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Datos de catalogación bibliográfica

Ciencias de la
VELÁZQUEZ CONTRERAS, LUIS EDUARDO

Ciencias de la Sustentabilidad y sus disciplinas

PEARSON EDUCACIÓN, México, 2015 Sustentabilidad


ISBN: 978-607-32-3346-0
Área: Ciencias Sociales
y sus disciplinas
Formato: 17 × 24 cm Páginas: 184

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ISBN: 978-607-32-3346-0
ISBN e-book: 978-607-32-3345-3

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Capítulo 2
Antropología, saberes
tradicionales y biodiversidad
en la sustentabilidad
María Rivas Guevara

Resumen
La investigación antropológica de los grupos indígenas y campesinos en
sus diferentes aspectos culturales (economía, religión, organización política,
organización social, etc.) es tarea fundamental para contribuir a recuperar
y obtener un conocimiento global integral que debe ser difundido para su
aprovechamiento en la sociedad nacional, considerando esta información
como parte del patrimonio cultural de la nación, incluyendo aquí no sólo
los aspectos históricos o pasados de los diferentes grupos étnicos, sino tam-
bién las diversas manifestaciones que conforman la vida social y productiva
actual.
México contiene casi todos los grupos y subgrupos climáticos posi-
bles, debido a la situación latitudinal; la complejidad topográfica; la an­chu-
ra variable del continente en relación con el territorio; la temperatura de las
co­r rientes marinas; la trayectoria de las tormentas de verano y de las masas
polares de invierno (Conabio, 1998). En Mesoamérica en general y en Mé-
xico en particular, la biodiversidad ha permitido la existencia, sobrevivencia,
desarrollo y evolución de los distintos grupos culturales que conforman los
actuales pueblos de México; sin embargo, la mayoría de las especies nativas
no cuentan con el apoyo formal de los programas; alrededor de 40 especies
pueden desaparecer debido a la tendencia de la agricultura moderna de
unificar la producción (Hernández, 1987; Conabio, 1998).
Los grupos indígenas han sobrevivido, haciendo un uso racional de los re-
cursos naturales a su alcance, por lo que en la medida en que conozcamos
su relación con la naturaleza, estaremos en mejores posibilidades de hacer y
proponer un uso sustentable de los tipos de vegetación de México. 13
14  Ciencias de la Sustentabilidad y sus disciplinas

La antropología contribuye a establecer la relación que existe entre el


medio físico-biótico con los grupos étnicos que lo habitan; la forma en que
dichos grupos modifican o se adaptan al medio, información que resulta hoy
en día de vital importancia para determinar las estrategias para el desarrollo
de las comunidades marginadas del país, particularmente la de los grupos in-
dígenas campesinos. En los planes de extensión e investigación de los recur-
sos naturales relacionados con la alimentación, es fundamental aportar los
elementos culturales que permitan que las propuestas agronómicas tengan
éxito y viabilidad en las comunidades. Para esto es necesario conocer las
interacciones que se dan en los grupos sociales, indígenas y campesinos ta-
les como rituales, costumbres agrícolas, mitos y tradiciones en los que, los
nombres, colores, sabores y texturas hacen que la tierra culturalmente sea
suelo, recurso y espacio sagrado.

