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INSTITUTO FRANCISCO GALTON

CORPORACIÓN DE EUCACIÓN
SUPERIOR ISES

ANTROPOLOGÍA FORENSE

GUÍA No 2
1- Osteología forense
2- Conceptos básicos
3 La importancia de la Osteopatologia en la identificación de restos
óseos humanos
4 Osteometría forense

Elaborada por:

DIANA MARCELA RODRÍGUEZ BUITRAGO


Investigadora Criminal R.P.019550 U.M.B.

BOGOTÁ D.C.

1
OSTEOLOGÍA FORENSE

La osteología forense, es la
disciplina que descifra las
causas y circunstancias
implicadas en la muerte de un
ser humano a partir de las
características y el contexto de
los restos óseos, ha sido de gran
interés por mucho tiempo para
los antropólogos y las
administraciones públicas.
Actualmente la osteología
forense, más que nunca, se
encuentra en un mayor grado de
sensibilización en la opinión
pública, en parte gracias a la
mayor atención prestada a los
forenses que participan en los
avances de las técnicas de
identificación forense de ADN.
La huella del ADN ha
revolucionado la forma en que los científicos forenses determinan el sexo e identidad; pero
las causas y circunstancias de la muerte permanecen en el ámbito de la osteología forense.
La osteología forense ha tenido un impacto menor, pero su papel ha sido importante en el
constante crecimiento global de intolerancia al genocidio. Varios grupos internacionales han
trabajado con osteólogos forenses para investigar y registrar las causas de muerte bajo
circunstancias que ofrecen pocos o ningún dato osteológico forense.

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Diferencia sexual en la pelvis

El acetábulo masculino es grande y está dirigido lateralmente mientras que el femenino está
dirigido en sentido anteroposterior y es fuertemente evertido. El surco preauricular que
aparece debajo de la cavidad articular del coxal es muy raro en el sexo masculino y
frecuente en el femenino. El otro hueso que encontramos en la cintura pélvica es el sacro
que es ancho y bajo en las mujeres y largo y estrecho en el sexo masculino. En la figura se
observa una pelvis típicamente masculina y otra femenina y en la figura siguiente se
observan algunos rasgos aislados de la pelvis que nos sirven para la determinación sexual.

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El último elemento con el que contamos son los huesos largos que son más largos más
anchos y con incursiones musculares mucho más marcadas en el sexo masculino que en el
sexo femenino. Obviamente los huesos masculinos son mucho más pesados que los
femeninos como la atestiguar Morel 1964:78. Algunos caracteres discontinuos presentes en
los huesos largos como es el caso de la perforación de la fosa olecraneana del húmero o el
tercer trocanter del fémur también nos pueden dar luz acerca del sexo al que pertenecen
los restos óseos (Salas 1977:32-35).

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Principales características para determinar el sexo

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Osteometría

En el estudio y análisis de restos humanos esqueletizados se utiliza métodos


homogenizados y estandarizados para la observación de características métricas y no-
métricas con el fin de reconstruir parámetros demográficos, traumáticos y / o tafonómicos.
Generalmente es la antropometría que analiza cuantitativamente el organismo humano, y
ramas científicas específicas como la osteometría con subtemas de la craneometría,
odontometría y las mediciones del poscráneo enfocan en las mediciones de los huesos o
dientes, mientras la somatometría investiga el cuerpo como tal, ambas con fines de registrar
la forma y el tamaño del hombre en su variabilidad cronológica y geográfica. La aplicación
de métodos, mediciones e instrumentos homogenizados de la antropometría permite la
cuantificación y la comparación de los resultados obtenidos de las investigaciones (ver
Bräuer 1988, Martin 1928, Knussmann 1988, Schwartz 1995). Para garantizar estos
estándares en la toma de medidas absolutas como distancias directas (anchura, altura,
longitud, profundidad, diámetro, cuerda, circunferencia), volumen o áreas y mediciones
relativas (como ángulos e índices) se emplean los siguientes ejes, planos, direcciones y
normas (ver figura 1, tabla 1):

Tabla 1 Términos técnicos de la osteometría (comparar Bräuer 1988, White 2000)

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El inventario mínimo de los instrumentos antropológicos consiste en cinta métrica, compás,
calibrador, tabla osteométrica, mandibulómetro, simómetro y un verificador para revisar la
exactitud de las herramientas. De todas formas en procesos humanos no se evita errores
que pueden resultar de la definición falsa, la medición falsa, los instrumentos falsos o no
calibrados, la documentación falsa a leer, escribir o trasladar los datos, el error entre
observadores así como el error dentro de las observaciones de un investigador.

