fe c to mayor (se potencian) que en una acción ad itiv a. Esto últim o indica
lo dificultoso que resu lta, por cálculo, e sta b le c e r la toxicidad de una
m ezcla de estas c a ra c te rístic a s.

TOXICIDAD DE LOS DIVERSOS CONSTITUYENTES DE LA PINTURA

Una pintura, considerada desde el punto de vista fisicoquím ico,


es un sistem a disperso. Está constituida por la dispersión de un sólido
o de una m ezcla de sólidos finam ente divididos (pigmento) en un medio
fluido (vehículo).
El procesam iento de las d ifere n te s m ateria s prim as seleccionadas
para la elaboración de una pintura, como así tam bién el m anipuleo del
producto term inado, expone a los operarios involucrados a riesgos de
intoxicación si se em plean técn icas de trab a jo no adecuadas. Los e fe c to s
tóxicos de las pinturas y de sus c o n stitu y en tes pueden incluir
envenenam iento d irec to por absorción g a stro in te stin a l, sofocación y
estupefacción debido a la inhalación de vapores y tam bién irritac ió n
y daños por co n ta cto con las mucosas o con la piel.

Vehículo

El vehículo es el com ponente que involucra a los m ateria le s


form adores de película (aceites, resinas n a tu ra le s y sin té tic a s, productos
polim éricos) y a los disolventes, que son las su stancias que p erm iten
la disolución de las prim eras con el objeto de alc an z ar una c o rre c ta
consistencia de aplicación que fa c ilite la elaboración y el pintado y
la obtención de capas delgadas y uniform es. En el vehículo se encu en tran
incluidos tam bién los p la stific a n te s, que son incorporados a fin de m ejorar
las propiedades m ecánicas y físicas de la película.
Los productos usualm ente em pleados com o m ateriales formadores
de película y que presen tan problem as de toxicidad son los que se
m encionan a continuación:
A ceites. Los a c e ite s norm alm ente em pleados en la ind ustria de
pinturas son é ste re s n a tu ra le s de ácidos grasos no satu rad o s con la g licerin a
(triglicéridos). En general no son tóxicos pero en relación con los a c e ite s
de tipo secan te corresponde re m a rc a r que su uso en am b ien tes cerrad o s
puede producir descom posturas, atrib u ib les a la fa lta de oxígeno. Tam bién
se han encontrado casos de envenenam iento por ingestión de a c e ite de
tung.
Resinas alquídicas. Son las más im p o rtan te s por el a lto p o rce n taje
que se em plea. Su utilizació n se debe fu n d am en talm en te a las
ex trao rd in a ria s propiedades de retención de brillo y de resiste n c ia a
la in tem p erie. Se tr a ta de p o liésteres de alcoholes polihidroxílicos (p.ej.
glicerol) con ácidos policarboxílicos (p.ej. ácido itá lic o ), y se com binan
quím icam ente con a c e ite s a fin de m odificar sus propiedades. En g en eral
no son tóxicas pero pueden producir co njun tiv itis o inclusive asm a

135
espasm ódico, problem as atribuibles al anhídrido itá lic o que puede e s ta r
p resen te en el am b iente. Además debe re m a rca rse que los disolventes
usuales de las resinas alquídicas son com puestos aro m ático s, alcoholes
y cetonas, los que suman sus acciones a las m encionadas p re c ed e n tem en te .
Resinas vindicas. Se form an a p a rtir de m onóm eros que presentan
dobles enlaces en su e stru c tu ra . Estos m onóm eros (cloruro de vinilo,
a c e ta to de vinilo, cloruro de vinilideno) polim erizan por adición y por
acción térm ic a , produciendo com puestos de peso m olecular variable.
Las resinas vinílicas son en general no tó xicas. Sin em bargo el em pleo
de sustancias que las contienen pueden producir irritac ió n en los ojos
y en las vías resp irato rias, languidez y fatig a.
Resinas fenólicas. Se obtienen a p a rtir del fenol o de fenoles para
sustituidos y del form aldehído. La im p o rtan te toxicidad que exhiben
(fundam entalm ente cuando están p arcialm en te polim erizadas) es atrib u ib le
a su com posición quím ica. El form aldehído produce una intensa irrita c ió n
de la piel y m ucosas y su inhalación puede provocar serios problem as
en las vías resp irato rias. En la p rá c tic a no se generan tra sto rn o s graves
debido a que sus vapores son fácilm en te d e te c ta d o s en c o n cen tracio n es
muy por debajo de su nivel tóxico, lo cual no excluye que se lo deba
m anejar con precaución. El fenol produce intoxicación severa con una
depresión en el sistem a nervioso c en tral, p a rtic u la rm e n te en los cen tro s
v itales. Se conocen casos de m uerte súbita por inhalación de sus vapores,
con evidente daño en el a p arato resp ira to rio y en el digestivo y posibles
trasto rn o s severos en el riñón y en el hígado.
C aucho clorado. Las resinas de caucho son em pleadas en la in du stria
de la pintura en d ifere n te s form as: caucho clorado, isom erizado, ciclado,
copolím eros de estiren o -b u tad ien o , b u tad ien o -acrilo n itrilo , e tc . Su uso
no o frece riesgos para la salud; tienen una muy reducida toxicidad oral
y por inhalación; en e ste últim o caso el nivel de polvo en la a tm ó sfe ra
de trab ajo debe m antenerse por debajo de los 10 m g.m ~3.Sin em bargo,
y a pesar de lo expuesto, es necesario te n e r en cu en ta que el caucho
clorado siem pre tien e algún residuo de te tra c lo ru ro de carbono, el que
es fu e rte m e n te reten id o por la resina y se evapora muy le n ta m e n te a
te m p e ra tu ra am biente. Por ello en los depósitos es necesario co n tro lar
la concentración de te tra c lo ru ro de carbono en la a tm ó sfe ra , debido
a las posibles propiedades cancerígenas de e ste com puesto. D urante la
preparación de las pinturas el te tra c lo ru ro de carbono se lib era luego
de la disolución de la resina: se debe aseg u rar que su co n cen tració n en
el am biente no supere los 65 mg.m~3 .
A todo lo expuesto debe sum arse el riesgo que o frecen las p inturas
de caucho clorado al producirse el quem ado de la pintura d u ran te las
operaciones de soldadura; su descom posición produce cloruro de hidrógeno,
fosgeno y cloro. D entro de lo posible se deberá elim in ar de las su p erficies
de acero los resto s de pinturas de caucho clorado a n tes de p ro ced er a
c o rta r o soldar el m etal con soplete; si ello no puede log rarse, se deb erá
disponer una adecuada ventilación y d e te rm in a r perió dicam ente el nivel
de cloruro de hidrógeno en el am biente; cuando el contenido de e sta
sustan cia e stá por debajo del máximo perm isible, las co n cen tracio n es
de fosgeno y cloro son muy in feriores a los valores lím ite recom endados.

136
Resinas epoxfdicas. Se c a ra c te riz a n por su ap titu d para la
form ulación de recubrim ientos que, con un curado adecuado, poseen
elevada resistencia. La m acrom olécula se form a por reacción quím ica
e n tre la resina y el endurecedor, produciéndose e n trecru zam ien to s y
un reticulado que proporciona las propiedades m encionadas
p reced en tem en te. Estas resinas han generado casos de d e rm a titis, pero
estos daños en la piel están vinculados g en eralm en te con el ag en te de
curado. Estas sustancias son g en eralm ente am inas, fu erte m e n te alcalin as
en su form a concentrada y por lo ta n to corrosivas para la piel. Por ta l
circun stancia en los sistem as epoxídicos de dos com ponentes, el envase
correspondiente al endurecedor debe ser m anipulado con precaución
a fin de dism inuir riesgos, y en las cantidades aconsejadas por el fa b ric a n te ,
para que no quede am ina libre en la película de pintura.
Resinas poliuretanicas. Proporcionan películas de gran dureza
y resisten tes a ag en tes atm o sférico s y quím icos, sustancias corrosivas
en general y a la abrasión. Se elaboran a p a rtir de isocianatos y dioles,
polioles o com puestos con grupos hidroxilo en su m olécula. Los iso cian ato s
frecu en tem en te em pleados son el d iisocianato de tolueno (DIT), el
diisocianato de hexam etileno (DIH) y el diisocianato de difenil m etano
(DIM). Dado que las resinas pueden c o n te n er pequeñas cantid ades de
monómero libre, no pueden considerarse como inocuas, fu n d am en talm en te
cuando se em plean el DIT y el DIH, dada su elevada presión de vapor
en condiciones norm ales (son riesgosas co n cen tracio n es en el aire m ayores
de 0,02 ppm v/v). En general los isocianatos son irrita n te s para los ojos,
mucosas y piel, y adem ás fu e rte s alérgenos, es d ecir producen
sensibilización en aquellos individuos que ya fueron a fe cta d o s por su
em pleo. Su patología e stá c a ra c te riz a d a por síntom as sim ilares a los
de una súbita neum onía o un ataq u e de asm a. F re cu e n tem en te la aplicación
por pulverización de pinturas a base de resinas po liu retán icas expone
al operario al riesgo de resp u estas a lérg icas resp ira to ria s e irritac ió n
en laringe y tráq u e a y posiblem ente bronquios y bronquiolos. La adecuada
ventilación del rec in to y el em pleo de m áscaras suelen ser m edidas
adecuadas de precaución. No existen riesgos especiales derivados de
la abrasión de películas secas de pinturas de e ste tipo.

D isolventes

P resentan gran acción tó xica debido a que son fác ilm e n te


absorbibles por inhalación y por la piel, constituyéndose por e ste m otivo
en el grupo más im p o rtan te de m ateria le s riesgosos em pleados en pin tu ras.
Los disolventes orgánicos c o rrie n te m e n te em pleados se m encionan
a continuación.
Aguarrás vegetal (esencia de tre m en tin a). Se obtien e de c ie rto s
pinos, ya sea por medio de incisiones en ejem p lares vivos y p o ste rio r
d estilación del m ateria l recogido, o bien por destilació n d e stru c tiv a de
su m adera. Es e sen cialm en te una m ezcla de terp en o s, cuyas c a r a c te rís tic a s
g en erales dependen de la especie de pino seleccio n ad a. Su toxicidad ha
sido d escrip ta por num erosos au to re s y se a c e p ta que es capaz de cau sar
e fe c to s agudos sobre c ie rto s órganos y tam bién sobre la piel; ingerido

137
en pequeña cantidad produce e fe cto s irrita n te s , dañando el riñón después
de su absorción. En la p rá c tic a el m ayor riesgo deriva de la exposición
a la acción de sus vapores, pudiendo causar ardor en ojos, n ariz y g arg an ta,
como así tam bién náuseas y vóm itos. Una intoxicación suave provoca
dolor de cabeza y m areos, con confusión m ental en los casos más severos.
La cantidad m áxim a de vapores perm isible en la a tm ó sfe ra es de 100 ppm
v/v, valor a p a rtir del cual aparecen los prim eros síntom as de irritac ió n
m encionados.
En lo re fe re n te al co n ta cto con la piel, la esencia de tre m e n tin a
puede d esarrollar una sensibilización a la d e rm a titis. En esas circu n stan cias
la piel se torna rojiza y acalorad a. Si el c o n ta c to se re p ite , los síntom as
se intensifican, apareciendo irritació n y am pollas. Con re sp ec to a la
d e rm a titis, corresponde m encionar que cualquier disolvente puede
ocasionarla, dado que prim eram en te rem ueve las m aterias grasas que
protegen la piel y luego la irrita , exponiéndola sin pro tección al ataq u e
de otros agentes. Como el consumo de e ste disolvente es muy lim itado ,
el problem a no tiene m ayor significación en la p rá c tic a .
Aguarrás mineral. En la actualidad e ste disolvente ha reem plazado
al ag u arrás veg etal en la m ayoría de los casos. Existen pocas evidencias
de que sea tóxico, pero la exposición a sus vapores en un espacio cerrad o
podría te n e r e fe c to n arcó tico y aún causar pérdida de conocim iento. El
contenido en el aire no debe ser superior a 500 ppm v/v, para que se logren
sa tis fa c to ria s condiciones de trab ajo .
Su acción d esengrasan te sobre la piel es poco nociva; sin em bargo
puede producir en algunos casos irritac ió n y en consecuencia su em pleo
para la lim pieza de las manos no es aconsejable.
Naftas de petróleo. Están com puestas por hidrocarburos a lifá tic o s
con cadena de 8 ó 9 átom os de carbono, con un ap reciab le contenido de
com puestos alicíclicos y aro m ático s. Se les adjudica una toxicidad
in term ed ia e n tre el ag u arrás m ineral y las n a fta s de alq u itrán de hulla;
en co n cen traciones superiores a 500 ppm v/v pueden producir e fe c to
n arcó tico e inclusive la m uerte. Poseen un m enor punto de inflam ación
y un m ayor poder de disolución que el agu arrás m ineral.
Naftas de alquitrán de hulla ("coal tarn). Tienen una com posición
p rep o n d eran tem en te a ro m á tic a, que incluye homólogos del benceno y
pequeñas cantidades de com puestos parafínicos. Se em plean cuando se
requiere un disolvente aro m ático de a lto punto de ebullición. Sus vapores
ejercen una m arcada acción n arc ó tic a y en casos severos pueden producir
pérdida de conocim iento cuando el contenido en la a tm ó sfe ra supera las
200 ppm v/v.
Benceno y sus homólogos. El benceno, como disolvente, p resen ta
una serie de propiedades deseables. Sin em bargo, debido a su elevada
toxicidad, no se aconseja su uso. El m áxim o perm isible en el a ire es 35
ppm v/v. Se d iferen cia de los disolventes usualm ente em pleados por su
capacidad de producir envenenam iento crónico y de ocasionar una progresiva
y fa ta l destrucción de los órganos generado res de sangre, principalm en te
en la m édula, pudiendo conducir a la leucem ia. Esta últim a no es una
enferm edad industrial que se d e te c te asid uam ente, pero es fre c u e n te

138
que operarios que manipulan benceno presenten dolor de cabeza, languidez
y pérdida de a p e tito , por ligeros disturbios en la form ación de la sangre.
Cuando aparecen los prim eros síntom as se e v ita que el problem a progrese
impidiendo nuevas exposiciones, con lo que la recuperación es rápida.
Los trasto rn o s tienen un período de duración variable de una persona a
o tra. Es un poten te n arcótico , que produce una súbita y profunda depresión
del sistem a nervioso.
Entre los homólogos del benceno se en cuen tran el tolueno y el xileno.
Desde el punto de vista toxicológico se incluyen los tre s isóm eros del
xileno, y la cantidad en el aire no debe exceder de 200 ppm v/v. El e fe c to
n arcó tico que producen es sim ilar al del benceno pero más atenu ado por
su m enor volatilidad. El co n ta cto prolongado con tolueno o xileno conduce
a una ligera anem ia y depresión; los casos de anem ia progresiva son
atribuibles sólo al benceno.
Esteres, cetonas, éteres y alcoholes. Se tr a ta de un grupo muy
num eroso de disolventes, de com posición muy diversa, razón por la cual
no se los puede considerar en form a conjunta. Se hará una re fe re n c ia a
los com puestos más rep re se n ta tiv o s de cada grupo, citando sus
c a ra c te rístic a s toxicológicas p a rticu la re s.
E ntre los ásteres, un ejem plo típico es el a c e ta to de am ilo. La
experiencia indica que cuando es inhalado en a lta s co n centracio nes tiene
acción irrita n te y n a rc ó tic a no muy seria, e fe c to com únente producido
por la m ayoría de los á ste re s. Hay tam bién evidencia que rep e tid a s y
frec u en te s inhalaciones en co ncentracion es no n a rc ó tic as (inferiores a
200 ppm v/v) perjudican el sistem a resp ira to rio , hígado, riñón y a p a ra to
digestivo; ocasiona la irritació n de m ucosas, picazón y dolor en los ojos,
sequedad de g arg an ta, tos, e tc .
En la serie de cetonas un ejem plo re p re se n ta tiv o es la a ce to n a .
Los experim entos realizad os en anim ales m uestran que en a lta s
co n cen traciones la ace to n a e je rce un e fe c to n a rc ó tic o . Sin em bargo, ex isten
pocos casos conocidos de intoxicaciones severas producidas en seres
humanos, con co n cen tracio n es en el aire por debajo de 1000 ppm v/v.
No se han d e te c ta d o evidencias de absorción por la piel, pero sí
concentraciones sig n ificativ as en el cuerpo hum ano debido a que es el
producto final que se genera como consecuencia de en ferm edad es diversas
(p. ej. diabetes).
La m etil e til ceto n a es en gen eral más irrita n te que la ace to n a
e intolerable para el ser hum ano en co n cen tracio n es superiores a 250 ppm
v/v.
La ciclohexanona, o tra ceto na com únm ente usada en form ulaciones
de pinturas, puede cau sar som nolencia, pero no genera cam bios más
significativos en la sangre que una ligera anem ia. La m etil cilclohexanona
p resen ta toxicidad cuando su contenido en el a ire sobrepasa las 100 ppm
v/v.
Un ejem plo del grupo é te r-a lc o h o l lo co n stitu y e el m onoetil é te r
del etilenglicol. Estudios llevados a cabo sobre anim ales pusieron de
m anifiesto su bajo e fe c to tóxico sobre el sistem a nervioso c e n tra l y el
riñón. Su baja tensión de vapor lo hace ap to para el uso in du strial,

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140
141
ocasionando en algunos casos una ligera irritació n en los ojos de los operarios
que lo em plean, cuando la cantidad en el aire supera las 200 ppm v/v.
El m etoxietanol es más tóxico que el a n te rio r; su ingestión puede
producir la m uerte. Su em pleo en ap resto s para la ropa ocasionó casos
severos de a lteracio n es en el sistem a nervioso y en la sangre. La
concentración máxim a perm isible en el aire es de 25 ppm v/v.
O tros m iem bros de esta serie p resen tan e fe c to s sim ilares, siendo
todos p o tencialm en te capaces de dañar los riñones, el sistem a nervioso
c en tral y la medula de los huesos.
Si bien en la industria de la pintura el em pleo de alcohol m etílico
no es frecu en te, sus c a ra c te rístic a s peculiares hacen necesario m encionar
que su m anipuleo es a lta m e n te riesgoso: a ta c a el nervio óptico, produciendo
ceguera p erm anente, y su ingestión puede ocasionar la m uerte. La cantidad
m áxim a adm isible en el aire es de 200 ppm v/v.
Los alcoholes superiores presentan, en g en eral, una m ayor toxicidad,
pero por su m enor volatilidad el e fe c to dism inuye sig n ific ativ am en te .
Sin em bargo algunos casos deben ser rem arcad os, pues el isopropanol tien de
a ser m etabolizado por el organism o, que lo tran sfo rm a en a ceto n a, causando
los mismos problem as que é sta. El contenido en el aire debe ser in ferio r
a 400 ppm v/v.
Por su p a rte , el n-butanol, usado com unm ente en la in du stria de
la pintura, causa severa irritació n de la conjuntiva y de la córnea, por
lo que es aconsejable op erar sólo con co n cen tracio n es in ferio res a 100
ppm v/v.
P la stific a n te s. D entro de este grupo, p resen ta riesgos para la salud
el fo sfato de tric re silo y su ingestión puede producir una sev era parálisis,
hecho que fue com probado cuando se lo utilizó como a d u lte ra n te de bebidas.
Puede incorporarse al organism o por inhalación o ser absorbido por la
piel.
P inturas que incluyen en su com posición difenilos clorados son
capaces de gen erar serios trasto rn o s en el hígado y erupciones en la piel,
sim ilares a las del acné. Tam bién se han d e te c ta d o envenenam ientos por
ingestión. Todo esto ha conducido en algunos países a im p lem en tar
legislaciones rigurosas que reg istren su em pleo.
Las parafinas cloradas, de uso muy difundido en sus diversas
variedades, no han evidenciado ocasionar tra sto rn o s en la salud de las
personas que en tran en c o n ta c to con las m ism as.

Pigmentos y extendedores

Los pigm entos tienen como función fund am ental im p a rtir opacidad
y color a la película, ejerciendo adem ás influencia sobre o tra s propiedades
de la misma, ta les como dureza, resisten c ia m ecánica, durabilidad al
e x te rio r, e tc .
Los extendedores se utilizan como refu e rzo y para com p lem entar
las propiedades de los pigm entos cub rien tes m encionados más arrib a.
Algunos pueden m ejorar la capacidad de su sten tació n en el envase, reducen
la perm eabilidad de la película y contribuyen, sin a u m en tar el costo, a

142
dar el volumen de pigm ento necesario para lograr un producto de viscosidad
adecuada.
El tam año y la form a de p artícula de los pigm entos y extendedores
varía am pliam ente, así como su capacidad de absorción fren te a a c e ite s
o ligantes resinosos; difieren tam bién en toxicidad, absorción de u ltra v io le ta ,
e tc .
Compuestos de mercurio. Los com puestos derivados del m ercurio
producen efecto s d ifere n te s sobre el hom bre. Los de tipo inorgánico
ocasionan daños no perceptibles en el cereb ro o provocan tem b lo res y
estrem ecim ien to s como únicos síntom as d e te c ta b le s. Por su p a rte los
orgánicos, como los derivados alquílicos, generan lesiones cereb ra les con
consecuencias sobre el sistem a nervioso, producen d ificu ltad es en las
articu lacio n es y restric cio n es en el cam po visual. Adem ás, se fijan
firm em ente en el cereb ro después de la absorción, lo cual e sta b le c e una
diferen cia significativa con el caso a n te rio r. Los derivados arílico s se
asem ejan más por sus e fe c to s a los de tipo inorgánico.
Un hecho que m erece señalarse es que el óxido de m ercurio, em pleado
como pigm ento tóxico en pinturas a n tiin c ru sta n te s, no ha generado
trasto rn o s en los operarios que trab ajan en dique seco durante el carenado
de em barcaciones; esto se fundam enta en la elevada solubilidad de este
com puesto en el agua de m ar, en condiciones norm ales de navegación,
que lo elim inan de la película de pintura a n tiin c ru sta n te o dejan sólo una
mínima concentración residual. Adem ás no se produce desprendim iento
de gases o vapores d urante las operaciones de ox icorte y soldadura.
Compuestos de plomo. En la ind ustria de la pintura (operarios de
fábrica y aplicadores), el envenenam iento con plomo es conocido desde
hace muchos años. Las precauciones tom adas para su em pleo y
fund am entalm ente el reem plazo por otro s pigm entos ha dism inuido
sensiblem ente los casos de m uerte.
La form a más fre c u e n te de intoxicación es la inhalación de vapores
(m etal fundido) y de polvo, m ientras que la ingestión desem peña un papel
secundario. La absorción por la piel se considera en g eneral no sig n ificativ a,
a excepción del caso de algunos com puestos orgánicos como el te tr a e til
plomo.
Las intoxicaciones con plomo presen tan en g en eral una sin tom atología
sim ilar a la correspondiente a una afección in te stin a l, es d ecir vóm itos;
cólicos abdom inales y constipación, con un cuadro sim ultáneo de anem ia
y neuritis p e rifé ric a que puede inducir a un diagnóstico de ap en d icitis
aguda, con los consiguientes riesgos de una operación quirúrgica.
R esulta dificultoso ubicar los d ife re n te s com puestos de plomo según
un orden de toxicidad. Sin em bargo, es conocido que el carb o n ato de plomo
y el lita rg irio son p robablem ente los más tóxicos, seguidos por el minio,
el su lfato básico de plomo y los crom ato s de plomo. La toxicidad de esto s
últim os es función de su solubilidad en el jugo g ástrico ; cuanto más básicos
resu ltan más solubles y en consecuencia más riesgoso su uso.
Dado el elevado e fe c to tóxico de los com puestos de plomo, se a c e p ta
como máximo una concentración en el aire de 150 g/m ^. A dem ás es
n ecesario im plem entar m edidas p reven tivas cuidadosas para su m anejo:

