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1.

Visualizar la actividad
En este punto se deben contestar las siguientes preguntas:

 ¿Qué debo hacer? Debo tener clara la actividad que debo realizar, qué tipo de
texto escribir, extensión, cómo se debe presentar y bajo qué parámetros, tema,
enfoque, fuentes, etc.
 ¿A quién le escribo? Siempre es importante tener claro a quién o quiénes va
dirigido el texto. No es lo mismo escribir al profesor de una materia en la
universidad que a un amigo de infancia. Aquí se debe tener presente cuáles
parámetros demanda el profesor para presentar el texto y escribir de acuerdo con
esas especificaciones y no a otras.
 ¿Qué escribo? En este punto, ya debo pensar en el tema y postura (idea) sobre
el tema. Debo planear cómo será elaborado mi texto y con base en qué. Debo
proyectar muy bien, si lo que quiero escribir se puede sustentar o, por el contrario,
es imposible de hacerlo, ya porque no hay información, o por falta de tiempo, o
demás. Aquí se debe tener en cuenta: Tipología textual, propósito del texto y
audiencia.

2. Reunir información
Una vez precisado el tema anterior se debe investigar sobre el tema y enfoque
que se le da al mismo. Es necesario acudir a fuentes confiables: bibliotecas, bases
de datos, páginas de internet especializadas, revistas académicas y de carácter
científico o asesorarse con el profesor encargado de la actividad. La recopilación
de información concreta la continuidad del texto. Si consigo la información
apropiada para desarrollar mi texto puedo hacerlo, de lo contrario, debo regresar
al paso 1 y replantearlo nuevamente.

3. Realizar borrador
En esta parte se escriben las ideas que le darán sustento al texto, se organizan y
plantean de acuerdo con la necesidad de la actividad. Es necesario recordar que
todo texto tiene una estructura, la cual garantiza la buena realización del mismo.
Ejemplo
Si debo hacer un texto argumentativo o ensayo como tarea, en primer lugar debo
saber qué es un texto argumentativo, cuáles son sus características y su objetivo
principal. Además, debo tener claro a quién presento el texto y con qué finalidad.
Luego de esto, se debe pensar muy bien el tema, y especificar mi postura sobre el
tema teniendo en cuenta que cuento con la información necesaria para sustentar
aquello que planteo. Por eso es importante investigar muy bien, para recopilar la
información necesaria que me será útil a la hora de desarrollar el texto.
Revisión:
Finalmente, todo texto antes de ser presentado debe ser revisado como mínimo
una vez. Se recomienda, revisar el texto varias horas después de haberlo escrito
para poder vislumbrar cuáles correcciones se deben realizar. También, se
recomienda la lectura de un tercero. Una persona que conozca del tema tratado
puede ayudar a comentar, corregir y sugerir sobre el texto para que sea de mayor
calidad.

Texto Instructivo

RECETA PARA UN PASTEL DE CIRUELA


Ingredientes:
ciruelas pasa, 3/4 kilo
azucar, 2 cucharadas
harina, 150 gramos
leche, l vaso
huevos, 3 unidades
manteca
sal a gusto
Preparación
Colocar la leche, la harina, los huevos, la sal y el azucar en un recipiente
Batir todo bien.
Dejar enfriar en la heladera durante 2 horas.
Untar una fuente de horno con manteca. 5.Colocar las ciruelas y cubrirlas con la
masa hecha anteriormente.
Añadir el azucar y poner al horno, lo mas fuerte posible, durante 4 o 5 minutos.
Servir templado en la misma fuente.
El texto instructivo tiene como objetivo enseñar o guiar al receptor en la
consecución de determinada acción o realización de alguna actividad. En este
ejemplo aparecen las instrucciones para la realización de una receta de cocina: un
pastel de ciruelas. Dichas instrucciones se encuentran ordenadas (y en este caso
numeradas) de acuerdo a un criterio cronológico. Siempre se deben seguir las
instrucciones paso a paso, sin alterar el orden estipulado.
Como operar en un cajero automático
Para ingresar al cajero pase la tarjeta por la ranura que se encuentra junto a la
puerta vidriada del Banco en la posición señalada en la imagen.
Aguarde a que se encienda la luz y empuje la puerta.
Inserte la tarjeta en la ranura señalada, en la posicion correcta (observar
ilustracion)
Ingrese su codigo de seguridad o pin, luego de que el mismo sea solicitado en la
pantalla. Luego oprima el boton confirmar.
Seleccione la operacion a realizar.
Seleccione finalizar operacion.
En caso de realizar una extraccion, retire el dinero.
Retire el comprobante de la operacion y luego la tarjeta.

