En el siglo XIX sucede la Revolución Industrial, esta se inició en Gran Bretaña a fines del siglo
XVIII, y desde ese entonces se extendió por el resto del mundo. Esta evolución industrial trajo
como consecuencia el desarrollo del modo de producción capitalismo y la expansión colonial.
Dando lugar a una nueva división de clases sociales, la burguesía y el proletariado. En este nuevo
orden el objetivo de la clase dominante es la acumulación excesiva del capital, con ayuda de las
nuevas tecnologías (maquinaria a vapor) y la explotación del proletariado. A medida que fueron
pasando los años se fue produciendo una urbanización general, es decir la gente se mudaba del
campo a las ciudades, las fábricas necesitaban mano de obra y este nuevo régimen capitalista
obligaba a las personas a necesitar dinero para vivir y tener que trabajar.
En cuanto al contexto político del s. XIX, el espíritu de la Revolución Francesa, los ideales de
libertad, igualdad y fraternidad, es vencido por la presión de las monarquías europeas y la derrota de
Napoleón en Waterloo en 1814. En Francia se restaura la monarquía con Luis XVIII. En 1815 el
Congreso de Viena intenta volver al Antiguo Régimen, con un monarca absoluto legitimado por la
voluntad divina y la clásica división de la sociedad en estamentos. Para ello se crea la Santa Alianza
(Francia, Prusia, Austria y Rusia). No es de extrañar los diversos estallidos revolucionarios -1830,
1848, 1871- que intentan recuperar los valores liberales vislumbrados durante la Revolución
Francesa. La revolución de 1830 da el poder político a la burguesía que ya tenía el poder
económico. Las revoluciones de 1848 y 1871 suponen sendos fracasos en las aspiraciones del
proletariado para acceder al poder político.
Manifiesto
Según la real academia española un Manifiesto es un escrito breve que un grupo o movimiento
político, religioso, filosófico, artístico o literario dirige a la opinión pública para exponer y defender
su programa de acción considerado revolucionario o novedoso con respecto a lo establecido
anteriormente
Manifiesto de Cartagena
La Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño, más conocida como
Manifiesto de Cartagena es un documento escrito el 15 de diciembre de 1812 por Simón Bolívar, en
la ciudad de Cartagena, a la edad de 29 años, en el marco de las luchas por la Independencia de
Colombia (Nueva Granada) y de Venezuela, en el que analiza las causas de la caída de la Primera
República de Venezuela, en particular el federalismo adoptado por la Constitución, y propone una
estrategia general para la independencia de ambas naciones, luchando juntas para recuperar
Caracas.
Fue publicado bajo el título de Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un
caraqueño e impreso en Cartagena en la imprenta de Diego Espinoza en 1813. Es el primer
documento de importancia escrito por Bolívar. El manuscrito original y los ejemplares de la primera
edición realizada por Espinoza se han perdida
Bolívar señala como causas principales de la caída de la Primera República de Venezuela, las
siguientes:
El terremoto de 1812;
Los desacuerdos entre las clases sociales (ya que los mantuanos querían emanciparse pero no
querían quedarse sin esclavos);
Manifiesto liminar
Objetivos
Los objetivos que han propuesto los autores son 4, por un lado la concientización, que consiste en
informar al proletariado para conseguir una unión de esta clase, dejándoles en claro la explotación
de la que están siendo víctimas. Por otro lado implantar en la sociedad ese aire de revolución, para
que el proletariado le quite a la burguesía la propiedad de los medios de producción. El tercer
objetivo sería que el proletariado pueda destruir toda esa súper estructura conformada por la
burguesía, para cambiar la sociedad desde sus bases, el cuarto y último objetivo sería alcanzar una
sociedad sin clases, cuando hablamos de clases nos referimos a una sociedad sin una clase burguesa
(dueña de los medios de producción) y una clase proletaria (que solo trabaja y su riqueza aumenta
acorde al aumento de producción del capitalismo) los medios de producción debían ser del estado,
aboliendo la propiedad privada de la clase burguesa, y esto sería posible cuando el proletariado
pueda cumplir la función de gobierno, aunque no deja de ser uno de los objetivos más utópicos.
A quien va dirigido
El Manifiesto Comunista va dirigido a la clase obrera, es decir al proletariado del siglo XIX,
oprimidos y dominados por la clase burguesa para poder obtener un beneficio. Esta obra los alienta
a la revolución inclinándolos al partido comunista, que si bien está planteado por intelectuales,
busca el beneficio de los obreros para tener una sociedad más justa sin clases sociales.
2-
"Los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones.
Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por la
violencia todo el orden social existente. Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes,
ante la perspectiva de una revolución comunista. Los proletarios, con ella, no tienen
nada que perder, como no sea sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero que
ganar.
¡Proletarios de todos los Países, unídos!. . "