143
ausencia de e ta p as secas, em pleo de m áscaras p ro te c to ra s, prohibición
de ingerir alim entos d u rante el trab ajo así como de fum ar, acceso a una
cuidadosa higiene personal, e tc . En lo re fe re n te al sum inistro de leche
a los operarios que perm anecen en c o n ta cto con com puestos de plomo,
es conveniente señalar que, en caso de pad ecer envenenam iento, este
hecho es perjudicial. A tra v é s del tiem po la provisión de leche estuvo
fundam entada en que el calcio prom ueve una deposición del plomo en
los huesos, lugar donde no resu lta riesgoso. Sin em bargo ello es
h abitu alm ente tem porario , dado que se puede rem over por acidosis, es
d ecir por un exceso de acid ez en la sangre.
A ctualm ente, en caso de envenenam iento con com puestos de plomo
se em plean agentes quelantes (p.ej. la sal disódica del ácido etilendiam ino
te tra a c é tic o , EDTA); éstos form an con el plomo com puestos solubles no
ionizados, que circulan por el to rre n te sanguíneo, y que fin alm en te son
elim inados por el organism o.
C om puestos de cinc. Los crom atos de cinc, usualm ente em pledos
como pigm entos inhibidores en pinturas an tico rro siv as, pueden ocasionar
cán cer de pulmón y úlceras nasales cuando los productos que los incluyen
en su composición son aplicados a so p lete. Sin em bargo, bajo e s tric ta s
condiciones de higiene industrial, es posible e v ita r dichos riesgos
(concentraciones en el aire inferiores a 100 yg.m "^).
El óxido de cinc, por su p a rte , utilizad o como pigm ento cu b rien te,
como pigm ento antico rrosiv o com plem entario o como tóxico de refu e rzo
en pinturas a n tiin c ru sta n te s, puede ser generad or de la llam ada fieb re
del cinc cuando se lo inhala en form a de polvo fin am en te dividido. Los
síntom as que p resen ta son sim ilares a los de la m alaria, con fieb re y
escalofríos y culm inando con una tran sp iració n in ten sa. El contenido m áxim o
aconsejado en el am biente de trab ajo es de 15 000 yg.m"3.
C om puestos de cobre. El cobre, en form a de óxido cuproso rojo,
es usualm ente em pleado como tóxico fu nd am ental en pinturas
a n tiin c ru sta n te s, dada su e fe c tiv a acción biocida sobre la m ayoría de
los organism os que conform an el MfoulingM m arino. Los com puestos de
cobre, en general, sólo resu ltan tóxicos a a lta s co n cen tracio n es. La
intoxicación crónica es más im probable de adquirir que la aguda, dado
que el hígado elim ina n orm alm ente el exceso de cobre. E sta defensa es
e x tra o rd in a ria m en te e fe c tiv a para prevenir en ferm ed ad es causadas por
intoxicación con cobre y c o n tra sta sev era m en te con la a p a re n te fa lta
de p ro tección co n tra los m etales pesados, como plomo y m ercurio.
Cuando se ingiere cobre y se supera la capacidad de defen sa del
organism o, los prim eros síntom as que se d e te c ta n son náuseas y vóm itos,
seguido por com a profundo, necrosis h e p átic a y m u erte. Los tra ta m ie n to s
con ag en tes quelantes, ta le s como la D -penicilam ina, o bien con hem odiálisis
o diálisis p erito n eal, se han m anifestado como tra ta m ie n to s ra ra m e n te
efic ac es.
F inalm ente, para e jem p lificar la capacidad de defensa c o n tra el
cobre de los organism os norm ales, resu lta de in te ré s m encionar que el
análisis de cobre en el hígado y en la sangre, llevados a cabo en m ineros
chilenos que han operado d u ran te 20 años en una a tm ó sfe ra con 2 por

144
cien to o más de polvo de cobre, indicaron contenidos norm ales.
Compuestos de estaño. La perm anente búsqueda de nuevos productos
ha conducido en los últim os años al desarrollo de tóxicos para ser em pleados
en pinturas an tiin cru sta n te s. E ntre ellos deben m encionarse com puestos
orgánicos de estaño del tipo R 3SnX, donde R es un grupo orgánico y X
un su stitu y en te inorgánico. Los más em pleados son el óxido de tri-n -b u til
estaño, el fluoruro de trib u til estaño y el fluoruro de trife n il estañ o. En
general los com puestos organoestánnicos seleccionados para la elaboración
de pinturas presentan baja toxicidad, aunque pueden producir irritació n
en los ojos y en la piel. La inhalación de soluciones puede causar e fe c to s
localizados en los pulm ones, fundam entalm ente en con centracio nes elevadas
y si el co n tacto es prolongado. En pequeñas cantidades el organism o los
elim ina, no habiéndose d e te ctad o una acción cancerígena atrib u ib le a
este tipo de com puestos.
En lo re fe re n te a la aplicación de pinturas elaboradas a p a rtir de
com puestos organoestánnicos, y fu n dam en talm ente en la toxicidad ya
m encionada, en caso de em plearse un m étodo por pulverización deben
p referirse los equipos sin aire com prim ido ("airless spray") y el operario
debe e sta r cuidadosam ente protegido para e v ita r que la pintura e n tre
en co n ta cto con sus ojos, piel o bien que sea inhalada. Es im p o rtan te
extend er las precauciones a los individuos que se en cuen tren en un radio
de 10-15 m etros de la zona de pintado, y la posición de la boquilla o la
dirección del viento pueden h acer variar la d istan cia indicada.
Precauciones sim ilares deben to m arse cuando una su perficie que
ha tenido aplicada una pintura organoestánnica se som ete a arenado. En
estas circu n stan cias debe p re fe rirse el arenado húm edo, dado que se controla
más fácilm en te la cantidad de película que pueda quedar en suspensión
en la a tm ó sfe ra. En casos de oxicorte o soldadura se aconseja rem over
previam en te la película ad y acen te a la su p erficie a tr a ta r , a fin de dism inuir
o e v ita r el desprendim iento de vapores co n tam in an tes.
Compuestos de titanio, cadmio y antimonio. El tita n io , en form a
de óxido (dióxido de titan io ) es muy em pleado en form ulaciones diversas
por su elevado poder cu b rien te y elevada resiste n c ia a la in tem p erie. La
concentración m áxim a ace p ta b le en el aire es de 15 OOOiig.m- ^.
Los pigm entos de cadm io, de uso no muy fre c u e n te en la ind ustria
de la pintura, producen daños en los pulm ones y en los riñones, siendo
aconseiable que la concentració n en el medio am bien te no supere los 100
ug.m ~3 .
El antim onio, en form a de trióxido, ocasiona inconvenientes no
severos en la salud, a pesar de su sim ilitud con el trióxido de arsén ico .
Para condiciones de trab a jo no riesgosas la con cen tració n en la a tm ó sfe ra
no debe superar los 500 Lg.m- ^.
Compuestos varios. En lo re fe re n te a los riesgos para la salud que
pueden g en erar los ex tendedores, el principal in te rés e stá vinculado con
los e fe c to s de la inhalación de polvo en los lugares de trab a jo , d u ran te
períodos prolongados, con poco control de las condiciones am b ien tales.
Así, por ejem plo, son muy conocidos los riesgos debidos a la acción
de la sílice (silicosis), como tam bién los ocasionados por el asb esto , el

145
E ntre los extendedores considerados como de muy bajo riesgo pueden
m encionarse el su lfato de bario y el carb on ato de calcio. Sin em bargo
exposiciones prolongadas a polvos de su lfato de bario han conducido a
anorm alidades pulm onares, evidenciadas por rayos X en ausencia de síntom as
clínicos. Esta enferm edad, llam ada baritosis, se produce por deposición
del su lfato de bario en los pulmones. Un cuadro sim ilar puede p resen ta rse
por exposición prolongada a óxido de hierro fin am en te dividido.

Aditivos

Los aditivos son sustancias que, incorporadas en pequeñas can tid ad es,
usualm ente m ejoran las propiedades y c a ra c te rís tic a s de la p in tu ra y/o
película seca.
Los secantes son em pleados en algunos tipos de c u b iertas orgánicas
a fin de a c e le ra r la conversión de la película líquida a sólida. En la industria
de la pintura se utilizan h abitualm ente lin oleato s o n a fte n a to s de plomo,
m anganeso, cobalto y cinc. En general, esto s com puestos no in crem en tan
los problem as de salubridad que ocasionan las pinturas, aunque los se ca n tes
en form a concen trad a, y p a rticu la rm e n te los basados en plomo, deben
ser manipulados con las precauciones g en erales que se indicaron en el
caso de pigm entos derivados del plomo, considerando la posible absorción
por piel que p resentan los com puestos orgánicos de e ste m etal.
Los agentes hum ectantes, que se incorporan para fa c ilita r la
dispersión de los pigm entos, son alcoholes, fenoles, e ste re s, é te re s o jabones
m etálicos. La gran diversidad de productos que cum plen ad ecu ad am en te
e sta función hace im posible g en eralizar sobre su toxicidad; sin em bargo,
los trasto rn o s para la salud em erg en tes de su em pleo fueron señalados
opo rtunam ente al considerar los d ifere n te s com ponentes de las pinturas
y p a rticu la rm e n te los co n stitu y en tes v o látiles del vehículo.
Los agentes antisedim entantes son su stan cias que p erm iten a lc an z ar
una adecuada estabilidad en el envase d uran te un tiem po prolongado, sin
que se produzcan depósitos duros o d ifícilm en te r e in c o rp o ra re s . En gen eral,
la viscosidad del vehículo es un aspecto im p o rtan te desde e ste punto de
vista, y cuanto m ayor es la viscosidad m enor es la ten dencia del pigm ento
a d ep o sitarse. El e s te re a to de alum inio, que tam bién tien e e fe c to m a te a n te ,
y el ácido silícico am orfo, están am p liam ente difundidos como a g en tes
espesantes. Estos com puestos no requieren especial cuidado d u ran te su
utilización, con excepción de aquellos a sp ecto s a n tes m encionados,
correspondientes a los polvos finam en te divididos.
Los agentes tixotrópicos o m odificadores de la viscosidad otorgan
a las pinturas c a ra c te rís tic a s de falso cuerpo; é ste se reduce
tem p o rariam e n te por la aplicación de un esfu erzo de co rte previo a la
operación de pintado, recuperándose las c a ra c te rís tic a s iniciales
in m ed iatam en te después de aplicada la película. El a c e ite de ricino tra ta d o
("castor oil") y arc illa s m odificadas con am inas ("Bentone") confieren
las c a ra c te rís tic a s Teológicas an tes m encionadas. En gen eral se tr a ta
de productos no tóxicos y en estado de polvo se deben to m a r las
precauciones correspondientes.

146
CONTAMINACION Y CONTROL. MEDIDAS PREVENTIVAS

Una adecuada legislación para co n tro lar la contam inación am biental


debe definir la concentración máxima a cep tab le de los d ifere n te s m ateriales
usualm ente em pleados en la elaboración de pinturas. Los riesgos para
la salud dependen no sólo de la concentración atm o sfé ric a de una sustancia
dada, sino tam bién de la frecu encia y duración de la exposición y, en algunos
casos, del estado físico de la misma. Una inform ación de este tipo es
publicada anualm ente por organism os e sta ta le s de EE.UU., que elaboran
un listado con los valores máximos perm isibles en el aire de d ifere n te s
productos (TLV, "Threshold Lim it Valúes"), y que corresponden a una
a tm ó sfera en la cual un adulto puede p erm an ecer durante una jornada
de trab ajo de 8-9 horas, sin sufrir ningún e fe c to perjudicial para su salud
(Tabla III). Estos valores son g en eralm ente adoptados por o tro s países,
con algunas m odificaciones en los lím ites recom endados.

Polución durante la elaboración de pinturas

En las m odernas fábricas de pinturas se realiza periód icam en te


un estudio de la concentración de vapores o polvos en el aire,
fundam entalm ente en aquellas áreas donde las determ inaciones previas
han evidenciado ten e r los índices más elevados de contam inación.
En general, la m ayor concentración de disolventes en el a ire se
reg istra en aquellos se cto re s destinados a la disolución de los d ife re n te s
com ponentes del vehículo y a la dispersión de los pigm entos. El em pleo
de sistem as de ex tracció n localizada dispuestos sobre los equipos en
condiciones de operatividad son, en g eneral, más económ icos que los
e x tra c to re s generales de am biente, dado que los requ erim ientos de rem oción
de aire son m enores en el prim er caso, para a lc an z ar las condiciones de
trab ajo adecuadas.
En lo re fe re n te a la contam inación por polvo, el m étodo más efe ctiv o
es la ventilación localizada, com plem entada con una adecuada m etodología
de trabajo . La rápida lim pieza de los d erram es accid e n ta les y el cuidadoso
tran sp o rte de los m ateria le s secos reducen sen siblem ente el problem a.

Polución durante la aplicación de pinturas

La aplicación de pinturas por m edios diversos (rodillo, pincel,


pulverizador, e tc .) y el po sterio r secado de la película contam inan la
a tm ó sfera debido fundam entalm en te a la volatilizació n de los disolventes.
El m étodo de atom ización o "spray" conduce adem ás a la to ta lid a d de
los com ponentes de la pintura a un estad o en que pueden ser fácilm en te
inhalados.
La m agnitud del problem a depende de la can tid ad de p in tu ra usada,
de la com posición del disolvente y del m étodo de aplicación. Así, por
ejem plo, el pintado con rodillos accionados m ecán icam en te puede ocasionar
problem as debido a la rápida velocidad con que se rea liz a la operación,
m ientras que por inm ersión, cuando están involucradas grandes á re as de

147
película húm eda de p intura, la contam inación puede se r p a rtic u la rm e n te
sig n ificativ a.
Un sistem a de ventilación c o rre c ta m e n te diseñado puede c o n tro lar
e fic az m e n te la polución en el á re a de trab a jo . El em pleo de carbón
activ ad o re su lta en algunos casos más ventajoso desde un punto de v ista
técn ico y económ ico para alc an z ar los citado s fines. O tro m étodo ap to
para depurar los vapores en am bientes cerrado s e stá basado en el em pleo
de rea ctiv o s quím icos seleccionados en el lab o ra to rio y adecuados a cada
situación (soluciones acuosas de ácid o s, bases, ag en tes oxidantes,
d e te rg e n te s, e tc.)

Polución durante la remoción de la pintura

La elim inación de películas viejas de p in tu ra fre c u e n te m e n te


conduce a la contam inación del a ire circu n d an te, debido ta n to a la
toxicidad de los d ife re n te s com ponentes como a la de sus productos de
degradación o al polvo producido.
El em pleo de líquidos cáu stico s o de disolventes orgánicos puede
g en erar vapores y nieblas riesgosas para la salud, m ien tras que el uso de
abrasivos puede ocasionar polvo, conform ado por p a rtícu la s de p in tu ra
y del mismo abrasivo.
Los procesos de lim pieza con a ire a presión, co rtad o con so p lete
o soldadura de chapas pintadas puede producir la v o latilizació n y
degradación sim ultán ea del pigm ento y del lig an te.
Los humos de óxidos m etálico s originados en los procesos de
o x icorte y/o soldadura a p a rtir de pigm entos que co n tienen alum inio,
hierro, m agnesio, tita n io y cinc, p resen tan sólo pequeños riesgos para la
salud, m ien tras que aquéllos provenientes de arsén ico , antim onio, crom o,
plomo y cadm io son a lta m e n te peligrosos. A dem ás los "prim ers" deben,
de ser posible, e s ta r exentos de cro m ato s.
O tros co n stitu y en te s de las p in tu ras pueden g e n e ra r gases o humos
nocivos (monóxido de carbono, óxidos de nitróg eno , aldehidos, productos
de descom posición de fenoles o grupos epoxídicos, e tc .) d u ran te las
operaciones de ox ico rte o soldadura. En cu alq u iera de los casos
considerados no se deben ex ceder las c o n cen tracio n es m áxim as en el a ire
indicadas en la Tabla III.
Los riesgos de excesivos niveles de esto s productos c o n tam in an tes
son alto s, p a rtic u la rm e n te cuando se tra b a ja en espacios confinados. La
acum ulación c ita d a puede e v ita rse con un e fe c tiv o siste m a de v en tilación
o bien utilizando m áscaras p ro te c to ra s adecu adas.

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149
PINTURAS. RIESGOS INVOLUCRADOS EN

LA ELABORACION Y EMPLEO

C.A. Giúdice* y B. del Amo**

* CIDEPINT y Consejo Nacional de Investigaciones C ien tíficas y T écnicas.


** CIDEPINT, Comisión de Investigaciones C ien tíficas y T écnicas y Consejo
Nacional de Investigaciones C ien tíficas y T écnicas.
INTRODUCCION

La aplicación de pintura incluye no sólo riesgos de toxicidad o los


derivados de la inflamabilidad de los m ateriales utilizados, sino tam bién los
em erg en tes del em pleo de equipos impulsados por aire com prim ido, tales
como arenadoras, granalladoras, sopletes y h e rram ien tas n eu m áticas en ge­
neral. Además deben ser considerados, debido al núm ero de casos re g is tra ­
dos, los accidentes producidos en andam ios, e scaleras, espacios cerrado s,
e tc .
Las m edidas de precaución a ad o p tar exigen la previa id e n tific a ­
ción de los peligros p o ten ciales. Los operarios deben e s ta r fam iliarizad o s
con los equipos que utilizan y ser conocedores de su adecuado m anejo, a fin
de g a ra n tiz a r ta n to la seguridad com o la salubridad.

FUEGO Y EXPLOSION

La m ayoría de las pin tu ras líquidas son inflam ables. Algunas de las
pocas excepciones están co n stitu id as por los productos ricos en cinc basa­
dos en silicato s alcalinos y los de tipo em ulsión.
En el caso de las pinturas a base de disolventes v olátiles, las posi­
bilidades de fuego y explosión están c irc u n sc rip tas a las c a ra c te rís tic a s de
las sustancias em pleadas para la disolución y dilución (disolventes y
diluyentes). P a ra que se g en ere fuego o se produzca una explosión se
requ iere la p resen cia de su stan cias com bustibles y oxígeno del a ire , a sí co­
mo tam bién un iniciador de dicha com bustión. Los m a te ria le s sólidos nece­
sitan en g en eral a lta s te m p e ra tu ra s m ien tras que los líquidos y gases pue­
den ex plo tar a te m p e ra tu ra s m enores.
La explosión de una m ezcla de vapor o gas y aire se produce esen­
cialm en te por un m ecanism o sim ilar a aquél por el cual un líquido v olátil
e n tra en ignición en p resen cia de a ire . La d ifere n cia fu nd am ental reside en
que en la com bustión de un líquido ex iste un su m inistro c o n sta n te de vapo­
res inflam ables y a ire. Sin em bargo, cuando un gas com bustible se m ezcla
con aire en c ie rta s relacio n es, dicha m ezcla es explosiva y el fre n te de
reacción se propaga a muy a lta velocidad. P a ra todos los com bustibles g a­
seosos o vapores existen lím ites explosivos superior e in ferio r y ello d e te r­
mina la extensión del rango de la explosión. C o n cen tracio n es de vapores
por debajo del lím ite explosivo m enor y arrib a del superior no pueden
inflam arse ni ser causa de explosión; sin em bargo, la últim a de las m ezclas
c itad a s, con m ayor can tid ad de a ire , puede tra n sfo rm a rse en explosiva.
Todo líquido tien e c ie rta volatilid ad y su presión de vapor se
in cre m e n ta con la te m p e ra tu ra . En con secuen cia, el c a le n ta m ie n to de un
líquido inflam able puede conducir a que la m u estra a lc an ce el lím ite explo­
sivo m enor; e sta te m p e ra tu ra se denom ina punto de inflam ación del líquido.
A te m p e ra tu ra s por debajo del punto de inflam ación, no se a lc an z a el lím ite
explosivo m enor y en consecuencia la m ezcla v a p o r/a ire no re s u lta explo­
siva ni inflam able.
La inflam ación y explosión req u ieren no sólo la p resen c ia de una

153
m ezcla v ap o r/aire cuya com posición e sté en el rango de la explosión, sino
tam bién una fuente de energía que p e rm ita a lc an z ar la te m p e ra tu ra
su ficien te para la ignición de la m ezcla. En la T abla III se indica el punto
o rango de ebullición, punto de inflam ación, lím ites explosivos y te m p e ra ­
tu ra de ignición de disolventes y o tras sustan cias.
Las principales causas de ignición son la llam a y las chispas gene­
radas por los equipos de o x ico rte, soldadura, in te rru p to re s de c irc u ito s e-
léc tric o s, e tc . Las superficies c a lie n tes de los equipos p ara soldar tienen
en g en eral su fic ie n te energía pero su te m p e ra tu ra no es tan a lta com o para
causar ignición. En cam bio las chispas e le c tro s tá tic a s y las p rov enien tes de
h erram ien tas m ecánicas de mano tien en g en eralm en te la te m p e ra tu ra ne­
cesaria, pero su en ergía no es sig n ificativ a como p ara provocar ignición.
Los riesgos de fuego en una película seca de p in tu ra, aunque no
tan sig nificativos como los m encionados a n te rio rm e n te , son igualm ente im­
p o rtan tes. Dichos riesgos dependen fu n d am en talm en te de la n a tu ra le z a del
ligante de la p intura, dado que la m ayoría de los pigm entos y ex tend edo res
inorgánicos no son com bustibles. La inflam abilidad de la película seca dis­
minuye al a u m en tar el contenido de pigm entos y exten ded ores.
Los d ife re n te s lig an tes susceptib les de ser em pleados en la form u­
lación de pinturas varían am pliam en te en sus propiedades de inflam abilidad.
Así, por ejem plo, las películas recién aplicadas o secas basadas en n itra to
de celulosa son a lta m e n te inflam ables, por lo que su uso debe ser desechado
en tanques, depósitos, barcos, e tc ., donde el peligro de fuego es grande; en
cam bio resinas de caucho clorado, copolím eros vinílicos, silic ato s alcalinos,
no son inflam ables.
El alto riesgo de inflamabilidad que p re se n ta la película seca de
pintu ra ha conducido en algunos países a legislaciones que hacen oblig ato rio
el em pleo de p inturas re ta rd a n te s del fuego en determ inado s tipos de
e stru c tu ra s.
La inflam abilidad de trap os sucios con residuos de pinturas co n sti­
tuye un serio riesgo de fuego, p a rtic u la rm e n te en el caso de productos ba­
sados en a c e ite s se c a n te s (de linaza o de tung) solos o com binados con re ­
sinas alquídicas. El secado oxidativo de e ste tipo de pin tu ras es una
reacción e x o té rm ic a y si se dan las condiciones puede lle g ar a g e n erarse
una te m p e ra tu ra lo su fic ie n te m e n te a lta com o p ara que se produzca igni­
ción espontánea.
La prevención de fuego y explosión puede lo g rarse elim inando sus
causas, es d ecir la form ación de m ezclas explosivas y la p resen cia de fuen­
tes de ignición. T eó ricam en te se ría su fic ie n te con suprim ir sólo una de las
causas de peligro, pero en función de lograr las m áxim as condiciones de se­
guridad es aconsejable in stru m e n tar m edidas de precaución p ara am bos fa c ­
to res en form a sim u ltán ea.
En el caso de la aplicación de p in tu ras en espacios cerrad o s y des­
de el punto de vista de la prevención del fuego es conveniente el em pleo de
pinturas elaboradas con disolventes de a lto punto de inflam ación. Adem ás
se deberá in p lem en tar una ventilación por circu lació n de a ire que p e rm ita
la elim inación de vapores de dicho rec in to .
D urante las operaciones de pintado se deberán a d o p ta r p recau cio ­

154
nes, disponiendo equipos extinguidores del fuego en lugares a d y acen tes y
de fácil acceso. Una vez finalizada la ta re a se colocarán los trap o s sucios
en recip ien tes herm éticos y se deberán tam bién desechar ráp idam en te los
residuos de pintura y de los disolventes em pleados para la lim pieza de ins­
tru m en to s y equipos.
En muchos países se estab lec e que los recin to s para
alm acenam iento de líquidos inflam ables deben s a tis fa c e r exigentes req ue­
rim ientos relacionados con el tam año y m a teria l de los contenedores de re ­
siduos, elem entos em pleados en la construcción de la e stru c tu ra , sistem a
de ventilación, ubicación de los extinguidores de fuego, cantid ad m áxim a
de m aterial alm acenado, lim pieza y m antenim iento, todo ello com plem en­
tado por la prohibición de fum ar.
La aplicación de pinturas en espacios a b ierto s p resen ta menos
riesgos de form ación de m ezclas inflam ables o explosivas que en el caso de
los recintos cerrado s. Sin em bargo deben im plem entarse precauciones a fin
de e v itar chispas, llam as, fum ar cigarrillos, e tc .
P ara fin alizar con e ste tem a debe indicarse que el contenido acep ­
table de gases y/o vapores, desde el punto de vista salubridad, es conside­
rab lem en te más bajo que el requerido p ara a lc an z ar el lím ite explosivo m e­
nor. Ello significa que la ausencia de peligros de explosión no es g a ra n tía
desde el punto de vista de la salubridad de un d eterm inad o lugar.

ASFIXIA

E ste riesgo existe p a rtic u la rm e n te en espacios cerrad o s y e stá


provocado ya sea por la presencia de gases so fo can tes o bien por la dism i­
nución de oxígeno como resu ltad o de reaccio n es quím icas o e lectro q u ím icas
que conducen a la corrosión m etálica . Esto últim o es p a rtic u la rm e n te fre ­
cu en te en aquellos ám bitos que perm anecen cerrad o s d u ran te períodos pro­
longados.
Las m edidas prev en tiv as p ara dism inuir los riesgos de asfix ia están
com prendidas en las reglas g en erales aplicables a ám bitos c errad o s, que se
indicarán más ad elan te.

RIESGOS OCASIONADOS POR LA ELECTRICIDAD

D urante la p reparació n de su p erficies y tam bién d u ran te la a p lic a ­


ción de pinturas pueden g en erarse situ acio n es riesgosas e m e rg en tes del em ­
pleo de equipos e lé c tric o s, ta le s como pulidoras, com presores, bom bas, lu­
ces, m artillos e lé c tric o s, e tc . O tros riesgos pueden deberse a las d escarg as
e lé c tric a s producidas por la ato m izació n de la p in tu ra ("spray"). T ales c a r­
gas e le c tro s tá tic a s pueden se r causa de chispas y por ende de explosión y
fuego.
Los sistem as de ilum inación, in te rru p to re s y m otores e lé c tric o s
en g en eral deben e sta r a d ecu ad am en te protegidos p ara e v ita r la g eneració n
de chispas y adem ás e sta r con ectad os a tie rra p ara p rev en ir e le c tro c u c io ­
nes y p e rm itir la disipación de cargas e le c tro s tá tic a s .
O tra m edida im p o rtan te de seguridad que debe ser con tem plad a
en espacios cerrad o s es que las operaciones de soldadura no deben d esarro -

155
liarse cuando las capas de pintura no han secado co m p leta m e n te , debido al
peligro que se genera por la evaporación de los disolventes.

