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LAS OLAS DEL MAR

Causa de las ondas en el mar

Las causas que perturban el equilibrio de la superficie del mar haciendo que sobre
ella se produzcan ondas son las fuerzas de atracción del Sol y la Luna las variaciones
rápidas de la presión atmosférica, los sismos y las erupciones volcánicas en el fondo del
océano, la acción del viento y, en ciertos casos, también los diversos fenómenos
asociados a los movimientos oscilatorios propios de las ondas así generadas.

Según sea la causa que las ha originado, las ondas exhiben propiedades que
dependen principalmente del carácter de esa causa, siendo una de tales propiedades el
período de sus oscilaciones, por lo que y aunque puede procederse atendiendo otros
conceptos, se clasifican aquí de acuerdo con su período.

Clasificación de las ondas

En virtud de la diversidad de las causas generadoras de las ondas del mar, las hay de
todos los periodos, desde varios milésimos de segundo hasta algunos años, por lo cual
pueden dividirse en ondas "capilares" con período de menos de 0,1 segundo; ondas "de
ultragravedad" con períodos de 0,1 a 1 segundo; ondas " de gravedad" con período de 1 a
30 segundos; ondas "de infragravedad" con período de 0,5 a 5 minutos; ondas " de
marca" con período de 5 minutos a 12 horas; ondas "de marea" con período de 12 a 24
horas; y ondas "transtidales" con período mayor de 24 horas (fig. 27).

Fig. 27. Clasificación de las ondas del mar atendiendo a su periodo ( Munk 1951)

Características de las ondas

Las ondas capilares se llaman "rizos" y resultan afectadas principalmente por la


tensión superficial del agua que actúa como fuerza restitutiva del estado de equilibrio de la
superficie. Tienen un período inferior a 0,1 segundo, una longitud inferior a los 2,00
centímetros y una muy pequeña altura; su velocidad de propagación es mayor cuanto
menor es su período, pero siendo siempre superior a los 23 centímetros por segundo.
En el mar son formadas por el viento de una manera que se desconoce.
Las ondas de ultragravedad y de gravedad son afectadas por la tensión superficial y la
gravedad terrestre las primeras, y por la gravedad principalmente las segundas, que
actúan como fuerza restitutivas y se deben a la acción del viento que sopla sobre la
superficie del mar.
Se denomina "olas", "mar de fondo", "mar de leva", "rompientes" o "precursoras de la mar
de fondo", según se encuentren, respectivamente, en la región donde son generadas por
el viento, fuera de ña región donde se generaron trasladándose en zonas de calma o
vientos flojos donde la profundidad del mar es poca, en la zona de la resaca donde se
rompen volcándose sobre la playa de manera turbulenta, o adelantadas respecto de la
mar de fondo debido a su mayor velocidad de propagación.
Tienen un período de 0,1 a 30 segundos longitud y velocidad de propagación variable,
que pueden ser de hasta 1 000 metros y 45 metros por segundo, y altura que va de los
pocos centímetros hasta los 20 metros aproximadamente y generalmente.
Las precursoras de la mar de fondo tienen una altura muy pequeña pero gran longitud y,
por lo tanto, sólo perceptibles para ciertos instrumentos especiales.
Las olas, la mar de fondo, la mar de leva y las rompientes no son en verdad sino cuatro
etapas en la vida de un mismo fenómeno, que se presenta progresiva y continuamente
cambiante durante su propagación desde la región en que se generó hasta la costa.

Las ondas de infragravedad han sido llamadas "pulsaciones de la resaca", se originan en


