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Limpiaparabrisas: guía completa sobre su funcionamiento y sustitución

Para asegurar que el conductor pueda ver bien la carretera independientemente de las condiciones
climáticas del exterior, se incluyen limpiaparabrisas en el diseño de los vehículos modernos. Éstos están
ideados principalmente para retirar de manera instantánea la suciedad, la nieve y el agua de la superficie del
parabrisas. Dado que una conducción segura depende directamente de la limpieza de las ventanas del
vehículo, conducir con limpiaparabrisas dañados está prohibido por ley en la mayoría de países. Le
explicaremos cómo evitar el fallo prematuro de estos componentes, y cómo restablecer el estado de
funcionamiento de este sistema.

Cómo funcionan los limpiaparabrisas

Los limpiaparabrisas son componentes ejecutores del sistema de limpieza de las ventanillas. Están hechos
en forma de brazos móviles con elementos de goma en sus extremos que se ajustan al parabrisas y siguen
la forma de su superficie. Los extremos opuestos de los brazos están conectados por una bisagra a las
varillas de acoplamiento que aseguran el movimiento sincrónico de los limpiaparabrisas. El sistema está
accionado por un motor reductor que es alimentado a través de un relé. El modo de funcionamiento del
sistema depende de la posición de la manija del interruptor localizada en el compartimento de pasajeros.

Cuando se elige un modo particular de funcionamiento, los contactos del relé cierran el circuito adecuado, y
el mecanismo comienza a funcionar a una determinada velocidad. La arandela del parabrisas puede
accionarse al mismo tiempo.
Los errores de funcionamiento más comunes del limpiaparabrisas y sus causas

Para determinar la causa del fallo de un componente, se debe estudiar cuidadosamente la naturaleza del
fallo. La mayoría de propietarios de coche están familiarizados con situaciones como las siguientes:

1. Ni el motor ni los limpiaparabrisas reaccionan al ser activados. En este caso, la no operatividad del
sistema es probable que esté causada por un fallo del interruptor multifunción, cables rotos o un
fusible fundido.
2. Los limpiaparabrisas no se mueven, pero el motorreductor emite un zumbido al activarse. En la
mayoría de los casos, este fallo está causado por el desgaste de los dientes del eje de transmisión
del motor, por una pérdida de la tuerca de sujeción de la conexión, o por la abrasión de las
acanaladuras en los brazos de los componentes.
3. Los limpiaparabrisas no funcionan en todos los modos. Esto a menudo indica el fundido de la bobina
del relé o los contactos, o un fallo del interruptor.
4. El sistema no puede desactivarse, o se activa de forma espontánea. En este caso, los contactos del
relé intermitente, o el interruptor final del motor eléctrico pueden haber sufrido un cortocircuito.
5. Los brazos del limpiaparabrisas se mueven muy lentamente. La razón puede proceder del
ensuciamiento o corrosión de los elementos actuadores, o piezas del motor eléctrico. La suciedad
acumulada dificulta el desplazamiento libre de los elementos móviles.
6. La eficiencia de limpieza de las ventanillas se ha deteriorado. Esto suele estar causado por un
desgaste de las escobillas del limpiaparabrisas. La necesidad de reemplazarlas puede estar indicada
por la aparición de rayas o manchas en la superficie del parabrisas, y por la opacidad y turbidez de
algunas partes del parabrisas tras su limpieza.

Para eliminar estos fallos es necesaria la sustitución de los componentes dañados. En la mayoría de los
casos esto requerirá la ayuda de profesionales, ya que los componentes están situados en una zona de difícil
acceso. Una excepción son las escobillas limpiadoras. Estos son elementos consumibles que pueden
reemplazarse durante el mantenimiento rutinario, y todo propietario de un vehículo puede hacerlo.

¿Cómo puede cambiar las escobillas limpiadoras usted mismo?

Se recomienda cambiar estos componentes una vez al año. El procedimiento puede variar ligeramente en
varios modelos, y depende en parte del tipo de sujeción del componente. El procedimiento de sustitución no
es difícil. Normalmente, con lo siguiente es suficiente:
 Levante el brazo del limpiaparabrisas de la superficie del parabrisas
 Gire el limpiaparabrisas para ver la sujeción o clip.
 Deshaga la sujeción, y retire el componente dañado.
 Instale uno nuevo.