RIESGOS DERIVADOS DE ACTIVIDADES VARIAS

El em pleo de equipos para la preparación de su p erficies y ap lica­


ción de pinturas puede involucrar, adem ás, riesgos diversos que se pueden
definir como de tipo m ecánico. En g eneral los operarios se fam iliarizan con
ellos y por ende, luego de largas jornadas de tra b a jo no adoptan todas las
precauciones n ecesarias para su c o rre c to m anipuleo. D entro de e ste aspec­
to debe considerarse tam bién la revisión y pruebas de co n tro l que periódi­
cam en te se deben re a liz a r sobre los equipos em pleados.
Una de las causas más fre c u e n te s de a cc id e n te s en p lan tas, en las
operaciones de pintado, es la rotura de escaleras d u ran te su u tilizació n .
Como reg la g eneral, en las de tipo m etálico se aconseja su inspección
periódica para e sta b le c e r si los procesos de corrosión han provocado una
dism inución de la re siste n c ia m ecánica y adem ás se d eberá e fe c tu a r el
m antenim iento del esquem a p ro te c to r. En lo re fe re n te a las e sca lera s de
m adera se deberá d e te rm in a r la posible presen cia de g rie ta s , ro tu ras, d e fi­
ciencias e stru c tu ra le s o nudos; adem ás, a fin de p e rm itir una fácil visuali­
z a r o n de las fallas es conveniente b arn izarlas (capa tra n sp a re n te ) en lugar
de p in tarlas.
O tra causa que se produce im p re v istam en te e stá relacio n ad a con
los resbalones y caídas, y para e v ita rla s los operarios deberán e s ta r provis­
tos de zapatos de seguridad con p u nteras de a ce ro y suela de gom a, e v itá n ­
dose la p resencia de p intu ra derram ad a que puede ser causa de e ste tipo de
acc id e n te .
Los golpes co nstituy en una razón h ab itu al de a cc id e n te s, y e n tre
ellos deben h acerse re s a lta r los producidos por im pactos con objetos
suspendidos, ro tu ra de andam ios o de e stru c tu ra s elevad as, caída de cuerpos
varios, proyecciones d u ran te la soldadura, e tc . Se deberán exigir cascos de
seguridad para c o n tra rre s ta r dichas situacio nes de riesgo, fun d am en talm en ­
te cuando se desarrollan trab ajo s en dique seco, gradas de co n strucción , es­
tru c tu ra s elevadas diversas, e tc .
La rotura de cables dispuestos sobre el piso com o consecuencia del
pasaje de vehículos de tra n sp o rte puede provocar la discontinuidad
o p erativ a de los equipos, posibles d escarg as e lé c tric a s a o perarios,
incendio, explosión, e tc . Es por ello que el tendido de cables debe diseñarse
e im p lem en tarse en obra en form a a é re a , asegurando que las zonas de
trá n sito queden libres de obstáculos.
La pérdida en conexiones de mangueras tam bién puede ser condu­
cen te a situaciones riesgosas, fu n d am en talm en te cuando se em plean sis te ­
mas de a lta presión. Las pérdidas o las fallas de conexión hacen que el ex­
trem o libre de la m anguera se desplace v io len tam en te con m ovim ientos os­
cilato rio s, que pueden ocasionar lesiones a los op erario s o bien ro tu ra s de
equipos o instalaciones. A fin de c o n ferir seguridad a todas las conexiones
deben seleccio n arse elem en to s e fic ie n te s, aju sta rlo s cu id ado sam ente y e-
fe c tu a r adem ás pruebas periódicas y m anten im ien to adecuado.

156
MEDIDAS GENERALES DE SEGURIDAD

Requerimientos en espacios cerrados

Los especiales peligros a que están expuestos los trab ajad o res en
espacios cerrados hacen n ecesaria la im plem entación de una serie de p re­
cauciones a fin de dism inuir o e v ita r riesgos.
Antes de ingresar a un espacio cerrado el o los operarios deben es­
ta r c o rre c ta m e n te in teriorizad os de las m edidas p rev en tiv as a cum plim en­
ta rse . Además la au torización que p erm ite la ejecución del trab a jo deberá
e sta r avalada, tan to desde el punto de vista técn ico como de seguridad, por
algún nivel superior, debiéndose d e sta c a r tam bién que buenos resu ltad o s se
han alcanzado discutiendo d ire c ta m e n te la m etodología de trab a jo con el
personal involucrado.
A ntes del com ienzo de las ta re a s diagram adas el re c in to deberá
e sta r con venientem ente acondicionado (aireado, satu rad o con vapor, lavado
con agua, etc.). Si el mismo contiene gases peligrosos ta le s com o cloro,
dióxido de a z u fre , propano, butano, e tc ., éstos deben ser elim inados por
medio de una c o rrie n te de gas in e rte y p o sterio r ventilación con a ire , hasta
alcan zar una co n centració n de 21 % de oxígeno en todos los se cto re s.
Se debe co n ferir esp ecial precaución al em pleo de h e rra m ie n ta s
para la a p e rtu ra de bocas de inspección, tap as, e tc ., cuando las m ism as
puedan producir chispas, previendo que el espacio cerrad o puede c o n te n er
gases o líquidos inflam ables.
Los equipos de ilum inación para ám bitos poco aireados o co nfina­
dos deben reunir c a ra c te rís tic a s antiexplosivas, debiéndose re c o rd a r que en
caso de req u erirse un tran sfo rm ad o r, é ste deberá e s ta r ubicado en el e x te ­
rior.
En caso de dudas en cu anto a las c a ra c te rís tic a s del a m b ien te c e ­
rrado en el que se deberá tra b a ja r, se debe evaluar si el mismo reúne c a ra c ­
te rístic a s de inflam abilidad o bien e stá in serto en un rango explosivo dado.
Estas d eterm in acio n es deben ser rea liz ad a s sobre m u estras obtenidas en di­
fere n te s lugares del rec in to , disponiendo las m edidas adecuadas, en caso de
ser necesario, para que el nivel de gases o vapores riesgosos no supere el
25 % del lím ite explosivo m enor. Es obvio que por razones de seguridad, el
contenido de gases y vapores nocivos para la salud debe ser tan bajo como
sea posible o, en su d e fe c to , no m ayor que la c o n cen tració n m áxim a p erm i­
sible de las su stan cias p resen te s.
La tom a de m uestra de a ire debe re a liz a rs e teniendo en c u en ta
que muchos gases y vapores tienen una densidad más a lta que é ste y por lo
ta n to perm anecen cercan o s al nivel del piso y en los rincones, lu g ares que
son p a rtic u la rm e n te d ificultosos para v e n tilar.
T rabajos prolongados en am b ien tes cerrad o s req u ieren la c o n sta ­
tació n periódica de la com posición del a ire , debido a la co n tam inación que
puede producirse como consecuencia de las ta re a s que se rea liz an . La c an ­
tidad de aire que debe su m in istra rse depende del tipo de tra b a jo y del nú­
m ero de personas que p erm an ezcan en el lugar, pero en todos los casos la
ventilación debe ser su fic ie n te para re e m p la z a r el volum en to ta l de a ire

157
como mínimo 10 veces en una hora.
La ventilación puede im p lem en tarse de dos m aneras d ife re n te s,
ya sea por en tra d a de aire nuevo o por succión del que e sta p resen te en el
espacio confinado. Dado que la c o rrie n te de aire se desplaza a tra v é s del
cam ino de m enor re sisten c ia , es n ecesario sellar las e n tra d as cuando se re ­
nueva o se aspira el aire contam inado. A lte rn a tiv a m e n te es posible usar
m angueras m ovibles para proveer aire a la vecindad del lugar de trab a jo .
Los tubos de gas que o casionalm ente puedan ser em pleados para
el desarrollo de ta re a s en espacios cerrado s en ningún caso deben e sta r ubi­
cados en el in terio r. Por o tra p a rte , la can tid ad de productos inflam ables
dispuestos en el lugar de trab a jo debe e sta r lim ita d a a la e s tric ta m e n te ne­
cesaria. P a rtic u la rm e n te d u ran te las operaciones de soldadura debe p rev e­
nirse el desprendim iento de oxígeno en caso de e s ta r en p resen cia de
sustancias inflam ables.
Las válvulas de reducción de los cilindros de oxígeno deben e sta r
provistas de un dispositivo de c o rte inm ediato de salida de gas en caso de
inconvenientes en la línea.
Cuando se realizan ta re a s en un espacio cerrad o es conveniente
que como mínimo estén involucrados tre s personas, una de las cu ales debe
e je rc e r la supervisión. D urante el trab a jo uno de los op erario s d eberá
e n co n trarse en el in te rio r del re c in to y o tro en el e x te rio r, p ara m anipular
los equipos de co n tro l y p re sta r ayuda en caso necesario .
La persona que ingresa en un tanque cerrad o en el cual ex istan
riesgos de sofocación o de envenenam iento, debe e s ta r p ro vista de un cin­
turón de seguridad conectado a una soga de extensión su fic ie n te m e n te la r­
ga, fijada en el e x te rio r.
F inalm ente conviene m encionar que el av ance tecnológico produ­
cido en los últim os años ha p erm itido que las ta re a s de aplicación de
c u b iertas orgánicas, fun d am en talm en te en espacios cerrad o s o muy red u ci­
dos, se lleven a cabo en form a ro b o tizad a. De e sta m anera dism inuyen los
riesgos involucrados y se alcan za una a lta calidad y e fic ie n cia .

Equipos de seguridad personal

D urante el d esarro llo de los trab ajo s, el op erario debe e v ita r la


inhalación de vapores o gases tóxicos, polvos, e tc ., como así tam bién el
c o n ta c to d ire c to con productos que dañen la piel, siendo con ven ien te el a-
decuado em pleo de equipos de seguridad (guantes, m áscaras, e tc .). En es­
pacios confinados, los equipos de respiración deben e s ta r c o m p leta m e n te
independizados del a ire del re c in to , siendo un req u isito indispensable el su­
m inistro de aire a presión desde el e x te rio r, a tra v é s de una m anguera fle ­
xible. Algunas m áscaras fac iales están c o n ectad as a uno o más tubos de
aire com prim ido, soportados en la espalda del op erario. El uso de p ro te c to ­
res con filtro a c artu ch o no es aconsejable en estos casos.
El m anipuleo de su stan cias riesgosas p ara la salud req u ie re, ad e­
más de resp irad o res, el uso de ropa, botas y cascos p ro te c to re s.
158
Mantenimiento de equipos

Todos los equipos de protección personal deben e sta r en p e rfe c ta s


condicionbes de profilaxis y serán controlados p eriód icam en te, reparados
cuando ello sea necesario y alm acenados en lugares lim pios y secos.

Horas de trabajo

La duración de la ta re a en un espacio cerrad o en el que se em ple­


an equipos personales de protección debe ser estab lecid a prev iam en te y ser
tan breve como ello resu lte posible, efectu án do se todos los recam bios de
personal que sean necesarios d uran te la jornada.

Signos de alarma

La perm anencia de operarios en espacios cerrad o s y su asisten c ia


desde el e x te rio r, deberá coordinarse por m edio de señales p rev iam en te
convenidas, ya que los auxiliares no pueden conocer los m ovim ientos que
se efectú an en el in terio r del rec in to sin e n tra r en el mismo.
Si no se reciben las c itad as señales se deberán im plem entar los re ­
caudos necesarios para proceder al traslad o del op erario fu era del lugar de
trab ajo . Los auxiliares nunca deben p e n e tra r en el espacio c errad o ni
siquiera en form a p a rtc ia l, ya que puede haber situacion es en que una sim ­
ple observación por una boca de inspección puede exponerlo a riesgos y de­
jarlo in cap acitado para auxiliar a la v íctim a.

BIBLIOGRAFIA

Berendsen, A.M .- Ship Painting Manual. V erfin stitu u t TNO, D elft (1975).
Falla, N .A .R .- J. Oil Col. Chem. A ssoc., 63 ( 8), 330 (1980).
Freribs, R .D .- Paint Technol., 43 (3), 107 (1971).
Piper, R .- J. Oil Col. Chem. A ssoc., 45 (9), 598 (1962).

159
PINTADO DEL ACERO GALVANIZADO

B. del Amo*

* CIC-Carrera del Investigador de CONICET


INTRODUCCION

Los rev estim ien to s de cinc tienen num erosas y variadas aplicaciones
siendo am pliam ente utilizados en la protección c o n tra la corrosión atm o sfé­
rica y tam bién en aguas, suelos y otros medios agresivos. Se em plean en
construcciones civiles, instalaciones de distribución de agua, equipos de
refrig eració n , contenedores, cám aras frig o ríficas, industria del autom óvil,
e stru c tu ra s m etálicas, equipos e lé ctrico s, e tc .
La vida útil de e ste tipo de pro tección en cuanto a la re siste n c ia a la
corrosión e stá d ire c ta m e n te relacionada con la can tidad de cinc depositada.
La velocidad re la tiv a de ataq u e atm o sfé ric o sobre el hierro y el cinc
depende del tipo de a tm ó sfe ra (rural, urbana, in du strial, seca o húm eda, m a­
rina, e tc .). El cinc se a ta c a más ráp idam en te en am bientes in d ustriales y
m arinos originando sales higroscópicas como productos de corrosión.
Cuando el recu b rim ien to de cinc es continuo e im perm eable su com ­
p o rtam iento desde el punto de v ista de la corrosión es sim ilar al de una
e stru c tu ra construida to ta lm e n te de cinc. Cuando la su perficie su fre una
discontinuidad debido a golpes o rayaduras se produce, debido a la acción
del cinc que rodea la zona a fe c ta d a , una pro tecció n del acero de base.
Cuando e stá en presencia de un m edio agresivo, como puede ser una
atm ó sfe ra m arina o el agua de m ar, el acero queda protegido,
produciéndose la disolución e le c tro lític a del cinc.

METODOS PARA GALVANIZAR EL ACERO

El m étodo más difundido es el de galvanizado en c a lie n te (450°C).


C onsiste en sum ergir una pieza de acero , lim pia, en un baño de cinc fundido
para fo rm ar el rev e stim ie n to . A e sta te m p e ra tu ra se produce una reacció n
quím ica e n tre el hierro y el cinc que da lugar a aleacion es de c in c-h ierro
sobre la su p erficie del m ateria l.
Debido a la reacción del cinc con el h ierro y a la co n secu en te difusión
del prim ero se produce un g rad ie n te de cinc que au m e n ta hacia la su p erficie
de la pieza quedando la capa e x te rn a c o n stitu id a por cinc puro. La a p arien ­
cia de e ste recu b rim ien to com plejo es de un m e tal gris p latead o y en él pue­
den distinguirse fre c u e n te m e n te los c ris ta le s de cinc.
Este p ro cedim iento asegura que to d a la su p erficie, aún los bordes y
las uniones, quede p rotegida. Se ob tiene una película continua, muy lisa pero
de espesor variable. E ste espesor es la sum a de las fases de las aleacio n es
cin c-h ierro y de la capa de cinc, dependiendo de m uchos fa c to re s ta le s com o
com posición y rugosidad su p erficial del a cero , te m p e ra tu ra del baño, dura­
ción de la inm ersión, e tc . En las condiciones de trab a jo m ás fre c u e n te s suele
e s ta r com prendido e n tre 50 y 100 um.
El sistem a de galvanizado en c a lie n te es el m ás u tilizad o en la indus­
tria debido a sus m ejores propiedades p ro te c to ra s y sen cilla aplicación por
lo que se c e n tra rá en él b ásicam en te el problem a del pintado de piezas

163
galvanizadas.
Con el proceso de electrocincado el rev e stim ie n to se ob tiene por vía
e le c tro lític a em pleando soluciones salinas de cinc. El espesor del
recu brim iento se co n tro la por la densidad de c o rrie n te y por el tiem po de
inm ersión en el baño e le c tro lític o ; las piezas así p ro teg id as por cinc puro
pueden p in tarse a n tes o después de la exposición al e x te rio r.
En el galvanizado por proyección se aplica el cinc fundido sobre la su­
p erficie de acero arenada con una pistola alim en tad a con polvo o v iru tas
de cinc. Con el im pacto las p a rtícu la s se a c h a ta n y copian las irregu laridad es
de la su p erficie. Con e ste m étodo p rá c tic a m e n te no o curre difusión. Es el
único m étodo con el que se obtienen rev e stim ie n to s de a lto espesor (aproxi­
m adam ente 250 pm). La hom ogeneidad del espesor depende del operador
y cuando se re a liz a en form a m ecanizada el depósito re su lta más uniform e.
Según el m étodo em pleado puede quedar c ie rta porosidad que hace que
la sup erficie sea vulnerable a la hum edad, por lo que suelen a p licarse pelícu­
las selladoras a n tes de exponer la pieza a la in tem p erie.

PROTECCION DEL ACERO GALVANIZADO

El acero galvanizado se pinta por m otivos decorativos o cuando se de­


sea proporcionar una protección adicional fre n te a la corrosión, ya sea por­
que la e s tru c tru ra va a ser inaccesible a posibles tra ta m ie n to s de co n serv a­
ción, porque el am bien te donde va a ser expuesto es muy agresivo (atm ó sfe ­
ras in dustriales, agua de m ar, e tc.) o porque el espesor del rec u b rim ien to
galvanizado es re la tiv a m e n te delgado.
En am bientes muy agresivos como el in d u strial y el m arino es fre c u e n ­
te la u tilizació n de rev e stim ie n to s de cinc com binados con la ap licació n de
una p in tu ra. Se ha dem ostrado que la com binación de la galvanización en
c a lie n te más pin tu ra proporciona p ro tecció n por un período de tiem po gene­
ralm en te muy superior a la sum a de la duración de cada siste m a por se p a ra ­
do dado que el re v e stim ie n to de cinc p ro teg e en fo rm a e fe c tiv a a la pieza
sobre la que e stá aplicado y la p elícu la de p in tu ra p ro teg e a su vez al
rev e stim ie n to de cinc, constituyendo una solución muy favo rab le para la
p ro tecció n an tico rro siv a .

PREPARACION DE LA SUPERFICIE ANTES DEL PINTADO

El a ce ro galvanizado puede ser pintado e fic ie n te m e n te u tilizan do una


m etodología apropiada y teniendo en cu en ta que el factor crítico para el
buen com portam iento del esquema protector es la adhesión.
En g en eral las fallas de la película de p in tu ra ap licad a se deben a:
S uperficie sucia, húm eda.
P erm an en cia de a c e ite s , grasas o productos p a siv an tes;e sto s últim os

164
Las fo to g ra fía s m u estran la f a lta de adhesión
de la película de p in tu ra sobre su p e rfic ies
g alv an izad as cuando no se em plea
un adecuado p re tra ta m ie n to .
165
son hab itu alm en te utilizados d uran te el tra n sp o rte o alm acen am ien to
prolongado para e v ita r la form ación de óxido de cinc hid ratad o, poroso,
seguido por una carbonatación p arcial por acción del dióxido de
carbono de la a tm ó sfe ra.
Superficie dem asiado lisa.
C ontam inación de la superficie con vapores provenientes del ta lle r
de galvanizado.
Espesor de película aplicada no adecuado, ya sea por re su lta r insufi­
cien te o por el co n trario , si es excesivo por te n e r baja flexibilidad,
con tendencia a resq uebrajarse o desprenderse.
Disminución de la adhesión inicial por pasaje de vapor de agua a trav é s
de la película.
Como en cualquier operación de pintado, la su p erficie galvanizada de­
be e s ta r rigurosam ente lim pia y seca para e v ita r problem as de fa lta de adhe­
sión, am pollado, e tc . No se puede aco nsejar un p re tra ta m ie n to g en eral que
sirva en todos los casos ya que é ste dependerá de las condiciones a que ha
sido expuesta cada pieza.
En el caso de acero galvanizado nuevo, aceitado o engrasado debe pro­
cederse prim ero a su lim pieza con un disolvente tipo hidrocarburo, evitando
el uso de d e te rg e n te s o jabones ya que sus residuos, si no son bien elim ina­
dos, pueden influir sobre la adhesión de la p in tu ra.
Si el acero galvanizado p resen ta m anchas blancas debidas a la fo rm a­
ción de óxido de cinc hidratado, poroso, seguida por una carb o n atació n p ar­
cial, debe lim piarse con cepillo de cerd a o de p lástico . E stas m anchas suelen
producirse cuando las piezas se tran sp o rta n o alm acen an en condiciones de
hum edad y poca ventilación sin dejar su fic ie n te sep aració n e n tre ellas para
e v ita r que se produzca la condensación de agua.
Si el acero ha estado expuesto durante un corto periodo de tiem po a
la intem perie es posible que la su p erficie haya perdido el brillo inicial, lo
que es beneficioso para la adhesión de la película de p in tu ra. No o b stan te
es aconsejable v e rifica r que no existan p a rtícu la s adheridas a la su p erficie
y e fe c tu a r un arenado ligero y p o sterio r lim pieza con a ire com prim ido. Si
la exposición ha sido prolongada y se ha producido corrosión del a ce ro debe
are n arse to ta l o p arcialm en te la su p erficie h a sta elim inar co m p leta m e n te
los óxidos de hierro.
Algunas veces se aconseja re c u rrir al esm erilado de la su p erficie con
m a teria le s abrasivos con el objeto de m ejorar el an claje m ecánico e n tre la
pin tu ra de term inación y el m etal. Con este p roced im ien to se consigue m ejo­
ra r in icialm en te la adhesión pero no se ev itan las reaccio n es quím icas
cau san tes del problem a por lo que, no es una solución a largo plazo.
Tam poco puede considerarse como tra ta m ie n to adecuado la utilizació n
de soluciones ácidas m ordientes a base de ácido clorhídrico diluido, e tc . dado
que pueden producir un ataq u e excesivo en c ie rta s zonas del recu b rim ien to
y si no se lava bien la su p erficie galvanizada después de su aplicación los
re sto s de ácido pueden a fe c ta r de m anera d esfav orab le a las p in tu ras. Este
tra ta m ie n to tam poco es una solución al problem a de d efic ie n cia de adhesión
en el largo plazo.
Existen una serie de tratam ientos químicos que convierten la superfi-
166
cié de cinc del acero galvanizado en compuestos complejos de cinc insolu­
bles. Estos deben te n e r un espesor su ficien te como para n e u tra liz a r la posi­
ble interacción e n tre el cinc y la pintura y proporcionar una buena base
a d h eren te pero el espesor no debe ser tan grande como para que perjudique
su resisten cia cohesiva. Los m étodos más utilizados son el fosfatizado y el
cromatado.
Para el fosfatizado se utilizan soluciones de o rto fo sfa to de cinc en
ácido fosfórico diluido, con el agregado de agen tes oxidantes como n itra to s,
cloratos o peróxidos, que actú an acelerando la reacción y m ejoran la unifor­
midad de la e stru c tu ra c ristalin a.
Tam bién pueden co ntener otros a celerad o res como fo sfato s o su lfato s
de cobre o níquel, que m ejoran la continuidad del recu b rim ien to y tam bién
la finura c ristalin a del mismo.
Este tra ta m ie n to se rea liz a por inm ersión en la solución fo sfa tiz a n te
calien te y tam bién puede h acerse por pulverización o m ediante pincel. En
cualquiera de estos casos es im p o rtan te lavar bien con agua después del tr a ­
tam ien to para elim inar los resto s de solución que no hayan reaccionado.
El cromatado com enzó a u tiliza rse para e v ita r las llam adas m anchas
blancas que pueden a p arec e r d uran te el alm acen am ien to o tran sp o rte ; dada
su eficien cia a ctu a lm e n te se u tiliza como tra ta m ie n to base para pinturas.
Las soluciones más u tilizadas contienen ácido cróm ico o alguna de sus sales,
un generador de crom o hexavalente y com puestos a ce lerad o res, m ordientes
y activ ad ores.
E ste tra ta m ie n to se re a liz a en frío y re su lta más e fic ie n te si tran scu ­
rren más de 4 ó 5 días e n tre el tra ta m ie n to y el pintado dado que posee m a­
yor resisten c ia a la corrosión y no p resen ta después de ese tiem po una p érd i­
da de ad herencia de la capa aplicada, hecho que ocu rre con el fo sfatizad o .

IMPRIMACIONES PARA ACERO GALVANIZADO

Como consecuencia de lo m encionado a n te rio rm e n te re su lta de sum a


im portancia señalar la necesidad de aplicar sobre e l acero galvanizado lim ­
pio una imprimación esp ecialm en te form ulada p a ra o b ten er óptim a adhesión
y resisten c ia .
E sta im prim ación a c tú a evitando la form ación de sales solubles en la
superficie de cinc, ya sea por n e u tra liz ac ió n de los ácidos p ro ven ientes de
la pintura o de aquéllos que se producen d u ran te el secado.
Esto se logra m ediante la acción de los pigm entos básicos que llevan
en su com posición o bien por la form ación de una p elícula insoluble en la
in te rfa se cinc-im prim ación.
E n tre las im prim aciones típ icas que a ctú an según el p rim ero de los
m ecanism os citados (n eutralizació n) se e n cu en tran las co n stitu id as por óxido
de cinc dispersado en un a c eite secan te, sobre el que se añade polvo de cinc
en el m om ento de la aplicación. P re se n tan el inconveniente de no poder con­
se rv arse, una vez hecha la m ezcla, debido al desp rend im iento gaseoso (hidró­
geno).

