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SEGURIDAD ALIMENTARIA EN AMERICA LATINA Y COLOMBIA Por.

Camilo
Andrés Arrieta Arroyo

Para la organización de naciones unidas para la alimentación y la agricultura, FAO,


CEPAL (2016) la seguridad alimentaria es la disponibilidad de las personas para
adquirir alimentos de buena calidad y cantidad que propicien el bienestar nutricional
y permita cubrir las necesidades fisiológicas mínimas para lo cual es necesario tener
en cuenta el acceso a agua potable, sanidad y atención medica durante el tiempo
y no verse afectadas por ningún motivo.

La misma fuente indica que tomando como factor de referencia las metas
internacionales para el 2030, los objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y de la
cumbre mundial de alimentación; El componente de seguridad alimentaria y
nutricional de América latina y el caribe ha avanzado positivamente, tanto así que
redujo la proporción de personas con hambre, del 14,7% en el trienio 1990-1992 al
5,5% en el trienio 2014-2016. Se alcanzó la meta establecida en la CMA y se redujo
a la mitad el número de personas en situación de subalimentación. No obstante,
aún existen más de 34 millones de personas subalimentadas en América Latina y
el Caribe.

Aunque América del Sur, cumplió las metas de los ODM y de la CMA relativas al
hambre. La proporción de subalimentados de la subregión es inferior al 5%. Este
resultado explica gran parte del éxito de América Latina y el Caribe, ya que la
subregión concentra cerca de dos tercios de la población regional. Centroamérica
presenta avances de menor intensidad: logró reducir el número de subalimentados
del 10,7% en 1990-1992 al 6,6% en 2014-2016. El Caribe es la subregión más
rezagada: en igual período la subalimentación se redujo del 27,0% al 19,8%.

Diecisiete países han dado cumplimiento a la meta relativa al hambre de los ODM
(Argentina, Barbados, Bolivia (Estado Plurinacional de), Brasil, Chile, Costa Rica,
Cuba, República Dominicana, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, Perú, San
Vicente y las Granadinas, Suriname, Uruguay y Venezuela (República Bolivariana
de)). De ellos, siete han reducido los niveles de subalimentación a menos del 5%
(Argentina, Barbados, Brasil, Chile, Cuba, México y Uruguay). Respecto de la CMA,
11 países han dado cumplimiento a sus metas: Argentina, Brasil, Chile, Cuba,
Guyana, Nicaragua, Perú, República Dominicana, San Vicente y las granadinas,
Uruguay y Venezuela (República Bolivariana de Venezuela).

Siendo la región de América Latina y el Caribe, como uno de los principales


exportadores de víveres y teniendo alimento para cubrir las necesidades
energéticas de la población, destacando los cereales como el principal producto de
consumo humano, no es fácil el acceso a estos productos y el uso no es el más
adecuado, vulnerándose de esta manera la seguridad alimentaria, al presentarse
una alimentación desbalanceada evidenciándose un considerable aumento en el
consumo de calorías, generando como consecuencia un aumentos en el número de
personas con sobrepeso y obesidad; no obstante, las cifras de reducción de la
pobreza y el hambre hayan bajado significativamente incidiendo positivamente en
el componente de seguridad alimentaria.

Para Calero (2015)La seguridad alimentaria puede verse afectada por los altos
precios de los productos agroalimentarios y por el bajo poder adquisitivo, que hace
que la cantidad y la calidad de los alimentos se vea disminuida, especialmente en
los estratos bajos. Igualmente el crecimiento de las economías, el aumento de los
ingresos y de la población, la rápida urbanización y el cambio climático, han
afectado los sistemas de producción agroalimentaria bajando los volúmenes de
alimentos disponibles, por lo que es necesario, incluir nuevas prácticas y
tecnologías en pro del aumento en los rendimientos buscando así mitigar los
impactos negativos sobre la sociedad, el medio ambiente y los recursos naturales.