Introducción
El papel de la antropología en el desarrollo de los recursos vegetales es vin-
cular los valores culturales de los recursos de los diferentes grupos indígenas
con la agricultura y la tecnología moderna porque el conocer la parte cultu-
ral que existe alrededor de la planta permitirá comprender a la vez, el valor
social que tienen en la construcción de los planes de desarrollo, garantizan-
do la viabilidad de los mismos. Las costumbres indígenas respecto al manejo
de recursos naturales están desapareciendo por la influencia de programas de
aprovechamientos inadecuados, por lo que es urgente realizar estudios que
fomenten el rescate, conservación y aprovechamiento de dichas prácticas.
La antropología permite, a través de técnicas como la observación y la
interpretación de ritos, instituciones, tecnología tradicional y fenómenos
sociales diversos, llegar a conocer la correspondencia que hay entre cultura y
valores culturales relacionados con la definición de las plantas como recur-
sos: el nombre común de las plantas, desde el punto de vista antropológico,
es en sí un valor cultural que expresa significados y simbolizaciones que
hablan de su hábitat, creencias o conceptos mágicos religiosos, y que otras
veces simplemente hacen referencia al color o sabor de la misma. El nom-
bre, la significación y la simbología de un mismo recurso frecuentemente
varían en cada cultura. Es asimismo, necesario establecer el valor de uso de
las especies utilizadas porque éste puede ser diferente en cada grupo social,
ya sea económico, mágico-religioso, cultural, como instrumentos agrícolas,
domésticos o musicales.
Partiendo de las anteriores conceptualizaciones es como se propone
la inclusión de los estudios antropológicos, la utilización de la etnografía
y otras técnicas de esta disciplina en la realización del trabajo agronómico,
biológico o etnobotánico, entre otros, que puedan coadyuvar a hacer las des-
cripciones necesarias a través de la interpretación de significados de los
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recursos, estableciendo las diferencias y similitudes culturales y étnicas en


relación con el espacio, costumbres y tradiciones particulares de los pueblos
existentes, estudiar “las interrelaciones que se establecen entre el hombre y
las plantas a través del tiempo y en diferentes ambientes” (Hernández, 1978).
“(…) Tiene que ver con la totalidad de funciones que las plantas desempe-
ñan en una cultura” (Ford, 1978, citado por Alcorn, 1997), esta combinación
de disciplinas tiene como objetivo “proporcionar información pertinente
al uso y manejo de las plantas y elucidar el texto etnobotánico a través de
la definición, descripción e investigación de las funciones involucradas en
dicho proceso” ( Alcorn, 1997), mediante la aplicación de métodos de dis-
tintas disciplinas, donde las técnicas de investigación antropológica tienen
un carácter interdisciplinario.
México es un país que posee una gran riqueza cultural debido a su ubi-
cación geográfica, a su variada fisiografía, enorme riqueza vegetal y a que
en la actualidad cuenta con más de 56 grupos étnicos autóctonos (Conabio,
2006, pp.15-16; Conabio, 1998, p. 42); además de mestizos y extranjeros re-
sidentes de diferentes partes del mundo, lo que ocasiona una amplia diver-
sidad y pluralidad de manifestaciones sociales, económicas y culturales. La
pluralidad del país ofrece múltiples aspectos agrícolas, etnobotánicos y de
conocimiento tradicional donde se manifiestan por un lado las mezclas y fu-
siones culturales antiguas y contemporáneas, sobre todo indígena-mestizas,
y por otro, las particularidades de cada grupo social, de acuerdo con sus
características étnicas, y a las geográficas y ecológicas en el manejo de su en-
torno. “Mesoamérica está constituida por un mosaico climático tan diverso
como el mosaico étnico que lo compone” (Armillas, 1984, 1991, Vol. I:
194). En México, parte septentrional de Mesoamérica, país pluriétnico y
pluricultural, considerado además centro mundial de origen y domestica-
ción de gran variedad de especies vegetales, se hace indispensable investigar
y analizar el conocimiento que tienen los diferentes grupos sobre el uso de
los recursos naturales.
La biodiversidad, en general, se refiere a la variabilidad de la vida, abar-
cando tres niveles de variabilidad biológica: ecosistemas, especies y genes,
integrando una gama de fenómenos. México es uno de los 12 países mega-
diversos del mundo que contienen entre el 60 y 70% de la biodiversidad to-
tal existente (Conabio, 1998). La variedad topográfica y climática, así como
los antecedentes geológicos, biológicos y culturales, son los factores esen-
ciales que hacen a México un país de gran diversidad biológica: la mayor
parte del territorio se encuentra arriba de los 1 000 metros sobre el nivel del
mar (65 con pendientes de más de 27%. De composición geológica variada
y compleja: roca sedimentaria, volcánica, intrusiva y metamórfica. (unam,
1990; Ferrusquía, 1993 en Conabio, 1998).
Los grupos autóctonos de México tienen sus propias manifestaciones
culturales, resultado de la mezcla cultural prehispánica y Colonial, las que se
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han conservado de manera distinta en relación con la integración e identi-