la zona de la rompientes debido a la variabilidad que es propia de la altura de las olas y se
propagan hacia la alta mar con período de 30 segundos a 4 minutos, gran longitud y una
altura que es aproximadamente el 10% de la altura media de la rompientes que las
generaron.
Las ondas de largo período que lo tienen de 15 a 20 minutos con una altura no mayor de
unos 5 centímetros, han sido correlacionadas en cierto modo con la situación
meteorológica, pero sin que por ahora se conozca con seguridad cuál es su origen.
Las que tiene un período de hasta 60 minutos y reciben el nombre de "seiches", resultan
de la acción de las ondas anteriores y de las pulsaciones de la resaca y se observan
frecuentemente en los puertos o bahías semicerradas como ondas estacionarias,
particularmente aumentada cuando el período de la oscilación que las causa coinciden
con el período de oscilación natural del espejo de agua donde se verifican, o con una
armónica de este período, por producirse resonancia.
Las seiches pueden establecerse también por actividad sísmica o como resultado de
variaciones bruscas del viento o de la presión atmosférica de períodos coincidentes o
próximos al período de oscilación natural de la bahía o puerto del caso.
En relación con los fenómenos sísmicos o volcánicos submarinos existen ondas con
período de los 10 a los 60 minutos que se denominan "olas sísmicas". Tienen una gran
longitud y alta velocidad de propagación del orden de los 200 kilómetros y los 150 metros
por segundo, respectivamente, y cuando llegan a una costa se levantan de unos 10 a 20
metros, produciendo inundaciones de consecuencias desastrosas como "maremotos". Su
velocidad de traslado es independiente del período, por ser pequeña la profundidad del
mar en comparación con su longitud (fig. 28).
Las "mareas" son ondas de períodos superiores a la 24 horas y se deben a fenómenos
meteorológicos o climáticos que se reflejan como elevaciones y depresiones del nivel del
mar. Cuando se propagan hacia la orilla se levantan hasta unos 5,0 metros o más,
causando grandes daños, como los provocan la "ondas de tormenta" producidas por los
vientos fuertes de los ciclones que se encuentran sobre el mar.
Fig. 28. Carta de los tiempos de traslado desde Honolulú (Islas Hawaii) de las olas sísmicas
originadas en el océano Pacífico.

Otros motivos de clasificación

Las ondas del mar pueden ser clasificadas según otros conceptos pero se citan a
continuación solamente algunos casos entre los de mayor interés.
De acuerdo con el lugar donde se las observa, las ondas son "de superficie" cuando
amplitud máxima se manifiesta en la superficie del mar, e "internas" cuando ella se
verifica por debajo de la superficie donde hay una discontinuidad de la densidad. Las
ondas internas tienen períodos cortos en algunos casos y tidales en otros.
Se llaman "progresivas" cuando sus fases, tales como cresta, por ejemplo, se trasladan
con el transcurrir del tiempo avanzando en la dirección de su propagación y
"estacionarias" cuando se mantienen en el mismo lugar (fig. 47 y 48)
Por la profundidad del fondo en el sitio donde se verifican, se clasifican como "ondas
cortas" si la relación entre la profundidad y la longitud de onda es mayor de 0,5; "ondas
intermedias" si esa relación está entre 0,5 y 0,05 y "ondas largas" si ella vale menos de
0,05.
Cuando la relación entre la altura y su longitud es menor de 0,01 se denominan "de altura
pequeña"; cuando esa relación está entre 0,01 y 0,04 "de altura moderada" y si es mayor
de 0.04, "de gran altura".

Elementos de las olas


En la figura 29 se muestra los elementos de las olas que se definen a
continuación.
"Cresta" es la parte más elevada de la superficie del agua que se identifica por la línea
que corre por los puntos más altos, y "seno" es la parte más baja que se identifica por la
línea que corre por los puntos más deprimidos, atravesadas ambas líneas en la dirección
de propagación de la ola; se denomina "ortogonal" toda línea horizontal paralela a la
dirección de propagación.
"altura " (H) es la distancia vertical entre la cresta, o el seno; "amplitud" (A) es la distancia
vertical entre la cresta, o el seno, y el nivel de aguas tranquilas; "longitud" (L) es la
distancia horizontal entre dos crestas, o dos senos, próximos; "pendiente" () es la
relación entre la altura y la longitud, y "número" (k) es la relación 2 / L.
Se llama "periodo (T) el intervalo de tiempo que transcurre entre dos apariciones
sucesivas por un punto fijo respecto del agua, de dos crestas o dos senos; "velocidad (C)
aquella a la que se traslada sobre la superficie del mar una fase de la ola, cresta o seno;
(*) "frecuencia" ( ) la relación 2  / T, y "edad" ( ) a la relación entre la velocidad de la ola
y la del viento que se genera.*

Fig. 29. Los elementos de las olas

( * ) En algunos casos la frecuencia se define como f = 1 / T.


La "velocidad orbital" (v) es la que tiene las partículas del agua en virtud de la existencia
del movimiento ondulatorio de la ola igual a la suma vectorial de la "velocidad orbital
horizontal" (u) y la "velocidad orbital vertical" (w) ; la "dirección" () es la orientación de las
ortogonales en la dirección de propagación de la ola, y la "profundidad relativa" (d / L) es
la relación que existe entre la profundidad del fondo en el lugar considerado y la longitud
de la ola.
Cuando la profundidad relativa es mayor de 0,5 se dice que las olas están en "agua
profunda" y cuando es menor de 0,5 que se hallan en “agua poco profunda”. En particular,
suele decirse también que cuando la profundidad relativa es menor de 0,05 ellas se
encuentran en "agua muy poca profunda".

