Está en la página 1de 2

Qué son los callos

Las durezas, las grietas, las uñas engrosadas, sumados a situaciones de calor y
humedad, son, muy frecuentemente, la puerta por donde entran muchos
microorganismos que pueden producir muchas molestias en los pies
(papilomas, hongos…).
Los callos en el pie o los callos en los dedos de los pies, comienzan como una
simple dureza, como mecanismo de defensa de la piel, ante el roce continuado
del calzado o por la presión continua al ser un punto habitual de apoyo.
La formación de un callo tiene tres fases:
 Hiperqueratosis o engrosamiento de la piel.
 Irritación del tejido subcutáneo que producirá una bolsa serosa.
 Penetración en zonas más internas de la piel, pudiendo llegar incluso hasta
el hueso.

Existen varios tipos de callos en los pies:


 Callos blandos, que aparecen en zonas interdigitales que son más
húmedas y deben cuidarse con esmero para evitar que se infecten por hongos.
 Callos duros o vasculares, son muy dolorosos porque contienen capilares
sanguíneos y muy frecuentemente tocan nervios.

Cómo quitar los callos de los pies


(remedios caseros)
 Remedios mecánicos: Como limas, piedra pómez, raspadores o
cortacallos, que eliminan las capas superficiales de piel seca, para llegar hasta la
piel sana. Hay que tener cuidado de no producir una herida sangrante.
 Remedios químicos, como el ácido salicílico, que quema las células
superficiales de la piel y que se comercializa en diferentes formatos para
aplicación tópica.

También existen numerosos remedios que puedes preparar en casa:


1. Bicarbonato sódico. Mezcla con agua y haz una pasta. Deja actuar 20
minutos y retira. Ayuda a eliminar la capa superficial para que el raspado sea
más fácil.
2. Manzanilla. Se infusiona y se deja templar. Pon a remojo el pie con esta
infusión durante unos minutos. Después hay que eliminar la piel externa con
piedra pómez.
3. Ortiga. Se licúan unos tallos, hojas y flores con agua y se aplica la pasta
resultante en el callo con una espátula. Tapa con un apósito y deja al menos 3
horas.
4. Cebolla o ajo con aceite. Estos remedios son de los que usaban las
abuelas.
Frota una cebolla directamente sobre el callo o un ajo machacado en aceite.
Tienen propiedades antiinflamatorias y reblandecen la piel engrosada. Eso sí,

el olor es bastante fuerte. 

Como prevenir que aparezcan callos


Para reducir el riesgo de formación de nuevos callos sigue estos consejos:
 Tras la ducha utiliza una crema hidratante especial para los pies.
 No lleves el calzado ni demasiado ajustado ni con holgura.
 Evita las punteras alargadas o el tacón de aguja.
 Elije un calzado deportivo de calidad.
 Mete los pies en agua con sal y retira las durezas con un raspador o piedra
pómez.
 Utiliza calcetines traspirables y térmicos para evitar la humedad.
 Corta las uñas en recto para evitar heridas.
 Acude al podólogo ante cualquier duda o problema.

También podría gustarte