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Mineria y Medio Ambiente PDF
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366 Notas
MMSD ABRIENDO BRECHA
Muchas personas piensan que el ‘capital’ natural no debería ser utilizado a un nivel que
sobrepase la capacidad de reabastecimiento o que disminuya la calidad ambiental, a pesar de
que durante el mismo proceso aumenten otras formas de capital.1 Otras personas sostienen
que cuando se reduce el capital natural, las condiciones para el desarrollo sustentable aún
pueden ser atendidas en tanto aumenten otras formas de capital, tales como el capital
manufacturado y el capital humano.2 Este es el debate existente entre los puntos de vista
‘duro’ y ‘blando’ con respecto al desarrollo sustentable que se presenta en el Capítulo 1.
Es obvio que en la naturaleza se producen cambios aun sin mediar actividad humana; los
ecosistemas no son estáticos. El punto de vista ‘duro’ del desarrollo sustentable no exige que
los ecosistemas se mantengan sin cambios, o que los seres humanos no los alteren, sino más
bien que existan algunos límites que deben ser respetados en dichas alteraciones para no
perder la capacidad de autorregulación de los ecosistemas. Para el sector de la minería, esta es
una posición difícil de sostener si se incluyen los recursos abandonados a través del tiempo
geológico.Todo depende de lo que se considere un ‘capital natural decisivo’ a ser preservado
para mantener el sistema en equilibrio y que, por lo tanto, no deba ser utilizado para
incrementar otras formas de capital.
Parte del problema es que la apariencia de los sistemas naturales y la forma en que éstos
trabajan –sin mencionar su resistencia a la alteración– no son bien comprendidas. Esto a su
vez produce la idea de precaución, pero esto también genera problemas metodológicos.
¿Cuánta precaución es apropiado tener?
Con un punto de vista más amplio, se pude sostener que el uso del metal, por ejemplo, en la
producción de tubos de alcantarillado, reduce el impacto de las personas en su ambiente, en
las ciudades y en muchos otros lugares. Es posible imaginar cañerías de madera, ¿pero a qué
costo para el bosque? Los argumentos sin duda continuarán.
Además, la capacidad de los ecosistemas locales para proveer beneficios biológicos con
frecuencia ha sido dañada gravemente por la explotación y el procesamiento de minerales.
En el caso de minas, fundiciones, refinerías, centros de reciclaje y vertederos más modernos,
puede existir una disminución importante del daño al capital natural por unidad de
producción con respecto al pasado. Sin embargo, la creciente demanda de minerales también
significa que la producción total es mayor y de este modo, es posible que el daño esté
aumentando en términos absolutos. Esto no se sabe, ya que nunca ha sido calculado por
países, menos aun a escala mundial.
Las ‘mejores prácticas’ en manejo ambiental tienen un largo camino que recorrer antes de
alcanzar la operación final. Y luego las mejores operaciones igualmente tendrán cierto
impacto, aunque su contribución será menor por unidad de producto y sin duda se reducirá
aún más. Las peores siguen siendo malas desde un punto de vista ambiental absoluto, pero el
progreso es evidente. Por ejemplo, las mejores operaciones modernas de carbón de superficie
pueden dejar a su paso sitios en los que un observador casual puede no darse cuenta de que
allí se realizaron operaciones mineras. Sin embargo, es difícil negar que los antiguos métodos
mineros han generado un daño ambiental que a la naturaleza le llevará un largo tiempo
reparar, si es que alguna vez lo logra.
En algunas de las regiones mineras más famosas del mundo, es difícil aceptar que ha habido
algún tipo de beneficio que compense la obvia pérdida de capital natural. La mina de Potosí,
en Bolivia, viene operando hace 500 años, y produce una cantidad increíble de plata, pero a
un gran costo humano, cultural y social. Bolivia sigue siendo hoy un país pobre y la región
de Potosí es una de las más pobres del país, aunque la minería todavía provee algunos de los
mejores medios de subsistencia a las personas de la zona.3 El legado de construcciones
coloniales fue declarado Patrimonio Mundial y atrae algo de turismo, pero gran parte del
capital humano o de construcción que podría compensar de alguna manera las pérdidas debe
encontrarse en otro lugar.
Cuando se evalúan los indudables impactos ambientales provocados por la industria de los
minerales, la primera pregunta que surge es si dicho impacto se encuentra dentro de los
márgenes de autorregulación del ecosistema; ¿la duración del impacto es de corto o largo
plazo? Y, si es de largo plazo, ¿es reversible o irreversible? Segunda pregunta: ¿vale la pena
desde el punto de vista de otra ‘acumulación de capital’? Estas preguntas amplias son
abordadas en este informe. No pueden responderse de manera categórica, ya que no existe
un sistema para hacerlo. Por lo tanto, en este capítulo no se hace un balance de la posición
general, sino que trata de cómo reducir los impactos al mínimo, dondequiera que estos se
produzcan. Aun así, gran parte tuvo que ser excluida.
un Código de Cianuro (se describe más adelante en este capítulo). La mayor parte de lo que
se podía decir sobre el tema fue expresado por los actores en aquel debate y es poco lo que
se puede agregar.4 El impacto radiológico y otros efectos del tramo final de la minería del
uranio también fueron excluidos ya que se relacionan con una clase limitada de minerales y
estos temas, aunque importantes, son complejos y rebasaban el alcance de MMSD.
Por último, los asuntos relacionados con el agua sólo fueron incluidos cuando tienen relación
con otros impactos, como por ejemplo el drenaje de ácido. Esto se debe en parte a que el
consumo de agua en la producción mineral, aunque es un impacto importante, termina
cuando finalizan las operaciones y no presenta una responsabilidad en el largo plazo. Pero
también se debe a que considerar problemas de competencia en la demanda de agua estaba
fuera del alcance del proyecto. Cabe destacar, no obstante, que algunos informes regionales
fueron más lejos en este asunto, debido a que la competencia por las aguas impone
importantes limitaciones al desarrollo.5
En este capítulo se abordan siete áreas principales de discusión, en las que los impactos son
graves y de largo plazo y de este modo más probables de ser considerados como un deterioro
de la base de capital natural:
• grandes volúmenes de desecho,
• planificación del cierre de minas,
• legados de la minería,
• manejo ambiental,
• uso de energía en el sector de los minerales,
• manejo ambiental de los metales,
• amenazas a la diversidad biológica.
El primer paso para manejar y mitigar los impactos ambientales negativos de la minería
implica identificar dónde están las responsabilidades. Los procesos de investigación y consulta
realizados por MMSD indicaron que tales responsabilidades deben ser compartidas por
muchos actores, en especial debido a que la sociedad civil percibirá los impactos de distinto
modo dependiendo de cuánto se beneficia y en qué medida asume los costos de manera
individual. En la actualidad, sin embargo, las comunidades locales rara vez tienen el poder de
decidir si las compensaciones valen la pena.
Esta es quizá, la principal causa de la extendida idea de que la minería, a diferencia de muchos
otros usos del territorio, constituye un compromiso permanente con éste. La evidencia visible
de que la tierra de hecho se ha vuelto estéril e improductiva debido a actividades mineras
previas es un mensaje tan poderoso que es improbable que esto cambie, incluso con esfuerzos
conjuntos de envergadura destinados a rehabilitar el peor de estos sitios.
En años recientes, se han producido importantes avances en las mejores prácticas de manejo
ambiental de los yacimientos. Esto incluye la introducción de procedimientos de operación
que han mejorado los métodos de eliminación de desechos y métodos que reducen la
probabilidad de impactos a largo plazo. Pero en la mayoría de los casos, aún queda un largo
camino a recorrer antes de que una mina pueda ser considerada una contribución para
mejorar el ecosistema.
El volumen de desechos que produce la mina depende de las características geológicas del
yacimiento, del tipo de minería (subterránea o a tajo abierto) y del mineral que es extraído,
como también de la escala de la operación. Los desechos de la minería se producen en
muchas categorías distintas, entre las que se incluyen:
• Recubrimiento – se debe remover suelo y roca para tener acceso al recurso mineral;
• Roca de desecho – roca que no contiene el mineral suficiente para ser de interés económico;
• Relaves – residuo acuoso de mineral molido que permanece después que se ha extraído la
mayor cantidad de minerales;
• Mineral residual de la pila de lixiviación – la roca que queda en una instalación de lixiviación
después de la recuperación de los minerales.
El costo es un factor clave para decidir dónde estarán ubicadas las instalaciones para eliminar
los desechos generados en la mina. La opción más barata a menudo es depositar los desechos
en un lugar lo más cercano posible a la mina o en una ubicación a la cual pueda ser
transportado por la gravedad. La elección del lugar también está muy influenciada por el
clima: las opciones son muy distintas para La Escondida, en el desierto chileno, donde no
llueve casi nunca y en Grasberg o Batu Hijau en Papua (antes Irian Jaya) donde las
Estas decisiones pueden tener un enorme impacto en el futuro de las comunidades locales,
quienes tendrán que vivir con las consecuencias mucho después de que la mina haya cerrado
y la empresa se haya marchado. Una empresa por sí sola simplemente no tiene la información
sobre los ecosistemas locales o los detalles de la vida social o económica local que la califique
para tomar estas decisiones de modo unilateral. Esto resalta la importancia de consultar
directamente a los gobiernos y a las comunidades locales durante el proceso de planificación
y construcción de las instalaciones de eliminación de desechos.
Eliminación en el Suelo
El lugar más común para eliminar el desecho minero es el suelo. Para esto se utilizan una
diversidad de métodos que dependen, entre otros aspectos, del tipo de desecho.
En algunos climas, la escasez de agua puede ser un problema y puede que sea necesario
humedecer la superficie de la instalación con cierta frecuencia para impedir que se produzca
polvo. Este sistema de humedecer el terreno no es una solución práctica en el largo plazo y
al momento del cierre se debe establecer un método de rehabilitación permanente. En
algunos climas esta solución puede ser una cubierta vegetal, mientras que en regiones más
áridas puede ser necesario formar una cubierta dura sobre la superficie.
• Relaves
Los relaves son roca finamente molida desde la cual los valores minerales deseados han sido
extraídos mediante el uso de reactivos químicos. Este residuo toma la forma de una solución
acuosa compuesta al menos en un 50% de agua y puede ser transportada a través de cañerías.
Los relaves por lo general son vaciados en instalaciones de almacenamiento donde son
retenidos en estanques o diques construidos con los mismos relaves, desechos de minas o
rellenos de tierra o roca. (Ver Figura 10–1.) Cuando los relaves son depositados en la
instalación, la fracción sólida se asienta –lo que forma una playa que propicia que la solución
acuosa sea decantada y depositada o reciclada. A medida que los relaves son decantados, a
menudo son utilizados para aumentar la altura del dique de los mismos relaves.