dad de cada grupo y de acuerdo con las presiones externas que han recibido
(transculturación), las cuales han provocado el abandono de sus prácticas
tradicionales en relación con la naturaleza. La variedad cultural y la diver-
sidad biológica y ambiental provocan la existencia de formas diferenciadas
de utilización y transformación de los recursos, derivadas de cada grupo
cultural y los modos particulares de producción, “(…) toda formación cul-
tural genera un estilo étnico característico (...)” (Leff, 1997), que surge del
comportamiento práctico del hombre frente a su medio ambiente y de las
determinaciones que éste le impone.
Sin embargo, existe coincidencia entre diversos investigadores al afirmar
que la sabiduría de los pueblos indígenas campesinos ha permitido conser-
var y seleccionar una importante cantidad de los recursos vegetales que en la
actualidad sirven a la humanidad. También es una opinión y preocupación
compartida entre estos estudiosos, el cada vez más evidente y acelerado
proceso de extinción de los ecosistemas naturales, asociando la pérdida de la
diversidad genética autóctona a la paralela erosión de la cultura tradicional
de nuestro país (Conabio, 1998, 2000; Hernández, 1978; Leff, 1996; Barrera,
1979; Rivas, 2002).
El estudio de civilizaciones antiguas ha demostrado que desde siempre,
el hombre ha tenido creencias, ritos y costumbres, donde la naturaleza ha
tenido un papel importante, integrando la biodiversidad existente (animales
y plantas) en su cosmovisión. De esta remota simbiosis surgió una estrecha
relación entre el hombre y el reino vegetal, particularmente. Los recursos
naturales de los pueblos autóctonos de composición biodiversa forman par-
te de su identidad cultural, estableciendo con ellos una estrecha relación
basada no sólo en la extracción del sustento material que les proporcionan,
sino también derivada de un sinnúmero de prácticas ancestrales de gran va-
lor cultural, donde se manifiestan los medios de apropiación de los recursos
y las diversas prácticas agrícolas tradicionales. La diversidad y variedad de
cultivos se está reduciendo debido a los modernos planes de hibridación
vegetal, al incremento de los monocultivos, el éxodo rural, la migración a
la ciudad, entre otros. La producción actual de México está basada en pocos
cultivos, principalmente de básicos, debido a la política productiva vigente
(Conabio, 1998).

Caso práctico
El estudio de caso que se presenta está sustentado en la experiencia de cam-
po de Rivas (2009), en la Mixteca Alta, como trabajo de tesis del Colegio de
Posgraduados con la finalidad de describir y registrar mediante métodos
de investigación antropológica el conocimiento tradicional en la construc-
ción de jollas para la captación de suelo y agua de lluvia. La tecnología tradi-
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cional ideada por los campesinos de la Mixteca oaxaqueña, en particular de


la comunidad de Tulancingo, es una estrategia para aprovechar la humedad
residual de los suelos de arrastre y contrarrestar los riesgos de las cosechas
en suelos pobres y los malos temporales. Los saberes y técnicas tradicionales en
la construcción de las jollas para el cultivo de cajete les proporcionan me-
jores tierras de cultivo y eleva la producción agrícola a los campesinos de
Tulancingo, los ayuda a mejorar su dieta alimenticia y los coloca en una es-
cala socioeconómica de mejor nivel, representando una clara muestra cómo
el uso de métodos antropológicos permiten la recuperación del uso de la
sabiduría y conocimiento tradicional en el uso sustentable de los recursos
naturales.

Metodología
Método
El eje de la investigación en campo fue la etnografía con la finalidad de
realizar una satisfactoria descripción de la información compilada. Se trató
de ser riguroso en la delimitación del universo de investigación; en la apli-
cación de los principios del método científico; en la demostración inter-
pretativa de los resultados obtenidos y en la generación de resultados como
aportación de conocimiento nuevo, mediante la descripción, interpretación,
compromiso social y personal.

