Está en la página 1de 49

Profecías concernientes a la Segunda Venida de Cristo

por Sir Isaac Newton


Antes de comenzar las citas bíblicas con sus comentarios, queremos mencionar que
incluimos al final otra obra de Newton que corresponde a un capítulo de “Observaciones
Sobre las Profecías de Daniel y el Apocalipsis de Juan” llamado “El Lenguaje Profético” que
será de mucha utilidad para entender el lenguaje de los profetas.

Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra, Mateo


5:5.

Muchos (paganos/gentiles) vendrán de oriente y occidente y se


sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. Pero
los hijos del reino (judíos) serán arrojados a las tinieblas de afuera,
Mateo 8: 11, 12

No habrán recorrido todas las ciudades de Israel, antes que venga el


Hijo del hombre (tal vez se refiere a la destrucción de Jerusalen),
Mateo 10:23.

En el momento de la cosecha, les diré a los segadores que recolecten


primero la cizaña y que quemen en el fuego, pero que recojan el trigo
en mi granero, Mateo 13:30. El que siembra la buena semilla es el
Hijo del hombre. El campo es el mundo, la buena semilla son los hijos
del reino; mas la cizaña son los hijos del inicuo. El enemigo que la
sembró es el diablo, la cosecha es el fin del mundo; y los segadores
son los ángeles. Así como la cizaña se recoge y se quema en el
fuego, así será en el fin de este mundo. El Hijo del hombre enviará a
sus ángeles y ellos recogerán de su reino a todos los que sirven de
tropiezo, y los que hacen iniquidad, y los echarán en un horno de
fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes. Entonces los justos
resplandecerán como el sol en el reino de su Padre, Mateo 13:37-43.

En el fin del mundo, los ángeles saldrán y separarán a los malvados


de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el
lamento y el crujir de dientes, Mateo13:49, 50.

El Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y


luego recompensará a cada hombre según sus obras. De cierto os
digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la
muerte, hasta que vean al Hijo del hombre viniendo en su reino,
Mateo 16:27-28. Ver también Marcos 9:1.

Vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo


del hombre se siente en el trono de su gloria, también os sentaréis
sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel, Mateo
19:28.

En la resurrección, ni se casan ni se dan en matrimonio, sino que son


como los ángeles de Dios en el cielo, Mateo 22:30 y Marcos 12:25.

No me veréis de aquí en adelante hasta que digáis bienaventurado el


que viene en el nombre del Señor, Mateo 23:39 y Lucas 13:35.

Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para


testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin, Mateo
24:14.

Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se


oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del
cielo, y las constelaciones de los cielos serán conmovidas. Entonces
aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo; y se lamentarán
todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre
las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles
con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro
vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro...Pero del día y la
hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del
hombre...Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el
otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una
será tomada, y la otra será dejada...Por tanto, también vosotros estad
preparados; porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no
pensáis, Mateo 24:29-44. Ver también Marcos 13: 24-37.

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del


hombre ha de venir, Mateo 25:13. Ver también Lucas 12: 40, 43.
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos
ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán
reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los
otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las
ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda, Mateo 25: 31, 32,
33.

El que se avergüence de mí y de mis palabras en esta adúltera y


pecaminosa generación, también el Hijo del hombre se avergonzará
cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles,
Marcos 8: 38. Ver también Lucas 9: 26.

El SEÑOR Dios le dará [a Jesús] el trono de David su padre; y reinará


sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin, Lucas
1: 32, 33.

Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a


Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros
estéis excluidos, Lucas 13:28.

Tal como fue en los días de Noe y Lot, así será en el día en que el
Hijo del hombre sea revelado. En aquel día, el que esté en la azotea,
y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que esté en el
campo, asimismo no vuelva atrás. Les digo que en esa noche habrá
dos en una cama, uno será tomado y el otro será dejado, Lucas 17:
26 -36.

¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a Él día y


noche? ¿Se tardará en responderles?. Os digo que pronto les hará
justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la
tierra?, Lucas 18: 7, 8.

Como ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría


inmediatamente, [Jesús] les dijo: Un hombre noble se fue a un país
lejano, para recibir un reino y volver. Y llamando a diez siervos suyos,
les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo. Pero
sus conciudadanos le odiaban, y enviaron tras él una embajada,
diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros. Aconteció que
vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos
siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había
negociado cada uno. Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha
ganado diez minas...Y les dijo a aquellos mis enemigos que no
querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos
delante de mí, Lucas 19:11-27.

Jesús les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en


casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel
siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en
casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los
ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. Pero en
cuanto a que los muertos han de resucitar, aun Moisés lo enseñó en
el pasaje de la zarza, cuando llama al SEÑOR, Dios de Abraham,
Dios de Isaac y Dios de Jacob, porque Dios no es Dios de muertos,
sino de vivos, pues para él todos viven, Lucas 20: 34-38.

Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz
de toda la tierra, Lucas 21: 35.

Mirad la higuera y todos los árboles: Cuando ya brotan, viéndolo,


sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también
vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está
cerca el reino de Dios. De cierto os digo, que no pasará esta
generación hasta que todo esto acontezca, Lucas 21: 29-32; Mateo
24:32 y Marcos 13:28.

En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría


dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya
preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde
esté yo estéis también vosotros, Juan 14: 2, 3.

Estas cosas os he hablado en alegorías; la hora viene cuando ya no


os hablaré por alegorías, sino que claramente os anunciaré acerca
del Padre, Juan 16:25

Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así


vendrá como le habéis visto ir al cielo, Hechos 1:11.

Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros


pecados; para que vengan de la presencia del SEÑOR tiempos de
refrigerio, y Él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a
quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de
la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus
santos profetas que han sido desde tiempo antiguo, Hechos 3:19-21.

Dios pagará a cada uno conforme a sus obras: tribulación y angustia


sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y
también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo
bueno, al judío primeramente y también al griego...Porque todos los
que sin Ley han pecado, sin Ley también perecerán; y todos los que
bajo la Ley han pecado, por la Ley serán juzgados...en el día en que
Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres..., Romanos
2:6-16.

Poque no por la Ley, sino por la justicia de la fe fue hecha a Abraham


y su posteridad la promesa de ser heredero del mundo. Porque si son
herederos los de la Ley, la fe carece de objeto, y la promesa queda
abolida, Romanos 4:13, 14.

No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que
los que son hijos según la promesa son contados como
descendientes (es decir, de Abraham a quien Dios prometió la
herencia de la tierra conocida como Palestina), Romanos 9:8. Por lo
tanto, los gentiles/paganos son llamados olivos silvestres injertados
en las ramas del buen olivo, y han sido hechos participantes de la
raíz; es decir, herederos de la promesa, Romanos 11:17.

Dios le trasladó a Abraham a esta tierra, en la cual vosotros habitáis


ahora. Y no le dio herencia en ella, ni aun para asentar un pie; pero le
prometió que se la daría en posesión, y a su descendencia después
de él, cuando él aún no tenía hijo, Hechos 7:4-5. Pero cuando se
acercaba el tiempo de la promesa, que Dios había jurado a Abraham,
el pueblo creció y se multiplicó en Egipto, Hechos 7:17.

Antes Yo tendré memoria de Mi pacto que concerté contigo en los


días de tu juventud, y estableceré contigo un pacto eterno, Ezequiel
16:60.

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no


seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a
Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de
los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá
de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. Y este será
Mi pacto con ellos, cuando Yo quite sus pecados, Romanos 11:25-27.
Ver también Isaías 59:18-21.

Nota: Cristo prueba la resurrección porque Dios le dijo a Moisés que


Él era el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, en consecuencia el
pacto de Dios con ellos se extiende a la resurrección.

En Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden:


Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego
el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya
suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es
que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de
sus pies. Y el último enemigo que será destruido es la muerte, 1
Corintios 15:22-26.

No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un


momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se
tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y
nosotros seremos transformados, 1 Corintios 15:51, 52.

¿No sabéis que los santos han de juzgar al mundo? ¿no sabéis que
hemos de juzgar a los ángeles?, 1 Corintios 6:2-3.
Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de
partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en
la carne es más necesario por causa de vosotros, Filipenses 1:23-24.

Nosotros lo que vivimos, lo que habremos quedado hasta la venida


del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor
mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir
al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor, 1
Tesalonicenses 4:15-17. Ver también Lucas 17:34 y Mateo 24:31, 40.

Porque es justo delante de Dios pagar con sufrimiento a los que os


hacen sufrir, y a vosotros que estáis sufriendo, daros reposo con
nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los
ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar condenación a los
que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor
Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de
la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en
aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos
los que creyeron, 2 Tesalonicenses 1:6 -10.

Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar


por otro mayor, juró por sí mismo, diciendo: De cierto te bendeciré
con abundancia y te multiplicaré grandemente (es decir, en niños
naturales y adoptados, porque en ti todas las naciones serán
benditas). Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.
Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los
herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso
juramento, Hebreos 6:13, 14, 17.

Pedro, hablando a los judíos, dice: Porque para vosotros es la


promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para
cuantos el SEÑOR nuestro Dios llamare, Hechos 2:39.
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que
había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la
fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena,
habitando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma
promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo
arquitecto y constructor es Dios...Por lo cual también, de uno, y ése
ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y
como la arena innumerable que está a la orilla del mar. Conforme a la
fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino
mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que
eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra (ver también 1 Crónicas
29:15 y Salmos 39:12). Porque los que esto dicen, claramente dan a
entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando
en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver.
Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se
avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una
ciudad. Por la fe Abraham ofreció a Isaac; y el que había recibido las
promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será
llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar
aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le
volvió a recibir (es decir, prefigurando que debería ser resucitado de
entre los muertos para heredar con él las promesas), Hebreos 11:8-
19.

El tiempo no sería más, sino que en los días de la voz del séptimo
ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se
consumará, como Él lo anunció a Sus siervos los profetas,
Apocalipsis 10:7. Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes
voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser
de nuestro SEÑOR y de Su Cristo; y Él reinará por los siglos de los
siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de
Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,
diciendo: Te damos gracias, SEÑOR Dios Todopoderoso, el que eres
y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y
has reinado. Y se airaron las naciones, y Tu ira ha venido, y el tiempo
de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a Tus siervos los
profetas, a los santos, y a los que temen Tu nombre, a los pequeños y
a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra, Apocalipsis
11:15-18. Pues ellos son espíritus de demonios, que hacen señales, y
van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la
batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso, Apocalipsis 16:13-
14. He aquí yo vengo pronto, Apocalipsis 22:12. Bienaventurados los
que lavan sus ropas, Apocalipsis 22:14.

Si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora


vendré sobre ti, Apocalipsis 3:3. Porque vosotros sabéis
perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la
noche, 1 Tesalonicenses 5:2. Ver también 2 Pedro 3:10 y Mateo
24:42, 43.

El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del
templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo
relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un
terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres
han estado sobre la tierra...Y Babilonia vino en memoria delante de
Dios, para darle la copa del vino del ardor de su ira. Y toda isla
huyó..., Apocalipsis 16:17-20.

Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad


sobre las naciones, Apocalipsis 2:26. Jesucristo, el Príncipe de los
reyes de la tierra, Apocalipsis 1:5.

