Está en la página 1de 21

Ejercicio de las acciones de responsabilidad civil

Aspectos prácticos y generalidades

Distintos de legitimación pasivos. Legitimados directos e indirectos.

Extinción de la acción indemnizatoria

Principales aspectos procesales vinculados con la pretensión resarcitoria

Referencias
LECCIÓN 1 de 5

Aspectos prácticos y generalidades

Tal como venimos trabajando en las lecturas anteriores, iniciaré con un caso práctico para que puedas ubicar la utilidad de los conceptos teóricos.

En línea con el sujeto a quien la ley autoriza para reclamar por daños, un caso resuelto por la Sala B de la Cámara Civil Nacional, que acordó legitimación activa para reclamar

por daños y perjuicios a una persona, ante el deceso de una mujer que cumplió el rol maternal1. Dicho de otro modo, una persona demandó los daños derivados de la muerte de
quien no era su madre, pero que lo crio desde los nueve años cumpliendo el rol maternal.

[1] CNCivil, Sala B. Marote Jorge Gabriel c/ Viera Ángel Adriano y otros. (2008). Recuperado de https://bit.ly/3lZW2qj

Para decidir, los jueces establecieron que la interrupción de la vida no solo puede afectar los intereses de los ascendientes, descendientes y cónyuges, sino también de otras

personas sin vínculo familiar pero interesadas, quienes deberán demostrar el perjuicio sufrido2. En este caso es que hablamos de “trato familiar ostensible” en el reclamo por
daño moral.

[2] CNCivil, Sala B. Marote Jorge Gabriel c/ Viera Ángel Adriano y otros. (2008). Recuperado de https://bit.ly/3lZW2qj

Sobre cosas muebles, un fallo dejó sentado que los usuarios de los automotores pueden ser indemnizados por los daños al vehículo, aunque no sean titulares registrales. En este

sentido, es interesante dado que en cuestión resarcitoria, se establece que puede reclamar el poseedor o el usuario del automóvil, siembre que acredite el uso del mismo3. En
dicho fallo, se expone:

El día 8 de abril de 2006, aproximadamente a las 6:30 h, el Sr. J. M. B., quien transitaba por la calle Tte. Gral. Juan Domingo Perón a bordo del vehículo
Renault Megane, dominio xxx-xxx colisionó con una motocicleta marca Honda Biz, dominio xxx-xxx, guiada por el demandado que se desplazaba por la
calle Mario Bravo.

El Sr. juez de grado admitió la legitimación del accionante en función que en la causa penal el actor acreditó la posesión del vehículo Renault Megane
dominio xxx-xxx, y que se constató que conducía dicho rodado el día del accidente.

El cuestionamiento fundado en la sola ausencia de titularidad registral del dominio no puede prosperar, ya que para promover la reparación de los

detrimentos ocasionados al vehículo (…) la indemnización podría ser reclamada por los damnificados, entre ellos el poseedor, el usufructuario o el usuario4.

[3] CNCivil, Sala E. B. J. M. c/ K. M. (2018). Recuperado de https://bit.ly/3ibBh8N

[4] CNCivil, Sala E. B. J. M. c/ K. M. (2018). Recuperado de https://bit.ly/3ibBh8N

De lo expuesto se infiere que tiene derecho resarcitorio cualquier sujeto damnificado o con interés suficiente para la promoción de la acción. Se trata de supuestos donde lo que
está en juego es la legitimación para reclamar. Es por eso por lo cual, en esta unidad, vamos a trabajar cuestiones sustanciales y procesales que están vinculadas con la calidad
para reclamar el daño y, por cierto, la faz pasiva, esto es, quién es el sujeto a quien corresponde reclamar el daño. Así como no todo daño es resarcible –cabe recordar la
diferencia que se había fijado entre daño real y daño jurídico en la unidad 3- no todo sujeto, que considere haber sufrido un menoscabo, tiene legitimación para reclamarlo, pues
existen reglas prefijada para ello. Por ejemplo, puede ocurrir que un sujeto sea demandado por un accidente de tránsito que se ha producido en agosto de 2015. Pero el
demandado adquiere el vehículo en noviembre de dicho año, con lo cual, no era el titular registral al momento del accidente. En este caso, ¿tiene legitimación pasiva? ¿Qué
ocurre si, por ejemplo, era guardián? ¿Debería demandarse al conductor y al actual dueño? Todas estas cuestiones son las que tienen que ver con la legitimación. También el
ejemplo permite distinguir entre acción procesal y pretensión procesal. La primera es el derecho de acudir a la jurisdicción buscando tutela jurídica, independientemente de la
razón o sinrazón del accionante, y puede dar lugar al inicio de un proceso o procedimiento. La pretensión – caracterizada como el contenido de la acción- tiene que ver con la
posibilidad de obtener una sentencia favorable en ese proceso. Cosa distinta es la demanda, que es un documento donde se plasma la pretensión.

Para determinar las cuestiones expuestas en el caso, en la ciencia procesal se acude a la llamada legitimación sustancial, que se define como la coincidencia entre quien pretende
o es pretendido, y aquel a quien la ley habilita para ello.

Se desprende de lo anterior la idea de legitimado activo y pasivo. La legitimación activa es la aptitud para el ejercicio de una acción, para ocupar la calidad de actor como titular
de la pretensión formulada en la causa.

La legitimación pasiva, en cambio, se da respecto de la persona contra quien debe proceder el damnificado: contra el que corresponde ejercitar la acción de responsabilidad.

El problema de la legitimación activa y pasiva versa sobre la determinación del sujeto legitimado para reclamar y del sujeto legitimado para recibir ese reclamo. La legitimación
activa y pasiva constituye un presupuesto de la pretensión para la sentencia de fondo, ya que determina quiénes deben o pueden demandar o ser demandados.

Como principio general, todo aquel que haya sufrido un perjuicio material como consecuencia de un hecho o evento dañoso tiene derecho a la reparación, salvo algunos
supuestos donde la legitimación es limitada.

Legitimación activa. Actual régimen del artículo 1772 del Código Civil y Comercial5

[5] Art. 1772, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

Legitimados activos

El Código Civil y Comercial6 (en adelante CCCN) dejó sin efecto el Capítulo IV del Título VIII, de la Sección II del Libro II del Código Civil7 derogado, que contenía los

artículos 1096 a 11068. Estas normas regulan diferentes cuestiones, tales como:

1 los sujetos de la acción (legitimación activa y pasiva);

2 las relaciones entre la acción civil y la acción criminal;

3 la coexistencia del proceso civil y del proceso penal;

4 el efecto recíproco de la cosa juzgada,

5 la extinción de la acción.