Para controlar y arreglar dichos errores se evalúa la investigación a través de varios


observadores, repetición de las mediciones, práctica y experiencia en el tema.

Convencionalmente se acepta desviaciones de un milímetro (ver Bräuer 1988, Byers 2001).


Al final, la osteometría brinda aportes en la descripción cuantitativa (índices) de tamaño y
forma, en la comparación y sistematización del material cuantitativo (por ejemplo para la
reconstrucción facial tridimensional), en la reconstrucción de la talla, en el sexamiento, en
la determinación del patrón ancestral como en la estimación de la edad en niños, para
mencionar los temas más importantes.

Fig. 1 Orientaciones principales del cuerpo humano (modificado, según Burns 1999)

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Puntos craneométricos

En este apartado se encuentran las definiciones de los puntos craneales (inglés


“landmarks”, ver figura 2). Las definiciones tienen su base en las descripciones por Bräuer
1988, Buikstra & Ubelaker 1994, Martin 1928, Moore-Jansen et al. 1989.

Alare (al): El punto más lateral en el borde anterior de la apertura nasal; debe marcarse en
ambos lados en el plano transversal.

Alveolon (alv): El punto se localiza en el palatino donde se ubica una intersección del plano
medio sagital con una línea entre los bordes más anteriores del proceso alveolar del maxilar.

Auriculare (au): Se sitúa en la raíz lateral del arco cigomático del temporal, en el punto más
profundo de la curvatura.

Basion (ba) Punto del borde anterior del foramen magnum donde se cruza con el plano
sagital medio. Se localiza directamente enfrente de la Opisthion. En caso de medidas de la
altura del cráneo se usa el punto anterior inferior del borde (Hypobasion), en casos de
medidas de la longitud se usa el punto más posterior (Endobasion).

Bregma (b) Punto ectocraneal de la intersección de las suturas coronal y sagital. Cuando la
sutura coronal presenta irregularidades o se halla obliterada se continúa el curso a lápiz. Si
se conforma una depresión en el lugar del bregma el punto se establece en el vacío a nivel
de la superficie ósea.

Condylion lateral (cdl) El punto más lateral en los cóndilos mandibulares.

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Dacryon (d) Punto en el borde medial de la órbita donde se ubica la intersección del frontal,
maxilar y lacrimal. Generalmente, se localiza más profundo que el maxilofrontal. En los
casos de buena preservación de la región orbital, el dacryon se ubica en la intersección de
las suturas lacrimomaxilar, frontolacrimal y frontomaxilar, conformando un pequeño
promontorio en la intersección de las suturas. En caso de rotura del lacrimal se reconstruye
el curso de las suturas teniendo como base el promontorio de la cresta lacrimal.

Ectoconchion (ec) Punto más anterior del borde lateral de la órbita, donde un eje trazado
desde el maxilofrontal paralelo al borde superior de la órbita la divide en dos mitades iguales.

Ectomolare (ecm) El punto más lateral en la superficie de la cresta alveolar del maxilar;
generalmente se ubica en el borde del segundo molar maxilar.

Euryon (eu) Punto más lateral del cráneo. Suele localizarse en los parietales como también
en las partes superiores de los temporales. Solamente se puede determinar
instrumentalmente. Si la anchura máxima yace en la escama del temporal debe evitarse y
desplazar el instrumento a la parte superior, sobre los parietales. También se deben evitar
los arcos cigomáticos, las crestas supramastoideas y la región adyacente al meato auditivo
externo.

Ectomolare (ecm) El punto más lateral en la superficie de la cresta alveolar del maxilar;
generalmente se ubica en el borde del segundo molar maxilar.

Euryon (eu) Punto más lateral del cráneo. Suele localizarse en los parietales como también
en las partes superiores de los temporales. Solamente se puede determinar
instrumentalmente. Si la anchura máxima yace en la escama del temporal debe evitarse y
desplazar el instrumento a la parte superior, sobre los parietales. También se deben evitar
los arcos cigomáticos, las crestas supramastoideas y la región adyacente al meato auditivo
externo.

Gonion (go) Punto en la mandíbula donde se encuentran el borde inferior del cuerpo y el
posterior de la rama ascendente; es decir, constituye el punto en el ángulo mandibular más
inferior, posterior y lateral. Si el ángulo mandibular no es pronunciado, ubique el hueso con
el ángulo hacia arriba, de manera que los bordes posteriores izquierdos y derecho del
cuerpo mandibular decline inferiormente en líneas horizontales. El gonion se ubica en la
parte más superior de la curvatura. Cuando se mide la anchura bigoniáca se debe
seleccionar la posición más lateral de los ángulos.

