Dimitri Ivanovich Mendeléiev buscaba encontrar orden en la lista de los elementos
enfocándose con las valencias de estos. En 1869 Mendeleiev elaboro la primera
tabla periódica por medio de los periodos y valencias que estas presentaban; los organizaba en familias muy definidas e incluyo las «tríadas». Por primera vez, la tabla proporcionaba sentido la multitud de elementos. Cualquier químico reconocerá que los elementos en una hilera pertenecen a la misma familia, haciéndolos similares químicamente. Esta tenía un aspecto similar a la que se usa hoy en día, en la actualidad se han presentado cambios y con ellos la actualización de los pesos atómicos. Mendeléiev tenía confianza en su tabla periódica, que contradijo las ideas establecidas de los elementos individuales; para que su tabla periódica funcionara, tuvo que dejar en ella varios huecos de elementos que no se conocían aún y comenzó a realizar unas predicciones y descripciones de aquellos elementos, algunos los llamó «ekaaluminio», «ekasilicio» y «ekaboro». El químico francés Paul Émile Lecoq en 1874 encontró un raro metal que denomino Galio. Mendeléiev se enteró y supo que era el ekaaluminio el cual había estimado un peso atómico demasiado exacto en comparación del galio y de igual forma el peso específico, asimismo su comportamiento químico fue parte de sus predicciones. Los químicos admitieron que el galio era el ekaalumnio de Mendeliev. Los dirigentes de Rusia concedieron honores al prestigioso científico y varios reconocimientos por parte de varias academias y asociaciones.