[6] Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[7] Ley 340. Código Civil de la Nación. (1869). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0
[8] Ley 340. Código Civil de la Nación. (1869). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0

El régimen anterior permitía distinguir al “damnificado directo”: conforme el artículo 10799 del texto derogado, la indemnización estaba dirigida a quien ha sido damnificado en
forma directa. El damnificado directo es la víctima del hecho ilícito, sea que esta recaiga sobre su persona o bienes. Pero también se hablaba del “damnificado indirecto”, de

conformidad al mismo artículo derogado del Código Civil (en adelante CC)10.

[9] Art. 1079, Ley 340. Código Civil de la Nación. (1869). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0

[10] Art. 1079, Ley 340. Código Civil de la Nación. (1869). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0

Régimen del Código Civil y Comercial11

[11] Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

En el actual régimen, según el artículo 1739 del CCCN, es válido efectuar la distinción entre damnificados directos e indirectos, pues la norma expresa: “Para la procedencia de

la indemnización debe existir un perjuicio directo o indirecto”12, lo que otorga legitimación en ambos sentidos.

[12] Art. 1739, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

En otras palabras, tienen derecho a solicitar el resarcimiento: a) aquellos que son víctimas del hecho identificado como el sujeto titular del interés inmediatamente lesionado por
el hecho ilícito; la víctima inmediata del daño, que experimenta un menoscabo a un interés propio, y b) aquellos que, sin haber sido víctimas o damnificados directos, sufren un
daño como consecuencia del hecho. Se recuerda aquí la distinción entre daño directo e indirecto efectuada en las unidades 3 y 9. Allí se decía que -en su segunda aserción- los
daños directos son los que sufre la víctima del ilícito, y los indirectos, los que reclama una persona distinta de la víctima por derecho propio derivado de aquel (por ejemplo, la
viuda que reclama el daño moral causado por la muerte del esposo).

Daño patrimonial y daño extramatrimonial

La clasificación efectuada permite colegir que el daño patrimonial puede ser reclamado por la víctima directa, como también por la víctima indirecta del daño. Por cierto, que:

Esta amplitud en la legitimación [damnificados directos e indirectos] no puede ser interpretada de modo que autorice a exigir el resarcimiento a todos los
terceros que puedan demostrar alguna repercusión perjudicial cualquiera, derivada del acto ilícito en su patrimonio, pues una interpretación de tal extensión
estaría reñida con la tradición jurídica y con el buen sentido, ya que una responsabilidad ilimitada conduciría casi siempre al aniquilamiento económico del

responsable13.

[13] Primera Cámara Civil de Apelaciones de Mendoza, Sala de Acuerdos. Aguilera, María Adela C/Cutrera. (2009). Recuperado de https://bit.ly/3ioLtuZ

Para evitar estas situaciones injustas, en el caso de la legitimación indirecta para el daño patrimonial, la legitimación está dada siempre que no se afecten derechos
personalísimos. En los demás casos debe existir una relación adecuada de causalidad.
También encontramos el supuesto de legitimación para reclamar daño material en caso de muerte de la víctima. Así, el artículo 174514 del CCCN otorga la posibilidad de
reclamar los gastos para la asistencia y funeral de la víctima, los alimentos del cónyuge o conviviente, hijos menores de 21 años, hijos incapaces o con capacidad restringida
(llamado daño legal presunto) y la pérdida de chance de ayuda futura.

[14] Art. 1745, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

En relación con el daño moral, los artículos 1741 y ss. del CCCN15 reconocen el derecho a obtener reparación, cualquiera sea la fuente generadora del detrimento o el hecho de
atribución aplicable.

[15] Art. 1741 y ss., Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

Respecto de la reforma del CCCN y la legitimación para reclamar daño moral, en primer lugar, podemos decir que esta es solo directa (únicamente la víctima), aunque

excepcionalmente será indirecta (artículo 1741 del CCCN)16

[16] Art. 1741, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

Se efectuaron dos modificaciones relevantes en torno a la legitimación indirecta, que puede analizarse en dos aristas.

1 En caso de fallecimiento de la víctima. La norma17 descarta la referencia a los “herederos forzosos” a la que aludía el artículo 107818 del CC derogado,
incluyéndose ahora –de modo expreso- a los ascendientes, descendientes, cónyuges y a quienes tuvieran un trato familiar ostensible. El reemplazo de la
figura de los herederos forzosos evita la discusión sobre el desplazamiento que, por ejemplo, los descendientes generan sobre los ascendientes, lo que
conducía a situaciones injustas. Esta expresión, “trato familiar ostensible”, es vaga o de textura abierta.

Se considera que una expresión es vaga en la medida en que hay casos (reales) en los que su aplicabilidad es dudosa. En términos lógicos, no es decidible
sobre la base de los datos preexistentes y solo puede resolverse a partir de una decisión lingüística adicional. Y se considera que es de textura abierta,
cuando podemos delimitar los casos claramente incluidos y excluidos en un caso (núcleo de certeza), pero entre ambas esferas se mantendrá también una
zona de penumbra, donde es dudoso si resulta o no predicable. Todas las expresiones lingüísticas, al menos las del lenguaje natural, presentan algún grado
de indeterminación. A esto es a lo que se hace referencia cuando se habla de la textura abierta del lenguaje.

De todos modos, el análisis gramatical de la expresión implica establecer como requisito imprescindible la idea de convivencia de hecho de la víctima,
teñida de cierta regularidad con el damnificado. Piénsese, por ejemplo, en el hermano que vive en otra provincia por motivos de estudios, ¿tiene trato
familiar ostensible con el hermano fallecido? Esto es opinable.

[17] Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[18] Art. 1078, Ley 340. Código Civil de la Nación. (1869). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0

2 En caso de que la víctima subsista. Si bien, por regla, en este caso, la legitimación está limitada al damnificado directo, la novedad es que se admite la
posibilidad de reclamo no solo ante el deceso de la víctima, sino también ante el sufrimiento de una “gran discapacidad”. Este término podría resultar
problemático por su textura abierta y dependerá de la valoración del caso concreto, pudiendo concluirse que, básicamente, lo que deberá ser materia de
juicio es la mayor o menor dependencia que la víctima tendrá respecto de los sujetos indemnizables.

Legitimación y daño colectivo

En relación con el daño colectivo, el titular es un grupo asociativo no ocasional gestado en razón de la existencia de objetivos comunes, que cuenta con ente representativo. La
legitimación para reclamar compete al grupo y, por cierto, sus efectos obligan a este (para profundizar sobre acciones de clase, intereses difusos, intereses individuales
homogéneos, ver Pizarro y Vallespinos (2012), p. 843 y ss.). Lamentablemente, el Código19 vigente no contempla estas situaciones, por cuanto el texto elaborado por la

comisión redactora fue modificado, eliminándose los proyectados artículos 1745, 1746 y 1747 del Anteproyecto20.

