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UNIDAD 1

En este apartado, se menciona que debe realizar una lectura y asimilación desprejuiciadas, es decir,
una actitud positiva que permite la comprensión, con un mínimo juicio previo. Es decir, tener
apertura en la comprensión de esta postura intelectual básica en todo aprendizaje serio y
responsable. La apertura supone hacer propio por un momento, aquello que el autor nos quiere
hacer llegar, sólo así llegaremos a una postiva comunicación.

1. La persona y la obra de Carl Rogers


La obra postulada por Carl Rogers, está impregnada de su propia persona, su historia, su
personalidad, sus circunstancias científicas y existenciales modelan aquello que producen como
aporte, en cualquier área del conocimiento humano. Aparte del aspecto científico, el autor fue un
hábil jardinero en su jardín de California. Rogers, le dedica mucho a la jardinería y esta actividad,
está relacionada con sus estudios, su concepción de la ciencia y sobre todo con su concepción del
hombre y la relación humana general y psicoterapéutica en particular.

Se iniciara con una reseña biográfica del autor, en primer lugar se toma en cuenta que la familia de
nuestro autor era numerosa, de ocho hijos, y cuando el pequeño Carl, tenía doce años el mismo
decidió trasladarse a una granja. Este cambio causara, sin darse cuenta, un pensamiento más
maduro a diferencia de sus contemporáneos. Creció en el clima familiar protestante, Rogers,
reconoce que creció de manera aislada entre sus pares y sus padres, lo cual le dio un carácter
introvertido. Esto lo llevó a ser un lector apasionado con una capacidad de observación que
sobresalía por su interés por la naturaleza que lo rodeaba. En consecuencia, se anunciaba en el la
atracción por método hipotético deductivo, por un lado, y, por otro, su confianza en el aprendizaje
centrado en el alumno, como denominará luego la aplicación de sus principios a la enseñanza en
todos los niveles.

Debido a sus principales intereses, en un comienzo realiza varios años de estudios de agricultura.
Sobreviene luego su crisis en la adolescencia. Con la intención de ser un pastor protestante, dejando
de lado si a la agricultura y centrándose en el hombre, ingresa a Union Theoiogical Seminary.
Permanece en China durante seis meses, con un conjunto de estudiantes compañeros suyos, con
ocasión de un Congreso Mundial Cristiano. Poco a poco, según el avance que iba obteniendo fue
abandonando su fe y su vocación pastoral. Quedó firme en él su voluntad de servicio y su fe en el
hombre.

Graduado como bachiller en historia y Master ofarts (1927), decide hacer el doctorado de
psicología. El personal, con el que estaba relacionado, era profundamente freudiano y es allí donde
adquiere formación en este postulad, Allí comienza también su labor como psicoterapeuta. Como él
mismo expresa: "entre el pensamiento de Freud y el de Thorndíke

Ya en sus primeros casis como psicólogo clínico se verá enfrentado con el medio psiquiátrico, de
manera distinta al trabajo realizado como psicólogo. Rogers, en ese tiempo, ya casado y padre de
dos hijos, el primero llegara a ser un médico, mientras que el segundo será un psicólogo con quien
tendrá el agrado de trabajar colaborando padre e hija.
Durante el contacto con otros logra estar al contacto con la persona y el pensamiento del
psicoanalista seguidor de las ideas psicoanalistas, Otto Rank. Se destaca que ciertos postulados
rogerianas tuvieron su fuerte inspiración en aquella teoría impuesta por Freud, que ponía de relieve
las capacidades humanas, su impulso al desarrollo personal, la motivación del paciente y su
responsabilidad respecto del proceso terapéutico

Poco a poco, llegara a su modalidad original y creativa, distinta al Conductismo y al Psicoanálisis,


predominantes en el mundo. Rogers, tendrá que dirigir su atención al Enfoque centrado en el
cliente (paciente), según hemos traducido entre nosotros el inglés: Client-Center Approach

Rogers, presentara su primer obra que será: Counseling and Psychotherapy, la cual alcanzó
explosivamente una buena cantidad de ejemplares. El autor comenzó a pensar seriamente que sus
obras respondían a una expectativa general en el mundo de la psicología. Sin darse cuenta que
estaba introduciendo una nueva concepción en los vínculos humanos.

Es por aquella época que surge la poco feliz denominación de "psicoterapia no-directiva". Lo no-
directivo no constituye lo definitorio de la misma, como con el tiempo se verá. Pero en aquel
momento emerge como reacción ante el "directivismo" habitual de las psicoterapias en uso.

