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partículas de decidua y desperdicios celulares que escapan del sitio placentario.

No
debe contener coágulos grandes ni membranas, ni producirse en cantidad excesiva. La
descarga tarda de tres días y se denomina loquios rubros.

 Aspectos psicosociales del periodo posparto.

- Paternidad y maternidad: un continuo proceso de transición y suposiciones acerca


de la paternidad y la maternidad:
La discusión actual se basa en la suposición implícita de que la facilidad y satisfacción
con la cual las personas efectúan la transición a su papel de padres, depende del éxito
con que definieron su relación mutua. Si ya desarrollaron la capacidad para percibirse
como son en realidad, no como deberían ser, si son capaces de permitir que sus
valores y comportamientos sean divergentes, trabajar en equipo para tener una base de
poder flexible para cada uno desarrollando normas que permiten el crecimiento mutuo,
es más probable que efectúen la transición a sus nuevas funciones sin dificultad.

Gran parte de la literatura acerca de la paternidad y la maternidad, en especial los


primeros escritos que se basaron de modo fundamental en la teoría psicoanalítica,
consideran por aparte el contenido de la relación padres-hijo o que las propias
relaciones de los padres durante su niñez constituyen las principales determinantes del
progreso de la familia a través de esta fase. Este punto de vista descuida otras tres
áreas vitales: Las necesidades de cada persona considerada como individuo en el
interior del sistema; las necesidades de los padres como pareja y la influencia de la
interacción de la pareja.

- Complementación y dominio de papeles en los padres:


La complementación de papeles es un marco conceptual que integra el cuidado y
apoyo para las parejas que experimentan la transición de funciones hacia la paternidad
y maternidad. Los profesionales al cuidado de la salud, al usar este marco de
referencia, pueden ayudar a los padres a estar conscientes de los posibles patrones de
comportamiento, sensaciones y objetivos, que incluyen los papeles complementarios de

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madre y padre. En esencia, esto ayuda a los futuros padres a dominar sus funciones.
El estudiante recordará que se dijo con anterioridad que el embarazo es la fase
anticipatoria de la transición de la paternidad y la maternidad. El futuro papel debe
ensayarse, por lo menos en parte, en base a modelos mediante un proceso de
comunicación con personas significativas. Al hacer lo anterior, las expectativas de los
papeles se aclaran y la pareja comienza a asumirlos. Esto ayuda a una mejor
adaptación al inminente papel y la confianza aumenta hasta que se logra dominarlo. Lo
ideal es que este proceso se inicie durante el embarazo. Sin embargo, puede iniciarse
un proceso modificado similar, o reforzarse durante el importante periodo del puerperio;
lo que se encuentra en manos de la enfermera.

 Nuevos conceptos de paternidad y maternidad como cambio negativo en la calidad


de vida:
La manera de asumir la función de padres dedica atenciones a la calidad en los
cambios de vida personales o matrimoniales tras el nacimiento del niño. Además, en
estos estudios, la calidad de vida se percibe y se define en términos individualistas. Las
medidas individualistas de la calidad de vida dedican atención al grado en el cual la
persona tiene éxito para lograr sus deseos y objetivos personales a pesar de las
restricciones impuestas por diversas fuerzas, que incluyen la naturaleza indiferente y
hostil y el orden social. Por ejemplo, una medida individualista de los cuidados para la
salud se enfocaría en las molestias personales que la madre experimenta si tiene que
hospitalizarse de manera periódica a causa de la diabetes durante el embarazo.
Mientras menos inconvenientes, mejores se consideran los cuidados para la salud.
Primero, el método individualista de apoyo a las actitudes a expensas del
comportamiento; por tanto, con frecuencia ignora en totalidad los patrones de
interacción. En segundo lugar, el método considera la variable que se estudia como un
estado en vez de un proceso, y por tanto tiene en cuenta la relación reciproca entre
este y otros aspectos de la vida de la persona. En tercer lugar, el método individualista
tiene muchos prejuicios administrativos, ya que hace necesario que los investigadores
se preocupen más de la eficiencia burocrática: si se reduce el número de quejas, se
logra mejor el objetivo.

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 Preparación para la maternidad:
El periodo previo a la maternidad es un lapso de tiempo psicológico que no tiene que
ver con el tiempo real. Empieza antes de la concepción, durante el embarazo o incluso
después del parto. El tiempo de espera hacia la maternidad a veces es un momento
entrañable y utiliza frases muy comunes entre las madres como “me muero de ganas
de ser madre”, pero también conlleva mucha tensión, mucho consumo de energía al
anticipar el momento feliz y puede agravar los síntomas del Síndrome del estrés
femenino después del parto.

Las preocupaciones antes de la maternidad pueden ser un factor muy importante en el


Síndrome del Estrés Femenino. Algunos miedos que se sufren durante el embarazo
son sintomáticos de una ansiedad generalizada sobre las exigencias que recaen sobre
las madres. Por el contrario otros temores son más literales: miedo al aborto, a tener
un hijo con algún defecto, a un parto doloroso o incluso a la cesárea. De cualquier
manera, la maternidad se asocia con el miedo.

