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Expediente 5864-2014 1

APELACIÓN DE SENTENCIA DE AMPARO

EXPEDIENTE 5864-2014
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, trece de enero de dos mil
dieciséis.
En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de diez de
noviembre de dos mil catorce, dictada por la Sala Segunda de la Corte de
Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente,
constituida en Tribunal de Amparo, en la acción constitucional de amparo
promovida por el Ministerio Público, por medio de la Fiscalía de Ejecución contra
la Juez Primero Pluripersonal de Ejecución Penal Grupo “B”. El postulante actuó
con el patrocinio de la agente fiscal, Angélica Margarita Sosa González. Es
ponente en el presente caso la Magistrada Presidenta, Gloria Patricia Porras
Escobar, quien expresa el parecer del Tribunal.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado el nueve de octubre de dos mil catorce,
en el Centro de Servicios Auxiliares de la Administración de Justicia Penal, y,
remitido, posteriormente, a la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones del ramo
Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente. B) Acto reclamado: auto de
once de septiembre de dos mil catorce, por la que la autoridad cuestionada aprobó
el cómputo de la pena del condenado Miguel Ángel Cumatzil Atz y señaló fecha en
la que podrá optar a beneficios penitenciarios, dentro del proceso penal instruido
por el delito de Femicidio en grado de tentativa. C) Violaciones que denuncia: al
derecho de tutela judicial efectiva y a los principios jurídicos de legalidad, debido
proceso e imperatividad. D) Hechos que motivan el amparo: de lo expuesto por
el postulante y del estudio del informe circunstanciado, se resume: D.1)
Producción del acto reclamado: a) el Tribunal de Sentencia Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del departamento de Chimaltenango,
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emitió sentencia condenatoria contra Miguel Ángel Cumatzil Atz, por el delito de
Femicidio en grado de tentativa, imponiéndole la pena de veinte años de prisión;
b) el Juez Primero Pluripersonal de Ejecución Penal del Grupo “B” –autoridad
impugnada–, en auto de once de septiembre de dos mil catorce –acto reclamado–,
aprobó el cómputo de la pena del condenado e indicó las fechas en que podía
solicitar los beneficios de libertad anticipada por buena conducta y libertad
condicional. D.2) Agravios que se reprochan al acto reclamado: indicó que la
autoridad cuestionada, al emitir la resolución que constituye el acto reclamado,
vulneró el derecho y principios jurídicos enunciados, ya que: i) aprobó el cómputo
de la pena y señaló que podía gozar de beneficios penitenciarios, no obstante fue
condenado por el ilícito de Femicidio en grado de tentativa, que en el artículo 6 de
la Ley contra Femicidio y Otras Formas de Violencia contra la Mujer establece que
a los condenados por ese delito no podrá concedérseles rebaja de pena por
ningún motivo, por lo que el privado de libertad no tenía derecho a beneficio
alguno; ii) debido a que el delito fue cometido en grado de tentativa, debió
atenderse lo preceptuado en el artículo 14 del Código Penal, ya que su intención y
resultado estaban previstos; sin embargo, no se consumó por causas ajenas a la
intención del sujeto activo, lo que hace aplicable la prohibición de rebaja de pena;
y iii) no se puede conceder doble rebaja de la pena y, en este caso, la autoridad
impugnada lo hizo, pues el tribunal sentenciador, al emitir el fallo condenatorio,
impuso al sindicado pena de treinta años de prisión pero rebajada en una tercera
parte, por lo que se le impuso la pena de veinte años; de ahí que no era posible
aprobar el cómputo de la pena de acuerdo a lo establecido en el artículo 63 del
Código Penal. D.3) Pretensión: solicitó que se le otorgue amparo, se deje sin
efecto la resolución que constituye el acto reclamado y que se ordene a la
autoridad cuestionada emitir nueva resolución apegada a Derecho. E) Uso de
procedimientos y recursos: ninguno. F) Casos de procedencia: invocó los
contenidos en los incisos a) y b) del artículo 10 de la Ley de Amparo, Exhibición
Personal y de Constitucionalidad. G) Leyes que estima violadas: citó los
artículos 1º, 2º, 4º, 12, 19 154, 153, 204 y 251 de la Constitución Política de la
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República de Guatemala; 6 de la Ley Contra el Femicidio y Otras Formas de