167
Las imprimaciones de plumbato calcico proporcionan una buena adhe­
sión a las pinturas pero no pueden u tiliza rse con lig an tes que puedan producir
ácido fórm ico du ran te su secado debido a la a lta solubilidad del producto
de reacción de e ste com puesto con el calcio. El contenido de plum bato c ál-
cico de e sta im prim ación influye mucho sobre su ad h eren cia no debiéndose
u tiliz a r im prim aciones que contengan m enos del 50 % de plum bato cálcico
en el pigm ento. Sirve ta n to para el acero recién galvanizado como para el
que ha estado algún tiem po a la in tem p erie, pero no se recom ienda como
im prim ación para pinturas muy b rillan tes ni para p in tu ras a base de resinas
alquídicas sin m odificar.
Las imprimaciones de crom ato de cinc e stán form uladas en g en eral
con resinas alquídicas. Se u tilizan prin cip alm en te p ara e v ita r las m anchas
blancas en las superficies re c ie n te m e n te galvanizadas o en aquéllas que han
estado som etidas du ran te algún tiem po a la in te m p erie. En el caso de sup er­
ficies muy oxidadas en las que la capa de cinc puro e stá casi ago tad a se a-
conseja un contenido de cro m ato de cinc del orden del 50 % en peso sobre
el to ta l del pigm ento.
Las imprimaciones de cem ento están co n stitu id as por resinas sin té tic a s
y un a c e ite se c a n te y u tilizan como pigm ento cem en to portland en concen­
trac io n e s del 5 al 10 %. Se em plean sobre el a ce ro galvanizado nuevo y sobre
el que ha estado a la in tem p erie.
E ntre las imprimaciones que trabajan según el segundo m ecanismo
(form ación de película insoluble en la in te rfase) se en cu en tran los Mwash
prim ers" . El com ponente base es una resin a de polivinil b u tira l pig m entada
con cro m ato de cinc; el segundo com ponente o activ a d o r es una solución al­
cohólica de ácido fosfórico. E sta im prim ación adh iere p e rfe c ta m e n te sobre
el a ce ro galvanizado aunque no se ob tiene el mismo resu ltad o sobre
su p erficies que han estad o un largo tiem po a la in tem p erie y poseen una capa
gruesa de óxido de cinc o sobre aquéllas que están c ro m a ta d as. E stos produc­
tos son sensibles al agua y a la hum edad por lo que se recom ienda ap licarlo s
en condiciones con tro lad as y recu brirlos con una capa de p in tu ra ni bien se
ha producido el secado.
Las principales v en tajas y lim itacio n es de los lig a n tes h ab itu alm en te
em pleados en las im prim aciones se indican a continuación:
Las pin tu ras basadas en ligantes alquídicos se aplican con facilid ad ,
secan ráp id am en te y poseen ex ce le n te flexibilidad; p resen ta n el inconvenien­
te que, debido a la presen cia de a c e ite s se c a n te s, se saponifican en am bien­
te s alcalinos form ando jabones de cinc que provocan fallas en la adhesión.
Con lig an tes oleorresinosos tam bién se obtienen p in tu ras de fác il p o ­
tab ilid ad y bajo costo. Es fre c u e n te e n co n trar fallas de adhesión a trib u ib les
a la hidrólisis de los é ste re s orgánicos producida en la in te rfa se cinc m etáli-
c o /p elícu la de p in tu ra. La p resen cia de a c e ite s se c a n te s no sa tu rad o s
conduce a la form ación de ácido fórm ico por oxidación, el que reaccio n a
p o ste rio rm en te con el cinc; los fo rm iato s de cinc se disuelven en c o n ta c to
con el vapor de agua que p e n e tra a trav és de la p elícula provocando fallas
de adhesión.
Las pinturas basadas en caucho clorado y en resinas vindicas tien en
un rápido secado, gran flexibilidad y e x c e le n te durabilidad. Las p rim eras

168
tienen pobre adhesión sobre im prim aciones de tipo polivinil bu tiral e inferioi
aún sobre acero galvanizado desnudo, requiriendo por lo ta n to una m odifica­
ción con o tras resinas. Las pinturas vinílicas en cam bio proporcionan altos
valores de adhesión sobre el acero galvanizado y baja perm eabilidad al vapor
de agua.
O tras pinturas hab itu alm en te utilizadas son las de tipo epoxídico. Pre­
sen tan en general e x celen te resiste n c ia a la abrasión, im p acto y
tem p era tu ra s de h asta 120°C pero tienen el inconveniente que al ser
aplicadas sobre im prim aciones o productos p asiv antes del tipo polivinil
b utiral producen fallas de adhesión bajo la acción de im p acto s. La
te m p e ra tu ra del medio debe se r superior a 10°C d u rante la e ta p a de
aplicación y curado de la película. El espesor mínimo recom endable es de
170 ym para a lcan zar una buena acción de b a rre ra fre n te al vapor de agua.

CONDICIONES QUE DEBE SATISFACER LA IMPRIMACION

Las más im p o rtan tes son las siguientes:


R esisten cia a la niebla salina
R esisten cia a am bientes industriales
Fácil aplicabilidad
Baja perm eabilidad al vapor de agua
R esisten cia a la hum edad
R esisten cia al im pacto y a la abrasión
Flexibilidad y elongación
Adhesión du ran te toda la vida ú til del esquem a
C om patibilidad con una am plia diversidad de acabados
Según las ap reciacio n es rea liz ad a s con a n te rio rid ad la im prim ación
que m ejor sa tisfa c e estos req u erim ien to s es la de tipo vinílico p ig m entad a
con crom atos y aplicada sobre a ce ro galvanizado lim pio, con un espesor de
película seca de ap rox im adam ente 25 ym con el fin de lograr una base ade­
cuada p ara el siste m a de acabado. Sobre e s ta im prim ación se a p lic a rá luego
el sistem a elegido. Si el acabado es vinílico o vin ilacrílico el espesor to ta l
será de 100-125 ym de pelícu la seca m ie n tra s que en g en eral con o tro s
acabados orgánicos el espesor m ínim o de p elícula se ca d eb erá e s ta r
com prendido e n tre 150-170 ym.
En las líneas de pintado continuo, ya sea en bobinas o en planchas, es
necesario em plear p inturas de secado muy rápido. Los recu b rim ien to s alquí-
dicos y vinílicos (20 un) y los epoxi-fenólicos (10 ym) sólo se esp ec ific an en
condiciones de baja agresividad, ta le s como las e x iste n te s en el in te rio r de
los edificios. P ara larga duración a la in te m p erie (8-15 años) se u tiliza n los
fluoruros de polivinilo y de polivinilideno (50-70 ym), que poseen e x c e le n te
flexibilidad y buena re siste n c ia quím ica.
La im prim ación debe ser co m p atib le con las p in tu ra s de term in ació n
que puedan ser aplicados sobre ella, adem ás de las vinílicas o v in ilacrílicas
esp ecialm en te recom endadas p ara su em pleo sobre a c e ro galvanizado.

169
A continuación se indican algunos sistem as de pintado recom endados
en la bibliografía para p ro teg er el acero galvanizado expuesto en medios
de d ife re n te agresividad.
En un medio urbano, industrial y marino moderados el p re tra ta m ie n to
aconsejado es el fo sfatizad o en frío y la im prim ación puede ser un Mwash
prim er" vinílico, una im prim ación de plum bato de calcio o de cem en to basa­
do en a c e ite . Las pinturas interm ed ia y de term in ació n deben ser alquídicas
u oleorresinosas.
En el caso de un medio industrial severo o marino moderado el p re tra ­
tam ien to debe ser de fo sfatizad o en frío m ien tras que la im prim ación puede
ser cro m ato de cinc con ligante vinílico, "wash prim er" vinílico o c ro m ato
de cinc con ligante epoxipoliam ídico. Las pinturas in term ed ia y de te rm in a ­
ción deben ser, para los dos prim eros casos, de caucho clorado o p o liu retán i-
cas.
En un medio industrial y marino de c a ra c te rís tic a s sev eras el p r e tra ­
tam ien to consiste en un fo sfatizad o en frío m ien tras que la im prim ación,
pintu ra in term edia y de term inación debe ser vinílica, poliam ídica o epoxibi-
tum inosa.

Ensayos para evaluar la eficien cia de la imprimación

Elongación (ASTM D-522/60)


Adhesión (ASTM D -3359-b/76 y E lcom eter)
P erm eabilidad al vapor de agua (ASTM D -1653/72)
R esisten cia a la niebla salina (ASTM B -l 17/73)
C orrosión (ASTM D-610/68, reap rob ada en 1974)
A m pollam iento (ASTM D -714/56, reapro bad a en 1974)
Las condiciones de ejecución de dichos ensayos se endican en las re s­
p ectiv as norm as.

BIBLIOGRAFIA

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Corrosión y Protección, 18 (1), 9-19 (1987).
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170
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Ruiz M artínez, J.L .- Corrosión y Protección, Numero Extraordinario, 8391
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W hiteley, P.- Painting Iron and S teel. R ecom endations for painting in
tro p ical clim ates. Departament o f Scientific and Industrial Research.
Tropical Building Studies n° 4, London, Gran B retaña (1962).

171
PINTADO DEL ALUMINIO

B. del Amo*

* CIC-Carrera del Investigador de CONICET


INTRODUCCION

El alum inio es un m etal que se d estaca por su resisten c ia a d ifere n te s


medios agresivos. Por esta razón se lo em plea solo o bajo la form a de a le a ­
ciones en las industrias aeroespacial, naval, e lé c tric a , del autom óvil, e tc .
La elevada energía libre de form ación del óxido de alum inio (AI2O 3 ) hace
que este m etal se com porte como noble en m uchas circu n stan cias, a pesar
de su gran actividad quím ica. P re se n ta fu e rte ten d en cia a co rro erse en pre­
sencia de otros m etales, propiedad que p erm ite su utilización como ¿nodo
de sacrificio.
El potencial de disolución del alum inio re fle ja la gran activ id ad quím i­
ca del m etal y su capacidad de a u to p ro tecció n . El óxido que se form a en su
superficie produce una película que al recub rirlo lo protege co n tra la corro­
sión; la continuidad de esta película es un fa c to r de im portancia ya que zo­
nas sin recu b rir son susceptibles de corrosión por picaduras. Por ese m otivo,
en determ inadas condiciones o en zonas de muy a lta agresividad puede ser
conveniente una protección adicional por m edio de pinturas.
El rec u b rim ien to del alum inio con una capa de óxido se logra e le c tro lí­
tic a m e n te , en una operación que recib e la denom inación de anodizado. Un
espesor de anodizado adecuado oscila e n tre 15 y 25 y m. P a ra poder log rar
una capa de óxido bien adherida es necesario d eseng rasar cuidadosam ente
el m etal, que a c tu a rá como ánodo de una celda en la cual el cátodo e sta rá
constituido por plomo o níquel. Como consecuencia de este tra ta m ie n to se
form a una película p ro te c to ra de c ie rta porosidad; observada m icroscópica­
m ente puede a p re cia rse que e stá co n stitu id a por c ris ta le s p rism ático s hexa­
gonales, con un orificio en el cen tro . E ste o rificio p e rm ite su coloración.
La re siste n c ia a la corrosión de la cap a de anodizado es grande a pH
e n tre 6 y 9; e sta capa es disu elta a pH in ferio res (m edio fu e rte m e n te ácido)
o m ayores (m edio fu e rte m e n te alcalino) que los citad os.
C uanto m ayor es la pureza del alum inio m ayor es la re siste n c ia a la
corrosión, variando la intensidad del a taq u e según la n a tu ra le z a de la im pu­
re z a p resen te. Los m etales más e le ctro p o sitiv o s (cobre, níquel, estañ o, plo­
mo) a ce le ran la corrosión del alum inio cuando e stán en c o n ta c to .
Una aleación de 12,5 % de m anganeso m ejora la resiste n c ia y la du reza
sin a fe c ta r la durabilidad.
En am b ien tes ru rales con muy poca contam inación a tm o sfé ric a el alu­
minio no req u iere ningún tipo de p ro tecció n y puede ser expuesto d ire c ta ­
m ente; se m an ten d rá b rillan te o e v en tu alm en te podrá producirse un "em pa-
ñam ien to Mgen eralizad o v uniform e; en am b ien tes contam inados se rá n e ce sa ­
rio el em pleo del m etal anodizado y req uirien do en casos e x tre m o s una
p ro tecció n adicional con pin turas.

PROTECCION DEL ALUMINIO

Los fenóm enos de corrosión que provocan el d e te rio ro del alum inio

175
pueden deberse a acciones m ecánicas (abrasión, raspaduras, golpes) o quím i­
cas (acción del medio, c o n ta c to con o tro s m etales, im purezas).
G eneralm ente se produce una acción com binada de fa c to re s diversos.
El alum inio es a ta ca d o por la m ayoría de los ácidos y álcalis fu e rte s.
Un aum ento de la alcalinidad a c e le ra n o tab lem en te el ataq u e y la reacció n
que tien e lugar puede expresarse m ediante la siguiente ecuación:

2 Al + 2 OH" + 2 H20 * 2 A10 2 + 3 H 2

Esto tien e gran significado desde el punto de v ista de su uso, pues m a­


te ria le s de construcción ta le s com o el horm igón o los m o rtero s de cal, de
reacció n básica, a ta c a n al alum inio aun si e stá anodizado. El m ayor peligro
reside en el c o n ta c to d u ran te el fraguado de aquéllos; aún el agua a lc a lin iz a -
da p roveniente de la lixiviación de dichos m a te ria le s (caso de filtra c io n e s
de edificios) puede ocasionar el d e te rio ro del m etal.
Lo expuesto p rec e d e n te m e n te indica que, aunque en g en eral la resis­
ten c ia a la corrosión del alum inio con o sin anodizado es grande, es funda­
m ental te n e r en cu en ta las condiciones a m b ien tales en las que e stá expuesto
y, si la agresividad es a lta , se debe aco n sejar su p ro tecció n .

PREPARACION DE LA SUPERFICIE

R esu lta im prescindible re a liz a r una buena p rep aració n de la su p erficie


m etálica ta n to si la p in tu ra se aplica exclusiv am ente con fines d eco rativ o s
como cuando dicha c u b ie rta tien e por o bjeto p ro te g e r del m edio am b ien te.
P ara lograr una buena adhesión de la p elícula orgán ica en el caso de
chapas o piezas de aluminio nuevas es im prescindible elim inar en p rim er
térm in o la capa de a c e ite que las recu b re, realizan d o un p o sterio r lavado
con d e te rg e n te s y enjuagando y dejando se ca r cuidad osam en te. Se reco m ien ­
da el uso de tric lo ro e tile n o , que adem ás de p re s e n ta r buen poder diso lv ente
no es inflam able.
En el caso de superficies expuestas a la intem perie, y que p resen ta n
m anchas debido a c o n tam in an tes atm o sfé ric o s, se aconseja el lavado con
agua y d e te rg e n te s, cepillando o em pleando un papel abrasivo de grano fino
en caso que las im purezas estén fu e rte m e n te adh erid as. Luego se enjuaga
y seca, como en el caso a n te rio r. Se debe e v ita r el em pleo de v iru ta de a ce ro
para la lim pieza.
En superficies manchadas con cem ento se deb erá fro ta r para elim in ar
im purezas, pero sin ray ar el m etal.
T erm inada la lim pieza se e fe c tú a un pretratam iento em pleando pro­
ductos a base de ácido fosfórico y o tra s su stan cias alcalin as de pH no m ayor
de 9 m, con enérgico lavado p o ste rio r en am bos casos.
Si la su p erficie muestra un ataque corrosivo intenso se aco nseja el a re ­
nado suave.

176
IMPRIMACIONES Y PINTURAS PARA ALUMINIO

La aplicación de productos reactivos con el m etal proporciona una c a ­


pa de óxidos y sales muy ad h eren te e insoluble, que no sólo in crem en ta la
resisten cia del m etal a la corrosión sino que m ejora la adhesión de la pintu­
ra. Dichos productos están basados g e n eralm en te en crom atos, fluoruros más
flu o titan ato s, sulfatos, fo sfatos, e tc . El espesor de la capa que se obtiene
oscila e n tre 5 y 10 un.
Puede em plearse tam bién un Mw ash-prim erM, producto de dos compo­
nentes basado en una resina de polivinil b u tiral, alcohol butílico, ácido fosfó­
rico y con una pigm entación a base de cro m ato de cinc. P roporciona una pe­
lícula ad h eren te, flexible, y por reacción quím ica se logra una acción pasi-
vante sobre el m etal.
P ara casos en que la agresividad de la a tm ó sfe ra sea elevada es n ece­
sario recubrir el T,w ash-prim erM con una pintura anticorrosiva viníiica, pig­
m entada g en eralm en te con te tro x ic ro m a to de cinc. Si la agresividad del m e­
dio es muy a lta puede usarse tam bién una pintura de terminación.
La función de la pintura de terminación, como se ha expresado en cap í­
tulos a n te rio re s, es dar la m áxim a re siste n c ia a la intem p erie o al medio
agresivo e x iste n te , proporcionando adem ás d eterm in ad as c a ra c te rís tic a s
de asp ecto y color a la pieza, equipo o e stru c tu ra .
Si se desea o b ten er resisten c ia a los ácidos se em plearán pinturas viní-
licas, m ien tras que si deben ser re s iste n te s a los álcalis se utilizan resinas
epoxídicas, de urea-folm aldehído, a c rílic a s no saponificables, e tc . P ara ex­
posición a la in tem p erie se u tiliza rán p inturas alquídicas y en el caso de en­
vases para la industria alim en tic ia barnices a base de resinas de fen o l-fo r-
m aldehído, con curado térm ico.

ENSAYOS PARA EVALUAR LA RESISTENCIA


DE LA CUBIERTA PROTECTORA

N orm alm ente las esp ecificacio n es incluyen los sig uientes requisitos:
R esistencia a la niebla salina (ASTM B-117/73)
Elongación (ASTM D -522/60)
Adhesión (ASTM D -3359b/76 y E lcom eter)
P erm eabilidad al vapor de agua (ASTM D - l 653/72)
C orrosión (ASTM D-610/68, reap rob ada 1974)
Am pollado (ASTM D -714/56, reap ro b ad a 1974)
R esisten cia a la hum edad (ASTM D-2247/68, reap ro b ad a 1973)
La m etodología a u tiliz a r en cada caso a p a re c e e sp ec ific ad a en cada
una de las norm as c itad a s.

177
BIBLIOGRAFIA

Apps, R .L.- Corrosión y Protección, 3 (n° ex trao rd in ario ), 50-59 (1972).


Ashida, M., Ueda, Y.- J. o f Coatings Technology, 52 (663), 41-45 (1980).
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TNO, D elft, Holland (1975).
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Salissures, Cannes, F rancia, 217-220 (1964).
W hiteley, P .- Department of S cien tific and Industrial Research. Tropical
Building Studies n°4, Londres, Gran B retañ a (1962).

178
PINTURAS RICAS EN CINC BASADAS EN
SILICATOS INORGANICOS Y ORGANICOS

C.A. Giúdice*

* CIDEPINT y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


FUNDAMENTOS DE LA PROTECCION

E stablecida la n atu ra le za electro q u ím ica de la m ayoría de los procesos


de corrosión, la tecnología de las pinturas an ticorro sivas se o rien ta a c tu a l­
m ente en el sentido de form ular productos destinados a im pedir el desarrollo
de las reacciones anódicas o cató d icas o bien aislar la su p erficie m etálica
m ediante la aplicación de películas de muy baja perm eabilidad.
Considerando el concepto de ánodo de sa crificio (protección cató dica),
se han desarrollado pinturas que consisten en dispersiones de a lta c o n c e n tra ­
ción de polvo de cinc en vehículos orgánicos o inorgánicos. En estos m a te ria ­
les, denom inados Mzinc rich prim ers" por su a lto contenido m etálico , ex iste
un íntim o c o n ta c to de las p artícu las e n tre sí y, cuando son aplicados, de las
mismas con la base a p ro teg er. Ese es el concepto sobre el cual basan su
acción p ro te c to ra .
T eó ricam en te, el m ecanism o p ro te c to r es sim ilar al corresp on diente
a una capa continua de cinc aplicada por galvanizado, con c ie rta s d ifere n ­
cias, debido a que la película de p intura es porosa en la e ta p a inicial de la
exposición, en la cual a ctú a protegiendo cató d ic am e n te ; luego, la acción
p ro te c to ra continúa debido a la form ación de productos de corrosión del
cinc, que se depositan en la superficie y en el in te rio r de la película, produ­
ciendo una capa, llenando los poros y com unicándole dureza e im perm eab ili­
dad al "film ”. Los productos de corrosión están constituidos por com puestos
básicos, cuya com posición varía de acuerdo con las condiciones am b ien tales;
pueden ser de n a tu ra le z a am orfa o c rista lin a .
Las pinturas ricas en cinc que proporcionan productos de corrosión de
c a rá c te r am orfo se com portan m ejor que cuando los mismos son del tipo
c ristalin o . Esto es debido a que los prim eros o bturan m ejor los poros y en
consecuencia confieren una elevada acción de b a rre ra , con reducida p erm ea­
bilidad.
En las p inturas ricas en cinc de s a tis fa c to ria efic ie n cia en servicio se
ha dem ostrado que en la exposición a la in tem p erie, en todos los casos, se
form an productos am orfos de corrosión, lo que indica que más allá de los
fa c to re s am b ien tales hay otros que influyen sobre la durabilidad y el poder
p ro te c to r, tales com o la relació n e n tre la perm eabilidad de la p elícu la du­
ra n te la p rim era e ta p a de la exposición y la p ro tecció n cató d ic a que tien e
lugar.
La acción p ro te c to ra de una p elícula basada en cinc m etálico se pone
en evidencia en una sen cilla ex p erien cia de lab o ra to rio , que se ejem p lifica
en la figura de la página sig u ien te.
La c o rrie n te c ircu la e n tre el panel pintado y el panel sin p ro tecció n ,
siendo m edida en el am p e rím e tro . Luego de un tiem po la c o rrie n te se hace
nula lo cual indica que el período de activ id ad galvánica ha term inad o; sin
em bargo, no serán visibles sobre el panel pintado signos dfe corrosión, incluso
si se lo m antiene sum ergido en agua de m ar. Esto significa que la p elícu la
p ro teg e al ace ro aún luego del período galvánico lo que indica que los poros
han sido bloqueados c o m p leta m e n te . Si se re a liz a un c o rte en la p elícu la
h asta el m etal de base, la c o rrie n te co m en zará a fluir nu ev am en te por la

181
182
TABLA I

C lasificación de las pinturas ricas en cinc basadas en


silicatos inorgánicos y orgánicos

Curado con r e a c ­
tivos químicos Autocurado

3
c
o

o
o
75

E
a
■4-»

O
Componentes _______________________

cu
__________ _ __________________________________ __ ______ ________

Ligante inorgánico Ligante inorgánico Ligante orgánico

Ligante S i l i c a to de sodio S i l i c a to de sodio S i l i c a to de e t i l o


S ilic a to de potasio S i l i c a to de potasio
S i l i c a to de litio
S i l i c a to de sodio y
potasio, de sodio y
litio o de potasio
y l it i o .

Pigmento Po lvo de cinc P o lv o de cinc P o lv o de cinc


(ex tended ores) (extend edores)

Diso lvente Agua Agua A l c o h o le s


Hidrocarburos aromátic os
Glicoles
Protección del acero por acción galvánica

acción p ro te c to ra del cinc m etálico. A d ifere n cia de o tras p in tu ras, no


a p arec e rá corrosión debajo de la zona a d y acen te al c o rte .

CARACTERISTICAS DEL POLVO DE CINC

El polvo de cinc que se em plea en la elaboración de pin tu ras deb erá


e sta r exento de im purezas, ya que las m ism as a ctú an en d e trim e n to del c a ­
r á c te r p ro te c to r de la película.
En lo co n cern ien te al tam año de p a rtíc u la , en p in tu ras a base de polvo
de cinc de grano esférico , la acción a n tico rro siv a es m ayor cuan to m ás fino
es el d iám etro medio; la distribución de tam año debe conducir a un bajo es­
pacio in te rstic ia l. En la a ctu alid ad se dispone tam bién de polvo de cinc
de e stru c tu ra lam inar; este pigm ento p re se n ta v en tajas con re sp e c to al tipo
citado a n te rio rm e n te por su m ayor capacidad a n tise d im e n ta n te .
El agregado de un polvo de cinc lam in ar a un polvo de cinc esférico ,
en pequeñas proporciones, m ejora la capacidad an tico rro siv a de la película.

SILICATOS EMPLEADOS COMO LIGANTE

Las pinturas rica s en cinc basadas en silic a to s se pueden c la sific a r (Ta­


bla I) según que el curado se lleve a cabo por reacción química o tratam iento
térm ico (silicatos inorgánicos) o por autocurado (silicato s inorgánicos y orgá­
nicos). D ichas p in tu ras se com portan en form a d ife re n te d u ran te el secado
y el curado (Tabla II).
El secado lim ita el uso de algunas de e sta s p in tu ras: las inorgánicas
no pueden ser usadas a te m p e ra tu ra s in ferio res a 0°C porque se congelan;
adem ás no secan si la hum edad es muy a lta . Las basadas en silic a to s o rgán i­
cos secan ráp id am en te sin que incidan en fo rm a sig n ific ativ a la te m p e ra tu ra
y la hum edad.

