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GÉNEROS LITERARIOS:

Decimos que cada esfera del uso de la lengua elabora sus tipos relativamente estables de enunciados
(decimos “estables” al referirnos a un conjunto de discursos que comparten determinadas
características y poseen rasgos en común), a los que denominamos géneros discursivos.
Dentro de los géneros discursivos, podemos identificar a los géneros primarios (simples) y secundarios
(complejos). Los Primarios son los constituidos por enunciados de carácter más simple y generalmente
orales, usados en el intercambio cotidiano, como ser una conversación, una receta de cocina, una
anécdota, una carta informal, un chiste, etc. Y constituyen la base para la formación de los géneros
secundarios. Los secundarios, por su parte, surgen en condiciones de la comunicación cultural más
compleja, relativamente más desarrollada y organizada, y principalmente escrita -tal como la
comunicación artística, sociopolítica, científica-, como ser: novelas, dramas, investigaciones científicas
de toda clase, grandes géneros periodísticos, etc.
Estos, como cualquier otro discurso, se caracterizan por tres componentes fundamentales o
propiedades discursivas. Cualquier texto se construye sobre las bases de estos aspectos obligatorios de
un discurso:

• El tema o contenido de que tratan.


• La composición o estructuración, es decir, la forma en que se presenta el discurso de acuerdo con su
intención comunicativa: argumentar, dar una orden, expresar un ruego, etc.
• El estilo, representado por el vocabulario que cada emisor elige, las frases, el tono formal o informal,
etc.
Con respecto a lo estilístico, decimos que a los géneros les corresponden diferentes estilos. Una
función determinada (científica, técnica, periodística, oficial, cotidiana) y unas condiciones
determinadas, específicas para cada esfera de la comunicación discursiva, generan determinados
géneros, es decir, unos tipos temáticos, composicionales y estilísticos de enunciados determinados y
relativamente estables.

PLATÓN: Tomando el caso de un género puramente imitativo como el teatro, Platón veía en él
un mal ejemplo para los jóvenes, ya que allí se podía observar cómo las mujeres insultaban a
sus maridos, desafiaban a los dioses, se volvían soberbias por su felicidad o se entregaban a
llantos y lamentaciones, en tanto que los hombres se insultaban unos a otros y proferían
obscenidades.
Aristóteles, por su parte, se despegó de los condicionamientos morales de su maestro, y tomó
los tres aspectos más importantes para la definición de un género: su origen, su constitución
formal y su contenido temático o ideológico. Estos elementos, en particular la definición de
mímesis, le permitieron establecer una división tripartita de los géneros, basada en determinar
cuál es el objeto de imitación:
• En la épica se cuentan hechos heroicos a través de un narrador. Por ejemplo, las narraciones
de Hornero.
• En la dramática, los personajes, representados por actores, hablan por su propia voz. Tal es
el caso de las representaciones de Esquilo a Eurípides.
• En la lírica, el poeta habla por sí mismo y no a través de personajes. Son composiciones
melódicorecitativas que canalizan la expresión íntima

Género: Bocchino
Bocchino dice que la definición de género literario lleva implícita un concepto de literatura, de
modo que una comprensión convencional de los géneros ha determinado a lo largo del tiempo
qué debe entenderse por literatura. Plantea dos formas de abordar el estudio de los géneros:
la primera, entenderlos como estructuras vacías que se van llenando de acuerdo a épocas e
intereses; y la segunda, es abordarlo cómo lo que indica etimológicamente la palabra género:
una familia, un lugar de origen, una forma de ser, una patria. Respecto de esta segunda
apreciación, agrega que es comparable a una cadena genética donde se pueden descubrir
leyes de funcionamiento, pero dónde también pueden aparecer nuevos elementos.
Además, agrega que los géneros resultan un sistema de regulación, que terminan definiendo
los límites entre lo que se entiende por literatura y lo que no, que a su vez se va construyendo
constantemente. Respecto de esto, podemos decir que los textos de los distintos géneros –en
tanto enunciados- responden a otros anteriores y orientan a otros posteriores. Bajtín, aporta a
esta perspectiva al decir de los enunciados que estos son “correas de transmisión” que piden
una respuesta, contestación, refutación, etc. Es decir que cada hablante – o escritor- es un
contestatario que cuenta con una infinidad de enunciados anteriores (suyos o ajenos), que
establece relaciones con ellos, y que a su vez deja sentadas bases para futuros enunciados. En
ese sentido podemos decir que el género organiza el discurso como el discurso organiza los
enunciados, es decir, la noción de un determinado género es lo que dirige el proceso de un
discurso. En otras palabras, la toma de decisión genérica responde a por qué se decide escribir,
buscando qué; narrar o escribir un poema por ejemplo, proponer un texto dramático, o una
parodia, etc.
El texto de Bocchino agrega también que el género es influido por las variaciones que se dan
en la relación entre los elementos de la tríada literaria a lo largo del tiempo. A esto, agregamos
lo que dice Josefina Ludmer, que el contexto de un texto es el género, pero el contexto de éste
último, es sociocultural.

