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2.

Estructura del libro


Prólogo y saludo (tiempo presente): 1, 1-8
a. Septenario de las cartas: visión apocalíptica de las
iglesias: 1, 9 – 3, 22.
b. Septenario de los sellos: visión profética de la historia:
4, 1 – 8, 1.
c. Septenario de las trompetas: relectura del Éxodo: 8, 1 –
11, 19.
Centro: la comunidad cristiana entre las Bestias: 12, 1 –
15,4
c’. Septenario de las copas, relectura del Éxodo: 15, 5 –
16, 21
b’. Visión profética de la historia: 17, 1 – 19, 10
a’. Visión apocalíptica del futuro:19, 11 – 22, 5
Epílogo (tiempo presente): 22, 6-21.
A’. visión apocalíptica del futuro: Ap 19, 11 – 22, 5.
A) Ap 19, 11 – 20, 15: el inicio del futuro de la historia
1. 19, 11-21: juicio de la Bestia, del falso profeta y de los reyes de la tierra
a. 19, 11-16: Cristo sobre el caballo blanco
19, 17-18: el gran banquete de Dios
b. 19, 19-21: guerra y aniquilamiento
2. 20, 1-10: juicio de Satanás y reino de los mil años
a. 20, 1-3: Satanás es encarcelado por mil años
Centro: 20, 4-6: Reino de los mil años
b. 20, 7-10: guerra y aniquilamiento
3. 20, 14-15: Juicio de los muertos, la muerte, del lugar de los muertos
a. 20, 11: Dios sobre el trono blanco; 20, 12-13: juicio de los muertos
b. 20, 14-15: aniquilamiento de la muerte, del lugar de los muertos y
de los condenados
B) 21, 1 – 22, 5: el futuro de la historia
a. 21, 1-8: cielo nuevo, la tierra nueva, nueva Jerusalén
b. 21, 9-21: descripción de la ciudad
c. 21, 22 – 22, 5: presencia de Dios y del Cordero.
19, 11-21: juicio de la Bestia, del falso profeta y de los
reyes de la tierra. Escenas de 16, 13-16 y 17, 14. El
movimiento anti profético en paralelo con el
movimiento profético. El enfrentamiento final de
Cristo y los suyos con la Bestia y sus poderes
perversos se da ahora.
Caballo blanco (vv. 11-16: imagen insólita de Jesús) el
contraste con 6, 2.
19, 17-18. Símbolo el banquete (deipnon), Ez 39, 17-
20.
19, 19-21: Aniquilación. La práctica martirial de Cristo
y los cristianos adelanta la derrota de Satanás y de
la Bestia (12, 11). El v. 20 resumen de 13, 11-18.
20, 1-10: juicio de Satanás y reino de los mil
años.
Dos narrativas: la de Satanás y la de los
mártires. El reino de los mil años: Satanás
encerrado en el abismo.
Dn 7. Es la utopía de todos los que se oponen
como Cristo a la idolatría y a los imperios. Es
la esperanza de una sociedad que cree en la
justicia; fe en un Dios que está en contra de
los imperios y que da su poder a los mártires.
La esperanza de que es posible ordenar este
mundo; hacer el orden de Dios y de Jesús.
Tiene que ver con las visiones destructivas y
horrorosas del fin del mundo. No es visión del fin
del mundo sino sobre el Reino de Dios que pone
fin a la destrucción del mundo. El sentido de la
historia.
20, 11-15. El juicio final de los muertos y el lugar
de los muertos. Tres partes: la visión del trono
(v.11), el juicio de los muertos (vv. 12-13) y un
triple aniquilamiento: de la muerte, del lugar de
los muertos y de los condenados (vv. 14-15).
El v. 12. Aparecen los muertos de pie
(¿resurrección histórica?). Son juzgados según lo
escrito. La memoria de Dios. Dios no olvida nada.
Todo lo que la humanidad hace está escrito. Por
tanto lo que sucede no es porque está escrito,
sino que está escrito porque sucede. Esta
memoria de Dios es motivo de esperanza para
los justos y horror para los imperios.
Se dice que son juzgados según sus obras. Lo que
cuenta en el juicio es la práctica de las personas
no sus ideas, lo que salva es la ortopraxis, no la
ortodoxia.
Libro de la vida, símbolo tradicional, no es un
registro, tiene un carácter más personal, en el Ap
es un libro propio del Cordero. El sentido
original: el libro Apocalipsis de Jesucristo.
No es un libro de predeterminación donde está la lista
de salvados. Sino que en este están los que han
hecho una opción de vida como la del Cordero,
opción por la vida y por el Dios de la vida. En el
contexto de 20, 12 se usa para dar esperanza y
quitar miedo a los han hecho la opción por la vida.
20, 13-15, un segundo juicio, repetición del v. 12. La
repetición sirve para dar esperanza y reafirmación
de lo dicho. Desaparece la muerte y el lugar de los
muertos, los que no hicieron opción por la vida, los
que no están en el libro de la vida.
La muerte definitiva de la muerte es un signo
luminoso de esperanza en este cuadro.
21, 1 – 22, 5. El futuro de la historia.
1. Cielo nuevo, tierra nueva, nueva Jerusalén (21,