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le
traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él,
Apocalipsis 1:7.

La Jerusalén de arriba es libre; ésa es nuestra madre, pues dice la


Escritura: Regocíjate estéril, la que no das hijos; rompe en gritos de
júbilo, la que no conoces los dolores de parto, que más son los hijos
de la abandonada que los de la casada. Y vosotros, hermanos, a la
manera de Isaac, sois hijos de la promesa, Gálatas 4:26-28. Ver
también Isaías 54:1, 3, 7, 8.

Os habéis acercado al Monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo,


Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,
asamblea solemne, Hebreos 12:22.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos porque fuiste inmolado y
compraste para Dios con tu sangre hombres de toda raza, lengua,
pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de
sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra, Apocalipsis 5:9-10. Ver
también Apocalipsis 1:6.

Yo, por mi parte (dice Jesús), dispongo un reino para vosotros, como
mi Padre lo dispuso para mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en
mi reino y os sentéis sobre tronos para juzgar a las doce tribus de
Israel, Lucas 22:29-30.

Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su


manifestación y en su reino, 2 Timoteo 4:1.

Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la


por venir, Hebreos 13:14.

Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad


sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, Apocalipsis 2:26-
27.

Lo veré, mas no ahora; lo miraré, mas no de cerca; saldrá Estrella de


Jacob, y se levantará cetro de Israel, y herirá las sienes de Moab, y
destruirá a todos los hijos de Set, (es decir, todo el mundo) Números
24:17. Ver también Isaías 25:10. De Jacob vendrá el que tendrá
dominio y destruirá lo que quedare de la ciudad, Números 24:19.
Vendrán naves de la costa de Quitim, y afligirán a Asiria, afligirán
también a Heber; mas él también perecerá para siempre, Números
24:24.
***Comentario sobre Elías***

He aquí, Yo envío Mi mensajero, el cual preparará el camino delante


de Mí; y vendrá súbitamente a Su templo el SEÑOR a quien vosotros
buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros...¿Y quién
podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie
cuando él se manifieste?, Malaquías 3:1-2.

Porque éste es de quien está escrito: He aquí, Yo envío Mi mensajero


delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti. Y si
queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir, Mateo 11:10,
14. Ver también Lucas 7:27.

He aquí, Yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día del


SEÑOR, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres
hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que
Yo venga y hiera la tierra con maldición, Malaquías 4:5-6.

Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús. Y le


preguntaron (los discípulos), diciendo: ¿Por qué dicen los escribas
que es necesario que Elías venga primero? Respondiendo él, les dijo:
Elías a la verdad vendrá primero, y restaurará todas las cosas; ¿y
cómo está escrito del Hijo del hombre, que padezca mucho y sea
tenido en nada? Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo
que quisieron, como está escrito de él, Marcos 9:4, 11, 12, 13.
Respondiendo Jesús (a los discípulos), les dijo: A la verdad, Elías
vendrá primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías
ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que
quisieron; así también el Hijo del hombre padecerá de ellos. Entonces
los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el
Bautista, Mateo 17:11, 12, 13.

Le preguntaron (a Juan el Bautista): ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo:


No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. Le dijeron: ¿Pues
quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué
dices de ti mismo?. Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el
desierto: Enderezad el camino del SEÑOR, como dijo el profeta
Isaías, Juan 1:21-23. Ver también Isaías 40:3.

***Fin del comentario sobre Elías***

A quien de cierto es necesario que el cielo reciba [a Jesucristo] hasta


los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios
por boca de Sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo,
Hechos 3:21.

Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio
eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación,
tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle
gloria, porque la hora de Su juicio ha llegado, Apocalipsis 14:6, 7.

Si no oyeres la voz del SEÑOR tu Dios, para procurar cumplir todos


Sus mandamientos y Sus estatutos que yo te prescribo hoy, serás el
espanto de todos los reinos de la tierra, Deuteronomio 28:15, 25.

El SEÑOR traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la


tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas; gente
fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño;
y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que
perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus
vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte. Pondrá sitio a
todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en
que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y
toda la tierra que el SEÑOR tu Dios te hubiere dado. Y comerás el
fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que el Señor tu
Dios te dio, en el sitio, Deuteronomio 28:49-53. Ver también 2 Reyes
6:29 y Lamentaciones 4:10. El SEÑOR aumentará maravillosamente
tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y
permanentes, y enfermedades malignas y duraderas; y traerá sobre ti
todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te
dejarán. Asimismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita
en el libro de esta Ley, el SEÑOR la enviará sobre ti, hasta que seas
destruido. Y quedaréis pocos en número, en lugar de haber sido
como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecisteis a
la voz del SEÑOR tu Dios. Así como el SEÑOR se gozaba en
haceros bien y en multiplicaros, así se gozará el SEÑOR en
arruinaros y en destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra a la
cual entráis para tomar posesión de ella. Y el SEÑOR te esparcirá por
todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro
extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus
padres, al leño y a la piedra...y tendrás tu vida como algo que pende
delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás
seguridad de tu vida, Deuteronomio 28:59-66. Sucederá que cuando
hubieren venido sobre ti todas estas cosas, y te arrepintieres en
medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado el SEÑOR tu
Dios, y te convirtieres al SEÑOR tu Dios, entonces el SEÑOR hará
volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte
de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido el SEÑOR tu
Dios, Deuteronomio 28:1-3. Ver también Deuteronomio 32:1-43 y
Nehemías 1:8, 9.

Si no Me oyereis, os esparciré entre las naciones, y vuestra tierra


estará asolada. Y a los que queden de vosotros infundiré en sus
corazones cobardía. Y si confesarán su iniquidad, y la iniquidad de
sus padres, entonces Yo me acordaré de Mi pacto con Jacob, y
asimismo de Mi pacto con Isaac, y también de Mi pacto con Abraham
Me acordaré, y haré memoria de la tierra. Cuandos ellos esten en
tierra de sus enemigos, Yo no los desecharé, ni los abominaré para
consumirlos, invalidando Mi pacto con ellos; porque Yo soy el SEÑOR
su Dios, Levítico 26:27-44.

Porque yo sé que después de mi muerte (dice Moisés), ciertamente


os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y
que os ha de venir mal en los últimos días, por haber hecho mal ante
los ojos del SEÑOR, enojándole con la obra de vuestras manos,
Deuteronomio 31:29.

La destroza el puerco montés, y la bestia del campo la devora,


Salmos 80:13.

Porque la mano del SEÑOR reposará en este monte, Moab será


aplastado en su sitio como se aplasta la paja en el muladar, Isaías
25:10. Ver también Números 24:17.

¿Por qué se amotinan las gentes y trazan los pueblos planes vanos?.
Se reúnen los reyes de la tierra, y a una se confabulan los príncipes
contra el SEÑOR y contra Su ungido, deciendo: Rompamos sus
coyundas, arrojemos de nosotros sus ataduras. El que mora en los
cielos se ríe, el SEÑOR se burla de ellos. A su tiempo les hablará en
Su ira y los consternará en Su furor. Yo he constituido Mi rey sobre
Sión (dice el SEÑOR), Mi monte santo. Voy a promulgar un decreto
del SEÑOR. El me ha dicho: Tú eres Mi Hijo, Yo te he engendrado
hoy. Pídeme, y haré de las naciones tu heredad, te daré en posesión
los confines de la tierra. Los regirás con vara de hierro y los romperás
como vasija de alfarero. Ahora, pues, oh reyes, obrad prudentemente;
dejaos persuadir, jueces todos de la tierra. Servid al SEÑOR con
temor, rendidle homenaje con temblor. Honrad al Hijo, para que no se
enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían, Salmos 2 (todo el
capítulo).

Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey. El juzgará a


Tu pueblo con justicia, y a Tus afligidos con juicio. Los montes
llevarán paz al pueblo, y las colinas justicia. Juzgará a los afligidos
del pueblo, salvará a los hijos del necesitado, y aplastará al opresor.
Te temerán mientras duren el sol y la luna, de generación en
generación. Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; como
el rocío que destila sobre la tierra. Florecerá en sus días justicia, y
muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a
mar, y desde el río hasta los confines de la tierra. Ante él se
postrarán los habitantes
del desierto, y sus enemigos lamerán el polvo. Los reyes de Tarsis y
de las costas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba
ofrecerán dones. Todos los reyes se postrarán delante de él; todas las
naciones le servirán. Porque él librará al necesitado que clamare, y al
afligido que no tuviere quien le socorra. Tendrá misericordia del pobre
y del necesitado, y salvará la vida de los pobres. De engaño y de
violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos será preciosa ante
sus ojos. Vivirá, y se le dará del oro de Sabá, y se orará por él
continuamente; todo el día se le bendecirá. Será echado un puñado
de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará
ruido como el Líbano, y los de la ciudad florecerán como la hierba de
la tierra. Será su nombre para siempre, se perpetuará su nombre
mientras dure el sol. Benditas serán en él todas las naciones; lo
llamarán bienaventurado. Bendito el SEÑOR Dios, el Dios de Israel,
el único que hace maravillas. Bendito Su nombre glorioso para
siempre, y toda la tierra sea llena de Su gloria. Amén y Amén. Aquí
terminan las oraciones de David, hijo de Isaí, Salmos 72 (todo el
capítulo).

Se acordarán, y se volverán al SEÑOR todos los confines de la tierra,


y todas las familias de las naciones adorarán delante de Ti. Porque
del SEÑOR es el reino, y Él regirá las naciones, Salmos 22:27, 28.

Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de Ti,


SEÑOR, y glorificarán Tu nombre, Salmos 86:9.

El SEÑOR reina; regocíjese la tierra, alégrense las muchas costas.


Nubes y oscuridad alrededor de Él; justicia y juicio son el cimiento de
Su trono. Fuego irá delante de Él, y abrasará a Sus enemigos
alrededor. Sus relámpagos alumbraron el mundo; la tierra vio y se
estremeció. Los montes se derritieron como cera delante del SEÑOR,
delante del SEÑOR de toda la tierra. Los cielos anunciaron Su
justicia, y todos los pueblos vieron Su gloria. Avergüéncense todos
los que sirven a las imágenes de talla, los que se glorían en los
ídolos. Póstrense a Él todos los dioses. Oyó Sion, y se alegró; y las
hijas de Judá, Oh SEÑOR, se gozaron por Tus juicios. Porque Tú,
SEÑOR,
eres excelso sobre toda la tierra; eres muy exaltado sobre todos los
dioses. Los que amáis al SEÑOR, aborreced el mal; el guarda las
almas de Sus santos; de mano de los impíos los libra. Luz está
sembrada para el justo, y alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, justos, en el SEÑOR, y alabad la memoria de Su santidad,
Salmos 97 (todo el capítulo).

El SEÑOR dijo a mi Señor: Siéntate a Mi diestra, hasta que ponga a


tus enemigos por estrado de tus pies. El SEÑOR enviará desde Sion
la vara de tu poder; domina en medio de tus enemigos. Tu pueblo se
te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder, en la hermosura de
la santidad. Desde el seno de la aurora tienes tú el rocío de tu
juventud. Juró el SEÑOR, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para
siempre según el orden de Melquisedec. El Señor está a Tu diestra;
quebrantará a los reyes en el día de su ira. Juzgará entre las
naciones, las llenará de cadáveres; quebrantará las cabezas en
muchas tierras. Del arroyo beberá en el camino, por lo cual erguirá la
cabeza, Salmos 110 (todo el capítulo).

