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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

DIARIO DE CAMPO

LUISA MARIA GOMEZ GIRALDO

FUNDAMENTOS SOCIOLOGICOS Y ANTROPOLOGICOS

ADMINISTRACION DE EMPRESAS

SEMESTRE II

MANIZALES

2019
Mi nombre es Luisa María Gómez Giraldo, actualmente estoy en segundo
semestre de Administración de Empresas en la Universidad Nacional de
Colombia, sede Manizales. En estos momentos me encuentro haciendo un
diario de campo hace parte de la asignatura Fundamentos Sociológicos y
Antropológicos con el fin de plasmar en él mis pensamientos y sentimientos
respecto a lo que fue la salida académica y la visita al jardín botánico realizada
en días anteriores..

Desde pequeña he sentido aversión hacia la naturaleza, pero no porque me


parezca fea o porque no esté agradecida con todo lo que ésta me brinda para
vivir, pues soy muy consciente de eso, sino porque desde que tengo memoria
he sufrido de diversas alergias a múltiples cosas como lo ha sido los animales,
las flores, entre otros; lo que ha generado en mí el estar prevenida todo el
tiempo cuando estoy en ambientes tan naturales y sentir poca empatía con el
entorno en el que me encuentre, ya que esto me genera incomodidad y la
sensación de que algo no va a estar bien mientras allí me encuentre. Lo que
resulta curioso en mi es que a pesar de tener alergia de los animales, soy
amante de estos y estoy siempre en busca de ayudarlos y hacerlos tan felices
como se me permita, cosa que no pasa con la naturaleza pues a pesar de
admirarla y respetarla no he logrado cogerle ese amor que siento por los
animales, lo que a veces me hace cuestionar el por qué no puedo simplemente
hacer lo mismo con la naturaleza, olvidarme de mis alergias y simplemente
disfrutarla en toda su amplitud, supongo que es algo que toma tiempo en
lograrse, por ahora me conformo con respetar, admirar y agradecer por todo lo
que a mi vida le aporta.

Esta salida académica me hizo dar cuenta que los hechos sociales están en
todos lados, se dan todo el día, todos los días, a todas horas y en cualquier
lugar, cosa de la que antes yo no tenía conciencia.

Empecé a darme cuenta e esto cuando vi que un compañero tenía una basura
en su mano, de un alimento que había consumido previo a llegar a la fábrica de
ladrillos, cuando estaba haciendo la fila para registrarse en dicha fabrica, de
manera disimulada dejo caer esa basura al piso, la compañera que iba a mi
lado y yo al ver esto, le preguntamos si iba a dejar eso ahí? Y el con vergüenza
se agacho para recogerlo.
Según entendí, nosotras coaccionamos sobre él, para que sintiera vergüenza
por la acción realizada y recogiera la basura y la tirara en el lugar adecuado
para eso.

Estando en Café Lomaprieta me encontraba hablando con una compañera a la


que se le había dañado su celular, teníamos una conversación respecto a que
marca de celular era mejor y cual le aconsejaba yo comprar, le dije que en mi
experiencia la mejor marca de celular era Samsung, a lo que ella respondió que
a ella le gustaba más Motorola, yo le respondí que Samsung era mejor pues
era el que yo había tenido toda mi vida, también le dije que era un teléfono
estéticamente más atractivo y que tenía una cámara que le iba a encantar
además de ser una marca que aportaba estatus a lo que ella acepto mis
palabras y decidió que comprar un Samsung era la mejor opción, en conclusión
coaccione en ella para que comprara aquello que a mí me gustaba más.
Otro hecho social que ocurrió en la salida académica fue que en Café
Lomaprieta
En el momento en que todos estábamos comprando el café, un compañero se
acercó a mi a preguntarme cual café era mejor, a lo que yo le respondí que no
sabía pero que todos estaban comprando el café tradicional, a los minutos vi al
mismo compañero que llevaba en sus manos un libra de café tradicional y le
decía a otro lo mismo que yo le dije, que comprara el tradicional ya que era el
que todos estaban comprando, creo que en este echo social se muestra la
dominación que tiene la mayoría sobre una decisión tan sencilla, ante una
duda, irse a lo fijo y seguir a los demás, para no quedar como es diferente.