Efectos de las corrientes

Cuando la olas se propagan a una región en la que hay corriente sufren


modificaciones de su altura y su longitud que dependen de la velocidades de la corriente y
de las olas, siendo mayores cuanto mayor es la velocidad de aquella y cuanto menor es la
de éstas.
Cuando la corriente es contraria a la dirección de avance de las olas, aumenta su altura y
disminuye su longitud, y cuando ella es en la misma dirección, disminuye su altura y
aumenta su longitud, manteniéndose siempre inalterado el período.
En los casos en que la corriente es fuerte, como suele acontecer donde hay corrientes de
marea, el efecto es tal como para dar lugar a olas de mucha pendiente por lo muy altas y
poco largas, que rompen con el nombre de "escarceos de marea".
Las olas que se trasladan hacia una corriente que les es opuesta rompen completamente
cuando la velocidad de la corriente es igual o superior a 1/ 4 de la velocidad de las olas,
pero sólo parcialmente cuando está entre 1/ 7 y 1/ 4 de ésta.

Estado del mar

El viento da lugar, como fuerza generadora, ala formación sobre la superficie del
mar de olas que se distinguen principalmente por su período y altura, hallándose
presentes simultáneamente debido a que la acción del viento no es uniforme, olas de
diversos períodos cubriendo probablemente todo el espectro correspondiente a este tipo
de oscilación natural, y haciendo por lo tanto que el mar aparezca teniendo su conocido
aspecto irregular y confuso con olas de diferentes características, de las cuales las
pequeñas están superpuestas a las más grandes, habiendo algunas que también rompen.
Estando así presente al mismo tiempo alas de diferentes alturas, longitudes y períodos su
interferencia puede hacer que en algunas partes se anulen y en otras se refuercen entre
ellas, complicándose aún más la topografía de la superficie del mar, que cuando también
son diferentes las direcciones de propagación de las olas, exhibe depresiones y
elevaciones aisladas que dan motivo a la existencia de las "olas de cresta corta ", así
llamadas porque se extienden poco normalmente a su dirección de avance (fig. 30).
En la naturaleza, las olas varían mucho en altura y período en intervalos de tiempo
relativamente cortos y en cualquier lugar de observación, haciéndolo especialmente y de
la mayor manera en el área de generación

Fig. 30. Interferencia de olas dando lugar a que estas se propaguen en grupos : A: interferencia de
olas de igual altura y casi igual longitud. B: Interferencia entre olas del viento cortas y una
mar de fondo larga.
.
Sin embargo, algunas de ellas sobresalen impartiendo a la superficie del agua una
carácter lo suficientemente significativo como para que pueda establecerse una
clasificación del "estado del mar" basada principalmente en la altura de las olas que se
observan en el momento considerado, como lo indica la tabla IX.

Olas producidas por el viento

Desarrollo
Las olas comienzan a formarse cuando el viento alcanza a soplar con una
velocidad de aproximadamente 110 centímetros por segundo y crecen debido a una doble
acción transmisora de energía del viento al agua en la forma de presión normal y esfuerzo
tangencial.
Con la duración y la intensidad del viento las olas así formadas aumentan en altura y
acrecientan su periodo, longitud y velocidad hasta adquirir límites determinantes de un
estado de equilibrio que depende también de la extensión de mar sobre el cual sopla el
viento y que se llama el "alcance del viento".
La magnitud de los elementos de las olas presentes en un determinado lugar y en cierto
instante depende entonces de la velocidad del viento, su alcance, y del tiempo durante el
cual ha soplado el viento denominado la "duración del viento", así como de las olas
existentes en el momento en que éste empezó a soplar.