Dado que las instalaciones de almacenamiento por lo general contienen residuos químicos y
elevados niveles de metales, es crucial asegurar su estabilidad física y química. Estas estructuras
son proclives a las filtraciones, que pueden generar la contaminación de aguas subterráneas y
Primer terraplén
Relaves
de superficie y en casos peores, pueden presentar fallas catastróficas –problema que será
tratado en mayor detalle más adelante. Debido a que los relaves están compuestos por
partículas finas, cuando se secan pueden ser fuentes de graves problemas de polvo: en la bahía
de Chañaral en Chile, existe un verdadero problema con los relaves de las minas ricas en
plomo, que son esparcidos por el viento en el pueblo local.8 En Gauteng, Sudáfrica, las
antiguas instalaciones de almacenamiento de relaves generan polvo que puede ser esparcido
por el viento por varios kilómetros. Durante los meses secos el polvo es insoportable y los
habitantes locales se ven obligados a sellar puertas y ventanas tratando de evitar que el mismo
entre a sus casas.9
La minería a menudo se lleva a cabo en áreas en que el agua es escasa. En estas regiones, el
consumo de agua para procesamiento mineral puede tener un grave impacto en las capas
acuíferas. En algunas minas los relaves pueden ser condensados antes de ser eliminados y el
líquido es reutilizado en el circuito de procesamiento. En muchos casos esto tiene el
beneficio agregado de reciclar sustancias químicas para el proceso. El agua también puede ser
decantada en la instalación de almacenamiento y reciclada hasta la planta de procesamiento.
Cualquier reciclaje del agua de relaves reduce la descarga al ambiente cercano y la posibilidad
de impactos negativos.
Los relaves también pueden ser condensados para mejorar el método de eliminación. Los
relaves convencionales están compuestos de 30 a 50% de material sólido, mientras que los
‘relaves condensados’ son de 55 a 75% y los ‘relaves pasta’ son sólidos en más de un 75%. Los
relaves condensados pueden ser almacenados con una retención de agua mínima, lo que
genera una estructura más estable, tanto física como químicamente, mientras que el relave
pasta puede ser utilizado para rellenar minas subterráneas.
Proceso de lixiviación
Para abordar los temores de la opinión pública con respecto al uso y manejo del cianuro, el
PNUMA y el ICME organizaron en conjunto, en mayo de 2000, un taller dirigido a diversos grupos
de interés. Los participantes confirmaron la importancia de un Código de Práctica “para impulsar
un mejor desempeño en la minería mediante altos estándares de tecnología, manejo y control
para dar a la opinión pública la confianza de que sus preocupaciones están siendo abordadas”.
La definición de propósitos del Código es “ayudar a la industria mundial de la minería del oro a
mejorar el manejo del cianuro y de este modo reducir al mínimo los riesgos para los trabajadores,
las comunidades y el medio ambiente”.
Elaborado por un comité de 14 participantes entre los que se incluyeron grandes y pequeños
productores de oro, el sector financiero, grupos ambientalistas, gobiernos de países
industrializados y en desarrollo, el sector laboral y proveedores de productos químicos y tras un
amplio proceso de consulta pública, el código establece nueve principios, cada uno con
Estándares de Práctica específicos para proteger a los trabajadores, el medio ambiente y la
opinión pública. Los principios abordan la producción responsable, transporte seguro, manejo y
almacenamiento apropiado, operaciones, la necesidad de planes para dar de baja equipamiento,
seguridad del trabajador, capacidades y estrategias para responder a emergencias, capacitación
y diálogo público. En la actualidad, se está buscando una institución que adopte el código y se ha
planeado que una tercera parte realice una auditoría, pero esta acción aún no se ha iniciado.
Todavía se están elaborando mecanismos con respecto a la pérdida de certificación, resolución
de conflictos y actualización periódica.
Para mayor información, visitar http://www.cyanidecode.org y http://www.mineralresourcesforum.org/cyanide
El objetivo es operar un sistema cerrado que no descargue nada de la solución en los sistemas
de aguas naturales. Sin embargo, todas las tuberías se filtran en cierta medida y la mejor
práctica actual es construir las plataformas con tuberías múltiples e incorporar sistemas de
detección de filtraciones.10
Después de recuperar los metales del mineral, la pila es enjuagada para eliminar cualquier
resto químico. Sin embargo, incluso después del enjuague pueden permanecer altos niveles
de metales y algunos de los químicos. Por este motivo, las instalaciones deben ser diseñadas
para controlar el drenaje superficial con el fin de evitar erosión, filtraciones o fallas.
El material de desecho también puede ser eliminado bajo el agua tanto en lagos naturales
como artificiales o en piques abiertos anegados. (Ver Cuadro 10–3.)
Drenaje de Ácidos
El problema ambiental más grave y persistente relacionado con la minería es el drenaje de
ácidos (DA).11 El DA se produce en muchas regiones mineras importantes, en especial en
aquellas en que ocurren precipitaciones templadas, y algunos estudios regionales indican que
es un problema generalizado.12 En los lugares en que se produce este problema puede tener
un grave impacto sobre la productividad de los ecosistemas. El DA puede ser un problema de
largo plazo y puede provocar una reducción del capital natural.
En algunos casos los problemas pueden ser evidentes desde el principio y aumentar
rápidamente durante la vida de la mina. En otros, el DA sólo puede aparecer después que la
mina ha sido cerrada y la empresa ha dejado el área. Sin embargo, una vez que ha
comenzado, el proceso puede prolongarse por siglos e incluso milenios. Por ejemplo, se cree
que la generación de ácido en el distrito minero de Rio Tinto, en España, fue causada por los
romanos o quizás incluso por mineros fenicios.16
• Tratamiento
Tratar el DA con eficacia es muy difícil. Existen conocidos métodos de manejo para reducir
al mínimo el problema. Un diseño eficaz de la mina puede mantener alejada el agua de los
materiales generadores de ácido y de este modo prevenir la ocurrencia de DA. Pero en
muchos casos esto no es apropiado para prevenir totalmente el DA.
El DA puede ser tratado de manera activa o pasiva. El tratamiento activo implica instalar una
planta de tratamiento de agua. En este caso, el DA primero es dosificado con cal para
neutralizar el ácido y luego es pasado a través de tanques de asentamiento para eliminar el
sedimento y los metales particulados. Los costos que implica operar una planta de
tratamiento de agua pueden ser altos, además de la atención y mantenimiento constantes que
requiere la planta.
El objetivo del tratamiento pasivo es desarrollar un sistema operativo automático que pueda
tratar los residuos sin que sea necesaria una intervención continua del hombre. Un ejemplo
de esto sería pasar el agua a través de un pantano artificial en el cual la materia orgánica, las
bacterias y algas trabajen juntas para filtrar, adsorber, absorber y precipitar los iones de metales
pesados y, de este modo reducir la acidez.17
Hasta ahora nadie ha diseñado un sistema pasivo que trabaje de manera indefinida sin
intervención humana. Por lo tanto, es imposible estar libre de gastos continuos. No solamente
se necesitará el tratamiento durante la vida de la mina, sino indefinidamente después. Diversas
iniciativas y programas de investigación actualmente se están enfocando en la prevención y
control del drenaje de ácido. Las más conocidas son Mine Environment Neutral Drainage
(Drenaje Neutro en el Medio Ambiente Minero) y la INAP.18
beneficios pueden llegar de inmediato, mientras que luego vendrán las consecuencias,
privilegiando así al optimismo. Por lo tanto, las concesiones entre criterios competentes no
son hechas de manera consciente, explícita o transparente.
Como ejemplo específico, en 1996 Rio Tinto inició una revisión de dos años de la
eliminación de desechos en 75 recintos mineros del mundo. Esta revisión contemplaba un
estudio de antecedentes de todos los recintos y una posterior inspección a 26 de éstos. Los
resultados del estudio indicaron que en los diez años previos a la realización de este análisis,
se habían producido un total de 16 fallas estructurales (21% de los recintos), 10 de las cuales
correspondían a instalaciones de almacenamiento de relaves y 5 a vertederos. Además, 10
instalaciones fueron clasificadas como “altamente peligrosas” según los criterios utilizados en
la región de Australia Occidental.23
una decisión de uso del territorio que efectivamente tiene consecuencias permanentes. Si la
instalación constituye un peligro, el riesgo no siempre termina cuando la mina cierra. Si la
instalación se encuentra mal diseñada, mal construida o mal ubicada, lluvias, inundaciones o
terremotos pueden causar fallas mucho tiempo después de finalizadas las operaciones.
Los problemas más serios afectan del mismo modo a empresas grandes y pequeñas. Las
organizaciones muestran una notable deficiencia a la hora de asegurar el manejo de calidad
durante largos períodos. Es sorprendente la frecuencia con que se da el hecho de que no
exista una persona responsable a cargo de la instalación.Tener una persona competente a
cargo con clara autoridad es un requisito de seguridad indispensable; y con demasiada
frecuencia no se cumple. Se necesita alguien con la capacidad apropiada para asegurar que la
empresa realice los ajustes de diseño necesarios a medida que las condiciones cambian.27 Pero
incluso el buen personal tiene problemas de manejo si no conoce los supuestos originales
sobre los cuales fue diseñado el tanque, para decir si éstos han sido sobrepasados. Con
demasiada frecuencia se olvidan los parámetros de diseño originales y las personas que
manejan la instalación ya no saben los límites que se supone que deben respetar. El nivel de
conocimientos especializados en terreno por lo general baja una vez que el proyecto recibe el
permiso y comienza las operaciones normales.
En principio, incluso las empresas de menor tamaño deberían ser vigiladas por instituciones
crediticias, gobiernos y comunidades locales. Pero estos agentes externos rara vez realizan una
supervisión eficiente. Las compañías de seguros tienen un claro interés en una mejor práctica,
pero con frecuencia prefieren no realizar sus propios estudios debido a los costos que éstos
implican. Los gobiernos también ponen mucha atención en las primeras etapas –asegurando
quizás que existen regulaciones apropiadas con respecto al diseño inicial, pero haciendo pocas
estipulaciones con respecto a la supervisión posterior.28 En cualquier caso, los gobiernos rara vez
disponen de un personal suficientemente calificado para vigilar las condiciones o intervenir
cuando surjan problemas. Bajo estas circunstancias, la inspección puede ser más peligrosa que la
falta de atención, ya que dará a la administración una falsa sensación de seguridad.29
Por último, tanto las empresas como las administraciones locales con frecuencia no tienen
éxito en lo que respecta a asegurar una evaluación de riesgo y una planificación de
emergencia eficaces. Estas acciones incluyen medidas para asegurar la protección tanto de las
comunidades locales como de cualquier ocupante informal que haya ingresado al área
cercana a la mina.
La primera prioridad debería ser asegurar que todos los diseños tengan como base los más
altos estándares. Una opción sería tener un sistema de certificación internacional para
diseñadores, o al menos algún pronunciamiento oficial de las organizaciones de ingenieros
con respecto a las calificaciones mínimas para emprender tareas de este tipo.
Las empresas, además, deberían establecer un segundo nivel de protección en alguna parte del
sistema, posiblemente en las oficinas centrales de la empresa, mediante juntas de revisión
geotécnicas.30 Esto aseguraría la revisión e inspección periódica de las condiciones de
seguridad, incluyendo una revisión completa del diseño original, factores nuevos que podrían
requerir ajustes y una evaluación sobre la forma cómo el sistema de manejo está siendo
implementado en la práctica.
