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Grupo: 358019A_764
Presentado por
Nelson Chiquillo
Presentado a:
Director Curso
Por tanto, considero que desde las ciencias ambientales se podría mostrar, guiar o
señalar el camino hacia un futuro más sostenible articulando todas las actividades
económicas y sociales, involucrando a las ciencias ambientales en la construcción de una
sociedad con principios en la conservabilidad de los recursos naturales, y con la
participación real ciudadana en la toma de decisiones que involucren las aplicaciones de
tecnologías en mejoras de infraestructuras o de abastecimiento. Esto, como respuesta al
planteamiento inicial sobre las funciones de las ciencias Ambientales en el nuevo
escenario que se nos presenta con el Antropoceno.
El hombre antropoceno es un ser de consumo el cual está arraigado a una cultura que
comenzó con la primera revolución industrial, esta cultura del consumo ha sido uno de los
grandes problemas sociales, económicos y sobretodo ambiental del ser humano debido al
gran impacto que ha tenido en nuestros ecosistemas naturales y más que todo, en
nuestras vidas y es que el consumo desde un punto de vista ambiental recibe muchas
críticas.
Pero este consumo va creciendo a medida que aumentan los nuevos conocimientos
en las ciencias y en las ingenierías que avivan el deseo del hombre antropoceno a desear
querer más y más de un mundo que últimamente no comprendemos. Y decimos no
comprendemos por el hecho de conocer y a su vez, desconocer los términos de recursos
renovables y no renovables, categorías que corresponden esencialmente a la separación
entre los recursos minerales y los biológicos. Los primeros existen en cantidades
considerables en el planeta, pero los segundos dada su naturaleza y su capacidad de
reproducción y regeneración, se consideran inagotables. En esta última categoría se ha
incluido muy equivocadamente al agua.
Una de las críticas más comunes sobre el hombre antropoceno es que desde el
campo ambientalista, se ve como insostenible, puesto que implica un aumento constante
de la extracción de recursos naturales, y del vertido de residuos, hasta el punto de
amenazar la capacidad de regeneración por la naturaleza de esos mismos recursos
imprescindibles para la supervivencia humana.