Tabla IX
Estado del mar

Número de Altura de las Descripción de la superficie del mar


la escala olas
(pies)
0 0 "Mar calmo". El mar parece un espejo
1 Menor de 1 "Mar llano" Hay olas pequeñas o rizos que parecen
escamas y no tienen crestas.
2 1a 3 "Mar rizada" Las olas son pequeñas y cortas pero más
pronunciadas, cuando hacen espuma, ésta no es blanca,
sino de aspecto vidrioso.
3 3 a 5 "Mar moderada" Las olas son más grandes y largas
mostrando ocasionalmente "cabrillas" y el mar produce
sonidos cortos como el crujir de la seda o de hojas al
viento.
4 5 a 8 "Marejadilla" Las olas son de tamaño mediano y adquieren
una forma larga más pronunciada siendo muchas las
"cabrillas" y las crestas con espuma blanca, produciendo
un sonido como murmullo sordo
5 8 a 12 "Marejada" Las olas han aumentado de tamaño y
empiezan a levantarse, las cabrillas son continuas y las
olas rompen ocasionalmente, la espuma de las crestas en
las olas que rompen empieza a ser arrastrada en la
dirección del viento y el mar produce un murmullo continuo.
6 12 a 20 "Mar arbolada",. Las olas son grandes u con "cabrillas",
rompen mucho y muestran un crecimiento de su altura que
es visible; la espuma es arrastrada en venas densas en la
dirección del viento; el mar comienza a agitarse y el ruido
de las olas que rompen es como un rugido sordo que se
oye desde gran distancia.
7 20 a 40 "Mar muy arbolada". Las olas son altas y tienen cresta
extensas que se echan hacia delante y rompen
continuamente con un ruido que asemeja a un rugido
continuo; toda la superficie del mar se torna blanca debido
a la gran cantidad de espuma arrastrada por el viento y la
agitación del mar se hace pesada y con sacudidas.
8 Igual o mayor "Mar montañosa". Las olas se hacen tan altas que los
de 40 buques próximos caen tanto en los senos que dejan de
verse a ratos; la agitación del mar se hace tumultuosa; el
viento transforma a las crestas que se rompen en espuma;
todo el mar ésta cubierto de densas líneas de espuma
arrastrada por el viento, el aire está saturado de espuma y
agua pulverizada que impide ver los objetos relativamente
próximos.
9 Calificación aplicable a los estados del mar descrito cuando
el mar es muy picado y confuso.

La energía que acumulan las olas es directamente proporcional al cuadrado de su altura y


el efecto de la viscosidad del agua en amortiguarlas durante su traslado es mayor en las
olas más cortas; de ahí que las olas pequeñas decaen pronto cuando se alejan del área
en que se conservan y se propagan mejor para subsistir y transformarse en mar de fondo.

Propagación de las olas

El estado de la superficie del mar en una localidad determinada es, en general,


el resultado de la combinación de varios trenes de olas de diferentes períodos y alturas,
formados en distintas zonas por la acción irregular del viento que determina una gran
variabilidad en su velocidad, duración y dirección y, por lo tanto, las olas que se observan
forman parte de grupos de olas cada uno de los cuales está compuesto por olas de
distinta altura.
La energía que contiene las olas de un grupo producido por una cierta perturbación, se
propaga en el mar a una velocidad que se llama la " velocidad de grupo", que es igual, en
agua profunda, a la mitad de la velocidad de las olas individuales y que aumentan
relativamente con el disminuir de la profundidad del fondo hasta ser, en agua poco
profunda, igual a la velocidad de las olas, ocurre entonces que la región de máxima altura
de las olas de un grupo se traslada en agua profunda a la mitad de la velocidad de las
olas.
Esta particularidad da lugar a que al observar la primera ola de un grupo se la vea
desaparecer en seguida para ser reemplazada por la que le sigue, y así sucesivamente;
de modo que el fenómeno consiste en que las olas individuales atraviesan el grupo
entrando por detrás y saliendo por delante de él, y en que al ir dejando atrás la mitad de
su energía durante su avance, las olas comprenden a la ola del centro en la que hay un
rápido aumento de su altura que establece un "frente de la perturbación" que se traslada a
la velocidad de grupo.
La mar de fondo

Cuando las olas abandonan el área en que fueron generadas y se trasladan en


regiones de calma como mar de fondo, en la que se transforman de manera progresiva y
continua, la resistencia que el aire oponen a su movimiento hace que vayan perdiendo
altura y aumentando de período y, por lo tanto, incrementando su velocidad y su longitud.
Su atraviesa zonas donde hay vientos, éste tiende a aumentarle la altura y disminuirle el
período si es favorable, y a disminuirle la altura y aumentarle el período si es contrario a
su dirección de avance.
El estado de la superficie del mar, respecto de la mar de fondo se clasifica de acuerdo con
lo que índica la tabla X.