El tercer nivel de protección debería ser externo e incluir a gobiernos, comunidades locales y
compañías aseguradoras. Los gobiernos deberían ser capaces de asegurar la realización de
inspecciones frecuentes por parte de las personas correctamente calificadas. Algunos países ya
tienen esta capacidad, pero otros todavía no.
Eliminación en el Mar
Aunque la mayor parte de los desechos generados por la minería es depositada en tierra,
algunas empresas depositan roca de desecho o relaves en el mar, a profundidades que van
desde la costa hasta alta mar. Los mayores impactos conocidos de esta práctica parecen
encontrarse en aguas menos profundas.
Debido a los problemas relacionados con la eliminación de relaves costera o en aguas poco
profundas, recientemente ha habido creciente interés por la eliminación de desechos en aguas
profundas. Esto implica eliminar los desechos por debajo de la profundidad máxima de la
capa mixta de la superficie, la zona eufótica (profundidad donde sólo llega el 1% de luz
fotosintéticamente activa) y la zona de ascensión de aguas, en el supuesto de que los desechos
no serán removidos hacia la superficie.32 Cuando los desechos son descargados por la tubería,
continúan cayendo y finalmente se asientan en el suelo marino, quizás a 1.000 metros o más.
(Ver Cuadro 10–5.)
Las tuberías presentan los mismos riesgos de accidentes bajo el agua que en tierra. En la mina
de oro Minasa Raya de Newmont, en Indonesia, por ejemplo, los relaves son vaciados a 800
metros de la costa a una profundidad de 82 metros.33 Sin embargo, en más de una
oportunidad la tubería se ha roto liberando relaves a la superficie, lo cual se dice ha
provocado una grave pérdida de los recursos de pesca y ha destruido algunos arrecifes de
coral cercanos.34 Sin embargo, la eliminación de desechos en el mar sigue siendo una opción
polémica y existen poco acuerdo o pruebas con respecto a sus efectos en el largo plazo.
Algunos estudios industriales indican que los riesgos son mínimos y que luego de varios años
del cierre el suelo marino puede ser recolonizado por fauna béntica.35 Otra investigación
sugiere que los ecosistemas de las profundidades del océano podrían ser más complejos y con
mayor diversidad biológica que sus equivalentes en la fauna terrestre.36 Se sabe relativamente
poco con respecto a los ecosistemas de las profundidades y la interacción entre las especies
marinas a distintas profundidades.
Un ejemplo de eliminación de relaves en alta mar lo constituye la mina de oro a tajo abierto de
Misima en Papua Nueva Guinea (PNG) –empresa conjunta entre Placer Domer Inc (80%) y una
empresa estatal. En este lugar la extracción comenzó en 1989 y finalizó en el año 2001, aunque el
proceso del mineral acumulado continuará por otros cuatro años.
Hasta ahora, este método de eliminación parece haber tenido un impacto ambiental
relativamente menor. Una revisión sistemática realizada desde 1993 utilizando observación
directa, detección acústica y análisis de muestras de agua no evidencia daño permanente al
ambiente marino. Los relaves parecen haber permanecido en su lugar y después de cinco años
de eliminación de desechos, las bacterias y los meiobentos han recolonizado el sedimento.
No obstante, aun es demasiado pronto para sacar conclusiones finales. La operación Misima aún
es “joven” y existen relativamente pocas investigaciones sobre los efectos a largo plazo de este
tipo de métodos en áreas tropicales. Además, la información actual ha sido financiada
completamente por la empresa y aún debe ser verificada por una investigación independiente.
Fuente: Van Zyl et al. (2002); Jones y Jones (2001)
En algunas circunstancias, la eliminación en alta mar puede ser una alternativa que merezca
serias consideraciones –cuando los depósitos minerales se encuentran en islas que disponen
de poco territorio; cuando el espacio disponible está en riesgo de inundación o cuando la
estabilidad del terreno en que se encuentran los depósitos de desechos es incierta debido a
altos niveles de precipitaciones o de actividad sísmica. No obstante, debido a que se sabe
relativamente poco sobre las repercusiones a largo plazo de la eliminación de desechos en alta
mar, muchos observadores están exigiendo que sólo se tenga en cuenta esta opción después
de realizar una investigación científica más acabada y rigurosa. Además, debido a que se han
producido algunas fallas en tuberías de relaves, se debe abordar el problema de cómo
transportar relaves hasta aguas más profundas sin provocar riesgos a los ambientes de aguas
costeras.
Eliminación en Ríos
Aún más polémica que la eliminación en el mar es la práctica de eliminar roca de desecho y
relaves en ríos. En este caso, sin embargo, se sabe bastante sobre los impactos y casi toda la
experiencia sobre esta opción es negativa. Durante toda la historia los mineros han arrojado
desechos a los ríos y en muchos recintos el legado de la eliminación en ríos durará por un
tiempo muy largo.
En la actualidad sólo existen tres minas de gran escala en que empresas internacionales
utilizan ríos para eliminar desechos. Estas son la mina de oro y cobre Ok Tedi en Papua
Nueva Guinea (ver Cuadro 10–6), la mina de oro Porgera de Placer Dome en PNG y la
mina de oro y cobre Grasbergen de Freeport en Papua (antes Irian Jaya), Indonesia.37
Actualmente la eliminación en ríos también es practicada por muchos mineros artesanales y
en pequeña escala en todo el mundo, por empresas pequeñas y medianas y en una cantidad
desconocida de recintos mineros en Rusia y China. La principal ventaja de la eliminación en
ríos es que es barata y conveniente, también puede parecer menos peligrosa que construir
una instalación de depósito de relaves, en especial en áreas con altos índices de
precipitaciones con terrenos poco estables y riesgo de actividad sísmica. En el caso de Ok
Tedi, el gobierno de Papua Nueva Guinea aceptó esta opción, ya que la única alternativa era
cerrar la mina –con graves consecuencias económicas.38
La eliminación en ríos ha provocado diversos tipos de daño ambiental. Entre estos tipos se
incluye un cambio en la morfología o forma física de los ríos y un mayor riesgo de desborde
provocando la muerte de la vegetación y daño a los ecosistemas acuáticos. Los sedimentos
más finos también pueden tener efectos, ya no en la corriente, sino cuando llegan a estuarios
o deltas. En Chile, 150 millones de toneladas de sedimentos generados por la actividad de la
mina El Salvador, que fueron depositadas en el río El Salado, han creado una nueva playa de
3,6 kilómetros cuadrados varios kilómetros rió abajo, en la bahía de Chañaral.39
Estos impactos pueden generar graves consecuencias para las comunidades ubicadas río abajo,
en especial para la salud de las personas. Así como cambian el aspecto físico del río, los
desechos mineros también pueden aumentar los niveles de minerales y de sustancias químicas
en el agua. El desborde puede aumentar los casos de paludismo. Las comunidades locales
pueden considerar que se afectan sus medios de subsistencia si los depósitos reducen los
recursos pesqueros o los cultivos a orillas de los ríos.
La eliminación en ríos de los relaves y roca de desecho de la mina de oro y cobre Ok Tedi en PNG
es altamente polémica. Esta práctica ha generado largas disputas legales y las comunidades
locales ubicadas río abajo han realizado grandes esfuerzos para cerrar la mina. La empresa que
era accionista mayoritaria de la mina, BHP Billiton, decidió retirarse del proyecto, ya que no
deseaba ser relacionada con este método de eliminación de desecho. (Los impactos
socioeconómicos de este proyecto son tratados en el Capítulo 14.)
La propuesta original incluía dos depósitos para desechos estables y una instalación
convencional para almacenamiento de relaves. Durante las primeras etapas de construcción, un
gran deslizamiento de tierras destruyó el recinto de la instalación para relaves. Para mantener la
producción, se aprobó un esquema de relaves provisorio que permitía la retención del 25% de los
mismos, mientras que el porcentaje restante era eliminado en el río Ok Tedi. Nunca se buscó un
recinto alternativo y se postergó la construcción de una instalación permanente para el
almacenamiento de relaves. En la actualidad, se descargan aproximadamente 80.000 toneladas
de relaves y 120.000 toneladas de roca de desecho por día en el río Ok Tedi. El material de
desecho ha llegado al río Fly, hacia el que fluye el Ok Tedi.
Se ha intentado dragar una parte del lecho del rió Ok Tedi en un esfuerzo por reducir los impactos
de los desbordes. Esto ha reducido la frecuencia de los desbordes, pero los problemas de muerte
de la vegetación continúan.
Fuente: Van Zyl et al. (2002); Kirsch (2002)
Crucial para lograr este objetivo es asegurar que todos los beneficios de este proyecto,
incluyendo ganancias y conocimientos especializados, vayan a ser utilizados para desarrollar la
región de un modo que perdure una vez cerrada la mina. Para lograr este objetivo, un plan
de cierre que incluya tanto rehabilitación física como estabilidad socioeconómica debería ser
parte fundamental del ciclo de vida del proyecto y debería ser diseñado para asegurar que:
• no se comprometa la salud ni la seguridad pública a futuro;
• los recursos ambientales no estén expuestos a deterioro físico ni químico;
• el uso posterior del recinto sea beneficioso y sustentable en el largo plazo;
La planificación del cierre fue utilizada en un principio como herramienta ambiental, pero se
expandió rápidamente hasta abarcar problemas socioeconómicos.40 La mejor práctica para
planificar el cierre de minas implica integrar al diseño de cierre toda el área de la mina,
identificar el tiempo del proceso de planificación y considerar los temas relacionados con
métodos específicos de eliminación y actividades económicas y comunitarias una vez cerrada
la mina, como también planificación económica.
Se producen importantes costos cuando un proyecto minero finaliza. Los trabajadores pueden
quedar sin empleo o verse obligados a incurrir en gastos para reubicarse en algún lugar en
que puedan conseguir un empleo. Alguien debe pagar para mantener las carreteras abiertas o
las escuelas funcionando. Alguien debe pagar para cerrar los pozos, retirar los reactivos
peligrosos del recinto para eliminarlos de manera segura, estabilizar los cerros, rehabilitar las
instalaciones y asegurar que los problemas sociales y ambientales de largo plazo sean
reducidos al mínimo.
Si no existe un entendimiento con respecto a las personas que se harán responsables por estas
acciones y no existe planificación para cuando se cierre la mina, muchos de los beneficios del
desarrollo se habrán perdido. Obviamente esto ha sucedido muchas veces en el pasado y estas
condiciones posminería negativas han contribuido a la actual reputación pública que tiene la
industria.
Las empresas tienen sus propias razones para mantener minas abiertas incluso después de
haber dejado de ser buenos negocios. Algo de esto se debe simplemente a la esperanza de
que los precios mejorarán sólo si la empresa sigue operando por el tiempo suficiente.
