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I

P A B L n N

CREPUSCULARIO

I 1 E D I C I O N

i\ n 3 L I M E N T 0
OY, QUE E S EL C U M P L E A R O S DE MI HER-
[MANA, NO TENGO
nada que darle, nada. No fengo nada, hermana.
Todo lo que poseo siempre lo llevo lejos.
A veces hasfa mi alma me parece lejana.

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Pobre como una hoja amarilla de ofofio,
y canfor como un hilo de agua sobre una huerfa,
10s dolores, fir sabes c6mo me caen fodos
como a1 camino caen fodas las hojas muerfas.

Mis alegrias nunca las sabriis, hermanifa


y mi dolor es ese, no fe las puedo dar;
vinieron como pajaros a posarse en mi vida,
una palabra dura las haria volar.

Pienso que fambien ellas me dejarim un dia,


que me quedare solo, como nunca lo esfuve.
iTir lo sabes, hermana, la soledad m e lleva
hacia el fin de la fierra como el viento a las nubes!

iPero para q u e es esfo de pensamienfos frisfes!


iA ti menos que a nadie debe afligir mi voz!
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Despues de fodo nada de esfo que digo exisfe.
iNo vayas a contarselo a mi madre, por Dios!

Uno, n o sabe cbmo, va hilvanando menfiras,


y uno dice por ellas, y ellas hablan por uno.
Piensa que fengo el alma foda llena de risas,
y n o fe engafiaras, hermana, fe lo juro.

10.5

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