Quiero que sea tu sonrisa quien decida mi destino, Quiero que tus cabellos me causen un remolino, Quiero al sentir tus manos volverme un felino, Salvaje frío y cruel asesino, Que con solo una mirada determina un exterminio, Quiero tenerte a veces bajo mi dominio, Quiero tener tu preferencia, ante tus ojos predominio, Quiero encajar en ti como a una tuerca un pernio, Quiero pasar contigo de seis días a un sexenio, No quiero que mi vida sea un soliloquio, Quiero darte cada día una sonrisa y un obsequio, Quiero darte un elogio con mi eloquio, Quiero convencernos de que, si podemos vivir, Llevarte cada día a ser feliz y reír, Quiero enamorarte cada día de mí, Y quiero enamorarme cada día más de ti.