Durante la sustitución, asegúrese de que el brazo del limpiaparabrisas no se le escapa de las manos, ya que
al golpear el parabrisas podría dañarlo.
¿Cómo evitar tener que cambiar de forma prematura las escobillas limpiadoras?

A veces, es necesario reemplazar los componentes antes de la fecha límite indicada por el fabricante. Para
evitar esto, siga las siguientes recomendaciones:

1. Asegúrese de que hay suficiente líquido limpiador en el depósito de limpiador del limpiaparabrisas: la
suciedad seca tiene una acción bastante abrasiva en las escobillas limpiadoras.
2. De vez en cuando, limpie las escobillas limpiadoras con agua o jabón para coches sin pulimento o
cera: la arena y tierra acumulada en las ranuras de los componentes no solo pueden dañarlos, sino
también dejar arañazos y roturas en el parabrisas.
3. Antes de activar los limpiaparabrisas en invierno, retire la nieve y el hielo del parabrisas, y asegúrese
de que las escobillas limpiadoras no están congeladas y adheridas al mismo. De otro modo, la goma
puede desgastarse más rápidamente, y hay riesgo de que se dañen no sólo las escobillas
limpiadoras, sino también el varillaje de los limpiaparabrisas y el motorreductor. Si utiliza su vehículo
en un área con inviernos fríos y nevados, trate de utilizar escobillas limpiaparabrisas de invierno
durante esta época. Estas están equipadas con una cubierta protectora, que evita la congelación de
los componentes.
4. Ajuste los brazos del limpiaparabrisas para que las escobillas no se salgan del parabrisas al moverse,
de lo contrario podrían dañarse tanto estos componentes como el motor eléctrico.
5. Compre sólo líquido de limpieza de gran calidad, ya que éste no destruye los elementos de goma.
6. No deje los brazos del limpiaparabrisas en posición vertical durante mucho tiempo: de esta forma, se
podría dañar el resorte y el brazo, y por tanto se deteriora la el buen ajuste de las escobillas
limpiadoras a la superficie del parabrisas.

Conclusión. Los limpiaparabrisas son importantes elementos del sistema de seguridad pasivo del vehículo. Si
están desgastados, la conducción del vehículo, especialmente bajo lluvia o nieve, se vuelve peligrosa. Por
tanto, todo propietario de un vehículo debe controlar su estado, y sustituir estos componentes en el momento
adecuado. Nuestras recomendaciones no sólo le ayudarán a aumentar la vida útil de estos componentes,
también a cambiarlos usted mismo en caso necesario.

La importancia del Líquido Limpiaparabrisas del Coche

Cuando conduces tu coche, un cristal delantero limpio siempre favorecerá la conducción. Esto se traduce
directamente en una mayor seguridad al volante. Por este motivo, es muy importante siempre disponer de
líquido limpiaparabrisas adecuado al vidrio del automóvil. El limpia parabrisas es uno de los productos que
más veces se deben reponer a lo largo de la vida útil de nuestro automóvil.

No es lo mismo trabajar con los cristales de las gafas sucias que tenerlos limpios ¿verdad? Una visión nítida
de las cosas y del espacio que nos rodea evita que tengamos incidentes por no identificar correctamente
ciertos elementos. Sin embargo, son muchos los conductores que tienden a escatimar la importancia que
tiene este líquido sobre nuestra seguridad y sobre el mantenimiento del vidrio y de las escobillas
limpiaparabrisas.

¿El limpiaparabrisas de tu coche ha dejado de funcionar correctamente? ¿Te has quedado sin líquido en el
depósito? ¿Hacen ruido las escobillas al activarlas? Estas y otros problemas con tu parabrisas los
solucionamos en tu taller Rodi más cercano.
Cambio del Líquido Limpiaparabrisas

Algunos conductores optan por rellenar el depósito del limpiaparabrisas con agua corriente. Esta solución
puede sacarte de un apuro pero, desde luego, no es la opción más aconsejable. El uso continuado de agua
de grifo con mucha cal puede llegar a obstruir los inyectores de salida, además de ofrecer una escasa
resistencia a la congelación. Además, el agua, por si sola, no es un elemento eficiente eliminando la
suciedad del vidrio, sobre todo cuando se trata de residuos incrustados tan comunes como insectos, barro o
excrementos de aves.