183
TABLA II

184
Secado y curado de pinturas ricas en cinc a base de
silicatos inorgánicos y orgánicos

C urado con rea ctiv o s . .


✓ . A utocurado
quím icos

L igante inorgánico L igante inorgánico L igante orgánico

F orm a de secado P érdida de vapor de agua Pérdida de vapor de agua Pérdida de d iso lv en te
Tiem po de secado
(75 y m , 2 0 °C , 1-2 horas 15-60 m inutos 5-10 m inutos
70 % HR)

Form a de curado R eacción con e l ag en te R eacción con e l C O 2 R eacción con e l v a­


de curado d e l a ire por de agua d el aire
Tiem po de curado
(75 i i m) : -15°C No cu ra No cura % 7 días
0°C No cu ra No cura ^ 3 días
5°C 10-36 horas 7 días ^ 2 días
20°C 10-36 horas 1-3 días ^ 1 día
30°C 10-36 horas 1 día % 18 horas
180°C 30 m inutos 30 m inutos No cura
El m étodo de curado es muy d ife re n te de acuerdo con el tipo de pintu
ra. Las basadas en silicatos inorgánicos del prim er grupo curan por reacción
con c ierto s reactiv o s quím icos, los que son aplicados a la película seca. Si
se trab a ja con tem p era tu ra s elevadas el curado, luego de aplicar el agente
químico, ocurre en 10 horas; a bajas tem p era tu ra s dem ora aproxim adam ente
50 horas.
Las pinturas del tipo autocurado form uladas con silicatos inorgánicos
curan por la acción del dióxido de carbono del aire y por reacciones quím icas
in tern as e n tre el cinc silicato y el acero de base. Por su p a rte , las pinturas
con silicatos orgánicos curan por reacción con el vapor de agua del medio
am biente y tam bién por reacciones internas.

Reacciones de curado en películas ricas en cinc


basadas en silicatos inorgánicos

Los prim eros trab ajo s sobre este tem a fueron realizados en Gran Bre
tañ a y A ustralia poco después del com ienzo de la Segunda G uerra Mundial.
En general, estos estudios se basaron en el em pleo de silicato de sodio como
lig an te. P recisam en te, a p a rtir de e stas form ulaciones, se han desarrollado
las com posiciones de "zinc rich" inorgánicos que se utilizan más fre c u e n te ­
m ente en la actu alid ad .
El curado de e stas películas se rea liz ab a por horneado o bien por tra
tam ien to quím ico después del secado. La película, form ada por m ezclas de
polvo de cinc y silic ato de sodio en las relacio nes SiC>2/N a 20 2,8/1 ó 3,3/1
curaba por aplicación de una solución de ácido fosfórico o de fo sfato s orgá­
nicos, con agregado de ag en tes h u m ectan tes y con tro lad ores de la reacción.
D urante mucho tiem po estas pin tu ras fueron las predom inantes d en tro del
cam po de los "zinc rich" inorgánicos por sus propiedades an ticorro sivas y
por su resisten c ia a la abrasión.
En los últim os años se han form ulado pinturas ricas en cinc a base de
silicato s del tipo autocurado, es decir productos que por sus c a ra c te rís tic a s
no requieren el em pleo de tra ta m ie n to s esp eciales después de su aplicación.
Los mismos están basados en la utilización de silicato s de m ayor relación
sílic e /á lc a li que los usados en las form ulaciones iniciales.
Las reacciones que tien en lugar d u ran te el curado de la película no
están to ta lm e n te a clarad as, pero presum iblem ente la insolubilización inicial
e stá ligada a la presencia de sílice coloidal p rec ip ita d a, seguida por re a c ­
ciones que involucran la form ación de cin cato s alcalinos, con una tra n s fo r­
m ación final, que se re a liz a g rad u alm en te, en una película dura e insoluble
de silic ato de cinc, que sirve de so po rte al exceso de polvo de cinc. El silic a ­
to reaccio n a adem ás con la su p erficie del acero , de ta l m anera que en la
in te rfa se se form a una película de silic a to de h ierro que fa c ilita la adhesión
del "film ".
La lig era alcalinidad del lig an te fav o re ce ría la form ación de los pro­
ductos básicos de cinc a n te rio rm e n te citado s.

Cambios en la película de silicatos orgánicos ricos en cinc

Los cam bios en la p elícula son causados por los procesos de hidrólisis

185
y condensación, como se indica en las ecuaciones siguientes:

En la e ta p a inicial de la hidrólisis, el polím ero tien e su fic ie n te s grupos


orgánicos que le confieren solubilidad. A m edida que la reacció n progresa,
los grupos orgánicos son hidrolizados y la p elícula pasa a ser totalm ente^
inorgánica.
M ientras el grado de hidrólisis de los silic ato s orgánicos en solución
puede se r evaluado m idiendo la can tid ad de agua adicionada al m edio, el
contro l en la p elícula seca de un silic ato orgánico rico en cinc es dificultoso,
dado que la d eterm in ació n involucra cam bios en un com ponente que e stá
p resen te en baja con cen tració n (el cinc in te rfie re en la d etecció n del ligan­
te).
La p rim era e ta p a es la evaporación de los disolventes de la p intura.
Luego, d u ran te el curado de la película se produce la elim inación del alcohol
g enerado por reacció n quím ica con la hum edad am b ien te.
La velocidad a la cual ocurren las e ta p a s m encionadas se ve a fe c ta d a
por la te m p e ra tu ra . Así, la evaporación inicial de los so lv entes se rá obvia­
m en te m ayor con te m p e ra tu ra s m ás elevadas. La hidrólisis tam bién se a c e ­
lera con el aum ento de la te m p e ra tu ra , pero depende de la posibilidad de
que el agua acced a a la su p e rfic ie p in tada; en g en eral el in crem en to de la
te m p e ra tu ra tie n e un e fe c to m enor que en el caso de la evaporación de los
so lv en tes. Cabe m encionar que la configuración del polím ero y en

186
consecuencia sus propiedades serán d ifere n te s si la película se form a a
te m p e ra tu ra am biente o bien forzada por calor.
La determinación de sólidos por gravimetría no es un m étodo adecuado
para evaluar los cam bios que ocurren en un silicato orgánico rico en cinc;
la te m p era tu ra y la g eo m etría del sistem a (superficie expuesta) hacen que
se modifiquen las reacciones y por lo tan to no se obtengan valores reprodú­
c e le s .
Las c a ra c te rístic a s y propiedades de películas de pintura pueden ser
d escrip tas de una m ejor m anera aplicando la densimetria para c o n tro lar la
polim erización. Cuando ocurre una polim erización, la densidad crece; por
lo tan to , la densim etría se usa para m edir la velocidad de curado de un
silic ato orgánico rico en cinc. Sin em bargo el e fe c to en m ascarador del cinc,
an tes m encionado, impide m edir los pequeños cam bios en la densidad del
lig an te, m otivo por el cual se tra b a ja con una película libre de silic ato orgá­
nico.
Los cálculos son llevados a cabo in terp retan d o que te ó ric a m e n te el
producto final es la sílice (SÍO 2); sin em bargo, el análisis term o g rav im étrico
indica que no hay una to ta l conversión a sílice.
Los resultados m uestran que el increm ento de densidad es mucho más
lento cuando el curado se rea liz a en el aire que en inm ersión en agua; esto
indica que el aum ento de la densidad (grado de polim erización) se debe a
la hidrólisis y p o sterio r condensación.
O tro m étodo adecuado para c o n tro lar el proceso de secado y curado
de una película de p intura basada en silicato s orgánicos es la evolución de
las propiedades m ecánicas, ya que involucra una serie de lentos y continuos
cam bios d u ran te el pasaje de líquido fluido a líquido viscoso y de sólido blan­
do a sólido duro. El desarrollo de las propiedades m ecánicas de una película
de pin tura rica en cinc basada en silicato s orgánicos puede ser controlado
por la resp u esta a fu erzas e x te rn as cíclicas (ensayos m ecánicos dinám icos).

FORMULACION

Una variable muy im p o rtan te en la form ulación de e ste tipo de


pintu ras es la concen tración de cinc m etálico en la película seca. En función
de lo a n te rio rm e n te m encionado es n ecesario co nsid erar la n a tu ra le z a del
lig an te de la p intu ra dado que, por ejem plo, la densidad de los lig antes
orgánicos (epoxídico, caucho clorado, vinílico, poliuretánico, e tc .) es in ferio r
a la de los silicato s inorgánicos y orgánicos. Esto significa, que una p intura
basada en resina epoxídica (densidad 1,10 g .cm - ^) y o tra en silic a to de etilo
(densidad aproxim adam en te 2,60 g .cm - ^), con el m ismo contenido de cinc
(7,10 g .c m - 3) en la película seca, p re se n ta d ife re n te s c o n cen tracio n es de
pigm ento en volumen (PVC), variab le que se relacio n a con las principales
c a r a c te rís tic a s físicas y quím icas de la película.
P ara un mismo ten o r en peso de cinc m etálico en la pelícu la seca, la
p in tu ra epoxídica p re se n ta rá un valor de PVC más bajo que aquéllas con sili­
c a to de etilo . Esto indica que el volum en de lig an te a base de silic a to de

187
188
TABLA IB
Aplicación de pinturas ricas en cinc basadas en
silicatos inorgánicos y orgánicos

Curado con r e a c ­
tivos químicos Autocurado

Ligante inorgánico L igante inorgánico L igante orgánico

P r e tr a ta m ie n to Arenado o g ra- Arenado o g ra - Muy buen arenado o


d e l a c e ro n a l lado n a l lado g r a n a lla d o

Método de S o p le te conven- S o p le te conven- S o p le te tipo


a p lica ció n cional cional " a irle s s"

Condiciones del
medio a m biente
T e m p era tu ra in fe ­
rior a 0°C No cura No cura Cura
Humedad baja Cura Cura No cura
Humedad a lta No cura No cura Cura

Adecuada re s iste n - Luego de su t o t a l Luego de unas horas Menos de una hora


te n c ia a l agua curado después de l a luego de la
a p lic a c ió n a p lica ció n
etilo será menor que el epoxídico para ag lu tin ar el mismo núm ero de
p a rtícu la s de cinc m etálico. Por lo tan to , en el caso de la pintura basada
en silicato de etilo, el c o n ta c to e lé c tric o e n tre las p artícu las y el de éstas
con el su stra to m etálico será m ayor que en el producto epoxídico. Esto
explica en p a rte que algunas pinturas de cinc silicato de etilo con 75 % en
peso de cinc m etálico en la película seca presenten m ejores c a ra c te rístic a s
an ticorrosivas que las basadas en resinas epoxídicas con 85-90 % de cinc
m etálico.
O tra variable que influye sig n ificativ am en te sobre la eficien cia del
producto es la distribución de tam año de p a rtícu la que p resen ta el polvo de
cinc. Por ejem plo, en pinturas basadas en silic ato de etilo con un mismo
grado de hidrólisis, e x iste una tend en cia m ayor a la form ación de fisuras
en la película (cu artead o o agrietado) cuando se u tiliza un polvo de cinc de
g ran ulo m etría fina; esto podría explicarse en función de la m ayor área
su p erficial esp ecífica que produce un em p aq uetam ien to de p artícu las menos
denso (p artícu las aglom eradas), generando en consecuencia para igual
contenido de cinc m etálico un m enor grado de aglutinación. Es posible
form ular pinturas a base de silic ato de etilo con polvo de cinc de reducido
tam año de p a rtícu la variando el grado de hidrólisis y la co n cen tración de
pigm ento en volum en. El espesor de película seca es o tra variable
im p o rtan te.

APLICACION DE PINTURAS RICAS EN CINC BASADAS


EN SILICATOS INORGANICOS Y ORGANICOS

Las pinturas de c in c -silic ato req uieren fu n d am en talm en te una


adecuada preparación de su p erficie y d eterm in ad as exigencias am b ien tales
para que el producto teng a un c o rre c to curado (Tabla III). Debido a la
n a tu ra le z a del lig an te las pin turas a base de silic ato no tienen , en principio,
buena adhesión ni adecuadas propiedades h u m ectan tes; se n e c e sita una
c ie rta rugosidad de la superficie para m ejorar la adhesión, lo que se ob tien e
por tra ta m ie n to con abrasivos (como mínimo Sa 2? para una su p erficie
común o Sa 3 para exposiciones sev eras, según la norm a sueca SIS 05 59
00/67). La rugosidad m áxim a Rm d eberá v a ria r e n tre 40 y 50 ym.
La película de pin tu ra con a lto contenido de cinc, expuesta en medios
fu e rte m e n te agresivos, n e c e sita se r re c u b ie rta por una p in tu ra de
term inación para c o n tro lar la reacció n del cinc m etálico con el agua, vapor
de agua, oxígeno y dióxido de carbono del m edio am bien te.
R esu lta muy d ifícil evalu ar el grado de contam inación de la su p erficie
de la p in tura de c in c -silic a to y se recom ienda una adecuada lim pieza a n tes
de la aplicación de una nueva capa de p in tu ra. La película de c in c -silic a to
que fue ex puesta d u ran te un tiem po prolongado puede req u e rir una co m p leta
lim p ieza por arenado intenso. Una contam inación m enos sev era puede ser
solucionada rem oviendo la suciedad por lim pieza con vapor o por agua a
presión; en caso que haya a c e ite p re se n te , el últim o m étodo re su lta el más
co n v en ien te ya que puede a c tu a r con e fe ctiv id ad en las irreg u larid ad es de
la película.

189
La película de cin c -silic ato en el m om ento de la aplicación tien e aire
incorporado; é ste debe ser desalojado de la capa de p in tu ra d u rante el secado
por la acción del solvente. Si la p in tu ra aplicada sobre el cin c -silic ato no
tien e la tensión su p erficial su fic ie n te en la e ta p a de película húm eda o bien
si seca dem asiado ráp id am en te, el aire ocluido puede provocar, al salir,
severos c rá te re s .
Una película de cin c -silic ato recién expuesta al medio am b ien te no
está contam inada con productos peligrosos; la aplicación de o tra capa
req u iere sólo una ligera lim pieza. La p in tu ra de term inación debe ser
aplicada después que se ha com pletado el curado. Si esto no ocurre, la
película de cinc queda aislada por la capa siguiente del m edio, del cual
n e ce sita vapor de agua o dióxido de carbono para c o m p letar su curado. Una
película de cin c -silic ato no curada es fác ilm e n te a ta c a d a por el agua que
p e n e tra a trav é s de los poros de la capa superior.

CARACTERISTICAS DE LA PELICULA DE PINTURAS


RICAS EN CINC BASADAS EN SILICATOS

E ntre las propiedades más sig n ificativ as que exhibe una película de
c in c -silic ato m erecen c ita rse :

A decuada adhesión al su stra to si é ste fue p rev iam en te arenado o


granallado alcanzando un buen grado de lim pieza.
Elevada dureza y resiste n c ia a la abrasión.
S a tisfa c to ria conductividad e lé c tric a , que p e rm ite p ro tecció n cató d ica
del m etal de base.
No a fe c ta sig n ific ativ am en te la e fic ie n cia de la soldadura.
Buen co m p o rtam ien to a te m p e ra tu ra s superiores a los 350°C , con
reten ció n de sus propiedades.
R esisten cia a solventes orgánicos (ceto nas, hidrocarburos clorados,
hidrocarburos a ro m ático s, e tc .) y al p etró leo crudo y sus derivados.
Baja e fic ie n cia en m edios fu e rte m e n te ácidos y alcalinos; los productos
de corrosión son estab les a valores de pH com prendidos e n tre 6,0 y
12,5.
En p resen cia de dióxido de a z u fre , iones su lfa to , n itra to y/o cloruro
se g en era un proceso de corrosión muy sig n ificativ o .
En agua de m ar no contam inad a, p ro teg en al a ce ro a pesar del elevado
contenido de ion cloruro del medio.
En caso de em plearse p in tu ra de term in ació n , é sta debe ap licarse luego
del com pleto curado de la pin tu ra de base.
F in alm ente, cabe m encionar que las p in tu ras rica s en cinc basadas en
silic ato s inorgánicos y orgánicos p resen ta n un m ayor costo y una m enor
facilid ad de aplicación que aquéllas con lig an tes orgánicos en su
com posición.

190
BIBLIOGRAFIA

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191
LA FUNCION DEL CONTROL DE OBRA DURANTE
LAS OPERACIONES DE PINTADO

V. Rascio*

♦ CIC-CONICET y Director del CIDEPINT


INTRODUCCION

El com portam iento de un determ inado sistem a de pinturas en la


protección del acero e stru c tu ra l está determ inado en gran p a rte por la
cuidadosa realización de todas las etap as inh erentes al proceso de pintado
que ya se han considerado en capítulos a n terio res: lim pieza y preparación
de la superficie m etálica, calidad de las pinturas a em plear, núm ero de
manos, espesor de película, e tc . Adem ás se deberá p re sta r p re fe re n te
atención a las condiciones am b ien tales en el m om ento de la aplicación.
A dm itidas estas circunstancias, la im portancia de un adecuado control de
todas las etapas m encionadas se hace evid ente.
Además, una vez term inado el proceso de pintado, de ninguna m anera
conviene despreocuparse del estado de conservación d uran te el servicio;
m ediante observaciones periódicas (sem estrales o anuales) se deberá
estab lec er cuando resu lta conveniente re a liz a r operaciones de
m antenim iento.

DETERMINACION DE LA CALIDAD DE LAS PINTURAS

Las c a ra c te rístic a s de calidad de las p in tu ras a u tiliz a r pueden


asegurarse m ediante la realización de un previo control de aju ste a norm a
por p a rte de un lab o rato rio adecuad am en te equipado, que podrá ser de la
em presa c o n stru cto ra o esp ecialm en te c o n tra ta d o con dicho fin.
Las especificaciones a u tiliza r deberán ser las adecuadas para cada
caso o circunstan cia p a rtic u la r, y deberán te n e r en c u en ta
fu n dam entalm ente las condiciones de exposición a las que los m a te ria le s
estará n som etidos. Esto es sum am ente im p o rtan te si se desea o b ten er
buena durabilidad y larga vida útil, com pensando así, desde el punto de
vista económ ico, la mayor erogación inicial.
Dichas esp ecificaciones deberán incluir cláusulas re la tiv a s a las
c a ra c te rístic a s y com posición de las pin tu ras, a la prep aració n de las
superficies, a la form a y condiciones de aplicación y a la construcción del
esquem a p ro te c to r y los espesores de cada capa y to ta l. Se deb erá
e x p licitar, de ser posible, la a p titu d que ten d rá el personal que sup ervisará
la ta re a .

CONTROL DE LA PREPARACION DE LA SUPERFICIE

La c o rre c ta preparación de la su p erficie (m etal, m adera, e tc .)


influye sobre el com p o rtam ien to de la o las pinturas, al punto que un buen
producto puede dar mal resu ltad o si es aplicado sobre una su p e rfic ie mal
p rep arad a, o, por el co n tra rio , una p in tu ra de c a r a c te rís tic a s no tan
rele v an tes, puede co m p o rtarse sa tis fa c to ria m e n te sobre un su s tra to que
ha sido preparado ad ecu ad am en te.

195
De ello se deduce que son convenientes las inspecciones periódicas
y p erm anentes en e sta eta p a del trab ajo . A fin de e sta b le c e r el grado de
preparación pueden em plearse las esp ecificacio n es del S teel S tru c tu re s
Painting Council (SSPC) de los EE.UU. de N o rteam érica o la norm a sueca
Svensk Standard SIS 0 5 -5 9-00/67 , publicada en cinco idiom as, y donde por
medio de una term inología adecuada y de fo to g rafías tipo se definen con
precisión los distintos grados de oxidación o de lim pieza del acero .
Adem ás, la inspección de obra deberá coordinar ad ecu ad am en te e sta
e ta p a con la iniciación del pintado, ya que si éste se dem ora ex iste el
peligro que el acero se oxide nuevam ente.

CONDICIONES AMBIENTALES DURANTE LA APLICACION

Deben ser las adecuadas, entendiéndose por tales te m p e ra tu ra s e n tre


10 y 35°C y una hum edad re la tiv a no superior a 70- 80 96. Se debe e v ita r
p in tar sobre superficies muy frías o ex cesiv am en te c a lie n te s o sobre
su stra to s húm edos, ya que ello redundará en una dism inución de la
durabilidad del esquem a p ro te c to r (secado in co rre cto , m ala form ación de
la película, dism inución de la adhesividad, e tc .).

CONTROL DE LA OPERACION DE PINTADO

Este incluye la to talid ad de las e ta p as, desde la tom a de m u estra del


m a teria l en treg ad o a fin de que el lab o ra to rio responsable del control
c ertifiq u e su aju ste a norm a, h asta los m enores d e ta lle s rela tiv o s a la
aplicación, tan to de las im prim aciones re a c tiv a s como de las pinturas
an tico rro siv as, in term ed ias o de term inació n.
Se considerarán aquí sólo dos de los p a rá m etro s im p o rtan tes de e sta
operación, presuponiendo que la m isma e stá a cargo de m ano de obra
esp ecializada: se tr a ta de la cohtinuidad y regularidad de la película
obtenida, y el espesor por capa y final que se logra.
P ara d e te rm in a r estos asp ectos, el inspector de obra, adem ás de
re a liz a r una c o rre c ta evaluación visual, esp ecialm en te en lo re la tiv o al
prim ero de los asp ecto s m encionados, puede valerse tam bién de a p a ra to s
e sp ecialm en te diseñados.
En e fe c to , el espesor de la película húm eda o seca puede m edirse con
mucha facilidad, y d e te rm in a r o tra s p articu la rid a d es, como por ejem plo
la ex isten cia de poros.
P ara el caso de la película an te s del secado, es decir in m ed iatam en te
después de la aplicación, puede usarse un dispositivo que se desplaza,
girando, sobre la su p erficie pintada y que p e rm ite , m ediante una escala
graduada, d e te rm in a r dicho espesor en form a d ire c ta . En el caso de la
p rim era mano el erro r es muy pequeño, y para que e ste no au m en te al
m edir las capas subsiguientes debe cuidarse que las aplicadas p rev iam en te
estén c o m p letam en te secas, a fin de que no se deform en como

196
consecuencia de la presión ejercida. Si no se puede lograr e sto debe
d e sca rtarse la c itad a determ inación, aunque es im p o rtan te señalar que el
control perm anente de e sta c a ra c te rís tic a p erm ite al operario g raduar la
cantidad de pintura a aplicar, evitando ten e r que hacer co rreccio nes con
manos adicionales en el caso que no se han logrado espesores su ficien tes.
E sta determ inación p erm ite adem ás te n e r una idea del rendim iento en
superficie de las pinturas utilizadas, para un determ inado espesor de
película.
La medida del espesor de película seca es una determ inación
im portante, tan to en cada eta p a como al fin alizar la operación. Los
espesores p arciales y finales a a lcan zar deben e sta r establecidos en las
especificaciones, y serán los adecuados a la rigurosidad de las condiciones
de exposición, ya que gran p a rte del e fe c to p ro te c to r de la película de
pintura se logra por una acción de b a rre ra.
Los ap arato s usados para e ste fin se basan en el principio de que una
película no m agnética, aplicada sobre un su stra to m etálico, cam bia las
condiciones del flujo m agnético que se estab lecen e n tre el a p arato m edidor
y dicho m etal. E ste cam bio es función del espesor, y m ediante una escala
adecuada, que el a p arato posee, dicho espesor puede ser reg istrad o en fo r­
ma d irec ta sobre la m ism a (g eneralm en te se expresa en ym), siendo
co rrien tes espesores por capa de 10, 15, 20 ó 25 ym. Los espesores to ta le s
varían en función del tipo de pinturas: 50, 75, 100 o más m icrom etros, hasta
300-500um para cu b iertas que estará n en c o n ta c to d irec to con ag en tes quí­
micos a lta m e n te agresivos.
Se tr a ta de un ensayo no d estru ctiv o , y debe cuidarse, an te s de
re a liz ar la m edición, como ya se indicó p rec ed e n tem en te , que la película
haya endurecido su fic ie n te m en te, para e v ita r deform ación por presión, lo
que conduce a resultados erróneos.
El más aconsejable para el insp ecto r de obras por su pequenez,
facilidad de tran sp o rte y razonable precisión es el "E lcom eter thickness
gage", fabricado por d ifere n te s firm as am erican as y europeas. El a p a ra to
debe ser calibrado, previo a la m edición, con placas patrón de espesor
conocido (que son rjrovistas con el mismo) y sobre una su perficie m etálica
sim ilar en com posición, rugosidad, form a y tam año a las de la pieza a
m edir.
C ualquier inspector de obra, con una breve p rá c tic a , puede u tiliz a r
con toda facilidad e ste a p a ra to . Hay que cuidar, en el caso de su p erficies
arenadas o granalladas, de re a liz a r num erosas m ediciones, y prom ediar los
valores obtenidos a fin de reducir erro res.
En el lab o rato rio de control es posible re a liz a r estas m ism as
determ in aciones con dispositivos e le ctro m ag n é tico s, con ectad os a una
fu en te de c o rrie n te (la línea o una b a te ría adecuada); se em plea un palpador
que p erm ite re a liz a r m ediciones sin d eform ar la película, lo cual se trad u c e
en una m ayor e x ac titu d . Existen palpadores de form as esp eciales que
p erm iten la realización de le c tu ra s en zonas poco accesibles.
Como com plem ento de lo expuesto, y de m ucha im p o rtan cia en el
caso de los rev estim ien to s industriales som etidos a ag en tes agresivos, se
puede e sta b le c e r la ex isten cia de poros, lo que corresponde a un d e fe c to

197
de construcción de la película, generado d u ran te la evaporación de
disolventes y diluyentes. E ste in stru m en to consiste esen cialm en te en un
galvanóm etro d e te c to r del paso de c o rrie n te , y la su p erficie a m edir se
pone en c o n ta c to con una escobilla, tam bién m etálica , o con una esponja
en form a de rodillo, im pregnada en un e le c tro lito . Los poros son
ráp id am en te d e te ctad o s en form a de una chispa o porque el galvanóm etro
señala el paso de c o rrie n te .

