Está en la página 1de 18

AGUA CALIENTE SANITARIA (ACS)

ÍNDICE, BIBLIOGRAFÍA Y NORMATIVA.

ÍNDICE GENERAL

Tema 1 Agua caliente sanitaria (ACS): generalidades, sistemas de producción y distribución.

Tema 2 Sistemas individuales de producción y distribución de ACS.

Tema 3 Sistemas centralizados de producción y distribución de ACS.

Tema 4 Normativa.

Tema 5 Cálculo.

BIBLIOGRAFÍA

• Apuntes de instalaciones. Francisco Javier Sáenz de Oíza.

• Apuntes de instalaciones. P. M. Rubio Requena.

• Cálculo y Normativa Básica de las instalaciones en los edificios. Luis Jesús Arizmendi. EUNSA. Navarra, 1995. 5ª
Edición. Tomo I.

1
ÍNDICE.

Tema 1 AGUA CALIENTE SANITARIA (ACS): GENERALIDADES, SISTEMAS DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN.

1.1. NECESIDAD DE DISPONER DE ACS.


1.2. SISTEMAS DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ACS.
1.2.a. Producción y distribución individual o centralizada.
1.2.b. Producción instantánea o por acumulación.
1.2.c. Distribución con o sin retorno.

Tema 2 SISTEMAS INDIVIDUALES DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ACS.

2.1. SISTEMAS INDIVIDUALES DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ACS.


2.2. EQUIPOS INDIVIDUALES DE PRODUCCIÓN.
2.2.a. Calentadores instantáneos de agua a gas.
2.2.b. Calentadores-acumuladores de agua eléctricos.
2.2.c. Calderas mixtas para calefacción y agua caliente sanitaria.
2.2.d. Equipos solares domésticos (ESD).

Tema 3 SISTEMAS CENTRALIZADOS DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ACS.

3.1. SISTEMAS CENTRALIZADOS DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ACS.


3.2. COMPONENTES DE UNA INSTALACIÓN CONVENCIONAL CENTRALIZADA DE ACS.
3.2.a. Caldera.
3.2.b. Circuito primario.
3.2.c. Intercambiador.
3.2.d. Circuito secundario.

Tema 4 NORMATIVA.

4.1. REGLAMENTO DE INSTALACIONES TÉRMICAS EN LOS EDIFICIOS (RITE) Y SUS INSTRUCCIONES


TÉCNICAS COMPLEMENTARIAS (ITE).
4.2. NORMAS BÁSICAS PARA LAS INSTALACIONES INTERIORES DE SUMINISTRO DE AGUA (NIA).
4.3. NORMAS TÉCNICAS DE DISEÑO Y CALIDAD DE LAS VIVIENDAS DE PROTECCIÓN OFICIAL.
4.4. NORMAS DE RANGO MUNICIPAL.
4.5. OTRAS NORMAS.
4.6. NORMAS RELATIVAS A LOS ESD (Equipos solares domésticos).

Tema 5 CÁLCULO.

5.1. CÁLCULO DE UNA INSTALACIÓN DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ACS.


5.2. CUANTIFICACIÓN DE LA DEMANDA DE ACS.
5.2.a. Caudal de cálculo.
5.2.b. Previsión de reserva de ACS.
5.3. CÁLCULO DEL EQUIPO DE PRODUCCIÓN EN INSTALACIONES INDIVIDUALES.
5.4. CÁLCULO DEL EQUIPO DE PRODUCCIÓN EN INSTALACIONES CENTRALIZADAS.
5.4.a. Producción instantánea.
5.4.b. Producción por acumulación.
5.4.c. Producción con sistemas mixtos intercambiador-acumulador.
5.5. CÁLCULO DE LA RED DE DISTRIBUCIÓN.
5.5.a. Red de distribución.
5.5.b. Red de retorno.
5.5.c. Potencia de la bomba de retorno.

2
Tema 1
AGUA CALIENTE SANITARIA (ACS):
GENERALIDADES, SISTEMAS DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN.

1.1. NECESIDAD DE DISPONER DE ACS.

Es evidente que la necesidad de disponer de ACS en los edificios se establece sobre todo por razones higiénicas y de
confort, a nadie se le ocurriría hoy en día prescindir de ella en un establecimiento o edificio con algún local de aseo personal
o de limpieza doméstica, pero también está legislado que esto sea así.

La legislación referente a las VPO obliga a disponer de ACS en cocinas y cuartos de aseo. El sistema podrá ser centralizado
o individual, instantáneo o de acumulación.

Igualmente, en la mayor parte de las Ordenanzas Municipales revisadas recientemente también se establece esta
necesidad, así por ejemplo, en las Ordenanzas del Plan General Municipal de Ordenación se Sevilla, se recoge en su
artículo 5.69, dentro del capítulo 5º sobre las Condiciones de las Dotaciones y Servicios de los Edificios, la necesidad de
preverse la instalación de ACS en los aparatos sanitarios destinados al aseo de las personas y a la limpieza doméstica.

1.2. SISTEMAS DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ACS.

Para suministrar ACS a los aparatos sanitarios de los distintos locales húmedos habrá que de disponer de una red de
distribución de ACS que de servicio a esos puntos de consumo desde un equipo de producción de ACS, que estará a su vez
alimentado de agua apta para el uso sanitario de la red general de agua fría del edificio. A partir de este esquema general
de producción y distribución de ACS surge una gran variedad de esquemas particulares resultado de la adaptación del
esquema básico a las características concretas de cada edificio.

Estas características específicas que definen esos esquemas particulares de distribución y producción de ACS de los
distintos edificios son muy variados: tipo de uso y tamaño del edificio, caudales de consumo, frecuencia del consumo,
concentración o dispersión de los locales de consumo, régimen de uso y de propiedad del edificio, tipo de energía
disponible... Pero básicamente, las posibilidades que caracterizan la elección de un sistema especifico se concretan en lo
siguiente:

• Elección de un sistema de producción y distribución individual o centralizado.


• Elección de un tipo de productor instantáneo o por acumulación.
• Elección de un sistema de distribución con o sin retorno.

1.2.a. Producción y distribución individual o centralizada.

Cuando para un mismo edificio, compuesto de diferentes unidades funcionales o de propiedad, disponemos de un equipo
de producción, y por tanto de distribución, para cada una de esas unidades, nos encontramos ante un sistema individual. Si
por el contrario disponemos de un único sistema de producción y de distribución para todo el edificio, estamos hablando de
un sistema centralizado.

Los sistemas individuales normalmente son característicos de consumos reducidos, diversidad de tipos y frecuencia de uso,
dispersión de puntos de consumo, discontinuidad en el tiempo, multipropiedad..., y en general van ligados a una cierta
independencia o autonomía de la unidad funcional dentro del edificio. Así, emplearemos sistema individuales en
promociones de viviendas unifamiliares, en edificios de viviendas escaso o imprescindible “compromiso de comunidad”,
viviendas de segunda residencia, comercios y oficinas de poca superficie...

Por el contrario, los sistemas centralizados son de uso preferente en instalaciones con demandas importantes de ACS,
concentración de puntos de consumo, regularidad en el tipo y frecuencia uso, coincidencia de usos, propiedad única... por lo
que en dichos sistemas la unidad funcional está subordinada a una jerarquía superior dentro del edificio, y los emplearemos,
sobre todo, en edificios de uso colectivo (administrativos, educacionales, comerciales de gran envergadura, etc...), en
edificios de viviendas con alto “compromiso de comunidad”...

3
1.2.b. Producción instantánea o por acumulación.