A la hora del almuerzo, nos encontrábamos todos juntos en un restaurante


compartiendo en una mesa, todos pedimos a la carta, cuando uno de nuestros
compañeros saca de su morral una coca con su almuerzo dentro, almuerzo el
cual planeaba comerse frio, nosotros al verlo le dijimos a una de nuestras
amigas que fuera donde un mesero y le preguntara si había posibilidad de que
él le ayudara a calentar el almuerzo, ella no entendía por que debía ir ella,
entonces otro compañero le explico, que era más fácil que el mesero accediera
a hacerle el favor a ella que a nuestro compañero hombre, después de
explicarle esto ella accedió porque se dio cuenta que era un punto valido y
porque le dio pena con el resto de compañeros si no le hacia el favor después
de que todos le habíamos explicado por qué sería más conveniente si era ella
la que iba, de lo que puedo deducir que ejercimos la coacción sobre ella por lo
que accedió a ayudar; minutos más tarde el muchacho que llevo el almuerzo
estaba comiéndose una presa de pollo con una cuchara lo que causo en mi
curiosidad y le pregunte por que lo comía así, que si no le parecía más fácil
coger una servilleta y cogerlo con la mano como haría “una persona normal” a
lo que el respondió que le daba pena con nosotros comerlo con la mano pues
todos estábamos usando cubiertos para comer, pero sé que en el fondo mi
comentario le quedo sonando pues minutos después lo vi coger una servilleta y
empezar a comer su pollo como realmente se hace según lo que se
acostumbra.

Otro hecho curioso fue que cuando estábamos almorzando y hablando entre
todos, un compañero comento que el inicialmente planeaba almorzar pollo,
pero uno de sus amigos vio que los demás íbamos para otro lado y le dijo que
si el quería almorzar pollo le tocaba quedarse solo pues el iba a seguirnos a los
demás, así que el compañero que quería pollo prefirió seguir a su amigo para
no quedar como “diferente”; considero que aquí se ejercieron la dominación y la
coacción, pues el compañero al escuchar a su amigo decir que si quería pollo
le tocaba quedarse solo prefirió seguirlo.

Lo más sorprendente de todo es que dos compañeras que también nos


acompañaban en la mesa pasaron por algo similar, estaban sentadas en un
restaurante a la espera de que las atendieran y a lo lejos vieron el grupo
nuestro que iba al restaurante de comida típica y prefirieron pararse y
seguirnos que quedarse solas en aquel lugar, nuevamente coacción.
También en el mismo restaurante, cuando nos estaban tomando el pedido nos
dieron dos opciones de jugo, nos ofrecieron mango o mora, a lo que todos
escogimos tomar jugo de mora, cuando la señora que nos estaba atendiendo
se fue una de las muchachas de nuestra mesa dijo que realmente a ella el jugo
de mora no le gustaba pero que había escogido ese porque le había dado pena
escoger el jugo de mango, se sintió dominada por la mayoría lo que la obligo a
tomar esa decisión.

Estando en el museo del carnaval, mientras escuchaba lo que las mujeres allí
presentes nos contaban las oi decir que el carnaval era la oportunidad de que
las diferentes culturas se uniera por un mismo fin, que trabajaran en conjunto
para mostrar lo mejor de sí en conjunto con otras culturas, lo que asumí como
un ejemplo de interculturalidad.

También pude notar un echo de multiculturalidad, cuando estábamos en Café


Lomapietra y las personas que nos guiaban y nos contaban la historia de aquel
lugar, nos compartían sus pensamientos y sentimientos, nos hablaban de su
cultura, sus costumbres pero sin embargo en ningún momento pretendieron
imponernos nada e los que nos decían, solo se abrieron ante nosotros,
esperando que los comprendiéramos y los respetáramos.

El primer encuentro fue en el jardín botánico de la Universidad del Caldas el día


24 de septiembre en horas de la mañana, al salir del salón realmente sentía
mucha curiosidad de ir allí pues nunca había estado en ese lugar, cuando nos
fuimos acercando y me di cuenta que era un espacio tan lleno de naturaleza y
caminos inestables me empezó a entrar una sensación de angustia que no me
dejaba tranquila, pero decidí hacer todo lo posible para distraer mi mente y
poder apreciar aquel momento que la vida me estaba dando para estar en
contacto con la naturaleza, y además de eso acompañada de mis amigos.
Así pues, al empezar el recorrido pude admirar la belleza de aquel lugar, la
diversidad de sus plantas, lo bien cuidado que está, su inmensidad, sus colores
y me asombro que en medio de la ciudad se pudiera encontrar un lugar tan
asombroso como ése, ya que es algo poco común, me sorprendió que fuera un
lugar tan bien cuidado teniendo que por su ubicación es mucha la
contaminación que llega hasta allí y que todo aquel que desee puede entrar a
pasar allí su tiempo, sin restricción alguna; me llamo la atención que este es un
lugar  donde los muchachos pueden relajarse, sentir que están en un ambiente
diferente al habitual, donde pueden estar tranquilos y pasar un rato agradable
rodeados de naturaleza, olvidando por un rato de sus obligaciones habituales
pues debido a esto no le prestan mucha atención a lugares así, puesto que
mantienen su tiempo ocupados estudiando y haciendo sus deberes

Al pasar los minutos, pudimos seguir recorriendo aquel lugar, conociendo


nuevas plantas y rutas alternas a las ya trazadas, que podrían llevarnos a
lugares más asombrosos de los ya conocidos previamente, al finalizar el
recorrido por el jardín botánico nos tomamos un tiempo para sentarnos a hablar
sobre lo ocurrido allí, pero fue en ese momento en que la incomodidad volvió a
apoderarse de mí pues volvi a hacer conciencia del lugar en que me
encontraba y todo lo que eso podía conllevar para mis alergias entonces me
entró un afán por salir de allí. Pasados unos minutos salimos de aquel lugar y
la tranquilidad volvió a mí.