Acontecerá que en el fin de los tiempos, será confirmado el monte de


la casa del SEÑOR como cabeza de los montes, y será exaltado
sobre las colinas, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán
muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte del SEÑOR, a la
casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos
por sus sendas. Porque de Sion saldrá la Ley, y de Jerusalén la
palabra del SEÑOR. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a
muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus
lanzas en podadores; no alzará espada nación contra nación, ni se
adiestrarán más para la guerra, Isaías 2:2-4. Ver también Miqueas
4:1-3.

Acontecerá en aquel tiempo, que los que hayan quedado de Israel y


los que hayan quedado de la casa de Jacob, nunca más se apoyarán
en el que los hirió, sino que se apoyarán con verdad en el SEÑOR, el
Santo de Israel. El remanente volverá, el remanente de Jacob volverá
al Dios fuerte. Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas
del mar, el remanente de él volverá; la destrucción acordada rebosará
justicia. Pues el SEÑOR de los ejércitos, hará consumación ya
determinada en medio de la tierra, Isaías 10:20-23. Ver tambén
Romanos 9:27, 28.

Y otra vez dice Isaías: Estará la raíz de Isaí, y el que se levantará a


regir los gentiles; los gentiles esperarán en él, Romanos 15:12.
Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta
por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su
habitación será gloriosa. Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que
el SEÑOR alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de Su
pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y
Hamat, y en las costas del mar. Y levantará pendón a las naciones, y
juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de
los cuatro confines de la tierra (Y se disipará la envidia de Efraín, y
los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de
Judá, ni Judá afligirá a Efraín). Y secará el SEÑOR la lengua del mar
de Egipto; y levantará Su mano con el poder de Su viento sobre el río,
y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias.
Y habrá camino para el remanente de Su pueblo, el que quedó de
Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la
tierra de Egipto, Isaías 11:10-16. Ver también Isaías 27:12.

La ciudad está en ruinas; su puerta está hecha pedazos. Así


sucederá en medio de la tierra y entre las naciones, como cuando a
golpes se cosechan olivos, como cuando se recogen rebuscos (uvas)
después de la vendimia (es decir, un remanente de Israel). Estos
alzarán su voz, cantarán gozosos por la grandeza del SEÑOR; desde
el mar darán voces. Glorificad por esto al SEÑOR en los valles; en las
orillas del mar sea nombrado el SEÑOR Dios de Israel. Terror, foso y
trampa sobre ti, oh habitante de la tierra... Acontecerá en aquel día,
que el SEÑOR castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a los
reyes de la tierra sobre la tierra. Y serán amontonados como se
amontona a los encarcelados en el calabozo, y en prisión quedarán
encerrados, y serán castigados después de muchos días. La luna se
avergonzará, y el sol se confundirá, cuando el SEÑOR de los
ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de Sus
ancianos sea glorioso, Isaías 24:12-23.

El SEÑOR destruirá en este monte la cubierta con que están


cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las
naciones. Devorará a la muerte para siempre; y enjugará el SEÑOR
toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de Su pueblo de
toda la tierra; porque el SEÑOR lo ha dicho. Y se dirá en aquel día:
He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará,
Isaías 25:7-9. Ver también Isaías 26:1-3 y la resurrección de los
muertos en Isaías 26:19-21.

En ruinas está la ciudad fortificada; es un sitio sin habitantes,


abandonado como el desierto. Allí se echa el ternero, allí pace y
deshoja las ramas. Una vez secas, las ramas se quiebran; vienen
luego las mujeres y con ellas hacen fuego. Porque este es un pueblo
sin entendimiento; por eso su Creador no le tiene compasión, ni de él
se apiada Quien lo formó. En aquel día el SEÑOR sacudirá desde las
corrientes del Éufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de
Israel, serán recogidos uno por uno. En aquel día sonará una gran
trompeta y los que fueron llevados a Asiria y los que fueron
desterrados a Egipto vendrán y adorarán al SEÑOR sobre el monte
santo en Jerusalén, Isaías 27:10-13. Ver también Isaías 11:15, 16.

En aquel día el SEÑOR de los ejércitos será por corona de gloria y


diadema de hermosura al remanente de Su pueblo, Isaías 28:5.

Sobre la tierra de Mi pueblo subirán espinos y cardos, y aun sobre


todas las casas en que hay alegría en la ciudad de alegría. Porque
los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las
torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde
descansen asnos monteses, y ganados hagan majada; hasta que
sobre nosotros sea derramado el espíritu de lo alto, y el desierto se
convierta en campo fértil, entonces habitará el juicio en el desierto, y
en el campo fértil habitará la justicia... Y Mi pueblo habitará en
morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo,
Isaías 32:13-18.

Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a


Jerusalén, morada de quietud, tienda (tabernáculo) que no será
desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus
cuerdas será rota, Isaías 33:20. Ver también el verso 24.

El SEÑOR está airado contra todas las naciones, e indignado contra


todo el ejército de ellas; las destruirá y las entregará al matadero...Y
todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos
como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja marchita
de la vid, y como se cae la de la higuera...Porque el SEÑOR tiene
sacrificios en Bosra, y grande matanza en tierra de Edom. Porque es
día de venganza del SEÑOR, año de desquite en la causa de Sion. Y
sus arroyos (es decir, de Edom o Roma) se convertirán en brea, y su
polvo en azufre, y su tierra en brea ardiente. No se apagará de noche
ni de día, perpetuamente subirá su humo (compare con Apocalipsis
18:2, 19 y Apocalipsis 19:3); de generación en generación será
asolada, nunca jamás pasará nadie por ella, Isaías 34:2-10.

Los redimidos del SEÑOR volverán, y vendrán a Sion con alegría; y


gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y
huirán la tristeza y el gemido, Isaías 35: 10. Ver también Isaías 51:11.

No temas [Israel], porque Yo estoy contigo (dice el SEÑOR); desde el


oriente traeré a tu descendencia, desde el occidente te reuniré. Al
norte le diré: ¡Entrégalos! y al sur: ¡No los retengas!.Trae a mis hijos
desde lejos y a mis hijas desde los confines de la tierra, Isaías 43:5,
6.

Así dice el SEÑOR, el que me formó desde el vientre para ser Su


siervo, para hacer volver a Él a Jacob y para congregarle a Israel
porque estimado seré en los ojos del SEÑOR, y el Dios mío será mi
fuerza; dice: Poco es para Mí que tú seas Mi siervo para levantar las
tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también
te di por luz de las naciones, para que seas Mi salvación hasta lo
último de la tierra. Así ha dicho el SEÑOR, Redentor de Israel, el
Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de las
naciones, al siervo de los tiranos...Y te guardaré, y te daré por pacto
al pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas
heredades...Pero Sion dijo: Me dejó el SEÑOR y se ha olvidado de
mí. ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de
compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, Yo nunca
Me olvidaré de ti, Isaías 49:5-15. Ver también los versos 25 y 26.

Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa


hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti
incircunciso ni inmundo, Isaías 52:1.

Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes


misericordias. Con un poco de ira escondí Mi rostro de ti por un
momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo el
SEÑOR tu Redentor, Isaías 54:7, 8. Pobrecita, fatigada con
tempestad, sin consuelo; he aquí que Yo cimentaré tus piedras sobre
carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. Tus ventanas pondré de piedras
preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de
piedras preciosas. Y todos tus hijos serán enseñados por el SEÑOR;
y se multiplicará la paz de tus hijos. Con justicia serás adornada...Si
alguno conspirare contra ti, lo hará sin Mí; el que contra ti conspirare,
delante de ti caerá... Esta es la herencia de los siervos del SEÑOR,
Isaías 54:11-17. Ver también Isaías 54:1 y compare con Gálatas 4:27.
Compare Isaías 54:13 con Juan 6:45, es decir, Dios lo levantará en el
último día y todos serán enseñados por Dios.

De acuerdo a sus obras el SEÑOR les pagará; a las costas lejanas


les dará su merecido. Desde el occidente temerán el nombre del
SEÑOR, y desde el oriente respetarán Su gloria. Porque vendrá como
un torrente caudaloso, impulsado por el soplo del SEÑOR. El
Redentor vendrá a Sión; vendrá a todos los de Jacob que se
arrepientan de su rebeldía, Isaías 59:18-20. Ver también Romanos
11:26.
La multitud del mar vendrá a ti, Sion; y las riquezas de las naciones
vendrá a ti...Ciertamente a Mí esperarán los de la costa, y las naves
de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos...Y
extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en
Mi ira te castigué, mas en Mi buena voluntad tendré de ti misericordia.
Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de
noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y
conducidos a ti sus reyes. Porque la nación o el reino que no te
sirviere perecerá...Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te
afligieron, y a las pisadas de tus pies se postrarán todos los que se
burlaban de ti, y te llamarán Ciudad del SEÑOR, Sion del Santo de
Israel...Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes
mamarás...Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni
quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás
salvación, y a tus puertas alabanza. El sol nunca más te servirá de luz
para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que el
SEÑOR te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán
acabados. Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre
heredarán la tierra, Isaías 60 (todo el capítulo). Comparar con
Apocalipsis 21 (todo el capítulo) y Apocalipsis 22 (todo el capítulo).

Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré,


hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se
encienda como una antorcha. Entonces verán las gentes tu justicia, y
todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo... Nunca
más te llamarán desamparada, ni tu tierra se dirá más desolada...He
aquí que el Señor hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija
de Sion: He aquí viene tu salvación; he aquí su recompensa con él
(compare con Apocalipsis 22:12), y delante de él su obra (o
galardón). Y les llamarán pueblo santo, redimidos del SEÑOR; y a ti
te llamarán ciudad deseada, no desamparada, Isaías 62 (todo el
capítulo).

He pisado a los pueblos en Mi furor y los he hollado en Mi ira (dice el


SEÑOR), y su sangre ha salpicado Mis vestiduras y he manchado
todas Mis ropas. Porque estaba en Mi corazón el día de la venganza,
y llegaba el año de Mis redimidos, Isaías 63:3, 4. ¿Quién es éste que
viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos?, Isaías 63:1. Compare
con Apocalipsis 14:19 y Apocalipsis 19:13, 15.

He aquí que Yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero


no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. Mas os gozaréis y
os alegraréis para siempre en las cosas que Yo he creado; porque he
aquí que Yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo...Y nunca
más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor. No habrá más allí
niño que muera de pocos días...Edificarán casas, y habitarán en ellas;
plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas...El lobo y el cordero
serán alimentados juntos, Isaías 65:17-25.

¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la


tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto
Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos. Y veréis, y se alegrará
vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba.
Porque el SEÑOR juzgará con fuego y con Su espada a todo hombre;
y los muertos del SEÑOR serán multiplicados. Como los cielos
nuevos y la nueva tierra que Yo hago permanecerán delante de Mí,
dice el SEÑOR, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro
nombre...Y de luna nueva en luna nueva, y de Shabbat en Shabbat
(aclaración del traductor: traducido comúnmente como Día de
Reposo), vendrán todos a adorar delante de Mí, dijo el SEÑOR. Y
saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron
contra Mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y
serán abominables a todo hombre, Isaías 66:8, 14, 16, 22, 23, 24. Ver
también los versos 10, 11, 12, 13, 19, 20, 21.