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Infradentale (id) El punto de la intersección en el plano medio sagital entre los incisivos
mandibulares con el borde anterior del proceso alveolar.

Lambda (l) Punto ectocranial de unión del occipital con los parietales. Se traza en la
intersección de las suturas sagital y lambda. Al alterarse la conformación de las suturas por
la presencia de huesos wormianos se continúa la dirección de las suturas y se establece su
punto de convergencia.

Mastoidale (ms) Punto más inferior del proceso mastoideo.

Nasion (n) Intersección de la sutura frontonasal con el plano medio sagital (se marca con
lápiz). El nasion corresponde a la raíz nasal.

Nasospinale (ns) Punto de intersección del plano medio sagital con la línea que une los
bordes inferiores de la apertura piriforme. En caso de presencia de surcos prenasales se
determina en el borde superior de los mismos. Si la espina nasal anterior se encuentra muy
desarrollada el punto se ubica dentro del hueso, pero las puntas del instrumento se colocan
paralelas al plano medio.

Opisthion (o) Punto medio en el borde posterior del foramen magnum, en la intersección del
plano medio sagital con el borde.

Opistocranion (op) Punto más sobresaliente del cráneo en el plano medio sagital; es el más
alejado de la glabela. Solamente encontrado por determinación instrumental, no se localiza
en la protuberancia occipital externa.

Orbiatale (or) Punto más inferior de la órbita en plano frontal. Se utiliza este punto para la
orientación del cráneo en el plano de Francfort.

Porion (po) Se localiza en el borde superior del meato auditivo externo, trazado con el lápiz
acostado; yace más internamente que el auriculare. Se utiliza este punto para la orientación
del cráneo en el plano de Francfort.

Pogonion (pg) Punto más anterior de la sínfisis del cuerpo mandibular en el plano medio
sagital.

Prosthion (pr) El punto más anterior y pronunciado del borde alveolar del maxilar entre los
incisivos centrales maxilares en el plano medio sagital. Para medidas de la longitud se usa
el punto más anterior y para medidas de la altura se usa el punto más inferior en la superficie
del proceso alveolar.

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Zygion (zy) Punto más lateral del arco cigomático; casi siempre se localiza en el proceso
cigomático. Determinado por medición de la anchura bicigomática.

Mediciones craneales

En este apartado se encuentra las definiciones para las mediciones craneales. Las
definiciones tienen su fundamento en las descripciones por Bräuer 1988, Buikstra &
Ubelaker 1994, Martin 1928, Moore-Jansen et al. 1989. Números grises marcan la
numeración de definición según Rudolf Martin (1928) y las siguientes abreviaciones las
definiciones de WW Howells (1969, 1973).

Longitud glabello - occipital (g – op); GOL Distancia directa desde la glabela hasta el punto
más distante en el plano sagital medio del cráneo. Se coloca el cráneo en su base o su lado,
se apunta una punta del compás en la glabela y se busca con la otra la extensión más
grande con el compás de espesor.

Anchura craneal máxima (eu – eu); XCB Máxima anchura en plano horizontal y transversal.
En caso de coincidir su máximo en las crestas supramastoideas la anchura se determina un
poco superior a las mismas. Se coloca el cráneo en su base o en su occipital y se busca
circulando con el compás de espesor las extensiones más grandes.

Diámetro bicigomático (anchura facial media) (zy – zy) M 45; ZYB Distancia máxima entre
los dos arcos cigomáticos laterales, en sus bordes externos. Se coloca el cráneo en su base
(Martin propuso la calota) y se busca la extensión más grande entre los cigomáticos con
compás de espesor.

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Anchura bicondilar (cdl – cdl). Distancia entre los bordes externos de los cóndilos
mandibulares. Se toma la medida máxima con el calibrador de corredera.

Anchura mínima de la rama ascendente. Distancia mínima entre los bordes anterior y
posterior de la rama ascendente perpendicular a la altura de la rama. Calibrador de
corredera.

Anchura máxima de la rama ascendente. Distancia directa entre los puntos más anterior y
más posterior de la rama ascendente. Se mide en plano transversal. Posiblemente esta
medida estará en la parte superior de la rama. Calibrador de corredera.

Altura máxima de la rama ascendente. Distancia desde el punto externo de los cóndilos
hasta el gonion, paralelamente al borde posterior de la rama. Calibrador de corredera o
mandibulómetro.

