Entendemos lo institucional como un fenómenos psicológico trascendente a los individuos, a la vez constitutivo de la
subjetividad. La psicología institucional, además de ser una especialidad del campo profesional, es una perspectiva de
conocimiento que exceso el trabajo en las organizaciones y que permite abordar y conceptualizar lo psicológico en
cualquier ámbito de trabajo.
La materia tiene el propósito de estimular la apertura hacia una redefinición del territorio laboral de los psicólogos y a la
investigación y desarrollo del análisis de las organizaciones y sus atravesamientos institucionales, además del desarrollo
de las prácticas instituidas en la consecución de proyectos colectivos.
Entedemos al análisis de las prácticas como objetivo privilegiado de lo institucional. Dicho análisis posibilita la
autoobservación de los modos de hacer, que a la vez conllevan un replanteo respecto al posicionamiento en relación al
saber, es decir, el cómo y el porqué de dichas prácticas.
La intervención institucional es una metodología de reproducción de conocimiento que permite una indagación y
posibilita la reconstrucción del sentido de las prácticas.
Tres modelos de trabajo instituidos:
- El docente, desde el que se propicia una formación profesional que incluya una perspectiva institucional.
- El de la intervención institucional, sobre los imaginarios sociales y las categorías de pensamiento que sustentan
esas prácticas.
- El de la investigación conjunta de docentes y estudiantes de las prácticas de su formación y ejercicio profesional
de los psicólogos.
El enfoque etnógrafo es un análisis realizado en el campo, a partir de acciones desplegadas en la cotidianeidad en la que
la participación conjunta de los actores hace posible la reflexión.
“El enfoque clínico en ciencias sociales: la sutil diferencia entre la búsqueda y el hallazgo” - Mancovsky
Para poder conocer lo diferente hay un acercamiento motivado por la curiosidad, la solidaridad o el pp beneficio. Hay
distintas modalidades de acercamiento. Diversas maneras de posicionarse del S con el fin de estudiar a otro. Los
estudios de la naturaleza marcaron el rumbo de las ciencias sociales hacia una mirada experimental. Lo que quedaba
fuera de esta mirada dio el pie para la construcción de otro modo de acercamiento: la mirada clínica. Toma cuerpo la
escucha, y se descarte la posibilidad de explicar objetivamente al hombre. Hay un sujeto que es objeto de sí mismo, que
refleja sobre sí mismo y sus relaciones. Esas relaciones construyen conocimiento.
El enfoque clínico comienza a verse como un método de las ciencias sociales, ligado a psicología social y sociología.
Toman al sujeto en situación como objeto de estudio. El enfoque clínico no se lo concibe como una metodología
específica o una etapa precisa y acotada en el proceso de recolección de datos tampoco a una lectura psicoanalítica sino
que se concibe como un modo particular de construir saber nuevos.
Relaciones entre:
- Un S investigador implicado “en” y “con” un recorte de la realidad construida en objeto de estudio desde su
subjetividad y el contexto socio-histórico en el cual desarrolla su trabajo
- Sus motivaciones al momento de iniciar la investigación.
- Teoría como referente.
El enfoque clínico es un modo específico de conocimiento que se basa en una “relación de situación”. Establece como
objeto la co-presencia, es decir que los contenidos son hablados al interior de un encuentro en el cual cada uno es puesto
en riesgo. La clínica coloca al conocimiento no solamente a nivel del contenido, sino que se hace cargo del continente.
Al estudiar el sentido que los sujetos le asignan a los hechos, las situaciones en la interacción con otros, dentro de un
contexto institucional determinado, el investigador co-construye un sentido sobre el sentido que elaboran los sujetos
estudiados.
El enfoque clínico se apoya en la necesidad de hacer visible la subjetividad del sujeto que investiga, envuelto y
atravesado en y por la realidad que elige como objeto de estudio y de la cual forma parte. El investigador tiene como
herramienta de trabajo a su propia subjetividad. Implica también un cuestionamiento profundo a los saberes del sujeto y
su relación con ese saber.
Implicación:
Se basa en la búsqueda introspectiva donde el sujeto que investiga se reconoce al interior de la problemática elegida y
entabla un dialogo consigo mismo desde su primera motivación de estudio.
El enfoque clínico en la investigación social se constituye a partir de anudamiento-entramado entre las cuestiones
ligadas a las decisiones epistemológicas y las cuestiones vinculadas a la implicación subjetiva y socio-histórica del
investigador.
Cualidades en el investigador:
Posicionamiento:
Connota un sentido de construcción de lugar estable. Es un lugar que se define y se sostiene cuando uno llega a
enunciar: “Yo quiero saber esto”. Es un trabajo de búsqueda
Disponibilidad:
Reenvía a la idea de afinación y entrenamiento de una escuchar particular. Un modo de estar presente en la situación
desde la capacidad de asombro y sorpresa, registro de palabras, gestos y silencias que encierran sentidos múltiples.
