16 Rev.

William Soto Santiago

usted quiera ser recogido, usted no podrá, porque ya Dios no

estará en esa etapa haciendo esa labor. JUNTANDO
LOS ESCOGIDOS
Para todo hay tiempo. Tiempo para sembrar y tiempo
para cosechar. Estamos en el tiempo de cosechar. ¿Qué es
lo que está siendo cosechado? No es trigo literal; son seres
humanos. Son las personas que están escritas en el Libro de
Dios. Y así entonces la Obra de la gran cosecha siendo llevada
a cabo, recoge a todos los hijos de Dios.
“JUNTANDO LOS ESCOGIDOS.” Recoge a todos los
hijos de Dios en este tiempo final, y eso es nada menos que el
recogimiento de todos los escogidos; porque Él está juntando a
los escogidos.
“JUNTANDO LOS ESCOGIDOS.”
Dios les bendiga, Dios les guarde, y les ayude a todos
ustedes para que sean parte, parte viva en esta gran cosecha
gloriosa en que el Señor está juntando los escogidos.
Usted que me escucha, que ha estado atento al mensaje
y ha comprendido lo que ha sido hablado, quiero decirle: Que
usted lo ha entendido porque usted es un entendido; y si es un
entendido, los escogidos son los entendidos que entenderán y
serán juntados en estos días finales.
Dios les bendiga, Dios les guarde, y muchas gracias por
vuestra atención prestada, y será hasta mañana, Dios mediante.
Dejo con ustedes al misionero Miguel Bermúdez Marín,
quien tiene para ustedes, amigos radioyentes, unas palabras
muy importantes que él ha de decirnos.
“JUNTANDO LOS ESCOGIDOS.”

Rev. William Soto Santiago

Sábado, 30 de Enero de 1982
Valencia, Venezuela
Juntando Los Escogidos 15

y la verdad os libertará.” Es necesario que usted conozca la

verdad para que pueda recibir la Verdad de Dios, lo que Dios
esta haciendo en estos días finales.
Es tiempo en que tenemos que conocer lo que Dios
ha prometido para este tiempo. Es tiempo que tenemos que
entender la manera en que Él dijo que lo estaría haciendo; y es
tiempo que tenemos que ver y recibir la manera en que Dios lo
está haciendo. Él dijo como Él lo habría de hacer; y así Él lo
está haciendo en estos días finales, porque Él está juntando los
escogidos; y lo está haciendo como Él lo prometió.
Usted escucha la Voz de Dios, eso llega a su corazón,
y cuando llega allá usted entonces entiende todas estas cosas,
todos estos misterios, todas estas parábolas que Él habló para
estos días finales.
“JUNTANDO LOS ESCOGIDOS.” Este ha sido
nuestro tema en esta noche. Y creo que todos ustedes han
comprendido lo que esto significa para cada uno de ustedes.
Y luego que haya pasado este tiempo, luego que haya
pasado este tiempo en que Dios está juntando a los escogidos,
¿quiere usted saber lo que ha de acontecer? El profeta Jeremías
dice lo que ha de acontecer allá en el capítulo 8, verso 20, nos
dice allá el profeta Jeremías lo que han de decir las personas
que no sean cosechadas, que no sean juntadas, recogidas, en
estos días finales. ¿Saben lo que van a decir después que haya
pasado la gran cosecha? Han de decir:
“Pasó la siega (la cosecha), terminó el verano, y
nosotros no hemos sido salvos.” 
Es que cualquier persona que deje pasar el tiempo
de la cosecha, cualquier persona que deje pasar el tiempo
de ser llamado y recogido, juntado, después no tendrá otra
oportunidad, porque Dios tiene un tiempo para cada cosa. El
tiempo actual es para llevar la gran cosecha; después que haya
pasado ese tiempo, aunque usted quiera ser cosechado, aunque
14 Rev. William Soto Santiago
La gente cuando no abre bien sus ojos espirituales
pueden confundir lo que Dios envía con algo diabólico; pero
eso en ninguna manera quitará para que siga siendo la Obra
de Dios y lo que Dios ha enviado para ese tiempo. Quien se
perjudica es el que confunda las cosas de Dios con las cosas
del mal.
