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REPA ACTORE: Motrére, marqués ridiculo. | Brécourr, persona de calidad. De La Grancg, marqués ridiculo. Du Crotsy, poeta. La THortrére, marqués importuno. | Bésant, hombre entremetido. | Sriorrra Du Parc, marquesa remil- | gada, La escena, en Versalles, RTO s (D SeSorrra Bésart, gazmofia. SsNorira Ds Baie, sabihonda coqueta. orita MOoureRe, satirica ingeniosa. SeSorita Du Crorsy, maligna empa- lagosa. NORITA HERVE, dilla. Cuatro Oricrosos. Si sirvienta marisabi- en la sala del teatro. () Bsta lista, a la cabeza de la cual Moliére no empled el acostum- brado calificativo de Personajes, com. prende, exceptuados Du Parc y De Brie, a todos los actores que for maban [a comparifa de Moliére des- pués de su reaparicién en 1663, y que, en ntimero de catorce, basta- ban para representar la tragedia y la comedia tres veces por semana. Escaneado con CamScanne a LA IMPROVISACION” DE VERSALLES NOTA LIMINAR 4 envidia y la mediocridad habian | ditamado, una vez mds, a Moliére,| por su obra La escuela de las mu- jeres. ¥ el gran comedidgrafo las vol- ulizar agudamente en su Cti- tica @ dicha obra. Esto enfurecid atin mas a aquellos enemigos suyos, mo por solapados menos contumaces. Y que- riendo vengar aguella afrenta piblica gue tanto éxito tuvo en la escena, bus- caron un campeon capaz de servir su rencor, y les parecié haberlo encontra- do en Edmundo Boursault, autor, casi desconocido por entonces, de varias co- medias, en cue Moliére no habia pensa- do jamés al crear el personaje Lysidas en su Critica de La escuela de las muje- res. Pero el amor propio de aquél le impulsé a reconocerse en ese personaie. Y entonces, despechado y Ileno de en- cono, escribidé El retrato del pintor, co- medieta calcada servilmente de la Cri- vid @ rid (2) Impromptu en el original. Aunque se vsa corrientemente en castellano, sobre to. do, en su aspi al, no es vocablo ad- mitido por 108 diccionarios. Y puede tradu- cirse, ademas, sin faltar a la exactitud, por improvisacion, pues en uno de sus signiti dos quiere decir también pequena composi- cién poética tmprovisuda. Por no ser muy eufonico, no traduzco aquf este titulo tm Promplw por repentizacidu, que acaso fuera lo mas exacto y directo. tica, de la que se diferenciaba tan solo en que estaba hecha en verso y... en que carecia de ingenio. El “pintor” era, haturalmente, Moliére, y Boursault ul- trajaba en él no sélo al dramaturgo, si- no al hombre. Esta obra logré cierto ixito de los Wlamados “de escdndalo”, ya que los ptiblicos han sentido siempre una morbosa delectacién por la sdtira cruel y personal. Moliére, sintiéndose ofendido, se quejd con indignacién. Sus quejas legaron hasta el monarca, que tomé la defensa de sus intereses con el suficiente ardor para querer que se vengase, ddndole la orden expresa de hacerlo. Todo induce a creer que Mo- lidre recibié y cumplimenté esa orden regia durante una de sus estancias en la Corte con su comparia, del 11 al 26 de octubre de 1663. El titulo mismo de La improvisaciéa de Versailles (“Liimpromptu de Versailles") revela @ la vez las dos circunstancias que concu- rrieron en la obra: el lugar en que fué escrita y la celeridad con que la monte ron y pusieron en escena. La fecha de su estreno es incierta, El 4 de noviem- bre siguiente la obra fud interpretada en Paris, aleanzando diecinueve represen taciones consecutivas, Molidre no la Escaneado con CamScanne 370 mandé imprimir; fué publicada por pri- mera vez en la edicién de sus Obras, hecha en 1682 (es decir, nueve afios des- pués de la muerte del escritor) por La Grange y Vinot. Entonces Boursault, puesto en la pi- cota, y no teniendo mds partidarios que los enemigos de Moliére y algunos asi- duos exclusivistas de los actores del Ho- tel de Borgoria, publicd su mencionada obra El retrato del pintor, con un pre- facio apenado y amargo, en que se quejaba de las injurias de Moliére Moliére, en esta Improvisacién de Ver- salle, quiso burlarse de la