[19] Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[20] Arts. 1745, 1746 y 1747, Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación. (2012). Recuperado de https://bit.ly/35rQcZ9

Actual régimen del artículo 1772 del Código Civil y Comercial21

[21] Art. 1772, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

El nuevo Código Civil22 regula, en la Sección 10.a, sobre el ejercicio de las acciones de responsabilidad, con dos artículos referidos al tema.

[22] Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

Dice el CCCN:

Daños causados a cosas o bienes. Sujetos legitimados. La reparación del menoscabo a un bien o a una cosa puede ser reclamado por:

a) el titular de un derecho real sobre la cosa o bien;

b) el tenedor y el poseedor de buena fe de la cosa o bien23.

[23] Art. 1772, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

“Acción contra el responsable directo e indirecto. El legitimado tiene derecho a interponer su acción, conjunta o separadamente, contra el responsable directo y el indirecto”24.

[24] Art. 1773, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

El texto del artículo 177225 debe ser concordado con los artículos 15 y 16 del CCCN26, pues determina quiénes están legitimados para reclamar daños a una cosa o un bien.

Estas normas deben ser relacionadas con el Libro Primero, Parte General, Título III, Capítulo 1 (art. 225 y ss.)27, que trata sobre los bienes con relación a las personas y los

derechos de incidencia colectiva. Esta sección es un parte general que regula todo el Libro Cuarto, dedicado a los derechos reales (art. 1882 y ss.)28.

[25] Art. 1772, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[26] Art. 15 y 16, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[27] Art. 225 y ss., Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[28] Art.1882 y ss., Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
El nuevo Código regula los derechos individuales diferenciándolos de los derechos de incidencia colectiva (artículo 14)29. Los derechos individuales pueden recaer sobre bienes

que integran el patrimonio (artículo 15)30. Los bienes son susceptibles de valor económico; los bienes materiales son cosas (artículo 16)31. Es decir, los bienes con valor
económico pueden ser materiales –que la norma llama cosas- o inmateriales.

[29] Art. 14, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[30] Art. 15, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[31] Art. 16, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

El artículo32 se ocupa de quienes pueden pedir la reparación de los daños que afectan las cosas o los bienes, y hace el distingo entre la vinculación real del
sujeto con la cosa o el bien, otorgando legitimación a:

[32] Art. 1772, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

1 “el titular de un derecho real”33. La norma resulta evidente, pues en los damnificados, generalmente es el “dueño” de la cosa o el bien a quien
técnicamente la norma llama el titular del derecho de propiedad. Como se mencionó antes, esta calidad dependerá de las reglas fijadas en el Libro Cuarto,
dedicado a los derechos reales (artículo 1882 y ss.)34;

[33] Art. 1772, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[34] Art. 1882 y ss., Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

2 “el tenedor y el poseedor de buena fe”35. El tenedor tiene legitimación para reclamar por los daños a la cosa porque es quien tiene el goce de la cosa, y el
daño perturba su derecho. En cuanto al poseedor, el Código36 distingue que el único que tiene legitimación es el poseedor de buena fe. Según el artículo
1918, el poseedor “es de buena fe si no conoce, ni puede conocer, que carece de derecho, es decir, cuando por un error de hecho esencial y excusable está
persuadido de su legitimidad”37. Es de mala fe:

a) cuando el título es de nulidad manifiesta;

b) cuando se adquiere de persona que habitualmente no hace tradición de esa clase de cosas y carece de medios para
adquirirlas;

c) cuando recae sobre ganado marcado o señalado, si el diseño fue registrado por otra persona38.

[35] Art. 1772, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8

[36] Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[37] Art. 1918, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8

[38] Art. 1919, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8

3 La posesión es viciosa, según el artículo 1921, cuando:


Es de cosas muebles adquiridas por hurto, estafa, o abuso de confianza; y cuando es de inmuebles, adquiridos por violencia,
clandestinidad, o abuso de confianza. Los vicios de la posesión son relativos respecto de aquel contra quien se ejercen. En todos los
casos, sea por el mismo que causa el vicio o por sus agentes, sea contra el poseedor o sus representantes39.

[39] Art. 1921, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8

Esas normas vienen a reemplazar el texto del artículo 1110 del CC, que establecía:

Puede pedir esta reparación no solo el que es dueño o poseedor de la cosa que ha sufrido el daño o sus herederos, sino también el usufructuario, o el usuario,
si el daño irrogase perjuicio a su derecho.

Puede también pedirlo el que tiene la cosa con la obligación de responder de ella, pero solo en ausencia del dueño40.

[40] Art. 1110, Ley 340. Código Civil de la Nación. (1869). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0

Como vemos, la redacción es similar, adecuándose la nueva norma (artículos 1772 y 1773 del CCCN41) a la nueva regulación en materia de bienes y cosas.

[41] Arts. 1772 y 1773, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
LECCIÓN 2 de 5

Distintos de legitimación pasivos. Legitimados directos e indirectos.

El artículo 1773 del CCCN dispone: “Acción contra el responsable directo e indirecto. El legitimado tiene derecho a interponer su acción, conjunta o separadamente, contra el

responsable directo y el indirecto”42.

[42] Art. 1773, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

Por esta razón, la legitimación pasiva puede estar compuesta por este elenco de sujetos, sean responsables directos o indirectos.

1 Autor del hecho (artículo 1749 del CCCN): “Es responsable directo quien incumple una obligación u ocasiona un daño injustificado por acción u
omisión”43. El autor del hecho que haya actuado con dolo o culpa (artículo 1724 del CCCN)44, o bien a quien le sea aplicable un factor objetivo de
atribución (artículo 1722 del CCCN)45.

[43] Art.1749, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[44] Art.1724, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[45] Art.1722, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

2 Consejeros o cómplices del autor del delito (artículo 1752 del CCCN): “El encubridor responde en cuanto su cooperación ha causado daño”46.

[46] Art.1752, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

3 Persona que lucró con los efectos de un delito. Este sujeto puede ser demandado por indemnización de daños y perjuicios hasta la concurrencia de lo que
hubiera recibido (artículo 32 del Código Penal, en adelante CP)47.

[47] Art. 32, Ley 11179. Código Penal de la Nación. (1984). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2DOtBKU

4 Dueño o guardián. El dueño de la cosa cuyo vicio o riesgo causó daño a otro (artículo 1758 del CCCN)48.

[48] Art.1758, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

5 Personas que responden por los hechos de otro, entre ellas, los padres, tutores, curadores, el principal, etc. (Sección sexta, arts. 1753 y ss. del CCCN)49.

[49] Art.1753 y ss., Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

6 Sucesores universales. Los sucesores universales de las personas mencionadas precedentemente, a quienes se transmiten las obligaciones pasivamente.

7 Pluralidad de responsables (artículo 1751 del CCCN): “Si varias personas participan en la producción del daño que tiene una causa única, se aplican las
reglas de las obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de causas distintas, se aplican las reglas de las obligaciones concurrentes”50.