Apertura hacia el hallazgo.
Es necesario: desertar las creencias y los supuestos, huir a los terrenos despoblados de certezas y prejuicios, vivir por
fuera del amparo de los saberes ya conocidos, soportar la orfandad de la pregunta indómita, buscar el desapego del
pensamiento sereno, reconocerse en los múltiples sentidos, aún sin comprender.
Posicionamiento y disponibilidad dan cuenta de una tensión entre un saber “como” y “donde” estar entre los datos,
buscando y construyendo el sentido dado por los sujetos. Un saber que se busca, y a su vez, un no-saber sobre lo que se
puede llegar a encontrar. En esa tensión se gesta la posibilidad de descubrimiento, invención y creación de saberes
nuevos.
En la ciencia física, todas las observaciones son en un sentido, y la relación del observador y lo observado es asimétrica.
En cambio, la característica de la ciencia del comportamiento es la reciprocidad real o potencial de la observación entre
el observador y lo observado, que constituye una relación teóricamente simétrica.
Tratamos de evitar la contraobservación porque no nos conocemos a nosotros ni a nuestro valor de estimulo, y no
deseamos conocerlo. En lugar de aprender a observarnos y entendernos tratamos de impedir que nos observen y
entiendan nuestros sujetos.
No basta que el observador tenga conciencia de su propio valor de estimulo especifico y lo tome en cuenta al apreciar
los datos que procura su observación. Tiene que ser capaz de obrar libremente sobre su comprensión de su valor de
estímulo en la misma situación observacional, experimental, de entrevista o terapéutica.
La trilogía objeto-teoría-técnica:
La objetivación permite ver al objeto bajo una nueva luz, no sometido a la percepción subjetiva.
Método y teoría son solidarias. El método evita la abstracción, aportando elementos útiles para la construcción y
revisión de hipótesis surgidas de la observación. La técnica precisa de la teoría, que revela al objeto en toda su riqueza.
# Dos etapas:
- Primera: cuestiones generales referidas al ámbito institucional.
Tipo de organización, dependencias institucionales, forma de funcionamiento, relaciones intra e inter-institucionales,
relaciones de la institución con los usuarios, etc.
- Segunda: práctica profesional elegida.
Formación profesional, trayectoria, historia personal dentro de la organización, relaciones interpersonales con pareas y
con superiores, etc.
Análisis de la entrevista
Operar de lo perceptual a lo conceptual. Deberá confrontar lo observado y experimentado en el campo con las categorías
conceptuales que constituyen su marco teórico. Articulación empírico teórico.
Se ponen en juego tanto la consistencia teórica como la capacidad creativa, ya que deberá culminar en un conocimiento
novedoso y de valor para el grupo social, cuya colaboración se ha solicitado.
El problema del poder, la historia de su reparto y distribución en las jerarquías desiguales, las prácticas y los sistemas de
valores con que ha sido sostenido y legitimado, ocupan un lugar central en el cuadro de la vida social.
La multiplicidad de elementos y facetas recubren el fenómeno del poder, y las consiguientes barreras que se levantan
para elaborar una teoría general ha provocado diversas reacciones entre pensadores y científicos sociales.
El término “dispositivo del poder” es una manera retórica para poner de manifiesto tres elementos básicos: la fuerza o
violencia , el discurso del orden y el imaginario social. Estos concurren como instancias distintas, pero no
independientes. Están articuladas entre sí, agrupadas dentro del dispositivo en formas variables de acuerdo con los
cambios históricos que se suceden.
- La fuerza:
o Es el elemento constitutivo del poder, el que lo produce.
o Se frustraría si no existiesen las otras instancias del dispositivo, para garantizar la continuidad del poder
instituido. O sea, el discurso del orden y el imaginario social reactualizan la fuerza la transforman verdaderamente en
poder, haciéndolo constante y socialmente transmisible.
Transformada la fuerza en poder, el discurso del orden y el imaginario social aseguran la presencia del poder y los
efectos de la fuerza aun estando ésta ausente.
A fin de evitar que el dispositivo de poder se convierta en un esquema formal de combinación, será necesario vincular
siempre las particularidades del entramado y entrelazado de las instancias que lo componen, con cada situación histórica
concreta de cada sociedad determinada.
“ La observación como metodología de investigación para los trabajos de campo en Psicología institucional” -
Selvatici
La observación directa consiste en ser testigo de los comportamientos sociales de individuos y grupos en los espacios
mismos en que realizan sus actividades, sin modificar el desarrollo habitual de los mismos. Esto implica varias tareas
del observador: adapatarse al medio, observar los comportamientos, registrar información, articular lo observado con las
conclusiones obtenidas a partir de otras técnicas (entrevista, estadísticas, etc). El grado de estructuración que el
investigador impone a la situaciones y el grado en que el observador participa en la situación pueden ser utilizados como
criterios de clasificación.