Unidad de análisis
El análisis fue el sistema agrícola de humedad, llamado jollas para el cultivo
de maíces de cajete y el tejido social representado en la red de cooperación
mutua tradicional regional yetza o guetza, para la construcción y el mante-
nimiento del sistema.

Técnicas utilizadas
Revisión bibliográfica y documental como una actividad continua, a fin de
recabar el trabajo de campo. Se llevó a cabo mediante la realización de viajes
frecuentes y prolongados para aplicar distintas técnicas de investigación:
 Observación
 Observación participante
 Entrevistas individuales y múltiples; temáticas y a profundidad
 Historia oral
 Descripción etnográfica
 Análisis lingüístico
 Elaboración de mapas y planos cognoscitivos
 Exploración etnobotánica
 Colecta de germoplasma vegetal
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 Estudio y análisis de suelo


 Toma de material fotográfico

Tipo de estudio
La investigación se realizó mediante un estudio de caso en San Miguel
Tulancingo, Mixteca Alta, Oaxaca, utilizando el método científico, en par-
ticular, las técnicas de investigación características para las ciencias sociales
y antropológicas; principalmente sustentada en la investigación, percepción,
comprensión, interpretación y análisis del hecho social o hecho antropoló-
gico, representado por los productores y el tejido social en torno al sistema
de jollas en relación con el manejo y conservación del sistema.

Objeto de estudio
Describir y documentar el manejo alternativo de agua de lluvia y la cap-
tación de suelo en las jollas, como sistema de riego no convencional, para
lograr cultivos de humedad residual, entre los que destacan los llamados
maíces de cajete e identificar las posibles formas de organización y coo-
peración social para la construcción, manejo y mantenimiento de éstas, en
relación con el cultivo de los maíces de cajete, en San Miguel Tulancingo,
Mixteca Alta, Oaxaca.

Alcance
Realizar un estudio de caso que contribuyera al entendimiento de los com-
ponentes (ecológicos, económicos y culturales) de las jollas, considerando a
éstas como agroecosistemas (ecosistemas modificados por el hombre), como
base para la definición de propuestas concretas que propiciaran el desarrollo
comunitario.

Hipótesis
La construcción de jollas para la captación de suelo y agua de lluvia era una
estrategia tradicional ideada por los campesinos de la Mixteca oaxaqueña
para aprovechar la humedad residual del suelo de arrastre y contrarrestar los
riesgos de las cosechas en suelos pobres y los malos temporales. Las jollas
para el cultivo de cajete como terrenos de labor, les proporcionan mejo-
res tierras de cultivo y eleva la producción agrícola a los campesinos de
Tulancingo, los ayudaba a mejorar su dieta alimenticia y los coloca en una
escala socioeconómica de mejor nivel. El manejo de agua de lluvia residual
y suelos de arrastre captados en las jollas es una técnica tradicional de riego
no convencional que persiste en la comunidad de San Miguel Tulancingo
mediante cambios tecnológicos, ecológicos, sociales y culturales que per-
miten el aprovechamiento sustentable de diversos recursos vegetales, que
además de contribuir a la subsistencia, propician el desarrollo sustentable de
la comunidad de estudio.
Capítulo 2  Antropología, saberes tradicionales y biodiversidad en la sustentabilidad  19

Muestra
La Mixteca oaxaqueña, región que ha aprovechado desde la época pre­
hispánica las escorrentías y la erosión, construyendo bordos en el fondo
de las barrancas para captar el agua de lluvia y el suelo que se arrastra de
las partes altas durante el escurrimiento estacional, creando de esta manera
nuevas tierras de cultivo con potencial productivo, seleccionando durante
siglos, variedades criollas de maíz, especialmente diseñadas para el sistema
agrícola mencionado, prácticas que persisten en la actualidad.