La presencia de Rogers ya comienza a tener general notoriedad y, en consecuencia, surgen a su


alrededor las polémicas e impugnaciones controvertidas. Sin embargo su pensamiento en la
educación, enseñanza centrada en el alumno .

Para 1962 hace su entrada en Europa. E] Bulletin de Psychologie de la Serbonne publica un artículo
suyo y aparece un valioso y muy sistemático libro que escribe, en francés, con Marian G. Kinget:
"Psychotherapie et Relations Huraaines". Esta edición será luego traducida en España. El
pensamiento humanista europeo sabe valorar este aporte y comienza su difusión en ese continente

Cansado de lo que Rogers vivía en las universidades como constantes trabas burocráticas al
aprendizaje y la enseñanza abandona la enseñanza en ese nivel y se instala en California fundando,
con sus colaboradores, el "Center of sudy of the Person". Allí intensificará un trabajo grupal que
dará origen a su Carl Rogers on Eñcounter Group (1970)1.
.
Rogers, desde los años 70, deja sus tareas de psicoterapeuta y en el centro fundado por él en
California, se consagra, con el grupo que lo acompaña, a la formación de terapeutas y educadores.
Desde allí su acción toma un carácter de animación psicosocial. Trabajará con grupos marginales:
gente de color, delincuentes, drogadictos, entre otros

Para finalizar, en febrero de 1987, habiendo cumplido 85 años fallece. Su última gira internacional,
en julio de 1986, la había hecho a Rusia, donde tuvo un éxito que perdura en los miembros rusos del
E.C.P. que asistieron a los eventos internacionales.

Entre las obras de Rogers:

En 1967 publicará Person to Person que acentúa el espíritu personalístico de sus ideas y en 1968
Man and Science of Man, donde establece una crítica y nuevas elaboraciones sobre el concepto de
ciencia y su mejor metodología tradicional. De igual manera, Freedom to Learn (1969)' donde
expone su "enseñanza centrada en el alumno"

En 1951 apareció una obra metodológicamente eleborativa Client- Centered Therapy (1974).
Allí se encuentra ya una exposición orgánica de su pensamiento
2. El Hombre en Carl Rogers: la persona
Rogers, se contrapone a un estudio y visión del hombre reducido al papel de ser "objeto" de una
psicología, como estuvo viniendo con otras corrientes como el psicoanálisis o el conductismo. Su
visión apuntará a constituir una "Ciencia del Hombre" que parte de la afirmación según la cual el
hombre, como objeto de estudio, desborda las posibilidades del método científico natural. La
imagen del hombre que Rogers elaboró, tiene su anclaje metodológico en dos fuentes centrales, en
un mismo núcleo de realidad, que constituyen el material de la observación:

1) La Comprehensión Empática, este último, nos facilita la "extracción" del material observable;
ésta nos provee de un material 'Vivo", directo, pasible de observación inmediata.

2) La sistemática aplicación del método hipotético deductivo el cual, la correspondiente


elaboración, por medio de la experimentación instrumental, permite el establecimiento de hipótesis
y teorías.

Lo que podemos llamar la "idea" rogeriana sobre nuestro tema daría lugar a un punto 3) y estaría
estructurado en base a inferencias métamelodológicas, en sí mismas provisorias, pero ciertas y
legítimas.

En realidad, la concepción antropológica rogeríana que postula es que el hombre tiene como meta
de venir plenamente lo que es: persona. El fin de la persona es ser simplemente ella misma.
En el campo de esta unificación crece su conciencia libre, capaz de elegir y hacerse responsable de
sí misma, más allá de los condicionamientos ineludibles que configuran su mundo concreto. Un
elemento básico de su pensamiento está orientado a confiar en el hombre. Esto es un punto esencial
de su sistema de relación humana y psicoterapéutica. El ser humano, en condiciones adecuadas, es
confiable. Así puede verlo como: "Un organismo capaz de llegar a un comportamiento equilibrado,
realista, valorizarte de sí mismo y los otros, comportamientos que es la resultante de todos esos
elementos de conciencia".

3. El "funcionamiento óptimo" de la persona

El "funcionamiento" al cual se refiere este subtítulo apunta a la construcción rogeriana de un


modelo teórico de la conducta humana y en particular del paciente.

Carl Rogers, presenta una postura, donde afirmará la necesidad de una plena apertura a la
experiencia inmediata (dato primero de la conciencia). Esto permitirá la determinación de los datos
posibles implicados en la situación lo cual facilitará la adecuada expresión de la conducta.