Además, muchas de las razones pueden deberse a normas contables, presiones por rendir
estados de situación y el efecto en una empresa que ya se encuentra en la baja económica de
tener que pasar a pérdida o reconocer costos. Pero otra razón para mantener abierta la mina
también tiene relación con una falta de claridad con respecto a lo que se espera que pague la
empresa cuando finalice las operaciones y un deseo de no presionar el asunto de manera
excesiva. Algunos de los problemas de alto perfil por los cuales la industria es criticada en la
actualidad son polémicos precisamente debido a que algunas personas creen que las empresas
no están pagando una parte justa de sus responsabilidades a largo plazo después que cierran la
mina. (Ver discusión de Marcopper y Ok Tedi en el Capítulo 14.)
Un marco de cierre que sea acordado al comienzo del proyecto podría facilitar de modo
importante estos problemas para el gobierno, las empresas y las comunidades locales; haría
más fácil mantener los beneficios sociales y económicos del desarrollo y evitar cargas a largo
plazo a la cuenta del capital natural.También podría eliminar algo del exceso de producción
y ayudar a estabilizar los precios de los productos básicos.
• Prevención de la contaminación – es más barato evitar los problemas que intentar arreglarlos
después. Si una empresa tiene la obligación de entregar el recinto en una condición
especificada al final del ciclo de la mina, creará sólidos incentivos para prevenir la
contaminación durante el ciclo de la mina.
• Cambio de expectativas – las empresas pueden disminuir el riesgo de las reglas del juego si
realizan cambios en la mitad al entrar en un acuerdo obligatorio al lograr los resultados
que necesitan. Esto hace que los costos sean más predecibles y puedan ser reconocidos en
los estados de situación.42
• Continuidad – las minas se venden y se compran, las empresas se fusionan o son adquiridas
y la administración cambia. El principal objetivo debe ser desarrollar un conocimiento con
respecto a cómo será el recinto al llegar al final de la actividad minera, en una forma que
sobreviva todos estos eventos y no dependa de las buenas intenciones de administradores
independientes que probablemente serán trasladados cuando se produzca el cierre.
• Seguridad financiera – debido a que muchas minas han cerrado como resultado de malas
condiciones de mercado, baja rentabilidad e incluso bancarrota, es necesario que exista
algún tipo de seguridad financiera para asegurar que los costos del cierre puedan ser
financiados. Para asegurar la disponibilidad de estos fondos para las actividades de cierre,
generalmente a la empresa se le exige que deposite una fianza o garantía.43
• Participación pública – se requiere alguna forma de un proceso de consulta pública que
permita el diálogo durante los temas de largo plazo y el uso final del recinto.
Costos de Poscierre
Algunas veces se producirán costos que deban pagarse después del cierre. Uno de muchos
ejemplos es el costo de operar una planta de tratamiento de aguas para disminuir el drenaje
de ácido, como se mencionó anteriormente. Pero las decisiones sobre proyectos mineros se
deben tomar con bastante anticipación con respecto a este punto, sobre un conocimiento
imperfecto y generalmente basado en probabilidades más que en resultados ampliamente
conocidos. Esto da tres alternativas a los encargados de tomar decisiones y al público, todas
las cuales son altamente desagradables por lo menos para algunos actores. En primer lugar,
podría haber una decisión de que los riesgos sean demasiado altos y simplemente no se
permita realizar la extracción de minerales. Segundo, podría existir la decisión de que los
riesgos sean aceptables y el proyecto tenga cabida. Si no se puede convencer a las empresas
para que paguen sus responsabilidades sin importar cuán a largo plazo resulten éstas, la
sociedad tendrá que asumirlas. Y tercero, el gobierno podría fijar una fianza o exigir una
condición de garantía lo suficientemente alta para hacer frente a los problemas futuros que se
han identificado.
Este último método de financiamiento ha resultado ser bastante eficaz en algunos países,
aunque ha fallado en otros. Certificar es una función del gobierno y es difícil saber cómo
proceder cuando un gobierno no desea asumir esa función. Muchos gobiernos del mundo en
desarrollo han elegido, por lo menos en este punto, no seguir esta ruta:
• Aun cuando las empresas multinacionales pueden dejar garantías, muchas empresas locales
no disponen de estos recursos y en muchos casos estas empresas locales de menor tamaño
dan más empleos que las de mayor escala.
• Una planificación de cierre eficaz requiere capacidades y habilidades considerables por
parte del gobierno y de las empresas, y esto en ocasiones no está disponible.
• Muchos países en desarrollo recientemente han emprendido análisis y revisiones acabadas
de legislaciones mineras con el fin de atraer la inversión extranjera; esto es considerado un
paso hacia atrás y una desventaja económica en la competencia con países que no tienen
dichas exigencias.
• La planificación eficaz requiere una flexibilidad considerable para desarrollar soluciones
apropiadas para los problemas específicos del recinto. Esto implica criterio por parte de los
funcionarios gubernamentales, lo cual se considera un desincentivo para la inversión y en
algunos lugares una posible fuente de corrupción.
Aunque el principio de pago por el contaminador requiere que la empresa pague los costos,
esto no significa necesariamente que la empresa debe, por sí sola, mantener el recinto a
perpetuidad. Quizá las mejores soluciones son aquellas en las que la empresa paga a una
institución local para que asuma la responsabilidad. Esto no implica que la empresa
necesariamente deba ser absuelta de toda responsabilidad si las cosas no se ocurren de
acuerdo al plan. En la actualidad están surgiendo empresas privadas que asumirán la
responsabilidad del mantenimiento del recinto a cambio de un honorario.
La responsabilidad básica del cierre de minas se encuentra en las empresas y los gobiernos
que las regulan. Sin embargo, esta responsabilidad también debería extenderse a las
instituciones financieras. Ni los inversores privados ni los organismos multilaterales de crédito
han prestado la suficiente atención a este tema, quizás en parte debido a que el cierre no se
producirá hasta un buen tiempo después de que se hayan pagado los préstamos.
Además, existe un rol para que los profesionales de la contabilidad mejoren el manejo de
estos temas. Debería haber una revisión del tratamiento de la parte contable y de los
impuestos permitidos para los costos de cierre para así garantizar que, cuando el balance
negativo que arrojan las repercusiones de enfoques apropiados para el cierre o las
consecuencias difíciles sean un desincentivo para la mejor práctica, estos problemas sean
igualmente identificados y abordados.
Legados de la Minería
Los problemas ambientales de las actuales y futuras operaciones mineras son lo
suficientemente desalentadores. Pero en muchas maneras mucho más problemáticos son
algunos de los continuos efectos de la extracción y fundición que han tenido lugar a través
de las últimas décadas, siglos e incluso milenios. Estos recintos han comprobado que algunos
impactos pueden ser de largo plazo y que la sociedad aún está pagando el precio de los
recursos del capital natural que han sido agotados por las generaciones pasadas.
Obviamente, correspondería a la industria realizar esta tarea. Estos sitios hacen una eficiente
publicidad en contra de la industria. En algunos lugares son muy visibles y eficazmente
notorias. Un dólar empleado en reducir la cantidad de este tipo de propaganda podría ser
más eficaz que un dólar gastado en propaganda en favor de la imagen corporativa de una
empresa.
El problema es quién pagará los costos. La buena política económica sugiere que los costos
ambientales identificables sean internalizados con una condición principal: que todas las otras
empresas tengan que hacer lo mismo. Si una empresa no obedece la ley, se deben utilizar
sanciones para hacerla cumplir. En el otro extremo del área, el único prospecto para limpiar
un recinto minero histórico es hacerlo con fondos públicos.
Entre estos claros casos, existe una amplia diversidad de escenarios intermedios basados en la
cantidad de tiempo desde que fue abandonada la mina, si se cumplieron las leyes aplicables en
su momento, quién es el actual propietario del recinto y la sucesión de empresas que la
operaron. (Ver Tabla 10–1.) En algunos casos de litigios en Estados Unidos, tales como las
actas Smuggler Superfund, millones de dólares se han destinado para decidir si la empresa
actual es la sucesora de los intereses de una firma que operaba una mina hace varias décadas.
Puede ser difícil hacer que el que contamina pague incluso en el caso de operaciones
mineras recientes. En países industrializados y en desarrollo, a veces existen actitudes y valores
bastante diferentes con respecto a las responsabilidades del pasado por daño ambiental.
Esto hace surgir el tema de la fuente de los fondos públicos. Una opción es tomar el dinero
de fondos gubernamentales generales. Esto podría ser equitativo si la mayoría de los minerales
fueran usados dentro de los límites nacionales –y en el supuesto de que el uso de productos
minerales se distribuya aproximadamente de acuerdo al pago de impuestos. Por otro lado,
muchos países pobres incluyendo a aquellos con importantes legados adversos, no pueden
asumir esto.
Acciones Prioritarias
Es obvio que se sabe demasiado poco con respecto al legado ambiental de la minería o
cuánto costaría remediar los problemas. Pero esta incertidumbre no es excusa para no actuar.
Lo peores recintos ya han sido identificados: es bastante difícil perderlos de vista. Hay mucho
trabajo por hacer mientras se discuten los parámetros de los recintos menos obvios.
La primera prioridad global para las autoridades públicas debe ser identificar y registrar las
minas abandonadas y evaluar el riesgo que éstas constituyen. Dada la magnitud del problema
y la capacidad limitada de las oficinas públicas, se deberá establecer prioridades –el proceso
Escenario Responsabilidad
de registro, por ejemplo, debería ser fijado más allá de algún acuerdo con respecto al tamaño
de la mina.También deberían concentrar los recursos disponibles de inmediato en los
recintos más peligrosos, en los que la limpieza ofrecerá los mayores beneficios.
Manejo Ambiental
La evaluación de impacto ambiental ha probado ser Entre los años 1989 y 1993, el gobierno posterior al
una herramienta útil y se ha ampliado para incluir apartheid de Sudáfrica emprendió una evaluación de
temas sociales –a veces en el proceso de EIA, y otras impacto ambiental. La investigación fue dejada en
en un EIS aparte. En la actualidad existe un notable manos de más de 50 científicos además de otros
interés en asegurar que otros problemas, como por expertos y fue presentada en informes individuales que
ejemplo el potencial de propagación de VIH/SIDA o eran comentados por los diversos grupos de interés. A
del desarrollo económico local, sean incluidos en esta un Panel Revisor se le encargó utilizar esta información
evaluación. Una evaluación de impacto ambiental para determinar si la minería sería compatible con la
integrada debería incluir un análisis de todas las conservación de la naturaleza y el turismo. Como
variables pertinentes en un solo proyecto conjunto. resultado de este estricto ejercicio, se negó el permiso
(Ver Capítulo 9.) para actividades mineras y en 1999 el área fue
declarada Patrimonio Mundial. No todas las personas
Sistemas de Manejo Ambiental creen que ésta haya sido la decisión “correcta”, dada
Para obtener todos los beneficios que presenta una la actual situación económica de Sudáfrica.