Longitud en proyección del cuerpo mandibular. Distancia proyectiva desde el pogonion


hasta el centro de la línea que une los gonion. Se coloca el mandibular con el pogonion en
la pared fija del mandibulómetro y los gonion en la pared móvil. En casos de inestabilidad,
empuje sus dedos en los molares segundos. Mandibulómetro.

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Mediciones poscraneales

En este apartado se encuentra las definiciones de las mediciones poscraneales. Las


definiciones basan en las descripciones por Bräuer 1988, Buikstra & Ubelaker 1994, Martin
1928, Moore-Jansen et al. 1989).

Clavícula

Longitud máxima (altura total). Se puede obtener la distancia máxima directa entre los
puntos más distantes con la tabla osteométrica o el calibrador de corredera; distinguir entre
los ángulos superior e inferior.

Diámetro sagital (anterior-posterior) medial. Distancia directa entre los lados anterior y
posterior. Se marca el sitio del medio de la clavícula con un lápiz y se toma la medición con
un calibrador de corredera.

Escapula

Altura del escapula (anchura anatómica). Distancia directa entre el punto más superior del
ángulo craneal y el punto más inferior del ángulo caudal. Se toma la medición con un
calibrador de corredera.

Anchura del omóplato (longitud anatómica). Distancia directa desde el punto en medio del
borde dorsal de la fosa glenoidea hasta un punto en medio de los labios de la espina
escápula en su borde medial. Los labios espinales forman un triángulo con el borde medial.
Para encontrar el punto en el borde medial, divide este triángulo en dos partes iguales.
Compás de espesor.

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Húmero

Longitud máxima. Distancia directa desde el punto más superior de la cabeza hasta el punto
más inferior de la tróclea. Se mide en la tabla osteométrica, aplicando con la cabeza contra
la pared fija (vertical); la porción distal de la tróclea se coloca contra el bloque vertical,
moviendo el hueso hacia abajo y arriba, de un lado a otro hasta obtener su longitud máxima.

Anchura epicondilar. Distancia entre los puntos más laterales del epicóndilo lateral y medial.
Se coloca el húmero en su superficie posterior en la tabla osteométrica con el epicóndilo
medial contra la pared fija y aplica el bloque móvil en el epicóndilo lateral. Tabla osteométrica
o calibrador de corredera.

Diámetro máximo de la cabeza. Distancia directa entre los puntos más superior y más
inferior del borde de la superficie articular. Se mide la distancia vertical perpendicular al
diámetro transverso. Calibrador de corredera.

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Radio

Longitud máxima del radio. Distancia directa desde el punto más proximal de la cabeza
hasta el punto más distal del proceso estiloide. Se obtiene el largo máximo mediante la tabla
osteométrica sin tomar encuentra el eje del hueso. Se coloca el extremo proximal en la pared
fija vertical de la tabla osteométrica y se empuja el soporte móvil contra el extremo distal.
Se mueve el hueso hacia abajo y arriba, de un lado a otro hasta obtener su longitud máxima.
Diámetro sagital (anterior-posterior) de la diáfisis. Se obtiene el diámetro sagital
perpendicular a la medición del diámetro transverso en las superficies anterior y posterior.
Se marca el medio del hueso con un lápiz midiéndolo en la tabla osteométrica. Nota: Esta
medición es generalmente más pequeña que medición. Calibrador de corredera.

Diámetro transverso de la diáfisis 4a. Diámetro máximo entre la superficie medial y lateral
de la diáfisis en el medio del hueso, perpendicular al diámetro sagital. Calibrador de
corredera.

Cúbito

Longitud máxima. Distancia máxima desde el extremo superior del olecranon hasta el borde
inferior del proceso estiloide. Se coloca el extremo proximal del cúbito contra la pared
vertical de la tabla osteométrica y se empuja el bloque móvil contra el extremo distal,
moviendo el hueso hacia abajo y arriba, de un lado a otro hasta obtener su longitud máxima.

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Diámetro dorso-volar (anterior-posterior). Diámetro máximo de la diáfisis en el sitio del
desarrollo más grande de la cresta. Se ponen los brazos del calibrador de corredera en las
superficies anterior y posterior del cúbito.

Sacro

Longitud anterior. Se toma la distancia directa entre el punto del promontorio en plano medio
sagital y el punto correspondiente del borde anterior del punto del sacro. Calibrador de
corredera.

Anchura anterior-superior. La máxima anchura transversal del sacro a nivel de la proyección


anterior de las facetas auriculares. Calibrador de corredera. Anchura máxima base.
Distancia directa entre los puntos más laterales en la superficie articular superior,
perpendicular en el plano medio sagital. En casos de labiación (“lipping”), estima sus bordes
originales. Calibrador de corredera o compás de espesor.