El agua disuelve la suciedad poco a poco pero hace que las gomas del limpiaparabrisas sufran en exceso
para eliminar los materiales sólidos, desgastando la goma. El problema de este es que con el tiempo, las
gomas del limpiaparabrisas, acaban por dejar la clásica estela sobre el vidrio del coche. Para evitar que esto
se produzca, los líquidos recomendados tienen elementos detergentes que ablandan la suciedad y facilitan el
trabajo de los limpiaparabrisas.

Otro de los errores comunes en esta práctica es el de mezclar agua con productos como lavavajillas, que si
bien tienen un excelente poder detergente, no son la mejor opción. Los productos lavavajillas atacan a la
goma produciendo mucha espuma, llegando incluso a afectar negativamente al sistema de bombeo y a la
inyección sobre el vidrio.

Otros productos, como ciertos limpiacristales domésticos hacen uso de amoniaco que resulta ser un
excelente limpiador y un buen anticongelante pero dañino para la vida del propio vidrio limpiaparabrisas.

Consejos de Rodi Motor Services sobre el Líquido Limpiaparabrisas

 Se recomienda utilizar productos especialmente diseñados para el sistema de limpiaparabrisas, pues


además de eficaces en la limpieza, tienen un bajo punto de congelación. Pueden ser tanto
concentrados como de uso directo.
 Se pueden utilizar mezclas caseras, siempre y cuando el elemento detergente no contenga productos
que generen espuma o contengan agentes corrosivos, como el amoniaco.
 En caso de hacer mezcla con agua, se deberá procurar que ésta sea destilada.
 Hay que revisar el depósito del líquido limpiaparabrisas periódicamente para evitar quedarse sin
producto en mitad de un viaje.

Dañas tus limpiaparabrisas cuando usas agua


Utilizarla para limpiar el parabrisas puede causar daños en todo el sistema

Licenciado en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, fotógrafo automotríz y
entusiasta de las cuatro ruedas. / IG: @elpablomonroy

¿Agua o líquido limpiaparabrisas? Ésa es la cuestión. Si bien la ausencia de este fluido o alguna falla en el
sistema que lo expulsa hacia el parabrisas no alteran en ninguna forma el desempeño del auto, resulta una
herramienta muy útil para retirar la suciedad acumulada en la superficie del vidrio, mejorando de manera
inmediata la visibilidad.

ASÍ FUNCIONA

Esto sucede cuando usted acciona una palanca colocada por detrás del volante. El mecanismo envía una
señal a una pequeña bomba ubicada en el interior de un depósito plástico donde el líquido se almacena para
que el motor ponga a trabar el impulsor.

Entonces la bomba succiona dicho fluido y lo envía por unas diminutas mangueras por la parte interna del
cofre hasta llegar a los chisgueteros, donde el fluido se atomiza y se esparce sobre el parabrisas; al mismo
tiempo, los limpiaparabrisas entran en acción para retirar el exceso de líquido y suciedad.
Con el paso del tiempo, cada uno de estos componentes del sistema pueden sufrir daños o dejar de
funcionar si estamos habituados a utilizar agua de la llave para rellenar, así lo explica Raúl Jiménez,
especialista en reparaciones de sistemas de limpiaparabrisas.

El agua de la llave contiene sustancias como calcio y otros minerales que con el tiempo se van depositando
en el interior de los conductos, mangueras, la succión de la bomba del depósito, partes de la bomba, y los
chisgueteros, a tal grado que se va formando un sarro que los tapa", dijo Raúl.

“Es importante recalcar que conforme se van tapando estos conductos, a la bomba le cuesta más trabajo
mover el líquido porque se van cerrando, y esto puede provocar que se queme; aquí al taller han llegado
coches así y se tiene que cambiar todo el circuito.

Estos productos están libres de compuestos corrosivos, humectan el interior de las mangueras para evitar
que se agrieten así como los hules de los limpiaparabrisas, lubrican la bomba del depósito y lo más
importante, contienen sustancias que diluyen y eliminan la suciedad del vidrio, sobre todo los insectos que se
pegan en la carretera”.

IMPORTANTE

>> Existen dos presentaciones: en pastilla que se disuelve en el interior del depósito con agua destilada, y
en líquido.
>> Aunque la pastilla soluble no es común, nuestro especialista recomienda el líquido listo para usarse.
>> Un galón de líquido limpiaparabrisas cuesta entre 35 y 50 pesos.

LA FÓRMULA MÁGICA

Metanol.- Diluye la suciedad para facilitar su eliminación.


