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EL PAPEL EN EL AULA UN AMBIENTE SANO PARA TODOS EN TIEMPOS DE

PANDEMIA.
¿Pandemia? ¿Virus? ¿Virtualidad? Eran palabras que retumbaban en mi cabeza en aquel
momento, las noticias no paraban de especular sobre lo que pasaba en el mundo, todo me olía
a tragedia y sentí pánico como nunca.
Mi experiencia es una entre muchas. Todos vivimos en esos días, la incertidumbre de no
saber qué hacer ni qué priorizar, en mi caso particular quería tener a mis 2 hijos universitarios
junto a mí y a mi hija menor, quería abrigarlos y no permitir que nada les pasara. La palabra
pandemia y confinamiento aterraba. En ese momento les soy sincera, fui egoísta pues salió
mi corazón a reclamar lo que para él era lo más importante, quería ser solo madre. Quise por
un instante olvidarme de ser maestra y fue entonces cuando aquel mensaje de esa chiquita
de grado sexto1, de aquella estudiante muy callada del salón más ruidoso, poco participativa
reservada, invisible para muchos, pero que esta vez fue insistente y muy perseverante a la
espera de mi respuesta a través del whatsapp de su mamá y donde me preguntaba ¿y ahora
que va a pasar con el cuaderno de arte que estamos cosiendo profe? ¿Y qué hacemos con las
hojas de papel reutilizado? ¿Profe y la pulpa de papel que dejamos en la cueva? fue entonces
cuando volví a entender que mi misión en esta vida además de ser madre es ser maestra, esa
estudiante cambio de nuevo mi chip y puso en orden mis ideas ante mi crisis existencial que
por aquel momento me encontraba, quien iba a pensar que esa chiquita me aterrizaba en un
mundo real donde mi maestra o maestro era precisamente mi estudiante y aprendí de ella que
el temor es el principal aliado al fracaso, me encanta recibir sus apreciaciones pues ella dentro
de su inocencia no le teme al Covid 19 , no encontró limite en el confinamiento para seguir
mis instrucciones, para ella pandemia es una palabra más de nuestro vocablo , fue ella quien
me quito el temor a enfrentarme a los nuevos retos educativos a los que me veía muy
confundida, entonces entendí que el confinamiento o cuarentena me abría las puertas a otro
mundo, a un reto más en mi vida profesional.