declamacién enfdtica y engolada de los actores del Hotel de Borgofia. Y el caririo filial hi- zo que estos liltimos encontrasen un vengador en Montfleury, cuyo padre, uno de los mds importantes actores de dicha compaiiia, era uno de los mds ri- diculizados por Moliére. Montfleury es- cribié La improvisacién del Hotel de Condé, comedia en un acto y en verso, en la que uno de los personajes print pales, Alcidén, remedaba a Moliére, a) su vez, en el papel de César, de La} muerte de Pompeyo, retraténdole con sdtira cruel y ofensiva. Después de la venganza de estos actores vino la ven- ganza de “los marqueses”, y con este mismo titulo, De Villiers, un mal actor del. Hotel de Borgofia, representé una obrilla, en un acto y en prosa, en Ia} cual, entre acerbos reproches a Moliére, | empleaba la calumnia del tipo mds per-| sonal y repugnante, llegando a decir que | el gran autor era en su vida conyugal| tan cornudo como uno de sus “Sgana-| relles”. Y pareciéndole atin poco, el. mismo De Villiers escribid también. una Carta sobre los asuntos del teatro, en, MOLIERE.—OBRAS COMPLETAS la cual no sdlo acusaba a Moliére de haber ultrajado a la nobleza del reino, sino de haber ofendido a la soberana majestad, intentando asi crear una si- tuacin delicada a su enemigo. Pero el rey no hizo caso de aquellos manejos y siguid dispensando su amistad y su pro- teccién, dicho sea una vez mds en su honor, a su autor favorito. En La improvisacién de Versalles, Moliare se defendid de aquellos ataques, atacando, a sit vez, con toda valentia, y hasta citando por su nombre a su en- carnizado y mediocre enemigo Bour- sault. Ataques los suyos lenos de gra- cia y que revelan su profundo sentido del ridiculo aplicado a los ademas. A Voltaire le parece excesiva esa valentia defensiva de Moliére, y por eso, al re- ferirse a La improvisacién, escribe que “es una sdtira cruel, desmedida... La li- cencia de la antigua comedia griega no legaba tan lejos.” Pero Moliére, que parecia haber ago- tado ya los dardos del ridiculo contra sits enemigos en la Corte y de la ciudad en su Critica de La escuela de las muje- res, se sintid quizd no menos cohibido que halagado ante la orden de Luis XIV de que se burlase de aquéllos por se- gunda vez; su arte le respondié fiel- mente, sirviéndole no slo para esa va- uente y satirica defensiva, sino también para hacer la apologia de su teatro con una elocuencia auténtica y certera, Aun- que esta obra, esta “repentizacién”, pa- rezca no tener ni “nudo” ni “desenlace” {innecesarios, por otra parte, cuando el autor tiene algo interesante que decir y sabe decirlo y hacer “vivir” a sus per- sonajes con una vida que lleva en si isma accidn), bien mirado, la expec- tacién de los actores que no saben sus Escaneado con CamScanne LA IMPROVISACION DE VERSALLES.—AcTo GNICO papeles, st int cer?, constitu, ei “nudo” el rey renunciare la nueva obra y se con- tenta_con la que quieran. representar ance él, constituve asimismo un “desen- | lace”. Pero lo importante, a mi juicio, en esta obra es Ia originalidad—jtan pre-| curscral—de su presentacién, de su “concepcin”. Es una comedia “dentro” de otra comedia: la escena estd situada en un teatro, y los popios personajes ACTO ESCENA PRIMERA Mouiers, Brécovar, La Grancr, Du Cnoisy, sefloritas Du Parc, Bésarr, De Bri; Mourn: RE, Du Croisy ¥ Hervé MovtreRE.—{Solo, hablando a sus ca- maradas, que estén dentro del escena- rio.) Vamos ya;-seiiores. y sefioras. {Os chancedis con vuestra lentitud y no. que- réis venir-todos aqui? jMal haya las gentes! jHola! jEh! jSefior-de Brécourt! Brécourt._(Desde dentro del esce- nario.) {Qué? . Motrere.—jSefior de La Grange! La GrancE.—(Desde dentro del esce- nario.) {Qué hay? Du Croisy.—(Desde decis? Movtere.—jSeiiorita Du Parc! SeXorita Du Parc.—(Desde dentro.) éQué? MorireE.—jSefiorita Béjart! SENoriTA’ Béyart.