EIA, ésta debería formar parte de un sistema de
Fuente: Porter (2000); King (2000)
manejo ambiental (SMA) que busque integrar
responsabilidades ambientales en las prácticas de
manejo diarias a través de cambios de la estructura, responsabilidades, procedimientos,
procesos y recursos de la organización. Un SMA proporciona a la empresa un método
estructurado de manejo y entrega a la autoridad reguladora la conciencia y el control con
respecto al desempeño de un proyecto que puede ser aplicado en todas las etapas del ciclo de
vida –desde la identificación de un yacimiento hasta el cierre de la mina. Las etapas de un
sistema de manejo ambiental son las siguientes:
• compromiso organizativo,
• política ambiental,
• evaluación de impacto socioeconómico,
• evaluación de impacto ambiental,
• consulta a la comunidad
• objetivos y metas,
• plan de manejo ambiental,
• manual ambiental y de documentación,
• procedimientos de emergencia y control operativo,
• capacitación,
• seguimiento de emisiones y desempeño,
• auditorías ambientales y de cumplimiento,
• revisiones.
desechos mineros en el mar, en especial la eliminación en alta mar. Se requiere una base de
información confiable y compartida para tomar las mejores decisiones.
• Eliminación en ríos – Un compromiso claro por parte de la industria y los gobiernos con
respecto a evitar esta práctica en cualquier proyecto futuro establecería un estándar que
comenzaría a penetrar en empresas de menor tamaño y en regiones remotas en donde esta
práctica aún es aceptada. Si esto se lleva a cabo en el contexto de un proceso protocolar u
otro, es más probable que la industria acepte esta idea si obtiene la confianza de que las
otras opciones serán consideradas por sus propios méritos.
• Consulta – Antes que se acepte una propuesta minera, todas las partes involucradas –en
especial la comunidad local– deben ser consultadas sobre el proyecto de desarrollo
propuesto. (Ver Capítulo 9.)
• Capacidad – Gobiernos, compañías de seguros, comunidades, empresas y otros actores
deben disponer de una fuente de consejo y conocimientos técnicos especializados para
asegurar que puedan desarrollar su capacidad para lograr la mejor práctica.
• Seguimiento – Industria, gobierno y otros grupos de interés deberían definir el mejor
método para realizar el seguimiento ambiental y socioeconómico y para incorporar los
resultados al manejo de impactos ambientales y socioeconómicos.
• Legislación – Industria, gobierno y otros grupos de interés, quizás bajo el auspicio del
PNUMA, deberían elaborar pautas de las mejores prácticas para todos los aspectos de
problemas ambientales y sociales. Estas pautas deberían incluir, aunque no limitarse, cierre
de minas en el contexto del desarrollo sustentable, drenaje de ácido, manejo de relaves,
evaluación de riesgos y planificación de emergencias.
• Instituciones Financieras – Todas las instituciones financieras, incluyendo organismos de
crédito y bancos multilaterales deberían fomentar el tratamiento con más rigor del tema
relativo al cierre de minas en las propuestas mineras. Esto debería incluir un plan de cierre
bien diseñado que identifique los recursos que van a ser necesarios y un sistema de
revisión independiente.
• Recintos abandonados – La industria debería trabajar en conjunto con las organizaciones
internacionales y donantes bilaterales para elaborar un inventario de minas abandonadas e
identificar los recintos que requieren acción prioritaria.
• Mecanismo de financiamiento – Se debe implementar un mecanismo de financiamiento para
costear programas de rehabilitación de recintos abandonados. Mecanismos alternativos de
financiamiento se discuten en el Capítulo 16.
La información científica actual señala que las actividades humanas han modificado el clima
global más de lo que puede tener relación con las fluctuaciones generadas por los ciclos
naturales. La firma en 1992 del Marco del Convenio sobre Cambio Climático constituyó un
punto de viraje en la conciencia pública e intergubernamental con respecto a esta
posibilidad. Desde entonces, crecientes evidencias científicas muestran que una causa básica
del cambio climático global son las emisiones de gas originadas por la quema de combustible
fósil y otras fuentes, como por ejemplo la liberación de gas metano por parte de la
agricultura y la producción de petróleo y gas.51 Es ampliamente reconocido que los países en
desarrollo tendrán la menor capacidad de adaptarse a un cambio climático.
Las responsabilidades de estos problemas son compartidas entre los sectores público y
privado. Los gobiernos, la industria y opinión pública de los países más industrializados
tienen un papel fundamental tanto para contribuir al uso global de energía como para
elaborar políticas que permitan abordar los problemas que se produzcan. Actualmente,
algunas empresas de la industria del petróleo y del gas (tales como BP y Royal Dutch Shell)
están abordando este problema y han obtenido los beneficios financieros de establecer
proactivamente programas de reducción del efecto invernadero.
Existen varias razones por las cuales el sector de los minerales se encuentra especialmente
involucrado en los aspectos de un potencial cambio ambiental global que se relacionan con
el uso de energía:
En la Figura 10–3 se ilustran algunas de las variaciones existentes entre los países con
respecto a la importancia del consumo de electricidad en distintos sectores de la industria de
los minerales. El consumo total de electricidad en minería y extracción de los países de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (104.000 gigawatts por hora)
es comparable a la del ferrocarril (89.000 gigawatts por hora).53 La electricidad es, por
supuesto, sólo una de las muchas formas de energía utilizada en estas industrias. En conjunto,
las cinco divisiones de la industria de los minerales utilizaron 11,3 millones de toneladas de
combustible diesel en 1998, lo cual es solamente el 4% del total utilizado en transporte de
carreteras (286 millones de toneladas).
Durante el siglo XX, el sector logró inmensos adelantos en eficacia de la energía mediante la
innovación tecnológica. Durante los últimos 50 años, por ejemplo, la cantidad de energía
necesaria para producir 1 tonelada de aluminio primario ha bajado en un 40%.56 Los motores
y bombas utilizados para la extracción de minerales se han vuelto más eficaces. Sin embargo,
el objetivo no es sólo aumentar la eficacia con la que se usa la energía de cualquier fuente.
Una prioridad decisiva es reducir la liberación directa e indirecta de gases del efecto
invernadero. Las opciones de mitigación varían entre los distintos sectores de la industria. En
el caso del aluminio, el hierro y el acero existe un diverso grupo de fuentes de emisiones,
que incluyen tanto de generación de energía y de proceso. La seguridad del suministro es un
asunto fundamental para considerar la selección de las fuentes de energía.
Figura 10–3. Porcentaje de Consumo Total de Electricidad Utilizado en la Industria de la Minería y los
Minerales, Países Seleccionados y la Unión Europea, 1998
Fuente: IEA (2001a) e IEA (2001b)
% total del 35
consumo
final 30
25
20
15
10
0 * * *
Australia Japón RP China India Sudáfrica Brasil Chile Estados Canadá Unión
Unidos Europea
Tabla 10–2. Cifras Estimadas de Costos de Energía como Porcentaje de los Costos Operativos
Totales, Operaciones Seleccionadas de Extracción de Minerales (basadas en información de
precios de Estados Unidos durante 1999)
El futuro papel de la tecnología para reducir las emisiones en la actividad de los minerales es
discutido en el capítulo 6. Sin embargo, existe un gran número de alternativas para aumentar
la eficacia de los actuales procesos de producción. Estas varían desde actualizaciones
relativamente sencillas de equipamiento minero portátil (ver Cuadro 10–10) hasta aquellas
que dependen en gran medida de importantes inversiones de capital a largo plazo y de
cambios políticos que afectan a la industria (ver Cuadro 10–11).
muchos países en desarrollo no estarán sujetas a límites para la próxima década o incluso por
más tiempo.
En lo que respecta a la extracción de minerales metálicos, uno de los mayores desafíos para la
eficacia de la energía es hacer frente a la disminución de la ley de tales minerales. Leyes más
bajas inevitablemente requieren que se movilice mayores cantidades de material por unidad
de producción. En este contexto, es importante reconocer que la cantidad de metal en
materiales reciclables a menudo es mayor que en los yacimientos que son explotados en la
actualidad. Desafíos claves para avanzar en el reciclaje de productos minerales básicos se
discuten en el Capítulo 11. Una vez que ha sido recolectada y clasificada, la producción de
metales de chatarra por lo general requiere un porcentaje de la energía utilizada en la
producción de fuentes primarias.
Blue Circle Aggregates Lithonia Quarry de Georgia, Estados Unidos, produce anualmente 1 millón
de toneladas de agregados y fabrica arena para el sector de la construcción y para construcción
de carreteras. Basada en una evaluación dirigida por el Instituto de Tecnología de Georgia, la
cantera implementó una serie de actualizaciones de sistemas de motores, lo cual redujo el uso de
energía de 4 millones de kilowatts/hora en un 6,2% y disminuyó la demanda de electricidad de 500
kilowatts en 16%. Esto le significó a la empresa un ahorro de US$21.000 al año.
Los mayores ahorros de energía se produjeron reduciendo la capacidad de tres grandes bombas
de agua y cambiando la fuente de la cual sacaba agua. Una segunda modificación fue
simplemente bajar otra bomba a 25 metros. La inversión de esta particular actualización se
recuperó en sólo un año y medio. Una tercera innovación fue reemplazar cuatro motores con
versiones más eficientes una vez que habían llegado al fin de su vida útil. Se prevé que esto
tendrá un período de recuperación de la inversión de 2,4 años.
Fuente: Departamento de Energía de Estados Unidos (1999)
Aunque la producción de aluminio representa sólo el 0,5% del valor de producción en el sector
manufacturero, es una de las industrias de mayor consumo de energía de la India. En 1993, su
porcentaje de combustible utilizado fue de 2,6%. Los costos de energía de este sector son los
más altos de todos los sectores manufactureros de la India, los costos de producción comienzan
desde 35% hacia arriba. Se espera que la demanda de aluminio aumente a 1,06 millones de
toneladas durante los años 2006–2007. Con el fin de mantener la competitividad tanto en los
mercados internos como externos, se han comenzado a producir avances en la renovación
industrial y en el uso eficaz de energía, basados en los últimos descubrimientos tecnológicos. A
pesar de estos avances, un estudio detallado de la productividad de la industria del aluminio de la
India ha calculado que en algunas plantas productoras de alúmina se podría lograr un ahorro de
energía del orden del 20 y 40%. En la etapa de la fundición (conversión de alúmina a aluminio) las
posibilidades de ahorro de energía varían entre un 16 y un 30%. Las barreras para el uso eficaz de
energía tienen relación con el capital, falta de información sobre ahorros y beneficios de las
tecnologías necesarias y cambios políticos nacionales que afectan a la industria.
Fuente: Lawrence/Berkeley National Laboratory; Schumacher y Sathaye (1999) pág. 31
Sin embargo, en algunos casos una mayor eficacia en el uso de energía de algunos productos
puede generar el uso de mayores cantidades de un mineral básico. (Ver Capítulo 11.) Un
mayor énfasis en el uso de electricidad probablemente aumentará la demanda de cobre, ya
que los motores eléctricos más eficaces tienen una mayor cantidad de bobinado de cobre.58
La eficacia en el uso de energía puede ser aumentada mediante el uso y aplicación de metales
–tales como el uso de zinc para aumentar la durabilidad del acero al protegerlo de la
corrosión y la mejor eficacia en el uso de energía de equipamiento eléctrico aumentando
masa o volumen.