Los datos que se encuentran en la función óptima de la persona, pueden ser realmente complejos:
apremios sociales, necesidades, recuerdos, etc. Si todos los datos están a disposición de la
conciencia, la elección actitudinal será la más acertada en el momento.

En el caso contrario, por deformación, represión, distorsión perceptiva, los datos podrán dar lugar a
engaño, por lo tanto al error, influye en esto particularmente el mayor o menor grado de equilibrio
emocional del sujeto y aún de neuroticidad, como se hace evidente.
Cuando nuestro autor hace referencia al movimiento fundamental del hombre en el cual se
autorrealiza y por medio del cual tiende a construirse como su verdadero sí mismo, sabemos que
había de "funcionamiento óptimo" y también de "vida plena". Este es su horizonte de sentido,
horizonte que avanza constantemente con el "caminante", horizonte que es en realidad el camino
mismo.

Uno de los postulados rogerianos afirma que la persona en terapia es alguien confiable, alguien que
tiene en sí misma los recursos para tomar conciencia de su conflicto, enfrentarlo y resolverlo, con la
mediación del terapeuta. Este crédito que se reconoce en el llamado paciente es una característica
esencial. Sin duda que habrá casos en los cuales esa mediación puede fracasar, pero esto pertenece
ya a los laberintos de la psicopatología.

Para finalizar, se reconoce otra importante concepción de Rogers, esta vez en una dimensión
psicosocial: el hombre de mañana, que tiene su fuente en lo aquí enunciado. No se olvide que en su
sistema terapéutico ha sido denominado "Psicoterapia centrada en la persona" y "de persona a
persona". Por lo tanto, el hombre como persona será eje de la relación terapéutica que estudiaremos
en sus elementos sustanciales.

4. Referentes filosóficos y metodológicos rogerianos

Se toma a, Edmundo Husserl, maestro de Martín Heidegger, como una de las figuras más
destacadas en la filosofía occidental de este siglo. En él tuvo origen la corriente filosófica conocida
genéricamente como: Fenomenología. Sin embargo, Carl Rogers debe ser reconocido como uno de
los autores que supo hacer una eficaz aplicación de algunos aspectos fenomenológicos a la
concepción y relación psicoterapéutica.

4.1. Aspectos fenomenológicos

La fenomenología, desde la reflexión filosófica, se propone como un método de conocimiento


científico de la realidad humana y mundanal. Busca así descubrir su esencialidad como objeto
intencional de la conciencia.

A modo de conclusión, la fenomenología intenta, a través de la “reducción fenomenología” y de la


"descripción fenomenológica", tomar contacto con la realidad de manera antepredicativa, no
tematizada.

El método fenomenológico dijimos que busca, a través de la "descripción fenomenológica", llegar a


la esencia (eidos). Sintéticamente sus pasos son:

1) el análisis cuidadosamente descriptivo de cada estado de la conciencia intencional, ceñida


estrechamente a lo dado en su vivencia expericncial inmediata.

2) un análisis reductivo (reducción fenomenológica o "epojé"), basado en la previa descripción de


la estructura esencial de la experiencia, descubriendo cuáles elementos de la misma pueden subsistir
(la invariancia o predicado) sin que esa experiencia deje de existir en sí misma (como lo esencial)
Será útil concluir con lo que podemos llamar: los supuestos fenomenológicos básicos de Carl
Rogers, que regulan su aplicación del método.

1) Cada individuo existe en un mundo de experiencias cambiantes del cual él es el centro.


2) El organismo (la totalidad organísmica) reacciona al campo tal como él lo experimenta y percibe.
El campo perceptual, para el individuo, es "la realidad".
3) El organismo reacciona a su campo fenomenológico como una totalidad organizada.
4) La conducta es básicamente eí esfuerzo intencional del organismo, por satisfacer sus necesidades
tal como las experimenta, en el campo tal como las percibe.

4.2. La conciencia intencional

El concepto de conciencia intencional establece como vínculo esencial el vínculo referencia! que
une incondicionalmente sujeto y objeto. Por lo tanto, bien se dice en afirmar que la realidad, en
cuanto tal, sólo existe en tanto es a]go-para-mí, es decir, al tener yo una conciencia e
intencionalidad de esa realidad como "algo".

5. Las actitudes terapéuticas rogerianas

Estas actitudes son elementos claves para realizar la psicoterapia, según el autor. De acuerdo con
esto podría afirmarse, tal vez, que las técnicas varían, evolucionan o hasta llegan a complementarse;
pero no las actitudes rogerianas esenciales. Ellas son las que garantizan la realidad de un proceso
que compromete al paciente y su terapeuta. También son las que comprometen de tal manera a la
persona de ese terapeuta.