En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono del SEÑOR, y todas las


naciones vendrán a ella en el nombre del SEÑOR en Jerusalén; ni
andarán más tras la dureza de su malvado corazón. En aquellos
tiempos irán de la casa de Judá a la casa de Israel, y vendrán
juntamente de la tierra del norte a la tierra que hice heredar a
vuestros padres, Jeremías 3:17, 18.

He aquí Yo traigo sobre vosotros pueblo de lejos, oh casa de Israel,


dice el SEÑOR; pueblo robusto, pueblo antiguo, pueblo cuya lengua
ignorarás, y no entenderás lo que hablare. Su aljaba es como
sepulcro abierto; todos ellos valientes. Pero tampoco en aquellos
días, dice el SEÑOR, os consumiré del todo, Jeremías 5:15, 16, 18.

Porque así dijo el SEÑOR: Toda la tierra será asolada; pero no la


destruiré del todo, Jeremías 4:27.

El SEÑOR me dijo: Del norte se soltará el mal sobre todos los


habitantes de esta tierra. Porque he aquí que Yo convoco a todas las
familias de los reinos del norte (griegos, romanos, turcos), dice el
SEÑOR; y vendrán, y pondrá cada uno su campamento a la entrada
de las puertas de Jerusalén, Jeremías 1:14, 15.

Así ha dicho el SEÑOR: He aquí que viene pueblo de la tierra del


norte, y una nación grande se levantará de los confines de la tierra;
crueles son, y no tendrán misericordia; su estruendo brama como el
mar, y montarán a caballo como hombres dispuestos para la guerra,
contra ti, hija de Sion, Jeremías 6:22, 23.

Convertiré a Jerusalén en un montón de ruinas, en una guarida de


chacales. Convertiré en desolación las ciudades de Judá; las dejaré
sin habitantes. Los dispersaré entre naciones que ni ellos ni sus
antepasados conocieron; y enviaré espada en pos de ellos hasta que
los haya consumido, Jeremías 9:11, 16.

He aquí que llega el rumor de una noticia, viene gran alboroto de la


tierra del norte para reducir las ciudades de Judá a desolación, a
guarida de chacales, Jeremías 10:22.

Y los entregaré (dice el SEÑOR a los habitantes de Judá) para terror


a todos los reinos de la tierra, Jeremías 15:4.

Yo mismo recogeré (dice el SEÑOR) el remanente de Mis ovejas de


todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y
crecerán y se multiplicarán. Y pondré sobre ellas pastores que las
apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán
menoscabadas, dice el SEÑOR. He aquí que vienen días, dice el
SEÑOR, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como rey,
el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días
será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con
el cual le llamarán: El SEÑOR, justicia nuestra, Jeremías 23:3-6. He
aquí vienen días, dice el SEÑOR, en que no se dirá más: Vive el
SEÑOR, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto; sino:
Vive el SEÑOR, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del
norte, y de todas las tierras adonde los había arrojado, Jeremías
16:14, 15; y habitarán en su tierra, Jeremías 23:8. Ver también
Jeremías 16: 13 hasta el final del capítulo.

Así me dijo el SEÑOR Dios de Israel: Toma de Mi mano la copa del


vino de este furor, y da a beber de ella a todas las naciones a las
cuales Yo te envío, ...y di de beber a todas las naciones, a las cuales
me envió el SEÑOR: a Jerusalén, a las ciudades de Judá y a sus
reyes, y a sus príncipes, para ponerlos en ruinas, en desprecio y en
burla y en maldición, como hasta hoy; a Faraón rey de Egipto,... a
todos los reyes de tierra de Uz, y a todos los reyes de la tierra de
Filistea, a Ascalón, a Gaza, a Ecrón y al remanente de Asdod; a
Edom, a Moab y a los hijos de Amón; a todos los reyes de Tiro, a
todos los reyes de Sidón, a los reyes de las costas que están de ese
lado del mar; a Dedán, a Tema y a Buz, y a todos los que se rapan las
sienes;...a todos los reyes de Arabia, a todos los reyes de pueblos
mezclados que habitan en el desierto; a todos los reyes de Zimri, a
todos los reyes de Elam, a todos los reyes de Media; a todos los
reyes del norte, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros, y a
todos los reinos del mundo que están sobre la faz de la tierra; y el rey
de Sisac (aclaración del traductor: Sesac en vez de Sisac aparece
en algunas versiones, también Babilonia en otras, ésta última
traducción es aparentemente tomada de la diosa “Sac” de Babilonia)
beberá después de ellos...Porque he aquí que a la ciudad en la cual
es invocado mi nombre yo comienzo a hacer mal; ¿y vosotros seréis
absueltos?...Llegará el estruendo hasta el fin de la tierra, porque el
SEÑOR tiene juicio contra las naciones; Él es el Juez de toda carne; y
yacerán los muertos del SEÑOR en aquel día desde un extremo de la
tierra hasta el otro; no se lamentarán ni se recogerán ni serán
enterrados; como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra,
Jeremías 25:15-33.

!Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él;
tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado. Tú, pues,
siervo Mío Jacob, no temas, dice el SEÑOR, ni te atemorices, Israel;
porque he aquí que Yo soy el que te salvo de lejos a ti y a tu
descendencia de la tierra de cautividad; y Jacob volverá, descansará
y vivirá tranquilo, y no habrá quien le espante. Porque Yo estoy
contigo para salvarte, dice el SEÑOR, y destruiré a todas las
naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré (ver
también Jeremías 46:27, 28)...Y serán consumidos todos los que te
consumen; y todos tus adversarios, todos irán en cautiverio; hollados
serán los que te hollaron, y a todos los que hicieron presa de ti daré
en presa...No se calmará el ardor de la ira del SEÑOR, hasta que
haya hecho y cumplido los pensamientos de Su corazón; en el fin de
los días entenderéis esto, Jeremías 30:7-24.

He aquí Yo los hago volver (dice el SEÑOR) de la tierra del norte, y


los reuniré de los fines de la tierra, y entre ellos ciegos y cojos, la
mujer que está embarazada y la que dio a luz juntamente; en gran
compañía volverán acá. Irán con lloro, mas con misericordia los haré
volver, Jeremías 31:8, 9. He aquí que vienen días, dice el SEÑOR,
en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de
Judá...Daré Mi Ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y no me
acordaré más de su pecado...Si los cielos arriba se pueden medir...
también Yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que
hicieron, dice el SEÑOR. He aquí que vienen días, en que la ciudad
será edificada al SEÑOR, Jeremías 31:31-38. Ver también Jeremías
32:37-42 y Hebreos 8:8-12.

Y haré volver los cautivos de Judá y los cautivos de Israel, y los


restableceré como al principio...Y Me será a Mí por nombre de gozo,
de alabanza y de gloria, entre todas las naciones de la tierra, que
habrán oído todo el bien que Yo les hago; y temerán y temblarán de
todo el bien y de toda la paz que Yo les haré...En aquellos días y en
aquel tiempo haré brotar a David un renuevo de justicia, y hará juicio
y justicia en la tierra. En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén
habitará segura, y se le llamará: El SEÑOR, justicia nuestra. Porque
así ha dicho el SEÑOR: No faltará a David varón que se siente sobre
el trono de la casa de Israel. Ni a los sacerdotes y levitas faltará varón
que delante de Mí ofrezca holocausto, Jeremías 33:7-18.

Así ha dicho el SEÑOR: He aquí que suben aguas del norte, y se


harán torrente; inundarán la tierra de los filisteos, para destruir a Tiro
y a Sidón todo aliado que les queda todavía, Jeremías 47:2, 4. Ver
también Ezequiel 25:15, 16 y Amos 1:6-10.

El cuerno de Moab ha sido abatido, roto ha sido su brazo, dice el


SEÑOR, Jeremías 48:25. En Hesbón se trama el mal de Moab,
Jeremías 48:2. Abandonad las ciudades y habitad en las rocas,
habitantes de Moab, y sed como la paloma que anida al borde de los
precipicios, Jeremías 48: 28. Pues fuego sale de Hesbón, y llamas de
en medio de Sehón, y devora el rincón de Moab, Jeremías 48: 45 (ver
también Números 21:28). Pero haré volver a los cautivos de Moab en
los últimos días, dice el SEÑOR, Jeremías 48:47. Ver también
Números 24:17; Ezequiel 25:8, 9; Amos 2:1-3 e Isaías 25:10.

Así ha dicho el SEÑOR: ¿Por qué el rey de Amón ha desposeído a


Gad, y su pueblo se ha establecido en sus ciudades?...Haré oír
clamor de guerra en Rabá de los hijos de Amón; y será convertida en
montón de ruinas, e Israel tomará por heredad a los que los tomaron
a ellos...El rey de Amón fue llevado en cautiverio, sus sacerdotes y
sus príncipes juntamente...Y después de esto haré volver a los
cautivos de los hijos de Amón, Jeremías 49:1-6; Amos 1:13-15;
Ezequiel 21:20, 28 y Ezequiel 25:1-7.

Soy Yo (el SEÑOR) quien despoja a Esaú, Jeremías 49:10. Se


convertirá Edom en desolación, Jeremías 49:17. Huid, buscad
refugios profundos, habitantes de Dedán, Jeremías 49:7. Desolación,
objeto de oprobio y de maldición será Bosra, Jeremías 49:13. Ver
también Amos 1:11; Abdías 1 (todo el capítulo); Ezequiel 25:12-14.

Damasco está debilitado, haré encender fuego en el muro de


Damasco, y consumirá las casas de Ben-adad, Jeremías 49:23-27.
Ver también Amós 1:4. Ver también 2 Reyes 16:9.

Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, los cuales asoló


Nabucodonosor rey de Babilonia (Jeremías 49:28), los esparciré por
todos los vientos para siempre, Jeremías 49:32, 33.

Así ha dicho el SEÑOR de los ejércitos: Traeré sobre Elam los cuatro
vientos de los cuatro puntos del cielo, y los dispersaré a todos estos
vientos; y no habrá nación a donde no vayan fugitivos de Elam,
Jeremías 49:36. Pero acontecerá en los últimos días, que haré volver
a los cautivos de Elam, dice el SEÑOR, Jeremías 49:39.

Así ha dicho el SEÑOR: Aunque les he arrojado lejos entre las


naciones, y les he esparcido por las tierras, con todo eso...os
recogeré de los pueblos, y os congregaré de las tierras en las cuales
estáis esparcidos, y os daré la tierra de Israel para que anden en Mis
ordenanzas, y Me sean por pueblo, y Yo seré su Dios, Ezequiel
11:16, 17, 20.

Así ha dicho el SEÑOR: ¿Haré Yo contigo como tú hiciste?. Antes Yo


tendré memoria de Mi pacto que hice contigo en los días de tu
juventud, y estableceré contigo un pacto eterno (Ezequiel 16:59, 60)
cuando Yo perdone todo lo que hiciste, Ezequiel 16:63.