IMPORTANCIA
Tal vez el momento más aterrador para cualquier persona que deba redactar un texto
(sin importar la experiencia que se tenga a la hora de escribir y el tipo de texto por
hacer) es el de enfrentarse con la página en blanco. Es como si el papel o la pantalla
nos interpelaran y nos acercaran a nuestros miedos más profundos, a esos que tienen
que ver con dar a conocer lo que somos a través de la palabra. Porque aunque
escribamos un simple correo electrónico o una solicitud, cómo lo hagamos siempre
dirá mucho de nosotros. El miedo a empezar a escribir, a estampar aquel primer signo
que subyugará a la página, es un miedo común pero también fácil de resolver. Y para
superarlo existe una fórmula sencilla: planificar. El temor desaparece cuando tenemos
claro qué vamos a escribir en aquel espacio en blanco. Al saber qué vamos a decir,
las palabras fluyen.

El proceso de escritura se compone de tres etapas: la planificación, la redacción y la


revisión. Con los apuros del día a día, y debido a la cantidad de información que
debemos procesar en nuestra cotidianidad, como escritores solemos olvidarnos de las
etapas de planificación y de revisión, y solo nos concentramos, al apuro, en la etapa
de redacción. Por eso tenemos miedo a escribir, porque pensamos que hacerlo solo
consiste en dar rienda suelta a nuestros pensamientos y volcarlos sobre el papel (o la
pantalla). Entonces, como no planificamos, el texto se desborda con ideas inconexas
a las que al final no podemos dominar. Además, al plantearnos vagamente el tema,
queremos escribir todo sobre él, sin enfocarnos en el objetivo principal que nos llevó a
escribir sobre este.

Planificar consiste, sobre todo, en pensar en el texto que vamos a producir. Se trata
de dar forma y orientación a nuestras ideas. Cuando empezamos a planificar el texto
debemos considerar tres cuestiones: el tema, el tipo de texto y el lector ideal. Estos
aspectos son fundamentales para empezar, pues, una vez que los hayamos definido,
el trabajo será más fácil. En relación con el tema, también es importante que lo
delimitemos. Mientras más concreto sea lo que vamos a escribir sobre él, será más
sencillo continuar con la tarea de planificación. Tener claro el tipo de texto nos
ayudará a orientar las ideas, pues no es lo mismo escribir un ensayo académico que
una nota periodística. Y, por último, conocer a qué lector está dirigido el texto servirá
para aclarar el enfoque que daremos al escrito y el tipo de lenguaje que utilizaremos.

Una vez que hayamos resuelto el tema, la tipología y el destinatario, estamos listos
para escribir el esquema. Aunque parezca una tarea tediosa, escribir un esquema nos
ayudará a tener claro el ‘mapa’ del texto, la ruta por seguir. Planificar qué escribiremos
en la introducción, en cada uno de los párrafos de desarrollo y en las conclusiones
nos sirve para delimitar mejor el tema, establecer claramente las fuentes que
apoyarán nuestros argumentos y, sobre todo, eliminar aquello que no es pertinente
para nuestro objetivo. Una vez que esté listo el esquema, que hayamos planificado el
texto, enfrentarse con la página en blanco ya no será un asunto terrorífico, porque
nosotros tendremos el poder sobre ella.

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