[50] Art. 1751, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Para finalizar la explicación sobre legitimación directos e indirectos, abordaremos dos aspectos prácticos fijados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que, si bien
tuvieron como foco el análisis del artículo 1078 del derogado Código Civil, resultan muy útiles para comprender los aspectos relacionados con la acción por indemnización del

daño moral. Se trata de los casos “Lima, Maira Joana y otros c/Agon, Alfredo; Sastre, María Patricia y otros s/ daños y perjuicios"51 y "González, Marisa Graciela y otros c/

Estado Nacional – M Justicia y Der. Hum. - Gendarmería Nacional s/ daños y perjuicios"52, se pronunció, con distintos matices, en favor de la constitucionalidad del hoy
derogado artículo 1078 del CC, pero con claras referencias al vigente Código Unificado como podremos ver a continuación.

[51] CSJ. Lima, Maira Joana y otros c/Agon, Alfredo; Sastre, María Patricia y otros. (2017). Recuperado de https://bit.ly/2ZjK29i

[52] CSJ. González, Marisa Graciela y otros c/ Estado Nacional – M Justicia y Der. Hum. - Gendarmería Nacional. (2017). Recuperado de https://bit.ly/3m4yu3J

El primer fallo versó sobre un caso en el que una mujer fue víctima de un accidente de tránsito que le causó fractura de muñeca, de cadera, acortamiento de
pierna derecha, dificultad masticatoria, trastorno depresivo mayor de tipo grave y estrés postraumático entre otras, en donde, por la declaración de
inconstitucionalidad del artículo 1078 se permitió que los hermanos y padres de la actora sean resarcidos por daño moral.

Allí la Corte (…) revocó la declaración de inconstitucionalidad del apartado de la norma que establecía que la acción por indemnización del daño moral
“solo competía al damnificado directo”.

Según el criterio de los supremos, en el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, se mantiene la regla según la cual “solo el damnificado directo se
encuentra legitimado para reclamar la indemnización de las consecuencias no patrimoniales del hecho ilícito”. “La legitimación activa ha sido ampliada en el
nuevo código pero únicamente para los casos de muerte o de gran discapacidad de la víctima” (…).

De acuerdo con este temperamento, el 1078 “tampoco importa una restricción inconstitucional al principio de reparación integral”, dado que en la decisión
de “acotar la legitimación para reclamar el daño moral” obedece a “criterios objetivos y razonables”, y procura “la realización de un fin legítimo vinculado
con la previsibilidad de los riesgos y cobertura de los daños de los hechos ilícitos”.

“El legislador entendió que no es posible exigirle al generador del hecho ilícito que indemnice a todo aquel que meramente invoque la existencia de daño
moral y que es necesario evitar la proliferación excesiva de reclamos, lo cual contribuye a la previsibilidad y cobertura de los riesgos. Por lo tanto, estableció
en qué casos los jueces pueden presumir su existencia”.

En el segundo de los casos, se reclamaba una indemnización por la muerte de un gendarme que se electrocutó, la inconstitucionalidad en el caso fue
planteada con relación al concepto de “heredero forzoso” ya que un menor, que convivía con la víctima pero no era su hijo, también pretendía ser
indemnizado por daño moral (Werner, 2017, https://bit.ly/2F5jemE).

En el entonces vigente artículo 1708 del CC no existía la posibilidad de reclamar para quien “tenía trato familiar ostensible” como ahora lo indica el nuevo Código53. Es por eso

por lo que bajo ese régimen derogado, la Corte dijo que “el niño “carecía del vínculo de derecho que lo colocase en la situación prevista por la ley”54.

[53] Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[54] CSJ. González, Marisa Graciela y otros c/ Estado Nacional – M Justicia y Der. Hum. - Gendarmería Nacional. (2017). Recuperado de https://bit.ly/3m4yu3J

Los supremos explicaron que la víctima fallecida convivía con su pareja, sus dos hijos –que sí fueron indemnizados- y el hijo de su pareja, a quienes
dispensaba el mismo trato y, en relación con este último, lo tenía bajo su cuidado. Para el juez Maqueda, [que fue minoría en el fallo], negarle al niño la
posibilidad de reclamar y obtener idéntico resarcimiento de un perjuicio cierto y con adecuada relación de causalidad con el hecho dañoso, implica un trato
desigual que no encuentra sustento en fundamento objetivo y razonable y, por ende, resulta contrario a la garantía contemplada por el art. 16 de la
Constitución Nacional.
Maqueda sostuvo que aplicar de manera literal la restricción del artículo 1078 conduce a privilegiar un concepto tradicional que no se condice con la
amplitud que en la actualidad se da al término "familia”, particularmente a la luz del plexo normativo internacional incorporado a nuestra Constitución
Nacional con la reforma de 1994.

Rosatti, por su parte, postuló que el concepto de familia debe entender con mayor y, de acuerdo con las circunstancias comprobadas de la causa, negarle al
niño “la posibilidad de reclamar y obtener el resarcimiento de un perjuicio acreditado en autos a quien integraba el núcleo familiar de la persona fallecida,
conduce a vulnerar el derecho a la protección integral de la familia” (Werner, 2017, https://bit.ly/2F5jemE).

La posición de estos dos jueces es la que se encuentra plasmada hoy, en el texto del artículo 1741 del CCCN55.

[55] Art. 1741, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

Sujeto que se beneficia con los efectos de un delito

Este sujeto puede ser demandado por indemnización de daños y perjuicios hasta la concurrencia de lo que hubiera recibido (artículo 32 del CP)56.

[56] Art. 32, Ley 11179. Código Penal de la Nación. (1984). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2DOtBKU

El asegurador responsable. Naturaleza de la acción contra el asegurador del responsable

Se ha discutido si el damnificado del hecho ilícito tiene acción directa en contra del asegurador del autor del daño cuando el riesgo se halla cubierto por un seguro de
responsabilidad civil por daños a terceros. La doctrina se ha mostrado favorable a dicha conclusión. La jurisprudencia se ha pronunciado en contra de la admisión de la acción
directa, fundándose en que el responsable del hecho contrata el seguro para cubrir su responsabilidad eventual, pensando en sí mismo, y no trata de protegerse contra las
consecuencias de su culpa o negligencia; no ha estipulado entonces para otro, ni administrado un negocio ajeno.

Esta cuestión, puede pensarse, ha quedado definitivamente resuelta por el artículo 118 de la Ley de Seguros N.° 17418, que dispone:

El damnificado puede citar en garantía al asegurador hasta que se reciba la causa a prueba. En tal caso debe interponer la demanda ante el juez del lugar del
hecho o del domicilio del asegurador.

La sentencia que se dicte hará cosa juzgada respecto del asegurador y será ejecutable contra él en la medida del seguro. En este juicio o en la ejecución de la

sentencia el asegurador no podrá oponer defensas nacidas después del siniestro57.

