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Algunos genes implicados en el desarrollo de los animales

Los trabajos realizados por investigadoras e investigadores del campo de la


Biología del Desarrollo, han tratado recientemente de identificar cómo y cuáles
genes están implicados en el desarrollo de ciertos animales, además de buscar si
hay uno o varios genes correspondientes en otros animales. Para ello, comparan
sus genomas y si las secuencias de nucleótidos poseen cierto grado de
semejanza, esto les indica que se han generado de un gen ancestral común.
Cuando los genes tienen cierto grado de semejanza se dice que son homólogos.
Esto ha permitido identificar una clase de genes en animales vertebrados que
regulan el patrón de desarrollo de la cabeza a la cola, específicamente, el
desarrollo de diferentes tipos de vértebras y la posición de éstas a lo largo de la
columna vertebral. También, estos genes se han identificado como homólogos de
otros genes que especifican cada uno de los segmentos del cuerpo de la mosca
Drosophila, un invertebrado.

Los estudios realizados durante las dos últimas décadas del siglo pasado,
revelaron que la mayoría de los genes que controlan el desarrollo de estas
moscas son homólogos a los que controlan el desarrollo de los vertebrados y de
muchos otros animales. El desarrollo de los humanos y de las moscas de la fruta
(Drosophila) se asemeja más de lo que cualquiera se podría imaginar.

Generalmente, miles de genes intervienen en el control del desarrollo del embrión,


y lo hacen señalando dónde y cuándo se sintetizan las proteínas, estableciéndose
dentro de las células redes de interacciones entre las proteínas y los genes. Este
control genético proporciona a cada célula las propiedades que la caracterizan.

¿Cómo los genes controlan el comportamiento celular?

El control del comportamiento de las células es posible a través de las proteínas


que se codifican debido a la información que tienen los genes. Por ejemplo,
existen proteínas receptoras, factores de crecimiento, proteínas de señalización
intracelular y proteínas que regulan a otros genes. Muchos de estos genes son
especialmente, los que codifican a las proteínas receptoras y moléculas de
señalización.

¿Cómo ocurre el proceso de diferenciación en las plantas?

Desde el punto de vista del desarrollo, todas las plantas con semillas muestran el
mismo plan básico de estructura y sus etapas tempranas de crecimiento son
parecidas. El proceso comienza con la fecundación de la oosfera, es decir, la
célula sexual femenina y luego con la formación del cigoto, la primera célula de la
planta que se transformará gradualmente hasta llegar a ser un organismo adulto

En las primeras etapas, todas las células del embrión tienen la capacidad de
realizar la división celular. Llega un momento en que empiezan a transformarse y
a especializarse en tejidos y éstos en órganos, es decir, empiezan a diferenciarse.
Sin embargo, algunas partes del embrión no se diferencian y sus células
mantienen la capacidad de dividirse. Estas partes en las plantas se llaman
regiones meristemáticas y sus genes tienen la información necesaria que permite
la diferenciación y especialización celulares durante el desarrollo.

Durante el proceso de diferenciación, el embrión adopta una forma específica


donde se puede reconocer un eje y a cada lado unos apéndices. Las células del
embrión que se desarrollan en uno de los extremos del eje son pequeñas y
gruesas, y formarán el vástago o parte superior de la planta. Las células del
embrión que se desarrollan en el extremo opuesto del eje se caracterizan porque
son grandes, y formarán la raíz. Los apéndices se corresponden con los
cotiledones. Los cambios que se producen en cada célula afectan el contenido
celular y la estructura de la pared celular; inclusive afectan las relaciones entre
células vecinas como los espacios entre las células o el crecimiento diferencial de
unas células respecto a otras.

Al llegar al estado adulto, la planta está formada por tejidos diferenciados y tejidos
no diferenciados, llamados meristemáticos. Cada uno de los tejidos diferenciados
tiene una función específica. Por ejemplo, el xilema y el floema están a lo largo de
toda la planta y permiten el transporte de agua y nutrientes, respectivamente; el
parénquima está en las hojas y sirve de soporte; y la cutícula tiene la función de
protección.

Los tejidos meristemáticos se encuentran en varios sitios. En el extremo superior


de la planta se encuentra el meristemo apical, que permite el alargamiento del
tallo. En el extremo inferior de la planta está el meristemo radical, que permite el
alargamiento de la raíz. También existe tejido meristemático en otras partes de la
planta, entre otras: dentro de los tejidos que crecen hacia los lados, para dar
grosor al tallo; alrededor de sus órganos; en las axilas de las hojas.

Es importante resaltar que las células adultas, aunque hayan alcanzado la


especialización, pueden recobrar su actividad meristemática, es decir se pueden
des-diferenciar. Esta habilidad que tienen las células diferenciadas para generar
nuevos tipos celulares se denomina totipotencia, ya que implica ser capaz de crear
un individuo completo.

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