CONTROL DEL COMPORTAMIENTO


DE LA PINTURA EN SERVICIO

Si bien un sistem a c o rre c ta m e n te aplicado debe te n e r una durabilidad


al e x te rio r no inferior a 5-10 años, este valor puede m odificarse, según las
c a ra c te rís tic a s del medio agresivo, de m anera sig n ific ativ a para un mis­
mo producto.
En consecuencia el contro l periódico señalado a n te rio rm e n te es
im prescindible. El mismo deberá te n e r en cu en ta las posibles
m odificaciones de color y brillo de la película de p intura, fallas que si bien
a p a re n te m e n te solo a fe c ta n el asp ecto d eco rativ o , pueden c o n stitu ir un
índice de la evolución de las c a ra c te rís tic a s de la película en el tiem po.
En segundo lugar, se debe e sta b le c e r la aparición de cu artea d o , a g rie ta d o ,
escam ado, e tc ., que a fe c ta n el asp ecto p ro te c to r de la c u b ie rta o rgánica,
y que g en eralm en te se asocian con un proceso corrosivo (discontinuidad
de la película). Estos asp ecto s se considerarán en el cap ítulo resp ec tiv o
del Tomo I.
Es fundam ental e sta b le c e r cuándo una e s tru c tu ra debe ser rep in tad a,
y esto debe ocu rrir a n tes que a p arez c an las fallas del segundo grupo citad o
a n te rio rm e n te , ya que en ese caso re su lta rá fác il la lim pieza, lijado y ap li­
cación de una nueva mano de la pin tu ra de term in ació n . En cam bio cuando
el d e te rio ro es avanzado, no hay o tra posibilidad que la de elim inar com ple­
ta m e n te la cu b ie rta p ro te c to ra , y ap licar nuev am ente o tro esquem a, lo cual
re su lta , desde el punto de v ista económ ico, mucho más oneroso.
En consecuencia, debe ten d erse a p rep a rar a fondo las su p erficies
m etálicas, elim inando todas sus im purezas una sola vez y cuidar luego
el m an tenim iento del rev e stim ie n to p ro te c to r en las condiciones c itad a s
más a rrib a . P ara que esto se cum pla es im prescindible c o n tro la r la
evolución de las propiedades de la película, estab lecien d o el m om ento en
que com ienza la oxidación, va que luego se propaga por debajo de la
película de p intura (p.ej. corrosión filiform e) o se ex tien d e en form a de
cho rread uras de óxido, a fe cta n d o el asp ecto de la e stru c tu ra .
Tam bién deberá observarse cuid ado sam ente la aparición de zonas
donde la película ha perdido adhesividad o se p resen ten am pollas, lo cual
puede ser índice de un proceso de corrosión no visible, que si no se d e tien e
a tiem po puede re su lta r fa c to r im p o rtan te de d e te rio ro .

198
CONTAMINACION ATMOSFERICA

El problem a de la corrosión de los m etales en gen eral y del a ce ro en


p a rticu la r, por exposición al medio am biente, se agudiza como
consecuencia de la c re c ie n te contaminación de la atm ó sfe ra de las grandes
ciudades y de las zonas industriales.
Si bien es b astan te conocida la influencia de la humedad sobre los
procesos de corrosión, no se p resta igual atención a la presencia de otros
ag en tes contam inantes de d istinto origen, tan to industriales (reactiv o s
químicos) como provenientes de la com bustión de hornos incineradores,
escapes de autom otores, e tc .
Para dar una idea de los d ifere n te s tipos de am bientes a los que puede
e sta r expuesto un m ateria l, pueden considerarse los siguientes casos:
a) A tm ósfera no contam inada (regiones de lagos o m ontañas).
b) A tm ósfera poco contam inada (rural, cam piña agrícola, etc.).
c) A tm ósfera m edianam ente contam inada (centros urbanos no
industriales, con poca población).
d) A tm ósfera contam inada (centros urbanos o industriales, con a lta
densidad de población).
e) Atmósfera muy contam inada (centros industriales de m agnitud,
con industria siderúrgica, petroq uím ica, de productos quím icos, e tc .).
f) A tm ósfera m arina, no industrial (puertos o zonas co stera s, sin
industrias).
g) A tm ósfera m arina, industrial, muy contam inada (puertos con
im p o rtan tes industrias, de las citad a s en e).
La corrosividad de un medio es función de la hum edad re la tiv a (HR),
de la cantidad de lluvia en una d eterm in ad a zona, de la contam inación
a tm o sférica y de la te m p e ra tu ra .

Humedad relativa del aire

Este dato sirve para conocer el grado de satu ració n del m edio, y se
expresa como la relación (en 96) e n tre la presión p arcial de vapor de agua
en el aire (PH 2 O) y la presión de satu ració n del aire en vapor de agua (Ps),
a una d eterm inada te m p e ra tu ra . En consecuencia:

100 x PHoO
HR = -------------------------
PS
La velocidad de corrosión del h ierro y de los m etale s en g en eral se
in crem en ta al au m e n ta r la hum edad re la tiv a que se p re se n ta a
continuación.

199
Variación de la corrosión con la humedad relativa y con el tiem po de
exposición, para una concentración de 0,01 % de SO2 en la atm osfera
(caso del hierro, cinc y cobre).

Si la a tm ó sfe ra se m antiene seca y no con tam inad a, com o se a p re cia


en la figura (HR 70 96) los m etales no m uestran p rá c tic a m e n te corrosión.
A cada m etal corresponde una hum edad c rític a por encim a de la cual el
ataq u e se in te n sifica , p a rtic u la rm e n te en presen cia de co n ta m in a n te s.
En períodos de lluvia o en p resen cia de rocío o niebla, la su p erficie
m etálica se recu b re de un depósito visible de agua. La p elícula acuosa
puede ser discontinua cuando com ienza la condensación de vapor de agua
y continua cuando se alcanza el punto de rocío. La can tid ad de agua
depositada sobre la su p erficie d uran te el en fria m ien to periódico del a ire
es mucho m ayor que la hum edad acum ulada por condensación c ap ilar o por
sim ple adsorción física. Se form an así capas con un espesor e n tre 1 y
10 ym, m ien tras que en el caso de lluvias se form an películas de espesor
m ayor; si las superficies son inclinadas, por encim a de 100 um tiend en a
escu rrir.
Como la difusión de oxígeno es el fa c to r fundam ental que d e te rm in a

200
la velocidad de corrosión, es obvio que esta velocidad se in crem en ta al
reducirse el espesor de la capa acuosa depositada sobre la sup erficie
m etálica. Capas más gruesas dificultan la llegada de oxígeno. En
consecuencia, para igual tiem po de acción, el rocío puede ser más
perjudicial que la lluvia; las pequeñas gotas de rocío no escurren , a
diferen cia del agua de lluvia que no sólo escurre sino que ejerce una acción
de lavado, arrastran d o agentes contam inantes.
En la p rá c tic a puede ocurrir que el d eterio ro por corrosión se a cen tú e
si la capa de líquido se elim ina y se repone rep etid as veces sobre el m etal,
aunque es sum am ente difícil expresar c u a n tita tiv a m e n te el e fe c to de la
humedad en función de las d iferen tes condiciones de secado.

Contaminantes

Los contam inantes atm o sférico s ace le ran la corrosión a trav é s de


sus efecto s sobre la conductividad del e le c tro lito ; actú an ta n to sobre el
proceso anódico como sobre el catódico de la pila de corrosión.
Los co ntam in an tes atm o sférico s pueden ser sólidos o gaseosos.
D entro de los sólidos contam inantes se deben c ita r en prim er térm ino
las partículas carbonosas, producto del proceso de com bustión incom pleta
de com bustibles industriales, y las sales, más o menos solubles en agua,
tales como cloruros o sulfatos.
Los sólidos insolubles ensucian las e stru c tu ra s y hacen n ecesaria su
lim pieza an tes de ap licar recub rim ientos p ro te c to re s, ya que en caso
co n trario puede quedar reducida la adhesión de la película. En caso de
am bientes muy contam inados, productos de c a ra c te rís tic a s p erjudiciales
pueden llegar a depositarse sobre el "film " an tes del secado, m odificando
sus propiedades y c a ra c te rís tic a s .
En a tm ó sfe ra m arina el problem a tam bién re v iste p a rtic u la re s
c a ra c te rístic a s de gravedad, por la p resencia de las sales ya c itad as, y
fundam entalm ente por la p resencia de cloruro de sodio. E stas sales se
depositan sobre las e stru c tu ra s y son d ifíciles de elim inar; cuando se aplica
la película de pintura favorecen los fenóm enos osm óticos, esto es el pasaje
de agua de la su perficie de la cu b ie rta a la in te rfa se m e ta l/p in tu ra , lo que
a c e le ra el ataque corrosivo. El proceso es de m áxim a intensidad en zonas
c o stera s y se reduce en m agnitud a m edida que la e stru c tu ra o equipo se
en cu en tra más alejado.
La p resencia de cloruro de sodio fav o rece adem ás las reaccio n es
electro quím icas que c a ra c te riz a n el proceso de corrosión y adem ás los
cloruros de hierro form ados son más solubles que los óxidos, lo que
contribuye a d espolarizar o a c e le ra r la c ita d a reacció n.
D entro de los contam inantes gaseosos los más im p o rtan te s son los
com puetos derivados del a zu fre, p a rtic u la rm e n te el dióxido (SO 2 ) y el
trióxido (SO 3). El tem a ha sido estudiado por num erosos a u to re s y
p a rtic u la rm e n te Hudson y S tanners, quienes con datos de un am plio trab a jo
de cam po, dem ostraron que ex iste relación d ire c ta e n tre la c o n cen tració n

201
Corrosión del acero en función del grado de contam inación
atm osférica y del tiem po de exposición: (a) aire no contaminado;
(b) partículas de sulfato de amonio; (c) 0,01 % de SO2 ; (d) partículas
de sulfato de amonio y 0,01 % de SO2 ; (e) partículas carbonosas
y 0,01 % de SO2

de dióxido de azu fre en la a tm ó sfe ra y la velocidad de corrosión del acero.


Con los valores obtenidos los citado s au to res confeccionaron el g ráfic o que
se p resen ta en esta página.
A lo expuesto para los com puestos de azu fre debe ag reg arse la acción
del sulfuro de hidrógeno, re su lta n te de la descom posición de m ateria
orgánica de n a tu ra le z a álbum inoidea, vapores de cloro generados por
procesos industriales o los óxidos de nitrógenos producto de descarg as
e lé c tric a s en la a tm ó sfe ra (estos últim os contam inan el agua de lluvia,
llevando su pH a valores del orden de 6-6,5. En a tm ó sfe ras industriales
dicho pH puede ser aún m enor (en tre 3 y 4).
P ara fin aliz a r no debe d e sc a rta rse la posibilidad de formación de
m icroclimas locales, que pueden m odificar d esfav o rab lem en te las
c a ra c te rís tic a s de un d eterm inad o am b ien te. Es c o rrie n te en zonas
industriales observar casos de agravación de los procesos de corrosión por
la presencia en un determ inado lugar de un foco c o n ta m in a n te p a rtic u la r,

202
p. ej. una chim enea, y al hecho de que los productos de com bustión
distribuidos por la misma a fe cte n un determ inado se c to r de una e stru c tu ra ,
m ientras que otros sufren menos ataq ue por e sta r ubicados con d ifere n te
orientación.

BIBLIOGRAFIA

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Methods. J. Wilev <5c Sons, Gran B retaña (1972).
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4, NACE, Buenos Aires (1972).
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atm ósfera. Ed. B ellatierra S.A., B arcelona, España (1982).
G onzález Fernandez José A. (coordinador).- Teoría y Práctica de la lucha
contra la Corrosión, CENIM, Consejo Superior de Investigaciones C ie n tífi­
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Hudson, J.C ., Stanners, J .F .- J. Appl. Chem., 3, 186 (1953).
Rascio, V., Bruzzoni, W.O., B astida, R., Rozados, E. Protección de superfi­
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R ozenfeld, I.L.- Atmospheric corrosión of m etáis, NACE (1972).
Shreir, L.L.- Corrosión, Vol. 1, Metal/Environment Reactions. Ed.
N ew nesB utterw orths, Gran B retaña (1976).

203
METODOS PARA ESTUDIAR LA CORROSION DE METALES

RECUBIERTOS CON MATERIALES POLIMERICOS

A.R. Di Sarli*

* CIDEPINT y Comisión de Investigaciones C ientíficas de la Provincia


de Buenos Aires.
INTRODUCCION

Los m étodos para estudiar tan to la c in ética de los procesos


de corrosión de su strato s m etálicos recub ierto s como las propiedades
p ro tecto ras de los recubrim ientos son num erosos y varios han producido
im portantes resultados. Las medidas e lé c tric a s que proveen datos válidos
para predecir la vida útil de un sistem a m etal/recu b rim ien to incluyen
la determ inación de la resisten cia de polarización del m etal y de la
conductividad e lé c tric a del recubrim iento utilizando co rrien te continua,
de la im pedancia en función de la frecuen cia, de la resisten cia equivalente
a una frecuencia c o n stan te, de la relación e n tre com ponentes capacitivos
y resistivos a una frecuencia c o n stan te y, ú ltim am en te, de la determ inación
de los p arám etro s fisicoquím icos que gobiernan el co m po rtam iento
p ro tec to r de la película orgánica y los procesos de corrosión del su stra to
m etálico, a trav és de la téc n ic a c o u lo stática.
Como m étodo a lte rn a tiv o y/o com plem entario de los an te rio re s,
la medida del potencial de corrosión tam bién sum inistra im p o rtan te
inform ación a ce rc a de la evolución de los procesos de corrosión que pueden
llegar a d esarro llarse sobre el m etal rec u b ierto . El m ovim iento del
potencial de corrosión hacia valores más nobles se in te rp re ta como un
aum ento de la relación áre a c a tó d ic a /á re a anódica e indica que el agua
y el oxígeno han atrav esad o el recub rim iento y alcanzado la in te rfa se
m etal/m em brana. Inversam ente, un d esplazam iento del potencial de
corrosión en dirección menos noble es rep re se n ta tiv o de un increm en to
de la relación área a n ó d ica/área cató d ica y que la velocidad de corrosión
está com enzando a ser sig n ificativ a. P o ten ciales c re c ie n te m e n te positivos
con el tiem po sugieren que las reacciones de reducción del oxígeno se
están desarrollando lo calm en te en la in te rfa se m e tal/rec u b rim ien to y
que la delam inación em pieza a ser im p o rtan te . Por otro lado, cuando
los potenciales son considerablem ente más activo s indican corrosión
debajo del recubrim iento y rep resen tan la señal de que su vida útil es
lim itada.
Todo proceso de corrosión debe ser considerado según sus
m éritos y las técn icas de evaluación como co m plem entarias más bien
que com petitivas. Aún cuando más de una téc n ic a puede a p o rta r la
inform ación requerida, el hecho que la misma se obtenga por más de
un cam ino provee una m ayor confiabilidad en los resultados y d iferen cias
en d etalles pueden sum ar significación al panoram a general.

CRITERIOS DE SELECCION

El concepto g e n eralm en te acep tad o para evaluar la adecuación


de una técn ica d eterm inada es que el peso de sus posibilidades menos
el de sus lim itacio nes sea más im p o rtan te fre n te a cualquier o tro c rite rio .

207
Los c rite rio s básicos son:
a) Velocidad con que pueden obtenerse los datos. Algunas
técn icas proveen inform ación virtu alm en te in stan tán ea; o tras son más
len tas.
b) Tipo de información obtenida. C ie rta s técn icas miden la
velocidad de corrosión, o tras la corrosión to ta l o lo que es casi, pero
no ex ac ta m e n te la misma cosa, el espesor rem an en te después de la
corrosión. O tras proveen inform ación sobre la distribución o el régim en
de ataqu e.
c) Aplicabilidad. Una respu esta rápida se obtiene más
fácilm en te con técn icas electroq uím icas, pero e sta s son, por supuesto,
adecuadas sólo si el medio am biente se com porta como un e le c tro lito .
O tras técn icas se pueden usar en medios gaseosos y fluidos no conductores
así como tam bién en e le ctro lito s.
d) Tipo de corrosión a ser evaluado. La corrosión puede ser
general (uniform e sobre toda la sup erficie a ta ca d a) o localizada
(concentrada en lugares p a rticu la re s, por ejem plo, en form a de picado
o fractu ras). La m ayoría de las técn icas son más precisas cuando la
corrosión es general, pero algunas de ellas- pueden tam bién a rro ja r al
menos una pequeña luz sobre corrosión localizada.
e) Facilidad de interpretación. En la m ayoría de los casos,
in te rp re ta r los datos obtenidos es un procedim iento rela tiv a m e n te d irec to
con tal que la téc n ic a sea usada dentro de sus lím ites, aunque esto no
im plica que e x tra e r las conclusiones apropiadas a p a rtir de la
in te rp retac ió n de los datos obtenidos sea siem pre tan sim ple. Algunos
resultados son más difíciles de in te rp re ta r que otros pero con cualquier
técn ica la ta re a es mucho más difícil si la m isma se usa c erca de los
lím ites de su aplicabilidad. Algunos m étodos son téc n ic am e n te sofisticados,
lo que tiende a lim itar su uso en casos donde no se cu enta con el personal
y la experiencia necesarias para aplicarlos; otros son mucho menos
exigentes en este aspecto.

MEDIDAS DE PERDIDA DE PESO

Probablem ente el m étodo más común para la evaluación de


la corrosión es la exposición en un medio dado de m uestras o testig o s
de un m aterial que se corroe y su p osterio r análisis.
Los fa c to re s a te n e r en cu enta en e ste tipo de ensayos son
num erosos, debiéndosele o to rg ar a cada uno de ellos la im p ortancia que
se m erece si se desea que los resultados obtenidos sean rep re se n ta tiv o s
de una realidad p rá c tic a . E ntre ta les fa c to re s pueden m encionarse:
preparación (tra ta m ie n to de la superficie), form a y tam año de la m u estra,
su ubicación y m anipuleo, el medio e le c tro lític o y el tiem po de exposición.
Las m uestras deben ser pesadas an te s y después de la exposición
y la pérdida de peso se convierte en velocidad de corrosión usando la

208
siguiente fórmula:

KW (unidades de longitud) L
V = _____ __________________ = _
At D (unidad de tiem po) T

donde:
V velocidad de corrosión.
K constante cuyo valor depende del sistem a de unidades em pleado (ver
tabla).
t tiem po de exposición hasta la aproxim ación de la centésim a de hora
(h).
W pérdida de peso, aproxim adam ente al m iligram o (corregida por
cualquier pérdida durante la lim pieza (g).
A área geom étrica (cm 2).
D densidad (g.cm -3 ).
Usando las unidades p reced en tes para t, A, W, y D, la velocidad
de corrosión puede ser calculada en una variedad de unidades con el valor
adecuado de K .

Unidades deseadas Dim ensiones Constante K

mpy m ilésim as de pulgada.año-1 3.45 x 104


iPy pulgadas.año-1 3.45 x 103
mm y " 1 m ilím etros.año- * 8.76 x 104
ip m pulgadas, m es-1 2,87 x 102
mm y- * m icrones.año- ! 8.76 x 107
p s"1 picom etros.seerundos- ! 2.78 x 105
g m- ^ h“l gram o, m etro -2 . hora- * 1,00 x 104 .D*
mdd m iligram o .decím etro -2 , día-1 2,40 x 106 .D*
ug m~2 s 1 m icro gram o .m etro -2 .segundos 1 2.78 x 106 .D*

donde:
D* : densidad del m etal en unidades coh erentes con el sistem a elegido.
Si se desea, e stas co n stan tes pueden ser usadas para c o n v ertir
velocidades de corrosión de un juego de unidades a o tro . Ej.: para c o n v ertir
velocidades de corrosión expresadas en unidades X, en una velocidad
expresada en unidades Y, m ultiplicar por Ky/Kx. Así, si V = 15 m p y,
para en co n trar la velocidad en p m s- *:

2,78 x 105
15 ( ------------------) = 120,87 p m s- *
3,45 x 104

Estos valores, determ inados a p a rtir de la pérdida de peso,

209
suponen que la corrosión es uniform e sobre toda la superficie de las
m uestras. En la p rá c tic a , esto no es usualm ente lo real; por lo tan to
una evaluación com pleta deberá incluir una inspección visual del testig o
para determ in ar el tipo de ataq u e, fu nd am entalm en te cuando se sabe
o se sospecha la ex istencia de corrosión localizada.
Las m edidas de corrosión localizada pueden ser difíciles de
re a liz a r debido a que la cantidad de m aterial a fe c ta d o no guarda una
relación d ire c ta con el daño causado.
La téc n ic a usada para d e te c ta r corrosión in terg ran u lar,
usualm ente dependerá de la severidad del ataq u e y son necesarias secciones
m etalo g ráficam en te preparadas y pulidas para co nfirm ar la presencia
o ausencia del ataq ue.
Cuando los lím ites de los granos en la sup erficie de una m uestra
han sido com pletam ente corroídos, los granos pueden llegar a dislocarse
y en e ste estado, una baja m agnificación (10 a 20X) en el exam en con
m icroscopio rev elará un problem a que sería visible a ojo desnudo si el
tam año de grano fuese grande. Al ta c to , una m u estra sev eram en te a ta c a d a
se se n tirá "granulada" debido a los granos perdidos en la sup erficie.
Las m edidas de pérdida de peso pueden em plearse para evaluar
corrosión in terg ran u lar aunque la téc n ic a no es dem asiado sa tis fa c to ria
por su baja sensibilidad en la detección de la cantidad de m etal disuelto
en los lím ites de grano, que es muy pequeña, aunque la profundidad del
ataq ue sea sign ificativ a. La pérdida de peso es im p o rtan te sólo en el
caso en que granos e n tero s sean aislados del seno del m etal y se separen
de la m uestra.
Los ensayos de corrosión por picado son g e n eralm en te
sem icu an titativ o s, involucrando una evaluación de la form a, núm ero,
tam año y ubicación de las picaduras a ojo desnudo o con un aum ento
de 15X. Las m edidas de cam bio de peso tam bién se usan a menudo y
esta es una buena posibilidad porque el picado es a veces invisible cuando
se exam inan las superficies con baja m agnificación, aunque hubiese
ocurrido un extenso socavam iento de la su p erficie. Por lo ta n to , la pérdida
de peso indicará esto y dem o strará la necesidad de un exam en
m icroscópico.
La pérdida de peso com binada con un recu en to de las picaduras
posibilitará cálculos de pérdida de peso por picadura, lo cual sería
sign ificativo si estas últim as fuesen todas aproxim adam ente del mismo
tam año. Desde el punto de vista p ráctico , la medida sign ificativ a es.
usualm ente, la profundidad de las picaduras.

ENSAYOS ELECTRICOS Y ELECTROQUIMICOS

Ensayos galvánicos

Un ensayo galvánico consiste en un par de electro d o s fabricados


de m etales disím iles, usualm ente bronce y ace ro rec u b ierto o no. Los
electrodo s deben e sta r co ntinu am ente conectados uno al otro a trav és

210
de un medidor o registrado r m ientras los mismos estén expuestos al medio
en estudio. Cuando los electrodos alcanzan el equilibrio con el medio,
la co rrien te que fluye por el lazo externo se estab iliza y posibilita la
lec tu ra con un m icroam perfm etro.
La cantidad de co rrien te que fluye está relacionada con la
corrosividad del medio. En un medio no corrosivo, el flujo de co rrien te
es bajo, m ientras que en un medio corrosivo dicho valor es alto . Los ensayos
galvánicos son usados para controlar cu alita tiv am e n te cam bios en la
velocidad de corrosión del sistem a.

Figura 1.- Corrosión galvánica de un sistem a.

La Fig. 1 m uestra un sistem a típico para ensayos galvánicos.


Las lim itaciones de este m étodo son: a) g en eralm en te es más aplicable
a medidas de corrosión en presencia de oxígeno disuelto que al ataq u e
con anhídrido carbónico o sulfuro de hidrógeno encontrado en cie rto s
sistem as; b) está sujeto a las m ismas lim itacion es, considerando las
incrustaciones, que la pérdida de peso y otros ensayos.

Medidas de polarización lineal

Esta técn ica mide velocidades in stan tán e a s de corrosión usando


un fenóm eno electroquím ico conocido como "polarización lineal". El
m étodo im plica la m edida de la c o rrien te requerida para cam biar, en
unos pocos m ilivoltios, el potencial e lé c tric o de una m uestra que se corroe
en un fluido conductor. Se ha dem ostrado que en tan to el cam bio de
potencial de los electrod os no supere los 10 a 20 mV, la velocidad y la
n atu raleza de las reacciones de corrosión no son p erturb adas y la cantidad
de co rrien te necesaria para e fe c tu a r el cam bio de potencial es proporcional
a la c o rrien te de corrosión.
La relación puede describirse m ate m á tic a m e n te como:

Icorr = K Iap /AE

donde:
Icorr c o rrien te de corrosión de la m uestra.