Para una mujer que se enfrenta a problemas de fertilidad, esta etapa previa a la
maternidad puede ser una auténtica pesadilla. Puede pasarse años y acudir a
especialistas en fertilidad e intentar laparoscopias, operaciones, fertilización in vitro,
procedimientos de transferencia intratubaria de gametos, inyecciones de hormonas y
donación de óvulos. Invertirá tiempo, dinero y esperanza. Modificará su rutina diaria,
su vida sexual y sus planes de vida, esperando durante meses y meses cualquier
indicio de gravidez y después de la feliz noticia sufrirá y rezará para que no se produzca
ningún aborto. Estará preocupada por los efectos de la medicación sobre su cuerpo y
del futuro bebé, y se preguntará los efectos que tendrá la infertilidad en su matrimonio y
en su libido. Dejará de explicar a los demás su problema porque estará cansada de las
preguntas. No podrá ver a un niño sin llorar o preguntarse cómo hubiese educado ella
al suyo.

Para una mujer que no esté embarazada, la fase previa a la maternidad puede ser el
primer brote de circunstancias incontrolables, y sus problemas de fertilidad sin duda

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agravarán los síntomas de estrés. La mayoría de los programas de fertilidad cuentan
con personal experto en parejas y grupos para intentar encontrar soluciones.

 La paternidad y la maternidad como crisis o como períodos de transición:


De modo probable la serie de investigaciones que mejor se conoce sobre la toma del
papel de padres es la paternidad y la maternidad como crisis. La principal pregunta en
estas investigaciones fueron: ¿Hasta qué grado constituye una crisis la transición al
papel de padres? Se supuso que este cambio de la vida constituía una crisis, o sea,
que era en extremo negativo.

 Transición a la paternidad y la maternidad.

- Fase anticipatoria:
El embarazo es una etapa anticipatoria para el papel de padres, y éstos deben llevar a
cabo cierto tipo de desarrollo en esta época, la toma de decisiones y las expectativas
que influyen en las funciones posteriores de los padres. Otro aspecto importante es la
división del trabajo dentro de la familia. Esto es de suma importancia cuando el nuevo
niño llega. Al observar de qué manera se llevan a cabo las actividades cotidianas de
mantenimiento del hogar, con frecuencia se detecta que tanto aceptan los padres la
transición de papeles. Esto también da indicios con respecto a las tareas que de
manera probable desempeñe el niño en etapas posteriores dentro de la familia. Se
debe observar si existe negociación o flexibilidad entre la pareja al asignar y compartir
tareas. Si uno de los miembros indica de modo unilateral al otro que debe afrontar una
responsabilidad, o si se concibe en forma rígida “el trabajo de el” y “el trabajo de ella”,
es probable que haya un sabotaje sutil o sobrecarga de trabajo. Por tanto, la manera
en que la familia usa el tiempo del embarazo para comprender o modificar su división
del trabajo dentro de la familia ejerce impacto importante en la transición.

Las parejas experimentan muchos sentimientos intensos, retos y responsabilidades,


durante la fase anticipatoria. Si se afrontan de manera correcta, éste será el momento

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adecuado para adquirir destrezas para prepararse a aceptar e integrar al nuevo
miembro de la familia.

- Fase de luna de miel:


La fase de luna de miel se refiere al periodo después del parto durante el cual se forma
un vínculo entre los padres y el niño mediante el contacto prolongado y la intimidad.
Esta es una “luna de miel psíquica” y no una etapa de paz y alegría de tipo romántico.
En vez de ello, es un periodo intenso en el cual tanto la madre como el padre examinan
al nuevo miembro de la familia y sus relaciones con él, quien a su vez comienza a
desarrollar un sistema de comunicación con sus padres para asegurar la supervivencia.
Las relaciones personales de la pareja no pierden importancia, pero en este momento
la mayor parte de la energía se enfoca a desarrollar la nueva relación con el niño.
Existe también la interacción reciproca que gracias a la tecnología y a las
investigaciones más complejas de la fisiología cerebral y el comportamiento infantil, se
reconocen los sorprendentes talentos que posee el recién nacido para captar la
atención de los padres y mantener una interacción real de comunicación con ellos.

- Vinculación:
Tres perspectivas teóricas principales contribuyen a la teoría de la vinculación: la teoría
psicoanalítica, la etiológica y la del aprendizaje. La primera postula que el vínculo se
debe a impulsos instintivos y relaciones objetivas. Desde el punto de vista etiológico,
consiste en comportamientos específicos como presencia constante, abrazar una
persona al sentir temor, llorar y otros similares que promueven la proximidad entre los
seres humanos. Los teóricos del aprendizaje indican que la vinculación se debe a
impulsos secundarios que hacen que la madre satisfaga las necesidades del niño, y a
su vez que el niño asocia la satisfacción de sus necesidades con ella.

1.1.6 Riesgos del Estrés Presentes en la Menopausia

Reeder, Martin, Koniak (2008), afirman que incluso los médicos más escépticos creen
en la depresión durante la menopausia. De hecho, ese es el momento en la vida de

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