La mar de leva

Al aproximarse a la costa, debido a la disminución de la profundidad del fondo y


cuando ésta es menor aproximadamente, de la mitad de su longitud, las olas y la mar de
fondo van perdiendo velocidad y longitud, aumentando su altura y conservando empero
su periodo, por lo que se dice que "sienten el fondo".

Tabla X

Estado de la mar de fondo


Número Altura de la Descripción de la superficie Longitud de la mar de fondo
de la mar de fondo del mar (pies)
escala (pies)
0 0 No hay mar de fondo 0
1 Corta o
1 a 6 Baja Media 0 a 600
2 Larga
3 Corta 1 a 300
4 6 a 12 Moderada Media 300 a 600
5 Larga mayor de 600
6 Corta 2 a 300
7 Mayor de Alta Media 300 a 600
8 12 Larga mayor de 600
9 -- Confusa --

La mar de fondo que al acercarse a la orilla sufre estas modificaciones recibe el nombre
particular de "mar de leva".
Si las olas que se acercan a la costa no avanzan normalmente a las isóbatas, resultan
también sometidas al fenómeno de la "refracción de las olas", que se manifiesta como una
tendencia de sus crestas a ponerse paralelas a la orilla convergiendo donde las isobaras
muestran su convenida hacia el mar y divergiendo donde la muestran hacia la tierra,
haciéndose más altas sobre los bajos - fondos y en las regiones salientes de la costa y
más bajas sobre las depresiones y en las entradas de la orilla (fig. 32).
Cuando, por otra parte, las olas llegan a una obstrucción que interrumpe parte de su
cresta, giran hacia la zona que está al abrigo de esa obstrucción propagándose en ella
debido a un fenómeno que se conoce como la "difracción de las olas".

Las rompientes y la resaca

Cuando en su progreso hacia la orilla la mar de leva o las olas llegan a una
profundidad tal que el crecimiento de su altura y la disminución de su longitud las lleva a
hacerse inestables, se transforman en rompientes que se vuelcan hacia delante de
manera turbulenta, dando lugar
A la formación de la resaca que dependen de la naturaleza de las orilla y con
características que dependen de la naturaleza de las condiciones generales del lugar y
del momento. Las olas rompen donde la profundidad es igual al 1,3 veces su altura
aproximadamente.
Debido al transporte de agua hacia la playa asociado a las rompientes, ellas producen
una corriente dirigida a lo largo de la orilla y hacia el lado abierto del ángulo de forman
ésta y en ciertos lugares otras dirigidas hacia el mar como "corrientes de resaca".

Fig. 32. Refracción de las olas causada por una depresión ( izq.) y por una elevación (der.).

Teoría de las olas

Las fuerzas que intervienen en el movimiento ondoso del mar son las de la
presión, la gravedad, la rotación terrestre, la tensión superficial y la fricción interna del
agua, pero para estudiarlo teóricamente es aceptable, por su despreciable influencia, no
considerar las tres últimas cuando se trata de las olas producidas por el viento.
Los estudios teóricos fundamentales que han permitido describir satisfactoriamente al
fenómeno son los del Airy (1845) Stokes (1847) y Boussinesq (1871) principalmente, de
los cuales se ha arribado a los resultados que siguen.
Las olas de altura pequeña (Airy; 1845) tienen un perfil sinusoidal y su velocidad de
propagación depende de la longitud y la profundidad del fondo. Las Partículas de agua
describen órbitas elípticas que se van haciendo menores hacia el fondo en el cual el
diámetro vertical es nulo, pero no el horizontal, de modo que allí el movimiento de las
partículas es rectilíneo y periódico.
En el agua profunda, donde la profundidad relativa es mayor de 0,5 la velocidad de
propagación depende sólo de la longitud de la ola, que a su vez depende únicamente del
período, según la siguiente relación.
gL 0
C0 =
√ 2π (5)
donde son C0 la velocidad de propagación en el agua profunda, g la aceleración de la
gravedad y L0 la longitud de la ola en agua profunda.