Os sacaré de entre los pueblos, y os reuniré de las tierras en que


estáis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo
derramado; y os traeré al desierto de los pueblos, y allí juzgaré con
vosotros cara a cara como juzgué con vuestros padres en el desierto
de la tierra de Egipto, dice el SEÑOR. Os haré pasar bajo la vara, y
os haré entrar en los vínculos del pacto; apartaré a los rebeldes, a los
que se rebelan contra Mí, y los sacaré del país donde ahora viven
como extranjeros, pero no entrarán en la tierra de Israel y así
reconoceréis que Yo soy el SEÑOR. Como aroma agradable os
aceptaré, cuando os haya sacado de entre los pueblos, y os haya
congregado de entre las tierras en que estáis esparcidos; y seré
santificado en vosotros a los ojos de las naciones, dice el SEÑOR,
Ezequiel 20:34-41.

Te dispersaré por las naciones, y te esparciré por las tierras; y pondré


fin a tu inmundicia, Ezequiel 22:15.

Yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras; las traeré a
su propia tierra, Ezequiel 34:13. Y levantaré sobre Mis ovejas a un
pastor, y él las apacentará; a Mi siervo David. Yo, el SEÑOR les seré
por Dios, y Mi siervo David príncipe en medio de ellos. Y estableceré
con ellos pacto de paz, Ezequiel 34:23, 24, 25. No serán ya más
presa de las naciones, ni las fieras de la tierra las devorarán, sino que
habitarán en seguridad, sin que nadie las espante, Ezequiel 34:28.

Os haré habitar como solíais antiguamente, y os haré mayor bien que


en vuestros principios, Ezequiel 36: 11. Y Yo os tomaré de las
naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestra
tierra, Ezequiel 36:24. Y pondré dentro de vosotros Mi espíritu, y haré
que andéis en Mis estatutos, Ezequiel 36:27. Y dirán: Esta tierra que
era asolada ha venido a ser como el Jardín del Edén, Ezequiel 36:35.

Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo


profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada
hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la
carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos...y entró aliento en
ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en
extremo. Me dijo luego: Todos estos huesos son la casa de Israel...He
aquí Yo abro vuestros sepulcros, pueblo Mío, y os haré subir de
vuestras sepulturas, y os haré reposar sobre vuestra tierra, Ezequiel
37:7-14.

Así ha dicho el SEÑOR: He aquí, Yo tomo el palo de José que está en


la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los
pondré con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en Mi
mano. He aquí, Yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a
las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su
tierra; y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un
rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni
nunca más serán divididos en dos reinos. Tampoco se contaminarán
ya más con sus ídolos,...y Mi siervo David será rey sobre ellos, y
todos ellos tendrán un solo pastor. Habitarán en la tierra que di a Mi
siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán
ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y Mi siervo David
será príncipe de ellos para siempre...Y sabrán las naciones que Yo el
SEÑOR santifico a Israel, estando Mi santuario en medio de ellos
para siempre, Ezequiel 37:19-28.

Así ha dicho el SEÑOR: He aquí, Yo estoy contra ti, Gog, príncipe jefe
de Mesec y Tubal, y te sacaré a ti y a todo tu ejército; Persia, Cus
(Etiopía), Fut (Libia), Gomer, y la casa de Togarma están con
ellos...De aquí a muchos días serás designado; al final de los años
subirás al monte de Israel que fue sacada de las naciones, y dirás:
Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que
habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen
rejas ni puertas; para arrebatar despojos y para tomar botín, Ezequiel
38:2-18. Pero enviaré fuego sobre Magog y sobre las islas que
habitan confiadamente. Y daré a Gog lugar para sepultura en Israel, y
siete meses la casa de Israel los enterrará para purificar la tierra. Y de
aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que Yo soy el SEÑOR
su Dios. Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue llevada
cautiva por su iniquidad. Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios:
Ahora volveré la cautividad de Jacob...después de que hayan sentido
vergüenza... y no esconderé más de ellos Mi rostro., Ezequiel 39
(todo el capítulo).

En los días de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que
no será destruido jamás y no pasará a poder de otro pueblo; destruirá
y desmenuzará a todos estos reinos, mas él permanecerá por
siempre, por cuanto viste la piedra desprenderse del monte sin ayuda
de mano, que desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el
oro, Daniel 2:44, 45.

Miraba yo en la visión (dice Daniel) de la noche, y he aquí con las


nubes del cielo venía uno como un Hijo de hombre, que vino hasta el
Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de Él. Y le fue dado
dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y
lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará,
y su reino uno que no será destruido, Daniel 7:13, 14.Y veía yo que el
cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía, hasta que vino el
Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el
tiempo, y los santos recibieron el reino, Daniel 7:21, 22. Ver también
los versos 18 y 27.

A la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda, y con


una cúspide de abominaciones lo hará desolado, hasta que venga la
consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el
desolado, Daniel 9:27.

En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de


parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca
fue desde que hubo una nación hasta entonces; pero en aquel tiempo
será liberado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro,
Daniel 12:1. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra
serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y
confusión eterna, Daniel 12:2. Pero tú, Daniel, cierra las palabras y
sella el libro hasta el tiempo del fin. [Hasta que] Muchos correrán de
aquí para allá [para enseñar], y el conocimiento aumentará, Daniel
12:4. Y dijo uno:¿Cuándo será el fin de estas maravillas?. Y se le
contestó que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y
cuando la fuerza del pueblo de los santos se acabe de quebrantar,
todo esto se terminará, Daniel 12:6, 7. Y tú anda (se le dice a Daniel)
hasta el fin y descansarás, y te levantarás para recibir tu heredad al
fin de los días, Daniel 12:13.
Porque los hijos de Israel permanecerán por muchos días sin rey, sin
príncipe, sin sacrificio, sin columna, sin efod y sin terafines. Después
volverán los hijos de Israel, y buscarán al SEÑOR su Dios y a David
su rey, y vendrán temblando al SEÑOR y a Su bondad al fin de los
días, Oseas 3:4, 5. Ver también Oseas 1:10, 11.

Porque he aquí, en aquellos días y en ese tiempo cuando haga


retornar la cautividad de Judá y Jerusalén, reuniré a todas las
naciones y las llevaré al valle de Josafat, y pelearé con ellas allí con
respecto a Mi pueblo y Mi herencia, Israel, que dispersaron entre las
naciones, y repartieron Mi tierra, Joel 3:1, 2. Levántense y suban las
naciones al valle de Josafat; porque allí Me sentaré para juzgar a
todas las naciones de alrededor. Meted la hoz, porque la mies está ya
madura (compare con Apocalipsis 14:15). Venid, descended, porque
el lagar está lleno (compare con Apocalipsis 14:20 y 19:15), rebosan
las cubas; porque mucha es la maldad de ellos. Multitudes de
multitudes en el valle de la decisión; porque cercano está el día del
SEÑOR en el valle de la decisión. El sol y la luna se oscurecerá, y las
estrellas perderán su brillo, Joel 3:12-15; y temblarán los cielos y la
tierra; pero el SEÑOR será la esperanza de Su pueblo,... y Jerusalén
será santa, y los extraños ya no pasarán por allí (compare con
Apocalipsis 21:27), Joel 3:16, 17. Egipto será para desolación, y
Edom se convertirá en asolado desierto, por el cruel trato a los hijos
de Judá, derramando en su tierra sangre inocente. Pero Judá será
por siempre habitado, y Jerusalén por generaciones y generaciones,
Joel 3 (todo el capítulo). Tenga en cuenta que el valle de Josafat es
donde Moab, Amón y otros amonitas cayeron, 2 Crónicas 20.

El sol se convertirá en oscuridad, y la luna en sangre, antes de que


venga el día grande y terrible del SEÑOR (compare con Mateo
24:29). Y sucederá que todo aquel que invocare el nombre del
SEÑOR será liberado, porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá
liberación, Joel 2:31, 32.

He aquí los ojos del SEÑOR están contra el reino pecador, y Yo lo


asolaré de la faz de la tierra; mas no destruiré del todo la casa de
Jacob, dice el SEÑOR. Porque he aquí Yo haré que la casa de Israel
sea tamizada entre todas las naciones, como se tamiza el grano en
un colador, y no cae ni el más pequeño grano en la tierra. En aquel
día Yo levantaré el tabernáculo caído de David (compare con Hechos
15:16),...y lo edificaré como en los días de antaño; para que aquellos
sobre los cuales es invocado Mi nombre posean el resto de Edom, y a
todas las naciones,... y traeré del cautiverio a Mi pueblo Israel, y
nunca más serán arrancados de su tierra que Yo les he dado, Amós
9:8-15.

Por eso, por vosotros será Sión arada como un campo, y Jerusalén
se convertirá en ruinas, y el Monte del Templo como lugares altos de
un bosque, Miqueas 3:12. Y será al fin de los días, que el Monte de la
Casa del SEÑOR se establecerá en la cima de los montes, y se
levantará sobre las colinas, y los pueblos correrán a él, Miqueas 4:1.
Y muchas naciones irán, y dirán: Vamos, subamos al monte del
SEÑOR y a la casa del Dios de Jacob, y dejemos que nos enseñe
sus caminos, y nos iremos por sus sendas, porque de Sión saldrá la
Ley y la palabra del SEÑOR de Jerusalén, Miqueas 4:2. Y juzgará
entre muchos pueblos y reprenderá a las naciones poderosas hasta
muy lejos; y pondrán sus espadas en arados, y sus lanzas en
podadores; no levantará espada nación contra nación; ni se
prepararán más para la guerra. Y se sentará cada uno debajo de su
vid y debajo de su higuera, y ninguno los atemorizará, Miqueas 4:3,4.
Ver también Isaías 2:2-4.

Pero tú, Belén de Efrata, pequeño entre los clanes de Judá, de ti Me


saldrá el que será gobernante en Israel, cuyo origen es de antaño, de
días de muy remota antigüedad, Miqueas 5:2. Por tanto, los entregará
hasta el tiempo en que la mujer que ha de dar a luz dé a luz; y el
resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel, Miqueas 5:3.
Será el remanente de Jacob entre las naciones, en medio de
numerosos pueblos, como león en medio de las bestias de la selva ,
Miqueas 5:8.

En aquel día se edificarán tus muros; aquel día se extenderán los


límites. Yo les mostraré maravillas como el día que saliste de Egipto.
Las naciones verán, y se avergonzarán de todo su poderío. Cumplirás
la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a
nuestros padres desde tiempos antiguos, Miqueas 7:11, 15, 16, 20.

Y todo hombre se postrará ante Él (El SEÑOR) desde su lugar, todas


las islas de las naciones, Sofonías 2:11.

Por tanto, esperadme, dice el SEÑOR, hasta el día que Me levante


para juzgaros; porque Mi determinación es reunir las naciones, juntar
los reinos, para derramar sobre ellos Mi enojo, todo el ardor de Mi ira;
por el fuego de Mi celo será consumida toda la tierra. En aquel tiempo
devolveré Yo a los pueblos labios puros, para que todos invoquen el
nombre del SEÑOR,...de la región más allá de los ríos de Etiopía,
Sofonías 3:8, 9, 10. He aquí Yo arruinaré a todos tus opresores en
aquel tiempo; y salvaré a la que cojea, y recogeré la descarriada; y os
pondré por alabanza y por renombre en toda la tierra donde sufrieron
vergüenza. En aquel tiempo Yo os traeré, en aquel tiempo os reuniré
Yo; pues os pondré para renombre y para alabanza entre todos los
pueblos de la tierra, cuando levante vuestro cautiverio delante de
vuestros ojos, dice el SEÑOR, Sofonías 3: 19, 20.