Resultados
La Mixteca Alta gravemente deteriorada, en sus recursos de suelo y vege-
tación, practica una agricultura de alto riesgo y bajos rendimientos debido
a sequías y heladas. La situación de deterioro ambiental de la Mixteca Alta,
aunado a la historia geológica, estructura social y productiva y su ubicación
geográfica, le confieren serias limitantes medioambientales y socioeconó-
micas, que la evidencian como una de las áreas del país de mayor com-
plejidad y diversidad ambiental. Por lo que los pobladores han diseñado
estrategias productivas reflejadas en la constante selección de sus recursos
vegetales y en diversos sistemas agrícolas, en-
tre los que se ubica el de humedad, utilizan-
do la humedad residual del agua de lluvias
captada en suelos de arrastre retenidos sobre
las barrancas conocido como jollas o bordos
de conservación de suelo para el cultivo anual de
maíces de cajete.
Las jollas son las distintas depresiones de
áreas agrícolas pequeñas donde se siembran
maíces de humedad o de cajete, con superficies
que van de 0.25 m hasta más de una hectárea.
Las jollas o lama-bordo son una forma de crear
nuevas tierras de cultivo, estrategia diseñada,
inducida y fomentada desde tiempos preco-
lombinos para solucionar la escasez y de tierra
arable con potencial productivo. Práctica que
persiste en la actualidad.
El aprovechamiento de escorrentías me- Figura 2.1  La Mixteca Alta oaxaqueña
diante la captación de agua de lluvia en San
Miguel Tulancingo es el sistema agrícola que ofrece la única forma de sub-
sistencia segura, mediante el cual, además de producir alimentos, se estable-
cen relaciones humanas fundamentales en la colaboración y cooperación
mutua que han permitido la permanencia de los mixtecos en sus tierras y la
conservación de sus recursos.
20  Ciencias de la Sustentabilidad y sus disciplinas

La construcción de jollas o bordos como


terrenos de labor es un sistema agroecológico
que cumple diversas y apreciables funciones
económicas, sociales y ambientales de carácter
sustentable y sostenible en el cultivo de los maí-
ces de cajete en jollas no se usa ningún tipo de
fertilizante, pesticidas o herbicidas. La totalidad
de los recursos vegetales de una jolla son apro-
vechados de diferentes maneras como medica-
mento, alimento (humano), para ceremoniales,
ornamentales y en conjunto, pueden ser utiliza-
das como forraje. El maíz de cajete sirve como
alimento humano y animal; como semilla para
el próximo ciclo agrícola. El rastrojo o zacate
Figura 2.2  Conjunto de jollas en San
de los maíces de cajete y del frijol es utilizado
Miguel Tulancingo
como forraje en los bueyes de las yuntas o para
borregos.
El sistema de producción en jollas al crear y generar suelos e infiltrar
agua de lluvia, cumple funciones medioambientales porque permite la re-
generación de acuíferos y de la flora y fauna local y regional, aspecto no
considerado aún en los estudios realizados. Sobra decir que se está frente a
un modelo de aprovechamiento ecológico tradicional para el manejo de los
recursos comunitarios sustentable.
Las variables a considerar en el análisis hecho para San Miguel Tulancin-
go, por sus características y por tratarse de una microrregión, permanecen
como constantes a lo largo del tiempo debido quizá a que se establecen en
lo cualitativo y de manera cultural, en las costumbres y las tradiciones. En lo
cuantitativo, es necesario tomar en cuenta, las características específicas del
lugar que ofrece pocas posibilidades de cambios
en lo productivo (suelo, agua, recursos aptos).
Siendo la agricultura otra actividad cultural
realizada por el campesino, indígena o mestizo,
es en cualquier caso una cultura agrícola propia,
determinada por el grupo social al que perte-
nece cada individuo y a su forma particular de
relacionarse con la naturaleza, existen formas
diferenciadas de utilización y transformación
de los recursos, derivadas de cada grupo cultu-
ral y los modos particulares de producción.
Toda formación cultural genera un estilo
étnico característico que surge del comporta-
Figura 2.3  Siembra de maíces de cajete miento práctico del hombre frente a su medio,
con yetza o ayuda mutua por lo que, en la toma de las decisiones perti-
Capítulo 2  Antropología, saberes tradicionales y biodiversidad en la sustentabilidad  21