GÉNERO LÍRICO:
Según Liliana Oberti Lo lírico se debe desprender de lo poético y composición en versos. Lo
poético puede estar en todos los géneros, es la capacidad simbólica y metafórica de los
textos. Se llaman líricos aquellos textos que representan al “yo”, lo que el autor siente y
contempla.
En Grecia, la lírica incluía una variedad de subgéneros:
Ditirambo: canto de petición a Dionisio.
Himno: obra que contiene sentimientos, ideales religiosos, patrióticos, etc de un pueblo.
Epigrama: reservado a las inscripciones de carácter funerario.
Oda: poema lirico de gran extensión, destinado a exaltar a una persona o cosa.
Elegía: su tema central es el dolor por la muerte de un ser querido o el sufrimiento por el
amor.
Égloga: composición de carácter idílico, el poeta pone sus sentimientos amorosos en boca de
pastores que viven alejados del mundo y en contacto con la naturaleza.
Hacia fines de la Edad Media y el Renacimiento surgen:
Romance: Composición sin estrofas, versos cortos, rima asonante. En sus comienzos ligada a la
épica, mas tarde se volvió culta.
Soneto: Propone una gran concentración temática y formal. Consta solo de 14 versos
endecasílabos, divididos en dos estrofas de cuatro versos y dos de tres, con posibilidad de
rimas variadas. Autores destacados: Petrarca, Dante, Góngora, Quevedo, Borges.

Seppia:
El mundo interior del poeta, en esta concepción, parece estar acotado a la traducción del
sentir a bellas palabras bien rimadas. Así, el poeta es el ser humano sufriente, extraño, que se
refugia en su inspiración, y la poesía es el relato de su estado de ánimo, de su dolor o de su
individual celebración del mundo.
El texto lírico es una invención, una “representación imaginaria” pero en él esta característica
ficcional adquiere singularidad. La poesía se define no sólo por sí misma, sino también por la
actitud de lectura particular que genera en el lector.
A partir de los estudios estructuralistas, se buscó definir el discurso lírico sobre la base del
análisis de tropos y figuras, que son abundantes. En el discurso lírico cada palabra, cada
construcción importa no solo por lo que se dice sino, y sobre todo, por cómo se dice; pero
también importa lo que se calla. En consecuencia, el discurso lírico se torna particularmente
ambiguo: en él conviven lo dicho y lo no dicho a partir de un uso particular del lenguaje.
Formas: plano semántico, fonológico y sintáctico:
Veremos en algunos ejemplos cómo juegan los componentes semánticos, sonoros y gráficos y
cómo interactúan en la construcción de sentido:
El componente semántico: atiende al significado, es decir, en un lenguaje simple y llano, se
refiere a lo que “dice la poesía”, a su “contenido”. Hay poesías donde es el que manda de una
manera casi absoluta. En ellas, lo que dice la poesía es, no lo más importante sino lo único
importante porque lo que hay que asegurar es que el contenido del mensaje, el significado,
llegue claro y sin distorsiones al receptor.
Por ejemplo una poesía sobre San Martín:

Don José de San Martín


ha nacido en Yapeyú.
Luchó por la libertad.
Fue modelo de virtud.

Este santo de la espada,


victorioso en Maipú
luchó por la independencia
de América del Sur

El componente sonoro:
Se percibe de muy diversas formas: ritmo, rima, el aspecto fónico, las repeticiones, entre otras.
Por ejemplo, en el poema Cocodrilo de María Elena Walsh, se evidencia una estructura en la
que la segunda estrofa quiebra el ritmo impuesto en la primera:

“Cocodrilo
come coco
muy tranquilo
poco a poco
Y ya separó un coquito
para su cocodrilito.”

Vemos que la abundancia de “o” de la primera estrofa se contrapone a las “i” de la segunda
que generan la idea de ternura y calidez, justamente en un personaje tan oscuro como el
cocodrilo. Este trabajo del plano fónico es otro aspecto del componente sonoro de la poesía
que profundiza la connotación.

Por otra parte tenemos al componente gráfico para confirmar la ilusión del caminar.
Las formas métricas y la utilización del espacio favorecen una determinada lectura.
Para esto se utilizan las figuras retóricas. Que son entendidas –en su acepción más amplia-
como cualquier tipo de recurso o manipulación del lenguaje con fines persuasivos, expresivos o
estéticos. (García Barrientos)
Resultan agrupadas en figuras fonológicas, semánticas y gramaticales, según el plano del
enunciado (signo/significante) y pragmáticas, según el plano del significado o la enunciación,
que implican otros componentes de la situación comunicativa.

Aristóteles sobre la poesía:


La poesía, sin embargo, pronto se dividió en dos clases según las diferencias de carácter en los
poetas individuales; pues los más elevados entre ellos debían representar las acciones más
nobles y los personajes más egregios; mientras los de espíritu inferior representaban las
acciones viles.

Alan Charrier:
 La poesía está hecha de palabras; no de gritos, sino de palabras articuladas, reunidas,
que corresponden a formas y seres: casa, caballo, lago, mar. El hombre destituye su
gesto y lo habla, transformándolo en escritura.
 La poesía, parece danza y música. Es danza porque trae consigo gestos y acciones;
pero es, ante todo, música. Los sonidos de un poema forman un llamado bien claro,
un canto del hombre.
 El lenguaje poético, por su sola cualidad musical, comunica majestad a .quien recita,
contención, poder sobre sí mismo; es decir, una especie de felicidad.
 La poesía se halla más cerca de nuestros destinos que la música. Narra, se lamenta,
describe; con las palabras trae el terror, y hasta el horror; lleva las cuentas de la
desesperanza

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