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1. Conceptos clave
a) Expresiones referidas al tiempo: suelen ser fechas completas que incluyen el día,
mes y año (con letras y números); en ocasiones sólo se menciona el mes y el año; en
otras sólo aparece el año. Las referencias a las fechas también suelen aparecer
entonces, etcétera.
b) Expresiones referidas al espacio: ante la necesidad de los relatos históricos de
ubicar los hechos en un espacio, los escritos de este tipo usan distintos modos de
específicos; también utilizan expresiones adverbiales que indican lugar, como aquí,
generalmente con apellidos. La referencia a los personajes suele aparecer con algunas
variables: una vez que se ha introducido en el texto, se les puede nombrar sólo con el
apellido, con el nombre y en ocasiones con algún apodo o título: el Caudillo del Sur,
Congreso, etcétera.
2. Ejemplo
texto:
Mención de personajes
Los Polo, familia de ricos mercaderes venecianos, vivieron en el siglo XIII. En aquella época
los europeos se internaban sólo unos kilómetros en Asia. Cuando lograba volver del viaje, el
Marco Polo (1254-1324) fue a Chinaen 1271. Tenía diecisiete años. Acompañaba a su padre,
que ya había realizado un viaje a Pekín, y a su tío Mateo. Emplearon cuatro años en el
recorrido. Atravesaron arenas ardientes, pantanos insalubres, llanuras heladas y los abruptos
Marco, que era inteligente y había aprendido a hablar muchos idiomas. Le concedió un cargo
Los Polo permanecieron diecisiete años en China. En 1292 emprendieron el viaje de regreso
a su patria, que les llevó otros tres años. Los amigos nos los reconocieron al pronto a causa
cargo de almirante. Más o menos doce meses después estalló la guerra entre Génova y
Venecia, en la que Marco fue apresado y encarcelado. Para matar el tiempo, contó sus viajes
Venecia. Se publicó el libro de sus aventuras, que llegó a ser muy popular y se tradujo a
muchas lenguas. Incluso hoy día podéis comprarlo, o bien pedirlo prestado en una biblioteca
1. Conceptos clave
con un plan que nos permita obtener toda la información que necesitamos.
mientras que las segundas solicitan que el consultado seleccione una respuesta entre un
conjunto de opciones. Las opciones para una pregunta cerrada deberían ser exhaustivas
y mutuamente excluyentes.
2. Ejemplo
Preguntas abiertas
¿Por qué cree que el actual gobierno de la ciudad debería darle más importancia a la
educación?
¿Por qué cree que Roma fue nominada a los premios Óscar?
Preguntas cerradas
a) Sí b) No c) No sabe
a) Positiva
b) Negativa
El cuento es una narración breve, con unidad de tiempo y espacio (es decir, centrado en un
conseguir con ella: la unidad de efecto. Ese efecto, que se manifiesta en la tensión que
produce la lectura del relato, se construye por el recuerdo de los detalles y los
evolución de los personajes (su mejoramiento o degradación respecto de una situación inicial;
situaciones; puede ser incluso un motivo literario o un símbolo que se repitan continuamente.
Existen numerosas posibilidades para conseguir el efecto sorpresa que cifra un cuento.
desarrollo y desenlace.
El nudo inicia cuando aparece un elemento de tensión que rompe con la normalidad planteada
Llegado un punto de tensión determinado, ocurre algún hecho que reordena estos elementos
y establece una nueva normalidad: el desenlace. Esta nueva normalidad puede ser similar a
que el desenlace deja planteado o sugerido cómo serán las cosas a partir de ese momento.
2. Ejemplo
Lee el siguiente relato y después estudia las preguntas que se utilizaron para analizar los
El hombre muerto
Horacio Quiroga
El hombre y su machete acababan de limpiar la quinta calle del bananal. Faltábanles aún dos
calles; pero como en éstas abundaban las chircas y malvas silvestres, la tarea que tenían por
delante era muy poca cosa. El hombre echó, en consecuencia, una mirada satisfecha a los
arbustos rozados y cruzó el alambrado para tenderse un rato en la gramilla. Mas al bajar el
alambre de púa y pasar el cuerpo, su pie izquierdo resbaló sobre un trozo de corteza
desprendida del poste, a tiempo que el machete se le escapaba de la mano. Mientras caía, el
Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal como él quería. La boca,
que acababa de abrírsele en toda su extensión, acababa también de cerrarse. Estaba como
hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Sólo que tras
el antebrazo, e inmediatamente por debajo del cinto, surgían de su camisa el puño y la mitad
de la vida se piensa muchas veces en que un día, tras años, meses, semanas y días
prevista; tanto, que solemos dejarnos llevar placenteramente por la imaginación a ese
momento, supremo entre todos, en que lanzamos el último suspiro. Pero entre el instante
actual y esa postrera expiración, ¡qué de sueños, trastornos, esperanzas y dramas presumimos
en nuestra vida! ¡Qué nos reserva aún esta existencia llena de vigor, antes de su eliminación
mortuorias: ¡Tan lejos está la muerte, y tan imprevisto lo que debemos vivir aún! ¿Aún...?