Canta y regocíjate, oh hija de Sión, pues he aquí, vendré y habitaré


en medio de ti, dice el SEÑOR. Y muchas naciones se unirán al
SEÑOR en aquel día, y serán Mi pueblo; y habitaré en medio de ti y
sabrás que el SEÑOR de los Ejércitos me envió a ti. Y el SEÑOR
heredará a Judá como su parte en la Tierra Santa, y Él volverá a
elegir a Jerusalén, Zacarías 2: 10, 11, 12 (otras versiones Zacarías
2:14, 15, 16).

Y vendrán muchos pueblos y naciones poderosas a buscar al SEÑOR


de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor del SEÑOR. Así ha
dicho el SEÑOR de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que
diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un
judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios
está con vosotros, Zacarías 8:22, 23. Así ha dicho el SEÑOR de los
ejércitos: Yo salvaré a Mi pueblo de la tierra del oriente y de la tierra
del occidente, y los traeré y habitarán en Jerusalén, y ellos serán Mi
pueblo y Yo seré su Dios en verdad y en justicia, Zacarías 8:7, 8. Ver
también Zacarías 10:6-12.

Haré de Jerusalén una copa de temblor para todos los pueblos de


alrededor cuando estén en el sitio, tanto contra Judá como contra
Jerusalén. Y en ese día, haré de Jerusalén una piedra pesada para
todos los pueblos, todos los que se la cargaren serán despedazados,
a pesar de que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella,
Zacarías 12:2, 3. En aquel día pondré a los gobernadores de Judá
como antorcha ardiendo entre gavillas; y consumirán a la derecha y a
la izquierda a todos los pueblos alrededor; y Jerusalén será otra vez
habitada en su lugar, en Jerusalén, Zacarías 12:6. Y acontecerá en
aquel día, que Yo buscaré destruir a todas las naciones que vienen
sobre Jerusalén, Zacarías 12:9. Y derramaré sobre la casa de David y
sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de oración, y
alzarán sus ojos a Mí, aquel a quien traspasaron le llorarán como se
llora al unigénito (compare con Apocalipsis 1:7), y se lamentarán por
él como se lamenta por el primogénito, Zacarías 12:10. Y la tierra se
lamentará, cada familia aparte (la familia de la casa de David aparte,
de Natán aparte, de Leví aparte, de Simei aparte) y sus esposas
aparte, Zacarías 12 (todo el capítulo).

Álzate, espada, contra Mi pastor, contra el hombre de Mi compañía,


dice el SEÑOR de los Ejércitos. Hiere al pastor y que se disperse el
rebaño, y Yo volveré Mi mano sobre los pequeños. Y acontecerá que
en toda la tierra, dice el SEÑOR, dos partes de allí serán cortadas y
morirán; mas la tercera parte quedará en ella. Y llevaré la tercera
parte a través del fuego, y los refinaré como se refina la plata, y los
probaré como se prueba el oro; invocarán Mi nombre y los oiré; les
diré: es Mi pueblo, y dirán: El SEÑOR es mi Dios, Zacarías 13:7, 8, 9.

Yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la


ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las
mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del
pueblo no será cortado de la ciudad. Y saldrá el SEÑOR y peleará
con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla, Zacarías
14:2, 3. Y el SEÑOR será Rey sobre toda la tierra. En aquel día el
SEÑOR será uno, y uno Su nombre, Zacarías 14:9. Y los hombres
habitarán en la ciudad y no habrá nunca más maldición, sino que
Jerusalén será habitada confiadamente, Zacarías 14: 10, 11. Y esta
será la plaga con la cual el SEÑOR herirá a todas los pueblos que
han luchado contra Jerusalén: la carne de ellos se consumirá
mientras estén de pie y sus ojos se consumirán en sus agujeros y su
lengua se consumirá en su boca, Zacarías 14:12. Y acontecerá en
aquel día que habrá una gran consternación, enviada por el SEÑOR
sobre ellos; cada uno tomará la mano del otro, y su mano se
levantará contra la mano del otro. Incluso Judá peleará contra
Jerusalén, y las riquezas de todas las naciones alrededor se reunirán,
oro, plata y vestimenta en gran abundancia. Y así será la plaga que
herirá a los caballos, mulos, camellos y asnos, y a todas las bestias
que hubiere en aquellos campos. Y acontecerá que todos los que
quedan de las naciones que vinieron contra Jerusalén subirán de año
en año para adorar al Rey, al SEÑOR de los ejércitos y para celebrar
la fiesta de los Tabernáculos. Y acontecerá que los de las familias de
la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, al SEÑOR
de los Ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia, Zacarías 14:13-17. En
aquel día habrá sobre las campanas de los caballos: Santidad al
SEÑOR...Y no habrá más cananeos (aclaración del traductor: en
otras versiones es traducida como mercader o traficante) en la casa
del SEÑOR de los Ejércitos, Zacarías 14: 20, 21.

Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los


orgullosos y todos los que hacen maldad serán como paja; y el día
que viene los quemará, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, y no les
dejará ni raíz ni rama. Mas a vosotros que teméis Mi nombre, el sol
de justicia se levantará con sanidad en sus alas, y aplastaréis a los
malvados, porque estarán como ceniza debajo de las plantas de
vuestros pies el día que Yo actúe, dice el SEÑOR de los Ejércitos. He
aquí, Yo os enviaré a Elías, el profeta antes de la venida del gran y
terrible día del SEÑOR. Y él volverá el corazón de los padres a los
hijos y el corazón de los hijos a sus padres, no sea que Yo venga y
hiera la tierra con maldición, Malaquías 4 (aclaración del traductor: en
otras versiones Malaquías 3: 19-24).

Dios maldiciendo a la serpiente le dijo: Pondré enemistad entre ti y la


mujer, y entre tu simiente y su simiente. Ella te herirá la cabeza y tú le
herirás su talón, Génesis 3:15.

Dios bendiciendo a Abraham le dijo: en ti serán benditas todas las


naciones de la tierra, Génesis 12:3 y Génesis 18:10. También en
Génesis 22:18 dice: En tu descendencia serán benditas todas las
naciones de la tierra. Ver también Hechos 3:25 y Gálatas 3:8.

Jacob bendice a sus 12 hijos, y a Judá le dice: el cetro no se apartará


de ti (Judá) ni un legislador de entre tus pies hasta que venga Siloh, y
a él se reunirán los pueblos, Génesis 49:10.

Moisés le dijo a los israelitas: Profeta de en medio de ti, de tus


hermanos, como yo, te levantará el SEÑOR tu Dios; a él oiréis,
Deuteronomio 18:15. Ver también Juan 1:45, Hechos 3:22 y Hechos
7:37.

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Salmos 22:1
(aclaración del traductor: en otras versiones Salmos 22:2)

Todos los que me ven se burlan de mí, abren los labios, mueven la
cabeza, diciendo: Se encomendó al SEÑOR; líbrele, sálvele Él, pues
se deleitaba en Él, Salmos 22:7, 8 (aclaración del traductor: en otras
versiones Salmos 22:8, 9).

Fui derramado como el agua y todos mis huesos están dislocados, mi


corazón es como cera que se derrite en medio de mis entrañas, mi
fuerza se seca como un jarrón y mi lengua se pega a mi paladar y me
has traído al polvo de la muerte. Porque los perros me rodearon, la
cuadrilla de los impíos me ha acorralado, atravesaron mis manos y
mis pies. Puedo contar todos mis huesos, ellos me miran y me
observan. Ellos repartieron mis prendas entre sí y arrojaron suertes
sobre mi túnica. Salmos 22: 14,15, 16, 17, 18 (aclaración del
traductor: en otras versiones Salmos 22:15, 16, 17, 18, 19).

Me dieron como comida hiel, y para mi sed me dieron de beber


vinagre, Salmos 69:21 (aclaración del traductor: en otras versiones
Salmos 69:22).

Porque no abandonarás mi alma en el Seol, ni permitirás que Tu


piadoso vea corrupción, Salmos 16:10.

La piedra que rechazaron los constructores ha sido puesta por


cabecera angular, Salmos 118:22.

Guarda todos sus huesos; ninguno de ellos estaba roto, Salmos


34:20 (aclaración del traductor: en otras versiones Salmos 34:21). Ver
también Juan 19:36.

Has subido a lo alto, has llevado cautivo al cautiverio; has recibido


regalos para los hombres...Salmos 68:18.

La virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre


Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo
malo y escoger lo bueno. Porque antes que el niño sepa desechar lo
malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes que tú temes será
abandonada (Estos son Siria e Israel quienes hicieron guerra al rey
de Judá) Isaías 7:14, 15, 16.

El será piedra de ofensa y piedra de tropiezo para las dos casas de


Israel, Isaías 8:14. Ver la versión Septuaginta.

Mas no habrá oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como
la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la
primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin
llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en
Galilea de los gentiles. El pueblo (es decir, Galilea) que andaba en
tinieblas vio gran luz; los que habitaban en tierra de sombra de
muerte, luz resplandeció sobre ellos, Isaías 9:1, 2 (aclaración del
traductor: en otras versiones Isías 8:23 e Isías 9:1). Ver también
Mateo 4:15, 16.

Porque nos ha nacido un niño, nos ha sido dado un hijo que tiene
sobre los hombros la soberanía, y que se llamará maravilloso
consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de la paz, para dilatar
el imperio y para una paz ilimitada sobre el trono de David y de su
reino, para afirmarlo y consolidarlo en el derecho y en la justicia
desde ahora para siempre jamás. El celo del SEÑOR de los ejércitos
hará esto, Isaías 9: 6, 7 (aclaración del traductor: en otras versiones
Isaías 9:5, 6). Ver también Juan 3:16 y Lucas 1:32, 33.

He aquí que he puesto en Sión por fundamento una piedra, piedra


probada, piedra angular, de precio, sólidamente asentada, Isaías
28:16.

He ahí nuestro Dios. Viene la venganza, viene la retribución de Dios,


Él vendrá, y os salvará. Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, se
abrirán los oídos de los sordos. Entonces saltará el rengo como un
ciervo, y la lengua de los mudos cantará, Isaías 35:4, 5, 6.

Una voz grita: Abrid camino al SEÑOR en el desierto, enderezad en


la llanura una calzada a vuestro Dios, Isaías 40:3.

El SEÑOR Dios vendrá con mano fuerte. Él alimentará a su rebaño


como un pastor, reunirá a los corderos en su brazo, los llevará en su
pecho y pastoreará suavemente a los que están con crías, Isaías
40:10, 11.