A la hora de producir ACS las opciones posibles son la producción instantánea, esto es, se calienta el agua a medida que
se demanda para su consumo, o la producción por acumulación, en la que se prepara el agua caliente y se mantiene
almacenada en un depósito aislado lista para su consumo cuando sea demandada (ya veremos más adelante que los
sistemas también podrán ser mixtos).

La ventaja de la producción instantánea es que no hay que tener acumulada el agua caliente, lo que implica una
disponibilidad de espacio y un coste energético determinados, se calienta el agua en la medida en que se necesita, pero
ese calentamiento instantáneo implica un consumo energético puntual muy elevado, siendo los caudales máximos
disponibles limitados. Por el contrario un calentamiento por acumulación es más lento y el consumo energético es
moderado, pudiéndose tener acumulada todo el agua caliente necesaria, pero mientras no haya consumo, ese agua hay
que mantenerla caliente, lo implica un recalentamiento continuo de esa agua, con el consiguiente gasto energético.

Vemos que cada sistema tiene sus ventajas y limitaciones, mientras el calentamiento instantáneo no necesita acumulación,
tiene un caudal máximo razonablemente limitado, y la acumulación permite tener grandes reservas de agua caliente, pero
éstas ocupan mucho espacio y su continuo recalentamiento significa un gasto energético excesivo.

El uso de uno u otro sistema vendrá determinado por las características del consumo. El sistema de producción instantáneo
es adecuado para usos que impliquen un consumo no excesivo pero localizado puntualmente a lo largo del día (una colonia
infantil, un cuartel, un campamento...), mientras que la acumulación es característica de consumos más o menos continuos,
sin una especial concentración al menos, a lo largo del día (hospitales, hoteles, edificios de viviendas...).

Es interesante en ocasiones la posibilidad de adoptar un sistema mixto, que combine una determinada acumulación que
satisfaga los consumos continuos a lo largo del día, que no implican excesivo caudal, y un sistema de producción
instantánea, sin excesiva capacidad, que abastezca, junto con la reserva acumulada, los momentos en los que se produzca
un caudal punta elevado.

1.2.c. Distribución con o sin retorno.

La existencia de una red de retorno que arranca al final de la red de distribución y retorna el ACS no utilizada hasta el punto
de producción, de manera que existe disponibilidad continua de ACS a lo largo de toda la red de distribución, será
obligatoria por la normativa en muchos casos, pero en determinadas ocasiones esta será opcional, proporcionando mayor
grado de confort y ahorro de agua, aunque un gasto desproporcionado, en cuanto a costo inicial de la instalación y consumo
energético, en instalaciones excesivamente pequeñas.

Este sistema permite que el tiempo transcurrido desde la apertura de un grifo de ACS hasta que el agua sale realmente
caliente sea mínimo. Por el contrario, si no existe este sistema, si transcurre demasiado tiempo entre apertura y apertura, el
agua acumulada en la red de distribución se enfría, y para que el agua salga caliente de nuevo habrá de pasar mucho
tiempo, lo que implica además del derroche de agua una evidente falta de confort, especialmente si la longitud de
distribución es importante, como suele pasar en los sistemas centralizados.

Realizar una función que relacione biunívocamente características del edificio y tipología de instalación de ACS para esas
condiciones sería interminable, pues las variables y sus combinaciones son excesivas, y tremendamente irresponsable,
pues en muchos casos no podemos hablar de una única solución óptima, sino varias alternativas de relativa idoneidad.

Para seguir abordando el tema de la producción y distribución del agua caliente sanitaria lo vamos a hacer desde el punto
de vista de la distinción clara existente, sobre todo en cuanto a diversidad y magnitud de equipos componentes y de
normativa aplicable, entre sistemas individuales y sistemas centralizados, si bien en el fondo comparten esquemas
similares aunque a distinta escala.

4
Tema 2

SISTEMAS INDIVIDUALES DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ACS.

2.1. SISTEMAS INDIVIDUALES DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ACS.

Hasta hace relativamente poco tiempo, las instalaciones individuales se limitaban a satisfacer ajustadamente la demanda de
ACS de viviendas o de determinados locales. Si se quería un grado más de confort y dotar además a la vivienda o local de
un sistema de calefacción por agua caliente, los sistemas ya pasaban a tener las características de los grandes equipos
característicos de la producción y distribución centralizada que sí satisfacía requerimientos de cantidad, calidad y confort.

Hoy en día sin embargo existe gran diversidad de equipos individuales que van desde el más pequeño de los calentadores
instantáneo eléctrico que abastece a un aseo hasta el más sofisticado sistema de producción de ACS por medio de una
caldera que además de la producción de un caudal instantáneo considerable permite una acumulación importante y la
calefacción además de viviendas o locales de gran superficie. Esto, unido a la problemática que genera la vida en
comunidad de propietarios (desacuerdo entre vecinos, elevado costo de mantenimiento y gestión..., que derivan en una falta
de calidad y confort), hace que en los últimos años exista una tendencia a las instalaciones individuales, en las que cada
usuario es el propietario de su instalación, regula el grado de confort y nivel de gasto, y en definitiva es el responsable de su
manejo y conservación.

2.2. EQUIPOS INDIVIDUALES DE PRODUCCIÓN.

Los equipos individuales de producción son hoy en día muy variados. Como ya se ha comentado en tema anterior, los
diferentes tipos de equipos vienen dados por la producción instantánea o por acumulación, así como por el tipo de energía,
además de por la cuantía de las demandas y por lo tanto la capacidad calorífica de los equipos, aunque el esquema general
es igual en todos ellos: de la red de agua fría hay una derivación hacia un aparato, y aquí estriban las diferencias, donde se
calienta el agua, obteniéndose ACS, a partir de este equipo de producción surge la red de distribución de ACS, que
normalmente discurrirá paralela a la de agua fría, hasta abastecer los distintos locales húmedos y sus aparatos.

Básicamente se pueden considerar dos sistemas convencionales de producción de ACS individual:


• Calentadores instantáneos de agua a gas.
• Calentadores-acumuladores de agua por electricidad.
Aparte existen otros sistemas más específicos pero que cada vez son más frecuentes:
• Calderas mixtas para calefacción y agua caliente.
• Colectores solares.

Por último, aprovechando la existencia de una instalación de climatización por bomba de calor, se puede considerar el
aprovechar esa fuente como productor de un determinado caudal de ACS, aunque con ciertas limitaciones de temperatura,
pues como mucho se conseguirá elevar la temperatura a unos 40-45 ºC. Suele ser en instalaciones que alcanzan ya una
cierta complejidad que la asemejan más a una instalación centralizada que a una individual.

2.2.a. Calentadores instantáneos de agua a gas.

Consiste en la colocación, a partir de la red de agua fría, de un calentador de gas que se acciona automáticamente cuando
se produce una demanda de ACS, en ese momento, el agua fría comienza a circular por un serpentín dentro de una cámara
de combustión, donde la “llama” del gas en combustión intercambia el calor al fluido, produciéndose ACS.

La característica fundamental de este tipo de aparatos viene dada por su potencia calorífica (Kcal/h ó Kw;
Kcal/h=0,86w=0,86Kw/1000), ya que en función de ella se obtendrá un determinado caudal de ACS (l/s) al que se habrá
aplicado un incremento térmico (ΔT) también determinado, siendo estas magnitudes inversamente proporcionales.

Ventajas:
• Sistema con un buen rendimiento y razonable grado de confort.
• Coste económico tanto en instalación como en consumo muy satisfactorio.