Por eso dijo el Señor, cuando decían que “por el dedo de
Beelzebú echaba fuera los demonios,” Él dijo: “Toda blasfemia
les será perdonada a los hombres, menos la blasfemia contra el
Espíritu Santo.”
Sabemos…[corte de cinta]… que cualquiera que señala
la Obra de Dios como una obra del diablo, corre el peligro
de blasfemar al Espíritu Santo que está haciendo esa Obra.
Muchas personas dijeron: “Es un espíritu malo; es el espíritu
de Beelzebú.” Pero es el Espíritu de Dios.
No podemos confundir las cosas de Dios con las cosas del
diablo. Tenemos que ser realistas, y tenemos que enfrentarnos
a la realidad de lo que Dios ha prometido para nuestros
días. No podemos estar esquivando nuestra responsabilidad,
tenemos que enfrentarla porque cada uno de nosotros somos
responsables, como individuos, ante la Presencia de Dios.
Usted no puede ponerse a decir lo que otros digan; usted
tiene que enfrentarse usted mismo a lo que Dios está haciendo
en el tiempo en que usted vive, y luego aceptarlo o rechazarlo.
Por eso es que nos dice la Escritura que cada persona dará
cuenta a Dios por sí misma. No podrá decir que otro fue el
que lo confundió y no le dejó recibir la verdad para su tiempo.
Usted es responsable porque usted tiene el libre albedrío, y
ese libre albedrío nadie se lo puede quitar; ni el mismo Dios le
puede quitar a usted el libre albedrío que Él le dio. Porque Él
le dio ese libre albedrío, esa libertad, para que usted elija las
cosas de Dios; pero usted puede aceptarlas o rechazarlas.
También nos dice la Escritura: “Conoceréis la verdad,
JUNTANDO LOS ESCOGIDOS
Rev. William Soto Santiago
Sábado, 30 de Enero de 1982
Valencia, Venezuela
Muy buenas noches, amigos radioyentes y los aquí
presentes en Valencia, Venezuela.
Es para mí un privilegio estar nuevamente con ustedes
para hablarles la Palabra de Dios.
Ya hemos escuchado al misionero Miguel Bermúdez
Marín, el cual nos estuvo hablando acerca de estos días, nos leyó
la Escritura, nos citó la Escritura en donde el Señor Jesucristo
dijo que en estos días finales Él juntaría a Sus escogidos a través
del ministerio de Sus Ángeles que Él enviaría con gran Voz de
Trompeta en estos días finales. Y en estos días finales, entonces
será visto al pueblo escogido, a los escogidos siendo juntados
por los Ángeles del Señor con esa gran Voz de Trompeta.
Encontramos que esa es la promesa hecha para estos
días finales.
Encontramos que también el Señor en otro lugar dijo:
“De la higuera aprended la parábola: Cuando ya sus ramas
se enternecen, y sus hojas brotan, entended que el verano
está cerca.” ¿Y qué es el verano? El verano es el tiempo de
la cosecha, el verano es el tiempo de la Venida del Reino de
Dios; pues está prometido para los últimos días que el Hijo del
Hombre vendrá con poder y gloria en Su Reino, y enviará a Sus
Ángeles con gran Voz de Trompeta para reunir, para congregar
a todos los escogidos. Ellos estarán juntando a los escogidos.
Eso será lo que el Señor hará en favor de todos aquellos que
tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida.
4 Rev. William Soto Santiago
Por eso fue que el Señor en una ocasión, cuando Sus
discípulos vinieron a Él diciéndole: “Mira, hasta los espíritus
se sujetan a nosotros,” Él les dijo: “No os gocéis de esto, sino
gozaos de que vuestros nombres están escritos en los Cielos.”