He aquí a Mi siervo, a quien sostengo Yo; Mi elegido, en quien se


complace Mi alma. He puesto Mi espíritu sobre él; él traerá justicia a
las naciones. No gritará, no hablará recio ni hará oír su voz en la
calle. No romperá la caña cascada ni apagará la mecha que se
extingue. Hará frotar la justicia con fidelidad, no se cansará ni se
desmayará, hasta que establezca la justicia en la tierra; y en su ley
las islas estarán esperando...Te guardaré y te daré por pacto del
pueblo, para luz a las naciones, para abrir los ojos de los ciegos (es
decir, espiritualmente), para que saques de la cárcel a los presos, y
de casas de prisión a los que habitan en tinieblas, Isaías 42: 1, 2, 3,
4, 6, 7. He aquí se cumplieron las cosas primeras, y Yo anuncio cosas
nuevas; antes que surjan las hago oír a vosotros, Isaías 42:9.

Poco es para Mí que tú seas Mi siervo para levantar las tribus de


Jacob, y para que restaures lo que quede de Israel; también te di por
luz de las naciones, para que seas Mi salvación hasta lo último de la
tierra. Así ha dicho el SEÑOR, Redentor de Israel, el Santo suyo, al
menospreciado de alma, al abominado de las naciones, al siervo de
los tiranos: Verán reyes, y se levantarán príncipes, y se postrarán a
causa del SEÑOR; porque fiel es el Santo de Israel, el cual te eligió,
Isaías 49:6, 7.

Hago secar el mar; convierto los ríos en desierto...El SEÑOR me


abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás. Mi espalda di a los
golpeadores y mis mejillas a los que me estiraban la barba. No
escondí mi rostro de injurias y de escupitajos, Isaías 50:2, 5, 6.

Crecerá como un retoño, como raíz de tierra seca. No hay en él


parecer, no hay hermosura para que le miremos, ni apariencia para
que en él nos complazcamos. Despreciado y abandonado de los
hombres, varón de dolores y familiarizado con el sufrimiento, y como
uno ante el cual se oculta el rostro, menospreciado sin que le
tengamos en cuenta. Ciertamente fue él quien soportó nuestros
sufrimientos y cargó con nuestros dolores, mientras que nosotros le
tuvimos por castigado, herido por Dios y abatido. Fue traspasado por
nuestras iniquidades y molido por nuestros pecados. El castigo de
nuestra paz fue sobre él, y en sus llagas hemos sido curados. Todos
nosotros nos extraviamos como ovejas, siguiendo cada uno su
camino, y el SEÑOR cargó sobre él la iniquidad de todos nosotros.
Fue maltratado y afligido, mas él no abrió la boca, como cordero
llevado al matadero fue conducido, como oveja muda ante los
trasquiladores. Por opresión y por juicio fue tomado, y su generación
¿quién lo dirá?. Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por
la transgresión de Mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los
malvados su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; a pesar
de no haber cometido maldad ni haber mentira en su boca. Con todo
eso, el SEÑOR quiso quebrantarlo con padecimiento. Cuando haya
puesto su alma como una ofrenda por el pecado, verá su
descendencia, prolongará sus días y el deseo del SEÑOR prosperará
en su mano. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará
satisfecho; por su conocimiento justificará Mi siervo justo a muchos, y
llevará las iniquidades de ellos. Por lo tanto, le asignaré una porción
con los grandes, y con los fuertes compartirá el despojo, por cuanto
derramó su alma hasta la muerte, y con los transgresores fue
contado; y llevó el pecado de muchos, e intercedió por los
transgresores. Isaías 53 (todo el capítulo)

Reuniré a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán Mi gloria.


Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las
naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán,
a las costas lejanas que no oyeron de Mí, ni vieron Mi gloria; y
publicarán Mi gloria entre las naciones, Isaías 66:18, 19.

Pero yo era como cordero o un buey que es llevado al matadero,


pues no entendía que maquinaban designios contra mí, diciendo:
Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los
vivientes, para que su nombre ya no sea más recordado, Jeremías
11:19.

He aquí que vienen días, dice el SEÑOR, en que levantaré a David


un vástago justo, y reinará como rey, el cual será dichoso, y hará
juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel
habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: El
SEÑOR, justicia nuestra, Jeremías 23:5, 6 y Jeremías 33:14, 15, 16.
Ver también Isaías 4:2, Isaías 11:1, Zacarías 3:8 y Zacarías 6:12. No
faltará a David varón que se siente sobre el trono de la casa de Israel.
Ni a los sacerdotes y levitas faltará varón que delante de Mí ofrezca
holocausto y encienda ofrenda, y que haga sacrificio todos los días,
Jeremías 33:17, 18.

Una voz se oye en Ramá, un lamento, amargo llanto. Es Raquel que


llora a sus hijos y rehusa consolarse por sus hijos, pues perecieron,
Jeremías 31:15.

Porque el SEÑOR creará una cosa nueva sobre la tierra: una mujer
rodeará a un varón, Jeremías 31:22 (aclaración del traductor: en
otras versiones Jeremías 31:21).

Llegarán los días en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel y
con la casa de Judá, no de acuerdo con el pacto que hice con sus
padres cuando los saqué de Egipto (el cual ellos rompieron). Pero
pondré Mi ley en sus mentes y la escribiré en sus corazones,
Jeremías 31:31, 32, 33.

Cuando Israel era un niño, lo amaba y llamé a Mi hijo de Egipto,


Oseas 11.1. Ver Mateo 2: 15.

Y después de esto derramaré Mi espíritu sobre toda carne, y


profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos
soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre
los siervos y sobre las siervas derramaré Mi espíritu en aquellos días.
Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas
de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes
que venga el día grande y terrible del SEÑOR. Pero en el monte de
Sion y en Jerusalén habrá liberación para el remanente al cual el
SEÑOR llamare, Joel 2: 28-32 (aclaración del traductor: en otras
versiones Joel 3:1-5).

Ahora reúnanse en tropas, hija de tropa; nos han asediado, con la


vara en la mejilla golpearán al juez de Israel. Pero tú, Belén de Efrata,
pequeño entre los clanes de Judá, de ti me saldrá el que será
gobernante en Israel, cuyo origen es de antaño, de días de muy
remota antigüedad, Miqueas 5:1, 2. (aclaración del traductor: en otras
versiones Miqueas 4:14 y Miqueas 5:1).

Alégrate mucho hija de Sión, grita oh hija de Jerusalén, mira que tu


rey viene a ti, él es justo y tiene salvación, humilde, y cabalga sobre
un asno, sobre un potro, hijo de asna. Extirpará los carros de Efraín y
los caballos en Jerusalén, y será roto el arco de guerra, y promulgará
a las naciones la paz, y será de mar a mar su señorío y desde el río
hasta los confines de la tierra, Zacarías 9: 9, 10.

Les dije que si os parece bien, denme mi salario, y si no, dejen de


hacerlo. Así que pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Y el
SEÑOR me dijo que lo echara al tesorero un buen precio por el que
fui apreciado; y tomé las 30 piezas de plata y las arrojé al tesorero en
la casa del SEÑOR. Zacarías 11:12, 13.

Y acontecerá en aquel día, que Yo buscaré destruir a todas las


naciones que vienen sobre Jerusalén. Y derramaré sobre la casa de
David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de
oración, y alzarán sus ojos a Mí, aquel a quien traspasaron le llorarán
como se llora al unigénito, y se lamentarán por él como se lamenta
por el primogénito. La tierra hará gran lamentación, cada familia
aparte y sus esposas aparte, Zacarías 12: 9-14.

Y en aquel día quitaré de la tierra los nombres de los ídolos, y


también haré cortar de la tierra a los profetas y al espíritu de
inmundicia. El que profetice en aquel día le dirán su padre y su
madre: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre del
SEÑOR; y le traspasarán cuando profetizare. Y sucederá en aquel
tiempo, que cada profeta se avergonzará de su visión cuando
profetizare, y dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra. Y le
preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá:
Con ellas fui herido en casa de mis amigos, Zacarías 13: 2-6.

Y se afirmarán Sus pies en aquel día sobre el Monte de los Olivos; y


el Monte de los Olivos se partirá por en medio, y la mitad del monte
se moverá hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. Y acontecerá
que en ese día no habrá luz clara, ni oscura, sino que será un día,
conocido del SEÑOR, que no será ni día ni noche; pero sucederá que
al anochecer habrá luz. No habrá más destrucción, sino que
Jerusalén será habitada de manera segura. Y todas las naciones
subirán de año en año para adorar al Rey, al SEÑOR de los Ejércitos,
y a celebrar la fiesta de los Tabernáculos, Zacarías 14: 4, 6, 7, 11, 16.

He aquí, Yo envío Mi mensajero, el cual preparará el camino delante


de Mí; y vendrá súbitamente a Su templo el SEÑOR, Malaquías 3:1.

He aquí, Yo os enviaré a Elías, el profeta antes de la venida del gran


día del SEÑOR. Y él volverá el corazón de los padres a los hijos y el
corazón de los hijos a sus padres, no sea que Yo venga y hiera la
tierra con maldición, Malaquías 4: 5, 6.

Setenta semanas están decretadas sobre tu pueblo y sobre tu santa


ciudad, para terminar la transgresión, y poner fin al pecado, y expiar
la iniquidad, para traer la justicia eterna, y sellar la visión y al profeta,
y ungir al Santo de los santos. Sabe, pues, y entiende, que desde la
salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el
Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y por sesenta y dos semanas
se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos difíciles. Y después
de las sesenta y dos semanas el Mesías será cortado y no será de él;
y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el
santuario; y su fin será como con inundación, y hasta el fin de la
guerra durarán las desolaciones. Y por otra semana confirmará el
pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y
la ofrenda. Después con una cúspide de abominables ejércitos lo
hará desolado, hasta que venga la consumación, y lo que está
determinado se derrame sobre el desolado, Daniel 9: 24-27. Ver
Mateo 24:15, Marcos 13:14 y Lucas 21:20.

El pequeño cuerno con ojos y boca pronunciará grandes palabras


contra el Altísimo y desgastará a Sus santos y pensará en cambiar
los
tiempos y las leyes, y serán entregados en su mano hasta un tiempo
y tiempos y la mitad de un tiempo. Pero el juicio se establecerá, y le
quitarán su dominio para destruirlo y consumirlo hasta el fin, y el reino
y el dominio y la grandeza del reino bajo el cielo entero será
entregado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es un reino
eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán, Daniel 7: 24,
25, 26, 27. Ver también los versos 9, 10, 11, 13, 14, 18, 21, 22.

Y en los días de estos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que
no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo;
desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, mas él permanecerá
por siempre, de la manera que viste que del monte fue cortada una
piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro,
la plata y el oro, Daniel 2:44, 45. Ver Lucas 1:33.

Jacob bendiciendo a sus hijos dijo que Zabulón habitará en puertos


de mar; será para puerto de naves, y su límite irá hasta Sidón,
Génesis 49:13. Ver también Josué 19:10.

José soñó que el sol, la luna y las estrellas se inclinaban a él,


Génesis 37:9.