Violencia contra la Mujer; 3 y 5 del Código Procesal Penal;; 38 de la Ley Orgánica
del Ministerio Público; y 10 y 13 de la Ley del Organismo Judicial.
II. TRÁMITE DEL AMPARO
A) Amparo provisional: no se otorgó. B) Tercero interesado: Miguel Ángel
Cumatzil Atz –condenado–. C) Informe circunstanciado: la autoridad
cuestionada, en relación al acto reclamado, indicó: i) el once de septiembre de dos
mil catorce se celebró audiencia de aprobación de cómputo del condenado Miguel
Ángel Cumatzil Atz; y ii) en la referida audiencia el Ministerio Público se opuso a
que se otorgara beneficios de libertad anticipada en virtud de la ley, para el caso
del delito de Femicidio, lo prohíbe, e indicó que anteriormente ya se había
otorgado un beneficio; sin embargo el juzgador indicó que si bien es cierto que el
artículo 6 de la Ley de Femicidio y Otras Formas de Violencia contra la Mujer,
especifica la prohibición para el delito consumado de Femicidio; no así para el de
tentativa del referido ilícito y la interpretación de la ley se realiza en forma
extensiva en beneficio del condenado sí podría gozar de los beneficios otorgados
en la aprobación del cómputo. Adjuntó disco compacto en el que consta la
grabación de la audiencia referida. D) Medios de comprobación: los admitidos y
diligenciados por el Tribunal de Amparo de primer grado. E) Sentencia de primer
grado: la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones del ramo Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, constituida en Tribunal de Amparo,
consideró: “…este Tribunal considera que el acto reclamado fue emitido por la
autoridad impugnada (Juez del Juzgado Primero Pluripersonal de Ejecución Penal,
Sala “B”) en uso de las facultades legales de que estaba investida, sin vulnerar
ningún derecho constitucional de la accionante, en virtud que fue sustentado bajo
las argumentaciones esgrimidas por las partes en la audiencia oral de aprobación
de cómputo del condenado Miguel Ángel Cumatzil Atz, así como la explicación y
decisión de la pena, argumentaciones de las cuales el Tribunal Constitucional no
puede hacer ningún tipo de revisión, ya que son criterios propios y exclusivos de la
jurisdicción ordinaria. La anterior aseveración, tiene como base el informe
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circunstanciado enviado por la autoridad impugnada y audio de la audiencia en la


cual fue tomada la decisión que constituye el acto reclamado, documentos de los
cuales se determina que la inconformidad de la postulante, se dirige al
razonamiento vertido por la autoridad reclamada en su oportunidad procesal, al
cual no puede ni debe incursionar la jurisdicción constitucional. Sobre el
argumento anterior, es necesario indicar que de conformidad con el artículo 203
de la Constitución Política de la República de Guatemala, la potestad de juzgar y
ejecutar lo juzgado corresponde con exclusividad e independencia a los tribunales
de justicia, circunstancia que no permite que el amparo pueda constituirse en una
instancia revisora de lo resuelto, porque en el amparo se enjuicia el acto
reclamado, pero no se puede entrar a resolver sobre las proposiciones de fondo,
ya que es a la jurisdicción ordinaria a quien corresponde valorarlas o estimarlas.
Además, el hecho de que lo resuelto por un tribunal de la jurisdicción ordinaria,
actuando en ejercicio de uso de sus facultades legales, no le sea favorable a los
intereses de la amparista, no configura violación constitucional alguna en perjuicio
del postulante (…) Por lo anteriormente considerado este Tribunal Constitucional
concluye que la pretensión de la solicitante es la de constituir una instancia
revisora de lo resuelto por la autoridad reclamada, a lo cual no puede accederse
porque sería contrario a lo preceptuado en el artículo 211 constitucional. En ese
orden de ideas, el amparo solicitado debe de denegarse, sin hacer aplicación de
condena en costas y pago de multa a la abogada patrocinante, por exoneración
legal, a tenor del artículo 48 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad”. Y resolvió: “…A) Deniega por notoriamente improcedente el
amparo solicitado por la Abogada Angélica Margarita Sosa González, en su
calidad de Agente Fiscal de la Fiscalía de Ejecución del Ministerio Público. B) Se
exonera del pago de costas y multa respectiva…”.
III. APELACIÓN
El Ministerio Público, por medio de la Fiscalía de Asuntos Constitucionales,
Amparos y Exhibición Personal, apeló la sentencia emitida y se pronunció en el
mismo sentido que en el escrito inicial de amparo.
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IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA


El Ministerio Público por medio de la Fiscalía de Asuntos Constitucionales,
Amparos y Exhibición Personal, manifestó que no comparte el criterio
sustentado en la sentencia emitida por el a quo, ya que no realizó análisis jurídico
conforme a Derecho en cuanto al agravio denunciado por el postulante debido a
que no obstante se indicó que el tribunal sentenciador dictó condena de veinte
años de prisión por el delito de Femicidio en grado de tentativa, la autoridad
cuestionada basó su decisión para otorgarle la rebaja de la pena en el hecho de
que el ilícito fue cometido en grado de tentativa, sin tomar en cuenta lo que
taxativamente regula el artículo 6 de la Ley contra el Femicidio y Otras formas de
Violencia contra la Mujer, sin conceder excepción alguna, por lo que al otorgar la
referida rebaja la autoridad impugnada lo hizo en abuso de sus facultades Solicitó
que se revoque la sentencia impugnada y se otorgue el amparo pedido.
CONSIDERANDO
-I-
No procede otorgar el amparo cuando la autoridad cuestionada realiza el cómputo
de las penas impuestas al condenado y establece que no obstante haber sido
condenado por el delito de Femicidio en grado de tentativa, le asiste el derecho de
gozar de los beneficios penitenciarios que reconoce la ley, pues la interpretación
del artículo 6 de la Ley contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia contra la
Mujer debe ser congruente con los fines dispuestos por el artículo 19
constitucional.
-II-
Del estudio del presente caso se establece que: a) el Tribunal de Sentencia Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del departamento de Chimaltenango,
emitió sentencia condenatoria contra Miguel Ángel Cumatzil Atz por el delito de
Femicidio en grado de tentativa, imponiéndole la pena de veinte años de prisión;
b) el Juez Primero Pluripersonal de Ejecución Penal del Grupo “B” –autoridad
impugnada–, en auto de once de septiembre de dos mil catorce –acto reclamado–,
aprobó el cómputo de la pena del condenado e indicó las fechas en que podía
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solicitar los beneficios de libertad anticipada por buena conducta y libertad


condicional, considerando para ello: “…existe la prohibición para otorgar
beneficios en cuanto al delito de Femicidio, la ley no indica si se refiere al delito de
Femicidio en grado de tentativa, pero el juzgador estima que la ley penal no debe
interpretarse con carácter extensivo en perjuicio del condenado, al no indicarlo el
juzgador estima que no abarca el grado de tentativa, sino que solo el delito
consumado. En el presente caso al haberse dado el grado de tentativa, no hay
muerte de una persona por lo que considero que sí debe contener el cómputo las
fechas en las cuales puede solicitar los beneficios que establece la ley, por lo que
se reitera y quedan aprobados los cómputos ya indicados…”. (Extraído del minuto
00:17:35 al 00:18:15 del audio que reproduce el contenido de la audiencia).
-III-
En el asunto sometido a conocimiento de esta Corte, se establece que la denuncia
constitucional presentada por el postulante se dirige a cuestionar la resolución de
la autoridad reprochada en la que realizó el cómputo de las penas que le fueron
impuestas al condenado y señaló las fechas en las que podría optar a beneficios
penitenciarios.
Como cuestión inicial, para dilucidar el asunto sobre el que este Tribunal ha
adquirido competencia, debe tomarse en consideración lo relativo al bloque de
constitucionalidad, abordado en anteriores pronunciamientos (entre otros, la
sentencia de diecisiete de julio de dos mil doce, emitida dentro del expediente
1822-2011), que conlleva también realizar el control de convencionalidad de las
decisiones asumidas por los tribunales de justicia.
Así, la Corte Constitucional de Colombia ha definido que el bloque de
constitucionalidad “está compuesto por aquellas normas y principios que, sin
aparecer formalmente en el articulado del texto constitucional, son utilizados como
parámetros del control de constitucionalidad de leyes, por cuanto han sido
normativamente integrados a la Constitución, por diversas vías y por mandato de
la propia Constitución…” (Sentencia de dieciocho de mayo de mil novecientos
noventa y cinco, expediente C-225/95).
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Es decir, que el bloque de constitucionalidad se refiere a aquellas normas y