5
Inconvenientes:
• Caudales instantáneos limitados, de modo que con demandas elevadas los equipos deberían ser de
potencias excesivas.
• Debido al propio sistema de calentamiento, el lugar de ubicación de estos aparatos requiere de unas
determinadas condiciones de ventilación imprescindibles para garantizar la seguridad (generalmente en
cocinas o lavaderos comunicados con espacio exterior suficientemente ventilado), ya que puede resultar
peligroso alguna fuga del propio gas combustible (butano, propano, ciudad o natural) así como de los gases
resultado de la combustión (CO2) o por una hipotética combustión incompleta (CO, aún más nocivo).

2.2.b. Calentadores-acumuladores de agua eléctricos.

Consiste en la colocación, a partir de la red de agua fría, de un calentador que además es acumulador (depósito con
paredes aisladas térmicamente). La producción de ACS tiene lugar por “efecto Joule” en el propio depósito acumulador por
medio de una resistencia eléctrica.

La característica fundamental de este tipo de aparatos viene dada por la capacidad de acumulación (25, 50, 100... hasta
200 litros), y en función de ella se necesitará una determinada potencia para la resistencia eléctrica (500... hasta 3.000w).

Ventajas:
• Al ser una energía limpia en su consumo, los riesgos de la instalación son mínimos, siendo únicamente
necesarios unos sistemas de control de presión y temperatura, por otra parte comunes en todo este tipo de
aparatos, y una válvula antirretorno, según marca la NIA, y una determinada separación, según marca el
REBT, de la zona de seguridad de las bañeras y duchas, para evitar contactos eléctricos directos.
• Su ubicación, por lo anteriormente expuesto, puede ser cualquiera, con la única condición de la existencia de
un punto de desagüe y de toma de corriente eléctrica.
• Capacidad de acumulación, por lo que podrá satisfacer caudales instantáneos elevados.

Inconvenientes:
• Agotada el caudal acumulado, el calentamiento para la reposición del depósito no es instantáneo pudiendo,
en función de la potencia y la capacidad, sobrepasar las 2 horas.
• El calentamiento del agua por medio de una resistencia sumergida en ella es mucho menos eficaz que
circulando dentro de un serpentín expuesto bajo una llama, por lo que, aunque el costo inicial de las
instalaciones por calentador a gas y calentador-acumulador eléctrico son similares, el costo energético de
uso diario es bastante más elevado en éste último, sin tener en cuenta el costo adicional del recalentamiento
continuo del agua acumulada a medida que se enfría cuando ésta no se consume.
• En aguas duras, exceso de cal, se produce una gran calcificación en el sistema de calentamiento por
resistencia eléctrica, derivando en un incorrecto funcionamiento de la misma.

2.2.c. Calderas mixtas para calefacción y agua caliente sanitaria.

Los sistemas de calentamiento por calderas son similares a los calentadores individuales a gas, si bien aquí es además
posible el gasóleo como combustible, pero disponen mayor capacidad calorífica (se les denomina calderas en vez de
calentadores), por lo demás se asemejan más a una instalación centralizada que una instalación individual, de hecho el
RITE fija que cuando una instalación individual tiene potencia superior a los 70 Kw, la instalación deberá cumplir lo
reglamentado para las instalaciones centralizadas.

El ACS no se calienta directamente en un serpentín bajo la llama en la cámara de combustión, sino que existe un circuito
cerrado también de agua pero no apta para el consumo, que es el de calefacción, llamado primario, que hace además de
transportador e intercambiador de calor entre la llama y el circuito de AF-ACS para consumo, de modo que este segundo
calentamiento se puede producir por contacto directo entre ambos circuitos (serpentines arrollados o intercambiador de
placas) o por inmersión de un serpentín del circuito AF-ACS en depósito del circuito cerrado de calefacción, dando prioridad
a la producción de ACS cuando hay demanda de ésta.

Estos sistemas permiten, además de la producción de un limitado caudal instantáneo, la colocación de un acumulador que
permita dar respuestas a demandas puntualmente altas de caudal. De este modo este sistema da respuesta a un elevado
grado de confort, aunando y superando respectivamente las ventajas e inconvenientes de los sistemas individuales de
producción y acumulación de ACS por gas o por electricidad.

6
La existencia de la calefacción no es imprescindible sino opcional, de modo que cuando ésta no existe, la única función del
circuito primario es la de preparación de ACS. La gama de potencias y combinaciones posibles existente en el mercado es
muy variada, seleccionaremos un determinado equipo en función de las potencias caloríficas para demandas de caudal de
ACS, y calefacción en su caso, que preveamos, fijando en definitiva un determinado grado de confort.

2.2.d. Equipos solares domésticos (ESD).

El potencial de la energía solar es enorme, además de ser una energía limpia en su producción y consumo, es gratuita,
estando disponible en muchas regiones de España en una gran parte del año. Por eso, aunque este sistema no termina de
generalizarse, es cada vez más demandado, adquiriendo gran potencial de uso en un futuro no muy lejano. Para pequeñas
instalaciones domésticas, estos sistemas no difieren en mucho de los convencionales, de hecho precisan el apoyo de una
instalación tradicional para aquellos periodos de tiempo donde la energía solar no esté disponible.

La producción de ACS se produce a partir de un circuito cerrado o primario, que al pasar por un serpentín en el interior de
un panel acristalado expuesto al sol capta el calor, cediendo posteriormente este calor, por intercambiador o por
acumulador, al circuito de AF-ACS que dispone de un depósito acumulador, ya que el caudal instantáneo es insuficiente
para las demandas normales de ACS, quedando dispuesta para ser consumida. Cuando la temperatura del agua caliente
solar es inferior a la del consumo, sobre unos 45º, es el sistema de energía auxiliar conectado a la instalación, un sistema
convencional a gas (instantáneo) o eléctrico (acumulación), el que se encarga de realizar el calentamiento de ese agua
acumulada hasta la temperatura deseada.

Una característica común a todos estos sistemas convencionales de producción individual es la limitación de distancia entre
el equipo de producción y los puntos de consumo, que no debe sobrepasar los 10 ó12 m, con objeto de evitar, a pesar del
siempre necesario aislamiento de las conducciones de distribución, el enfriamiento excesivo del agua. No obstante, esto es
solucionable, en el caso de sistemas con acumuladores, cerrando la red de distribución con un circuito de retorno.

7
Tema 3

SISTEMAS CENTRALIZADOS DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ACS.

3.1. SISTEMAS CENTRALIZADOS DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ACS.

Ya hemos visto como cuando en edificio hay una cierta administración única del mismo, como son edificios de tipo
administrativo o de equipamiento público, de una comunidad de vecinos de viviendas con alto grado de prestaciones, un
hotel, una residencia..., y tenemos demandas importantes de ACS, recurrimos normalmente a sistemas centralizados para
la producción y distribución de ACS a las distintas unidades funcionales del mismo (viviendas, vestuarios, aseos,
habitaciones de un hotel...).

De esta manera, el usuario solo es receptor del servicio, y por lo tanto, ajeno al mantenimiento, pagando, cuando proceda,
por la parte proporcional de consumo. Puede garantizarse, por relativo poco coste por usuario, un elevado nivel de confort
mediante un correcto dimensionado y un adecuado sistema de regulación gracias a la disposición de mecanismos de
control y automatización que consiguen una regulación de la temperatura, programación horaria, homogeneización del
confort, minimación y control del consumo...

Los sistemas convencionales utilizan como fuente productora de calor una caldera con combustibles fósiles, no obstante
existe alternativamente, aunque no es frecuente y va ligado a la existencia de un sistema de climatización, el sistema de
producción de ACS por bomba de calor, de manera similar a como hemos visto en la producción individual.