Existen muchos otros casos preocupantes. Entre éstos se encuentra el arsénico como un
derivado de la producción de cobre en algunas partes del mundo, y los efectos del mercurio
en los mineros artesanales. (Ver Capítulo 13.) Las preocupaciones, por supuesto, no sólo se
limitan a los recintos de producción de minerales. Otro ejemplo es el uso de plomo en la
gasolina y la pintura (ahora prohibido en varios países), produce concentraciones de este
metal en la sangre que exceden las normas de salud. La contaminación de mercurio
provocada por la descarga de una fábrica de químicos en Minamata, Japón, generó un
cambio de la opinión pública con respecto a este elemento. Procesos de elaboración, reciclaje
y eliminación de desechos pueden ser del mismo modo muy discutidos debido a la
contaminación que pueden causar. Esto incluye exposición ocupacional, como por ejemplo
las enfermedades respiratorias que afectan a los trabajadores que participan en el
procesamiento del berilio y en la producción de los diversos químicos que componen este
elemento.60
En muchos casos, la detección real de los efectos tóxicos puede no ser relevante; es la
presencia de un metal o un metaloide por sobre el límite saludable para seres humanos o
ecosistemas, lo que provoca alarma o es utilizado para producir alarma. Como sucede con
todos los peligros químicos, demostrar el daño real más allá de cualquier duda razonable y
fijar los límites es una enorme tarea totalmente independiente. El manejo de los metales en el
medio ambiente debe incluir hacer frente a la incertidumbre científica y tomar decisiones
sobre niveles de precaución apropiados. Este no sólo es campo de científicos y políticos. La
percepción de los beneficios de utilizar un metal, los méritos de materiales alternativos y la
probabilidad de mal manejo son determinantes fundamentales de la posibilidad de daño.
También afectan la voluntad de actuar frente al mismo.
Estos y muchos otros esfuerzos nacionales han ayudado a reducir algunas de las emisiones
más dañinas. Por ejemplo, la dispersión de arsénico ha bajado significativamente durante las
últimas dos décadas. En 1983, aproximadamente entre 10.000 y 15.000 toneladas de arsénico
eran derramadas en Europa, Estados Unidos, Canadá y la Unión Soviética.65 Pero a mediados
de la década de 1990 el total había caído casi en 3.500 toneladas en todo el mundo.66
Sin embargo, estos logros no han sido compartidos de modo parejo. Aunque muchas personas
de países industrializados se benefician del menor riesgo de exposición, aún existen graves
problemas en muchos países en desarrollo. Estos problemas frecuentemente están relacionados
con los legados de recintos mineros contaminados, como sucede, por ejemplo, en Sudáfrica.67
El drenaje de ácido y la generación de desechos mineros, tratados ampliamente en este
capítulo, son razones por las cuales algunos de estos problemas continúan. El traslado de
materiales también constituye graves riesgos, como se ha demostrado con el derrame de
mercurio en la ruta hacia la mina Yanacocha en el Perú.68 Los vertederos que contienen
baterías y equipos eléctricos continúan afectando las capas acuíferas de todo el mundo.
Aunque existe un papel continuo para sanciones e incentivos para reducir las emisiones de
metal, están surgiendo estrategias adicionales para manejar más eficazmente el riesgo de daño.
La más reciente es el creciente interés en políticas públicas orientadas a productos, en especial
en Europa; la utilidad y éxito en general de una política de este tipo serán evaluados con el
paso del tiempo. Una ventaja de esta política es que toma en cuenta toda la cadena de
abastecimiento, desde la extracción, procesamiento, uso hasta (si fuera necesaria) la
eliminación. Este enfoque “de-principio-a-fin”, también llamado análisis de ciclo de vida es
tratado posteriormente en el Capítulo 11.
Existe una clara presión sobre los usos dispersivos de metales, en concreto, usos que colocan
estos metales en el medio ambiente en formas que impiden su recuperación o reciclaje. Hay
muchos ejemplos de usos dispersivos que han desaparecido o se encuentran en proceso de
desaparecer: plomo en gasolina y pintura, arsénico y cadmio en fungicidas, cadmio en
tinturas. Estas presiones provienen de dos fuentes. En primer lugar existe la preocupación
ambiental de que su presencia en la biosfera tenga efectos negativos en la salud humana, en
plantas o animales. Y en segundo lugar, existe cada vez mayor demanda de supervisión de los
metales en uso por razones de recuperación del recurso. Atrapados entre estas dos demandas,
los usos dispersivos que restan serán cada vez más cuestionados.
Este enfoque no se debería aplicar a todos los metales y metaloides sin consideraciones más
amplias. Muchos elementos que son potencialmente tóxicos en altas concentraciones también
son nutrientes fundamentales; eliminarlos completamente del medio ambiente implicaría el
uso de suplementos para reemplazarlos. Esto se puede ejemplificar mediante la creciente
conciencia de los peligros de la carencia de zinc.69 El enfoque aplicado con demasiada
frecuencia con contaminantes orgánicos sintéticos y que consiste, por ejemplo, en reconocer
un límite inferior a los efectos causados a la salud humana y asumir que ‘mientras menos
mejor’ en lo que respecta a concentraciones en el medio ambiente, no es apropiado para
algunos elementos que se encuentran en todo el planeta y que son necesarios para muchas
formas de vida.
El Convenio sobre Diversidad Biológica de las Naciones Unidas es un instrumento clave del
programa global para el desarrollo sustentable. Esta iniciativa representa un intento conjunto
para dotar a la biodiversidad de un marco legal obligatorio basado en un consenso internacional.
Actualmente ratificado por 180 países, este convenio proporciona al sector de los minerales una
base política apropiada para participar en asociaciones y diálogos constructivos con la
comunidad de la biodiversidad.
El CDB traduce estos objetivos en una serie de artículos que contienen disposiciones sustantivas
sobre conservación de la biodiversidad in situ y ex situ; disposición de incentivos para la
conservación y el uso sustentable de la biodiversidad; investigación y capacitación; conciencia y
educación públicas; evaluación de impactos de proyectos en la biodiversidad y minimización de
impactos adversos sobre la biodiversidad; regulación de acceso a recursos genéticos; acceso y
transferencia de tecnología y disposición de recursos financieros. La mayoría de estas
disposiciones también son aplicables a un recinto minero, a un programa de trabajo de un
ministerio de gobierno o en el ámbito internacional. De este modo, el CDB proporciona a los
gobiernos, ONG y al sector privado un marco conceptual más útil.
Otra legislación pertinente de nivel nacional, regional o internacional que se requiere considerar
incluye el Convenio RAMSAR sobre Humedales de Importancia Internacional y el Convenio sobre
el Patrimonio Mundial.
Fuente: Convenio sobre Diversidad Biológica (1992). Para la definición de biodiversidad, ver artículo 2 del Convenio. Ver también Secretaría
de Convenio sobre Diversidad Biológica (2001).
Sin embargo, las invasiones a áreas protegidas han provocado muchos debates polémicos con
respecto al acceso y propiedad de tierras (ver Capítulo 7) y sobre los que se considera ‘lo
mejor’ para la conservación de la biodiversidad. Se ha fomentado la conservación de la
comunidad como un enfoque alternativo –y complementario– sobre las tierras ubicadas fuera
o cerca de áreas protegidas. Pero existen muchas cuestiones políticas e institucionales que
limitan una adopción más amplia de este enfoque. En el lado más tecnológico, está la
conservación ex situ, que se centra en recolectar y almacenar especímenes en bancos de
genes, zoológicos o jardines botánicos. Es mucho lo que el sector de la minería podría hacer
para apoyar más estas iniciativas, en conjunto con otros sectores, aparte de mitigar su impacto
directo sobre la biodiversidad dondequiera que se encuentre.
Aunque estos ejercicios para definir prioridades son una útil aproximación preliminar, no
siempre coinciden en el espacio y utilizan distintos representantes para la biodiversidad, lo
que dificulta que personas que no son de esta área sepan a qué darle prioridad. Los
científicos no concuerdan con respecto a qué representantes adoptar, principalmente debido
a que la diversidad per se no puede en toda su complejidad ser cuantificada mediante ninguna
medida conocida y el conocimiento evoluciona constantemente. Dado que todos tienen
distintos intereses en la biodiversidad y en comprender este factor, el tema de si un
representante es el ‘correcto’ siempre es asunto de un abierto debate. Por ejemplo, aspectos de
la biodiversidad que son de un valor sustantivo para un grupo, pueden ser de poco o ningún
significado para otros: el punto de vista de un cazador o recolector sobre garantía de
Los ejercicios de mapeo global también han demostrado ser una solución demasiado amplia
para ser utilizada en la planificación u ordenamiento territorial local. Al mismo tiempo, la
valiosa información disponible al nivel específico del recinto con frecuencia no ha sido
catalogada sistemáticamente o revisada por otros colegas y por lo tanto los encargados de
tomar decisiones no tienen acceso a dicha información. Mecanismos innovadores, tales como
el uso de Internet, son necesarios para que estos datos sean revisados por otros colegas y para
asegurar que esta información permanezca en la memoria de la institución anfitriona,
teniendo en cuenta especialmente la rápida disminución de la disponibilidad de recursos para
actividades de estudios sistemáticos y etnobiológicos.
Los avances en la presentación de un punto de vista más actualizado y más coherente con
respecto a prioridad en áreas de conservación de biodiversidad y metodologías para su
identificación y evaluación también se han visto seriamente obstaculizados por una creciente
baja en la inversión del sector público en varias investigaciones vinculadas, particularmente
en sistemática y taxonomía (identificación y enumeración de las distintas especies). Sólo 1,7
millones de especies han sido identificadas de un total posible de 20 a 100 millones.76 El
conocimiento taxonómico especializado existente también se ha desviado hacia grupos
determinados, como por ejemplo mamíferos más que hacia invertebrados o hacia el reino
vegetal. Las relaciones entre la clasificación indígena y la Occidental y mecanismos de
evaluación también son débiles.Tanto los gobiernos de países industrializados como de países
en desarrollo han perdido el interés en estas actividades y en ocasiones se muestran
abiertamente escépticos con respecto a su importancia. Quizá existe alguna causa para este
escepticismo –en particular en el contexto del país en desarrollo en el que existen otras
grandes demandas sobre recursos que ya son escasos– pero también puede tener su origen en
un respaldo público previo inapropiado para esta disciplina.
Un interesante ejemplo de dicho apoyo industrial a la ciencia lo constituye una serie de estudios
financiados por PT Freeport Indonesia (sucursal de Freeport-McMoran Copper and Gold Inc. y
Rio Tinto plc) durante la década de 1990 en el área de operación de la empresa, cercana al
Parque Nacional Lorenz de Indonesia. La operación de esta mina –altamente polémica por varios
motivos– ha logrado realizar una importante contribución internacional para aumentar el
conocimiento de la flora de Nueva Guinea mediante la recolección de materiales de especies
muy poco conocidas y de otras desconocidas para la ciencia. En la actualidad, aproximadamente
5.600 colecciones de plantas constituyen los pilares de una base de datos de 9.500 colecciones.