Desde mis inicios laborales la cultura ambiental en mis estudiantes ha estado inmersa en mi
diario vivir “El papel en el aula un ambiente sano para todos” no es solo una frase, es un
estilo de vida que ha perdurado por más de quince años en cada estudiante y egresado de mi
institución y hoy el Covid 19 no cambiaría nuestro estilo de vida, al contrario lo arraigaría
aún más y de inmediato pensé, ahora si llego el momento donde cada integrante familiar
conocerá más a fondo que es eso de cultura 3R, ¿Qué es eso de reducir, reutilizar y reciclar?
Y manos a la obra, la profe papel se puso en marcha. Por primera vez me gusto pensar en
cuarentena, encontré una razón positiva y aliada a mi fin. Y como una receta para fabricar
una nueva existencia encontré mi principal herramienta, el famoso “whatsapp” ese no falla,
era suficiente en mi análisis estadístico improvisado, en cada familia encontraría un celular
o flecha como algunos lo llaman para que fuera mi voz, mis oídos y mis manos para llegar a
ellos, mis estudiantes. Fueron días duros pero mi gran semillero ambiental conformado por
líderes estudiantes de cada grado fue mi mano derecha en consolidarnos como grupos. Trece
grupos de whatsapp necesité para clasificar a mis estudiantes de grado sexto a once ¡está loca
la profe papel! Se rumoraba entre los corrillos, y arranco la acción, mientras mis colegas
usaban plataformas como Classroom, Teams, Meet o Zoom para conectarse, yo, la profe
papel del área de artística y educación física usaba solo whatsapp articulando los temas de
periodo con la experiencia significativa “el papel en aula una ambiente sano para todos” cuyo
protagonista es el papel extraído del corazón de un árbol cuya tierra hoy con duro golpe a la
humanidad reclama lo dejen en paz, semana a semana nos encontramos en nuestra aula virtual
no nos vemos a los ojos pero nos vemos con el corazón, cumplimos reglas que establecimos
en nuestro pacto de aula virtual, al principio mi trabajo 24/7 fue extenuante, pero ya somos
equipo y todos entendimos que hay que dar espacio para pausas y organizamos nuestros
tiempos, ahora es mi mejor inversión para cosechar en esta nueva etapa.
En la cueva como lo llaman mis estudiantes un pequeño rincón de mi institución no solo
reposa el papel que sale de nuestro salón y de nuestra casa listo para ser reutilizado y
reciclado, también estaba la ilusión de preparar el festival del arte del año 2020 donde
mostraríamos las obras elaboradas con lo que todos llamamos basura y donde muchos artistas
de la localidad admiran cada año.
No podía quedar estancada esa ilusión, María la chiquita de sexto1 llena de ilusión y
expectativa de eso que la Winni hace con papel todos los años, esa niña de sexto, mi posible
líder, posible presidenta del semillero ambiental por muchos años venideros de la
experiencia pedía a gritos continuar en casa y la profe la papel no podía fallar, fue así que
retomamos esas primeras clases del año donde la profe papel indico recoger los cuadernos y
hojas de papel para darle forma al mejor cuaderno de arte que podría tener, empezamos en
casa a pedir apoyo, padres, madres y hermanos para centímetro a centímetro coser cada 10
hojas e ir dando forma al cuerpo del cuaderno, mientras yo, la profe papel detrás del celular
daba instrucción no solo a mi pupilo estudiante si no a la familia completa con nerviosismo
de no ser tan bien recibida mi estudiante y familia disfrutaba de una integración familiar a
través de la manualidad usando cuanto papel reutilizable pudiéramos, tomaban fotos para
enviarme su evidencia de trabajo y poder recibir una aprobación de mi parte, si estaban
haciendo bien o no el trabajo, sus datos de internet en ocasiones no alcanzan entonces toca
llamar a la profe papel y explicar con palabras lo que sucede detrás de ese whatsapp. Yo
escucho con entusiasmo su odisea para poder manejar regla, lápiz hilo y además aguja y
entender que con pulpa de papel realizaremos la caratula y que el tema será la huilensidad,
para que mi tema de educación física quede plasmado en mi caratula de arte, con los más
grandecitos de otros grados jugaremos en familia, retomamos los juegos tradicionales y los
de mesa y en familia elaboramos nuestros parques, domino , yasss ,yoyo y hasta el trompo
eso si está prohibido comprar algún elemento importado del vecindario. Todo es reutilizado
desde la cocina hasta cada elemento que pueda funcionar y este en casa y los más grandes
llamados grados superiores hablaron del collage y también en familia elaboraron la mejor y
más significativa obra de arte con papel, semillas y elementos de casa los más atrevidos
elaboraron sus propios pigmentos a base de condimentos de cocina, vegetales y tintes
naturales. Del exterior de casa no necesitamos nada pues la creatividad esta en cada ser que
tengo detrás de mi celular Cada cuaderno, juego de mesa collage, y obra es digna de exponer
en la mejor sala de exhibición pues tengo los mejores maestros y artistas mis estudiantes.
Hoy soy una maestra mucho más fortalecida y convencida que mi verdadero trabajo, hoy
dio los frutos que cultive ayer. Muchos se aquejan que los maestros impusimos demasiado
trabajos y que hay que considerar las mil dificultades que trajo consigo la pandemia, pero
desde mi pedacito de mundo volteamos los ojos y apreciamos lo bonito y positivo que trajo
la pandemia. Me acerco a mis estudiantes a pesar de la distancia, sus familias se convirtieron
en mis amigos y aliados y hasta sus quejas me fortalecen en mi labor. Disfruto cada mañana
la bendición y saludo dé cada grupo, aprendí que cada momento y crisis en la vida tiene un
lado mejor y en ese debemos enfocarnos, siempre retóricamente lo escuche y hasta lo
pronuncie pero hoy que preservar la vida es lo más importante, hoy que pase del pánico a la
tranquilidad del deber cumplido puedo argumentar con hechos que mis mejores maestros
están detrás de mi teléfono y pronto estarán en mi salón de clase.

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