De esa fórmula resultan, donde T es el periodo :


C0 =156 T
L0 =156 T 2 (6)
Que en las unidades prácticas, nudos para la velocidad, pies para la longitud y segundos
para el periodo son:

C0 =3 , 03 T
L0 =5 ,12 T 2 (7)

Las órbitas de las partículas son ahora circulares y van decreciendo hacia el fondo, de
modo que a una distancia de la superficie igual a la mitad de la longitud de la ola no hay
casi movimiento porque su diámetro es 23 veces menor (figura 33).
En el agua poco profunda donde la profundidad relativa es menor a 0,05, la velocidad de
las olas de las olas depende solamente de la profundidad del fondo y es :

C=√ gd (8)
Donde C es la velocidad de propagación, g la aceleración de la gravedad y d la
profundidad.
Las partículas describen órbitas elípticas cuyo diámetro vertical disminuye hacia el fondo
manteniéndose inalterable el diámetro horizontal.
Estas características se ajustan satisfactoriamente a las que tiene en la naturaleza la mar
de fondo.
Fig. 33. Movimiento de las partículas en una ola de altura pequeña (H/L) < 0,01) que se propaga en
agua profunda (d/L > 0,5) según la teoría de Aury (1845).

En las olas donde la altura no es pequeña (Stokes, 1847) el perfil corresponde,


aproximadamente, a una trocoide y la velocidad es una función complicada de la longitud
y la profundidad del fondo.
Las órbitas de las partículas son casi elipses abiertas, de modo que al cabo de un ciclo
éstas han avanzado una pequeña distancia en la dirección de propagación de las olas.
En el agua profunda la velocidad de propagación depende de la longitud y la altura de las
olas, según las siguientes expresiones suficientemente aproximadas:

¿ ¿¿
C0 ¿ ¿ (9)

¿ (10)

en las que son C0´ la velocidad de propagación, C0 la velocidad de propagación para las
olas de igual longitud pero de altura pequeña, L0 la longitud y H la altura de las olas.
De este modo la altura influye en aumentar la velocidad, pero en un 10% como máximo.

Las partículas describen órbitas abiertas casi circulares (figura 34) de modo de significar
un avance en la dirección de traslado de las olas y por lo tanto, la existencia de un flujo
que en la superficie es:

3 2
o 2π H H2
u0 = 3
=0 . 0632
gT T3 (11)

que en el sistema práctico de unidades se hace :

H2
uo0 =1 .14
T3 (12)

Definiendo una corriente superficial de muy poco espesor que puede tener una velocidad
del 1% de la velocidad del viento, a pesar de lo cual es digna de ser tenida en cuenta
junto con la corriente producida por el viento cuando se trata de determinar, por ejemplo,
la deriva de una balsa salvavidas.
La máxima pendiente que pueden tener la olas sin romper es según éste estudio. Igual a
0,1418, o sea, aproximadamente 1/ 7 en cuyo caso adoptan la forma que muestra la
figura 35.
En la naturaleza la mayor pendiente observada ha sido de 1/ 10.
Estas conclusiones concuerdan bien con las características que tienen las olas en el área
donde son generadas por el viento.

Fig. 34. Movimiento orbital de una partícula durante dos periodos en una ola de altura moderada o
grande que se propaga en agua profunda.

Boussinesq (1871) estudió teóricamente el caso de las olas que por tener las crestas
separadas por senos muy largos pueden considerarse como teniendo una sola cresta y
que se llaman por lo tanto "olas solitarias" (figura 36).

Fig. 35. Perfil de las olas de altura moderada y grande cuando tienen la máxima pendiente
teóricamente posible de1/7
La velocidad de propagación de estas olas depende de su altura y de la profundidad del
fondo según la fórmula :

C=√ ( g + ( d + H ) ) (13)

Donde C es la velocidad, g la aceleración de la gravedad, d la profundidad del fondo y H


la altura de la ola.

Las partículas del agua avanzan una cierta distancia en la dirección de traslado de la ola
con el pasaje de ésta para permanecer luego en reposo.

Fig. 36. Perfil de una ola solitaria según la teoría de Boussinesq (1871), donde son z las
elevaciones de la superficie del agua, medidas desde el fondo del mar, h la profundidad desde el
nivel de aguas tranquilas y x la distancia horizontal a partir de la cresta.

La ola solitaria rompe cuando entre la profundidad del fondo y su altura existe la relación

d=1,28 H (14)

Los resultados así obtenidos están en acuerdo satisfactorio con las propiedades de la mar
de leva en el momento próximo al de transformarse en rompientes, como lo ha
demostrado Munk (1949), son de aplicación al caso de las rompientes.