[57] Art. 118, Ley 17.418. Ley de Seguros. (1967). Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de https://bit.ly/32aw2Rj

De la norma citada surge que no existe acción directa contra el asegurador, sino un dispositivo legal con características propias. En tal sentido, la acción directa se da contra el
deudor del deudor del accionante, sin intervención del titular del crédito que se reclama, pues aquel actúa en su propio nombre en el ejercicio de la acción directa.
Pluralidad de responsables. Remisión

Pudimos ver que el artículo 1751 del CCCN determina: “Si varias personas participan en la producción del daño que tiene una causa única, se aplican las reglas de las

obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de causas distintas, se aplican las reglas de las obligaciones concurrentes”58. (Remitirse a lo expuesto en la unidad 11).

[58] Art.1751, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

La legitimación pasiva se trasmite por vía hereditaria a los sucesores universales y singulares. Son de aplicación los principios generales que rigen la materia, a los que hay que
remitirse. En el caso de la transmisión inter vivos, los sucesores singulares son responsables en la medida de la causa de esta transmisión, siendo aplicable al caso el régimen
jurídico de que se trate (cesión de derechos, de posición contractual, etc.).
LECCIÓN 3 de 5

Extinción de la acción indemnizatoria

Analizaremos, en este punto, los supuestos relacionados con la extinción de la acción indemnizatoria.

Distintos supuestos (renuncia, transacción prescripción. Momento a partir del cual se computa el
curso de la prescripción)

La acción resarcitoria se extingue por las siguientes causas.

1 Por renuncia que de ella haga el damnificado. Cabe recordar que, en caso de varios damnificados, las acciones son independientes las unas de las otras,
con lo cual la renuncia de uno de ellos no perjudica a los demás.

2 Por transacción. El artículo 1641 del CCCN establece: “La transacción es un contrato por el cual las partes, para
evitar un litigio o ponerle fin, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones dudosas o litigiosas”59.

[59] Art. 1641, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

3 Por prescripción. Conforme el artículo 2561 del CCCN: “El reclamo de la indemnización de daños derivados de la responsabilidad civil prescribe a los
tres años”60. Y según el artículo 2554: “El transcurso del plazo de prescripción comienza el día en que la prestación es exigible”61, salvo en plazos
especiales como “el reclamo del resarcimiento de daños por agresiones sexuales infligidas a personas incapaces, que prescribe a los diez años. El cómputo
del plazo de prescripción comienza a partir del cese de la incapacidad”62. Toda otra cuestión no recae en el plazo genérico del artículo 256063 de cinco
años.

[60] Art. 2561, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[61] Art. 2554, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

[62] Art. 2561, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8

63] Art. 2560, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
LECCIÓN 4 de 5

Principales aspectos procesales vinculados con la pretensión resarcitoria

La demanda de daños. Determinación procesal del quantum reclamado. Supuesto del daño moral.
La fórmula “y que en más o menos resulte de la prueba”. Excepción de defecto legal

No deben confundirse acción, pretensión y demanda. La primera es un derecho a la tutela judicial efectiva, la segunda es la posibilidad de obtener una sentencia favorable y, la
última, es un acto procesal de documentación.

En este sentido, la demanda es un acto procesal de petición formal que tiene por objeto la apertura de la instancia. Se trata de un documento –que en nuestro sistema debe ser
escrito- que delimita la o las pretensiones, y es pieza fundamental de lo que consistirá la traba de la litis luego de la contestación de la demanda. Los efectos de la demanda
revisten gran importancia: a los efectos procesales, determina la calidad de las partes (actor y demandado), pone en marcha la instancia y fija la competencia judicial.

Ahora bien, como todo actor procesal, debe ajustarse a los requisitos que cada ley foral establezca según sea la jurisdicción que corresponda. Por esta razón, hay que remitirse

aquí a los códigos procesales vigentes en cada provincia, sin perjuicio de referirse de modo genérico al Código Procesal Civil y Comercial de la Nación64 (en adelante CPCCN)
como norma genérica, dejando a salvo –se reitera- los recaudos específicos de cada legislación procesal. Por este motivo, deberás consultar tu sistema procesal vigente.

[64] Ley 17454. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (1981). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2TBEJAc

Aclarado este punto, es menester destacar que las legislaciones procesales –en su mayoría- requieren –entre otros recaudos- que la cosa demandada sea designada con exactitud.
Esto quiere decir, que el elemento mediato de la pretensión sea identificado claramente, para factibilizar el ejercicio de defensa del demandado. Es decir, que el demando sepa

exactamente qué se le reclama. En este punto, las normas procesales requieren que, si lo reclamado es una suma de dinero, la misma sea estimada (artículo 330 del CPCCN)65.

[65] Art. 330, Ley 17454. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (1981). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2TBEJAc

Dice el último párrafo de la norma:

La demanda deberá precisar el monto reclamado, salvo cuando al actor no le fuere posible determinarlo al promoverla, por las circunstancias del caso, o
porque la estimación dependiera de elementos aún no definitivamente fijados y la promoción de la demanda fuese imprescindible para evitar la prescripción

de la acción. En estos supuestos, no procederá la excepción de defecto legal66.

[66] Art. 330, Ley 17454. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (1981). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2TBEJAc

En el proceso de daños es imprescindible especificar con claridad los daños resarcibles (a la persona o a sus bienes) reclamados y el monto que se pretende.

En consecuencia, cuando se elabora la demanda –además de los otros recaudos- se debe especificar la pretensión en sus aspectos formales y sustanciales.
Respecto del objeto o la cosa demandada, si se reclaman sumas de dinero debe precisarse, por regla, el monto reclamado, salvo que fuera imposible hacerlo. En este último
caso, ello debe manifestarse en el escrito inicial, y justificarse la imposibilidad. Esto puede suceder en algunos supuestos en los cuales la estimación dependa de otras
circunstancias que no han sido fijadas definitivamente o porque se interpuso la demanda al solo efecto de interrumpir la prescripción. Cuando esto suceda, corresponde utilizar
la fórmula “lo que en más o en menos resulte de la prueba a aportarse”. En consecuencia, el juez queda posibilitado de establecer una suma fija e invariable. Dicha suma será
fijada por el juzgador en función de los elementos probatorios aportados al proceso y el derecho aplicable. Una vez acreditada la existencia del daño, el juez tiene la facultad de
establecer su cuantía, incluso –en virtud de esta fórmula- por encima del monto estimado en la demanda, sin que esto implique violar la regla de congruencia (cfr. artículos 34

inciso 4 y 163 inciso 6 del CPCCN67), porque el uso de tal fórmula le otorga la apertura necesaria.