—(Desde dentro.) {Qué pasa? dentro.) {Qué rogante qué vim a ha-) son acto! conforme al| ca de casi ti tecnicismo preceptivo cldsico en el tea-| tro; y el aviso inesperado y grato de que| 37 Esta anticipacién molieres- cientos afios a la “mane- escénica mds moderna y de var guardia, al mejor sentido teatral de hoy (recordaré, por ejemplo, el nombre de Pirandello), revela y prueba, una vez mds, el genio tan personal, agudo @ ine uitivo de Molidre, forjador de nuevos moldes en aquella época, en la que res- plandecia, sin embago, tanto en Fran- cia como en Espaia e Italia, una mag- nifica constelacién inigualada de auto- res en prosa y verso. UNICO Mottere.—jSefiorita De Brie! SeNorita De BRiE.—(Desde dentro.s {Qué se me quiere? Moviere.—jSefiorita Du Croisy! SeNorita Du Crotsy.—(Desde den- tro.) (Qué ccurre? MottereE.—jSefiorita Hervé! SeNorita Hervi(Desde dentro.) iVoy! Mo.iERE.—Creo que me volveran lo- co todas estas gentes, jEh! (Entran Bré- court, La Grange y Du Croisy.) {Dian- tre, sefiores! {Os proponéis desesperar- me hoy? Brécourt.—jQué queréis que haga uno? No nos sabemos nuestros papeles y es Ilevarnos a la desesperacién obli- garnos a representar asi. Mottere.—jAh, qué animales mas extrafios de conducir son los cémicos! (Llegan las seforitas Béjart, Du Parc, De Brie, Moliére, Du Croisy y Hervé.) . SeNorITA BésART.—Bueno; aqui esta- mos. {Qué pretendéis hacer? 233% Escaneado con CamScanne 372 SeSorITA Du Parc.—jCudl es vues- tro pensamiento? Sexorits De Brre.—{De qué se tra-| ta? Moutere.—-Por favor, coloquémonos aqui, y ya que todos estamos vestidos y que el rey no vendrd hasta dentro de dos horas, empleemos este tiempo en ensayar y en ver de qué manera se debe representar. La Grance—gLa manera de repre- sentar lo que no se sabe? SeNoriTa Du Parc.—Os declaro, por mi parte, que no recuerdo ni una pala- bra de mi personaje. SeNorita De Brig.—Sé muy bien que necesitaré que me apunten el mio de punta a cabo. SeXoriTA BEART.—Yo me preparo a cuidar el mio con ganas. SeSorita MoLieRE.—Y yo también. SESoRITA HERVE.—Yo, por mi parte, no tengo gran cosa que decit Sesiorita Du Crorsy.—Ni yo tampo- co; mas aun con eso, NO respondo de saltarme algo. | Du Crorsy.—Me gustaria librarme por diez pistolas. Brécourt.—Yo, por yeinte buenos latigazos, os lo aseguro. MottERE.—iOs sentis todos dolientes por tener que representar un mal pa- pel! {Qué hariais si estuvieseis en mi jugar? SENORITA BésaRT.—{Quién, vos? No sois de compadecer, ya que, habiendo es- crito la obra, no tenéis miedo a olvi- darla. Moutere.—{Y no he de temer mas que a la falta de memoria? {No cuenta para vos la inquietud por un resultado que sdlo a mi ataiie? ~Y cregis que sea cosa insignificante exponer algo cémico MOLIERE.—OBRAS COMPLETAS ante un auditorio como éste, acometer la empresa de hacer reir a personas que aos inspiran respeto y que rien sola- mente cuando quieren? ,Hay autor que no deba temblar cuando pasa por se- mejante prueba? ,Y no es a mi a quien corresponderia decir que quisiera ver- me libre por lo que fuese? SENORITA BEJART.—Si esto 0S hicie- ra temblar, tomariais mejor vuestras precauciones y no hubieseis evado a cabo en ocho dias lo que habéis he- cho. Motrere.—jCémo iba a negarme, me lo ha ordenado el rey? SeNorita BésarT.—j{Cémo? Con una cespetuosa disculpa, basada en la im- posibilidad de la empresa, en el esca- so tiempo que os concede. Cualquier otro, en vuestro lugar, cuidaria mejor de su reputacién y se hubiese guarda- do muy mucho de comprometerse como vos. Decidme, os lo ruego: jen qué si- tuacién quedaréis si el asunto sale mal? iY no pensdis cémo se -aprovecharén de ello todos vuestros enemigos? SeNorITA De Brie.—En efecto. Ha- bfa que disculparse respetuosamente con el rey o solicitar um plazo mayor. Mo tere.—iDios mio, sedorita! Na- da hay que amen més los reyes que una pronta obediencia, y no les agrada en modo alguno encontrar obstdculos. Las cosas no son buenas mas que du- rante el tiempo en. que las desean, y querer retrasar su diversién “es, con ellos, quitarles toda su_ gracia. Quieren placeres que no se hagan esperar, y los menos preparados son siempre los mas gratos para ellos, No debemos nunca pensar en nosotros mismos, sino en lo que de nosotros desean; 00 estamos mas que para complacerlos, y cuando nos si Escaneado con CamsScanni a, -—— Pair ARTERIES LA IMPROVISACION DE VERSALLES.