principios que, aunque no forman parte del texto formal de la Constitución, han
sido integrados por otras vías y sirven, como medidas de control de
constitucionalidad de los preceptos normativos y de los actos de autoridad. Su
función esencial es la de servir como herramienta de recepción del derecho
internacional, garantizando la coherencia de la legislación interna con los
compromisos exteriores del Estado y, al mismo tiempo, de complemento para la
garantía de los Derechos Humanos en el país. En el caso guatemalteco, el bloque
de constitucionalidad surge por remisión expresa y directa de la Constitución
Política de la República de Guatemala (artículos 44 y 46), lo que determina su
contenido, alcances y eficacia, como sigue a continuación:
El artículo 44 constitucional, establece: “Derechos inherentes a la persona
humana. Los derechos y garantías que otorga la Constitución no excluyen otros
que, aunque no figuren expresamente en ella, son inherentes a la persona
humana. El interés social prevalece sobre el interés particular. Serán nulas ipso
jure las leyes y las disposiciones gubernativas o de cualquier otro orden que
disminuyan, restrinjan o tergiversen los derechos que la Constitución garantiza.”
En concordancia con el precepto anterior, el artículo 46 constitucional, dispone:
“Preeminencia del Derecho Internacional. Se establece el principio general de
que en materia de derechos humanos, los tratados y convenciones internacionales
aceptados y ratificados por Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho
interno.”
Es por ello que por vía de los artículos 44 y 46 citados, se incorpora la figura del
denominado bloque de constitucionalidad como un conjunto de normas
internacionales referidas a derechos inherentes a la persona, incluyendo todas
aquéllas libertades y facultades que, aunque no figuren en su texto formal,
responden directamente al concepto de dignidad de la persona, tomando así el
concepto de constitución material que otorga garantías más amplias para la
protección de los Derechos Humanos.
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Asentado lo anterior cabe afirmar que la interpretación del ordenamiento jurídico


penal, debe realizarse desde la perspectiva del principio pro homine que, en esa
materia, se traduce en la favorabilidad o aplicación adecuada de los derechos
garantizados en la constitución material. En ese sentido, atendiendo el caso objeto
de estudio, se estima oportuno citar el artículo 5, numeral 6º de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, que dispone: “… Las penas privativas de
libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de
los condenados”. Por su parte, el artículo 10, numeral 3, del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos establece: “...El régimen penitenciario consistirá en
un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y la readaptación social
de los penados. Los menores delincuentes estarán separados de los adultos y
serán sometidos a un tratamiento adecuado a su edad y condición jurídica”. (Los
resaltados son propios de este Tribunal).
En ese mismo sentido, el artículo 19 de la Constitución Política de la República de
Guatemala, al referirse al sistema penitenciario, dispone que este debe dirigirse a
la “readaptación social y a la reeducación”. De esa cuenta, puede concluirse
que, en atención a lo regulado en el bloque de constitucionalidad, la reforma, la
readaptación social y la reeducación de los condenados son los fines de la pena
en Guatemala y, a su vez, constituyen los principios rectores que en el sistema
jurídico nacional han de regir el ejercicio de la potestad sancionatoria del Estado
(ius puniendi). Por ello, tanto en su configuración abstracta (a cargo del legislador),
como en su aplicación y ejecución en un caso concreto (lo que compete a los
jueces ordinarios, en especial quienes están a cargo de la fase de ejecución), la
pena, como consecuencia jurídica sobreviniente ante la comisión de una conducta
prohibida, debe perseguir como fin último la resocialización de quien ha cometido
el ilícito, buscando impedir que incurra nuevamente en la conducta sancionada
(prevención especial positiva). Así, en el marco de un sistema penal democrático,
en el que la persona humana se concibe como “sujeto y fin del orden social”
(Preámbulo del texto supremo), las penas deben dirigirse a conseguir el fin
constitucionalmente previsto.
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En ese orden de ideas, en el presente asunto, debe determinarse si la autoridad


