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FACULTAD DE DERECHO
ARTÍCULO DE OPINIÓN
Autores:
Atoche Aguilar, Neil Cristian
Diaz Velayarce, Lady
Gálvez Galindo, Sadith Emily
Lara Albiño, Angel Nery
Ruiz Ramírez, Carmelita Anahí
Asesor (a):
Dra. Ruiz Ruiz, Sandra Gazdhaly
Lima – Perú
2020 - II
La autonomía del poder judicial se cuestiona mucho en la actualidad, ya sea porque
verdaderamente no se cumple su autonomía, o porque hacen un mal uso de esta y como
consecuencia vulneran algún derecho fundamental, como el debido proceso, tutela
jurisdiccional, entre otros principios jurisdiccionales plasmados en la Constitución. La
autonomía del poder judicial va de la mano con la independencia que también se menciona
en su Ley orgánica; estos son principios para administrar justicia; sin embargo por actuar de
algunos funcionarios públicos estos se pone en tela de juicio.
El presente artículo tiene por objetivo explicar sobre la autonomía e independencia del
poder judicial en el Perú, así mismo analizar si estos principios se cumplen para la correcta
administración de justicia, por ellos nos hacemos la siguiente interrogante ¿La ausencia de
la autonomía del poder judicial podría afectar derechos fundamentales o principios
plasmados en la Constitución? Se desarrollará estos principios judiciales.
Consideramos que estos principios como la autonomía e independencia del poder judicial a
pesar de estar sujeto a la Constitución, no son respetados y practicados es su totalidad, por
ende no hay una correcta e imparcial administración de justicia en nuestro sistema judicial.
Sin embargo es algo que se puede mejorar, no solo por el respeto de ordenamiento jurídico
en su Ley Orgánica sino también por el respeto a la Constitución Política del Perú, que lo
ampara en el artículo 139 inciso 1 y 2. Es importante tener en cuenta que el modelo
constitucional peruano de 1993 considera en relación a la judicatura la existencia de
diversos órganos encargados de la interpretación y control de la ley (Poder Judicial,
Tribunal Constitucional y Jurado Nacional de Elecciones), otorgándole a cada uno
autonomía e independencia en el ejercicio de sus funciones. Otro punto que es resaltante
respecto a lo anterior es que cada quien interpreta y controla la ley que es dada por el poder
político; entonces el poder judicial pude controlar la ley por su autonomía, sin embargo,
esta misma constitución también otorga al legislativo la facultad de interpretar la propia ley
que emite. Y esta diversidad de agentes causa desorden e inseguridad jurídica.
Al respecto opinamos que, es evidente que hay ausencia de autonomía en el poder judicial y
que esto ocasiona vulneración de derechos fundamentales para las partes procesales,
llámese, denunciado-denunciante, demandado-demandante; vemos pues que hay diferentes
casos en ambas partes, como: una parte presuntamente (mientras no tenga condena es
inocente) agraviante que por influencia de externos puedan darle una pena mayor o menor a
la que merece, o inculpar a un inocente; pues sabemos que se ha manipulado medios
probatorios para favorecer en los procesos; vulnerando el derecho al debido proceso, y que
por vulneración de este derecho se le prive de la libertad a un inocente, vulnerándose así
otro derecho fundamental más. Por otro lado podemos ver a la parte agraviada que, de ser
cierta la vulneración de su derecho en el proceso, esta se vea afectada con la manipulación
de su proceso para que este vaya en contra y no se le administre justicia correctamente.
Vemos que no solo hay evidencia de la débil y hasta escasa autonomía del poder judicial
que afecte a la institución, sino que esto puede afectar a terceros vulnerando derechos
fundamentales.
Concluimos que en nuestro país debido a la ausencia de la autonomía del poder judicial se
han vulnerado algunos derechos fundamentales como el debido proceso y como
consecuencia también derechos relacionados con la libertad y seguridad personal. Esta
ausencia de autonomía no es reciente, viene desde sus orígenes, podría no ser tan malo si no
fuese porque vulneran derechos humanos.
Concluimos que esta escasa autonomía del poder judicial es por personas que buscan algún
beneficio u otras instituciones que buscan controlar el poder mediante los funcionarios
públicos a cargo. Por ello, se recomienda al estado, poder ejecutivo y legislativo, tome
medidas eficaces para una correcta administración de justicia pues somos un estado de
derecho.
Bibliografía
Arroyo, C. L. (2003). Derechos Humanos y Constitución en Iberoamérica. Lima: Instituto
Iberoamericano de Derecho Constitucional.
Lizárraga, M. S. (2014). Autonomía e independencia del Poder Judicial peruano en un.
Ciencia y Tecnología, 147-161.
Virhuez, J. A. (2009). El Poder Neutro: Teoría del Equilibrio de Poderes. Lima:
Euroamericana.