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UNIVERCIDAD POPULAR DE LA

CHONTALPA.

ALUMNO: SALATIEL DOMINGUEZ JIMENEZ.

DOCENTE: ESTEBAN DOMINGUEZ CASTILLO.

MATERIA: GENOTECNIA VEGETAL.

GRADO: 4to GRUPO: “A”

TEMA: Antecedentes y logros del mejoramiento genético en México.


ANTECEDENTES

El Programa de Mejoramiento Genético y Biotecnología Forestal de


PROBOSQUE se inició a principios de la década de los noventa con
el establecimiento de áreas y rodales semilleros, ensayos de procedencias
que posteriormente se convirtieron en huertos semilleros sexuales y clonales
con especies de importancia forestal en el Estado de México. Las especies
con las que se ha trabajado son: Abies religiosa, Pinus pseudostrobus,
Pinus montezumae, Pinus patula y Pinus greggii var australis.

Desde que surgió la agricultura, hace más de 12,000 años, el ser humano
identificó características deseables en las plantas que cultivaba y, a través
de la observación, las cruzas y la selección logró obtener variedades
vegetales más productivas, nutritivas y uniformes, así como tipos resistentes
a enfermedades y plagas. Es decir, desde hace miles de años, por
mecanismos relativamente naturales, pero con criterios artificiales, se han
movilizado y seleccionado genes, y han surgido una variedad de cultivos
para diferentes usos: granos, frutos y tubérculos comestibles; forraje para el
ganado, textil, maderable y una gran cantidad de sustancias con usos
medicinales, industriales y también artísticos. Todos ellos han sido
generados a partir de cruzas entre ancestros o parientes silvestres, así como
entre razas o variedades recientes. Asimismo el papel de las mutaciones —
fuente natural o artificial de variación de la información genética—, es un
proceso que aún se aprovecha en distintas comunidades, escuelas e
institutos agrícolas. No obstante es un proceso largo, elusivo y costoso y no
hay garantía de que alguna característica para los cultivos se pueda
encontrar dentro de las poblaciones de cada especie.
Domesticación, diversidad genética y homogeneidad.

Las especies en la naturaleza forman poblaciones donde a pesar de


diferencias en aspecto o incluso en la similitud de sus genes, pueden
cruzarse y tener descendencia fértil. Desde hace mucho tiempo, diversas
civilizaciones humanas han seleccionado plantas para usarse como comida,
forraje, abrigo, materiales de construcción, a partir de plantas silvestres. Esto
fue posible por la domesticación que fue modificando algunos de sus
atributos para poder cultivarlas más fácilmente y aprovecharlas mejor. Esto
significó algunos cambios genéticos en las poblaciones, que han ocasionado
que nos hayamos quedado sólo con una muestra que tiene menos variantes
o versiones de algunos genes.
Más adelante, se han seguido buscando características más especiales que
sean invariables generación tras generación. Esto indica que nos hemos ido
quedando con grupos de ciertas especies que tienen genomas muy
parecidos. Varios métodos analíticos de la biología a nivel molecular
permiten demostrar que tanto los genes como las proteínas de variedades
comerciales “homogéneas” son casi idénticos y que, en cambio que son
diferentes a los de parientes silvestres del mismo tipo, o a los llamados
ancestros, que a veces están extintos y sólo conocemos por restos fósiles o
descripciones botánicas antiguas.
Modificación genética
A partir de la descripción de la estructura del ADN como un polímero de 4
tipos de unidades variables formando una doble hélice, se hicieron muchos
descubrimientos. Desde un poco antes, se sabía que cuando se modifica —
se transforma una célula con un gen externo que porta una nueva
instrucción-, adquiere una capacidad adicional. Aplicando este conocimiento,
hoy es posible cultivar bacterias que producen insulina humana (necesaria
para personas con diabetes), ya que estos microorganismos GM se les ha
añadido el gen con el diseño de esa proteína que fue aislado (clonado) del
genoma células humanas.
Mejoramiento genético convencional y biotecnológico
Desde hace mucho tiempo se sabe como dotar a especies agrícolas de
interés productivo (cultivos para alimento humano, animal, fibras,
medicinales), de capacidades que les permitieran producir más, reducir los
daños por plagas y enfermedades, o por factores ambientales adversos. Los
cruzamientos entre variedades, entre especies (y a veces fusiones
genómicas como el Triticale, un híbrido completo entre trigo y centeno),
generan nuevas combinaciones de genes (o de sustancias reguladoras en
algunos injertos), de donde se explica la diversidad de formas, tamaños,
colores y organización de algunos ejemplos conocidos (calabazas, papas,
rosas, etc.).
En el camino hacia una agricultura más productiva y a veces sustentable, los
fitomejoradores son capaces así de ‘rescatar’ genes importantes de
variedades silvestres o contrastantes para integrarlos a variedades
domesticadas a través de cruzas y selecciones continuas. Pero esto puede
llevar mucho tiempo y no lograrse el obtener fácilmente una característica
como resistencia a una enfermedad, mayor rendimiento con poco agua, o
producir más de un nutrimento, si no hay fuentes de variación en plantas
sexualmente compatibles (que se puedan cruzar y producir semillas fértiles),
o bien, que los genes contribuyentes para esa característica sean
numerosos y están muy dispersos.
Ante la necesidad de agilizar la obtención de variedades vegetales
adaptadas a nuevas condiciones agrícolas, se fueron ampliando las
aplicaciones de la biotecnología agrícola, como los cultivos GM, ya que es
una estrategia relativamente más rápida y precisa para el mejoramiento de
cultivos. Esta tecnología permite salvar las barreras de la especies, ya que
muchas características valiosas desde el punto de vista agronómico,
económico, alimentario y ambiental, están presentes en otros organismos
que no pueden cruzarse. Un cultivo GM resulta entonces de transferir una
característica específica —presente en otros organismos vegetales,
microbianos o animales— a dichos cultivos introduciendo en su genoma,
uno o varios genes previamente aislados.
Esto permite generar, probar y aprovechar cultivos que tenían limitaciones
por su susceptibilidad a insectos-plaga y enfermedades virales; a la
competencia por malezas o improductividad por suelos empobrecidos.
Actualmente es posible modificar características del desarrollo (flores y
frutos de vida extendida en anaquel), del metabolismo (composición más
sana de ácidos grasos, mayor cantidad de provitamina A y de hierro
bioasimilable) y de su desempeño ambiental (tolerancia a sequía, calor y
frío).

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