Generación y decadencia de las olas


Una vez formadas las primeras olas, el viento las provee de la energía necesaria
para su crecimiento mediante una transferencia de ella, ejerciendo una presión normal a
la superficie del mar sobre el lado de barlovento de la cresta y un esfuerzo tangencial por
fricción sobre las partículas de la superficie del agua.
Esta transferencia de energía hace que las olas crezcan en altura y aumenten su
velocidad de propagación y mientras ésta sea menor que la del viento, tanto la presión
normal como el esfuerzo tangencial contribuirán a su desarrollo.
Cuando la velocidad de las olas se hace igual a la del viento dejará de haber aporte por el
efecto de presión normal y cuando ella la haya superado, este efecto se transformará en
una resistencia tendiente a hacer decaer las olas. La transferencia de energía por
esfuerzo tangencial será, sin embargo, efectiva aun cuando la velocidad de las olas sea
mayor que la del viento, porque es aplicada a las partículas cuya velocidad orbital es muy
pequeña comparada con la de propagación.
Cuando la resistencia debida a la presión normal y la disipación de energía por fricción
interna del agua se hacen iguales a la energía que las olas reciben del viento por esfuerzo
tangencial, estas dejan de crecer en altura y de aumentar su velocidad. Se dice entonces
que han alcanzado su "desarrollo pleno" y que se encuentran en "estado
estacionario", mientras que cuando crecían estaban en el "estado transitorio".
La altura y la velocidad que han alcanzado las olas dependen de la velocidad del viento,
de su duración y de su alcance, de manera tal que a mayores valores de estos tres
factores corresponden mayores valores de aquellos dos elementos.
Los factores que limitan el desarrollo de las olas son la duración del viento, o su alcance,
porque existe una duración del viento después de la cual las olas no se desarrollan más
por mucho que éste siga soplando, porque existe un valor del alcance del viento que
impide que la duración pueda continuar haciéndolas desarrollar.
Tal duración y alcance se denominan "duración mínima" y "alcance mínimo".
Estos hechos han sido descritos en términos matemáticos por Sverdrup y Munk (1947),
que han logrado obtener ecuaciones graficables con las que puede saberse cuál es la
altura y la velocidad que han adquirido las olas en un cierto momento, a partir del
conocimiento de la velocidad del viento, su duración y su alcance.
Al propagarse fuera del área donde fueron formadas por el viento y trasladarse a regiones
de calma, las olas se transforman en mar de fondo y van perdiendo altura pero ganando
velocidad, por lo que se dice que se hallan "en decadencia" durante la cual pierden 1/ 3
de su altura cada vez que avanzan una distancia en millas marinas igual a su longitud
expresada en pies, aproximadamente.
Este fenómeno ha sido descrito también matemáticamente por Sverdrup y Munk (1947),
que han proporcionado gráficos con los cuales puede deducirse la altura, la velocidad, el
periodo y la longitud de la mar de fondo que ha recorrido una cierta distancia desde su
área de generación, así como el tiempo que ha empleado para cubrirla.

Las olas en agua poco profunda

Cuando la mar de fondo llega donde la profundidad relativa es menor de 0,5 se


dice que "siente el fondo" y sufre ciertas transformaciones en razón de las cuales pasa a
ser conocida como mar de leva.
En tal caso se observa que las olas, conservando constante el periodo, aumentan su
altura después de haberla perdido algo en un principio, acortan la distancia que hay entre
sus crestas, incrementan su pendiente, disminuyen su velocidad de traslado y cambian de
forma, modificando además su dirección de avance si se propagan formando un ángulo
diferente de 90º con las isóbatas del fondo.
Al avanzar hacia profundidades cada vez menores, las crestas de las olas crecen y la
longitud se achica tanto como para que se tornen inestables, cayendo entonces hacia
delante para transformarse en rompientes.
Los cambios descritos son más notables para la mar de fondo que proviene de un área de
generación distante que para las olas que proceden de una próxima.
El cambio de dirección en el traslado de las olas que llegan al agua poco profunda se
llama la "refracción de olas" e influye más a las olas largas que a las cortas y menos a
las más altas que a las más bajas de la igual longitud.
Cuando la profundidad del fondo disminuye constantemente, las ortogonales son curvas
que se separan cada vez más, hay "divergencia de olas" y su energía por unidad de
frente disminuye, con lo cuál se hace menor la altura de las olas.
Si las isóbatas son curvadas con la concavidad hacia el mar, la divergencia es más
señalada, pero si tienen su concavidad hacia el lado de tierra, la distancia entre
ortogonales disminuye, hay "convergencia de olas" y su altura aumenta. De ello resulta
que las olas más bajas suelen estar frente a las bahías y sobre las depresiones del fondo
y las más altas, frente a las salientes de la costa y sobre las elevaciones del fondo. (figura
32).
La altura de las olas de la mar de leva depende así de la combinación del aumento que
resulta de la disminución de la profundidad del fondo y del crecimiento o disminución
debidos al fenómeno de refracción.
Cuando la mar de leva ha llegado donde la profundidad del fondo es igual a1,28 veces
aproximadamente su altura, las olas rompen avanzando hacia la playa como "olas de
traslación" en las que el agua es transportada toda con la forma de la ola.
Donde el fondo es regular o de pendiente pronunciada se produce en general una sola
línea de rompientes, pero donde no lo es suele haber varias líneas al rehacerse las olas
después de haber roto, para romper nuevamente más cerca de la orilla.
La parte en la que se producen rompientes se llama la "zona de la resaca" el conjunto de
fenómenos asociados, siendo la "resaca" el conjunto de fenómenos asociados al romper
de las olas que ocurren en ella.
Las características de las rompientes dependen de las condiciones generales de la zona
de resaca tales como la topografía del fondo, la forma de la orilla, el estado de la marea,
la fuerza y dirección del viento, la velocidad y dirección de la corriente, la existencia de
islas frente a la costa y la altura longitud así como la dirección de traslado de la mar de
fondo que las produce, por lo que a veces tienen lugar donde la profundidad es de 0,7 a
2,0 veces su altura.
Se presentan dos tipos fundamentales de rompientes, las llamadas "arrastradas" y las
"de volteo" , producidas en general las primeras por la mar de fondo con pendiente
mayor de1/ 100 y las segundas por la que tiene menor de 1/ 200.
El viento que sopla hacia tierra acentúa las rompientes arrastradas y el que lo hace hacia
el mar a las de volteo.