cuestionada, al emitir el acto reclamado, en el que señaló fechas en las que el
condenado por el delito de Femicidio en grado de tentativa podía solicitar
beneficios penitenciarios actuó o no apegada a Derecho.
Al respecto, el artículo 6 de la Ley contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia
contra la Mujer prevé: “…Comete el delito de femicidio quien, en el marco de las
relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, diere muerte a una
mujer, por su condición de mujer, valiéndose de cualquiera de las siguientes
circunstancias (…) La persona responsable de este delito será sancionada con
pena de prisión de veinticinco a cincuenta años, y no podrá concedérsele la
reducción de la pena por ningún motivo. Las personas procesadas por la comisión
de este delito no podrán gozar de ninguna medida sustitutiva”.
De lo anteriormente transcrito, se advierte que la interpretación que se impone en
cuanto al delito de Femicidio, independientemente de su grado de consumación,
debe efectuarse atendiendo a los fines de la pena que establece el bloque de
constitucionalidad, en respeto de los derechos humanos de los reclusos; por ello,
se advierte que la aplicación de la prohibición de rebaja de pena que establece el
artículo 6 citado, resultaría contraria a los fines previstos, en tanto que les
impediría que en el proceso de reforma, readaptación y reeducación tengan
acceso, en su calidad de condenados, a los beneficios penitenciarios que regula la
ley, los que conllevan, necesariamente, la disminución de las sanciones.
Por lo anterior, se infiere que si bien la autoridad objetada basó su decisión en el
hecho de que al haber sido condenado por el delito de Femicidio en grado de
tentativa y no en grado de consumación, correspondía otorgarle los beneficios
penitenciarios, es decir que se fundamentó en argumentos equívocos, se advierte
que atendiendo a los fines de la pena contenidos en el bloque de
constitucionalidad, el pronunciamiento tuvo como consecuencia una aplicación
correcta del artículo 6 de la Ley contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia
contra la Mujer. Ante tal circunstancia la solicitud de amparo debe ser denegada
por ser notoriamente improcedente y, habiendo resuelto en el mismo sentido el
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Tribunal a quo, procede confirmar la sentencia apelada, pero por las razones aquí
consideradas.
LEYES APLICABLES
Artículos citados, 265, 268 y 272, inciso c), de la Constitución Política de la
República de Guatemala; 8º, 10, 42, 44, 46, 48, 60, 61, 66, 67, 149, 163, inciso c),
y 185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 29 y 36
del Acuerdo 1-2013 de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas,
resuelve: I) Sin lugar el recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Público,
por medio de la Fiscalía de Asuntos Constitucionales, Amparos y Exhibición
Personal y, como consecuencia, confirma la sentencia venida en grado. II)
Notifíquese y, con certificación de lo resuelto, devuélvanse los antecedentes.

GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR


PRESIDENTA

MAURO RODERICO CHACÓN CORADO HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA


MAGISTRADO MAGISTRADO

ROBERTO MOLINA BARRETO MARÍA DE LOS ANGELES ARAUJO BOHR DE MENDEZ


MAGISTRADO MAGISTRADA

MARTÍN RAMÓN GUZMÁN HERNÁNDEZ


SECRETARIO GENERAL

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