—Aacto UNICO ordenan algo, debemos aprovecharnos prontamente del deseo que sienten. Es preferible cumplir malamente lo que nos pidan que no efectuarlo con bastan- te celeridad, y si pasa uno por la ver- giienza de no triunfar, le queda a uno siempre la gloria de haber obedecido con prontitud a sus mandatos. Mas pen- / semos en ensayar, si os place. SeXorita BéyaRT.—{Cémo queréis que nos las compongamos si no sabe- mos nuestros papeles? Mottere.—Lo sabréis, os digo; y aun- que no los supierais del todo, podéis suplirlo con vuestro ingenio, puesto que es prosa y conocéis el asunto. SENorITA BéyaRT.—A vuestras drde- nes. La prosa es atin peor que los versos. SENoRITA MOLIERE.—{Queréis que os diga una cosa? Debfais haber escrito una comedia en que representarais vos solamente, Mo tere.—Callad, esposa mia; sois una necia. SeNoriTA Moriere.—Muchas gracias, mi sefior marido! j;Ved lo que son las cosas! El matrimonio cambia mucho a la gente: no me hubierais dicho eso ha- ce dieciocho meses. Mo iere.—Callad, os lo ruego. SeNorrra.MovierE.—Es cosa singular que una pequefia ceremonia sea capaz de despojarnos de todas nuestras bellas cualidades, jy que un marido y um cor- tejador vean la misma. cosa con 0jos tan diferentes! Moutere.—jQué de discursos! . SeNoarra Mowiere.—A fe mia, si escribiera yo una comedia, la haria so- bre ese tema. Justificaria a las mujeres de muchas cosas de que las acusan, y haria temer a los maridos la diferencia 373 que existe entre sus bruscas maneras y las atenciones de los cortejadores, Mottere.—jAh, dejemos esto! No se trata ahora de hablar; tenemos otra co- sa que hacer. SeNorita BéraRT.—Mas puesto que os han ordenado trabajar sobre el te- ma de la critica hecha en contra vues- tra, por qué no habéis escrito esa co- media de los actores de la que nos ha- blasteis hace mucho tiempo? Era un asunto muy oportuno y que resultaba perfectamente apropiado a la cosa, tan- to mds cuanto que habiendo querido retrataros, os proporcionaban la ocasién de retratarlos también a vuestra vez, y eso hubiera podido Iamarse su retrato con mucho mas justo titulo que todo lo que ellos han hecho pueden Ilamarse el vuestro (1). Pues querer remedar a un actor en un papel cémico no es pintar a él mismo: es pintar, segin él, a los personajes que representa y emplear los mismos trazos e idénticos colores que los que se ve obligado a utilizar en los di. ferentes cuadros de los caracteres diculos que imita del natural; pero re- medar a un actor en los papeles serios es pintarlo con defectos que son ente- ramente suyos, puesto que esa clase de personajes no admite ni los gestos ni “os tonos de voz ridiculos por los cuz tes se los reconoce. Motrere.—Es cierto; mas tengo mis razones para no hacerlo, y no he crei- do aqui, entre nosotros, que la cosa valiese la pena; ademas, hacfa falta més tiempo para ejecutar esa idea. Co- mo sus dias de trabajo son los mismos a - ion al titulo: de la comedia escr! Alusi@n ire, como se explica, de la Bue era autor ‘Boursault, y que éste deno- Qin Bl retrato del pintor. Escaneado con CamScanne 374 que los nuestros (1), no he podido ver- los apenas més que tres o cuatro veces desde que estamos en Paris; no he cap- tado de su manera de recitar sino lo que me ha saltado, desde luego, a la vista, y hubiérame sido preciso estu- diarlos mas para hacer unos retratos verdaderamente parecidos. SeNorrra Du Parc.—Yo, por mi par- te, he reconocido algunos en vuestros labios. SeNorita De BRiE.—No he ojdo nun- ca hablar de eso. Motiere.—Es una idea que me ha- bia pasado una vez por la cabeza, y que abandoné alli como una bagatela, una chanza, que acaso no hubiera he- cho reir. SENoriTA De Brre.—Repetidmela a mi, ya que se la habéis contado a los! demas. MOoLigERE.—No tenemos ahora tiempo. SeNorita De Brre.