1-8)
2. Descripción de la ciudad (21, 9-21)
a. Descripción general: vv. 9-11
b. Partes de la ciudad: vv. 12-14
c. Formas y medidas: vv. 15-17
d. Materiales: vv. 18-21.
3. Presencia de Dios y del Cordero (21, 22 – 22, 5)
El futuro de la historia, su reconstrucción, el
proyecto de la utopía de Dios. Reconstrucción de
la conciencia colectiva.
21, 1-8. Claves de lectura
Cielo-tierra designa el cosmos en su totalidad, Juan
ve un cosmos o naturaleza nueva. Los primeros
han pasado (20, 11b). Las cosas primeras han
pasado y Dios dice: “Mira, yo hago nueva todas
las cosas” (v.5). En qué consiste (ver 21, 1. 4; 22,
3, 22, 5 y 21, 25.
Mar y noche sentido cósmico mítico. Mar (el
abismo), noche (tinieblas), ambos símbolos del
caos, tinieblas. La muerte ha sido derrotada.
Llanto, clamor y dolor (Esclavitud, Ex 3, 7). En el
cosmos nuevo no hay explotación.
21, 2. Sentido transcendente-terrena y viceversa de la
historia de la historia. La Jerusalén celestial se ha
hecho historia en el testimonio de la comunidad
resistente. El proyecto de Dios es para hacerlo
historia, no para que esté en el cielo. El mito se ha
hecho historia en la vida de los creyentes.
La Biblia inicia con una ciudad que quiere llegar al
cielo (Babel) y termina con una ciudad que
desciende del cielo.
21, 3. Jerusalén la nueva morada de Dios: la sociedad
creada según el proyecto liberador de Dios. En esta
no hay santuario, sino pueblo de Dios: sujeto
histórico.
Y enjugará toda lágrima de sus ojos (v.4). Esta acción
la realiza Dios en aquellos que tienen lágrimas en
sus ojos, los que lloraron y se compadecieron de la
opresión y el sufrimiento del pueblo.
El cielo, la tierra y Jerusalén son nuevas porque en
ellos (mártires, los que resisten al acoso del
imperio) la vida triunfa sobre la muerte, el orden
sobre el caos, la luz sobre las tinieblas, la compasión
sobre el llanto.
Lo que aquí trasciende no es la materialidad o
corporeidad, sino la muerte, el caos, las tinieblas, la
maldición; sigue habiendo cielo, tierra, ciudad;
sigue la historia, pero ya sin muerte y maldición.
21, 9-21. La ciudad, la nueva Jerusalén: la propuesta,
la utopía.
Es un mito, un símbolo que tiene un designación de
colectividad humana, que en el texto son las
Iglesias, el Pueblo de Dios, la comunidad.
Juan ve primero un cielo, tierra (cosmos) nuevos;
ahora la ciudad santa, la Nueva Jerusalén: una
nueva sociedad, es decir. La humanidad organizada.
Cosmos-ciudad, binomio que sintetiza la dos
dimensiones de la historia humana: la naturaleza y
la humanidad. En el mundo nuevo hay corporeidad,
relaciones sociales, pero ahora sin muerte y caos.
A manera de conclusión
1. Movimiento importante en los orígenes
cristianos: profético apocalíptico. El Ap no ha
logrado confrontar, como lo hizo en su tiempo, la
debilidades y desviaciones de nuestra Iglesia lo
han opacado. Se hace comprensible en el contexto
político-eclesial en el que nació.
2. La realidad escatológica actual y presente de la
Resurrección de Jesús. Es la escatología ya
realizada por la Resurrección de Jesús. Vivo en la
comunidad cristiana y en la historia. La
Resurrección de Jesús hace posible la de los
mártires.
12, 1 – 15, 4. El Cordero de pie y junto a él la
comunidad de creyentes (144 mil marcados). La
presencia del Cordero Resucitado en medio de
las iglesias, tema central y centro del libro. Él
abre los sellos, sólo él puede interpretar la
historia.
La resurrección de Cristo en la historia presente de
nuestro mundo, no el fin del mundo.
Cuando el futuro se presenta absoluto y
predestinado aplasta el presente. La apocalíptica
cristiana: la visión esperanzadora del futuro
orienta y anima el presente.
3. Lectura esperanzadora de la historia: la
realidad trascendente que está más allá del
límite y que no tiene un lugar en nuestra
historia de caos.
4. Desvelar la dimensión oculta, invisible de
nuestra historia, aquella que se vuelve
dominante; pero también desvelar la fuerza
invisible de los mártires, el juicio de los
mundo.
5. Recuperación de la fuerza de la liturgia y de la
simbología.
6. Recuperación del Apocalipsis y la
profecía, del mito y de la praxis.
7. La lectura inteligente de la realidad a la
luz del Cordero. Leer, releer, reinterpretar.
8. Ninguna construcción humana puede
vindicar el lugar de Dios. Relativización de
estructuras eclesiales y de sistemas
políticos.
9. Reinventar la simbología en la teología.
10. Recuperar la teología femenina.

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