3.2. COMPONENTES DE UNA INSTALACIÓN CONVENCIONAL CENTRALIZADA DE ACS.

El sistema de producción de ACS es similar al explicado en los sistemas individuales por caldera. Se compone
fundamentalmente de dos circuitos principales y de dos elementos singulares donde se produce un trasvase de calor, que
por orden del proceso productivo y de distribución son:

• Caldera: es el centro productor de calor, donde se produce la quema del combustible aportando el calor necesario para
el proceso de producción de ACS.
• Circuito primario (o de producción): es un circuito cerrado de agua no apta para el consumo que funciona únicamente
como agente transportador del calor.
• Intercambiador: es el centro donde se produce el intercambio o cesión de calor desde el fluido del circuito primario al
agua de consumo, procedente de la red de agua fría, que se convertirá en ACS a distribuir.
• Circuito secundario (o de distribución): es el encargado de hacer llegar el ACS desde el intercambiador a los distintos
locales húmedos. Incluye una red de retorno.

El ACS no se calienta directamente en un serpentín bajo la llama en la cámara de combustión de la caldera, sino que existe
un circuito cerrado, también de agua pero no apta para el consumo, que es el circuito primario, que hace de transportador
de calor entre la caldera y el circuito secundario, encargado de la distribución del ACS propiamente dicha, proceso que tiene
lugar en el intercambiador.

3.2.a. Caldera.

La caldera no es más que el lugar donde se produce la quema del combustible, origen del calor. Los combustibles utilizados
hoy en día son el gas natural y los derivados del petróleo: gas ciudad, butano, propano y gasóleo, aunque aún podemos
encontrar en algunas zonas “reliquias” que funcionan con carbón como combustible. Lógicamente este proceso debe llevar
unas rigurosas condiciones de seguridad en cuanto al almacenamiento y quema del combustible, así como de evacuación
de los gases de combustión, por lo que es fundamental elegir adecuadamente su ubicación.

Otra opción posible es el empleo de la energía solar como fuente de calentamiento del agua. En esos casos una serie de
paneles solares, de manera similar a lo visto en los equipos solares domésticos (ESD) en instalaciones individuales,
calientan en agua de un circuito primario que a su vez cede el calor en un acumulador de agua, éste ya apto para su
consumo sanitario. Las limitaciones propias de los equipos solares obligan también aquí a disponer de una fuente

8
alternativa de calor que sea capaza de asegurar una temperatura de acumulación de 55-60ºC, y de elevar la temperatura
del mismo a los 70ºC, según exige la norma UNE de prevención de la legionela.

3.2.b. Circuito primario.

Llamado también circuito de producción, es el encargado de transportar el calor desde la caldera al agua de consumo.
Consiste básicamente en un circuito cerrado donde una bomba de recirculación mueve el fluido conductor del calor, que es
agua no apta para el consumo. Se compone de un serpentín situado dentro de la cámara de combustión de la caldera
encargado de captar el calor, y de otro serpentín, o sistema similar alternativo, encargado de ceder el calor antes captado al
circuito de agua de consumo, cerrándose el ciclo cuando el agua vuelve a al serpentín de la caldera. Consta también el
circuito primario un sistema de “by-pass”, regulado mediante una válvula de tres vías termocontrolada, que evita que el agua
del circuito primario siga calentando la del circuito secundario cuando ésta ha alcanzado la temperatura máxima deseada.
La temperatura del agua en este circuito oscila entre los 70º C y los 90º C.

Adicionalmente el circuito primario debe llevar una serie de valvulería y elementos de control necesarios para el correcto
funcionamiento:
• Alimentación desde la red general de agua fría con llave de corte y antirretorno: para el llenado del circuito tras su
limpieza reparación o pérdida de fluido.
• Vaso de expansión, abierto o cerrado, para absorber las dilataciones del agua ante sus incrementos de temperatura,
de modo que se evitan sobrepresiones.
• Válvula de vaciado conectada a un punto sumidero de desagüe, para facilitar las posibles operaciones de
mantenimiento.

3.2.c. Intercambiador.

Es el punto donde se produce la cesión de calor del circuito primario al secundario. Este proceso puede ser de dos tipos:

• Intercambio instantáneo: el intercambio se produce por contacto directo entre ambos circuitos, mediante serpentines
arrollados el uno sobre el otro, o mediante un intercambiador de placas, que posibilitan un coeficiente de intercambio
térmico muy elevado. De esta forma, el agua se calienta instantáneamente al contacto con la superficie de mayor
temperatura, si bien existen ciertas limitaciones de caudal máximo. Se les denomina intercambiadores propiamente
dichos.

• Intercambio por acumulación: el intercambio de calor se produce por recalentamiento indirecto del agua, mediante la
inmersión de un serpentín del circuito primario en un depósito acumulador del circuito secundario, o por sistemas
similares como envolver el depósito acumulador de ACS por una membrana superficial por la que se hace circular el
fluido caliente del circuito primario. En estos casos el intercambiador se suele denominar sencillamente como
acumulador, si bien hay quien les denomina como interacumuladores. Deben disponer de una válvula de seguridad que
permita desaguar, así como de una válvula de vaciado, ambas conectada a desagüe. La temperatura de acumulación
del ACS debe ser entre 55-60º C, y puntualmente debe poderse elevar la temperatura del agua hasta los 70º C, para
evitar la “legionela”. Por ello debe disponerse un termostato que indique la temperatura de acumulación.

Los materiales de estos intercambiadores deben ser muy resistentes a la corrosión, que se acentúa con las altas
temperatura, siendo los mejores los de acero inoxidable, empleándose también el cobre.

Los intercambiadores serán de uso preferente en edificios con uso discontinuo y de caudal fluctuante de ACS sin demandas
puntas elevadas, mientras que el acumulador es característico de consumos más o menos continuos con determinadas
horas punta de gran caudal.

No obstante, el mejor sistema consiste en aprovechar las ventajas tanto del intercambiador como del acumulador en
sistema mixto de preparación (calentamiento suave), un sistema que proporciona una gran capacidad de respuesta que se
traduce en un elevado grado de confort, si bien es una instalación más costosa.

3.2.d. Circuito secundario.

Es la red de distribución propiamente dicha, que partiendo desde el acumulador, o intercambiador en su caso, alimenta los
diferentes locales húmedos, cerrándose el circuito mediante la red de retorno, que arranca en el punto más alejado de la

9
distribución. Los criterios de trazado de la red de distribución serán los mismos que los de la red de agua fría. Generalmente
consta de:

• Distribuidor principal: es la conducción principal de distribución que conduce el agua a las columnas.
• Distribuidores secundarios: normalmente, en edificios en altura, son verticales y se les llama columnas o montantes,
encargándose de distribuir el ACS a las distintas plantas. En edificios en extensión, no en altura, estas conducciones
pasan a ser horizontales. Al trabajar con agua a elevada temperatura son frecuentes las acumulaciones de vapor en la
red, lo dificulta la correcta distribución, por ello se debe dar pendiente de 0,5-1,0% en sentido de la circulación a los
tramos horizontales, evitar la formación de sifones y la colocación de purgadores al final de cada columna.
• Derivaciones: tubería que partiendo de la columna y en horizontal, da servicio a la unidad funcional (vivienda, vestuario,
habitación de hotel...) alimentando los distintos locales húmedos y sus aparatos. Para edificios en multipropiedad debe
disponerse un contador para cuantificar el consumo de ACS por parte de cada usuario, con llave de corte, ambos
accesibles desde zonas comunes, y posteriormente una válvula antirretorno.
• Red de retorno: partiendo del punto más alejado de la distribución se inicia una red que cierra el circuito, retornando al
punto de origen, al depósito acumulador o similar. La temperatura de distribución no puede ser inferior a los 50º C en el
punto más desfavorable del circuito, la entrada de la red de retorno al acumulador, disponiéndose en ese punto un
termostato que indique la temperatura del agua de retorno. El caudal de retorno es el mínimo necesario para que la
temperatura no descienda de la permitida, la fijaremos en 3º C. Con esta medida se consigue por una parte garantizar
la seguridad ante la “legionela” en la red de distribución, por otra un mayor grado de confort y un considerable ahorro
de agua ,de lo contrario, en este tipo de instalaciones sin red de retorno, el enfriamiento del agua de la red de
distribución provocaría un largo periodo de espera hasta que el agua llegue realmente caliente. Siendo el caudal de
retorno relativamente pequeño, la velocidad de retorno se fijará muy baja, entorno a 0,3 m/s, de modo que la tubería de
retorno es de escaso diámetro, al igual que la potencia de la bomba de recirculación, que obliga el retorno, que suele
ser alrededor de 0,1 cv, pues solo debe superar las pérdidas de carga puntuales en el rozamiento en el circuito de
recirculación.