Abraham y José predicen el regreso de los israelitas de Egipto. La


profecía de Balaam sobre Israel y la estrella de Jacob se predice en
Números 24. Varias profecías hablan en el tiempo de los jueces
acerca de sus victorias. Samuel predice la destrucción de Elí. En los
días de los Reyes, Eliseo y Elías predijeron varias victorias y cambios
de gobierno, y muchas otras cosas e hicieron milagros. Isaías predice
la destrucción final de los reinos de Israel y de Siria, Isaías 7:16. La
destrucción de Babilonia por los medos se predice en Isaías 13: 15,
16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, y la conquista de Etiopía y de Egipto por los
asirios en Isaías 20. El derrocamiento de Tiro se predice en Isaías 23.
El cautiverio de Judá en Isaías capítulo 22 y 29.
APÉNDICE: DEL IDIOMA PROFÉTICO.

Para comprender las Profecías, en primer lugar, debemos


familiarizarnos con el lenguaje figurativo de los Profetas. Este lenguaje
se toma de la analogía entre el mundo natural, y un imperio o reino
considerado como un mundo político.

En consecuencia, todo el mundo natural que consiste en el cielo y la


tierra, significa el mundo entero político, que consiste en tronos y
personas, o tanto de lo que se considera en la Profecía: y las cosas en
ese mundo significan las cosas análogas en esto. Porque los cielos y
las cosas que hay en ellos significan tronos y dignidades, y los que los
disfrutan; y la tierra, con las cosas en ella, significa el pueblo inferior; y
las partes más bajas de la tierra, llamada hades o infierno, significa la
parte más baja o más miserable de ella. De donde ascendiendo hacia
el cielo es puesto para levantarse en poder y honor, y descendiendo a
la tierra es puesto para caer del poder y del honor: levantándose de la
tierra o de las aguas significa elevarse a cualquier dignidad o dominio
saliendo del estado inferior de la gente, y cayendo en la tierra o en las
aguas significa caerse de la dignidad o del dominio en el estado
inferior de la gente; descendiendo en las partes inferiores de la tierra
significa descender a un estado muy bajo e infeliz; hablando con una
voz débil del polvo, significa estar en una condición débil y baja;
moviéndose de un lugar a otro, significa la traslación de un oficio, de la
dignidad, o del dominio, a otro; grandes terremotos y temblores del
cielo y de la tierra, significa el temblor de los reinos, para distraerlos o
derribarlos; la creación de un nuevo cielo y de una nueva tierra, o el
comienzo del mundo significa el ascenso de un cuerpo político;
mientras que el fallecimiento de un viejo cielo y de una vieja tierra, o el
fin del mundo, significa la ruina del cuerpo político que se considera.

En los cielos, el sol y la luna son, por intérpretes de sueños, puestos


para los reyes y las reinas; pero en la Sagrada Profecía, no se refieren
solamente a personas, sino que el sol se pone para toda especie y
raza de reyes, en el reino o reinos del mundo político, brillando con
poder y gloria real; la luna se pone para el cuerpo de la gente común,
considerada como la esposa del rey; las estrellas se ponen para los
príncipes subordinados y los grandes hombres, o para los obispos y
gobernantes del pueblo de Dios, como por ejemplo cuando el sol es
Cristo; luz para la gloria, la verdad y el conocimiento, con la cual los
hombres grandes y buenos brillan e iluminan a otros; la oscuridad se
pone para la condición oscura de una persona, también se pone para
el error, la ceguera y la ignorancia de una persona; la oscuridad (o la
herida) del sol, de la luna y de las estrellas, significa el cesar de un
reino o la desolación del mismo, proporcionalmente a la oscuridad o
herida que reciben; el sol se volvió como tela de cilicio, la luna se
volvió toda como sangre y la caída de las estrellas, significan también
el cesar o la desolación de un reino; la luna nueva significa el retorno
de un pueblo disperso a un cuerpo político o eclesiástico.

El fuego y los meteoros se refieren tanto al cielo como a la tierra, y


significan lo siguiente: cualquier cosa quemada con fuego significa
consumida por la guerra; una conflagración de la tierra, o que un país
se convierta en un lago de fuego significa el consumo de un reino por
la guerra; el estar en un horno significa estar en esclavitud bajo otra
nación; el humo de cualquier cosa incendiada ascendiendo por
siempre jamás significa la continuación de un pueblo conquistado bajo
la miseria de la sujeción perpetua y la esclavitud; el calor abrasador
del sol se pone para las humillaciones por las guerras, las
persecuciones y los problemas infligidos para el rey; cabalgando sobre
las nubes se pone para reinar sobre mucha gente; cubriendo el sol
con una nube, o con el humo, se pone para la opresión del rey por los
ejércitos de un enemigo; vientos tempestuosos, o el movimiento de las
nubes, se pone para las guerras; el trueno o la voz de una nube, se
pone para la voz de una multitud; una tempestad de truenos,
relámpagos, granizo y lluvia desbordante, se pone para una
tempestad de guerra que desciende de los cielos y de las nubes
políticas, sobre la cabeza de sus enemigos; la lluvia moderada, el
rocío, y el agua viva, para las gracias y las doctrinas del espíritu; y la
escasez de la lluvia, para la esterilidad espiritual.

En la tierra, la tierra seca y la reunión de las aguas, como un mar, un


río, un diluvio, se ponen para el pueblo de varias regiones, naciones y
dominios; las aguas se tornan amargas significa la gran aflicción del
pueblo por la guerra y la persecución; las cosas se tornan en sangre
significa la muerte mística de los cuerpos políticos, es decir, su
disolución; el desbordamiento de un mar o río, se pone para la
invasión de la tierra política, por el pueblo de las aguas; secado de
aguas significa la conquista de sus regiones por la tierra; fuentes de
aguas significa las ciudades, los jefes permanentes de los ríos
políticos; montes (o montañas) e islas significan las ciudades de la
tierra y del mar político, con los territorios y dominios pertenecientes a
esas ciudades; cuevas y peñas (o rocas) de los montes significan los
templos de las ciudades; que los hombres se escondieron en esas
cuevas y rocas significa el encierro de los ídolos en sus templos;
casas y barcos, se ponen para familias, asambleas y pueblos, en la
tierra y el mar político; y una armada de barcos de guerra (o naves),
para un ejército de ese reino a través del mar.

Los animales y los vegetales se ponen para la gente de varias


regiones y condiciones; y en particular, árboles, hierbas y animales
terrestres, para la gente de la tierra política: plantas helófilas, cañas y
peces, se ponen para la gente de las aguas políticas; pájaros e
insectos, se ponen para la gente del cielo y de la tierra política; un
bosque se pone para un reino; y un desierto se pone para un pueblo
desolado y delgado.

La política mundial, considerada en la profecía, consiste de muchos


reinos, los cuales están representados por muchas partes del mundo
natural; como el más noble representado por el marco celestial, y
luego la luna y las nubes representan al pueblo común; los menos
nobles, se representan por la tierra, el mar y los ríos, y por los
animales o los vegetales, o los edificios en ellos; por tanto los
animales más grandes y más poderosos y los árboles más altos, se
ponen para reyes, príncipes y nobles. Y porque todo el reino es el
cuerpo político del rey, por lo tanto, el sol, o un árbol, o una bestia, o
un pájaro, o un hombre, por el cual el rey está representado, se pone
en una gran significación para todo el reino; y varios animales, como el
león, el oso, el leopardo, el macho cabrío, según sus cualidades, se
ponen para varios reinos y cuerpos políticos; y el sacrificio de las
bestias, se pone para la matanza y la conquista de los reinos; y la
amistad entre las bestias se pone para la paz entre los reinos. Sin
embargo, a veces los vegetales y los animales, para ciertos epítetos o
circunstancias, se extienden a otras significaciones; como un árbol,
cuando se le llama el árbol de la vida o del conocimiento; y una bestia,
cuando se le llama la vieja serpiente.
Cuando una bestia o un hombre es puesto para un reino, sus partes y
cualidades se ponen para las partes análogas y las cualidades del
reino; como la cabeza de una bestia, para los grandes hombres que
precede y gobierna; la cola para el pueblo inferior, que sigue y es
gobernada; las cabezas según el número, si hay más de una, se
ponen para las partes principales, o las dinastías, o dominios en el
reino, ya sea colateral o sucesiva, con respecto al gobierno civil; los
cuernos según su número en cualquier cabeza se ponen para el
número de los reinos en esa cabeza, con respecto al poder militar; ver
se pone para el entendimiento, y los ojos se ponen para los hombres
de entendimiento y de la política, y en asuntos de la religión para
Επισκοποι, obispos; hablar, se pone para hacer leyes; la boca, se
pone para un legislador, ya sea civil o sagrado; el volumen de la voz,
se pone para la fuerza y el poder; la debilidad de la voz se pone para
la debilidad en sí; comiendo y bebiendo se pone para adquirir lo que
es significado por las cosas comidas y bebidas; los cabellos de una
bestia o de un hombre, y las plumas de un pájaro, se ponen para el
pueblo; las alas según su número se ponen para el número de reinos
representados por la bestia; el brazo de un hombre se pone para su
poder, o para la fuerza y el poder de cualquier pueblo que se
considera; los pies del hombre se pone para el más bajo del pueblo, o
para el último fin del reino; los pies, las uñas y los dientes de las
bestias de presa se ponen para los ejércitos y los escuadrones de
ejércitos; los huesos se ponen para la fortaleza y los lugares
fortificados; la carne se pone para las riquezas y las posesiones; y los
días de su actuación significan años de actuación; y cuando un árbol
es puesto para un reino, sus ramas, hojas y fruto, significan como las
alas, las plumas, y el alimento de un pájaro o de una bestia.

Cuando un hombre es tomado en un sentido místico, sus cualidades


son puestas a menudo por sus acciones, y por las circunstancias de
las cosas sobre él. Así que un gobernante es puesto por su acción de
montar a una bestia; un guerrero y un conquistador es puesto por
tener una espada y un arco; un hombre poderoso es puesto por su
estatura gigantesca; un juez es puesto por pesos y medidas; una
sentencia de absolución (o condenación) es puesta por una piedra
blanca (o negra); una nueva dignidad es puesta por un nuevo nombre;
las calificaciones morales o civiles son puestas por las prendas de
vestir; como el honor y la gloria por los vestidos espléndidos; la
dignidad real por el color púrpura o escarlata del vestido, o por la
corona; la justicia por los vestidos blancos y limpios; la maldad, por las
prendas manchadas y sucias; la aflicción, el luto y la humillación por
los vestidos de cilicio; la deshonra, la vergüenza y la falta de buenas
obras son puestas por la desnudez; el error y la miseria, por beber en
el cáliz (copa) en que él o ella preparó la bebida que lo causa;
propagar cualquier religión para la ganancia, es puesta por ejercer
tráfico y comercializar con ese pueblo de la misma religión; adorar o
servir a los falsos dioses de cualquier nación es puesta por cometer
adulterio con sus príncipes, o adorarlos; un consejo de un reino es
puesto por su imagen; la idolatría es puesta por la blasfemia; el
derrocamiento en guerra es puesto por una herida de hombre o de
animal; una durable plaga de guerra es puesta por la llaga y el dolor;
la aflicción o la persecución que un pueblo sufre al trabajar para
conducir un nuevo reino es puesta por el dolor de una mujer en
trabajo de parto para dar a luz un hijo varón; la disolución de un
cuerpo político o eclesiástico es puesta por la muerte de un hombre o
de una bestia; y el restablecimiento de un dominio disuelto, por la
resurrección de un hombre muerto o de una bestia muerta.

También podría gustarte