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El calambur es una figura retórica que se caracteriza por alterar la unión de las palabras para
luego modificar el significado de la oración. Es un juego de palabras que modifica por completo
el sentido de la oración al alterar el orden algunas letras o palabras. Por ejemplo: Entre el
clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja. / Entre el clavel blanco y la rosa roja, su
majestad es coja.
Este es el calambur más conocido de la historia, fue dicho por Francisco de Quevedo a la Reina
Mariana de Austria, segunda esposa de Felipe IV e hija de Fernando III quien, ciertamente, era
coja. En la primera afirmación, Quevedo solo ofrece dos flores para que la reina elija entre
ambas, mientras que en la segunda indica claramente que la reina tiene una pierna más corta
que la otra, es decir, que es coja.
Esta distinción es visible en la escritura, pero no lo es de forma oral. Por tanto, el calambur
utiliza aquello que no es posible detectar en la lengua oral pero sí es visible en la lengua
escrita.
El calambur es una figura de dicción y su origen no es del todo preciso. Algunos atribuyen este
artificio lingüístico a Georges de Bièvre (en la corte de Luis XVI) hacia el conde de Kalemburg,
embajador de Westfalia, de quien se burlaba sutilmente con este método por su carente
dominio del idioma francés.
Otra corriente afirma que el término deriva de la palabra árabe kalembusu que quiere decir
“palabra equívoca”. Por último, hay quienes indican que dicho nombre deriva del italiano
calamo burlare que quiere decir “burlarse con la pluma”.
El doble sentido. Es el empleo que se le da a una oración cuando tiene más de un significado.
La paronimia. Son dos palabras que tienen relación unas con otras por su sonido.
La ironía. Consiste en decir con palabras contrarias algo pero, a su vez, busca la complicidad
del receptor del mensaje.
Ejemplos de calambur
Si yo viera. / Si lloviera.
Todo porque rías / Todo porquerías.
Chiste. En una oficina de empleo donde alguien busca trabajo: “¿Le interesa de jardinero?”
“¿Dejar dinero yo? ¡Ni soñando! ¡Qué barbaridad!”
Adivinanza. Se abre el telón y aparece una monja en llamas. Se cierra el telón. ¿Cómo se titula
la obra? – Sorprendida (Sor prendida).