El segundo encuentro fue  la salida académica, que fue realizada el día 3 de


octubre, para lo cual debimos estar en la puerta de la universidad a las 5:30am
para poder salir a tiempo de Manizales y llegar a nuestro destino con
puntualidad, pues nos esperaban ya.
Al salir el bus del estacionamiento yo iba con expectativas altas pues eran
lugares a los que llevaba mucho tiempo sin ir, tenía la idea de irme despierta,
para podemos ver el paisaje y conocer la ruta de llegada hacia allá, pero el
sueño me venció y fue solo empezar el recorrido para que yo estuviese
profundamente dormida, pasadas las nueve de la mañana llegamos al primer
destino, Vitigres, un fábrica de ladrillos que queda ubicada en Supia, Caldas.
Nos registramos en el lugar y esperamos que la persona encargada llegara a
darnos el recorrido por la empresa, para contarnos su historia y los procesos
que se llevan a cabo en ese lugar, el recorrido por Vitigres, anteriormente
llamada Sugres, me hizo caer en cuenta nuevamente que todo aquello que
poseemos, viene de la naturaleza, que a fin de cuentas es la que nos provee
de todo aquello que es indispensable para nuestra vida; en el recorrido nos
contaron como inicio la fábrica, los procesos que se deben llevar a cabo día a
día para producir ladrillos, todo lo que deben trabajar la arcilla para poder
volverla materia de construcción, he de admitir que aparte de poner cuidado en
el recorrido me puse a mirar a las personas que trabajan allí, lo que me hizo
pensar en lo difícil que debe ser para ellos estar todo el día bajo el potente
calor de Supia, trabajando en una fábrica al aire libre, con hornos a altas
temperaturas, sudando y trabajando sin descanso para poder conseguir el
sustento para sacar adelante a sus familias y no digo que muchas personas no
hagan lo mismo día a día, sino que en ese momento, en ese lugar, con ese
calor, no pude imaginarme ni por un momento la resistencia que deben tener;
continuando con el recorrido, vi algo que me pareció curioso y el hecho que en
la ladrillaría tienen seis perros, los cuales se nota que están bien cuidados y
bien alimentados, cosa que me produjo empatía con las personas de aquel
lugar.
Después de conocer todo el lugar, y recorrerlo, volvimos al bus, el cual nos
esperaba para seguir con nuestro recorrido y dirigirnos a nuestra siguiente
parada, que a mi parecer fue la más entretenida, resulta que llegamos a un
lugar llamado Café Lomaprieta, que es un amplio territorio que cuenta con lotes
propios y más de veinticuatro mil habitantes indígenas que día a día se
dedican a la siembra, cultivo, recolección y secado del café para
posteriormente procesarlo y empacarlo para la venta y exportación, en este
lugar no hicimos un recorrido por todo pero si nos mostraron el sitio en el cual
procesaban el café y lo empacaban, nos contaron su historia, no hablaron
sobre las 32 comunidades indígenas que en ese lugar habitan y trabajan.
Nos contaron algo que me llamo mucho la atención y hasta curioso me pareció
y es que allá las personas que cometen delitos o faltas no van a la cárcel, sino
que tienen un lugar propio llamado “centro de resocialización” en el que se les
da la oportunidad de reivindicarse con ellos mismos y con la comunidad,
trabajando día a día para sostenerse y ganarse el alimento, en el cual también
les toca obedecer reglas y esforzarse por conseguir sus cosas, allá están bajo
la supervisión de guardias (no armados) y en el cual de ser necesario se les
imponen castigos por mal comportamiento, uno de estos castigos es que se los
llevan al monte y los entierran del cuello para abajo, con el fin de darles tiempo
de reflexionar sobre sus acciones.
En ese lugar también cuentan con una comida al día, lo cual dicen ellos es lo
necesario para pasar el día, pero tampoco se oponen a que los familiares les
lleven más comida si es lo que desean hacer.
Todo esto con el fin de darles a entender que en la vida las cosas se tienen que
ganar y que no pueden ir por la vida haciendo lo que quieran, que deben actuar
bien y hacer consciencia que están en este mundo para ayudar y servir.
Todas las decisiones y procesos llevados a cabo en esta gran comunidad está
aprobado por la organización indígena, a la cual le llegan transferencia para
invertir en los mismos indígenas.
Uno de los deseos o aspiraciones que tienen los indígenas exportadores de
Café Lomaprieta es eliminar a los intermediarios de sus negocios ya que dicen
ellos y como es sabido estos se dedican a hacer ganancias a costa de las
pérdidas de estos exportadores.
El señor encargado de hablarnos de los procesos llevado a cabo en “Loma
prieta” nos contaba también que hace poco más de un año tuvieron una
pérdida de la cual apenas se estaban recuperando, ya que hicieron un negocio
de 315`000.000 millones de pesos por veinte mil libras de café con unas
personas mal intencionadas que se llevaron el café, pero nunca hicieron el
deposito del dinero, generando grandes pérdidas para estos exportadores.
Esta historia me genero gran indignación pues los trabajadores de Café
Lomaprieta después de tanto trabajo y tanto que se esfuerzan por sacar
adelante sus productos y llegue alguien y de una forma tan despiadada les
arrebate todo.
Genera impotencia saber que estas son situaciones cotidianas, que así como
les paso a ellos les pasa a muchas personas día a día y uno no puede hacer
nada para impedirlo ni para ayudarlos pues es algo que se nos sale de las
manos.
Finalizando la visita allá se me ocurrió que una forma de ayudar así no fuera un
gran aporte era comprándoles café, así que me dirigí a uno de los señores y le
pregunte por los precios y proseguí a comprarles dos libras de café, cosa que
sé que no es mucho pero sé que un granito de arena puede aportar poco a
poco para que ellos puedan seguir progresando.
Al finalizar nuestra estadía allá nos despedimos y nuevamente cogimos
carretera rumbo a Riosucio, Caldas, donde llegamos con un objetivo principal:
buscar almuerzo.