El pronóstico de las olas


El pronóstico de las olas en el mar presenta cuatro problemas particulares en
correspondencia con las cuatro etapas de la vida de las olas, por lo que ellos consisten en
determinar el estado del mar en el área de generación, la mar de fondo en la región de
decadencia y la mar de leva, la resaca y las rompientes en el agua poco profunda (figura
40).
El pronóstico del estado del mar procura dar por anticipado el carácter de las olas en un
área de generación, el de la mar de fondo, el de las olas que existen en el mar abierto en
una región de calma como resultado de las producidas por el viento en un área de
generación, el de la mar de fondo, el de las olas que existen en el mar abierto en una
región de calma como resultado de las producidas por el viento en un área de generación,
el de la mar de leva, el de las olas que hay en la zona que se halla entre el límite del agua
profunda y la resaca y el de la resaca y las rompientes, el de las olas que rompen junto a
la orilla en virtud de la llegada frente a ella de una mar de fondo.
Los datos de la velocidad del viento, su duración y su alcance a los efectos de pronosticar
el estado del mar, se obtienen cartas del tiempo consecutivas sobre el océano y de las
correspondientes cartas predichas. Con ellos se computan la altura, el periodo, la longitud
Fig. 40. Las cuatro etapas de vida de las olas.

y la velocidad de las olas al final del alcance del viento, es decir al final de esta área de
generación.
A partir de estos últimos resultados se calculan la altura, el periodo, la longitud y la
velocidad de la mar de fondo al final de la región de decadencia, así como el tiempo
empleado por la perturbación ondosa para recorrer la distancia de decadencia.
Conocidos la altura y el periodo de la mar de fondo al final de la región de decadencia que
coincide con el principio del agua poco profunda, se pueden obtener la altura, la longitud,
la velocidad y la dirección de la mar de leva para las diferentes profundidades de la zona
de agua poco profunda.
Para esto es necesario disponer de una carta de la topografía del fondo.
Con los datos de la mar de fondo se determinan la altura, la longitud y la velocidad de las
olas que rompen, la profundidad a que lo hacen y el carácter general del fenómeno de la
resaca incluyendo las corrientes que en ella se producen.
El método para pronosticar olas ha dado resultado satisfactorio y puede emplearse
también para conocer el estado del mar, la mar de fondo, la mar de leva y las rompientes
en situaciones pasadas, proveyendo así con el nombre de "postnóstico" la información
estadística respecto del régimen de olas propio de una localidad, de la cual faltan
observaciones directas, a partir de las cartas del tiempo pasadas existentes.

Fuente: Margaleff R.
Los Océanos
Biblioteca Salvat
Salvat Ediciones 1974 pp. 36 - 42
Panzarini Rodolfo N.
Introducción a la Oceanografía
EUDEBA 1984 pp. 87 - 111

Batt J.J.
Oceanography
Omega 1986 pp. 123 – 134

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