En esta relación psicoterapéutica, el terapeuta es alguien a quien otro ser humano dolorido,
sufriente, ansioso, confundido consigo mismo, invoca como a un auxiliar necesario pero transitorio,
en un momento penoso de su vida.

Consecuentemente la Actitud rogeriana será la que manifiesta la tendencia constante a percibir al


paciente como una persona con las capacidades adecuadas para la actualización de las mismas.

5.1. La Congruencia

Lo dicho es lo que está implícito en la palabra Congruencia como exigencia, por parte del terapeuta,
ser realmente él mismo en el encuentro terapéutico

El terapeuta en su Congruencia será una persona que está allí para el otro que lo solicita como
ayuda. Se trata de un esfuerzo constante de unificación, de integración entre el mundo de
experiencias, representaciones, la interioridad y el comportamiento que reflejará las convicciones
propias y su adhesión a las mismas. Todo esto presupone coraje, seguridad interior, aceptación de
los propios límites y falencias. Su fruto será poder actuar con una auténtica presencia personal.

En el vocablo Congruencia, que usaremos indistintamente con Autenticidad, lo que subyace es el


sentido de integridad y unidad, "es un hombre íntegro" se dice familiarmente. Y "hombre íntegro"
(en nuestro caso un hombre en función de psicoterapeuta) es aquel que se destaca por ia coherencia
entre lo que piensa, siente, dice y hace.
5.2. La Aceptación positiva incondicional

En el apartado menciona que la Aceptación positiva incondicional, es justamente ese estar abierto
al otro sin ponerle condiciones de aceptabilidad. Es una aceptación genuina del otro como se
presenta y es en sí mismo. Es un interés verdadero por su persona y su aflicción, un amor auténtico,
en fin, que renuncia a juzgar, someter al otro.

Esta consideración supone que el terapeuta se halla ante el paciente prescindiendo de su cuadro de
referencia interna, en virtud del cual los contenidos experienciales, sociales o teóricos, pudieran
utilizarse para evaluar y/o juzgar al otro, lo cual sería condicionar nuestro vínculo.

Aclaremos que esta Aceptación no es aprobación, justificación o complicidad ingenua de conductas


que son para el terapeuta reprobables o injustificables social o personalmente. Es sencillamente
respeto por el mundo del otro, por chocante que fuere. Si el terapeuta se presenta como un igual, y
humanamente lo es, el paciente tenderá a responder como igual. En tal sentido, el llamado
"paternalismo terapéutico" significa una neta actitud de solapada superioridad.

5.3. La Comprehensión Empalica

Se trata de trabajar, esta comprehension empatica, como un concepto mayor, clave fundamental
dentro del sistema de pensamiento rogeriano. Tanto es así que podría decirse que, si el psicoanalista
opera en el campo de la Transferencia, el rogeriano opera en el campo de la Empatia.

La Comprehensión Empática es verdadero conocimiento del otro en cuanto es un ir y venir del otro
hacia mí y recíprocamente. Sus sentimientos serán consentidos por el terapeuta hasta hacerlo vibrar
emocionalmente. El terapeuta reproduce aquel sentimiento, se deja llevar en el fluir de la corriente
afectiva del sujeto, vivenciando su mundo emocional perturbado. Fluirá en esa corriente con el otro
acompañándolo, compartiendo, pero sin dejarse "ahogar" por él.

Lo que en una adecuada Comprehensión Empática percibimos, es el concreto y vivencia! sentido


del mundo personal del paciente que él mismo acertado o no se atribuye. Adquirimos así una
comprehensión molar y molecular de su discurso; comprehendemos lo connotado del mismo, lo
referencial y lo afectivo o emocional.

DATOS PUNTUALES DEL TERAPEUTA ROGERIANO:


a) se esfuerza por acercarse a las más íntimas experiencias del paciente por medio de la
Comprehensión Empática.
b) trata de aprehender el proceso de la relación del paciente consigo mismo y con su mundo, del
cual él solamente puede tener una experiencia vivencial,
c) Refleja y acepta incondicionalmente, con calidez y comprehensión del paciente.
d) De tal modo sus emociones (de paciente) se hacen "disponibles" puní (no necesariamente en) en
su conciencia.
e) el paciente, por lo tanto, podrá retomar e integrar su autoimagen para sí mismo y los demás, en su
propio mundo

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