Anticongelante.- Disminuye la temperatura de congelación.
Alcohol isopropílico.- Mantiene una mezcla homogénea de los ingredientes .

¿Qué averías tienen los eyectores del limpiaparabrisas y cómo arreglarlas?

¿Tus limpiaparabrisas no funcionan con normalidad? Puede que el problema se encuentre en los inyectores
del limpiaparabrisas. Si es así, no te preocupes, te contamos cómo reparar estas averías.

Fallos con los eyectores del limpiaparabrisas (y sus soluciones)

1. Obstrucción en los eyectores


a. Solución
2. Eyectores mal dirigidos
a. Solución
3. Pérdida de líquido
a. Solución
4. Fallo de la bomba
a. Solución

El limpiaparabrisas es un sistema de seguridad del vehículo que permite mejorar la visibilidad durante la
conducción, ya que ayuda a eliminar el agua de la lluvia, los mosquitos, o la suciedad de la luna delantera
mientras estamos circulando.

Para ello, además de las escobillas, cuenta con una serie de elementos imprescindibles a la hora de mejorar
aún más la visibilidad, tales como los eyectores del limpiaparabrisas, cuya misión es la de proyectar un
chorro de agua para eliminar la suciedad que no ha podido retirar la escobilla; y de la bomba eléctrica del
limpiaparabrisas, que se encarga de impulsar este líquido por los tubos hacia los eyectores.
Los eyectores de agua, que son los elementos en los que vamos a centrarnos en esta ocasión, se
encuentran situados normalmente en el capó del coche. A través de unos tubos que salen del depósito del
líquido limpiaparabrisas, éste llega a los cristales accionados por la bomba eléctrica.

Su función es tan importante en materia de Seguridad Vial que es uno de los elementos a los que se presta
más atención en la ITV. De hecho, su mal estado puede ser constitutivo de falta grave. Sin embargo, para la
mayoría de los conductores, éste es un asunto de poca importancia: según datos de la Federación Española
de Empresarios Profesionales de Automoción (Conepa), el 66 por ciento de los automovilistas no revisa
nunca su sistema limpiaparabrisas, el 27 por ciento lo hace una vez al año, y un 11 por ciento comprueba su
estado justo antes de acudir a la ITV.

Fallos con los eyectores del limpiaparabrisas (y sus soluciones)

Para mejorar la seguridad de nuestro vehículo, lo mejor es hacer revisiones periódicas, asegurarse de que el
depósito de líquido está siempre lleno y no dejar mucho tiempo sin usar los eyectores para que no se
obstruyan. Aun así, puede que se produzca algún tipo de avería, en cuyo caso tendrás que repararlos lo más
pronto posible. En cualquier caso, recuerda que tu Seguro de Coche MAPFRE te ofrece las coberturas más
completas para solventar cualquier incidente que ocurra durante tus desplazamientos.

Obstrucción en los eyectores

Uno de los fallos más habituales que se suelen encontrar es que las salidas de los eyectores estén
obstruidas por la suciedad o la falta de uso, impidiendo que el líquido salga con normalidad.

Solución
Para solucionar este problema puedes emplear dos métodos: o bien introducir aire a presión por el tubo de
agua para liberar lo que esté creando el tapón; o bien meter un alfiler por los agujeros del eyector para retirar
la suciedad acumulada.

Eyectores mal dirigidos

Los eyectores deben disparar agua hacia la parte central o inferior del cristal. Cuando no es así, es porque
no están bien dirigidos y dejarán partes de la superficie del cristal sin humedecer, lo que puede causar daños
en el propio cristal o en las escobillas.

Solución
Por suerte, en la mayoría de los casos el agua se puede dirigir hacia donde se quiera. Para regularlos, mete
un alfiler en uno de los agujeros del eyector y dirígelo hacia una zona intermedia. Repite el proceso en el otro
agujero. Comprueba si el problema se ha solucionado y, si no es así, reajusta de nuevo hasta conseguir la
regulación adecuada.

Pérdida de líquido

Si el líquido que despiden los inyectores sale de forma defectuosa o directamente no sale, puede que el
problema se encuentre en los manguitos. Revisa los tubos en busca de alguna rotura que genere una fuga
de agua.

Solución
Si el maguito está roto, lo más aconsejable es cambiarlo por uno nuevo.