Los materiales a emplear en estas conducciones deben soportar las elevadas temperaturas de distribución, y tener un buen
comportamiento ante el fenómeno de la dilatación por la variación de las temperaturas. Hoy en día el uso del acero
galvanizado en este tipo de instalaciones está casi totalmente desterrado, pues sufre un proceso de envejecimiento
acelerado bajo temperaturas superiores a 53º C. El material más común es el cobre, que también tiene muy buen
comportamiento ante las dilataciones. Un magnífico material es el acero inoxidable, pero resulta muy caro, por lo que su uso
se restringe a instalaciones con muy altas prestaciones. También tiene buen comportamiento el acero negro estirado sin
soldadura. Hoy en día se trabaja también con materiales plásticos, como el polibutileno, polietileno reticulado, polipropileno
o el PVC clorado, pero no todos se comportan bien ante las temperaturas y algunos sufren excesiva dilatación.

Igualmente deben disponerse medidas constructivas que eviten el daño que las dilataciones de estos conductos pueden
causar al propio edificio, así se evitarán tramos rectos de excesiva longitud (los quiebros absorben fácilmente las
dilataciones), se dispondrán tubos pasamuros, abrazaderas de sujeción que permitan el desplazamiento libre de los
conductos, y cada 15 m de tramo recto se dispondrán elementos que absorban esas dilataciones de los conductos: las liras
de dilatación.

Es obligatorio el aislamiento de todos los elementos singulares y conductos de la instalación, no solo para evitar perdidas de
calor (muy importante), sino también para evitar daños personales por quemaduras en labores de mantenimiento y
materiales en los elementos constructivos. Así, la caldera, los conductos del circuito primario, los acumuladores y todos los
conductos de la red de distribución (ida y retorno), dispondrán de una capa de aislamiento térmico, cuyo espesor mínimo
viene establecido en el Apéndice 03.1 del RITE, y es función del diámetro del tubo y de la temperatura del fluido.

Los conductos de distribución y las derivaciones particulares interior de los locales suelen discurrir paralelas a la red de
agua fría, necesitando una separación mínima a éstas de 4 cm, debiendo separarse igualmente de cualquier conducción de
gas por causas obvias al menos 30 cm.

10
Tema 4

NORMATIVA APLICABLE EN LAS INSTALACIONES DE ACS.

4.1. REGLAMENTO DE INSTALACIONES TÉRMICAS EN LOS EDIFICIOS (RITE) Y SUS INSTRUCCIONES


TÉCNICAS COMPLEMENTARIAS (ITE).
Real Decreto 1751/1998 de 31 de Julio de 1998. (BOE 5 de Agosto de 1998).

En su artículo 1º se establece que este Reglamento y sus Instrucciones Técnicas Complementarias ITE tienen por objeto
establecer las condiciones que deben cumplir las instalaciones térmicas en los edificios, destinadas a atender la demandas
de bienestar térmico y de higiene a través de las instalaciones de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria, con
objeto de conseguir un uso racional de la energía que consumen, por consideraciones tanto económicas como de
protección del medio ambiente.

En su artículo 2º se establecen los objetivos de las instalaciones y componentes, siendo la primera la obtención de un
ambiente interior térmico, de calidad de aire, de condiciones acústicas y de dotación de agua caliente sanitaria aceptables
para el ser humano durante el desarrollo de sus actividades, atendiendo además a la seguridad, uso racional de energía,
rendimiento, mantenimiento y protección del medio ambiente.

Son las Instrucciones Técnicas Complementarias (ITE) las que contemplan los requisitos técnicos esenciales de las
instalaciones, independientemente de que cada una de ellas cumpla las disposiciones particulares que le sean de
aplicación, conductos, calderas, acumuladores, cuarto de máquinas..., para lo cual se cita como referencia las normas UNE
correspondientes. En cuanto a la producción y distribución de agua caliente sanitaria ACS estas ITE contemplan lo
siguiente:

ITE 02 DISEÑO
• ITE 02.5 Producción centralizada de agua caliente sanitaria.
Referencia a la norma UNE 100030: “Prevención de la legionela en Instalaciones de edificio”.
• ITE 02.6 Fraccionamiento de Potencia.
• ITE 02.10 Aislamiento térmico.
• ITE 02.11 Control.
• ITE 02.13 Contabilización de consumos.

ITE 03 CÁLCULO
• ITE 03.13 Instalaciones de agua sanitaria.
• Apéndice 03.1 Espesores mínimos de aislamiento térmico.

ITE 09 INSTALACIONES INDIVIDUALES


• ITE 09.1 Objeto y ámbito de aplicación.
• ITE 09.2 Generadores de calor.

ITE 10 INSTALACIONES ESPECÍFICAS


• ITE 10.1 Producción de ACS mediante sistemas solares activos.

4.2. NORMAS BÁSICAS PARA LAS INSTALACIONES INTERIORES DE SUMINISTRO DE AGUA (NIA).
Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Orden de 9 de Diciembre de 1975.

Las únicas disposiciones que aparecen en esta normativa y que afecten a la instalación de ACS son dos:

• Los depósitos de agua caliente con capacidad superior a 10 litros no pueden estar conectados directamente a la red de
distribución más que bajo la condición de instalar en la conducción de agua fría, junto a la entrada del depósito y en el
sentido de circulación del agua, los siguientes dispositivos:
1. Un grifo de cierre.
2. Un purgador de control de la estanqueidad del dispositivo de retención.
3. Un dispositivo de retención.

11
4. Una válvula de seguridad, cuya tubería de evacuación vierta libremente por encima del borde superior del
elemento que recoja el agua.

• Los grifos mezcladores de agua caliente y fría han de ser de un modelo que no permita el paso de agua caliente hacia
el conducto de agua fría y viceversa.

4.3. NORMAS TÉCNICAS DE DISEÑO Y CALIDAD DE LAS VIVIENDAS DE PROTECCIÓN OFICIAL.


Orden Ministerial 24/11/1974.

Dentro de las ordenanzas que recogen las Normas de Diseño de las Viviendas de Protección Oficial, en la relativa a las
instalaciones mínimas, se especifica, como no podía ser de otra manera, que será preceptiva, entre otras, la instalación de
agua fría y caliente.

4.4. NORMAS DE RANGO MUNICIPAL.

Ya hemos comentado cómo en las normas de carácter municipal o local, Planes Generales Municipales de Ordenación
Urbana o Normas Subsidiarias en su defecto, puede haber medidas que afecten a las instalaciones de ACS, la más
probable sea la destinadas a exigir la dotación de ACS a los edificios, especialmente a aquellos de carácter residencial.
Estas medidas suelen ser de carácter genérico y normalmente se cumplen por propia inercia en el “buen hacer” de la
arquitectura y la construcción, aunque su no observación puede llegar a ser un contratiempo para ciertos técnicos
proyectitas y promotores que, por razones de lucro económico, no velen por ese “buen hacer”.