[67] Ley 17454. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (1981). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2TBEJAc

En un caso resuelto por la Sala Civil y Comercial del Superior Tribunal de Justicia de Santiago del Estero68, se alegaba que el monto indemnizatorio condenado:

[68] STJ. Sala Civil y Comercial. Castaño Rubén Marcelo c/ la Provincia de Santiago del Estero y/u otros. (2014). Recuperado de https://bit.ly/3ia2g4F

superó el monto indemnizatorio que fuera reclamado en el escrito inicial de demanda, incurriendo en una incongruencia respecto a lo pretendido por la
parte actora ya que si bien esta utilizó la fórmula “lo que en más o en menos resulte de las probanzas de autos...”, no existe en el expediente ninguna
actividad probatoria que justifique tal modificación. Al respecto cabe consignar, que “cuando el monto se subordina a lo que en más o en menos resulte de
la prueba o de las constancias de la causa o fórmulas similares, no hay inconveniente legal alguno para que el magistrado condene por una suma mayor a
la inicialmente estimada siempre y cuando dicha locución no importe un subterfugio que esconda la reticencia o ambigüedad del reclamante y que en
definitiva se traduzca en una inconducta procesal violatoria de los principios de buena fe, igualdad y lealtad procesales”(…). Asimismo (…) el empleo del
aditamento “... lo que en más o en menos resulte de la prueba en autos...”, carece de efectos si surge de los términos de la demanda que los montos
consignados no son estimativos sino efectivamente reclamados, por lo que aplicando dicho razonamiento a contrario sensu, se reconoce la eficacia de la
fórmula referida en tanto y en cuanto no sea utilizada como una deslealtad procesal, o a los fines de eludir la correcta reposición de las tasas judiciales o

como bien se expresó en el precedente mencionado el monto consignado en la demanda no se haya formulado en forma estimativa69.

[69] STJ. Sala Civil y Comercial. Castaño Rubén Marcelo c/ la Provincia de Santiago del Estero y/u otros. (2014). Recuperado de https://bit.ly/3ia2g4F

La prueba de los presupuestos de la reparación. Remisión

Remitirse a lo estudiado en cada una de las unidades en las que se trataron los presupuestos de la responsabilidad civil (unidades 3 a 7).

La sentencia de daños. Diversas clases de sentencias en el juicio de daños. Fundamentación.


Principio de congruencia

Por imperio del principio de congruencia, que implica la exacta correspondencia entre lo pretendido, lo resistido y lo fallado (artículo 34 inciso 4 y artículo 163 inciso 6 del

CPCCN71), el juzgador queda sujeto a los reclamos planteados en la demanda (y su contestación). El actor sujeta su petición a dichos rubros, ya que lo contrario implicaría

lesionar derechos de raigambre constitucional, como el derecho de defensa en juicio (artículo 18 de la Constitución Nacional72). Si se trata de daños a la persona que no hayan
ocasionado la muerte, se deberá establecer detalladamente cada una de las lesiones. Se deberá indicar si existe incapacidad sobreviniente física y psíquica, qué medicamentos,
estudios realizados, prótesis, asistencia médica o de enfermería se requiere, etc. Del mismo modo, se deberá especificar si existe daño moral y establecer los rubros
perfectamente detallados. Esto le permite al juez, al momento de sentenciar, expedirse acerca de los mismos.

[71] Ley 17454. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (1981). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2TBEJAc

[72] Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/36NHFgU
Monto no probado. Fijación de la etapa de ejecución de sentencia

La sentencia es el acto procesal que pone fin al proceso. Según alguna doctrina, puede ser clasificada en:

sentencia de condena: es aquella que impone el cumplimiento de una prestación, sea positiva (dar, hacer) o negativa (no hacer);

sentencias meramente declarativas:

sentencias constitutivas,

sentencias determinativas o específicas.

En los procesos de daños la sentencia es generalmente de condena e impone al demandado el pago de una suma de dinero, o bien el cumplimiento de una obligación de hacer (v.
g., publicación de una sentencia, etc.).

Al respecto, dice el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación: “Cuando la sentencia contenga condena al pago de frutos, intereses, daños y perjuicios, fijará su importe en

cantidad líquida o establecerá por lo menos las bases sobre que haya de hacerse la liquidación”72. Es decir, “la sentencia siempre fijará el importe del crédito o de los perjuicios

reclamados”73.

[72] Art. 165, Ley 17454. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (1981). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2TBEJAc

[73] Art. 165, Ley 17454. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (1981). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2TBEJAc

Ahora bien, puede ocurrir que las partes no hayan efectuado estimación o que el monto no pueda computarse en esa instancia. En tales casos, el juez hará lugar a la demanda,
siempre que su existencia esté legalmente comprobada, aunque no resultare justificado su monto.

Imposición de costas en el proceso de daños. Nociones generales

Este aspecto está relacionado con el derecho procesal civil y se encuentra regulado por los códigos procesales de cada una de las provincias de nuestro territorio nacional. Por lo
que deberás consultar la legislación local aplicable al caso.

Tomando como base y regla general el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación74, la imposición de costas en el proceso de daños se rige por los principios generales
establecidos, es decir, que quien resulta perdidoso es quien debe afrontar el pago de las costas. Este régimen es llamado “principio objetivo de la derrota”, según el cual quien
resulta perdidoso en el proceso debe abonar las costas (gastos judiciales y honorarios de los profesionales) a la parte ganadora. En caso de vencimientos recíprocos, las costas se
imponen según la proporción de estos vencimientos.

[74] Ley 17454. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (1981). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2TBEJAc

Dice el principio general establecido por el artículo 68 del Código Procesal Civil y Comercial:
La parte vencida en el juicio deberá pagar todos los gastos de la contraria, aun cuando esta no lo hubiese solicitado.

Sin embargo, el juez podrá eximir total o parcialmente de esta responsabilidad al litigante vencido, siempre que encontrare mérito para ello, expresándolo en

su pronunciamiento, bajo pena de nulidad75.

[75] Art. 68, Ley 17454. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (1981). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2TBEJAc

El recurso extraordinario y la responsabilidad por daños

El recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación está previsto en el artículo 14 de la Ley N.° 48, que establece que:

Una vez radicado un juicio ante los tribunales de provincia, será sentenciado y fenecido en la jurisdicción provincial, y solo podrá apelarse a la Corte
Suprema de las sentencias definitivas pronunciadas por los tribunales superiores de provincia en los casos siguientes:

1) cuando en el pleito se haya puesto en cuestión la validez de un tratado, de una ley del Congreso, o de una autoridad ejercida en nombre de la Nación, y la
decisión haya sido contra su validez;

2) cuando la validez de una ley, decreto o autoridad de provincia se haya puesto en cuestión bajo la pretensión de ser repugnante a la Constitución Nacional,
a los tratados o leyes del Congreso, y la decisión haya sido en favor de la validez de la ley o autoridad de provincia;

3) cuando la inteligencia de alguna cláusula de la Constitución, o de un tratado o ley del Congreso, o una comisión ejercida en nombre de la autoridad
nacional haya sido cuestionada y la decisión sea contra la validez del título, derecho, privilegio o exención que se funda en dicha cláusula y sea materia de

litigio76.