nentes a sus recursos (las plantas en este caso) de los campesinos mixtecos
san miguelenses, las principales variables a considerar son el conocimiento
(saberes), identificación, selección, manejo, conservación de sus recursos ve-
getales, usos y propósitos involucrados reflejados en las categorías antropo-
céntricas (formas de ordenar y clasificar sus recursos casi siempre en relación
con sus características), las diferentes prácticas y modos en que emplean
dichos recursos, y las técnicas tradicionales empleadas en la selección y con-
servación de los mismos, de acuerdo con las formas diferenciadas de utiliza-
ción y transformación, derivadas del grupo cultural en cuestión y sus modos
particulares de producción.
La antropología sociocultural ha elaborado algunas categorías sobre la
base de un marco conceptual elaborado hace ya varias décadas por Steward
(1955) y otros como las de “sistema de supervivencia” y “estrategia adapta-
tiva” o “adaptación positiva”, utilizadas por distintas disciplinas para el estu-
dio de sistemas socioculturales contemporáneos de sociedades simples y/o
complejas, donde se reconoce el valor intrínseco de cada sistema sociocul-
tural y la capacidad adaptativa que cada uno de estos sistemas tiene respecto
a su ambiente natural y social específico (Rabey, 1988).
La problemática de las familias y las comunidades rurales incluye aspec-
tos sociales, económicos, políticos, ambientales y culturales que deben ser
analizados y comprendidos por académicos como por los políticos o buró-
cratas responsables del diseño de estrategias, programas y proyectos de desa-

Figura 2.4  Paralelismo tecnológico en los sistemas tradicionales de


captación de agua de lluvia
22  Ciencias de la Sustentabilidad y sus disciplinas

rrollo, que elaboren las condiciones, que


además de mejorar su bienes­tar, permita
en la mayoría de los casos, la autogestión
y una producción sustentable.
Hasta hace poco los sistemas so-
cioculturales locales aparecían descri-
tos como modelos estáticos, donde los
cambios sólo se producían por el efecto
de presiones generadas por instituciones
dominantes de las sociedades complejas.
Sin embargo, existe evidencia que con-
tradice al modelo en el cual los cambios
Figura 2.5  Paralelismo tecnológico en los se les propone desde afuera: la tecnolo-
sistemas tradicionales de captación de agua de gía de todas las sociedades simples, ais-
lluvia ladas o integradas a una sociedad ma-
yor, cambia constantemente como un
mecanismo o estrategia adaptativa ante
las también cambiantes condiciones del
ambiente natural y social.

Conclusiones
En el planeta existen tecnologías tradicionales diversas para la captación de
agua de lluvia, para la producción y aprovechamiento de los recursos natu-
rales, pero no todas tienen el mismo tipo de estructura ni conoci­mientos.
Los sistemas de captación de suelo y agua llamados jollas o bordos para el
cultivo de los maíces de cajete son parecidas en cuanto a su diseño, estruc-
tura y funcionamiento con los Jessours en Túnez, los Nateros en Canarias, los
Lomos de Piedra de contornos de África y la India y en el mismo México,
las llamadas terrazas de Tercera en Milpa Alta, al igual que las jollas, están
construidos sobre barracas con la finalidad de capturar azolve para gene-
rar suelos profundos y retener humedad de agua de lluvia con propósitos
agríco­las, aunque existe otros con igual o menor semejanza en el planeta
con la misma finalidad (Shaxson y Richard, 2005; Prinz y Wolfer, s/f ).
Tecnológicamente las jollas (el terreno de cultivo) y los cajetes (los agu-
jeros en que se depositan las semillas en el suelo agrícola, llamados de esta
manera por los productores locales de San Miguel Tulancingo, Oaxaca, tie-
nen un diseño y una estructura que cumplen una función más allá de la
costumbre y la tradición (en cuanto a sembrar como lo hacían los abuelos
y hacer una “cazuela” o “cajete” hasta encontrar la humedad). Estas técnicas
son en realidad verdaderas trampas para capturar suelo (las jollas) y agua (las
jollas y los cajetes). Esto está comprobado en investigaciones realizadas en
Capítulo 2  Antropología, saberes tradicionales y biodiversidad en la sustentabilidad  23