Se han publicado ocho artículos en los que se describen nuevas especies, y el total estimado de
especies de la región alcanza los 8.400, con 500 ó más que se presentan a más de 3.000 metros.
De las especies estimadas del área, probablemente menos del 40% se encuentran en las
colecciones de Kew Garden, en Inglaterra.
Nada de esta información podría haber sido obtenida sin la ayuda de PT Freeport Indonesia. De
hecho, muchos sostendrán que este aporte por sí solo no puede compensar los impactos
sociales y ambientales provocados por la mina. De hecho las compensaciones han sido enormes
y los beneficios de la información biológica generada son pequeños a la hora de comparar. Aun
así, existen algunas oportunidades que, en circunstancias aparentemente adversas, podrían
generar beneficios colaterales para la ciencia si se tratan apropiadamente.
Fuente: Dr. Robert Johns, Herbarium, Royal Botanics Gardens, Kew
las personas con respecto a los efectos de estos cambios también puede variar. Los
representantes seleccionados más comúnmente son especies raras, endémicas o amenazadas, o
áreas protegidas, y existen buenas razones por las cuales fueron escogidas. Pero en ningún
caso existe un representante para toda la diversidad biológica. Realizar evaluaciones de
impacto en biodiversidad y sacar conclusiones sobre sus repercusiones, ayuda a establecer con
claridad cuál representante fue elegido y por qué.También se requiere un análisis completo
con respecto a si la ‘nueva’ combinación es mejor, peor, igual y a quién afectan estas
repercusiones.
Por lo general, los mayores riesgos para la biodiversidad se producen cuando iniciativas
mineras ingresan a áreas relativamente remotas e inalteradas. El sólo hecho de construir
caminos de acceso con propósitos de exploración acarrea grandes riesgos para la
biodiversidad –ya que las mayores expectativas de posibles beneficios a gran escala a menudo
provocan una rápida inmigración. La pérdida de biodiversidad a gran escala se produce
debido a que los colonizadores deben limpiar la tierra para establecerse, cultivar y tomar
especies salvajes con valor económico para complementar sus ingresos o para alimentarse.
(Ver Cuadro 10–14.) A veces nuevas personas y nuevas actividades en un área también
pueden traer plagas y enfermedades foráneas que tienen grandes efectos dañinos. Cabe
desatacar que esto puede ser más grave antes de que la empresa comience y antes de que
alguna empresa minera llegue al lugar y las actividades frecuentemente escapan a todo
control y regulación. En casos en que la mina no logra ser explotada, estas actividades con
frecuencia continúan, debido a que existen pocas fuentes de subsistencia alternativas a las
cuales recurrir.
Hasta hace un tiempo relativamente corto, pocas personas habían escuchado hablar sobre el
mineral columbita–tantalita o “coltan”, el cual contiene los metales raros tantalio y niobio
utilizados ampliamente en la elaboración de condensadores para artefactos eléctricos. (Ver
Capítulo 11.) Entre los años 1977 y 2000, el precio del coltan subió de US$100 hasta US$800 por
kilo. Importantes depósitos de este mineral se encuentran en el este de la República Democrática
del Congo, donde es fácil extraerlo de piques poco profundos utilizando palas y picotas.
El resultado ha sido una versión moderna de la ‘fiebre del oro’ en esta región. Esto ha
desencadenado una drástica disminución de la fauna silvestre, en especial del gorila de Grauer,
que ha sido cazado para ser comercializado y para fines de alimentación. Pruebas recientes
indican que durante los últimos cinco años la población de este gorila disminuyó en un 80–90% y
es probable que pronto sea clasificado como especie en peligro de extinción.
el acceso a especies de las cuales depende la comunidad, como por ejemplo tortugas, setas,
plantas medicinales, etc. Las extinciones locales pueden ser causadas por cualquier actividad
sectorial, pero existe un grupo de plantas que probablemente se extinguirá como resultado
de la actividad minera. Estas plantas –metalofitos– crecen en áreas en que los suelos están
muy cargados con metales y a menudo son de distribución muy restringida; es normal que
crezcan en los depósitos minerales o en sus alrededores; por esto las actividades mineras
pueden arrasarlas fácilmente, lo que provoca la pérdida de un recurso potencialmente valioso.
Por lo general, se considera a las minas abandonadas como una responsabilidad, ya que a
menudo constituyen una importante fuente de contaminación. Sin embargo, a menudo
ofrecen interesantes fenómenos de biodiversidad. Si una antigua área minera y los relaves
cercanos son recolonizados naturalmente por la vegetación, el legado no deseado puede
transformarse en una base única de recursos de material genético y comportamiento vegetal
y animal. El estudio de estos organismos y su comportamiento de colonización y evolución
observables en antiguos recintos mineros puede mejorar las estrategias de cierre y
rehabilitación. Su clasificación y conservación es una prioridad. Esto no sólo se logra antes de
la actividad minera, sino también a lo largo de la vida de la mina, ya que estas plantas y
animales han revelado una notable capacidad de adaptación a ambientes metálicos cambiantes.
Otros se han encargado de impulsar la flora y fauna como parte del proceso de rehabilitación
de recintos mineros.82 En este caso, la mejor práctica por lo general es introducir especies
nativas que sean capaces de sobrevivir en aquel ambiente. Experiencia s bien intencionadas
de reforestar recintos afectados por la minería han sido fuente de introducción de especies
exóticas que han causado muchos efectos dañinos sobre la vegetación nativa y el ecosistema.
En algunos casos, sin embargo, las comunidades locales han consultado a las empresas para
reforestar con especies no nativas que podrían generar mejores beneficios para los medios de
subsistencia, como por ejemplo pinos para combustible y madera para construcción. Incluso
donde una especie es solicitada por las comunidades locales, se deben realizar detalladas
evaluaciones para comprender y evitar otros posibles efectos negativos.
También existe una cantidad de interesantes ejemplos de nuevos usos descubiertos para una
mina abandonada que han mejorado la biodiversidad y los medios de subsistencia locales de
manera considerable. Entre estos ejemplos se incluyen la mina BHP Billiton en el Cabo de
Sudáfrica, donde la empresa ha respaldado la apertura del parque West Coast Fossil que
cuenta con fósiles y vida silvestre para atraer a los turistas.83 En Cornwall, Reino Unido, una
antigua cantera de caolín actualmente es el lugar del espectacular Proyecto Edén, que
contiene uno de los mayores invernaderos del mundo.84 Otros buenos ejemplos de cierre de
minas incluyen la rehabilitación de las minas de bauxita en Australia Occidental por Alcoa, la
cual debido a sus logros forma parte de la lista de los Nómina de Honor Global 500 del
PNUMA.85
Manejo de la Biodiversidad
Algunas de las mayores empresas mineras han comenzado a tomar medidas para abordar los
temas concernientes a la biodiversidad. Muchas han formulado políticas de biodiversidad;
algunas han continuado con acciones innovadoras dentro de las áreas de planificación, diseño
y manejo operativo. (Ver Cuadro 10–15.) El resultado de estas acciones de rehabilitación es
alentador, pero aún permanecen muy restringidas a unos pocos actores importantes e incluso
dentro de este grupo, algunos hacen mucho más que otros. Adoptar prácticas ‘amigables con
la biodiversidad’ sigue siendo un gran desafío, en especial para las pequeñas empresas y
actores periféricos. Esto se debe en parte a que los gobiernos, aunque quizás en el papel
estén comprometidos con la biodiversidad, han tenido dificultades para crear los incentivos y
aplicar las regulaciones necesarias que pudieran impulsar a todas las partes, desde el minero
independiente hasta la gran empresa y los demás sectores económicos, a conservar la
biodiversidad.
tienen la capacidad necesaria, aunque puedan haber ratificado el CDB y hayan elaborado un
Plan de Acción Nacional de Biodiversidad. La responsabilidad corresponde a las propias
empresas o a las organizaciones conservacionistas. Por lo tanto, es demasiado fácil para las
empresas y las organizaciones explotar este vacío e implementar las medidas que consideran
son las más apropiadas.
En algunos casos los gobiernos han introducido leyes y regulaciones apropiadas pero no han
exigido su cumplimiento, ya que no tienen la capacidad para hacerlo. A pesar de diversos
procesos de planificación de biodiversidad requeridos por el CDB, por lo general no existe la
información suficiente con respecto al estado de la biodiversidad en el suelo. Como resultado
de esto, los gobiernos encuentran difícil tomar decisiones informadas sobre las
compensaciones –sobre usos alternativos para el mismo suelo.
Desde 1986, Rio Tinto y su sucursal QIT Madagascar Minerals S.A. (QMM) han estado evaluando
el potencial de una mina de ilmenita (dióxido de titanio) de 50 a 60 años ubicada cerca de Forth
Dauphin al sudeste de Madagascar. El proyecto es posiblemente el más importante en la historia
industrial de la isla –una inversión de US$350 millones con US$20 millones de ingresos anuales
calculados para el Estado, incluyendo cánones mineros, de los cuales el 70% volverá a la región.
Además del posible compromiso de generar un 30% de empleo local, pareciera ser que el
proyecto generará algunos beneficios económicos a la región.
Sin embargo, el depósito mineral está ubicado en una zona cercana a fragmentos de un
ecosistema litoral único que contiene varias especies endémicas. En otros lugares, estos
bosques han sido en gran parte degradados o eliminados, por lo cual esta área ha llamado, si
bien parcialmente, la atención de los conservacionistas. Estos han planteado serias dudas con
respecto a la mina propuesta y demandaron una moratoria de dos años durante los cuales se
explorarían opciones alternativas de desarrollo, tales como el ecoturismo, aunque no se han
registrado avances en esta actividad.
QMM encargó a un equipo de especialistas que realizaran varios estudios sociales y ambientales
de base –quizás uno de los ejercicios más largos realizados en la industria minera. Esta
información fue resumida y presentada como evaluación de impacto ambiental y social (EIAS).
Sin embargo, algunos de los supuestos básicos del EIAS han sido cuestionados –como por
ejemplo, la velocidad en que se agotan los bosques. Conservación Internacional cree que
también se podría lograr una importante disminución de la reducción de los bosques en ausencia
de la mina. Sin embargo, el EIAS de hecho ha abarcado un área nueva al vincular tanto los
aspectos sociales como ambientales y abordar temas de biodiversidad de manera explícita.
El EIAS concluyó que los fragmentos del bosque ya se encuentran bajo la presión del carbón de
leña y materiales de construcción, y dadas las actuales tasas de agotamiento y sin ninguna
plantación o cultivo rápido de especies, el bosque restante sería destruido dentro de los
siguientes 20 a 40 años. Estos hechos e informaciones fueron decisivos para la argumentación a
favor de la minería –es decir, que los bosques desaparecerían de cualquier modo y la mina podría
reducir la dependencia local de los recursos forestales. QMM ha propuesto diversas actividades
que podrían ayudar a compensar impactos mayores, como por ejemplo la plantación o cultivo
rápido de especies para proporcionar una fuente alternativa sustentable de combustible y
madera para construcción. Se han realizado diversas pruebas con el fin de identificar las
especies más apropiadas, ya que existen distintas limitaciones ecológicas, como por ejemplo la
delgada y frágil capa superior del suelo, como también los desafíos concernientes al manejo de
estos bosques. QMM también intenta proteger casi 1.000 hectáreas de restos de bosque litoral en
tres o cuatro bloques de conservación, rehabilitar todos los humedales y casi 600 hectáreas de
bosque nativo y establecer procedimientos de seguimiento del bosque. Estos son pasos
alentadores, pero aunque es probable que las plantaciones compensen algunas demandas, es
poco probable que, dadas las intensas presiones, puedan compensarlas todas. Se necesitarán
plantaciones adicionales, en conjunto con esfuerzos gubernamentales para abordar las causas
básicas de la pérdida forestal y lograr un éxito más duradero y generalizado.