Introducción
Distintos casos en que la institución no tiene el mismo contenido:
- Norma universal: matrimonio, educación, medicina, régimen del salario, etc.
- El hecho de fundar una familia, el acta de matrimonio, fundar una asociación, iniciar un negocio, crear una
empresa, un tipo de enseñanza o un establecimiento médico.
- Formas sociales visibles: una escuela, empresa, hospital, sistema industrial, sistema hospitalario.
Confusiones:
- Se confunde particularidad y singularidad, y se oponen a lo universal. Esta posición nunca existe en la práctica,
sino en la ideología y en la filosofía idealista.
- Asimila las formas sociales singulares a las normas universales (concepción autoritaria que ve en el orden
establecido una positividad y una verdad intocables), o bien reducirlas a la mentalidad de los individuos (psicologismo o
espiritualismo que supone que todos los problemas sociales son imaginarios).
Toda forma social se define negativamente con respecto a las otras formas sociales, y con respecto al conjunto del
sistema social. Todo ordenamiento instituye una ruptura entre lo que se puede y lo que no se puede hacer dentro de la
forma social considerada. Los modelos de acción posibles constituyen un universo diferente de los universos definidos
por otros ordenamientos, en otras organizaciones.
Toda forma social tiene una unidad funcional, un carácter específico, producido por su finalidad oficial, la cual recibe el
nombre de función. Existencia de un sistema social racional, profundamente diferenciado, división del trabajo funcional.
Dicha unidad solo puede ser negativa. No basta con definir racionalmente una organización por los servicios que esta
brinda, sino que hay que tener en cuenta que producen modelos de comportamientos, mantienen normas sociales,
integran a sus usuarios dentro del sistema social.
La unidad de una organización consiste en un ordenamiento específico de las funciones sociales, en torno de una
función oficialmente privilegiada, y también consiste en la exclusión oficial de algunas otras funciones, que pasan a ser
latentes, accidentales o informales.
La unidad es la encarnación de una determinada imagen de la totalidad, refractado por el conjunto del sistema social. Se
trata de una unidad negativa, que afirma una o varias funciones privilegiadas, y que a la vez contradice otras funciones y
otros sistemas de referencia que son privilegiados en otras formas sociales. Estas funciones negadas actúan
simbólicamente por intermedio de actos, no-actos y silencios.
La constitución negativa de las formas sociales es lo que induce a la sociología a buscar un instrumento de análisis que
permita dilucidar la seriedad, el dolor, la paciencia y el trabajo de lo negativo. El trabajo negativo indica que no existe
un dato positivo en estado puro, porque la unidad positiva no es más que un momento: el de la universalidad.
Las organizaciones sociales no son reducidas a sistemas positivos que bastaría desmontar, sino totalidades parciales,
doblemente trabajadas por la negatividad. Negatividad formal, que se adhiere a todo hecho social positivo. Por ser
parciales, pueden entrar en oposición absoluta con el sistema. La organización no puede ser considerada como un hecho
social puramente objetivo: una intervención que compromete al observador supone un análisis de este compromiso.
El análisis institucional no pretender producir un super-saber clandestino, mas completo y más verdadero que los otros,
sino que aspira a producir una nueva relación con el saber, una conciencia del no-saber.
o 2) Transversalidad:
Grupos-objeto:
El “grupo” se contempla narcisisticamente en el espejo de la unidad positiva, excluyendo a los desviantes,
aterrorizando a los que tienen tendencias centrífugas, y condenando a los que se encuentran en las fronteras.
Caso de la banda o la secta, cuya estrategia es someter el adversario.
Agrupamientos que no se reconocen a sí mismos ninguna existencia efectiva, definidos por el lugar que ocupan
en la división del trabajo y en las jerarquías de poder.
Grupo totalmente dependiente que se somete ante las instancias superiores, y compensa dicho sometimiento mediante
una racionalización polisegmentaria absoluta (individualismo).
En ambos casos hay negación de la trasnversalidad constitutiva de todo agrupamiento humano.
La transversalidad se define como el fundamento de la acción instituyente de los agrupamientos, en la medida
en que toda acción colectiva exige un enfoque dialéctico de la autonomía del agrupamiento y de los límites objetivos de
esa autonomía. Es la condición indispensable para pasar del grupo-objeto al grupo-sujeto.
o 3) Distancia institucional:
La secta mantiene una distancia entre él y la acción de las instituciones, procura eludir el control de estas y
desdeña las posibilidades que ellas ofrecen para la acción social. Distancia infinita entre este grupo y las instituciones.