No obstante, existen algunos remedios caseros que puedes hacer tú mismo. Para ello, recorta las
imperfecciones de la rotura, coloca un tubo retráctil del mismo diámetro (en cualquier ferretería) para unir las
partes del manguito. Caliéntalo y refuérzalo con cinta aislante para hacerlo más rígido.
Fallo de la bomba

Otro problema bastante común es el fallo de la bomba eléctrica del limpiaparabrisas, que es la pieza situada
en la parte delantera del vehículo, cerca del paso de rueda (aunque como cada marca la coloca en una zona
distinta, lo mejor es consultar el manual del vehículo).

Su misión es proyectar el líquido hacia los eyectores y activar las escobillas, pero cuando se encuentra en
mal estado no echa agua en la parte delantera (aunque sí lo puede hacer por la trasera).

Hay que tener en cuenta que este fallo no siempre se origina en la bomba: podría ser que el depósito esté
vacío o, como hemos visto en los epígrafes anteriores, que los eyectores estén taponados o los manguitos
rotos. Una vez descartados otros problemas, si el eyector sigue sin despedir líquido, entonces es que el
incidente se encuentra en la bomba.
Solución

Apaga el motor, desconecta el conector de la bomba y vuelve a arrancar el motor. Pide a alguien que active
los chorros del limpiaparabrisas y comprueba si la bomba está recibiendo corriente (tienes que escuchar una
ligera vibración).

Si no llega la corriente eléctrica, tendrás que retirar la bomba y sustituirla por una nueva.

Cómo descubrir errores en una bomba de limpia parabrisas

La bomba del limpiaparabrisas de un vehículo rocía líquido desde un depósito a través de las mangueras y
hacia el parabrisas para limpiar la suciedad y el polvo que podrían obstruir tu visión. La bomba presuriza el
líquido para que pueda rociarlo. Sin embargo, este elemento puede funcionar con menos eficacia con el paso
del tiempo. Si el líquido no sale al encender la bomba, es probable que se deba a varias causas, por lo que
debes revisar el sistema de la bomba para encontrar la fuente del problema. El tanque puede estar vacío o
presentar un componente dañado que puedes reparar con facilidad por tu cuenta. Si la bomba no funciona en
lo absoluto, es probable que presente problemas eléctricos y tengas que reemplazarla en su totalidad.

Método 1

Diagnosticar el sistema de la bomba

1. Escucha la bomba mientras la enciendes para descartar un problema eléctrico. Enciende solo la
batería del vehículo y ubica el botón que activa la bomba, la cual generalmente se encuentra en la
columna de dirección. Presiona el botón y percibe un zumbido desde la bomba debajo del capó del
vehículo. Si no detectas un sonido, entonces hay un problema con el fusible, el cableado del vehículo
o el sistema electrónico interno de la bomba.[1]
2. Abre el capó si tienes problemas para escuchar la bomba.
3. Si notas el zumbido de la bomba, pero no ves que salga líquido de las boquillas, entonces es
probable que el tanque esté vacío o presente una obstrucción.
4. Si la bomba no funciona en lo absoluto, debes revisar su sistema eléctrico para verificar si la bomba
presenta un desperfecto.
5. Revisa el tanque del limpiaparabrisas para verificar si está vacío. Abre el capó del vehículo y busca la
tapa circular del tanque con una imagen de limpiaparabrisas. Desenrosca la tapa y observa el interior
del tanque para verificar los niveles de líquido. Por lo general, vas a notar un líquido azul o morado
dentro del tanque. Si no ves nada o los niveles se encuentran cerca del fondo, entonces es hora de
rellenar el tanque.[2]
6. Enciende una linterna en el tanque si tienes problemas para verlo.
7. Si detectas otros contaminantes dentro del tanque, estos elementos también pueden producir una
obstrucción, por lo que debes eliminarlos.
8. Variación: si buscas solucionar problemas para un parabrisas trasero, es probable que encuentres un
tanque separado en la parte trasera del vehículo. Consulta el manual de servicio si tienes problemas
para localizarlo.[3]
9. Busca grietas y fugas en las mangueras o el tanque. Abre el capó y apóyalo hacia arriba para evitar
que se caiga. Ubica dónde las mangueras se conectan a las boquillas de plástico sobre el capó y
pasa los dedos a lo largo de su longitud. Revisa la manguera en busca de daños o grietas para
asegurarte de que no presente fugas. También puedes revisar las mangueras desde las demás
boquillas. Si detectas algún daño, debes reemplazar las piezas.[4]
10. Si tienes problemas para localizar las mangueras, puedes consultar el manual o llevar tu vehículo a
un mecánico para que lo repare.
11. Por lo general, para reemplazar las mangueras y los tanques del limpiaparabrisas, es necesario que
extraigas las piezas, por lo que puede resultarte difícil realizar este procedimiento en casa si no tienes
experiencia trabajando en vehículos.