211
A E cambio de potencial en la muestra.
Iap c o rrien te aplicada requerida para cam biar el potencial e lé c tric o
de la m uestra en AE.
K co n stan te de proporcionalidad.

Así, si el valor de K es conocido, la m edida de la cantidad


de c o rrie n te requerida para cam biar el po tencial en una cantidad conocida
posibilita el cálculo de la co rrie n te de corrosión. Más d ire c ta m e n te ,
la velocidad de corrosión de una m uestra de acero en m p y (m ilésim as
de pulgada de pen etració n por año) puede ser calculada por la siguiente
fórm ula:

Icorr 0,46 K Iap.10 6 (Amper)


mpy
A AE (V) A (cm^)

donde:
A áre a superficial del espécim en que se corroe.

Esta fórm ula puede ser derivada ó e Ia p rim era relación usando
las leyes de Faraday y suponiendo que la velocidad a la cual el m etal
se disuelve debido a la corrosión es proporcional a la c o rrie n te de corrosión
por unidad de área sup erficial.
En la p rá c tic a , la co n stan te (0 ,4 6 K) puede ser com pensada
por el instrum ento y am bos, el área (A) de la m uestra o electro d o y el
cam bio de potencial (AE) son colocados en valores fijos.
Así, el in stru m en to puede ser calibrado para dar una le c tu ra
d ire c ta en m p y.
Los instrum entos de polarización lineal de que se dispone
pueden usar dos o tre s electro d o s en d ife re n te s configuraciones para
la medida de velocidades de corrosión.

Sistem a de dos electrodos

En este caso, un pequeño po ten cial (aproxim adam ente 10


mV) se aplica a trav é s de los electro d o s. Esto au m enta lev em en te la
activid ad anódica de un electro d o m ientras en el o tro tien e lugar una
pequeña protección cató d ic a. La d iferen cia de p otencial e n tre los
electro dos genera un pequeño flujo de c o rrie n te a trav é s de la solución.
Esta co rrie n te (que se mide) es proporcional a la c o rrie n te de corrosión
(y a la velocidad de corrosión) del sistem a que se corro e. Pero si se usa
e sta c o rrie n te , la velocidad sería in ex acta por dos razones principales:
a) La c o rrie n te debe superar la resisten cia de la solución
y de cualquier película (óxidos, pinturas, e tc .) e x iste n te e n tre los dos
electro d o s < si esta resisten c ia es a lta , redu cirá la c o rrie n te e indicará
una velocidad de corrosión m enor que la real y esto puede p erm itirse
si se conoce el valor de tal resisten c ia y se dispone de la tab la de
calibración c'el instrum ento.
b) Se supone que no existe una d iferen cia de p oten cial e n tre

212
Figura 2.- Sistema de polarización lineal
con dos electrodos.

dos electrodos iguales que se corroen bajo las mismas condiciones


am bientales: esto podría no ser asi y para superar esta incertidum bre,
la polaridad del potencial aplicado se invierte y la co rrien te se mide
nuevam ente. El prom edio de las dos c o rrien tes es usado para obtener
la velocidad de corrosión en la tabla.
Un esquem a de la instalación y el circuito se m uestran en
la Fig. 2.

Sistem a de tres electrodos

En este caso (Fig.3), la prim era inex actitu d en el sistem a


de dos electrodos causada por la co rrien te es reducida al mínimo al poderse
com pensar la caída óhm ica.
La co rrien te es aplicada en un circu ito auxiliar para producir
una diferencia de potencial de 10 mV, en tre el espécim en y un electro d o
de referen cia del mismo m aterial y preparación sup erficial que el electro d o
ensayado.

Figura 3.- Sistem a de polarización lineal


con tres electrodos.

213
Esto no supera la segunda in ex actitu d y adm itiendo la
ex isten cia de una diferen cia de potencial e n tre los electro do s de trab a jo
y de refe ren c ia es n ecesaria una inversión de la polaridad.
Un mayor refinam iento del sistem a de tre s electro do s ev ita
la segunda inexactitud al introducir, en el circu ito de m edida del potencial,
un cero ajustable tal que cualquier diferen cia de potencial e n tre los
electro dos de refe ren c ia y de trab ajo puede ser in m ed iatam en te anulada
an tes de medir. Por lo ta n to , cuando se aplica una co rrie n te para producir
un cam bio de 10 mV, este es, esp ecíficam en te, un cam bio de 10 mV en
el potencial del electro d o de trab ajo .
El in stru m en tal necesario para re a liz a r las m edidas consta
de una fuente de c o rrien te continua y un v o ltím etro con a lta im pedancia
de en trad a. La fuente se co n ecta a trav és de los dos electrod os y se aplica
una c o rrien te su ficien te para po larizar al electro d o de ensayo en 10 mV.
El potencial del electro d o de prueba se mide con refe ren c ia a un te rc e r
electro d o no polarizado con el v oltím etro de a lta im pedancia de en tra d a.
Las técnicas de polarización lineal son usadas para evaluar
corrosión en el lab o rato rio o en planta. A ntes de hacer una medida se
debe p erm itir que la reacción llegue al equilibrio. Esto puede em plear
algunos m inutos o dem orar horas; por eso las medidas deben hacerse
a intervalos. G eneralm ente, cada medida involucra la aplicación de una
co rrie n te por varios m inutos.
Aunque fu nd am entalm en te pensada para la evaluación de
corrosión uniform e, la té c n ic a ha sido usada para d ete rm in a r la
susceptibilidad a la corrosión localizada (picado). La prem isa d e trá s de
ta les evaluaciones es que el picado tien e lugar cuando hay una distribución
irregular de áreas anódicas y catód icas en la su p erficie (es d ecir, los
pits o picaduras se form an en ánodos aislados). Si dos electro d o s iguales
que se corroen librem ente se encuen tran a p oten ciales d ife re n te s en
el mismo medio, ello es una indicación de la e x isten cia de una distribución
irreg u lar de la corrosión y que podría te n e r lugar picado.
C uanto m ayor es la diferencia de po tencial e n tre e lectro d o s
muy próximos, idénticos y que se corroen lib rem en te, m ayor es la
probabilidad que ex ista picado en estos electro d o s. A pesar de algunos
éxitos enunciados, se requiere más ex periencia para evaluar la seguridad
y el rango de aplicación de e sta téc n ic a cuyas ventajas y lim itacio nes
se enum eran a continuación.
Entre las ventajas pueden c itarse:
a) La velocidad de corrosión puede ser medida in stan tán e a m e n te
v en cualquier m om ento, una vez que se alcanzó el equilibrio.
b) Las m uestras ensayadas no tienen que e sta r a la vista ni
ser rem ovidas para hacer la m edida. El in stru m en to y el panel de control
pueden e sta r lejos de la m uestra.
c) Los cam bios en el proceso pueden ser seguidos y, según
el caso, el proceso cam biado porque su velocidad puede ser medida
in stan tán e a m e n te y en cualquier m om ento.
d) Pueden ser m edidas ta n to bajas ( < 1 m p y) como a lta s

214
(> 1000 m p y) velocidades de corrosión.
e) Se dispone de instrum entos com erciales.
Entre las limitaciones y precauciones se pueden considerar
las siguientes:
a) El medio corrosivo debe ser un e le c tro lito líquido. El m étodo
no es bueno para gases o líquidos con baja conductividad tales como los
hidrocarburos y tam poco para recubrim ientos a ltam e n te resistivos. Los
sistem as con tres electrodos necesitan una resistividad menor que
aproxim adam ente 106 ft.cm , m ientras que los sistem as de dos electro do s
requieren una resistividad menor que 10 ^ .cm .
b) La velocidad de corrosión se calcula a p a rtir de la expresión:

R = B Al

donde:
B constante de la resisten cia de polarización, que es calculada para
el sistem a o bien se usan tab las de calibración.
El valor de B puede variar con el tiem po y el medio corrosivo
generando errores. Puesto que B tam bién varía con el m aterial que se
utiliza, el m étodo es restringido a menos que se usen tablas de calibración
o m uestras de d ifere n te tam año para distintos m ateriales.
c) U sualm ente se indica corrosión uniform e, aunque se ha
hecho algún progreso en la predicción del picado.
d) Deben e v itarse los co rto c irc u ito s e n tre electro do s debidos
a los productos de corrosión, sólidos en las c o rrie n te s de flujo de procesos,
e tc.
e) La ubicación de la m uestra a ensayar debe ser realizad a
con cuidado, ej., en un medio corrosivo que fluye, debe e v itarse el
"solapam iento" de un electro d o con otro. P ara seguridad, los electro do s
deben e sta r com p letam ente sum ergidos en el líquido, y los operadores
ser prudentes en el uso de los datos de la porción ensayada del sistem a,
al evaluar las condiciones en o tra porción.
C laram ente, las ventajas pesan más que las lim itacio nes,
pero esto no quiere decir que el m étodo sea una solución universal; para
su óptim o uso es necesario el conocim iento de cómo y dónde colocar
las m uestras de polarización lineal (deberían ser in staladas de tal m anera
que puedan ser fácilm en te ex traíd as para su lim pieza, inspección y
reem plazo), y cómo in te rp re ta r los resultados.

DETERMINACION DE VELOCIDADES DE CORROSION


A TRAVES DE MEDIDAS DE IMPEDANCIA

Las in te rfases electroq uím icas, ta les como la su p erficie de


un m etal en el que se e stá desarrollando un proceso de corrosión, pueden
ser d escrip tas como la com binación de elem ento s pasivos (resisto res,
c a p a cito re s e inductores) en un circu ito e lé c tric o . Si una tensión a lte rn a

215
es aplicada a éstos, la co rrie n te re su lta n te puede ser d eterm inad a usando
la ley de Ohm:
A A
V V
AV = I.R

con tal que la resisten cia R sea reem plazada por la adecuada expresión
de la re a cta n cia X del elem ento pasivo en cuestión, es decir:
A A

AV(t) = í(t).X

donde:
A V(t) es la am plitud pico a pico de la señal de tensión a lte rn a .
I (t) es la am plitud pico a pico de la señal de c o rrie n te a lte rn a .
La re a c ta n c ia de un c ap a cito r o inductor puede ser expresada
en varias form as, siendo la más conveniente la que usa el núm ero com plejo
j = /(-l)

XR = R ; Xc = — — ; XL = j oj L
j wC

donde:
Xc re a c ta n c ia cap acitiv a W .
o) frecu encia angular = 2. tt.f (cps).
f frecuencia (Hz).
C capacidad d ie lé c tric a (F).
X l re a c ta n c ia inductiva (fi).
L co eficien te de autoinducción (H). ->■
El v ecto r im pedancia Z de una com binación de elem entos
queda co m p letam en te definido si se conoce su m ó d u lo |z |y su ángulo de
fase ($ ). Si se define a Z' y Z" como sus com ponentes real e im aginaria
resp ec tiv a m e n te, resulta:

Z = Z' + jZ" = |Z | eos ($) + | z| sen (<&)

Puesto que las a n te rio re s expresiones de la re a c ta n c ia contienen


a gü (frecuencia angular de la onda aplicada), ta n to el módulo como el
ángulo de fase del v e cto r im pedancia que re p re se n ta la resp u esta de
un circu ito que contiene elem entos reactiv o s, v ariará a medida que lo
hace üj.
Una form a útil de re p re se n ta r e sta variación con la frecu en cia
es el diagram a de Nyquist, el cual consiste en g ra fic a r la curva que
relaciona la com ponente real Z' con la im aginaria Z" de la im pedancia
utilizando a la frecu en cia como p arám etro . Como cada punto de la curva
corresponde a una frecu en cia p a rticu la r, si se une cada uno de estos
puntos con el origen de coordenadas m ediante un segm ento, la longitud
de éste es el módulo |Z¡ y el ángulo que form a con la abscisa es el
desfasaje 4>.
Como ejem plo de la respu esta de una com binación en serie

216
Figura 4.- Circuito en serie.

Figura 5.- Circuito en paralelo.

y en paralelo de una resisten c ia con un c a p a c ito r, se m uestran las Figs.


4 y 5, conjuntam ente con su diagram a Nyquist llam ado tam bién e sp ec tro
de im pedancia.
P ara an alizar la variación de la im pedancia de una celda
electro q u ím ica con la frecu en cia es conveniente considerar un h ip o té tic o
circ u ito equivalente, que se define como la com binación en un c irc u ito
de elem entos e lé c tric o s pasivos que se com portan de m anera sim ilar
a la del electro d o que se corroe. El c irc u ito eq uivalente propuesto por
R andles (Fig. 6 ) tien e am plia aplicación en varios sistem as electro qu ím icos.

217
Figura 6 .- C ircuito equivalente propuesto por R andles.

donde:
Rs resisten cia de la solución + resisten cia de cualquier tipo de película
e x isten te en la in te rfa se m etal/solución.
resisten cia del proceso de tra n sfe re n c ia de cargas.
C(j capacidad de la doble capa e lectro q u ím ica en la in te rfa se
m etal/solución.
El valor de R^ determ in a la velocidad de la reacción de
corrosión y es una m edida de la tra n sfe re n c ia de e le ctro n es a trav és
de la in te rfase. En un sistem a controlado por a ctiv ació n , e sta es la cantidad
m edida con la técn ica de polarización lineal, es d ecir, R{ = Rp. Adem ás,
puede ser utilizada en la ecuación de S tern -G eary p ara calcu lar la densidad
de co rrie n te de corrosión:
ba.bc 1 B B
ico rr = ---------------------- ----- = ------ = -----
(ba + be) Rt Rt Rp

donde ba y be son las pendientes de T afel de las reaccio n es anódica y cató d ica
resp ectiv am en te.
En la p rá c tic a R t y Cd no son elem en tos lineales; su valor
depende del voltaje aplicado. Esta d ificu ltad puede ser superada
considerando la resp u esta de la celda a un v o ltaje sinusoidal de una
frecuencia sim ple w y de am plitud su fic ie n te m en te pequeña p ara que
la no linealidad de la resp u esta de la celda sea d espreciab le.
El co m p ortam ien to de un circ u ito eq uivalente en térm inos
de un diagram a de Nyquist se m uestra en la Fig. 7. El eje h orizon tal
(abscisa) rep re se n ta la p a rte real de la im pedancia de celda, i.e, la
com ponente resistiv a y el eje v e rtic a l (ordenada) la com ponente im aginaria,
es d ecir, la re a c ta n c ia .
A a lta s frecu en cias, g e n eralm en te m ayores de 10 KHz, el
c a p a cito r Cd conduce fácilm en te y elim ina e fe c tiv a m e n te la influencia
de R{, perm aneciendo sólo Rs . A medida que la frecu en cia dism inuye,
Cd conduce cada vez menos y la resp u esta sigue un sem icírculo. A bajas
frecu en cias, el c ap a c ito r cesa de conducir y la im pedancia de celda es
la sum a de Rs + R^.

218
En la p rác tic a, la situación a n te rio r, donde la velocidad es
controlada puram ente por activación, rara vez ocurre y usualm ente se

Figura 7.- Diagrama de Nyquist para el circuito de Randles.

Figura 8.- Circuito de Randles modificado por la presencia de


control difusional.

presentan com plicaciones debidas a e fe c to s de concen tración (difusión).


Para ten e r en cuenta esto , es necesario in tro du cir un nuevo elem en to
en el circuito,Zw , en serie con R^, como m uestra la Fig. 8.
Zw (la im pedancia de Warburg), describe la im pedancia
relacionada con los procesos de difusión y con centració n y tiene la form a
de un núm ero complejo:

Zw =o üü /2 (l-j) tgh [ K. * (w/D) ]

donde:
o co eficien te de Warburg.
D c o eficien te de difusión de la especie a c tiv a .
K espesor de la película difusional.

219
El térm ino e n tre co rch etes se usa cuando el espesor de la
película difusional originada por la circulación de una co rrie n te continua
(Kcc) es sim ilar al espesor de la película difusional originada por la
c o rrien te a ltern a (Kca), pero es despreciable (tiende a la unidad) si
Kcc >> Kca, lo cual constituye el hecho más frec u e n te . En este caso,
la expresión de Zw im plica que a cualquier frecu en cia u> , las p a rte s real
e im aginaria de la im pedancia son iguales y proporcionales a w “l / 2.
En el diagram a del plano com plejo, e sta im pedancia se re p re se n ta por
una línea re c ta a 45° resp ecto de los ejes.

Figura 9.- Espectro de impedancias del circuito modificado de Randles.

A a lta s frecu en cias, el térm ino co~1/2 es pequeño ya que


la im pedancia de Warburg describe un proceso de tra n sfe re n c ia de masa
que involucra difusión iónica; en consecuencia se observa sólo a bajas
frecu en cias, siendo la resp uesta com pleta sim ilar a la m ostrada en la
Fig. 9.
El c o eficien te de Warburg, o , se define como:

donde:
R co n stan te general de los gases.
T te m p e ra tu ra absoluta,
n N° to ta l de e le ctro n es puestos en juego.
F co n stan te de Faraday.
Cr concentración de la especie reducida.
Dr co eficien te de difusión de la especie reducida.

220
C0 y Dq son, resp ectiv am en te, la concentración y el c o eficien te de
difusión de la especie oxidada.

MEDIDAS DE IMPEDANCIA EN LA PRACTICA

Se dispone de varias técn icas para la medida de im pedancia


en celdas de corrosión. La experiencia indica que las m edidas deben ser
tom adas en un intervalo de frecuencias gue depende del sistem a p a rticu la r
estudiado y que puede variar e n tre 10° y 10~3 Hz. Las m edidas pueden
llevarse a cabo usando dos electrodos planos o un p o ten cio stato adecuado
y el sistem a de tre s electrodos.

Técnica del osciloscopio

La im pedancia puede m edirse utilizando un osciloscopio X-


Y y un adecuado generador de ondas por medio de un circu ito como el
de la Fig. 10.

Figura 10.- Circuito elem ental para medidas de impedancia


en sistem as con dos electrodos.

El osciloscopio e stá conectado con la en tra d a v e rtic a l (Y)


a trav é s de la celda y con la en tra d a horizontal (X) a trav é s de un resisto r
para m edir la co rrie n te . Una tensión a lte rn a se aplica a la com binación
resisto r-c eld a usando la señal del generador, cuya tensión de salida es
aju stad a para dar un valor no m ayor a 5 mV pico a pico en la celd a. La
p an talla del osciloscopio tom a la form a de una elipse (Figura de Lissajous).
La medida de tre s dim ensiones de la elipse (Fig. 11) sum inistra toda la
inform ación necesaria para calcu lar el módulo del v ecto r im pedancia
Z |y e l ángulo de fase $ a la frecu en cia f seleccion ada.

221
Teniendo en cu en ta la ganancia de los am plificadores del
osciloscopio y el valor de la resisten cia R, resu lta:

Figura 11.- Determinación de parám etros a partir de


las figuras de Lissajous.

A las frecu en cias más bajas (< 10 Hz) es esencial el uso de


osciloscopio con m em oria. Las m edidas de im pedancia a frecu en cias
hasta 0,1 Hz presentan pocos problem as, pero por debajo de e ste valor,
la principal desventaja de la téc n ic a es su sensibilidad a los ruidos,
generados ex te rn am en te o bien en la m isma celda. Un cuidadoso
Ma p an tallam ie n to Mpuede reducir el ruido ex tern o h asta un nivel a ce p ta b le ,
en cam bio los ruidos en los electrod os son más difíciles de elim inar.
En la p rá c tic a , las condiciones de no equilibrio pueden causar
una ap reciable fluctuación en los p oten ciales de reposo o corrosión de
los electrodos (de trab a jo y auxiliar). E sta flu ctu ació n es usualm ente
len ta pero resu lta en la distorsión de las figuras (elipses) de Lissajous
y hace im posible o b ten er m edidas e x ac ta s a bajas frecu en cias.

Técnicas digitales

Las m edidas de im pedancia pueden rea liz a rse con un a lto


grado de ex ac titu d usando m odernas téc n ic a s d ig itales. Los an alizad o res
de la función de tra n sfe re n c ia (AFT) usan téc n ic as d ig itales p ara la
generación de ondas sinusoidales que tengan am plitud y frecu en cias
estab les. Los co rrelad o res d igitales son usados para co m parar las dos
ondas, calcu lar y m ostrar la inform ación re sp ec to a la m agnitud de la
im pedancia y el ángulo de fase para un c irc u ito de dos e lectro d o s com o
se m uestra en la Fig. 12.

222
Puesto que el am plificador tiene una im pedancia de en trad a
que tiende a infinito y por lo ta n to consume muy poca c o rrien te, la que

Figura 12.- Circuito mejorado para medidas de impedancia


con dos electrodos.

circula por ambos lazos es la misma y, por la ley de Ohm:

IZc = Ve e IR = Vs

de donde:
Ve
Zc = R -----
Vs

El AFT m edirá la relación e n tre las tensiones de en tra d a


y de salida (Ve/Vs) y como R es conocida puede ser calculada la im pedancia
de celda, Zc. Esta configuración tam bién posibilita que la tensión a trav és
de la celda sea fácilm en te controlada y se m antenga siem pre igual a
Ve (tensión a la salida del generador).
Siem pre que para R (ganancia del c irc u ito sim plificado) se
elija un valor adecuado para m an ten er un fa c to r de realim entació n
razonablem ente alto , el am plificador operacional introd ucirá un e rro r
muy pequeño en la m edida obtenida. Modernos am plificadores operacionales
están c a rac teriza d o s por im pedancias de e n tra d a del orden de 1 0 ^ ;
esto hace que usando una R adecuada puedan ser m edidas im pedancias
de hasta 10*2 Con un a lto grado de e x ac titu d .
Las técn icas d igitales de correlació n son se lectiv as en
frecuencia; pueden m ejorar la relación señ al/ru id o en varios órdenes
de m agnitud reduciendo el ancho de banda de la resp u esta a sólo la
frecu en cia de m edida. Así, señales profundam ente e n cu b iertas en ruidos
podrían ser d e te c ta d a s.
Esto hace al AFT esp ecialm en te útil para m edidas en medios
"ruidosos'' tales como las celdas electro q u ím icas.
Se puede m ejorar la e x ac titu d de la m edida integran do sobre

223
un núm ero grande de ciclos de la frecuen cia aplicada.

Medidas potenciostaticas

Las celdas de dos electrod os son útiles para d e te rm in a r


velocidades de corrosión en el potencial de reposo. Se puede ob ten er
tam bién adicional a potenciales desplazados del p o ten cial de reposo;
con este fin, es necesario usar una celda de tre s electro d o s en com binación
con un p o tenciostato. Uno de los m étodos más adecuados es el m ostrado
en la Fig. 13.

Figura 13.- Circuito para medidas de impedancia


empleando un potenciostato.

El generador G, e stá conectado a la e n tra d a ex te rn a del


p o ten cio stato . La e n trad a del sensor de c o rrie n te del AFT e stá co n ectad a
e n tre el electro d o de trab ajo y el c o n tra elec tro d o . Esta distribución
no convencional tien e la ven taja de elim inar cualquier cam bio de fase
que ocurra en el p o ten cio stato .
El co n tra elec tro d o debe te n e r un á re a mucho m ayor que la
del electro d o de trab ajo para que su im pedancia pueda ser despreciada.
El voltaje de refe ren c ia im puesto por el p o te n c io sta to puede ser usado
para p olarizar al electro d o de trab ajo en la cantid ad deseada.

Figura 14.- Circuito equivalente sim plificado del sistem a


solución/recubrim iento/m etaL

224
Cuando se incorpora un recubrim iento orgánico al sistem a
descripto, el modelo general de circu ito e lé c tric o equivalente propuesto
para sim ular las in te rfases m etal/recu brim ien to /so lu ció n se rep resen ta
en la Fig. 14.
Donde:
Cm capacidad d ieléc tric a de la película orgánica.
Rm resistencia de los poros de la película orgánica a la penetración
de iones.
Rs, Rt, Cd y Zw tienen el significado indicado a n te rio rm en te .
El valor de Cm rep resen ta una medida de la con stan te
d ieléc tric a del recubrim iento y suele in crem en tarse con el tiem po debido
a la absorción de agua e iones presen tes en el e le c tro lito .
La resisten cia Rm se asocia a la rela tiv a facilidad con que
las especies iónicas pueden a tra v e sa r el recu brim ien to y alc an z ar la
superficie del m etal, siguiendo cam inos o poros resu lta n te s de las
im perfecciones, ya sean éstos intrínsecos o producidos en servicio. Su
valor depende del tam año, movilidad y carga de los iones así como tam bién
del número y dim ensiones de los poros por unidad de á re a ele ctró d ica .
La m agnitud de Rm d ecrece debido al progresivo d e terio ro de la película.
En estos sistem as es posible d e te c ta r tres fases (tiem pos
cortos, interm edios y largos), cuyos diagram as de im pedancia se describen,
resp ectiv am en te, en la Fig. 15, así como tam bién los circu itos equivalentes
asociados a cada uno de ellos.
Inicialm ente (Fase I) cuando el recu brim ien to e stá in ta c to ,
el diagram a com plejo m uestra una línea re c ta , desplazada un c ie rto ángulo
con resp ecto al eje real, debido a que Cm no es un c ap acito r ideal. En
este caso, se define el com portam iento del sistem a como ''n e tam en te
capacitivo" y se lo asocia con una a lta capacidad d ie lé c tric a del
recubrim iento en paralelo con una elevada resisten c ia en los poros.
A tiem pos c re c ie n te s, la degradación de la cu b ierta origina
la form ación y crecim ien to de poros o cam inos, con lo cual la resisten cia
en los poros dism inuye y a las frecu encias más bajas el esp ectro adquiere
la form a de un arco de circu n feren cia (Fase II, cupla RmCm).
F inalm ente, cuando se desarrollan procesos de corrosión en
el su stra to m etálico rec u b ierto (Fase III), el e sp ec tro de im pedancia
puede adoptar d ife re n te s form as según cual sea la eta p a c o n tro lan te
(proceso más lento) de la corrosión. Así, si e stá con tro lad a por el proceso
de tran sfe ren c ia de carga, el diagram a en el plano com plejo m uestra
dos arcos de circu n feren cia; el correspondiente a a lta s frecu en cias se
atribuy e a la presencia de la cu b ierta orgánica (cupla Rm Cm) m ien tras
que el de bajas frecu en cias corresponde al proceso electro q u ím ico de
corrosión en la in te rfa se m etal/solución (cupla R tC d). Si en cam bio el
control an tes m encionado es por tra n sfe re n c ia de m ateria , el arco , a
a lta s frecu en cias, atribuido a la cu b ierta es seguido por una línea re c ta
que form a un ángulo de 45° con resp ecto al eje real. Una te rc e ra
posibilidad es un control m ixto en cuyo caso el diagram a e sta rá form ado
por dos sem icírculos, seguidos de una línea re c ta .

