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COMENTARIO DE SESIÓN

En la sesión de hoy se habló sobre la exploración física del cuello (que involucra tráquea,
músculos, y ganglios linfáticos del cuello) y la glándula tiroides. La semiología de esta región
consta de tres técnicas exploratorias: INSPECCIÓN, PALPACIÓN Y AUSCULTACIÓN.

CUELLO

INSPECCIÓN: El paciente debe realizar una ligera hiperextensión del cuello mientras traga. Los
puntos que vamos a evaluar son los siguientes:
- Simetría de los músculos ECM y trapecio, los cuales deben ser simétricos en ambos lados del
cuello
- Alineación de la tráquea
- Amplitud de movimiento: el paciente debe flexionar, extender, rotar y girar lateralmente la
cabeza y el cuello. Este debe ser suave, no producir dolor ni mareos.
- identificamos la presencia de: masas, repliegue membranoso, pliegues cutáneos en exceso,
acortamiento del cuello, asimetría.
- Detectamos distensión de las venas yugulares o prominencias de las arterias carótidas.
- Los triángulos del cuello: anterior (limitado por el borde anterior del ECM, borde inferior de la
mandíbula, y la línea media) y posterior (limitados por borde posterior del ECM, clavícula y
músculo trapecio).
Triángulo anterior

Triángulo posterior

PALPACIÓN: Las estructura que vamos a palpar son:


- Tráquea, determinamos su posición. Debe situarse en la línea media.
- Espacio entre la tráquea y ambos ECM, para identificar cualquier desplazamiento de la
tráquea.
- Identificamos el hueso hioides, y cartílagos tiroides y cricoides, los cuales deben palparse
uniformes, indoloros, y movibles.
- Anillos traqueales, que deben palparse indoloros y bien diferenciados.
- Músculos paravertebrales, apófisis espinosas posteriores, que deben ser indoloros.
- Amplitud de movimiento de la columna cervical: la flexión debe ser de 40°, extensión de 75°,
inclinación lateral de 30° a 45°, y rotación de 45° a 60°.

SIGNO DE CARDARELLI: se presiona sobre el cartílago tiroides y se lo desplaza hacia la


izquierda del paciente. Este movimiento aumenta el contacto entre el bronquio izquierdo y la
arteria aorta; de esta manera las pulsaciones sistólicas de la aorta se perciban en la superficie
en caso de existir un aneurisma.
SIGNO DE OLIVER: El paciente debe estar de pie, con el mentón elevado. Se sujeta el cartílago
cricoides y aplicamos presión elevando la tiroides. Por la posición anatómica del cayado
aórtico, que pasa sobre el bronquio principal izquierdo, se percibirá un tirón hacia la parte
inferior de la tráquea en caso de existir un aneurisma.

PALPACIÓN DE GANGLIOS LINFÁTICOS: Se utilizan las técnicas de inspección y palpación.

Se utilizan los pulpejos de los dedos índice, medio y anular. Se realiza haciendo
movimientos rotatorios suaves contra la piel. Para facilitar la exploración, flexionamos el
cuello hacia el lado contrario al que se está explorando. Debemos explorar de manera
simétrica y comparativo.
En primer lugar, ¿Cómo realizamos la ubicación anatómica de los ganglios?
El músculo ECM es nuestra referencia anatómica. A partir de aquí nos dirigimos a la parte
anterior de este para palpar la cadena ganglionar anterior, y lo mismo con el lado posterior,
detrás del musculo ECM. Para palpar las cadenas ganglionares profundas, cogemos el ECM
y tratamos de palpar las zonas más profundas por encima de este músculo.

Debemos comenzar evaluando las cadenas ganglionares desde la parte posterior (región
occipital), siguiendo una secuencia, con el objetivo de no olvidar palpar ningún área
ganglionar: primero los ganglios retroauriculares, vamos descendiendo por los
submentonianos, submandibulares, continuamos por los ganglios cervicales anteriores
profundos, y posteriores, y finalizamos en los ganglios supraclaviculares.
Debemos describir los hallazgos, como el tamaño (largo y ancho), la forma, delimitaciones,
movilidad, consistencia y sensibilidad.
Ganglios dolorosos puede indicar un proceso inflamatorio; ganglios indurados, indoloros y
fijos, sugieren una neoplasia maligna; entre otras características típicas de alteraciones.
Lo normal es que los ganglios no se logren palpar.

VASOS:

o A. CARÓTIDAS: Es importante conocer la ubicación anatómica de esta arteria y cómo


palparlas, ya que, por ejemplo, en caso de paros cardiacos, el único pulso que se
mantiene es este. Además, para reconocer alteraciones en la irrigación del cráneo.
Debemos evaluar: frecuencia, ritmo, amplitud, consistencia (si está endurado o no)

o V. YUGULARES: Observamos la presencia de ingurgitación, para descartar un problema


a nivel de vena cava superior, nivel cardiaco, etc.

Zonas de Monson

Se han dividido el cuello en estas regiones para establecer prioridades


cuando los pacientes presentan lesiones de órganos vitales se ha divido
el cuello en tres regiones.