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Innominado (Coxal o Iliaco)

Altura. Distancia directa entre el punto más superior de la cresta ilíaca y el más inferior de
la tuberosidad del isquion. Compás de espesor.

Anchura ilíaca. Distancia directa desde la espina ilíaca anterior-superior hasta la espina
ilíaca posterior superior. Compás de espesor.

Longitud púbica. Distancia directa desde el punto de la intersección de las tres partes del
coxal en el acetábulo hasta el borde superior de la faceta sínficial. Calibrador de corredera.

Longitud isquion. Distancia directa desde el punto de la intersección de las tres partes del
coxal en el acetábulo hasta el punto más inferior de la tuberosidad del isquion. Se mide
aproximadamente perpendicular a la longitud púbica. Calibrador de corredera.

Fémur

Longitud máxima (morfológica). Longitud máxima desde el punto más superior de la cabeza
hasta el punto más inferior del cóndilo distal, obtenida en la tabla. Se pone el hueso en su
superficie posterior en la tabla y se sostiene la epífisis distal en el eje vertical fijo. Se mueve
el hueso hacia arriba y abajo, de un lado a otro hasta obtener su longitud máxima en el
extremo de la cabeza.

Longitud bicondilar (fisiológica oblicua). Distancia desde el punto más superior de la cabeza
hasta un plano de la superficie inferior del cóndilo distal. Se pone el hueso en su superficie
posterior en la tabla y se ajustan ambos cóndilos contra el soporte vertical fijo hasta obtener
la posición de reposo; posteriormente se aplica el soporte móvil a la cabeza.

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Tibia

Longitud máxima 1. Distancia directa entre la superficie articular superior del cóndilo lateral
y el punto del maléolo medial. Se coloca la tibia con su superficie posterior en la tabla
osteométrica con su eje longitudinal paralelo a la tabla. Se ajusta el punto del maléolo contra
la pared vertical fijo y empuje el bloque móvil contra la superficie articular proximal del
cóndilo lateral.

Anchura máxima en la epífisis proximal. Distancia máxima entre los puntos más laterales de
los cóndilos laterales y mediales de la epífisis proximal. Se coloca la tibia con su superficie
posterior en la tabla osteométrica con su eje longitudinal paralelo a la tabla. Se empuje el
cóndilo lateral contra la pared vertical fija de la tabla y se mueve el soporte al cóndilo medial.
Para obtener la anchura máxima, se rota la tibia contra su eje longitudinal.
Anchura máxima en la epífisis distal. Distancia máxima desde el punto más lateral del
maléolo medial hasta la superficie lateral de la epífisis distal. Se coloca la tibia con su
superficie posterior en la tabla osteométrica. Se ponen el sobresaliente laterales de la
diáfisis distal en la pared fija de la tabla y se empuja el soporte móvil al maléolo medial.

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Peroné

Longitud máxima. Distancia máxima entre las extremidades proximal de la cabeza y distal
del maléolo lateral. Se coloca el peroné en la tabla osteométrica y se ajusta el punto del
maléolo lateral en la pared fija de la tabla. Se empuja el soporte contra el extremo proximal
del hueso, moviéndolo hacia arriba y abajo, de un lado a otro hasta obtener su longitud
máxima.

Diámetro máximo de la diáfisis. Distancia máxima a nivel del medio del hueso. Se marca el
sitio con un lápiz y se obtiene la medición rotando el hueso entre los brazos del calibrador
de corredera. Generalmente se encuentra el diámetro máximo entre las crestas anteriores.

Índices craneales

Índices son mediciones relativas que presentan la relación entre dos ediciones
antropométricas con el fin de describir la forma de los huesos, específicamente el cráneo.
La numeración de aquellas corresponde al esquema establecido por R. Martin (1928).

20
Catálogo de mediciones óseas

21
LA IMPORTANCIA DE LA OSTEOPATOLOGÍA EN LA
IDENTIFICACIÓN DE RESTOS ÓSEOS HUMANOS

Los objetivos clásicos de la


osteología forense se pueden
dividir en dos grupos. La
determinación del sexo, edad,
estatura y línea ancestral de la
osamenta bajo estudio permiten
estimar un conjunto de
características con el fin de la
identificación de la persona. Por
otra parte, la determinación de
traumas perimortem en los restos
óseos permite inferir la posible
causa de muerte. En el presente
trabajo se exponen tres casos
forenses identificados a partir de la
determinación de condiciones
patológicas en los huesos.