Derechos económicos o disponibilidad. Sem, menciona la catástrofe Malthusina y


la concibe como el desequilibrio entre el crecimiento geométrico de la población y
el crecimiento aritmético de los alimentos a mayor población menos disponibilidad
de alimentos y es así como la población se ha multiplicado casi por seis,
aumentando considerablemente, la producción y el consumo per cápita de
alimentos. Para Sem “la capacidad para adquirir alimentos hay que ganársela”, por
lo que una persona puede morirse de hambre, a pesar de la disponibilidad de los
alimentos debido a su poca capacidad de adquisición. Así mismo plantea que es
necesario llevar la discusión no a la disponibilidad de alimentos sino a los derechos
económicos y la libertad de los seres para comprar los alimentos que le permitan
satisfacer sus necesidades. El análisis de los problemas alimenticios debe mirarse
desde la perdida de los derechos económicos y no desde el desequilibrio entre el
crecimiento poblacional y la producción alimentaria.

 Disponibilidad: es la suma de los alimentos provenientes de la producción interna


de un país¸ los volúmenes almacenados y los que llegan por medio de las
importaciones y que están disponibles para la población. La producción interna
corresponde a los productos que se dan en el país; el almacenamiento son los
alimentos de reserva de los comerciantes o el gobierno; las importaciones
incluyen los alimentos traídos desde otros países.
 Acceso: es la capacidad de las personas para adquirir los alimentos de Las
personas que no cuenten con esta capacidad para obtenerlos, no podrán
disponer con una cantidad de alimentos, a pesar de que éstos se encuentren
libre.
 Estabilidad: es la capacidad de garantizar el suministro y el acceso a alimentos
de manera continua y segura en todo el tiempo y convertir lo efímero en
permanente y superar la inseguridad alimentaria que se puede generar por
problemas en la disponibilidad de alimentos causado por plagas, componentes
climáticos o por limitación en el acceso a recursos por cambios bruscos en los
precios o inestabilidad económica.

La utilización biológica de los alimentos está relacionada con el uso de cada una de
las personas y la capacidad de estos para metabolizar y absorber los nutrientes.
Para la utilización de alimentos se deben tener en cuenta factores como el
almacenamiento, el procesamiento y la preparación; la distribución al interior del
hogar, teniendo en cuenta las necesidades de cada miembro; las prácticas
alimentarias predominantes de acuerdo a grupos de personas como niños/as,
mujeres embarazadas, adultos mayores, enfermos, etc. y el estado de salud y
nutrición de los mismos.
Los indicadores para medir la seguridad alimentaria ha evolucionado a través del
tiempo, antes de 1980, estaba basado en las cantidades producidas, debido a que
se asociaba a la accesibilidad de alimentos. A partir del enfoque de Sen, los
indicadores estaban en función de los ingresos, precios, redes sociales, mediciones
antropométricas, y otros relacionados con “derechos económicos”. La última
generación incluye elementos de vulnerabilidad y riesgo nutricional y consideran
indicadores que dan cuenta de las estrategias que adoptan los hogares para hacer
frente a estas situaciones.

Para la FAO (2011), más de 793 millones de personas a nivel mundial no tienen los
alimentos mínimos necesarios para llevar una vida sana y el hambre sigue siendo
unos de los grande retos del siglo que avanza, especialmente en países y regiones
como la nuestra donde el problema se hace mucho más grave, ya que se encuentra
asociado a la disponibilidad y acceso a los alimentos. Consumo y el
aprovechamiento biológico y la calidad de los mismos.

En Colombia, los resultados reportados en la encuesta nacional de la situación


alimentaria, en cuanto a los hábitos alimentarios, descritos mediante el patrón de
frecuencia diaria de consumo de alimentos, determinó que la población colombiana
no práctica una alimentación saludable y este comportamiento, los mismo que a
nivel mundial, está generando la aparición de enfermedades crónicas no
transmisibles, especialmente en ancianos y niños. La prevalencia de sobrepeso u
obesidad, ha aumentado un 25,9% en el último quinquenio en niños y adolescentes
y por lo tanto, La meta general de la estrategia mundial sobre régimen alimentario,
actividad física y salud, es promover y proteger la salud orientando la creación de
un entorno favorable para la adopción de medidas sostenibles a nivel individual,
comunitario, nacional y mundial, que, en conjunto, den lugar a una reducción de la
morbilidad y la mortalidad asociadas a una alimentación poco sana y a la falta de
actividad física Baur L, Lobstein T, Uauy R. (2004).