4.5. OTRAS NORMAS.

Englobamos aquí una serie de normas que no afectan directamente, aunque sí subsidiariamente, a las instalaciones de
producción y distribución de ACS. Nos referimos a las Normas que regulan las disposiciones relativas a proveer seguridad
en los edificios en los que, debido al sistema de producción de ACS mediante combustibles fósiles, haya riesgos producidos
por la propia combustión y/o acumulación de los combustibles. Esas Normativas son:

• Reglamento de Instalaciones de Gas en Locales destinados a Uso Doméstico, Colectivos o Comerciales.


(RD. 1853 del 22.11.93).

• Reglamento sobre Instalaciones de Almacenamiento de G.L.P.


(Orden Mº Ind. 29.01.86, BOE 22.02.86-10.06.86).

No vamos a entrar en el desarrollo de estas normativas, pero sí comentar que existen medidas relativas por un lado a la
disposición de calentadores y calderas instantáneas a gas en locales que dispongan de suficiente ventilación, mediante
disposición de rejillas inferiores y/o superiores que den a espacios exteriores suficientemente ventilados de manera que si
produce una fuga de los gases combustibles o gases producto de la combustión no se pueda producir acumulación de los
mismos en los locales y que también dispongan de evacuación conducida de los gases derivados de la combustión. Y por
otro a las medidas relativas a la ubicación de depósitos de gas y gasoil que, por razones obvias derivadas del riesgo
provocado por el volumen de combustible almacenado, no pueden disponerse de cualquier manera, obligándose unas
determinas disposiciones en cuanto a separación a zonas habitables, y en cuanto a las propias condiciones de
almacenamiento.

4.6. NORMAS RELATIVAS A LOS ESD (Equipos solares domésticos).

Hasta ahora hay muy poco reglamentado en cuanto a esta materia. A nivel estatal el RITE recoge algunas medidas, pero
son de carácter muy genérico. Puede existir alguna regulación de orden autonómico, así existen unas Especificaciones
Técnicas de la Junta de Andalucía relativas a las condiciones que deben cumplir estas instalaciones para poder acogerse al
programa PROSOL, que entre otras cosas regula las ayudas y subvenciones oficiales, así como establece los Organismos
Oficiales de Asesoramiento, como SODEAM, y empresas instaladoras autorizadas... Igualmente, en orden local puede
existir algún tipo de regulación. Así, el Ayto. de Sevilla está preparando las “Ordenanzas para la Gestión Local de la
Energía”, donde se recogerá cierta regulación en esta materia.

12
Tema 5

CÁLCULO.

5.1. CÁLCULO DE UNA INSTALACIÓN DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ACS.

Para definir una instalación de ACS, una vez elegido el sistema de producción y diseñado su trazado habrá que calcular:

• El equipo de producción de ACS, que incluye el productor de calor y el acumulador en su caso.


• La red de distribución de ACS, que incluye en su caso la red de retorno.

Para estructurar la explicación del cálculo vamos a abordar en primer lugar el dato de partida fundamental, que es la
cuantificación de la demanda de ACS. Posteriormente explicaremos el cálculo de los equipos de producción, viendo primero
el caso de las instalaciones individuales, menos complejas que las que pasaremos a ver a continuación, las instalaciones
centralizadas. El cálculo de la red de distribución se dejará para el final.

5.2. CUANTIFICACIÓN DE LA DEMANDA DE ACS.

De manera general el cálculo de una instalación de ACS consiste en el dimensionado de los distintos elementos del equipo
de producción y de la posterior red de distribución, incluyendo la red de retorno si procede. Para ello lo fundamental es
cuantificar las demandas de ACS y ente sentido son importantes los caudales de cálculo, especialmente para los equipos
de producción instantánea, y las previsiones de reserva de ACS en el caso de sistemas de producción de ACS con
acumulación.

Tanto en el caso de producción instantánea como en el de acumulación la determinación de los caudales máximos como de
la reserva de ACS son función del grado de confort que se quiera conseguir, que será inversamente proporcional al coste
inicial y de uso de la instalación. El razonable equilibrio entre esos dos factores determinará la elección de los valores de
cálculo de la instalación.

5.2.a. Caudal de cálculo.

El sistema para determinar el caudal de cálculo de una instalación de agua caliente es el mismo que el visto en AF, con dos
particularidades:
• Los caudales instalados de ACS son sensiblemente inferiores a los de AF.
• En aquellos sistemas que incorporen la red de retorno habrá que mayorar el caudal de cálculo un 10%, en previsión del
caudal de retorno.

Para determinar el caudal de cálculo de un determinado tramo de la instalación de ACS se sumarán en primer lugar los
caudales instalados de los distintos aparatos a los que de servicio ese tramo de la instalación (Qi=Σqi). Posteriormente se
aplicará un coeficiente de simultaneidad función del nº de aparatos (α), que, multiplicando por el Qi, nos determinará el
caudal de cálculo (Qc=αQi). Por último mayoraremos en un 10% ese Qc, si procediera en previsión del caudal de retorno,
para obtener el caudal de cálculo definitivo (Qc*=1,1Qc). Este caudal de cálculo es en definitiva el caudal instantáneo que el
equipo debe producir para dar respuesta a la demanda de ACS.

5.2.b. Previsión de reserva de ACS.

El concepto de la previsión de acumulación es completamente distinta a la de caudal instantáneo, pues se refiere al


consumo probable que habrá que acumular en un periodo de tiempo determinado, que normalmente se expresa en una
fracción de día. También es importante el uso al que se destina el edificio, conocer el número de personas que harán uso de
la instalación, y de qué forma harán uso de ella, si será de forma dispersa o coincidente en el tiempo, si el uso estará mucho
o poco reglamentado...

13
Para recoger numéricamente lo dicho en el párrafo anterior expresaremos el volumen de la reserva de ACS a acumular
según se especifica en el apartado 1.4.2. relativo al cálculo de instalaciones centralizadas con producción por acumulador.

5.3. CÁLCULO DEL EQUIPO DE PRODUCCIÓN EN INSTALACIONES INDIVIDUALES.

Para las instalaciones individuales será preciso que determinemos el número de personas que harán uso de ella, el número
de locales húmedos (cuartos de baño, cocina...) a los que queremos se de servicio simultáneamente, número de duchas
que se estiman coincidirán en un corto periodo de tiempo... Todos estos factores, así como lo dicho al inicio del tema, el
grado de confort en relación al costo inicial y de uso de la instalación, nos determinará el equipo a elegir, ya sea de
producción instantánea o de acumulación, sin olvidar las mixtas que aportan un gran confort.

En instalaciones con calentador-acumulador eléctrico (termo eléctrico), para determinar el volumen de ACS a acumular,
emplearemos la siguiente tabla que recoge los consumos máximos en un solo uso de ACS a 40º por aparato y uso:

Lavabo 10 litros Ducha privada 50 litros Fregadero privado, por persona 10 litros
Bañera privada 150 litros Ducha pública 100 litros Fregadero restaurante, por persona 10 litros
Bañera pública 200 litros Bidé 10 litros Lavadero, por colada y persona 10 litros
Polibán 70 litros
Tabla V

A título orientativo, aunque los valores puedan ser puestos en crisis en función de la relación confort/gasto exigido por el
cliente-usuario o proyectista, la elección del volumen del acumulador para usos domésticos individuales podemos resumirla
de la siguiente forma:

Acumulador de 50 litros...............................Uso de cocina exclusivamente.


