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CONSEJOS PEDAGÓGICOS PARA MAESTROS

El proceso de enseñanza – aprendizaje.

Dios hizo al ser humano. Nosotros debemos aprender cómo funciona el cuerpo del ser humano
para poder ayudarle. Por ejemplo, cuando está enfermo, es tarea de la medicina. Si queremos
aprender cómo es que el ser humano aprende, eso es tarea de la pedagogía.
La pedagogía nos dice que el aprendizaje es un proceso. Por eso hablamos del proceso de
enseñanza - aprendizaje. Ahora bien, este proceso en nuestras Escuelas Sabáticas debe tener las
siguientes características:

Conocer la Palabra de Dios.

Es importante tener claro que todo empieza con este paso. La gente tiene que entrar en contacto con
la palabra de Dios. Romanos 10:14 dice: “Ahora bien, ¿cómo oirán a aquel en quien no han
creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les
predique? ¿Y quién predicará sin ser enviado? ¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae
buenas nuevas!”. Debe haber alguien que enseñe la palabra de Dios y otro que reciba la enseñanza,
y estos son los Maestros, como está escrito en 1 Co. 12.28 “Y en la iglesia, Dios ha designado
primeramente, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros…”

Comprender la Palabra de Dios.

Comprender la palabra de Dios quiere decir que sabemos lo que ella significa para nuestra vida
diaria. Cuando impartimos una enseñanza bíblica, una lección de escuela sabática, el alumno debe
comprender qué significa esa enseñanza para su propia vida individual. El alumno puede expresar
esa comprensión por medio de la comunicación de lo que se entendió, o por medio de construir un
instrumento en el que muestre su comprensión. Ese instrumento dependerá de las capacidades del
alumno: puede expresar oralmente lo que entendió de la enseñanza, o hacer dibujo, o un cuadro
sinóptico, o un ensayo, o participar en un debate, o crear un trabajo manual, ente otros.

Estar seguros de que la Palabra de Dios es lo mejor.

El alumno debe tener una convicción muy fuerte de que la palabra de Dios es lo mejor para su vida
y para el mundo. Su convicción en la verdad de la palabra de Dios debe llegar hasta el extremo de
estar dispuesto a guiar su vida por la palabra de Dios. Su fe en los principios bíblicos debe hacer
que la palabra de Dios sea su norma de creencia y de conducta. Un discípulo de Cristo está
plenamente convencido de que su vida debe estar haciendo la voluntad de Dios, tal como se muestra
en la Biblia. Cuando se tropiece con alguna dificultad, el verdadero discípulo no desmaya, sino con
toda convicción dice como Pablo: "Sé en quien he creído y estoy seguro" (2 Timoteo 1:12).

Experimentar La Palabra De Dios.

He aquí el último paso del proceso enseñanza - aprendizaje sin el cual no podemos decir que
realmente se ha enseñado. Cuando el alumno comienza a vivir de acuerdo con lo que se le ha
enseñado de la palabra de Dios, entonces podemos decir que ha aprendido la palabra de Dios. Eso
se debe hacer, con todo principio bíblico que se le presente: vivir de acuerdo a ese principio.

En el próximo consejo, estaremos revisando cuales son los factores que afectan este proceso de
enseñanza y aprendizaje. ¡Dios les bendiga!

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