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Big Data
Big Data
humanidad? Y aun así el Big Data todavía se encuentra en una fase embrionaria y queda mucho
por investigar de esta nueva tecnología. En anteriores artículos hemos hablado de qué son los
datos a y qué aplicaciones tiene en el mundo de la empresa. En este post vamos a ver cómo se
introduce el Big Data en logística para mejorar la eficiencia en la cadena de suministro.
Pero no sólo para mejorar los procesos actuales, sino también para poder anticiparse a las
demandas futuras de los consumidores y detectar nuevos modelos de negocio.
A esta necesidad de ser más eficientes, se le suma el hecho de que el proceso de logística se ha
vuelto cada vez más complejo debido, en parte, al aumento del tráfico de las carreteras, la
deslocalización de los almacenes, el aumento del coste de la energía, el aumento del ecommerce,
la complejidad de una última milla con necesidades mayores de sostenibilidad y contaminación en
las ciudades y, por último, las distintas y cambiantes regulaciones normativas sobre el sector.
Todo esto, requiere de una mayor tecnología para conseguir una gestión eficiente que simplifique
los procesos implicados.
Estas son las preguntas sobre las que debe cimentarse un cambio de estrategia basado en datos, y
de nuevo, el objetivo no es responderlas a través de la intuición, sino buscar los datos que nos den
una respuesta objetiva y sin sesgos. Esto es ser una empresa Data Driven.
Actividad de la flota a través de tecnologías GPS que nos permitan hacer un seguimiento
claro de la ubicación y recorrido de cada uno de los recursos de transporte.
Datos de procesos y operaciones de mercancías a través de sistemas informáticos
tradicionales que realicen el seguimiento con tecnologías como RFID, sensores de distintos
tipos y cámaras dotadas con algoritmos de inteligencia artificial.
Alertas de clientes y colaboradores sobre desabastecimiento en puntos de venta que han
de ser atendidos con la máxima urgencia.
Patrones de consumo oficiales, o internos en tiempo real, que nos permitan hacer analítica
predictiva sobre posibles necesidades futuras.
Datos meteorológicos con los que poder trabajar rutas alternativas más eficientes.
Datos provenientes de la automatización de nuestros almacenes mediante robotización.
#2 Variedad. Hoy en día el origen de los datos es muy heterogéneo. Pueden provenir de múltiples
soportes y plataformas: cámaras, smarthpones, GPS, redes sociales, movimientos bancarios…
#3 Veracidad. La gran variedad de datos provoca que muchos de ellos lleguen incompletos o
incorrectos, lo que puede hacernos dudar sobre el grado de veracidad de todos ellos.
#4 Velocidad. Vivimos en una era hiperconectada, por lo que se generan datos a cada segundo
que pasa. Este gran volumen provoca que los datos queden desfasados rápidamente y que pierdan
su valor, a la vez que aparecen otros nuevos.
#5 Valor. Los datos, una vez convertidos en información, tienen un valor que las empresas
aprovechan para sacar el máximo partido de ellos. Este es, probablemente, el elemento más
importante del Big Data.
Con la utilización de la analítica de datos, las empresas de logística pueden alcanzar grandes
niveles de eficiencia con acciones operativas como las siguientes:
Control de Stock: utilizar de forma conjunto la analítica descriptiva para conocer en todo
momento a través de distintos dashboards que nivel de stock tengo y donde, y cómo
poder inferir el estado de mis almacenes para días posteriores.
Mantenimiento preventivo: las empresas de logística pueden utilizar sus datos
procesados con algoritmos de analíticas para conseguir predecir averías de forma
anticipada a las mismas, reduciendo de esta forma gastos importantes.
Rutas eficientes. A través de los patrones de consumo y de control de stock, un buen uso
de los datos permite crear rutas en tiempo real y conseguir una mayor eficiencia.
Y esto son sólo algunos de los ejemplos en los que la analítica del dato permite tomar decisiones
de negocio. El reto, llegados a este punto, está en saber operativizar la información, es decir, que
los datos lleguen a las personas decisoras en tiempo y forma.
Cómo hemos podido ver, la aplicación del big data a la logística acaba de comenzar, y
revolucionará este negocio provocando un punto de inflexión con nuevas reglas competitivas.
Control eficiente de los activos. Con la introducción del Big Data se puede mejorar el control de los
activos de la empresa: la flota de vehículos, los productos almacenados, los palés, etc. De esta
manera se optimizan las operaciones de distribución, se reducen los niveles de inventario y se
obtiene un ahorro notable en costes y en tiempos de organización.
Segmentación de la demanda. Si la empresa integra el Big Data con su CRM (programa para la
gestión de los clientes) se pueden conocer las necesidades e intereses de los compradores (qué
productos consumen, cuáles podrían interesarles…). Además, la información obtenida a través de
los datos permite perfilar los productos y hacerlos más personalizables. Esto quiere decir que, al
conocer las preferencias de cada comprador, se puede ajustar la oferta de un producto a cada
cliente o segmento de cliente. Lo que se consigue con esto es una mayor fidelización y, por lo
tanto, un incremento de las ventas.
Distribución más ágil. Contar con los datos que brinda el Big Data también permite optimizar los
procesos de distribución. Además ofrece la oportunidad de detectar nuevos modelos de negocios
y formas de entrega más eficaces. Optimizando la distribución también se mejoran los servicios de
atención al cliente, por ejemplo, pudiendo resolver mejor sus incidencias.
Seguimiento de productos y máquinas. La obtención de los datos en tiempo real permite realizar
un seguimiento exhaustivo del estado y de la situación de todos los productos para, entre otras
cosas, poder detectar posibles incidentes. También se puede conocer con antelación el estadio de
la maquinaria para poder realizar mantenimientos preventivos y evitar paros en la cadena
logística.
Fijación anticipada de precios. La analítica de datos permite establecer parámetros de negocio con
los que poder predecir la demanda y de esta forma ajustar los precios de los productos a la de los
costes logísticos.
Optimización de las rutas. A través de los datos en tiempo real que pueden obtenerse de la
situación del tráfico y del clima, se pueden calcular las mejores rutas para entregar los pedidos a
los clientes. Esto supone un notable ahorro para la empresa y un beneficio para el cliente.
Conclusiones
La aplicación del Big Data en la logística de las empresas va a permitir, sin duda, una gestión más
eficaz de los procesos. Si las compañías empiezan a incorporar estas nuevas tecnologías en las
dinámicas de trabajo, la cadena de suministro será más rentable y se ofrecerá una mejor
experiencia de compra al cliente.
Una vez analizados todos los beneficios que el Big Data aporta a la logística podemos concluir que
su aplicación significa una importante optimización del sector, además de obtener rentabilidad,
incrementar el número de clientes y detectar futuros modelos de negocio. Descubre qué es el
experto en Big Data y aplícalo al sector logístico.