Acumulador de 75 litros...............................Uso de un cuarto de baño sin bañera.
Acumulador de 100 litros...............................Uso de un cuarto de baño con bañera.
Acumulador de 150 litros...............................Uso de cocina más dos baños.
Acumulador de 200 litros...............................Uso de programa completo en una vivienda grande.

La potencia eléctrica de los aparatos y el tiempo de preparación vendrá determinada por cada fabricante en función del
volumen del acumulador, siendo datos también importantes a suministrar para la elección del modelo de aparato.

Para el caso de instalaciones con producción instantánea es el caudal instantáneo máximo que permita la potencia
calorífica del aparato la que nos determina su elección. Para ello habremos cuantificado objetivamente los caudales
instalados y posteriormente, en función del grado de confort que queramos conseguir, aplicaremos una determinada
simultaneidad que determinará el caudal de cálculo o instalado exigido.

Los aparatos vienen definidos por una potencia útil característica (Kcal/h ó Kw) en función de la cual son capaces de aplicar
un salto térmico (ºC) determinado a un caudal determinado (l/s, l/min ó l/h), siendo estas magnitudes inversamente
proporcionales. En función de nuestro caudal de cálculo elegiremos un aparto de una potencia calorífica característica que
nos proporcione instantáneamente el caudal de ACS necesitado a una temperatura determinada.

A modo de referencia, pudiéndose de nuevo poner en crisis en función de la relación confort/gasto exigido por el cliente o
proyectista , mostramos ahora una serie de potencias caloríficas características que nos proporcionan, para un salto térmico
de 25 ºC, los siguientes caudales instantáneos:

Calentador de 125 Kcal/min ............. 5 l/min (0,083 l/s) ................... Da servicio a un solo grifo (cocina).
Calentador de 250 Kcal/min ............. 10 l/min (0,166 l/s) ................... Da servicio a un baño y una cocina.
Calentador de 375 Kcal/min ............. 13 l/min (0,216 l/s) ................... Da servicio a dos baños simultáneamente.
Calentador de 400 Kcal/min ............. 16 l/min (0,266 l/s) ................... Da servicio a varios baños simultáneamente.

14
5.4. CÁLCULO DEL EQUIPO DE PRODUCCIÓN EN INSTALACIONES CENTRALIZADAS.

Distinguiremos aquí entre los dos sistemas alternativamente opuestos de producción de ACS, los equipos de producción
instantánea y los equipos de producción por acumulación. Los sistemas mixtos, en cuanto que comparten las características
de los ya explicados no se considerarán específicamente a la hora del cálculo.

5.4.a. Producción instantánea.

Para una instalación de este tipo únicamente debemos calcular el caudal de cálculo tal como se ha establecido en el
apartado correspondiente del punto relativo a la cuantificación de la demanda. En función de este caudal elegiremos el
equipo que por sus prestaciones, potencia y capacidad de intercambio, nos proporcione instantáneamente ese caudal.

5.4.b. Producción por acumulación.

Vamos a calcular aquí el volumen del acumulador y la potencia de la caldera productora de calor.

Para el volumen del acumulador tomaremos lo explicado en el punto referente al cálculo de la demanda de ACS, donde el
volumen de la reserva de ACS a acumular se expresa de la siguiente forma:

Vacum. = Dot. x Nºpers. x Fuso ; donde: Vacum. : Volumen de ACS a acumular en litros (l).

Dot. : Dotación estimada en litros de ACS por persona y día


en función del uso del edificio (l/pd).
Nºpers. : Número de personas que se estima que usan la instalación
de ACS (p).
Fuso : Factor expresado en fracción de día que recoge el régimen de
uso de la instalación (d).

La potencia de la caldera es fundamentalmente directamente proporcional al volumen del acumulador y al salto térmico
que haya que aplicarse, esto es, la diferencia de temperatura entre el agua de la red de AF y la de acumulación del ACS, sin
embargo es inversamente proporcional al tiempo de preparación que dispongamos para aplicar este salto térmico y al
rendimiento de la caldera. Analíticamente:

Vacum. ⋅ ΔTª
Pcal. = ; donde: Pcal. : potencia de la caldera en Kcal/h. (1Kcal/h=1,16w).
tp ⋅ ρ

Vacum. : volumen de ACS a acumular en litros (l).

ΔTª : Incremento de temperatura a aplicar en ºC; es decir, la


diferencia entre la temperatura de acumulación del ACS
y la temperatura a la que llega en agua fría. La Tª de
acumulación se fija en 60ºC, y la del AF es variable
según las condiciones, pero suele ser de unos 10ºC,
con lo que ΔTª ≥ 50ºC.
tp : Tiempo mínimo en horas (h) que estimemos necesario
para la preparación del agua caliente. Tomamos tp = 3
h, aunque podría variar en función de las condiciones de
uso de la instalación.
ρ: Coeficiente que expresa el rendimiento de la caldera.

5.4.c. Producción con sistemas mixtos intercambiador-acumulador.

Hemos visto en los puntos anteriores cómo cuantificar las demandas máximas por los sistema de producción instantánea y
por acumulación, en los sistemas mixtos será necesario por parte del proyectista, evaluando las necesidades concretas del
usuario, realizar un razonable equilibrio entre los caudales instantáneos y a acumular de modo que el sistema proyectado
refleje una adecuada relación entre el grado de confort que debe proporcionar la instalación y costo, tanto inicial como de
mantenimiento, que la instalación vaya a precisar.

15
5.5. CÁLCULO DE LA RED DE DISTRIBUCIÓN.

Para el cálculo de la red de distribución distinguimos el cálculo de los siguientes elementos:

• La red de distribución de ACS propiamente dicha (red de ida).


• La red de retorno.
• La potencia de la bomba de retorno o recirculación.

Tanto en la red de distribución como en la de retorno, será imprescindible determinar las características del obligado
aislamiento térmico que deben disponer según obliga el RITE en la ITE 02.10.

5.5.a. Red de distribución.

El cálculo de la red de distribución se regirá por lo especificado para el cálculo de la red de distribución de agua fría con dos
matizaciones: en primer lugar los caudales instalados de ACS en los distintos aparatos son sensiblemente inferiores a los
aplicados en agua fría (Tabla I), y en segundo lugar, en aquellos casos en los que se prevea red de retorno, habrá que
mayorar el caudal de cálculo en previsión del caudal de retorno.

Para iniciar el proceso de cálculo de la red de distribución, y una vez determinado un trazado de la instalación, se procederá
en primer lugar a determinar, por tramos, los caudales instalados de los distintos aparatos a los que se de servicio de ACS
(Qi=Σqi). Posteriormente se aplicarán los coeficientes de simultaneidad en función del nº de aparatos (α), que, multiplicando
por el Qi, nos determinará el caudal de cálculo (Qc=αQi). Por último mayoraremos en un 10% ese Qc, si procediera en
previsión del caudal de retorno, para obtener el caudal de cálculo definitivo (1,1Qc).

Posteriormente, al igual que hacíamos en la red de agua fría, entramos en el ábaco que relaciona caudales, velocidades y
diámetros (no siendo necesario en principio que nos ocupemos de las pérdidas de carga, pues suponemos que el problema
de la presión está suficientemente solventado en la instalación de AF, que es la que en definitiva proporciona presión a la
red de ACS). De dicho ábaco, con los mismos criterios de velocidad empleados en AF, obtenemos el diámetro del conducto
(Φ) que nos garantiza un determinado caudal de cálculo (Qc*) sin superar una velocidad máxima admisible (v).