Es que muchas personas no han comprendido que
en el Cielo hay nombres escritos, y esos nombres que están
escritos allá en el Cielo son nombres de seres humanos, que
han vivido en el pasado y de los que viven también en este
tiempo presente. Por eso es que en muchas ocasiones hemos
escuchado esos cánticos en donde dicen: “Cuando allá se pase
lista, a mi nombre yo feliz responderé.”
Ahora el Señor dijo en una ocasión: “Mis ovejas oyen
mi Voz, y me siguen, y Yo conozco a mis ovejas, y Yo las
llamo por su nombre.” Es que el Señor, hablando acerca de
Sus escogidos, los simboliza con las ovejas.
Y encontramos que para todos los escogidos en los días
finales está la promesa de que serán juntados por los Ángeles
del Señor. ¿Y quiénes son los Ángeles que vendrán para juntar
a los escogidos? Esos Ángeles son el ministerio de Moisés y
Elías, conforme a la promesa de Dios. Esos son los Ángeles
que tendrán ese ministerio glorioso para llevar a cabo esa gran
labor en favor de todos los escogidos.
Dice el Señor que los enviará con gran Voz de Trompeta.
No es que traerán una trompeta literal, sino que traerán un
mensaje, con un mensaje poderoso que será una gran Voz de
Trompeta.
Cuando se habla de trompeta se habla de un Mensaje de
Dios para la gente. Encontramos entonces que vendrán con un
Mensaje poderoso para llamar a todos los escogidos en los días
finales; eso será lo que será visto en esta Tierra en estos días
finales.
Por eso fue que el Señor, hablando de estos días finales
y del recogimiento de todos los escogidos, Él lo tipificó con
Juntando Los Escogidos 13
había para recoger. Por eso Él cuando veía tanta gente, Él
decía: “Ustedes dicen que faltan cuatro meses para la siega,
para la cosecha del trigo literal. Yo les digo: Que los campos
están blancos para la cosecha.” ¿Cuáles campos? No los
campos literales, sino los campos espirituales, porque Él veía
esa multitud de gente hambrienta por la Palabra de Dios; y
con la Palabra, con el Mensaje era que los cosechaba, que los
reunía; por eso cuando Jesús estaba predicando, la gente era
reunida para oír la Voz de Dios; estaban siendo cosechados.
Y entonces Él envió 12 discípulos y más adelante envió
70, para que fuesen antes que Él a los lugares que Él habría de
ir para que les anunciasen todas las cosas relacionadas al Plan
de Dios; y les dijesen: “Por aquí ha de venir Jesús de Nazaret,
por aquí ha de venir el Mesías.” Y después aparecería Jesús
predicando y haciendo la Obra que le había sido encomendada.
Encontramos que Jesús necesitó un grupo de ayudantes
para llevar a cabo esa gran cosecha de almas en aquellos días;
por eso era que las multitudes le seguían, por eso es que las
multitudes se juntaban para oír Su Mensaje. ¿Por qué? Porque
estaban siendo juntados por la Voz del Señor, por el Mensaje
del Señor en aquellos días. Y hoy eso nuevamente se repite en
estos días finales.
La Voz del Señor es para llamar a todos los escogidos.
El Mensaje del Señor está llamando a todos los escogidos en
estos días finales, porque Él está juntado a los escogidos.
“JUNTANDO LOS ESCOGIDOS.”
Tenemos que entender estas cosas para así disfrutar
de lo que Dios está haciendo en estos días, y que no se nos
pase por alto, como aconteció en los días de Jesús de Nazaret.
Muchos decían: “¡Es un falso profeta! ¡Es Beelzebú!” Pero ni
era falso profeta ni era Beelzebú, era el verdadero Profeta que
ellos estaban esperando; y no era Beelzebú, el príncipe de los
demonios, sino que era Jesucristo, el Príncipe de paz.
