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En sus inicios los estudios y las pruebas del Coeficiente Intelectual, estaban enfocadas a

evaluar la aptitud de los niños en el estudio, estas pruebas fuero diseñadas por Binet y
Simón en 1904, siendo un avance para lograr evaluar la inteligencia a finales del siglo XIX,
estableciendo asi a estas pruebas como medidoras de la inteligencia.

Con el pasar del tiempo se ha desdibujado un poco la veracidad de estas pruebas, ya que
quien las realiza puede estar inmerso en diferentes factores sociopolíticos, culturales,
estados de animo que directamente infieren en el resultado de las mismas. Se ha
identificado que es complejo medir la inteligencia, ya que son diversas, y no se pueden
verificar mediante algún test, estos test al no ser tan confiables, pueden generar diferentes
tipos de aceptación en las personas, ya que pueden considerarse negativos, o positivos y
generar falsas expectativas, baja autoestima, entre otros.

Podemos afirmar que es muy difícil que tan solo con una prueba de CI, que muchas veces
se realizaba en niños de primera infancia, sea posible anticiparnos a su desarrollo cognitivo,
y su futuro mental, cuando es bien sabido que pueden presentarse eventos y cambios
sustanciales que podrían cambiar alterar la predicción de dicha prueba.

Según Gardner, podemos afirmar que existen múltiples inteligencias, es decir, cada una es
pionera en su rama, aclarándonos que no necesariamente quien es malo en matemáticas, es
poco inteligente, puede ser que la inteligencia de dicha persona, este mas enfocada hacia la
parte de la música, y eso no quiere decir que esta persona sea menos o mas inteligente de
quien tiene habilidades en matemáticas, geografía, ciencias, entre otras.

De esto podríamos afirmar que así como el ser humano evoluciona y es cambiante, la
inteligencia también lo es, podríamos aseverar que no es directamente proporcional el
triunfo de las personas al obtener buenas calificaciones en el colegio o en estudios
superiores, tal vez al no estar relacionado en línea, sea posible que la vida nos dote de
episodios que enseñan a nuestro cerebro, un tipo de conocimiento que no es medible, un
tipo de conocimiento que con el tiempo se incrusta en la vida de cada quien y es pieza
fundamental del desarrollo de su personalidad y de sus habilidades adquiridas muchas
veces por azares socioculturales.

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