Anotaremos no solo el diámetro nominal o exterior (Φe) del mismo, sino también el diámetro interior (Φi) y el diámetro del
conducto más el aislamiento (Φa) necesario. Este aislamiento viene determinado por el RITE en el Apéndice 03.1, donde se
especifica el espesor mínimo del aislamiento térmico necesario. En ese apéndice, además de una formulación de cálculo se
acompaña una doble tabla de entrada en función del tipo de fluido (frío o caliente), temperatura del fluido (ºC) y diámetro del
conducto (mm) por la que se obtiene el espesor expresado en mm para condiciones de interior, necesitándose una
corrección para el caso de conductos que circulen por el exterior.

De esta forma hemos calculado la red de distribución, que quedará reflejada en una tabla de cálculo por tramos que,
quedando abierta para posteriores cálculos, sería tal como ésta:

Tramo: Qi (l/s): α: Qc (l/s): Qc* (l/s): v (m/s) Φi (mm) Φe (mm) Φa (mm) .....
A-B
B-C
C-D

5.5.b. Red de retorno.

El cálculo de la red de retorno se realiza en función del caudal de retorno (Qr), y éste a su vez será el mínimo necesario
para garantizar que no se produzca una caída de temperatura de más de 3 ºC desde la salida del acumulador (o calentador
en su caso) a los puntos de consumo, para lo cual es necesario conocer también qué pérdidas de calor se ha producido en
la distribución, ya que una mayor pérdida de calor implicaría también la necesidad de mayor caudal de retorno para evitar
una bajada excesiva de temperatura. Analíticamente el caudal de retorno se determina así:

16
Qr = Pt ; donde: Qr : Caudal de retorno en litros/hora (l/h).
ce⋅ΔT
PT : Potencia calorífica perdida total en la distribución en
kilocalorías / hora (Kcal/h).
ΔT : Caída máxima de temperatura admisible, tomamos por
defecto 3 ºC.
ce : Calor específico del fluido transportado, que en nuestro caso
es agua e igual a 1 Kcal/lºC.

Para poder aplicar la fórmula anterior precisamos saber la pérdida calorífica total (PT), que en general será función de:
• La geometría (Di y De) y material (cobre, acero, polietileno...) del conducto.
• La geometría (Da) y material (caucho-vinilo, espuma de polietileno, fibra de vidrio...) del aislamiento.
• El gradiente de temperatura entre el fluido transportado y el aire circundante al conducto (ΔT=Ti-Te).

El cálculo se realiza para un metro de tubería, es decir, una pérdida de calor unitaria “pi” (Kcal/hm), y viene definido por la
laboriosa, que no compleja, expresión:

π ⋅ (Ti-Te)
pi = ; donde: pi : Pérdida de calor unitaria (Kcal/hm).
Φe
ln( )
1 + Φi + ln( Φa/Φe) + 1
α ⋅Φi 2⋅λ1 2⋅λ2 α ⋅Φa
1 2
Ti-Te: Diferencia de temperatura interior-exterior (ºC).

Φe: Diámetro exterior del conducto en metros (m).

Φi: Diámetro interior del conducto en metros (m).

αi: Coeficiente de transmisión térmica superficial del


material (Kcal/hm2ºC).

λi: Coeficiente de transmisión térmica del material,


conductividad (Kcal/hmºC).

En el numerador de esa expresión tenemos como única variable el gradiente de temperatura, es lógico que a mayor salto
térmico interior-exterior se produzca mayor traspaso de calor. La temperatura de circulación del ACS (Ti) debe estar
comprendida entre los 55-60 ºC, siendo la temperatura ambiente (Te) la que puede sufrir más variaciones, tomaremos 10ºC
cuando hablemos de circuitos exteriores a los edificios y de 20ºC en zonas interiores, siendo de todos modos datos que
habría que contrastar en las condiciones particulares de cada proyecto.

En cuanto al denominador, es obvio que la geometría del conducto y su aislamiento influyen en la pérdida de calor, en lo
que respecta a la naturaleza de los mismos, influye en tanto en cuanto al coeficiente de transmisión térmica propia de los
materiales (αi, es la conductividad, un material conductivo favorece la transmisión y pérdida de calor por tanto, un material
poco conductivo o aislante evita pérdidas) como al coeficiente de transmisión superficial (λi, viene a representar la
rugosidad de la superficie del material y en definitiva la mayor o menor facilidad que una superficie presenta para el paso del
calor a través de ella).

Lógicamente estas condiciones son aplicables a cada tramo en el que se mantengan uniformemente las condiciones de
geometría, materiales y temperatura, interior y exterior, y por metro de conducto. Por lo tanto, una vez definidos todos los
tramos de distribución, analizadas sus características y determinada sus pérdidas unitarias de calor, y paralelamente al
cálculo de la red de distribución (o de ida) habría que cuantificar la pérdida de calor en cada tramo y la perdida total de calor
en el circuito:

PT = ∑ Pi = ∑ pi ⋅ li ; donde: PT : Pérdida de calor total (Kcal/h).

Pi : Pérdida de calor de cada tramo (Kcal/h).

pi : Pérdida de calor unitaria de cada tramo (Kcal/hm).

li: longitud de cada tramo, en metros (m).

17
Operativamente resulta conveniente que a la vez se organiza la tabla de cálculo de la red de distribución, vista en el primer
punto de esta lección dedicada al cálculo, se reflejen los datos y resultados necesarios para el cálculo de las pérdidas de
calor para estos mismos tramos de distribución:

Tramo: Qi: α: Qc: Qc*: V: Φi: Φe: Φa: ΔT(ºC): pi: li: Pi:
(l/s) (l/s) (l/s) (m/s) (mm) (mm) (mm) (Ti-Te) (Kcal/hm) (m) (Kcal/h)
A-B
B-C
C-D

Una vez determinado el trazado de la red de retorno y los caudales correspondientes, para lo cual habrá que haber
analizado, aunque sea estimativamente un reparto porcentual de las pérdidas de calor, se procede al cálculo de la red de la
red propiamente dicha. Los escasos caudales que se manejan y la baja velocidad de circulación en el retorno, para evitar
ruidos y molestias entre otras razones, hace en ocasiones difícil la entrada en ábacos, por lo que se recomienda acudir al
cálculo analítico de la sección necesaria de conducto según la fórmula de dinámica de fluidos según la cual el caudal que
circula por un conducto es igual a la sección del mismo por su velocidad:

Qr
Sr = ; donde: Qr : Caudal de retorno (l/s = dm3/s).
Vr
Sr : Sección de retorno (dm2).

Vr : Velocidad de retorno (dm/s), fijamos 0,3 m/s = 3 dm/s.

2
2 Φr
Determinada la sección determinamos el diámetro de conducto necesario ( Sr = π ⋅ Rr = π ), y en función de él
4
definimos el espesor del aislamiento, quedando definida la red de retorno a falta tan solo de la potencia de la bomba de
retorno.

5.5.c. Potencia de la bomba de retorno.

Para terminar con el cálculo de la red de distribución de ACS nos queda conocer qué bomba de retorno o recirculación debe
llevar incorporada la red de retorno para forzar la recirculación. Para ello se aplicará la misma fórmula que en el cálculo de
agua fría para el cálculo de la potencia de la bomba, con la diferencia de que en la altura manométrica no hay que
considerar, al ser un circuito cerrado, la altura geométrica del trazado, aunque sí la pérdida de carga que la estimaremos
únicamente como un 10% del recorrido de retorno:

Qr ⋅ Hm
P(cv) = ; donde: P(cv) : Potencia de la bomba de recirculación (cv).
75 ρ
Qr : Caudal de retorno (l/s).

Hm : Altura manométrica (m.c.a.).

ρ: Rendimiento de la bomba, tomaremos 0,75.

18

También podría gustarte