Método 2

Rellenar el tanque

1. Desenrosca la tapa del tanque. Abre el capó para que puedas acceder al tanque. Ubica la boquilla del
tanque, que tiene una tapa con una imagen de limpiaparabrisas. Gira la tapa hacia la izquierda para
aflojarla y extraerla. Deja la tapa a un lado en algún lugar donde no pueda perderse. La ubicación del
tanque puede variar de un vehículo a otro, así que consulta el manual de servicio si tienes problemas
para localizarlo.
2. Verifica si existe un compartimento dentro o alrededor del maletero si vas a rellenar el tanque de un
parabrisas trasero.
3. Vierte líquido limpiaparabrisas hasta la línea de llenado del tanque. El líquido limpiaparabrisas suele
ser una mezcla de agua y alcohol que limpia la suciedad y se seca rápidamente. Abre la botella y
viértela directamente en la boquilla del tanque. Si te preocupa derramar el líquido, puedes colocar un
embudo en la boquilla. Continúa vertiendo el líquido en el tanque hasta que alcance la línea de
llenado horizontal del costado. Puedes comprar líquido limpiaparabrisas en tiendas de conveniencia o
de suministros automotrices.
4. Por lo general, los tanques del limpiaparabrisas son transparentes para que puedas ver con facilidad
el nivel del líquido en su exterior. Está bien si no llenas el tanque hasta la línea de llenado, ya que la
bomba estará conectada al fondo.
5. Consejo: si vives en un área con temperaturas de congelación, debes comprar líquido
limpiaparabrisas formulado con un punto de congelación bajo. De esta manera, no se endurecerá en
el tanque o las mangueras.
6. Sella el tanque y cierra el capó. Vuelve a colocar la tapa sobre la boquilla y gírala hacia la derecha
hasta que se sienta ajustada. Evita forzar más la tapa. De lo contrario, podrías dañar o romper el
tanque. Baja el capó para que las boquillas rocíen el parabrisas cuando las pruebes.[7]
7. Nunca dejes el tanque destapado, ya que el líquido podría derramarse o evaporarse con facilidad.
8. Prueba el limpiaparabrisas para verificar si sale líquido. Enciende la batería del vehículo sin arrancar
el motor. Presiona el botón que activa el líquido limpiaparabrisas y mantenlo presionado durante 2 o 3
segundos. Al principio, es normal que el líquido salpique, pero debe formar una corriente constante
hacia el centro del parabrisas si la bomba funciona correctamente.[8]
9. Si aún no ves que sale líquido de las boquillas, es probable que exista una obstrucción o un problema
con el sistema electrónico.

