El conflicto armado en Colombia comienza en 1980 cuando las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) (que habían
nacido veinte años atrás), encaminaron sus objetivos a acumular recursos económicos, extenderse cada vez más en varias zonas del país con mayor confrontación y así aumentar su influencia en los gobiernos locales de los departamentos. El acuerdo de paz dió paso a la JEP pero a pesar de esto existen las disidencias de las Farc que siguen haciendo de las suyas. A pesar de la emergencia a causa del COVID -19, en varias regiones la violencia por el conflicto armado sigue; en Cauca asesinan indígenas, en Chocó hay enfrentamientos entre grupos armados, en Nariño hay cerca de 800 familias confinadas y también desplazamiento forzado, en Putumayo matan líderes sociales por la erradicación de coca etc,. En conclusión, las promesas de paz aún no se han materializado en las regiones más vulnerables, donde no ha habido una presencia necesaria y justa del Estado.