—Sdélo dos pala-) bras. MoLiere.—Habia yo ideado una co- media donde aparecia un poeta, que hubiera encarnado yo mismo, y que niese a ofrecer una obra a una compa- fiia de actores recién Hegados del cam- po, “gTendis—habria dicho—a actrices que sean capaces de hacer re- saltar bien una obra? Porque mi obra es una obra...” “jEh, seiior—responderian los actores—; contamos con hombres y mujeres que han sido considerados es- timables en todas partes por donde he- mos pasado.” “gY quicn hace de rey entre vosotros?” “He aqui al acter que desempeiia ese papel a veces.” “;Quién? é martes, viernes ¥ 2 que muchos afos después se abria al piblico la sala de la Opera. domingos, 2s! MOLIERE.—OBRAS COMPLETAS jEse joven tan esbelto? {Os chancedis? Se necesita un rey que sea gruesc, ro- busto como cuatro; un rey, jpardiez!, tripén (1) como es debido; un rey de amplia circunferencia y que pueda Ile- nar un trono de soberbia manera (2). iLinda cosa un rey de talle galante! He aqui ya un gran defecto; mas dejad que le oiga una docena de versos.” Y en este momento el actor recitaria, por ejemplo, unos cuantos versos del rey “Nicomedes”: ;Debo decirio, Araspe? Harto bien me ha mf poder acreciendo... (3) (servido con la mayor naturalidad que le fuera posible. Y el poeta: “jCémo! {A eso le llamais recitar? Es mofarse; hay que decir las cosas con énfasis, Escuchadme (Imita a Montfleury, actor del Hotel de Borgona.) {,Debo decirlo, Araspe?, ete. eVeis mi postura? Observad bien esto. Asi, subrayad como es debido el ultimo verso.” Esto logra la aprobacién y pro- voca los murmullos del piblico. “Pero, sefior—responderia el actor—, paréce- me que un rey que conversa a solas con pitan de su guardia habla un poco mas humanamente y no adopta ese tono demoniaco.” “No sabéis de esto, Id a recitar como lo hacéis y ya veréis si () Eneripaillé en el original. Vocablo ye parece haber sido creado por Moliére, ya no 3¢ encuentra sino en contadisl- mos diccionarios franceses. (2) Montfleury (padre), actor del Hotel Borgofia, cuya manera de declamar en- ftica 7 excasiva remeda Mollére, era hom- bre de enorme corpulencia. De 41 difo Cy- | rano de Bergerac: “E3 tan grueso, que no | :2 ie puede apalear por entero en un solu dia.” Nicomedes, tragedia de Corneille 3 , acto segundo, escena primera. ; «165: i ‘ - Escaneado con CamScanne ST ——— LA IMPROVISACION DE VERSALLES.—ACcTO UNICO Jogréis un solo “jAb!” Veamos ahora una escena entre amantes.” Y en esto tna actriz y un actor harfan juntos una escena, 1a de Camilo y Curiace: jirés, alma querida, y este funesto honor te‘congratula a expensas de nuestra dicha “ay! Harto bien veo, ete. (1) [entera? Jo mismo que la otra y con la mayor| naturalidad que pudiesen. Y el poeta, acto seguido: “Os burlais; no hacéis nada que valga la pena; asi es como hay que recitar esto. (Imita a la senorita Beauchdteau, actriz del Hotel de Bor- gona.) Inds, alma querida, etc. No; te conozco mejor, etc. Véis cémo resulta de natural y apa-| sionado? Admirar este rostro sonriente que conserva ella en las mayores aflic- ciones.” En fin, ésta es la idea; y pasa- rfa revista de igual modo a todos los ac- tores y actrices. SeNoriTA De Briz.—Encuentro la idea bastante divertida; me lo ha pare- cido desde el primer verso. Continuad, | os lo ruego. MotiERrE.—{Imitando a Beauchdteau,| actor del Hotel de Borgofa, en las es- tancias del “Cid”.): ‘Traspasado hasta el fondo del aima, etc. (2). | | iY a éste le reconoceriais en el Pompe-| yo, de “Sertorius”? (Imita a Hauteroche, actor del Hotel de Bergoiia): La enemistad que reina entre los dos par- | mo les procura honor, etc. (3). Etidos | @) Horacio, tragedia de Corneille (1640), acto segundo, escena quinta. | (2) El Cid, tragedia de Corneille asse| acto primero, escena sexta. (3). Sertorius, tragedia de Corneille (1662), acto tercero, escena segunda. | acto quinto, 375 Sefiorita De Briz.—Creo reconocerle un tanto. Mowrere.—

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