12 Rev. William Soto Santiago
descubrir que es un entendido, porque está entendiendo el Plan
de Dios, porque está entendiendo el Mensaje de Dios enviado
para estos días finales; y cuando lo entiende, entonces usted es
cosechado, usted es recogido, usted es juntado en estos días
finales y entonces usted descubre que era un escogido.
Antes no lo sabía; pero cuando es juntado, cuando es
recogido como trigo, usted descubre que usted era trigo, y
entonces usted comprende estas inquietudes que usted tenía en
su corazón.
Usted estaba esperando algo de parte de Dios. Usted
en su corazón sabía que Dios tenía que hacer algo en estos
días finales. Y ya usted puede entender lo que Dios habría de
hacer en estos días finales. Dios habría de hacer una cosecha.
Y cuando usted se ve esa esa cosecha y usted ve que ha sido
cosechado, usted entonces se regocija como trigo; usted se
regocija porque usted tenía parte en esa gran cosecha.
Él había hablado de usted cuando fijo que el trigo sería
cosechado; y cuando dijo que los escogidos serían juntados
estaba hablando de usted. Y Él en estos días finales está
juntando a Sus escogidos.
Amigos radioyentes y los aquí presentes: eso es lo
que está aconteciendo en estos días finales. Esto es lo que
había sido prometido. No sea usted ignorante, como lo fueron
muchas personas en el tiempo de Jesús, porque en el tiempo
de Jesús Él también estaba llevando a cabo una gran cosecha;
y había enviado a doce discípulos, y después había enviado a
70 discípulos, porque Jesús había dicho: “La mies es mucha, y
pocos los obreros. Rogad al Dueño de la mies que envíe obreros
a Su mies (¿para qué?) para recoger la mies, para recoger la
cosecha.”
Eso era lo que estaba aconteciendo en los días de Jesús,
por eso Él envió a 12 apóstoles, 12 discípulos, y más adelante
envió a 70 más, porque era mucha la mies, era mucho lo que
Juntando Los Escogidos 5
la gran cosecha que sería llevada a cabo, como se cosecha el
trigo. Él lo comparó allá en la parábola del trigo y de la cizaña,
y cuando le dijeron: “Señor, ¿pero Tú no sembraste buena
simiente? ¿Por qué aparece en el campo la mala simiente?” Él
es dijo: “Un hombre, enemigo mío, vino, fue el que hizo eso
de sembrar mala simiente.” Ellos le dijeron al Señor entonces:
“¿Quieres que vayamos y arranquemos la cizaña?” Él les dijo:
“No, porque arrancando la cizaña, también ustedes pueden
arrancar el trigo. Dejen que crezcan el trigo y la cizaña juntos
hasta el tiempo del fin, hasta el fin del siglo. Y en el fin del
siglo y en el fin del tiempo, el Hijo del Hombre, Yo enviaré
a los Ángeles, y ellos serán entonces los que llevarán a cabo
la gran cosecha. Dejen todo que crezca junto hasta el tiempo
final, hasta el fin del mundo, hasta el fin del siglo.”
Porque en el fin del siglo sería el tiempo entonces de
la gran cosecha. Y todos estamos conscientes de que estamos
viviendo en el fin del siglo, estamos viviendo en el fin del
mundo; y por consiguiente, los Ángeles del Señor son enviados
en estos días finales, ¿para qué? Para llevar a cabo la gran
cosecha.
La cosecha se efectúa en el verano, por eso el Señor dijo:
“Cuando ustedes vean todas estas cosas acontecer, la higuera
reverdecer, echar sus ramas y echar sus hojas, entiendan que el
verano está cerca.” Es que en ese tiempo fue que Él prometió
que enviaría a Sus Ángeles para llevar a cabo la gran cosecha.
Pero muchas personas no han entendido que el verano ha
llegado. Ya la higuera reverdeció, echó sus ramas, echó sus
hojas.
