2:13; Efesios 1:4–5; Efesios 1:4–5. Cuando nuestras vidas carecen de significado, el tiempo mismo puede convertirse en una carga difícil de llevar La soledad no es falta de compañía; es no saber que cada persona tiene un propósito en la vida, complementario al de los demás El propósito vive en la mente del creador; por tanto, somos un pensamiento de Dios en acción. Toda persona fue creada con un propósito y llamada de acuerdo a ese propósito Agradamos a Dios cumpliendo su propósito en la tierra. Dios nunca comienza algo en el tiempo si antes no lo ha terminado en la eternidad El propósito es el punto de partida donde vemos la mano de dios desplegando nuestro destino Una persona que no está caminando en su propósito, siempre se sentirá fuera de lugar o actuará de una manera inoportuna. Todo en la tierra debe pasar por un proceso de desarrollo natural en la dimensión del tiempo. El proceso por el que pasamos está directamente conectado a nuestro propósito final. No podemos cumplir nuestro propósito sin haber muerto, primero, a nosotros mismos.