sistemas análogos en el mundo y en estudios recientemente impulsados por


la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricul-
tura (fao, por sus siglas en inglés), donde se están promoviendo (se realizan
investigaciones comparativas) este tipo de sistemas agrícolas por su eficien-
cia en la captación de agua de lluvia y por su mayor rendimiento agrícola
en terrenos de mala calidad, en ambientes de baja precipitación pluvial sin
otra disponibilidad de agua (áreas semiáridas y áridas) de países como África
principalmente y la India.
La construcción de jollas o bordos como terrenos de labor, utilizada pa-
ra el cultivo de humedad de los maíces de cajete,es quizá la principal opción para
desarrollar el cultivo de la milpa como agricultura de autoconsumo y por­-
que posee suelos agrícolas, ricos en nutrientes, profundos y de una com-
po­sición ideal para almacenar humedad del agua de lluvia estacional. Sin
embargo, como sistema agroecológico cumple otras apreciables funciones
económicas, sociales, ambientales de tipo sustentable.
El estudio de caso corresponde a un modelo de aprovechamiento ecológico
tradicional para el manejo de los recursos comunitarios; sin embargo, esto no es
suficiente para los productores de la Mixteca, ya que por sí sólo no es sufi-
ciente para garantizar la autosuficiencia alimentaria, la estabilidad y el desa-
rrollo de la comunidad. Actualmente, en la región mixteca es alarmante el
abandono de construcción, mantenimiento y siembra en jollas con la conse-
cuente pérdida del conocimiento tradicional y las semillas seleccionadas por
generaciones para este sistema.
La persistencia de la tecnología indígena está basada en una estrecha re-
lación y profundo conocimiento de la ecología. En México, al igual que en
muchos países del planeta, se pueden encontrar sabidurías ancestrales que
persisten ante la llamada civilización occidental, las cuales han figurado pun-
tos de complementariedad con las ciencias y tecnologías actuales para intra
e interculturalmente poder alcanzar un desarrollo endógeno sostenible. Los
campesinos contemporáneos han desarrollado, a partir de un núcleo básico
de racionalidad, tácticas que les permiten realizar transacciones con las ins-
tituciones dominantes de la sociedad compleja contemporánea, incluyendo
la ocupación de nuevos nichos y la incorporación de materiales y técnicas
provenientes de dichas instituciones al contexto de su universo tecnológico,
mediante el desarrollo de estrategias adaptativas.
El manejo campesino de los recursos naturales como concepto, surge
de la necesidad de reconocer y valorar el conocimiento tradicional y el
conjunto de prácticas asociadas que realizan las poblaciones indígenas y
campesinas para aprovechar sus recursos naturales. Este manejo está asociado
por lo general a bienes de uso común, sistemas de conocimiento tradicional
e instituciones comunitarias. Incluye el manejo diversificado del territorio y
de los recursos naturales que sobre él se desarrollan y una gama de arreglos
sociales para el acceso a dichos recursos (Granich, 2006).
24  Ciencias de la Sustentabilidad y sus disciplinas

El nuevo modelo de desarrollo debe tender a unificar los diferentes fac-


tores sociales y económicos. Por las características ambientales regionales
y la diversidad cultural de México es importante considerar la diversidad
cultural y ambiental en el diseño e implementación de políticas, programas
y que considere modelos de intervención institucional, en educación, salud,
producción, saneamiento básico, manejo de recursos y del medio ambiente,
que promuevan el desarrollo autónomo de las sociedades rurales. Consi-
derar lo local como factor de supervivencia y de manejo sustentable de la
biodiversidad, la conservación de los recursos genéticos, la recuperación de
los valores, la reciprocidad y la ayuda mutua (Departamento de desarrollo
rural, 2000).

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