A traves de las capitulaciones matrimoniales, se establece por los cónyuges, el
sistema económico matrimonial por el principio de libertad jurídica sobre la que va a descansar la sociedad conyugal que constituye un límite a la autonomia privada como organización primordial del régimen que entre ambas partes se pacta. Como límites, señalar únicamente los que señala el Código Civil, siendo nula cualquier estipulación contraria a las leyes o a las buenas costumbres, o que sea limitatíva de la igualdad de derechos que corresponde a cada cónyuge
¿Quien tiene capacidad para realizarlas?
En principio los contrayentes tienen capacidad para concertar capitulaciones matrimoniales, sin embargo existen algunas excepciones: menores: pueden realizarlas antes o después de la boda pero necesitan el concurso y el consentimiento de sus padres o tutor, salvo que se limite a pactar el régimen de separación o el de participación. incapacitados judicialmente: sólo puede otorgar capitulaciones con la asistencia de sus padres, tutor o curador. Para que sean válidas han de inscribirse en escritura pública, tanto en el Registro Civil (dónde se inscriben todos aquellos datos relativos al estado civil de las personas), Registro de la Propiedad (dónde se inscribe todo lo relativo a los bienes inmuebles de los cónyuges) o Registro Mercantil( cuando uno de los cónyuges sea comerciante) con el fin de que el sistema económico y todos aquellos pactos que realicen los propios cónyuges sean conocidos incluso por terceros ajenos a estos. ¿Quien es el tercero?. Es aquella persona ajena al régimen económico matrimonial (supongamos que en base a un bien privativo uno de los cónyuges solicita un crédito y da como garantía ese bien suyo, si el que le da el préstamo no tiene una garantía de que ese bien es suyo no se lo concede porque no tiene forma de responder en caso de impago, pero si tras acudir al Registro observa que ese bien le pertenece, ya tiene una garantía para en caso de que no devuelva lo prestado poder recurrir a la venta del mismo).