Siguiendo la definición médica, la patología es la "rama de la medicina dedicada a la


naturaleza esencial de los cambios en tejidos y órganos del cuerpo que producen
enfermedad o son causados por enfermedad”. En el caso de la osteología, la patología que
se puede determinar, se ve reducida respecto a esta definición porque muchas clases de
enfermedad no ocasionan efectos sobre el tejido óseo. Por tanto, sólo se van a poder
diagnosticar ciertas condiciones patológicas. Sin embargo, esta limitación no es tan
importante como en el caso de la paleopatología. Esta última se puede definir como el
"estudio de la enfermedad en la antigüedad, y su objetivo es la reconstrucción de la historia
y la geografía de las enfermedades y la interacción de la enfermedad con los patrones socio-
culturales”, por lo que necesita de una perspectiva de población en donde esta limitación
impone precauciones metodológicas.

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Aunque no contrapuesto, el objetivo de la osteología forense es diferente ya que se centra
en el individuo. Lo que constituye una seria limitación de la osteopatología forense es la falta
de un entrenamiento adecuado de las personas que la practican, que debería realizarse a
través de colecciones de esqueletos con enfermedades documentadas, o debido a esta
dificultad, por medio de la colaboración con médicos patólogos con conocimientos de
osteología, que puedan poner a disposición de los antropólogos casos documentados de
enfermedad.

En el caso de las exhumaciones que se realizan, la identificación de las personas se realiza


mediante la recopilación de diferentes tipos de información, cada una de ellas es
imprescindible. Un antropólogo social tiene a cargo la reconstrucción histórica del hecho
mediante la entrevista con testigos y personas del lugar. Posteriormente se elabora una
ficha antemortem individual para cada víctima, con base en los testimonios preferentemente
de familiares directos, y si esto no es posible, a través de vecinos o conocidos. En esta ficha,
además de los datos básicos de sexo, edad (si es posible se obtienen copias de las partidas
de nacimiento o cédulas de vecindad), estatura aproximada y lateralidad (zurdo o diestro),
se registran datos sobre la dentición, como piezas ausentes, coronas, rellenos, etc, y sobre
cualquier trauma o enfermedad que sufriera el difunto a lo largo de su vida.

Posteriormente, el antropólogo forense encargado del análisis de la osamenta estima el


sexo, rango de edad y estatura, la línea ancestral, lateralidad, causa de muerte y, como es
nuestro criterio, idealmente las condiciones patológicas que presenta la osamenta, desde
caries y fracturas cicatrizadas hasta condiciones congénitas (síndrome Klippel-Feil, espina
bífida, aplasia de extremidades, 721craniosinostosis), enfermedades articulares
(anquilosis, artritis reumatoide), infecciosas (poliomielitis), condiciones neoplásicas
(osteomas), etc.

Para evitar la presencia de ideas previas al análisis de la osamenta, la persona responsable


de su estudio debería realizar el análisis sin conocer los datos concretos de la entrevista
antemortem, a menos que se impongan consideraciones más importantes que la anterior,
como el hecho de que la persona encargada en el laboratorio estuviera presente durante el
proceso de entrevistas y exhumación y/o la necesidad de intentar reconocer durante la
exhumación las condiciones patológicas mencionadas en la entrevista con el objetivo de
una identificación preliminar para los familiares presentes en la exhumación. Para una
revisión de los diferentes métodos, precauciones y limitaciones de la descripción y diagnosis
de condiciones patológicas.

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Una vez que se tiene una descripción, y en el mejor de los casos también un diagnóstico,
junto con las demás estimaciones de sexo, rango de edad y estatura, lateralidad, etc, se
realiza una comparación de los datos obtenidos en la entrevista antemortem con los datos
obtenidos en el análisis.

En los casos en los que los dos diferentes conjuntos de datos son compatibles, se obtiene
una identificación. Como se podrá observar, esta identificación depende de varios
problemas individuales: la existencia de estándares validados en esta población para la
estimación de la edad, el sexo, la estatura; el adecuado entrenamiento para la identificación
correcta de condiciones patológicas; la metodología empleada en las entrevistas, que tiene
que estar de acuerdo, por ejemplo, con la percepción de la enfermedad en la población con
la que se trabaja, para obtener la mejor información de la manera más breve y menos
incómoda posible para el entrevistado.

Casuística

CASO 1: Corresponde a una osamenta exhumada. En este caso se recuperaron la mayoría


de los huesos en buen estado de preservación. A través del análisis de laboratorio se estimó
sexo masculino y rango de edad de 33 a 42 años. Los demás parámetros, como estatura y
lateralidad, no se estimaron al observarse que las innominadas y ambas extremidades
inferiores presentaban rasgos anómalos.