Aunque Colombia ocupa el segundo lugar entre los 12 países con mayor diversidad
biológica, persisten problemas relacionados con la inseguridad alimentaria de
grupos poblacionales, pobres y vulnerables, especialmente los que se encuentran
ubicados en el sector rural y las periferias urbanas donde el consumo y la
disponibilidad de alimentos se ven afectados por el comportamiento de la
producción de la canasta básica. Unos de los factores que limitan son los sistemas
productivos predominantes que no responden a una estrategia alimentaria ni a los
factores que propenden a la sostenibilidad y suficiencia, datos de la FAO, indican
que Colombia cuenta con 4,4 millones de personas sub alimentadas, lo que
corresponde al 8,8% de la población.

Esta situación nacional es recurrente en las regiones, ya que Colombia es un país


con desigualdades históricas, distribuidas por regiones y grupos poblacionales que
se han visto limitados en el goce de sus derechos y en el acceso a los beneficios
del desarrollo en ese marco.

Grupos rurales pueden verse mayormente afectados y su condición de


vulnerabilidad agudiza los problemas y hacen más críticos su condición de
disponibilidad de alimentos. Por lo tanto, es muy importante proponer sistemas
agroalimentarios sostenibles que respondan a las verdaderas necesidades
alimentarias de los pobladores rurales. A partir del conocimiento de sus hábitos
alimenticios, implementar procesos de agricultura familiar que vayan dirigidos a
garantizar el abastecimiento de alimentos a escala local y regional. generando
condiciones y mecanismos operativos que permitan poner en práctica este
propósito, y que todo esto permita continuar avanzando hacia la erradicación del
hambre y la consolidación de una Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN)
sostenible y estable.

Los hábitos alimentarios de los participantes dependen sus sistemas productivos y


las conductas culturales predominantes en su entorno siendo estos pobress en
vitaminas y minerales y alta en carbohidratos y grasas.

La alimentación humana, si bien es un acto biológico, está condicionado social,


cultural y económicamente, en la mayoría de los casos no es el aporte nutritivo de
un producto lo que
provoca su consumo sino muchos otros factores como el precio, la facilidad y el
tiempo que demanda su preparación, la aceptación social, la publicidad, etc. Estos
factores hacen que cada individuo se alimente de distinta forma y en muchos casos
los productos que se consumen son de alto contenidos en calorías y bajos en otros
nutrientes. Este tipo de alimentación en un mediano plazo puede estar generando
problemas de tipo patológicos como hipertensión arterial, obesidad y diabetes entre
otras.

Inseguridad alimentaria que viene causando problemas de salud, teniendo en


cuenta la alimentación como factor vital del bienestar humano y de la calidad de
vida de estos, aumentando problemas de mal nutrición y sobre nutrición y de forma
paralela enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, obesidad, cáncer, problemas
de tensión arterial entre otros, todo esto con el aumento indiscriminado del consumo
de alimentos altos en grasas, azúcares no libres de procesos y de cualquier cantidad
de químicos.

Además, a eso se le suma el mal manejo ecológico que a los cultivos venimos
realizando en aras de querer aumentar su productividad, se considera el aumento
de productos químicos que además de contaminar los productos que van
destinados a la mesa de los hogares estamos marcando significativamente el medio
ambiente de manera negativa creando un mal llamado circulo vicioso.
Disminuyendo la esperanza de vida de las personas

El incremento de la población tiende a ser otra de las razones que más llama la
atención ya que la subutilización de las tierras para la producción de alimentos ha
hecho que no exista espacio para este destino y se esté utilizando inadecuadamente
como en la ganadería intensiva, monocultivos e industrialización de cultivos que
pueden ser destinados para pan coger, haciéndose diminutos los espacios y
proyectando la necesidad en un futuro de extensiones tan grandes como hasta diez
veces Brasil para solventar en una parte las necesidades agroalimentarias del
planeta.
Dándole pie al crecimiento de la preocupación sobre el mal manejo de residuos
sólidos y al cambio climático, evidenciando dichos daños en guerras civiles que se
han generado en asocio al mal uso del suelo y del agua.

Esta serie de problemas ya identificados hace que se liberen una serie cifras
preocupantes por organismos que se dedican a este estudio como lo son la FAO,
UNICEFF, WTF y WHO.

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