El grupo de las jerarquías de poder identifica en demasía su acción, su funcionamiento y su existencia, con la
influencia de las instituciones. Distancia nula entre este tipo de grupo y las instituciones.
En ambos casos la subjetividad cumple una función determinante, ya que condiciona la evaluación que hace el
actor en cuanto al grupo que encierra posibilidades privilegiadas para la acción
o 4)Distancia práctica:
Dos hechos fundamentales para la comprensión del análisis institucional: el alejamiento creciente con respecto a
la base racional de las normas institucionales y el alejamiento con respecto a las bases racionales de las técnicas. Se
hablará de distancia práctica para designar esa forma del no saber referente a la función del sustrato material de todas las
instituciones y de la organización social.
El momento de la singularidad del concepto de institución tiene como contenido la organización del sentido del
sistema de decisión y saber y de poder, y la organización material, el componente tecnológico y el entorno físico.
La distancia práctica que separa los individuos de las instituciones se manifiesta en los medios de comunicación,
información y aculturación.
o 5) Implicación institucional:
Conjunto de las relaciones que existen entre el actor y el sistema institucional.
La segmentariedad y la transversalidad actúan en el sentido de especificar y modificar las implicaciones de cada
uno de ellos, mientras que la ideología procura uniformarlos.
o 6) Implicación práctica:
La distancia práctica mide la divergencia del actor con respecto a la base racional de las técnicas; la implicación
práctica indica las relaciones reales que este mantiene con la base material de las instituciones.
Las implicaciones prácticas e institucionales abarcan muchos niveles.
Implicación sintagmática:
o Es la implicación inmediata que caracteriza la práctica de los grupos, la articulación de los datos disponibles
para la acción.
o Se trata de un momento del concepto de institución: el de la particularidad.
Implicación paradigmática:
o Es la implicación mediatizada por el saber y por el no saber acerca de lo que es (y no es) posible de hacer y
pensar.
o Una serie de oposiciones y homologías, antónimos y sinónimos, regula sin cesar las acciones.
Implicación simbólica:
o Es la implicación que más se expresa y menos se piensa.
o Es el lugar donde todos los materiales gracias a los cuales la sociedad se articulan dicen de la sociabilidad
misma, el vínculo social, el hecho de vivir juntos, entenderse, enfrentarse. Uno de esos materiales es el sistema de
parentesco simbólico, que rige el ordenamiento y desordenamiento de una colectividad grande o pequeña.
o Sobredetermina los grandes agrupamientos, por intermedio de esos eslabones articulados del vínculo social que
son las pequeñas unidades efímeras o permanentes que sirven de contexto a nuestra vida cotidiana.
III. El analizador
Una intervención exigiría al analista una dilucidación de la contratransferencia institucional, destinada a esclarecer las
implicaciones de los analistas respecto a la ideología de la organización. Además se precisa una escucha de todo lo
concerniente a los mensajes de código, de su existencia, de su antigüedad, de su poder, de sus modalidades de
conservación, de su estrategia y sus tácticas.
El sustrato material, la infraestructura organizativa de la institución y su materialidad, hablan más alto que las palabras
articuladas. Se mantiene bajo silencio, y se comunica apenas.
Tres tipos de desviantes, que coinciden con los tres momentos de la institución:
- Ideológico: emite dudas sobre las finalidades y la estrategia general de la organización, intentando agrupar a
otros.
Momento de la universalidad.
- Libidinal: ocupa demasiado lugar en la estructura libidinal del grupo, y con su sola presencia arroja dudas sobre
la seriedad de la ideología.
Momento de la particularidad.
- Organizacional: ataca de frente el punto donde los problemas prácticos y materiales confluyen con las
cuestiones más teóricas: la organización.
Momento de la singularidad.
Se llama analizador a lo que permite revelar la estructura de la institución, provocarla, obligarla a hablar. No hay que
asimilar el analizador a uno o varios individuos que servirían de cómplices del analista. El acting-out de la institución
supone un pasaje a la palabra y exige la mediación de individuos particulares, aquellos que se consideran
“provocadores”.
Los analizadores casi nunca surgen ex abrupto, como meras encarnaciones de la negatividad de la institución. Se
manifiestan poco a poco en una relación de oposición y complementariedad, como líderes competitivos o rivales.
El grupo-objeto se caracteriza por defenderse de los analizadores, reduciendo todos los tipos de desviación a la
desviación ideológica.
El analizador es siempre material; el cuerpo es un analizador privilegiado. La institucionalización de las relaciones entre
mi cuerpo y el sistema de los objetos es lo que revela con mayor crueldad la instancia económica en el sistema
institucional.