El examen preliminar mostró de manera obvia que el sacro, innominados, fémures, tibias,
peronés y los tarsos presentes, tenían un tamaño excesivamente pequeño, mostraban
inserciones musculares muy leves y presentaban una forma que no correspondía con la
anatomía normal de estos huesos. En las extremidades superiores se observó una
diferencia en el desarrollo entre huesos de diferente lado, así como un desarrollo también
unilateral muy marcado de ciertas inserciones musculares.

Para formalizar las observaciones de tamaño se realizaron mediciones sobre estos huesos
y se compararon con los valores mínimos, máximos, y medios para las mismas medidas
obtenidos a partir de una base de datos elaborada en esta misma población (el tamaño de
la muestra es de aproximadamente 45 individuos para todas las medidas). Las
comparaciones se muestran en la Tabla 1 para clavícula, escapula, húmero, radio, fémur y
tibia, y en la Tabla 2 para sacro e innominados. En las medidas marcadas con un asterisco,
el valor del Caso 1 es o menor o mayor que el valor mínimo o el valor máximo observado
en esta población.

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Comparación entre diversas medidas de clavícula, omóplato, húmero, radio, fémur y tibia
entre el

Caso 1 y la muestra de población. Valores en centímetros

25
Comparación entre diversas medidas de sacro e innominados entre el Caso 1 y la muestra
de población. Valores en centímetros.

Como se puede observar, la circunferencia en la mitad de la diáfisis, y los diámetros vertical


y máximo de la cabeza del húmero son menores que los valores mínimos en la muestra
comparativa. Para el caso de fémur y tibia se observa que excepto la longitud de la tibia sin
maléolo, con un valor de 26.9 para el Caso 1 y de 26.8 para el valor mínimo de la muestra
comparativa, todas las medidas son menores que los valores mínimos en la muestra
comparativa.

En el caso del sacro, las diferencias no son tan marcadas, aunque para los innominados,
excepto para las longitudes púbicas y la anchura del cuerpo púbico, las restantes ocho
medidas se encuentran significativamente por debajo de los valores mínimos de la muestra

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comparativa, especialmente la altura y las dos medidas sobre la región inferior del cuerpo
del ilion. En la Tabla 3 se muestran los mismos valores para los índices intermembral y
húmero-femoral, que expresan la relación entre la longitud del brazo y la longitud de la
pierna. Como se puede observar, los valores para los índices intermembral y húmero-
femoral para el Caso 1 son mayores que los valores máximos para la muestra de
comparación por 2.5 y 5.5 unidades.

Comparación para dos índices corporales que expresan la relación entre extremidades
superior e inferior.

En cuanto a las inserciones musculares, se describen a continuación las observaciones para


cada uno de los huesos. Comenzando por la clavícula, se observa que la inserción para el
músculo pectoral mayor, implicado en la rotación medial o aducción del brazo, está más
desarrollada en la clavícula derecha, mientras que la inserción para el músculo deltoides,
implicado en la flexión, anteversión y rotación medial del brazo, está más desarrollada en la
clavícula izquierda. En el caso de la inserción del músculo pectoral mayor, la asimetría está
cuantificada por la diferencia en la circunferencia en la mitad de la diáfisis entre ambas
clavículas (ver Tabla 1). En el caso del húmero, para ambos huesos derecho e izquierdo,
se observa un marcado desarrollo de la inserción para los mismos músculos anteriores,
pectoral mayor y deltoides.

Para el radio se observa que las inserciones musculares para el pronador redondo,
implicado en la pronación y flexión del codo, y el ligamento interóseo, implicado en la
pronación y el freno de la supinación, están más desarrolladas en el radio izquierdo. Como
se observa en la Tabla 1, también hay una marcada asimetría en la circunferencia de la
cabeza del radio, de 1 cm, y en la circunferencia al nivel de la tuberosidad radial, de 8 mm.
Para el cúbito la diferencia no es tan marcada aunque las inserciones son más fuertes en el
izquierdo. Para el caso de ambos fémures y tibias, las inserciones musculares apenas están

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marcadas. En el fémur las inserciones para los músculos glúteo mayor y bíceps femoral son
muy leves, y en el caso del músculo gastrocnemio, casi inexistente. En la tibia, las
inserciones son igualmente leves para los músculos poplíteos, tibial anterior y tibial
posterior.

