Los vectores son seis: pertenencia, cooperación, pertinencia, comunicación,
aprendizaje y telé. Pertenencia es el reconocimiento como miembro del
grupo. Cooperación es la ayuda que se da entre los integrantes del grupo; lo contrario sería desarrollar una rivalidad. Pertinencia es el grado de compromiso o aceptación con respecto a la tarea. Comunicación es el vector fundamental. Para que haya una comunicación real, deben existir códigos comunes. El emisor, al emitir su mensaje, lo hace con un código determinado que pretende ser comprensible; al recibirlo, el receptor lo entiende y puede contestar, retroalimentando el circuito. Pueden existir ruidos o cortocircuitos, tanto en el emisor como en el receptor o en el mensaje. El mensaje gestual es parte de la metacomunicación y tiene una gran importancia. Aprendizaje no implica el de contenidos, sino el de las nuevas formas de aprender que surgen de los conflictos, creando nuevas respuestas a determinadas situaciones. Nos da la posibilidad de cambiar y de hacer una adaptación activa a la realidad. La telé es la actitud de rechazo o aceptación, antipatía o simpatía, hacia determinados miembros del grupo; tiene que ver con las experiencias previas y puede generar una barrera para la comunicación. Podríamos comparar el funcionamiento grupal con el del motor de un automóvil, y los vectores, con los indicadores del tablero del conductor. El coordinador evalúa el funcionamiento grupal categorizando los diferentes fenómenos grupales a partir de los seis relojes-vectores; a su vez, esto le sirve para construir interpretaciones.