¿Y qué es la higuera? Porque muchas personas no han
visto a esa higuera todavía hacer todas esas cosas. La higuera
representa al pueblo hebreo; y el pueblo hebreo habiendo sido
sacado fuera de Palestina, habiendo sido dispersado por todas
las naciones, en los días finales ha regresado a su patria. La
6 Rev. William Soto Santiago
higuera ha sido vista reverdecer. La higuera, Israel, ha sido
vista reverdecer como una nación, como una nación libre y
soberana, con su propia bandera y su propia moneda. Allí está
la nación hebrea, la gran higuera que ha reverdecido, ha echado
sus ramas y también sus hojas, ¿por qué? Porque estamos en el
tiempo final.
Hacen muchos años que ya eso aconteció. Aún más: el
pueblo hebreo reconquistó su tierra; y no solamente eso, sino
que reconquistó a Jerusalén, y la ha convertido en los últimos
años en la capital del pueblo hebreo. Eso no podía acontecer
en otro tiempo porque el Señor había dicho que Jerusalén sería
cautiva y sería hollada por los gentiles, hasta que el tiempo de
los gentiles terminase. Y cuando vemos Jerusalén nuevamente
en las manos de los hebreos, entonces entendemos claramente
que el tiempo de los gentiles ha terminado. Y si ha terminado
el tiempo de los gentiles, entonces tenemos que abrir bien
nuestros ojos porque estamos en el tiempo de la gran cosecha.
La gran cosecha es el tiempo en que los escogidos son
juntados por el ministerio de los Ángeles del Señor, que son el
ministerio de Moisés y Elías, que estará sobre la Tierra en estos
días finales para hacer esa gran labor de la gran cosecha.
Tenemos que estar conscientes de eso, porque
juntamente con ese ministerio serán reclutados para esa gran
labor otros ministros, otros mensajeros de Dios, ¿para qué?,
para colaborar en esa gran labor de la gran cosecha.
Tenemos que ir a los días de Jesús en donde, dos mil
años atrás, apareció para llevar a cabo una gran Obra. Cuando
allí apareció, Él señaló que estaban viviendo un tiempo muy
importante para todos. Él mostró allí que se estaba viviendo en
un tiempo también de cosecha, y Él lo mostró de una manera
sencilla. Ahora la pregunta es: ¿Y por qué se estaba viviendo en
un tiempo de cosecha? Es porque cuando una dispensación está
terminando, se lleva a cabo entonces a cabo la gran cosecha.
Juntando Los Escogidos 11
que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega (mete
Tu hoz, y cosecha); porque la hora de segar ha llegado, pues
la mies de la tierra está madura.
Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en
la tierra, y la tierra fue segada.” 
Ahora podemos ver la manera que la gente no puede
ver con sus ojos carnales, pero que en el campo espiritual todo
esto ocurre, y es exactamente lo que había sido prometido para
estos días finales.
El Hijo del Hombre viniendo con poder y gloria,
¿para qué? Para meter Su hoz aguda y cosechar. Esa hoz es la
herramienta de cosecha que se usaba en los tiempos antiguos
y que se usa en algunos países actualmente. Con la hoz se
cosechaba el trigo; y con el Mensaje de Dios se cosecha, se
recoge a todos los escogidos. Esa hoz representa el Mensaje
final de Dios que llama a todos los escogidos y los junta, ¿para
qué?, para disfrutar de las bendiciones más grandes que jamás
hayan sido dadas a los seres humanos.
Es tiempo para los escogidos. Es tiempo para juntar a
los escogidos, porque es el tiempo de recoger a los escogidos
que son el trigo del Señor.
Ahora, cada persona debe entender que en la medida
que escuche el Mensaje de Dios, la Voz de Dios, él será llamado
y será recogido conforme a la promesa de Dios. Cada persona
que tiene su nombre escrito allá en el Cielo, cuando escuche el
Mensaje final de Dios, ese mensaje entra a su corazón, y esa
persona dice: “Yo estaba esperando algo de parte de Dios, yo
estaba esperando oír la Voz de Dios en estos días finales. Y esto
que estoy escuchando es lo que yo estaba esperando. Esto que
yo estoy escuchando es lo que yo estaba esperando; esto que
yo estoy escuchando, yo lo estoy entendiendo.”