225
Figura 15

226
Cuando las co n stan tes de tiem po de esto s sistem as, definidas
por los productos RmCm y R tC d, no están su ficien tem en te alejadas en tre
sí (Fig. 16), se d ificu lta el análisis ex acto del esp ectro de im pedancias,
debiéndose recu rrir a técn icas de ajuste num érico que perm iten c la rific a r
notoriam ente este tipo de situaciones.

Figura 16.- Indefinición del diagrama de N yquist.

En base a lo expuesto, se puede concluir que la té c n ic a de


im pedancia es una poderosa h erram ien ta para estu d iar el com portam iento
de sistem as tan a lta m e n te com plejos como el que nos ocupa, así como
tam bién el de aquéllos que o frecen una muy baja conductividad
(hidrocarburos, m etales em potrados en co n creto , e tc .).
Las velocidades de corrosión, d eterm in ad as de esta m anera,
son su ficien tem en te e x ac ta s para muchas situacio nes p rác tic as en que
es posible el análisis gráfico basado en conceptos desarrollados sobre
circu itos equivalentes.

Técnica coulostática o de pulso de carga

El m étodo im plica la inyección de una cantidad de carga


(q) conocida en el electro d o de trab ajo (m etal pintado) para a p a rta rlo
de su potencial de corrosión y el reg istro de la curva de relajación del
sobrepoten cialn(t) para su análisis.
El c ircu ito e lé c tric o a u tiliza r se m u estra en la Fig. 17.
Para c arg ar el cap a cito r (C l) con un potencial conocido se
usa la fuente de c o rrie n te continua (DCPS), m anteniendo el relay (Re)
en la posición 1. A ntes de proporcionar la carg a al e lectro d o de trab a jo
(WE), se cancela la d iferen cia de potencial e n tre WE y el c o n tra e le c tro d o
(CE) m ediante el em pleo de un p oten ció m etro com puesto por un resisto r
variable (VR) y una b a te ría (Bl), lográndose así que el reg istro sea sólo
el del sobrepotencial n(t), cuando Re e stá en la posición 2.
Para a u m en tar la sensibilidad del sistem a de m edida,
increm entando la im pedancia de e n trad a y reduciendo la p ertu rb ació n
(q) al mínimo, se em plea un am plificador operacional (OA).

227
Figura 17.- Esquema del circuito eléctrico utilizado
en la técnica coulostatica.

Figura 18.- (a) Gráfico de n (t) vs (t) de la celda


con los valores indicados en (b).
q = 1,02.10”® C
+++++++++ curva experim en tal;------ curva
teórica.

228
Para la in terp retació n física de los resultados, el modelo
de circuito equivalente de la in terfase m e ta l/re c u b rim ie n to /e le c tro lito
debe considerar, adem ás de lo com únm ente usado para re p re se n ta r la
in terfase m e ta l/e le c tro lito , los parám etro s propios de la cu b ierta orgánica.
Si como prim era aproxim ación se supone un sistem a libre
de defectos en el recubrim iento, el modelo de circu ito equivalente (b)
y su respuesta (a) a una perturbación (q) se observan en la Fig. 18, donde
se definen dos pendientes (Sj y S 2) las cuales, de acuerdo con la teo ría
del modelo de circuito equivalente adoptado, corresponde a:

Si = (R m C m )'l y S 2 = (R tC d )-1

donde:
Rs resisten cia del e le c tro lito (ft).
Rm resisten cia en los poros de la película orgánica (ft).
Cm capacidad d ie lé c tric a de la película orgánica (F).
Rt resisten cia de tra n sfe re n c ia de cargas del m etal (ft).
Cd capacidad de la doble capa electro qu ím ica (F).
51 pendiente de la re c ta que ajusta la curva de relajación a tiem pos
cortos; e stá definida por la inversa de la co n stan te de tiem po del
polím ero.
52 pendiente de la re c ta que ajusta la curva de relajación a tiem pos
largos; está definida por la inversa de la co n stan te de tiem po del
proceso faradaico.

Los valores de Rm, Cm, Rt y Cd se calculan en base a


algoritm os m atem ático s que surgen de la resolución a n alítica del circu ito
de medida sim plificado m ostrado en la Fig. 19, de la que se obtiene la
siguiente fórm ula como expresión final para la respu esta tra n sito ria
del sobrepotencial a la señal de ex citació n aplicada:

n (t) = l!(t)R s + ( I^ t) - I2(t))Rm + ( I ^ t) - I 3(t))R t

La curva te ó ric a de relajación de n (t) obtenida m ediante


esta expresión, se com para g ráfic am en te con la ex p erim en tal n (ti). Para
el ajuste de los p arám etro s Rm, Cm, Rt y Cd del modelo se u tiliza un
algoritm o de regresión h asta que la d iferen cia e n tre am bas curvas, y
en consecuencia, e n tre los p arám etro s que las definen sea mínima
( < 1 %).
F inalm ente, las velocidades de corrosión (ap aren te y real)
del su stra to m etálico se estim an por medio de la ecuación de S tern -G eary ,
donde la densidad de c o rrie n te de corrosión m etálica a p aren te (extendida
a toda el áre a del electrodo) se calcula por:

1 1 ba.bc 1 1
icorr.ap = ___ ___ ______________ - ____ ____ B
Rt Ap 2,3 (ba + be) Rt Ap

229
y la densidad de co rrie n te de corrosión m etálica (A cm”2) en las fallas
del recubrim iento (real) por:

1 1 ba. be 1 1
icorr. r - ___ ___ _____________ — ----- B
Rt Ar 2,3 (ba + be) Rt Ar

donde:
Ar área de c o n tacto d irec to e n tre el m etal y el e le c tro lito en la falla
del recubrim iento = C m /C d (cm^).
Ap área ap aren te del electro d o de trab ajo (cm^).
B constante de la resisten c ia de polarización de S tern-G eary (V).
ba pendiente de T afel anódica (V/década).
be pendiente de T afel cató d ica (V/década).
Cd valor norm al de la capacidad de la doble capa electroq uím ica en
la in te rfase m e ta l/e le c tro lito ( 2 0 . 1 0 “ ® F c m “ 2 ) .

Figura 19.- Modelo del circuito eléctrico .

La secuencia de cálculo de los p a rá m etro s e lé c tric o s (Rm


y Cm) y electroquím icos (R t, Cd, icorr) se m uestra en el diagram a de
bloques sim plificado de la Fig. 20.
Las conclusiones que surgen tra s el desarrollo y em pleo de
esta téc n ic a son las siguientes:
a) El m étodo co u lo stático es una té c n ic a de relajació n
fácilm en te aplicable a sistem as con a lta im pedancia ta le s como los m etales
cubierto s con pinturas.

230
Figura 20.- Diagrama de bloques sim plificado para el calculo
por computadora de los parámetros eléctrico s
(Rm y Cm) y electroquím icos (Rt, Cm, icorr).

231
b) La variación del so brepo tencial se mide aplicando una
c o rrie n te m ínim a e n tre los electro d o s de trab a jo y auxiliar. E sta
pertu rb ación mínima del sistem a p erm ite la realizació n de ensayos repetidos
para e sta b le c e r la confiabilidad de los resultados.
c) La instrum entación de las m edidas re su lta muy sim ple.
d) Las propiedades fisicoquím icas de las m em branas y la
velocidad de corrosión in stan tán e a del su stra to m etálico pueden ser
fácilm en te evaluadas a p a rtir de los valores de Rm, Cm, Rt y Cd
determ inados por e ste m étodo.

CONCLUSION

Nunca debe con fiarse en un único m étodo de con tro l de la


corrosión. Deben, si es posible, usarse varias té c n ic a s sim u ltán eam en te y
m antenerse reg istro s com pletos porque la h isto ria de un sistem a, en g eneral,
proporciona una valiosa ayuda para la evaluación c rite rio sa de los pasos a
seguir para c o n tra rre s ta r los procesos de corrosión.

BIBLIOGRAFIA

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232
TECNICAS DE ESPECTROSCOPIA INFRARROJA APLICADAS
AL CONTROL DE PROCESOS Y PRODUCTOS
DE LA INDUSTRIA DE PINTURAS

R. L. Pérez Duprat*

* Consejo Nacional de Investigaciones C ientíficas


INTRODUCCION

D entro del am plio esp ectro de radiaciones e le c tro m ag n é tica s (rayos


X, u ltra v io le ta , luz visible, infrarro jo , e tc .) cada zona, con un contenido e-
n erg ético determ inado, in teraccio n a con las m oléculas de los cuerpos som e­
tidos a radiación, increm entándoles m om en tán eam ente su en ergía. El in cre­
m ento en erg ético experim entado es de la m ism a m agnitud que el fotón a c ­
tu a n te (E = h. u ). La energía incorporada no es alm acenada sino que se re­
em ite en fracciones de segundo tran sfo rm ad a en energ ía té rm ic a o bien en
o tras frecuencias de radiación (fenóm eno de fluorescencia).
El contenido en erg ético de una m olécula co n sta de diversos com po­
nentes. La zona infrarroja del espectro dispone de energía equivalente a
la consumida en movimientos vibratorio, rotacional y traslacional y es en
esas zonas en las que tiene lugar la in te rac ció n . En los m a teria le s em pleados
en la m an ufactura de pinturas y barnices el intercam b io se reduce p rá c tic a ­
m ente a transicion es de energía vibracional y la esp ectro sco p ia in frarro ja
se aplica a varios tipos de vibraciones de los átom os d en tro de las posiciones
de equilibrio que ocupan en la m olécula.
Se distinguen dos tipos o modos fundam entales de vibración:
a) modo de estiram ien to,que corresponde a un cam bio de longitud de
las uniones ató m icas y
b) modo de deform ación, relacionado con la m odificación de ángulos
e n tre uniones ató m icas.
Si se considera a un par de átom os com o con stituy end o un oscilador
arm ónico y se conoce la c o n stan te de la fu erza de unión y la m asa reducida
del grupo atóm ico es posible calcu lar, m edíam e una fórm ula sim ple, la posi­
ción (frecuencia) e sp e c tra l corresp o n d ien te al in tercam b io e n erg é tic o propio
de esa unión a tó m ica . La obtención o el re g istro de un e sp e c tro in frarro jo
consiste en poner en evidencia la absorción de energ ía co rresp o n d ien te a
las diversas agrupaciones ató m icas p resen te s en las m oléculas del m a te ria l
analizado. Las agrupaciones ató m icas id én ticas, p resen te s en e stru c tu ra s
diversas, poseen energ ías de tran sición esp ec ífic as que p e rm iten seleccio n ar
zonas determ in ad as del e sp ec tro en las que se produce la absorción de la
radiación.
La zona de 3000 cm “l , num ero de ondas por c e n tím e tro , es típ ic a del
e stira m ie n to de la unión C-H; la zona de 1790 a 1650 cm - * corresponde al
e stira m ie n to de la doble unión del grupo carbonilo, C =0; los anillos a ro m á ti­
cos absorben radiación a frec u en c ias de 900 a 690 cm ' 1 debido a la d e fo rm a ­
ción fu era del plano del anillo de los átom os de hidrógeno no su stitu id o s que
restan sobre él. Las tab las co rresp o n d ien tes a los valores de e sta s y o tra s
frecu en cias c a ra c te rís tic a s de agrupaciones a tó m ica s (frec u en c ia de grupo)
con stitu y en la base para el análisis c u a lita tiv o y de las d e term in acio n es es­
tru c tu ra le s por esp ectro sco p ia de in frarro jo .
No o b sta n te lo enunciado, las vibraciones e n tre dos o más áto m o s no
son independientes del re sto de la m olécula y dependerán de las m asas de
los átom os ad y ac en tes y de e fe c to s de inducción y reso n an cia e le c tró n ic a .

235
236
La interacción y el acoplam iento de vibraciones fundam entales produce ban­
das de absorción de sobretonos o de com binación. En la interpretación de
un espectro resultan fa c to re s de im portancia la intensidad y la form a de las
bandas de absorción. La intensidad de una banda es proporcional a la proba­
bilidad de la transición e n tre el nivel de base y el estad o excitado de la mo­
lécula. Una banda intensa indica un gran cam bio en el m om ento dipolar de
los átom os involucrados en la vibración. En el esp ectro de un m ateria l inser­
tado en una m atriz sólida aparecen frec u en te m e n te bandas de absorción a-
sim étricas, fenóm eno denom inado "e fe c to C hristiansen", que obedece a dife­
rencias en el índice de refracció n e n tre el an alito y la m atriz .
P ara la obtención del espectro infrarrojo de un m ateria l es necesario
p rep a rar especialm ente la m uestra y debe re m a rca rse que pueden lograrse
resultados dispares si la m ism a es observada en fase sólida, en solución o
eventu alm ente en fase gaseosa. Las condiciones de obtención del e sp ectro
deben ser p e rfe c ta m e n te norm alizadas a fin de e v ita r la aparición, d esap ari­
ción, desplazam iento y/o ensancham iento de bandas. Deben to m arse p re­
cauciones para que d u rante la p reparación de la m uestra no se produzcan
m odificaciones de e stru c tu ra o rom pim iento y form ación de nuevos enlaces
e n tre átom os que induzcan a erro r en la in te rp re ta c ió n del e sp ectro .
Los m ateria le s em pleados en la form ulación y elaboración de cu b ier­
tas p ro te c to ra s pueden estu diarse aplicando las d ifere n te s téc n ic a s que se
indican a continuación.

TECNICAS EN FASE SOLIDA

a) En películas libres o aplicadas sobre un sustrato. Es el caso espe­


cial de los m ateria le s polim éricos, que pueden in te rc a la rse en el haz de ra ­
diación, con o sin m ateria l de sopo rte. G en eralm ente el m a te ria l se disuelve
en un disolvente adecuado y se extiende la solución como una delgada pelícu­
la sobre el m ateria l soporte (ventanas de celdas p ara líquidos, que son p a rte
del equipo). E ste m ateria l soporte es tra n sp a re n te a la radiación in frarro ja.
Pueden em plearse tam bién como su stra to lám inas de p o lietilen o o su p erfi­
cies am algam adas. Se deja ev aporar el disolvente al a ire o al vacío, con ca­
lefacción, se separa la película del su s tra to y se m onta p ara su observación.
b) En pastillas o "mulls". Los m ate ria le s que no producen p elícu la de­
ben reducirse a un polvo im palpable, m ezclándolos luego con un segundo m a­
te ria l de esp ectro nulo (es d ecir 100 96 transm isor), y de índice de refra cc ió n
sim ilar al de la m u estra, a fin de im pedir fenóm enos de dispersión de la ra ­
diación que la desvían del d e te c to r, oscureciendo el esp ec tro .
Cuando se aplica la té c n ic a del "m ull", 10 mg de su stan cia se tra b a ja n
con pilón y m o rtero de á g a ta y go tas de Nujol (co rte de a c e ite m ineral pa­
rafínico, a lta m e n te refinado). La p a sta obtenida se ex tien d e e n tre placas
de brom uro de potasio o de cloruro de sodio. Como el e sp ec tro del a c e ite
m ineral posee sus propias bandas de absorción, que in te rfie re n con las de
la su stan cia an alizad a en la zona de 4000 a 1300 cm ~l, se suele em p lear
c o m p lem en tariam en te como disp ersan te un polifluoruro de carbono, que in­
te rfie re so lam ente por debajo de 1300 c m '1.
La téc n ic a de p astillas o discos se basa en el hecho que los haluros
de los m etales alcalinos pueden prensarse en vacío, h asta fo rm ar un sólido

237
tran sp a re n te . Se em plea com únm ente para dicho fin brom uro de potasio,
cloruro de sodio, ioduro de cesio, e tc ., presentándose como único inconve­
nien te la avidez de estas sustancias por el agua y por lo ta n to la aparición
de una banda correspondiente al e stira m ie n to de la unión H -0 a 3450 c m~ l
y su flexión a 1640 c m ^ , in terfirien d o en dicha zona con las bandas propias
de la m uestra.

TECNICAS EN FASE LIQUIDA

En este caso la m uestra en estado líquido se coloca e n tre discos de


haluros de m etales alcalinos, que ofician de ven tan as de celdas p ara in fra­
rrojo, provistas o no de espaciadores de teflón o de plomo (desde 0,025 h asta
1,0 mm de espesor). Si el líquido es viscoso, se pueden d epo sitar go tas sobre
una de las ventanas y com prim irlo con la re s ta n te , de m anera de o b ten er
una película capilar e n tre am bas. E sta película (espesor 0,025 mm) es sufi­
c ien te para o btener un esp ectro adecuado si se tr a ta de fluidos de concen­
tració n 100 96. En el caso de soluciones se em plean celdas selladas re c a rg a ­
bles de paso o esp aciam iento fijo y disolventes que no in te rfie ra n con las
bandas de absorción propias de las m u estras. Las m uestras deben ser com ple­
ta m e n te solubles en los disolventes seleccionados y estos no deben re a c c io ­
nar con el m a te ria l disuelto.
Si el m ateria l a a n alizar es una p in tu ra, debe proced erse p rev iam en te
a la separación de sus com ponentes (pigm ento y vehículo) por cen trifu g ació n ,
diluyendo con el disolvente adecuado a fin de dism inuir la viscosidad y
fa c ilita r así la separación del sólido. Se realizan varios lavados y luego se
obtienen los esp ectro s de cada m a te ria l, se p arad am en te.
En el caso de cu b iertas p ro te c to ra s aplicadas sobre una su p erficie
y expuestas d urante lapsos diversos a la acción de la in tem p erie o de equipos
de en vejecim iento acelerado , la observación re su lta de in te rés a fin de com ­
probar m odificaciones de la e stru c tu ra o funcionalidad de los polím eros em ­
pleados, reconocer la sim ilitud e n tre m a te ria le s de d ife re n te s lo te s, e tc .
Esto puede lograrse em pleando diversos a rtific io s, e n tre los que figuran la
abrasión de la su p erficie m ediante haluros alcalinos y la p osterio r co n fo rm a­
ción de discos tra n sp aren te s (m étodo ideal para d e te rm in a r procesos de con­
tam inación superficial) o la técn ica de m últiples reflexion es in tern as, que
p erm ite o b ten er un e sp ectro de la su p erficie de la película, h asta una pro­
fundidad de 3 a 5 ym. F inalm en te debe c ita rs e tam bién el caso de la té c n ic a
de re fle c ta n c ia especular, aplicable al caso de m a te ria le s tra n sp a re n te s que
recubren su stra to s de elevada re fle ctiv id a d .
C onsiderando el in te rés p rá c tic o desde el punto de v ista del co n tro l
de las c a ra c te rís tic a s de películas de pinturas y o tro s recu b rim ien to s p ro te c ­
to res que tienen las dos últim as téc n ic as m encionadas, se am pliarán a c o n ti­
nuación algunos conceptos re fe re n te s a las m ism as.

TECNICA DE MULTIPLE REFLEXION INTERNA

C onsiste en poner en e strec h o c o n ta c to la su p erficie a e stu d ia r con


un prism a trap ezo id al de elevada refrin g en cia para las frecu en cias del in fra ­
rrojo. El m aterial em pleado en el c ris ta l puede ser cloruro de p la ta , g erm a-

238
nio o un e u té ctico de ioduro y brom uro de talio , tra n sp aren te s a la radiación
in frarro ja y adem ás de elevado índice de refracció n . La radiación p e n etra
al prism a por una de sus caras biseladas y en un ángulo ta l que el cam ino
de la radiación in te rse c ta en rep etid as oportunidades la in te rfase
c rista l-m u e stra. En cada intersección se produce absorción de radiación
a frecuencias c a ra c te rístic a s de la m uestra y finalm ente la radiación aban­
dona el prism a, dism inuida en intensidad, en bandas muy próxim as a las ob­
tenidas del mismo m ateria l por tran sp aren cia. Las d iferen cias observadas
en la p rác tic a radican princip alm en te en la relación de absorbencias en tre
bandas. Por este m otivo, es necesario com parar el esp ectro con o tro s m ate ­
riales de composición conocida, obtenidos en las m ism as condiciones en lo
a tin e n te a m aterial refrin g en te, ángulo de incidencia y num ero de reflex io ­
nes logradas. El c o n ta c to estrech o , n ecesario para lograr un esp ectro g ram a
sin alteracio n es, se consigue en el caso de que el m ateria l a a n alizar sea su­
ficien te m e n te blando p ara a d ap tarse a la su perficie del prism a, como sucede
en el caso de polím eros elastom érico s.

TECNICA DE REFLECTANCIA ESPECULAR

Es esp ecialm en te adecuada para lig an tes de pinturas y barnices que,


aplicados sobre una superficie m etálica de elevada re fle c ta n c ia , soportan
el doble pasaje del haz de radiación a n tes que é ste incida en el d e te c to r in­
frarro jo, poniendo de m anifiesto la dism inución de intensidad en c ie rta s ban­
das, por intercam b io en erg ético con dipolos p resen tes en la m u estra. E sta
disposición p erm ite el estudio de procesos de secado (evaporación de disol­
ventes), m igración de c ie rto s com ponentes hacia la su p erficie de la película
(p lastifican te), m odificación quím ica por e fe c to s de en v ejecim ien to , e tc .,
y puede aplicarse no sólo a recu brim ien to s p ro te c to re s sino tam bién a adhe­
sivos, polvos, telas, m inerales, residuos diversos, e tc .
Hace ya algunos años se han introducido m odificaciones de im po rtan ­
cia en el diseño de instrum ento s y las téc n ic as de m onocrom atización y de­
tección de la radiación. La separación de la radiación p o licro m ática en haces
m onocrom áticos se e fe c tu a b a m ediante el em pleo de prism as, le n te s y redes
de difracción. Esta técnica dispersiva, que conducía a serias pérdidas de e-
nergía rad ian te por fenóm enos de difracción y reflexión de la radiación, ha
sido reem plazada por la m onocrom atización por in te rfe re n c ia dando lugar
a la e sp e c tro fo to m e tría in frarro ja por tran sfo rm a d a de F o u rier (FTIR).
La tran sfo rm ad a de F ourier es una operación m a te m á tic a gen eral
que p erm ite tran sfo rm a r resu ltad os obtenidos como función del tiem po (in-
terfero g ram a) y expresarlos como función de frec u en c ia (esp ec tro de ab sor­
ción) em pleando un in te rfe ró m e tro de M ichelson y una co m pu tad ora d ig ital.
Esto ha conducido a la obtención de todo el e sp ec tro de absorción de un
com puesto en el tiem po que tom aba m edir so lam en te una longitud de onda.
Se pueden o b ten er así funciones de adición, su stracció n y n orm alización de
esp ectro s con elim inación del "ruido e lectró n ico " de origen a le a to rio . A tr a ­
vés de e sta té c n ic a se ha logrado o b ten er reg istro s de e sp ec tro s por m icros­
copía en el infrarrojo .
U ltim am ente se han d esarrollado m étodos fo to ac ú stic o s aplicados
a n te rio rm e n te en la zona visible y u ltra v io le ta , que p e rm iten el estu dio de

239
superficies de probetas sin preparación previa, a d istin ta profundidad, en
medios tra n sp aren te s u opacos, poco o muy conductores de calor, que brin­
dan adem ás de la inform ación esp ectro scó p ica inform ación de las propieda­
des térm ic a s del m ateria l y de la in te rfa se e n tre m ateria le s d istin to s, hecho
e ste últim o de gran im portancia en el análisis de cu b ie rta s p ro te c to ra s.

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Nota.- Las figuras de este capítulo han sido reproducidas del A tlas de la
Chicago Society for C oatings Technology citad o en la bibliografía.

240
241
Espectrogramas IR de resinas alquídicas
242
Espectrogramas IR de resinas vindicas
243
Espectrogramas IR de resinas epoxídicas
244
Espectrograma IR de acetato de polivinilo (arriba) y resina alquídica (abajo)
245
Espectrograma IR de resinas poliéster (arriba) y melamina-formaldehido (abajo)
Este ejemplar se termino de
imprimir el día 28
de julio de 1989

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