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ACTIVIDAD 2

ARTICULO DE OPINION

Diana Milena Peláez Melo ID: 533774

Octubre 2019

Corporación Universitaria Minuto de Dios, Uniminuto Bogotá Sur

 Psicología

Resolución De Conflictos NRC 1882

Bogotá

La definición de conflicto que se desprende en los ejemplos citados por el autor


van encaminados en todo aquel elemento influenciado por el poder proveniente de
circunstancias sociales que llevan a la confrontación entre el bien y el mal, el
conflicto es el resultado del choque entre el maligno y lo heroico y esto no es más
que una serie de impulsos que lleva a una persona a hacer el mal; o actuar en
favor de personas o ideales sin esperar retribución alguna.

En primer lugar el poder social: el "poder de las situaciones sociales" es el que


lleva a la "gente corriente" por el camino del mal.

En segundo lugar el lado oscuro: los niños no nacen malos, sino con plantillas
mentales para hacer cosas tanto buenas como malas, dependiendo de la
influencia del entorno, de los contextos de comportamiento en los que viven,
juegan y trabajan.

Y por último el "círculo mágico": incluso en ambientes que carecen de hostilidad,


los niños buenos pueden empezar a hacer cosas malas por la presión de su grupo
de amigos que establece unas normas para ser aceptados en el llamado "círculo
mágico".

Zimbardo plantea que existen fuerzas sistémicas externas capaces de fomentar y


alimentar la maldad, y procedimientos eficaces para inducir la imaginación hostil al
punto de lograr que cualquier ser humano renuncie a su bondad y actúe de
manera irreflexiva. A esto puede llegar movido por una ideología, en cumplimiento
de órdenes atroces,(La violaciones de Ruanda la matanza de tutsis por los hutus,
o los actos en la prisión de Abu Ghraib) siguiendo tendencias que etiquetan a
otros como
enemigos o frente a otras condiciones colectivas que desconectan la moralidad y
los sentimientos (hinchas extremos, linchamientos, fanatismo).

Las fuerzas situacionales tienen más poder del que pensamos para conformar
nuestra conducta en muchos contextos.

La psicología social, según la perspectiva del investigador, ofrece pruebas


fehacientes de que el poder de la situación puede más que el de la persona en
algunos contextos.

Pero estudiar estas conductas censurables “exige una comprensión de las


fuerzas, las virtudes y las vulnerabilidades, que aportan estas personas o grupos a
una situación dada. Luego debemos reconocer plenamente el conjunto de fuerzas
situacionales que actúan en ese contexto conductual”

Zimbardo enfatiza que a pesar de ello, la conducta puede ser moldeada y


encaminada hacia el bien o hacia el mal, por ese impacto de las características de
una situación y también por la dinámica del grupo social en el que los seres
humanos vivimos y convivimos. Como ejemplo se hace alusión a los hechos
suscitados en la cárcel de Abu Ghraib, en que soldados estadounidenses
cometieron abusos sobre prisioneros iraquíes en esa cárcel militar.

¿Cómo y por qué personas buenas y comunes se convierten en seres malos y


perversos?

Los estudios realizados por el Dr. Zimbardo llegan al punto de asociar


esencialmente esta transformación a la fuerza de una situación determinada.
Reconozco el poder de las fuerzas situacionales para influir en la mayoría de
nosotros hasta el punto de hacer que actuemos mal en muchos contextos, pero
también deja claro que no somos esclavos de su poder. Si entendemos cómo
actúan estas fuerzas podremos oponerles resistencia e impedir que nos hagan
caer en tentaciones no deseadas. Este conocimiento nos puede liberar del influjo
poderoso de la conformidad, la sumisión, la persuasión y otras formas de
influencia y coacción social.

Lo contrario ocurre con la fuerza disposicional que tiene que ver más con nosotros
mismos no con nuestro entorno, la actitud con la que enfrentamos cada situación.

En el poder sistémico la maldad consiste en obrar deliberadamente de una forma


que dañe, maltrate, humille, deshumanice o destruya a personas inocentes, o en
hacer uso de la propia autoridad y de este poder para alentar o permitir que otros
obren así en nuestro nombre”, define Zimbardo. Abusar de la autoridad es otra
forma de ejercer la maldad.

Los conflictos son algo habitual en las relaciones interpersonales, pues cada
persona tiene su idea y visión del mundo. Esto puede causar diferencias que van
más allá de las simples discrepancias.

Los autores tanto del texto guía “Las emociones en la negociación” como en “El
efecto Lucifer” nos dejan claro que las emociones son intensas y que siempre
están presentes y es difícil manejarlas, aquí ellos nos dicen que los seres
humanos tenemos diferentes tipos de sentimientos cuando nos relacionamos los
unos con los otros, de esta manera las emociones pueden ser un activo
importante para conseguir unos objetivos. También se trata de encontrar méritos
en lo que los otros piensan, sienten o hacen y manifestarlo una expresión sincera
de aprecio puede ser la mejor manera de que una persona satisfaga muchas de
las expectativas básicas de la otra.

En el aspecto social y político las personas se dejan de llevar de la situación del


momento o lo que los demás piensan y dicen que se debe hacer.
Es el poder de las situaciones sociales el que influencia a las personas a segur el
sendero del mal o del bien.

Bajo presión y ante la necesidad de formar parte de un grupo, los límites se


pueden desdibujar y un bondadoso se torna malvado.

La base está, según el profesor de psicología social Philip Zimbardo, en afirmarse


en los valores y en ser coherente con la ética. La capacidad de negarse a una
orden inmoral, aunque el entorno aliente y favorezca lo contrario, debe imponerse.
Retomar la unicidad como seres humanos es la vía más rápida para convertirse en
“héroes”, siempre actuar de la mejor manera sin hacer daño a los demás,
debemos pensar en cómo nuestras decisiones afectan al otro.

Además, cuando se deshumaniza el entorno, y ante la amenaza, los individuos


pueden responder con violencia con la ‘tranquilidad’ de que lo hacen en legítima
defensa.

El efecto Lucifer solo puede ser contrarrestado con determinación. Una educación
de valentía, que afiance el poder de la individualidad, con capacidad reflexiva para
sobreponerse a la imposición de lo colectivo cuando de actos violentos y malvados
se trata y de proporcionar el coraje para contrarrestar la marginación que produce
el hacerlo.
- La maldad consiste en obrar deliberadamente de una forma que dañe,
maltrate, humille, deshumanice o destruya a personas inocentes, o en hacer
uso de la propia autoridad y del poder sistémico para alentar o permitir que
otros obren así en nuestro nombre
- "La probabilidad de hacer mal se encuentra cien veces al día; la de hacer
bien una vez al año".
- En contraposición se encuentra el héroe accidental: Zimbardo investiga
también el proceso inverso a la causa de detonación del mal. Lo que el
llama "la imaginación heroica", que provoca que cuando llega el momento
en que otros opten por el mal o la indiferencia, estos elijan actuar por otra
persona o ideal sin nada a cambio. "Crear una generación de esos heróes
normales es nuestra mejor defensa contra el mal".
- El efecto Lucifer solo puede ser contrarrestado con determinación. Una
educación de valentía, que afiance el poder de la individualidad, con
capacidad reflexiva para sobreponerse a la imposición de lo colectivo cuando
de actos violentos y malvados se trata y de proporcionar el coraje para
contrarrestar la marginación que produce el hacerlo.
- Las personas, siendo esencialmente sociales, crean redes y jerarquías al
interactuar, que pueden diluir el pensamiento individual, donde el ‘nosotros
contra ellos’ se aprecia como normal.

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