Algunos observadores siguen creyendo que simplemente no es una opción viable, de modo que
todo intento de mitigación sería inapropiado. Los planes sociales y ambientales son ambiciosos y
los factores adversos son grandes; si la mina continúa –actualmente se encuentra en su etapa de
estudio de factibilidad– no hay garantía de que puedan ser superados. QMM intenta invertir en un
Proceso de Planificación Regional, pero, como señala la experiencia obtenida en todas partes del
mundo, éstos procesos no siempre cumplen con las expectativas originales. Sin embargo, QMM
parece determinada a intentar y obtener resultados. Su importante inversión en las áreas social y
ambiental del proyecto parece ser el indicador de una genuina intención de implementar un
proyecto responsable y considerado. Si la mina continúa, debería proporcionar algunas lecciones
valiosas y, si los distintos programas son exitosos, quizás establecería algunos precedentes para
otras empresas.
Fuentes: QMM S.A. (2001); Porter et al. (2001); Nostromo Research (2001)
Pero también existen problemas de equilibrio de poder entre las administraciones. Debido a
que las industrias extractivas generan ganancias y empleo, las opiniones del Ministerio de
Minería que defienden la minería por lo general tienen más cabida que las de los otros
ministerios que defienden la protección de la biodiversidad. Para que esto cambie, se requiere
un incentivo más sólido para actuar sobre la biodiversidad, lo que a menudo significa recursos
financieros adicionales.
La debilidad de los gobiernos tiende a poner el peso del manejo de la biodiversidad en las
ONG y particularmente en las organizaciones internacionales de conservación. Aunque estas
instituciones pueden actuar como una línea de defensa para la biodiversidad, en realidad no
Este capítulo se ha centrado en una serie de áreas de prioridad ambiental para el sector de
los minerales. No son las únicas, pero se encuentran entre las más urgentes –y donde las
consecuencias son más graves. La industria aún no se encuentra en el momento de entregar
una contribución positiva neta al capital natural, cualquiera sea su contribución a otras
formas de capital. Sin embargo, existe un indudable avance hacia el reconocimiento de los
problemas ambientales y su manejo eficaz.
Por lo general, los gobiernos de países industrializados donde se desarrolla actividad minera
disponen de sofisticados sistemas reguladores que cubren la mayoría de las eventualidades o
pueden recurrir a un amplio conocimiento especializado local cuando es necesario. La
situación es bastante diferente en países en desarrollo, en los cuales pequeños y atestados
ministerios se ven obligados a tomar decisiones rápidas sobre la base de información o
conocimiento técnico relativamente escasos. Para llenar esta brecha, MMSD propone
establecer un Mecanismo de Apoyo al Desarrollo Sustentable que provea, a pedido, apoyo
técnico a gobiernos, compañías de seguros, instituciones financieras o empresas, para ayudarlas
a desarrollar su capacidad y para asegurar que existe un sistema de inspección externa viable
y significativo, con los recursos para financiarlo. Este mecanismo puede ser utilizado como
fuente de información y asesoría en temas tales como:
• integrar a la comunidad local y a la sociedad civil en la toma de decisiones,
• desarrollar criterios técnicos detallados para EIA y estudios de apoyo,
• revisar y aprobar diseños de instalaciones para depósito de relaves,
• inspeccionar dichas instalaciones de relaves,
• predecir y controlar el drenaje de ácido,
• desarrollar estándares y procedimientos de planificación de cierre de minas,
• evaluar riesgos y respuestas de emergencia,
• desarrollar técnicas para estudiar minas abandonadas y establecer prioridades de
rehabilitación, y
• elaborar planes de rehabilitación de recintos mineros abandonados.
Los detalles con respecto al Mecanismo de Apoyo al Desarrollo Sustentable pueden ser vistos
en el Capítulo 14.
se puede realizar una exploración de manera eficaz debería ser de interés para los fondos de
financiamiento de la investigación. Quizá las asociaciones industriales de los países
importantes para la exploración podrían asumir el liderazgo en establecer un modesto
proyecto de investigación para comprender mejor algunos de los estudios de caso más
conocidos.
Notas
1
PNUD/PNUMA/Banco Mundial/WRI (2000) pág. 389.
2
Pearce et al. (1994).
3
Centro de Estudios y Proyectos SRL y Netherlands Embassy (1999).
4
Ver http://www.cyanidecode.org.
5
Ashton et al. (2001).
6
Todo este material se encuentra reunido en Van Zyl et al. (2002), en el cual se trata muchos de estos temas de
manera más detallada de lo que el espacio permite en este informe.
7
Phelps (2000).
8
Van Zyl et al. (2002).
9
Mokopanele (2001).
10
Cale (1997).
11
Mitchell (2000).
12
Ashton et al. (2001).
13
Mitchell (2000).
14
Ashton et al. (2001).
15
Ver por ejemplo Ashton et al. (2001) pág. 308.
16
Mitchell (2000).
17
Sitio web de Colorado School of Mines, http://www.mines.edu/fs_home/jhoran/ch126/amd.htm.
18
Detalles con respecto a estas iniciativas se pueden encontrar en Van Zyl et al. (2002), en
http://mend2000.nrcan.gc.ca, y en http://www.inap.com.au
19
PNUMA (1996).
20
Martin et al. (2001); ver también Mining Association of Canada (1998).
21
PNUMA (2000).
22
ICOLD (2001).
23
Richards (2000).
24
Ibid.
25
Castillo (1998).
26
En 1972, en la ciudad de Buffalo Creek, Virginia del Oeste, Estados Unidos, 125 personas perdieron la vida en
la falla de un depósito de desecho de carbón. Visitar el sitio Web de Antenna en
http://www.antenna.nl/wise/uranium/mdaf.html.
27
Martin et al. (2001).
28
Ibid.
29
ICOLD (2001).
30
Martin et al. (2001).
31
Ellis et al. (1995).
32
NSR Consultants (2001) Cuadro Panorámico de Ubicación de Relaves en Alta Mar por BHP Minerals.
33
Información obtenida en el sitio Web de Newmont en
http://www.newmont-indonesiaoperations.com/html/environmental_issues_nmr.html.
34
Información obtenida en http://www.jatam.org/std/inggris/english.html.
35
Ellis y Robertson (1999).
36
Grassle (1991).
37
Van Zyl et al. (2001).
38
Sassoon (2000) págs. 108–09.
39
Castilla (1983).
40
Ricks (1994).
41
La mina Summitville cerró en menos de una semana. La empresa se declaró en bancarrota (dejando impaga una
gran cuenta de impuestos), despidió a los trabajadores y detuvo el importante mantenimiento ambiental de la
mina.
42
Danielson y Nixon (2000).
43
Miller (1998).
44
UNEP/Standard Bank (2002) pág. 46.
45
Lyon et al. (1993).
46
Sol et al. (1999).
47
Ver por ejemplo, Ashton et al. (2001).
48
Bob Fox, de EPA Montana de Estados Unidos, comunicación personal, enero de 2002.
49
Mineral Policy Center (1993).
50
PNUMA (2001).
51
Houghton et al. (2001).
52
Lovins et al. (2002).
53
IEA (2001).
54
De acuerdo a la Comisión Mundial de Represas (2000), emisiones de gases de efecto invernadero importantes
también pueden originarse en depósitos relacionados con plantas hidroeléctricas.
55
ICF (2000) pág. 78.
56
Ibid.
57
Lovins et al. (2002).
58
Ibid.
59
International Programme on Chemical Safety (1992).
60
International Programme on Chemical Safety (1990).
61
Thornton (1995) pág. 103.
62
Lacerda y Salomons (1998).
63
Roulet et al. (1999)
64
Nriagu (1996).
65
Nriagu y Pacyna (1988).
66
Pacyna y Pacyna (2001).
67
MMSD Sur de África (2001).
68
Compliance Advisor Ombudsman (2000) pág. 57.
69
Ver http://www.zinc-health.org o http://www.izincg.ucdavis.edu.
70
Convenio sobre Diversidad Biológica (1992).
71
Koziell (2001).
72
IIED (1994).
73
Un reciente ejercicio cartográfico realizado por Conservación Internacional indicó que las áreas donde la
minería y la exploración estaban activas y donde el potencial mineral era mayor muestran un alto grado de
coincidencia con aquellas áreas en que el “valor” de la biodiversidad, o como quiera que sea definido, es
considerado el más alto.
74
Los puntos conflictivos son áreas que se caracterizan tanto por altos niveles de endemismo como altos niveles de
riesgo; ver Myers et al. (2000). Las áreas de aves endémicas contienen dos especies de aves que tienen un margen
de crianza menor a 50.000 kilómetros cuadrados; ver ICBP (1992). Las regiones ecológicas son grandes unidades
de tierra o agua con un clima propio, y características ecológicas y comunidades vegetales y animales específicas.
Se cree que son las áreas más ricas, más raras y en mayor peligro; debido a esto, son áreas de preocupación
conservacionista; ver http://nationalgeographic.com/wildworld (iniciativa de WWF llamada Global 200).
75
Vermuelen and Koziell (en prensa).
76
May (1998).
77
Leigh y Briggs (1992).
78
IUCN (2002).
79
Rosenfeld Sweeting y Clarke (2000); IUCN y WWF (1999); Lloyd et al. (en prep.); Minerals Policy Center
(1997). Ver también Cooke (1999).
80
IUCN, Centro para el Patrimonio Mundial de la UNESCO, ICME (2001).
81
Ver http://ceres.ca.gov/biodiv/newsletter/v2n4/mining_company_reclaims_biodiversity.html.
82
Jenkin (2000).
83
Ver http://www.billiton.com/newsite/html/annual/98/HSEPolicy.htm y
http://www.indabadailynews.co.za/tuesday/article04.html.
84
Ver http://www.edenproject.com/.
85
Ver http://www.alcoa.com.au/environment/miner.shtml.
86
La Asociación Internacional de Evaluación de Impactos ha desarrollado un Marco Conceptual y de
Procedimiento para la Integración de Consideraciones de Diversidad Biológica dentro de los Sistemas Nacionales
de Evaluación de Impactos.
87
Ver resultados del taller realizado en Gland: Unión Mundial para la Naturaleza, Centro para el Patrimonio
Mundial de la UNESCO y Consejo Internacional sobre Metales y Medio Ambiente (2000).
88
Ver las minutas en el CD-ROM adjunto en este informe.