¿Y por qué lo está entendiendo? Porque la Biblia dice
que “los entendidos, entenderían.” Y usted entonces viene a
10 Rev. William Soto Santiago
de la historia bíblica; sino ten tu corazón sensible a la Voz
de Dios, ten tu corazón abierto para que la Voz de Dios entre
a tu corazón, y entonces Dios estará hablando a tu corazón
y tú podrás entender la Voz de Dios, el Mensaje de Dios, la
Trompeta de Dios para estos días finales; y entonces tú serás
cosechado como trigo del Señor, como escogido del Señor en
estos días finales.
Porque el Señor está llamando a Sus escogidos ¿para
qué? Para juntarlos. Porque los hijos de Dios no son muchos
grupos, es un solo pueblo; aunque unos vivan en una nación
y aunque otros vivan en otra nación, en el Cielo ellos cuentan
como un solo pueblo. Son un solo pueblo, registrados en el
Cielo, escritos en el Cielo sus nombres; y Él entonces en los
días finales los llama porque Él los conoce. Él entonces en
estos días finales está juntando a los escogidos.
Por eso es que la Voz de Dios está llamando urgentemente
a los seres humanos, ¿para qué?, para escuchar la Voz de Dios,
y ser reunidos, ser juntados para estar en armonía con Dios.
Es el tiempo más glorioso de todos los tiempos, porque
es el tiempo de la gran cosecha, de la gran siega, y usted está
siendo llamado para ser cosechado por el Señor.
Allá en el libro del Apocalipsis, en el capítulo 14, de ahí
en adelante encontramos una narración profética que nos habla
de la gran cosecha; capítulo 14 del Apocalipsis, verso 14 en
adelante, nos dice:
“Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno
sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza
una corona de oro…”
¿Por qué tenía en la cabeza una corona de oro? Porque
ya había sido coronado como Rey de reyes y Señor de señores.
Y sigue diciendo:
“…y en la mano una hoz aguda.  pasará? “Y juntarán a todos los escogidos.” Esta es la gloriosa
Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al
Juntando Los Escogidos 7
Encontramos que Moisés allá comenzó aquella
Dispensación de la Ley, él sembró allá, y fue entonces regado
todo ese sembradío, y luego al final tuvo que venir Jesús para
cosechar al final de la Ley. Por eso es que en el evangelio según
San Juan, en el capítulo 4, el Señor Jesús dijo [verso 34]:
“Mi comida es que haga la voluntad del que me envió,
y que acabe su obra.” 
Él vino para una Obra. Y sigue diciendo:
“¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que
llegue la siega (la cosecha)? He aquí os digo: Alzad vuestros
ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega
(para la cosecha).
Y el que siega (el que cosecha) recibe salario, y
recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce
juntamente con el que siega. 
Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que
siembra, y otro es el que siega (el que cosecha).
Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis;
otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.”  
Otros habían labrado, pero el Señor envía a Sus
discípulos a cosechar lo que no habían ellos sembrado. Es que
al final de cada dispensación se lleva a cabo una cosecha.
Ahora nosotros tenemos que entender que la segunda
dispensación comenzó dos mil años atrás, y en estos días finales
es el tiempo en que la segunda dispensación está llegando a su
final; por eso es el tiempo de la cosecha, es el tiempo para
recoger a todos los escogidos. Y la manera en que Dios lo hace
es enviando a Sus segadores, a los que les toca llevar a cabo
esa gran cosecha.