[76] Art. 14, Ley 48. Jurisdicción y Competencia de los Tribunales Nacionales. (1863). Congreso de la Nación Argentina, Recuperada de https://bit.ly/3k32cnK

Por otro lado, los artículos 15 y 16, de la misma norma, agregan:

Cuando se entable el recurso de apelación que autoriza el artículo anterior, deberá deducirse la queja con arreglo a lo prescripto en él, de tal modo que su
fundamento aparezca de los autos y tenga una relación directa e inmediata a las cuestiones de validez de los artículos de la Constitución, leyes, tratados o
comisiones en disputa; quedando entendido que la interpretación o aplicación que los tribunales de provincia hicieren de los Códigos Civil, Penal, Comercial

y de Minería, no dará ocasión a este recurso por el hecho de ser leyes del Congreso, en virtud de lo dispuesto en el inciso 11, artículo 67 de la Constitución77.

[77] Art. 15, Ley 48. Jurisdicción y Competencia de los Tribunales Nacionales. (1863). Congreso de la Nación Argentina, Recuperada de https://bit.ly/3k32cnK

En los recursos que tratan los dos artículos anteriores, cuando la Corte Suprema revoque, hará una declaratoria sobre el punto disputado, y devolverá la causa
para que sea nuevamente juzgada; o bien resolverá sobre el fondo, y aun podrá ordenar la ejecución, especialmente si la causa hubiese sido una vez devuelta
por idéntica razón78.

[78] Art. 16, Ley 48. Jurisdicción y Competencia de los Tribunales Nacionales. (1863). Congreso de la Nación Argentina, Recuperada de https://bit.ly/3k32cnK

La doctrina y jurisprudencia lo denomina "recurso extraordinario" pese a que la ley lo califica de apelación, ya que el mismo constituye, ciertamente, una instancia
extraordinaria, de excepción.

La ley fundamental, en su artículo 31, dispone que: "Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados con las potencias

extranjeras son la ley suprema de la Nación"79. El recurso extraordinario justamente tiene por misión lograr dicha supremacía de la Constitución, las leyes dictadas por el
Congreso y los tratados.

[79] Art. 31, Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/36NHFgU

Pese a que todos los jueces tienen el control constitucional en alguna medida, ciertas causas podrán ser llevadas a la Corte Suprema a fin de que la misma, a través del recurso
extraordinario, otorgue la interpretación final.

El recurso extraordinario tiene un objeto restringido, por lo que solo es admisible en los supuestos establecidos en el artículo 14 de la Ley N.° 4880. A ello se le suma la causal
de sentencias arbitrarias, que amplió las posibilidades de interponer dicho recurso, pero sin que el mismo pierda su carácter de extraordinario. Las cuestiones que posibilitan la
interposición del recurso son puramente de derecho, de tal modo que las cuestiones de hecho, en principio, quedan excluidas del mismo.

[80] Art. 14, Ley 48. Jurisdicción y Competencia de los Tribunales Nacionales. (1863). Congreso de la Nación Argentina, Recuperada de https://bit.ly/3k32cnK

En efecto, la jurisdicción de la Corte se limita a establecer la interpretación que corresponde dar a la cláusula constitucional o legal involucrada, o a determinar si alguna ley o
decreto resulta violatorio de la Constitución, sin abordar un análisis de las restantes cuestiones de la causa.

El proceso de daños puede ser campo fértil para que se constaten las circunstancias que habilitan la interposición de este recurso. Para ello, se debe realizar reserva de
interposición del recurso extraordinario en la primera oportunidad procesal. Entre las cuestiones que podrían dar apertura a este recurso, pueden mencionarse la violación del
derecho de defensa, igualdad ante la ley, debido proceso, sentencia arbitraria, violación al derecho a la reparación integral de jerarquía constitucional (artículos 16, 18, 19 y 33

de la Constitución Nacional)81, al igual que el derecho a la tutela y a la integridad física y moral, consagrado en el Pacto de San José de Costa Rica82. Respecto del derecho a la
reparación y su fundamento constitucional, hay que remitirse a lo estudiado en el módulo 1. Sin duda, la posibilidad de interponer el recurso extraordinario, en virtud de la
violación de dicho principio de jerarquía constitucional, es uno de los efectos que tiene darle la mentada jerarquía al mismo.

[81] Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/36NHFgU

[82] Convención Americana sobre Derechos Humanos. (1969). Organización de los Estados Americanos. Recuperado de https://bit.ly/2IK62BG

Para finalizar esta explicación, vamos a concluir abordando un aspecto práctico relacionado con el recurso extraordinario. Nos referimos al concepto de arbitrariedad. En efecto,

los supuestos enumerados en los tres incisos del artículo 14 de la Ley 4883, no cubren todos los casos en que la Corte Suprema puede habilitar la instancia extraordinaria. A
través de los años, específicamente a fines del año 1955, el máximo Tribunal comenzó a reinterpretar el concepto de la llamada "cuestión federal", dando lugar a la doctrina de
la arbitrariedad. De esta manera, la Corte ha ampliado el marco del recurso, creando un ámbito de excepción. Si bien no existe un concepto claro al respecto, “como ha dicho la
Corte Suprema [arbitrarias] son aquellas que presentan "omisiones y desaciertos de gravedad extrema en que, a causa de ellos, las sentencias quedan descalificadas como actos
judiciales" (Badalassi, 2018, https://bit.ly/35on8BE). También son arbitrarias:
"Las sentencias que omiten considerar y decidir cuestiones oportunamente propuestas por las partes y conducentes para la solución del litigio carecen de
validez como actos jurisdiccionales y deben ser dejadas sin efecto". Ejemplo de ello sería, omitir la consideración de pruebas dirimentes para la solución del
pleito.

También cuando la sentencia ha descalificado toda la prueba testimonial en virtud de las contradicciones en que incurrió uno de los testigos, omitiendo
analizar los dichos coincidentes de otros cuatro testigos (Badalassi, 2018, https://bit.ly/35on8BE).

[83] Art. 14, Ley 48. Jurisdicción y Competencia de los Tribunales Nacionales. (1863). Congreso de la Nación Argentina, Recuperada de https://bit.ly/3k32cnK

Es arbitrario prescindir del texto legal aplicable, es decir, “sentencias que omitían aplicar la norma jurídica que obviamente regía el caso, sin dar al respecto razón valedera
alguna” (Badalassi, 2018, https://bit.ly/35on8BE).

