Está en la página 1de 1

El esmalte y la dentina son dos buenos aislantes térmicos y protegen a la pulpa

cuando la cantidad de calor no es excesiva y cuando queda bastante espesor de


tejido dentario. Cuanto más dure el trabajo de corte y mayor sea la temperatura
local producida, mayor será el riesgo de lesión térmica.
El calor friccional que se genera durante la preparación cavitaria o el pulido de
restauraciones puede alcanzar la pulpa y causar daño. Si se producen altas
temperaturas durante largos períodos de tiempo, los vasos y las células resultan
afectados y parte de la pulpa se puede volver necrótica. Se deben considerar
varios factores como: la velocidad de corte, la refrigeración, la presión de corte,
el tamaño y tipo del instrumental cortante rotatorio y la técnica de corte.
Por lo tanto al momento del tallado debemos utilizar agua, también para no
ocasionar una sensibilidad en exceso en el paciente, debemos realizar el sellado
inmediato de la dentina, de esta manera evitaremos de molestias a nuestro
paciente.

También podría gustarte