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Es así como, Sheridan y Moorman Kin, (2015), indica que mientras el involucramiento
parental se centra en las acciones que padres, madres y escuela hacen de manera independiente
para estar al tanto y participar en el desarrollo académico y personal de los estudiantes; las alianzas
familia - escuela buscan crear vínculos recíprocos y complementarios para promover el bienestar
de los niños, niñas y adolescentes, y de toda la comunidad escolar.(ver imagen 1)
Sin embargo, el contexto sociohistórico y cultural es un elemento vital que actúa como
coadyuvante al avance o retroceso de estas formas de relación, es así como instituciones que no
tengan como política interna el trabajo conjunto hacia el fortalecimiento de este vinculo de
responsabilidad compartida, no lo tengan articulado a sus PEC y reflejado en sus planes de
mejoramiento, “morirán en el intento”. En el caso del Centro etnoeducativo rural Ishachimana,
podemos realizar un análisis de debilidades y fortalezas que generan un análisis de la situación,
que se cita a continuación:
La escuela y las familias se comunican poco y Las familias participan como voluntarias en algunas
usualmente lo hacen cuando hay quejas o problemas. actividades para apoyar a la escuela
(involucramiento)
Los profesores organizan sus actividades sin tener en
cuenta a las familias. La institución define la meta y las familias y los otros
miembros de la alianza la apoyan (involucramiento).
Se asume por parte de la mayoría de los padres que el
aprendizaje de los niños es solamente responsabilidad Las familias participan como voluntarias en algunas
de la escuela actividades para apoyar a la escuela
(involucramiento).
La Ley 2025 de 2020, tiene como objetivo fomentar la participación de las familias en los
procesos educativos de los niños, niñas y adolescentes, a través de escuelas para padres, madres de
familia y cuidadores, que deberán ser implementadas de forma obligatoria en los establecimientos
educativos en articulación con sus Proyectos Educativos Institucionales – PEI o sus Proyectos
Educativos Comunitarios – PEC. Con esta Ley se generan las condiciones para que la familia y la
escuela trabajen articuladamente por el bienestar, el desarrollo integral y el aprendizaje de las niñas,
niños y adolescentes, reconociendo la importancia de plantear un trabajo basado en el apoyo mutuo
que permite relaciones de respeto, confianza, solidaridad y construcción conjunta, para fortalecer
y desarrollar sus capacidades mutuamente.
En este marco, el Estado, representado por el Gobierno Nacional, en cabeza del Ministerio
de Educación Nacional (MEN), y en coherencia con el principio constitucional de la
corresponsabilidad de la familia, la sociedad y el Estado en la educación, se ha propuesto fortalecer
las relaciones entre las familias y la escuela a través de la consolidación de una alianza que se basa
en acciones de colaboración, solidaridad y apoyo mutuo en procura de asegurar condiciones
sociales, materiales y humanas para promover el desarrollo integral y el aprendizaje de niñas, niños
y adolescentes, durante la trayectoria educativa. La estrategia que impulsa el estado para que se
dinamice esta articulación es la Alianza Familia-Escuela, fundamentada en el trabajo conjunto
entre las instituciones educativas y las familias; así es como contará lógicamente con recursos
educativos para apoyar su contextualización y apropiación por parte de las comunidades
educativas:
niñas, niños y adolescentes, que ofrecen una ruta metodológica para que las
instituciones educativas se inspiren y creen su propio camino de relación y cercanía
con las familias, de acuerdo con las características de sus contextos.
Facultad de Educación
Maestría en Dirección y Gestión de Instituciones Educativas
Módulo Familia y Sociedad
2. La colección de fascículos Familias que acompañan la experiencia educativa de
sus niñas, niños y adolescentes, que en cada tomo motivan la interacción entre los
miembros de las familias con otras familias y con la escuela.
3. La franja de los lunes del programa Profe en tu Casa, enfocado en contenidos sobre
• Familia e institución educativa hacen parte de los actores y escenarios que cumplen un papel
determinante para que quienes integran las nuevas generaciones puedan ejercer sus derechos y
alcanzar las metas de realización que les permitan configurar una vida propia, auténtica y con
sentido. Ello implica implementar procesos formativos para las familias que permitan el
desarrollo de habilidades para mejorar la crianza efectiva, los cuales deben generarse a través de
las expectativas, necesidades e intereses del colectivo familiar.
• A partir de sus saberes, valores y habilidades, las familias procuran el bienestar y desarrollo de
las niñas, niños y adolescentes, y establecen relaciones que les permiten acompañar su proceso
de socialización y participación en los diferentes entorno s en donde construyen sus vidas de
acuerdo con sus características, culturas y contextos. La institución Educativa entonces debe
crear los espacios para que estos saberes, valores y habilidades de la familia sean
trasladados al ejercicio pedagógico y formativo (fortalecer la educación propia).
• Potenciar el horizonte común de la función social que familia y escuela cumple a través de un
trabajo intencionado que promueva interacciones colaborativas y solidarias tendientes a
consolidar vínculos basados en el reconocimiento y la confianza, es el caso de la participación
efectiva de los padres en los órganos del gobierno escolar, (previo entrenamiento sobre la esencia
de la participación y su significado), la identificación de buenas prácticas en torno a la relación
entre familias y escuela, así como el fortalecimiento de las escuelas de padres y madres,
reconociendo sus propias fortalezas para ejercer este derecho.
• Por último y no menos importante, los estudios investigativos han revelado que cuando se
construye un vínculo afectivo y efectivo entre familia y escuela, hay una mejora sustancial en
indicadores como niveles de asistencia al colegio, puntajes en pruebas estandarizadas de
matemáticas y lenguaje, niveles de satisfacción con la institución y acuerdos con los objetivos
planteados por la escuela (La Roque, Kleiman y Darling, 2011). Atendiendo a estos hallazgos se
propone el impulso de las investigaciones en esta línea que permite profundizar en los factores
permitan el fortalecimiento de los vínculos afectivos entre los actores de las dos instituciones
(familia – escuela), particularmente centradas en un enfoque cualitativo.
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Módulo Familia y Sociedad
REFERENCIAS
Alcaldía Mayor de Bogotá (2020). Guía metodológica para el fortalecimiento de la alianza familia
– escuela. Lineamientos para la implementación de políticas, programas y proyectos educativos
18-23, pp.