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En la sesión de hoy se habló sobre la exploración física del cuello (que involucra tráquea,
músculos, y ganglios linfáticos del cuello) y la glándula tiroides. La semiología de esta región
consta de tres técnicas exploratorias: INSPECCIÓN, PALPACIÓN Y AUSCULTACIÓN.
CUELLO
INSPECCIÓN: El paciente debe realizar una ligera hiperextensión del cuello mientras traga. Los
puntos que vamos a evaluar son los siguientes:
- Simetría de los músculos ECM y trapecio, los cuales deben ser simétricos en ambos lados del
cuello
- Alineación de la tráquea
- Amplitud de movimiento: el paciente debe flexionar, extender, rotar y girar lateralmente la
cabeza y el cuello. Este debe ser suave, no producir dolor ni mareos.
- identificamos la presencia de: masas, repliegue membranoso, pliegues cutáneos en exceso,
acortamiento del cuello, asimetría.
- Detectamos distensión de las venas yugulares o prominencias de las arterias carótidas.
- Los triángulos del cuello: anterior (limitado por el borde anterior del ECM, borde inferior de la
mandíbula, y la línea media) y posterior (limitados por borde posterior del ECM, clavícula y
músculo trapecio).
Triángulo anterior
Triángulo posterior
Se utilizan los pulpejos de los dedos índice, medio y anular. Se realiza haciendo
movimientos rotatorios suaves contra la piel. Para facilitar la exploración, flexionamos el
cuello hacia el lado contrario al que se está explorando. Debemos explorar de manera
simétrica y comparativo.
En primer lugar, ¿Cómo realizamos la ubicación anatómica de los ganglios?
El músculo ECM es nuestra referencia anatómica. A partir de aquí nos dirigimos a la parte
anterior de este para palpar la cadena ganglionar anterior, y lo mismo con el lado posterior,
detrás del musculo ECM. Para palpar las cadenas ganglionares profundas, cogemos el ECM
y tratamos de palpar las zonas más profundas por encima de este músculo.
Debemos comenzar evaluando las cadenas ganglionares desde la parte posterior (región
occipital), siguiendo una secuencia, con el objetivo de no olvidar palpar ningún área
ganglionar: primero los ganglios retroauriculares, vamos descendiendo por los
submentonianos, submandibulares, continuamos por los ganglios cervicales anteriores
profundos, y posteriores, y finalizamos en los ganglios supraclaviculares.
Debemos describir los hallazgos, como el tamaño (largo y ancho), la forma, delimitaciones,
movilidad, consistencia y sensibilidad.
Ganglios dolorosos puede indicar un proceso inflamatorio; ganglios indurados, indoloros y
fijos, sugieren una neoplasia maligna; entre otras características típicas de alteraciones.
Lo normal es que los ganglios no se logren palpar.
VASOS:
Zonas de Monson
Plano anterior: El paciente debe realizar una ligera extensión del cuello. Pedimos que
trague, e identificamos el istmo, que se encuentra debajo del cartílago cricoides (2°-3°
anillo traqueal) y los lóbulos al momento de la deglución.
Evaluamos: la simetría de los lóbulos (una asimetría puede indicar la presencia de un
nódulo), su tamaño y el contorno.
Plano lateral: se visualiza mejor si el paciente se encuentra con el cuello en
hiperextensión.
Evaluamos: existencia de una glándula agrandada, presencia de adenopatías, masas,
pulsos arteriales visibles (que pueden indicar una hiperfunción de la glándula tiroides),
pulso/presión venosa (para descartar la presencia de bocios que ocasionan
ingurgitación yugular):
Plano posterior:
Maniobra de De Quervain: Se emplean los dedos índices y mayores de ambas manos;
el explorador se sitúa por detrás del paciente y topamos el cuello por delante. Vamos
identificando las estructuras anatómicas laríngeas de superior a inferior: primero el
cartílago tiroides, la famosa “manzana de Adán”, debajo el cartílago cricoides, y por
último palpamos el istmo de la tiroides y ambos lóbulos.
Evaluamos: límites de la tiroides (tamaño), forma, superficie del istmo y de ambos
lóbulos, configuración, consistencia, sensibilidad, movilidad y la presencia de frémitos.
Plano anterior: El paciente debe estar sentado sobre la mesa de exploración. Se
emplean los dedos de ambas manos. Se busca reconocer los mimos elementos que en
la maniobra de De Quervain.
Maniobra de Lahey: Desplazamos la tráquea y la tiroides con el dedo pulgar hacia el
lado que se desea examinar. De esta manera se proyectará el lóbulo tiroideo que
vamos a evaluar. Procedemos a palparla en toda su extensión entre el dedo pulgar y el
resto de los dedos.
Maniobra de Crile: De frente al paciente, el pulgar de cada mano toca sucesivamente
el lóbulo del lado opuesto, en busca de nódulos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
(1) Ball, Jane W. MANUAL SEIDEL DE EXPLORACIÓN FÍSICA. 9ª edición. España: Editorial
Elsevier; 2019. Cap11 p212-214.
(2) Argente, Álvarez. SEMIOLOGIA MÉDICA: Fisiopatología, Semiotecnia y Propedéutica. 2º
edición. Editorial Panamericana. España; 2013. Cap26 p286-291.