No es cualquier persona. Él dice: “Enviará el Hijo del
Hombre a Sus Ángeles con gran Voz de Trompeta.”¿Y qué
promesa que hace el Señor Jesucristo para estos días finales:
8 Rev. William Soto Santiago
serán reunidos, serán congregados, serán llamados todos los
escogidos en estos días finales con el mensaje de la gran Voz
de Trompeta. Todos los escogidos escucharán la gran Voz de
Trompeta y serán juntados en estos días finales.
Esa es una promesa que es realizada en este tiempo final,
y esa es la gran Obra de Dios para estos días finales. De nada
valdría que una persona preparase un terreno para sembrarlo,
luego lo sembrase, y si no llega a tener una cosecha, en vano
trabajó. Y si en estos días finales no llega el Señor a efectuar
la gran cosecha que Él prometió, en vano fue sembrado lo que
Él sembró. Pero Él dice que en estos días finales el trigo será
juntado, será recogido; y el trigo son los hijos del Reino, son
los escogidos.
Este es el tiempo. Este es el tiempo, amigos; por lo
tanto, cada persona tiene que tener su oído espiritual y sus
ojos espirituales atentos para ver la gloriosa Obra de la gran
cosecha que los Ángeles del Señor, los mensajeros del Señor,
el ministerio de Moisés y Elías, estará efectuando en estos días
finales.
Y todos los escogidos serán recogidos, cosechados. Esa
es la promesa para estos días finales.
Es para una grande bendición de todos los escogidos,
es para una grande bendición de todos los seres humanos. Pero
las gentes de este tiempo tienen que estar apercibidos. Por eso
fue que el Señor dijo que velasen, porque nadie sabría cuándo
sería el día y la hora en que el Hijo del Hombre regresaría.
Porque el Hijo del Hombre regresaría, ¿para qué? Para llevar a
cabo la gran labor de la gran cosecha con el ministerio de Sus
Ángeles, con el ministerio de Moisés y Elías.
Él dijo que toda persona estuviese velando, velando por
la Venida del Hijo del Hombre, porque el Hijo del Hombre
habría de venir en los días finales.
Ahora, toda persona tiene que estar consciente que
Juntando Los Escogidos 9
cuando vino en Su primera Venida para llevar a cabo la gran
cosecha allá, al final de la Dispensación de la Ley, muchas
personas le confundieron con Beelzebú; muchas personas le
confundieron con un hombre loco, le confundieron con un
fanático. Así por el estilo podemos ver en la historia de la vida
y ministerio de Jesús, que la gente de aquel tiempo le confundió
con falso profeta; pero no era un falso profeta; era el verdadero
Profeta de Dios prometido para aquellos días.
Moisés había hablado de Él cuando dijo: “Profeta
como yo os levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros
hermanos.” Y dijo que Dios pondría Su Palabra en la boca de
ese profeta, y ese profeta hablaría lo que Dios le diese para
hablar. Y cualquiera que no escuchase la Palabra que Dios
pondría en la boca de ese profeta, Dios le desarraigaría del
pueblo, Dios le pediría cuenta. Porque cuando Dios envía un
profeta, Él pone Su Palabra en la boca de ese profeta, y cuando
ese profeta habla, no está hablando de sí mismo; está hablando
la Palabra de Dios. Y cualquier persona que no escucha la
Palabra de Dios enviada para el tiempo en que vive, le tendrá
que dar cuenta a Dios.
Porque cuando Dios envía Su Palabra es para que la
gente la escuchen; por eso es que dice: “El que tiene oído para
oír, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”
Es tiempo de escuchar la Voz de Dios, porque es el
tiempo de juntar a todos los escogidos. Es el tiempo en que Dios
está llamando a todos los escogidos, no importa en qué nación
vivan; no importa qué idioma hablen; no importa su condición
social, su condición política, su condición económica, su
condición moral; no importa su condición sino que lo que
importa es que Dios prometió que juntaría Sus escogidos en
estos días finales, y Él los está llamando para juntarlos.
“Si oyes hoy Su Voz, no endurezcas tu corazón,” como
hizo el pueblo hebreo y como han hecho personas a través