ZONA I: Se extiende desde la clavícula hasta el borde superior del


cartílago cricoides.
Contiene: A. carótida (proximal), arterias vertebrales, arterias
subclavias, unión yugulosubclavio, conducto torácico, nervio vago.
ZONA II: Del cartílago cricoides al ángulo de la mandíbula.
Contiene: A. carótida común, arterias vertebrales, vena yugular interna, laringe y tráquea
cervical, esófago cervical, nervios hipoglosos y vago.
ZONA III: Desde el ángulo mandibular a la base del cráneo.
Contiene: A. carótida internas, venas yugulares internas, faringe, nervio facial, glosofaríngeo,
vago e hipogloso.

TRÁQUEA: antes mencionado de manera superficial. Evaluamos:


- Su posición, normalmente en la línea media
- Para palpar, se coloca el dedo índice por encima de la horquilla esternal y se reconoce esta
estructura por la prominencia de sus anillos.
- Se desvía el dedo hacia el espacio entre la tráquea y ambos ECM, para identificar cualquier
desplazamiento de la tráquea.

Craqueo Laríngeo: Se toma el cartílago cricoides con el índice y el pulgar, y se lo mueve


lateralmente. Se debe percibir una sensación de roce o resalto. Estos pueden desaparecer en
cáncer laríngeo o en bocio retroesternal.

TIROIDES: La evaluación consta de dos técnicas exploratorias fundamentales, la inspección y


palpación; y de manera ocasional: la auscultación. En condiciones normales, la tiroides no es
visible.

Los requerimientos son los siguientes:


- El paciente se puede encontrar en sedestación o bipedestación
- Tórax desnudo
- Buena iluminación

INSPECCIÓN: Se evalúa por planos:

 Plano anterior: El paciente debe realizar una ligera extensión del cuello. Pedimos que
trague, e identificamos el istmo, que se encuentra debajo del cartílago cricoides (2°-3°
anillo traqueal) y los lóbulos al momento de la deglución.
Evaluamos: la simetría de los lóbulos (una asimetría puede indicar la presencia de un
nódulo), su tamaño y el contorno.
 Plano lateral: se visualiza mejor si el paciente se encuentra con el cuello en
hiperextensión.
Evaluamos: existencia de una glándula agrandada, presencia de adenopatías, masas,
pulsos arteriales visibles (que pueden indicar una hiperfunción de la glándula tiroides),
pulso/presión venosa (para descartar la presencia de bocios que ocasionan
ingurgitación yugular):

Maniobra de Marañón: Se realiza cuando se sospecha la presencia de bocio endotorácico.


Para ello el paciente debe estar en sedestación, con los brazos levantados y la cabeza hacia
atrás. Si aparece una disnea progresiva la maniobra es positiva.
Signo de Pemberton: Corresponde a la plétora facial, ocasionada por compresión de la
vasculatura a nivel del opérculo torácico cuando se elevan los miembros superiores. Se
acompaña de dilatación de venas cervicales, mareo, síncope.
PALPACIÓN: Utilizamos el pulpejo de los dedos y deslizamos suavemente sobre la superficie
cutánea correspondiente a la localización anatómica de la glándula.

Sobre esta área de piel evaluamos: sobreelevaciones, anormalidades, sensibilidad dolorosa.

 Plano posterior:
Maniobra de De Quervain: Se emplean los dedos índices y mayores de ambas manos;
el explorador se sitúa por detrás del paciente y topamos el cuello por delante. Vamos
identificando las estructuras anatómicas laríngeas de superior a inferior: primero el
cartílago tiroides, la famosa “manzana de Adán”, debajo el cartílago cricoides, y por
último palpamos el istmo de la tiroides y ambos lóbulos.
Evaluamos: límites de la tiroides (tamaño), forma, superficie del istmo y de ambos
lóbulos, configuración, consistencia, sensibilidad, movilidad y la presencia de frémitos.
 Plano anterior: El paciente debe estar sentado sobre la mesa de exploración. Se
emplean los dedos de ambas manos. Se busca reconocer los mimos elementos que en
la maniobra de De Quervain.
Maniobra de Lahey: Desplazamos la tráquea y la tiroides con el dedo pulgar hacia el
lado que se desea examinar. De esta manera se proyectará el lóbulo tiroideo que
vamos a evaluar. Procedemos a palparla en toda su extensión entre el dedo pulgar y el
resto de los dedos.
Maniobra de Crile:  De frente al paciente, el pulgar de cada mano toca sucesivamente
el lóbulo del lado opuesto, en busca de nódulos.

AUSCULTACIÓN: Se realiza esta técnica de exploración cuando la glándula esta aumentada


de tamaño. Se utiliza la campana del estetoscopio. Evaluamos la presencia de ruidos
vasculares.

*) Si encontramos alguna anomalía, debemos tener en cuanta y describir lo siguiente:


su ubicación, su tamaño, superficie, consistencia, movilidad, sensibilidad dolorosa,
estremecimientos, latidos, y si se asocia a alguna adenopatía.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

(1) Ball, Jane W. MANUAL SEIDEL DE EXPLORACIÓN FÍSICA. 9ª edición. España: Editorial
Elsevier; 2019. Cap11 p212-214.
(2) Argente, Álvarez. SEMIOLOGIA MÉDICA: Fisiopatología, Semiotecnia y Propedéutica. 2º
edición. Editorial Panamericana. España; 2013. Cap26 p286-291.

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