Método 3

Descargar las obstrucciones

1. Raspa la suciedad de las boquillas exteriores con un imperdible. Ubica 2 o 3 boquillas a lo largo de la
parte delantera del parabrisas desde donde normalmente se rocía el líquido. Coloca la punta de un
imperdible alrededor de la abertura de la boquilla para separar la suciedad o el material adherido.
Utiliza un paño con frecuencia para limpiar el imperdible. Trata de desintegrar la mayor cantidad de
escombros posible. Las boquillas pueden estar conectadas a los limpiaparabrisas del vehículo.
2. Puedes volver a enjuagar la suciedad en la boquilla después de rociarla y obstruirla. Prueba la bomba
del limpiaparabrisas después de despejar las boquillas para verificar si solucionaste el problema.
3. Eleva el vehículo sobre soportes de gato. Busca un punto de elevación resistente sobre el costado del
chasis del vehículo para colocar el gato. Jala la manija del gato hacia abajo para elevar el automóvil
del suelo hasta que tengas espacio suficiente para meterte debajo. Sostén el chasis con soportes de
gato para evitar que el vehículo se caiga. Eleva el otro lado del vehículo y coloca 2 soportes de gato
más debajo del chasis. Nunca trabajes debajo de un vehículo mientras se encuentre sobre el gato, ya
que podría deslizarse con facilidad.
4. Desconecta la manguera de la bomba para drenar el tanque. Busca la bomba del limpiaparabrisas
(que parece un cilindro negro conectado a la parte inferior del tanque transparente). Ubica la
manguera que se extiende desde la bomba hasta el vehículo. Coloca un balde debajo de la manguera
y extráela para drenar el tanque. Puedes retirar una de las ruedas del vehículo si te estorba.
5. Trata de guardar el líquido limpiaparabrisas si no detectas suciedad ni residuos. Utiliza un embudo
para encauzar el líquido en una botella de repuesto en lugar de un balde.
6. Vierte agua limpia a través del tanque para enjuagar la suciedad y los escombros. Coloca un balde
vacío debajo de la bomba para recoger cualquier escorrentía. Abre el capó del vehículo y desenrosca
la tapa del tanque. Llena un segundo balde con agua tibia y viértelo lentamente en el tanque del
líquido limpiaparabrisas para que atraviese el sistema. Continúa vertiendo agua a través del tanque
hasta que salga limpia. Evita reutilizar el agua con la que enjuagas el tanque, ya que podrías
reintroducir la suciedad o los escombros.
7. Desenchufa las mangueras de las boquillas. Localiza los extremos en forma de L para las boquillas
conectadas a las mangueras sobre la parte inferior del capó. Aprieta el extremo de la manguera y
sácalo de la boquilla para desconectarlo. Deja la boquilla sobre el capó y deja que la manguera
cuelgue libremente durante las reparaciones. Desconecta las mangueras del resto de las boquillas.
Por lo general, no necesitas herramientas para desconectar las mangueras, pero es probable que
necesites una llave inglesa si las abrazaderas aseguran las mangueras a las boquillas.
8. Aplica aire comprimido a través de las mangueras y las boquillas. Coloca la boquilla del aire
comprimido en el extremo de la manguera y deslízala lo más que puedas. Presiona el botón hacia
abajo para forzar el paso del aire a través de la manguera. Si detectas una acumulación de suciedad
en el interior, esta saldrá por el otro lado. Rocía desde cada extremo de la manguera para asegurarte
de eliminar todo el material. Luego, apunta el aire comprimido hacia el respaldo de las boquillas del
limpiaparabrisas y también aplica aire a través de ellas. Puedes comprar un envase de aire
comprimido en una ferretería local.
9. Advertencia: evita aplicar aire comprimido desde los extremos exteriores de las boquillas, ya que
podrías dañar las válvulas que evitan que la suciedad y otros materiales ingresen a las mangueras.
10. Reconecta las mangueras a la bomba y las boquillas. Presiona el extremo de la manguera sobre la
parte inferior del capó y la conexión de la boquilla. Desliza la manguera lo más que puedas sobre la
boquilla, de manera que sea menos probable que presente fugas. Conecta las demás mangueras al
resto de las boquillas. Luego, vuelve a enchufar el extremo inferior de la manguera al costado de la
bomba para evitar que el tanque siga goteando.[16]
11. Rellena el tanque para probar los limpiaparabrisas. Abre el tanque y agrega líquido hasta la línea de
llenado. Cierra el capó antes de encender la batería. Mantén presionado el botón del parabrisas
durante aproximadamente 3 o 4 segundos para que el líquido comience a salir de la bomba. Es
normal que el líquido limpiaparabrisas salga cuando comiences a rociarlo por primera vez, pero
debería formar una corriente constante en unos segundos.[17]
12. Si el limpiaparabrisas aún no funciona, es probable que exista un problema con el sistema eléctrico.