Volver allá después de tanto tiempo me trajo muchos recuerdos, pues es un


lugar muy bonito lleno de gente agradable, pero en mi mente solo había una
cosa, así que deje de lado los recuerdos y me dirigí a buscar un lugar donde
poder saciar mi hambre, fui con mis amigos a recorrer el pueblo en busca de un
lugar donde almorzar, hasta que después de media hora de mucho buscar un
lugar que a nuestro parecer fuera agradable, dimos con “Serrana” un
restaurante ubicado en una casa antigua de una sola planta, con un patio
central con un gran árbol en medio, se sentía agradable de solo estar allí, este
lugar aparentemente de platos típicos, donde nos atendieron muy bien y nos
sirvieron un almuerzo lleno de deliciosos sabores que nos dejó satisfechos por
el resto de la tarde, luego de esto nos dirigimos a nuestra cuarta parada, el
museo del carnaval del diablo.

He de admitir que el museo no era lo que esperaba, pues estoy acostumbrada


a los museos de ciudad, grandes y lujosos, sin embargo no me disgusto, tenía
dentro de si los diablos usados en los carnavales anteriores, grandes,
extravagantes, todos con su historia respectiva.
Nos recibieron unas señoras muy amables que nos tenían lista una bandeja
con Guarapo, según entendí una bebida tradicional de aquel lugar, la recibí por
curiosidad, lo admito, pero apenas la probé me arrepentí, su sabor y mis
papilas gustativas de inmediato entraron en conflicto, así que mejor se la regale
a una amiga que quedo encantada con su sabor, posteriormente nos dirigimos
a un pequeño salón donde nos mostraron un video acerca de la historia del
carnaval de Riosucio, un video muy interesante debo decir, cualquiera se
antoja de ir a el carnaval después de verlo.
Luego seguimos el recorrido por el lugar esperando el momento de volver al
bus.

Al salir del museo nos fuimos caminando tres cuadras hacia abajo en busca del
bus el cual nos llevaría nuevamente a nuestro hogar, al llegar, me subí con
toda la intención de dormir todo el camino cosa que descubrí no iba a lograr
pues todo el sueño que tenia se había disipado a lo largo del día, antes de
partir definitivamente para Manizales hicimos una parada en Guamal, para
comprar el famoso arequipe de arroz con mazamorra y visitar la iglesia de
Nuestra Señora del Carmen; después de una parada rápida seguimos nuestro
camino rumbo a Manizales donde nuestra salida académica finalizo en la
puerta del estadio palogrande.

Como conclusión me atreveré a decir que nuestro diario vivir está lleno de
hechos sociales de los que no somos conscientes, sim embargo están
ocurriendo todo el tiempo en los cuales podemos ser los propiciadores de estos
o las victimas pero nunca estamos pensando en esto, por lo que no lo notamos
y solo dejamos que pase, los hechos sociales son como respirar, están ahí
todo el tiempo y son inevitables.

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