Sobre responsabilidad civil, la Corte Suprema dijo que:

Al declarar inaplicable la norma que regula la responsabilidad civil por el "riesgo creado" (art. 1113, segunda parte del Código Civil) pese al carácter
evidentemente riesgoso de la presencia en una ruta de una maquinaria agrícola, no puede prescindirse de la regulación atinente a la "culpa aquiliana" (art.
1109 del Código Civil) así como de la valoración del extremo mencionado en función de la norma indicada, y la sola aserción de que la hipotética omisión de
la autorización exigida por el art. 10 de la ley 13.893 por sí sola carece de entidad para sustentar la culpa del ilícito, constituye una mera afirmación

dogmática de quienes suscriben el fallo descalificable en los términos de la doctrina de la arbitrariedad de sentencia84.

[84] CSJ. Saharrera, Héctor Eduardo c/ Rispoli, Estanislao Mario. (1987). Recuperado de https://bit.ly/3bFv6aL

En otro supuesto se dijo que:

Resulta arbitraria la sentencia que atribuye responsabilidad a una ART por el accidente sufrido por el trabajador -embestido por un automóvil en la vía
pública mientras conducía un taxi como chofer dependiente- si, para dicho fin, prescinde de analizar de modo suficiente la configuración de los presupuestos
en materia de responsabilidad civil, en particular, la relación de causalidad entre el supuesto incumplimiento que se le imputa y el daño sufrido por el actor
(CSJN, 2019, https://bit.ly/3m9DNP8).

En otro caso se dispuso que es arbitraria la sentencia que omite tratar argumentos dirimentes:

Es arbitraria la sentencia que sin negar la existencia del daño, desestimó la responsabilidad civil de las demandadas con motivo de un accidente de trabajo
por considerar negligente la conducta del actor que declaró que se había introducido debajo del camión de la demandada sin avisar a nadie, soslayando
ponderar la injerencia que tuvo en el siniestro la acción de otro de sus dependientes, extremo sumamente relevante para la solución del caso que constituyó
uno de los argumentos introducidos de manera oportuna por el accionante, circunstancia que revela que no se analizaron de manera exhaustiva la totalidad de
las cuestiones fácticas decisivas y el cumplimiento de las obligaciones impuestas a la parte empleadora en orden a los deberes de seguridad e indemnidad
exigibles en cualquier relación contractual, máxime teniendo en cuenta que se trata del reclamo de un trabajador que posee una incapacidad laboral absoluta
y permanente (CSJN, 2019, https://bit.ly/3m9DNP8).
LECCIÓN 5 de 5

Referencias

Badalassi, E. N. (2018). El Recurso Extraordinario Federal: Incidencias procesales de la resolución. Concepto de Sentencia Definitiva. Recuperado de
http://www.saij.gob.ar/elias-badalassi-recurso-extraordinario-federal-incidencias-procesales-resolucion-concepto-sentencia-definitiva-dacf190149-2018-03-20/123456789-0abc-
defg9410-91fcanirtcod?q=%28id-
infojus%3Adacf190149%29+&o=0&f=Total%7CTipo+de+Documento%2FDoctrina%7CFecha%7COrganismo%7CPublicaci%F3n%7CTribunal%7CTema%7CEstado+de+Vig
encia%7CAutor%7CJurisdicci%F3n&t=1

CNCivil, Sala B. Marote Jorge Gabriel c/ Viera Ángel Adriano y otros. (2008). Recuperado de https://blog.erreius.com/2018/01/17/legitimacion-activa-reclamo-danos-y-
perjuicios-sin-vinculo-familiar/

CNCivil, Sala E. B. J. M. c/ K. M. (2018). Recuperado de https://aldiaargentina.microjuris.com/2019/03/08/si-sos-poseedor-igual-cobras-los-usuarios-de-los-automotores-


pueden-ser-indemnizados-por-los-danos-al-vehiculo-aunque-no-sean-titulares-registrales/

Convención Americana sobre Derechos Humanos. (1969). Organización de los Estados Americanos. Recuperado de
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/derechoshumanos_publicaciones_colecciondebolsillo_10_convencion_americana_ddhh.pdf

Corte Suprema de Justicia de la Nación. (2019). Sentencias arbitrarias. Recurso Extraordinario - Recurso de Queja [pdf]. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina:
Secretaría de Jurisprudencia. Recuperado de https://sj.csjn.gov.ar/sj/suplementos.do?method=ver&data=req_2019_5_sent_arb

CSJ. González, Marisa Graciela y otros c/ Estado Nacional – M Justicia y Der. Hum. - Gendarmería Nacional. (2017). Recuperado de
http://public.diariojudicial.com/documentos/000/075/433/000075433.pdf

CSJ. Lima, Maira Joana y otros c/Agon, Alfredo; Sastre, María Patricia y otros. (2017). Recuperado de https://www.pensamientocivil.com.ar/fallos/3388-dano-moral-
damnificado-directo-o-damnificado-indirecto

CSJ. Saharrera, Héctor Eduardo c/ Rispoli, Estanislao Mario. (1987). Recuperado de http://www.saij.gob.ar/corte-suprema-justicia-nacion-federal-ciudad-autonoma-
buenos-aires-saharrea-hector-eduardo-rispoli-estanislao-mario-recurso-hecho-fa87000016-1987-05-12/123456789-610-0007-8ots-eupmocsollaf?

Ley 48. Jurisdicción y Competencia de los Tribunales Nacionales. (1863). Congreso de la Nación Argentina. Recuperada de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/115000-119999/116296/texact.htm

Ley 340. Código Civil de la Nación. (1869). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/105000-
109999/109481/texact.htm

Ley 11179. Código Penal de la Nación. (1984). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-
19999/16546/texact.htm#4

Ley 17418. Ley de Seguros. (1967). Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/35000-39999/39520/norma.htm

Ley 17454. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. (1981). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16547/texact.htm#2
Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-
4999/804/norma.htm

Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?
id=235975

Pizarro R. D. y Vallespinos, C. G. (2012). Instituciones de Derecho Privado. Obligaciones. Buenos Aires, Argentina: Hammurabi.

Primera Cámara Civil de Apelaciones de Mendoza. Sala de Acuerdos. Aguilera, María Adela C/Cutrera. (2009). Recuperado de https://ar.vlex.com/vid/-347796598

STJ. Sala Civil y Comercial. Castaño Rubén Marcelo c/ la Provincia de Santiago del Estero y/u otros. (2014). Recuperado de http://www.saij.gob.ar/superior-tribunal-
justicia-local-santiago-estero-castano-ruben-marcelo-provincia-santiago-estero-otros-danos-perjuicios-casacion-civil-fa14220003-2014-06-25/123456789-300-0224-1ots-
eupmocsollaf?

Werner, M. (2017). El Código pasado es debate presente. En Diario Judicial. Recuperado de https://www.diariojudicial.com/nota/78994

También podría gustarte