Para el caso del fémur, también se observa una elongación del trocánter menor en dirección
medial, y el cuello femoral está inclinado hacia anterior, de manera que cuando se articula
el fémur con el innominado, esta inclinación provoca una rotación medial sobre el eje
longitudinal del fémur respecto a su posición anatómica normal, o dicho de otra manera, las
rodillas quedan “apuntando hacia dentro”.

Por último, en la segunda, tercera, cuarta y quinta vértebra lumbar y en el primer segmento
del sacro, se observaron facetas de apoyo en las superficies superiores e inferiores de las
apófisis espinosas, lo que indica que estas apófisis estaban en contacto debido a un
desplazamiento dorsal de la región lumbar de la columna vertebral.

La comparación métrica muestra que de manera bilateral los valores de las medidas para
el sacro, innominados, fémures y tibias, caen por debajo de los valores normales de la
muestra comparativa. Los valores para los índices de proporción brazo-pierna están fuera
del rango de normalidad de la muestra, indicando que la longitud de los brazos es
desproporcionada con relación a la longitud de la pierna, y las medidas de longitud para
húmero y radio están dentro del rango de normalidad. Por otra parte, se observa que las
inserciones para los músculos en ambos fémures y tibias son muy leves y en algún caso
inexistentes, y que la articulación fémur-acetábulo seguramente provocó una rotación hacia
el medial de ambas piernas.

El conjunto de estas observaciones parece indicar que hubo un subdesarrollo o atrofia


patente de la cintura pélvica, formada por sacro e innominados, y ambas piernas. Para las
extremidades superiores, el marcado desarrollo unilateral de ciertas inserciones
musculares, que en algunos casos se puede cuantificar como para la circunferencia de la
clavícula en la mitad de la diáfisis, indican que ciertos movimientos como la flexión,
anteversión y rotación medial del codo, se realizaban con mayor frecuencia con la
extremidad superior derecha, mientras que los movimientos de supinación y pronación se
realizaban con mayor frecuencia con la extremidad superior izquierda.

La descripción anterior es compatible con una parálisis de las extremidades inferiores por
una condición patológica presente desde el nacimiento, o que al menos afectó a la mayor
parte del periodo de crecimiento de la persona. Si esta condición se hubiera adquirido en
una edad adulta, cuando hubiera finalizado el crecimiento de los huesos largos, los índices

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De proporcionalidad brazo-pierna no se verían afectados y sólo se observaría disminución
de la masa ósea y atrofia de las inserciones musculares en las extremidades inferiores. Por
tanto, nuestra impresión diagnóstica general, más que una atrofia por desuso, sería una
alteración durante las etapas tempranas del crecimiento o una enfermedad congénita
causante de parálisis en las extremidades inferiores. En contraposición, sólo algunas de las
medidas para el resto de los huesos de la mitad superior del cuerpo están por debajo de los
valores mínimos de la muestra comparativa, lo que sugiere que esta persona podía utilizar
las extremidades superiores, que hasta cierto punto tuvieron un desarrollo normal. Como se
puede ver por las asimetrías en las inserciones musculares, el uso de la extremidad derecha
posiblemente era muy diferente que el de la extremidad izquierda. La lordosis lumbar debió
ser muy acentuada en vida para producir las facetas de apoyo observadas en las apófisis
espinosas lumbares.

Obviamente todas estas características reconstruidas a partir de los huesos serían patentes
durante la vida del individuo, de manera que la última etapa del análisis consistió en la
revisión de las entrevistas antemortem para buscar a un hombre adulto de un rango de edad
de 33 a 42 años que tuviera parálisis, posiblemente congénita, o extremadamente limitados
los movimientos de los miembros inferiores. Efectivamente en las entrevistas antemortem
se encontró el registro de un hombre con una edad de 35 años y literalmente “impedido, no
podía moverse”, por lo que se logró la identificación de la osamenta.

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BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA

ANGULO González, Rubén Darío M.D. Medicina Forense y Criminalística, 2004, Ediciones
Doctrinas y Ley Ltda, páginas 33, 34, 35, 36, ibídem

http://anatomia-descriptiva.blogspot.com

http://www.policia.gov.co (Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula


Santander – septiembre 6 de 2010, Antropología Forense)

http://www.asociaciontikal.com (Salado Puerto, Mercedes y Luis Ríos Frutos 2002 La


importancia de la osteopatología en la identificación de restos óseos humanos. En XV
Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2001 (editado por J.P. Laporte,
H. Escobedo y B. Arroyo), pp.721-729. Museo Nacional de Arqueología y Etnología,
Guatemala).

http://forensicosteology.org

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