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EL CONTRATO DE PASAJE
1. INTRODUCCION
Bajo este epígrafe se estudia el contrato de transporte marítimo y aéreo ya que ambos
contratos presentan semejanzas y entran dentro de lo que ha venido en llamarse Derecho de
la Navegación.
2. CONCEPTO
- Los arts. 693 a 705 del C.Com. sobre el contrato de pasaje marítimo y los arts. 92 y ss.
de la Ley de Navegación Aérea (LNA).
3. ELEMENTOS PERSONALES
Puede darse el caso de que exista una pluralidad de transportistas o porteadores bien
porque en un sólo contrato de transporte intervienen varios porteadores, o bien porque el
transportista contractual utiliza a otro porteador para que ejecute el contrato. El primer caso
se le denomina transporte combinado, pues se trata de un contrato único por el que varios
porteadores se comprometen de forma solidaria a la ejecución del transporte, aunque cada
uno sólo realice una parte del trayecto. Si se utilizan varios distintos medios de transporte, se
le denomina transporte multimodal.
Como mera intermediaria que presta un servicio suelto, en cuyo caso la agencia se
limita a expedir el billete en nombre de la empresa transportista y en este caso no adquiere
ninguna responsabilidad en el transporte propiamente dicho.
En el billete, incluye el transportista las condiciones generales del contrato a las que se
adhiere el pasajero si quiere realizar el transporte.
Lo habitual es que el transportista exija el pago del precio del transporte con
anterioridad al comienzo del mismo, pero nada se opone a que se cobre una vez iniciado el
viaje (transporte marítimo de pequeño recorrido) o que ambas partes acuerden su abono en
un momento posterior.
Lo habitual es que el pago del precio se realice en metálico pero también es admisible
que se acuerde otra forma de pago como letras de cambio, cheques o pagarés. El pago
mediante tarjeta de crédito es usual en el tráfico y presenta ventajas para el adquirente del
billete, ya que no precisa pagar en metálico, suele haber un aplazamiento en el pago y es
común que algunas tarjetas ofrezcan un seguro de accidentes adicional.
a) El viajero tiene dos obligaciones básicas al inicio del viaje: Presentación oportuna y
ocupar la plaza señalada. Respecto de la primera, el viajero debe colaborar con el transportista
para que el contrato pueda ser cumplido y a tal efecto se exige que aquél se presente en el
lugar y momento que se haya determinado en el contrato. generalmente estas condiciones
constan en el billete y son anunciadas por los transportistas en los lugares públicos
correspondientes.
B) DURANTE EL VIAJE
Además el viajero tiene que velar por su propia seguridad adoptando las medidas
necesarias para no sufrir daño durante el viaje. Si el pasajero sufre daños durante el viaje y el
transportista prueba que fue por culpa exclusiva de la víctima, no tendrá responsabilidad
alguna.
C) LLEGADA A DESTINO.
En esta fase el viajero tiene el derecho a la recepción del equipaje facturado previa la
presentación del talón de equipaje y el transportista debe adoptar las medidas necesarias para
facilitar el desembarque del viajero (escalas, autobuses de acceso, etc.).
7.1. Daños.
Con carácter general el transportista es responsable frente al viajero de los daños que
se le ocasionen por incumplimiento total o parcial del contrato, sin embargo hemos de
distinguir entre daños causados por accidente o por otro motivos distintos al accidente.
En cuanto a las lesiones, están incluidas tanto las físicas como las mentales y las
enfermedades o defectos fisiológicos que el accidente agrava.
Una solución semejante no está prevista para el transporte marítimo pero sería posible
en virtud de pacto expreso en el contrato.
Por lo que se refiere al retraso en la llegada nada se dice en nuestra legislación pero
estaríamos ante un caso de incumplimiento parcial que haría responsable al transportista de
los daños y perjuicios ocasionados al viajero cuando el retraso sea imputable al porteador,
pero deberá el viajero probar la existencia de esos daños. En todo caso el retraso ha de ser
significativo. En la práctica las empresas transportistas suelen incluir cláusulas en las
condiciones generales del contrato por el que limitan su responsabilidad en estos casos. (Vg.
"El transportista se compromete a esforzarse todo lo posible para transportar al pasajero y
equipaje con diligencia razonable. Las horas indicadas en los horarios o en cualquier otra parte
no se garantizan ni forman parte del contrato. En caso de necesidad y sin previo aviso, el
transportista puede hacerse sustituir por otros transportistas, utilizar otros aviones y modificar
o suprimir puntos de parada previstos en el billete. Los horarios está sujetos a modificación sin
previo aviso. El transportista no asume la responsabilidad de garantizar los enlaces"). No
obstante estas cláusulas deben ser examinadas con cierta prevención pues pueden ser
abusivas según la Ley General de Defensa de Consumidores y Usuarios.
Hay que distinguir entre el equipaje de mano y el facturado. Respecto del de mano o
de camarote este viaja bajo la responsabilidad del viajero, sin embargo si se pierde o se
deteriora por culpa del transportista, puede el viajero exigir responsabilidad por culpa
extracontractual. En el transporte aéreo se determina la irresponsabilidad del transportista por
el equipaje de mano, sin embargo, si la pérdida o destrucción se debe a accidente la
responsabilidad será objetiva y limitada aproximadamente a 325 € por bulto.