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Tanto el pronombre reflexivo como el recíproco concuerdan con el sujeto y como son pronombres admiten la
variación del paradigma (el recíproco sólo en plural):
Yo me lavo, tú te lavas, él/ella se lava, nosotros nos lavamos, vosotros os laváis, ellos se lavan
Nosotros nos odiamos, vosotros os odiáis, ellos se odian
2. MORFEMA VERBAL
2.1. Morfema de impersonalidad
Es exclusivo de la forma se. No es pronombre, por lo que no admite variación, no tiene paradigma. Forma
oraciones impersonales reflejas Para reconocerlas observamos que:
Carecen de sujeto léxico.
El sujeto gramatical está inmovilizado en la tercera persona del singular (son unipersonales), de modo que
no admiten plural: Se castigó a los culpables/ *Se castigaron a los culpables
EL morfema se forma parte del núcleo verbal y se analiza con él, carece de función sintáctica propia:
2.2.Morfema de pasividad
Es exclusivo de la forma se. Tampoco es pronombre, por lo que no admite variación, no tiene paradigma.
Forma oraciones pasivas reflejas. Para reconocerlas observamos que:
Tienen sujeto paciente.
Admiten plural.
Tienen significado pasivo, pero con el verbo en voz activa.
1ª construcción: (con las formas me/te/se/nos/os). El sujeto es un ser animado que experimenta
involuntariamente una transformación o cambio cuyo origen no está en un agente (como en la voz
pasiva) sino en una causa externa o en un instrumento. El verbo indica, por lo general, estado de ánimo
(alegrarse, asustarse, enfadarse…) o algún tipo de transformación o cambio (accidentarse, matarse…): Se
asusta con la velocidad
2ª construcción: (solo con la forma se). El sujeto gramatical es un ser inanimado que se ve afectado por la
acción verbal que indica transformación o cambio (romperse, abrirse, evaporarse, congelarse,
enfriarse…). La acción no la desencadena un agente sino una causa externa o un instrumento (por esto se
diferencia de la pasiva refleja donde hay un agente que realiza la acción: El agua se ha congelado en el
estanque/Con la tormenta se han roto los cristales (nadie la ha congelado/nadie los ha roto
voluntariamente, no hay agente sino una causa externa). Pero: Se subirán los impuestos (Alguien los sube,
hay agente: pasiva refleja)
Estas formas pronominales están lexicalizadas y forman una unidad indisociable con el verbo, ya son
elementos constitutivos del lexema verbal, por lo que han perdido su función sintáctica independiente y se
analizan con el núcleo verbo.
Las formas me/te/se/nos/os con valor de morfema verbal lexicalizado concuerdan con el sujeto y el verbo en
número y persona: yo me arrepiento, tú te arrepientes, él/ella se arrepiente…
No son conmutables por otra forma átona del pronombre personal: Ellos se arrepienten/ *Ellos me
arrepienten… A diferencia de los que ocurre con el pronombre reflexivo y el recíproco: Ella se peina / Ella me
peina. Ellos se odian / Ellos me odian
Algunos verbos propiamente pronominales son: jactarse, quejarse, fugarse, encaramarse, enorgullecerse,
atenerse, portarse, dignarse, vanagloriarse, retractarse, aficionarse, suicidarse, enamorarse, atreverse,
apropiarse, inmutarse, apearse, divorciarse, empeñarse, enemistarse, desentenderse ….
Son conmutables por cero, pueden suprimirse sin que la oración pierda su significado: Os vais a casa /Vais a
casa
No son conmutables por otra forma del pronombre personal: Su padre se ha marchado/ *Su padre nos ha
marchado
Es un valor expresivo muy frecuente en verbos intransitivos de movimiento: Se vino a casa con nosotros
Forma oraciones que se clasifican como oraciones con verbo pronominal seudorreflejas.