Método 4

Probar las conexiones eléctricas

1. Ubica el fusible que controla la bomba del limpiaparabrisas. Busca la caja de fusibles debajo del capó
cerca del guardabarros delantero. Revisa el diagrama de fusibles sobre la cubierta para localizar el
fusible que controla la bomba del limpiaparabrisas. Retira la tapa de la caja de fusibles y busca el que
corresponda.[18]
2. Consulta el manual de servicio si tienes problemas para localizar la caja de fusibles.
3. Consejo: por lo general, la bomba del limpiaparabrisas se ubica sobre el mismo fusible que los
motores que controlan el brazo del limpiaparabrisas. Si comparten un fusible y los brazos aún se
mueven cuando las enciendes, entonces la bomba presenta un desperfecto.
4. Prueba el fusible con un multímetro para conseguir una continuidad por debajo de 1 ohmio. Ajusta el
multímetro en la configuración de ohmios (Ω) más baja para medir la continuidad a través del fusible.
Extrae el fusible de la caja y colócalo sobre una superficie plana. Coloca el primer sensor contra la
punta izquierda del fusible y el segundo contra la otra punta. Busca detectar una lectura inferior a 1 en
el multímetro para asegurarte de que tenga continuidad. Si consigues una lectura “OL” o “ABIERTA”
en el multímetro, entonces el fusible se ha fundido. Lleva el fusible antiguo a una tienda de
suministros automotrices para que puedas conseguir un repuesto.
5. Desenchufa el conector del cable de la bomba del limpiaparabrisas. Mantén el motor y la batería del
vehículo apagados. Ubica la bomba en el fondo del tanque del limpiaparabrisas, que generalmente se
ubica cerca del respaldo del pozo del motor o cerca del guardabarros delantero. Busca un conector
de cable, que se parezca a una caja negra conectada al lado de la bomba con cables que conduzcan
hasta la caja de fusibles. Toma la base de la caja y extráela de la bomba para desconectarla.[20]
6. Es probable que te resulte más sencillo acceder a la bomba si elevas el vehículo o extraes una de las
llantas delanteras.
7. Enchufa una luz de prueba en el conector que conduce de regreso a la caja de fusibles. Las luces de
prueba solo se encienden si el voltaje correcto las atraviesa. Enchufa las puntas de una luz de prueba
de 12 voltios en el conector y presiónala lo más que puedas. Deja que la luz cuelgue cerca de la
bomba para que puedas verla con facilidad mientras pruebas el cableado. Puedes conseguir luces de
prueba en una ferretería local.
8. Enciende la batería del vehículo y opera la bomba del parabrisas. Gira la llave en el encendido para
arrancar la batería y mantener el motor apagado. Presiona el botón del lavaparabrisas y mantenlo
presionado. Las aspas no funcionarán, pero activarán el fusible del limpiaparabrisas.[22]
9. Si tienes problemas para ver la luz mientras presionas el botón, pídele a un ayudante que lo presione
mientras observas la luz.
10. Reemplaza la bomba si la luz de prueba se enciende. Mientras mantienes presionado el botón,
observa la luz de prueba para verificar si se enciende. Si es el caso, el cableado del vehículo
funcionará correctamente y el problema residirá en la bomba. Debes llevarlo a un mecánico para que
la reemplace. Si la luz no se enciende, es probable que exista un problema con el interruptor o el
cableado. Debes consultar con un mecánico, ya que puede ser muy difícil reparar el sistema eléctrico
del automóvil por tu cuenta.

Método 5

1. Reubicar la boquilla
2. Coloca un imperdible en el agujero de la boquilla. Escoge un imperdible o una herramienta que sea lo
suficientemente estrecha como para que quepa en el agujero exterior de la boquilla. Empuja el
imperdible 1 cm (½ pulgada) en el agujero para que puedas controlar la boquilla con mayor facilidad.
Es probable que encuentres una herramienta especial diseñada para colocar las boquillas del
parabrisas. Puedes conseguirlas por aproximadamente 5 dólares en una tienda de suministros
automotrices.
3. Mueve el imperdible para apuntar la boquilla hacia el centro del parabrisas. Mueve el imperdible hacia
arriba, hacia abajo, hacia la izquierda o hacia la derecha para ajustar la dirección de pulverización de
la boquilla. Trata de mover la boquilla de manera que la corriente caiga en el centro del parabrisas y
los limpiaparabrisas distribuyan el líquido de manera uniforme. Solo debes realizar pequeños ajustes
en la dirección de la boquilla, ya que podría rociar más cantidad de la esperada. No trates de forzar el
movimiento de la boquilla si hace resistencia. De lo contrario, podrías romperla.
4. Prueba el limpiaparabrisas para asegurarte de que el líquido se distribuya de manera uniforme.
Enciende la batería del vehículo y presiona el botón del limpiaparabrisas. Mantén presionado el botón
hasta que el líquido rocíe el parabrisas. Si no cae en el centro del parabrisas, toma nota mental de
hasta dónde necesitas moverlo para que puedas realizar el ajuste desde ese lugar. Si la boquilla rocía
demasiado alto o bajo, el líquido puede omitir el parabrisas por completo.

Consejos: Consulta el manual de servicio si tienes problemas para localizar las piezas, ya que su ubicación
puede variar según la marca y el modelo.

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