No han pasado dos segundos: el sol está exactamente a la misma altura; las sombras no han
cómoda postura. Pero el hombre abre los ojos y mira. ¿Qué tiempo ha pasado? ¿Qué
acontecimiento?
El hombre resiste -¡es tan imprevisto ese horror!- y piensa: es una pesadilla; ¡esto es! ¿Qué
ha cambiado? Nada. Y mira: ¿no es acaso ese el bananal? ¿No viene todas las mañanas a
limpiarlo? ¿Quién lo conoce como él? Ve perfectamente el bananal, muy raleado, y las
anchas hojas desnudas al sol. Allí están, muy cerca, deshilachadas por el viento. Pero ahora
no se mueven... Es la calma del mediodía; pero deben ser las doce. Por entre los bananos,
allá arriba, el hombre ve desde el duro suelo el techo rojo de su casa. A la izquierda entrevé
el monte y la capuera de canelas. No alcanza a ver más, pero sabe muy bien que a sus espaldas
está el camino al puerto nuevo; y que en la dirección de su cabeza, allá abajo, yace en el
fondo del valle el Paraná dormido como un lago. Todo, todo exactamente como siempre; el
sol de fuego, el aire vibrante y solitario, los bananos inmóviles, el alambrado de postes muy
¡Muerto! ¿Pero es posible? ¿No es éste uno de los tantos días en que ha salido al amanecer
de su casa con el machete en la mano? ¿No está allí mismo con el machete en la mano? ¿No
está allí mismo, a cuatro metros de él, su caballo, su malacara, oliendo parsimoniosamente el
alambre de púa? ¡Pero sí! Alguien silba. No puede ver, porque está de espaldas al camino;
mas siente resonar en el puentecito los pasos del caballo... Es el muchacho que pasa todas las
mañanas hacia el puerto nuevo, a las once y media. Y siempre silbando... Desde el poste
descascarado que toca casi con las botas, hasta el cerco vivo de monte que separa el bananal
del camino, hay quince metros largos. Lo sabe perfectamente bien, porque él mismo, al
¿Qué pasa, entonces? ¿Es ése o no un natural mediodía de los tantos en Misiones, en su
monte, en su potrero, en el bananal ralo? ¡Sin duda! Gramilla corta, conos de hormigas,
silencio, sol a plomo... Nada, nada ha cambiado. Sólo él es distinto. Desde hace dos minutos
su persona, su personalidad viviente, nada tiene ya que ver ni con el potrero, que formó él
mismo a azada, durante cinco meses consecutivos, ni con el bananal, obras de sus solas
manos. Ni con su familia. Ha sido arrancado bruscamente, naturalmente, por obra de una
El hombre muy fatigado y tendido en la gramilla sobre el costado derecho, se resiste siempre
mira. Sabe bien la hora: las once y media... El muchacho de todos los días acaba de pasar el
puente.
¡Pero no es posible que haya resbalado...! El mango de su machete (pronto deberá cambiarlo
por otro; tiene ya poco vuelo) estaba perfectamente oprimido entre su mano izquierda y el
alambre de púa. Tras diez años de bosque, él sabe muy bien cómo se maneja un machete de
monte. Está solamente muy fatigado del trabajo de esa mañana, y descansa un rato como de
costumbre. ¿La prueba...? ¡Pero esa gramilla que entra ahora por la comisura de su boca la
plantó él mismo en panes de tierra distantes un metro uno de otro! ¡Ya ése es su bananal; y
ése es su malacara, resoplando cauteloso ante las púas del alambre! Lo ve perfectamente;
sabe que no se atreve a doblar la esquina del alambrado, porque él está echado casi al pie del
poste. Lo distingue muy bien; y ve los hilos oscuros de sudor que arrancan de la cruz y del
anca. El sol cae a plomo, y la calma es muy grande, pues ni un fleco de los bananos se mueve.
...Muy fatigado, pero descansa solo. Deben de haber pasado ya varios minutos... Y a las doce
menos cuarto, desde allá arriba, desde el chalet de techo rojo, se desprenderán hacia el
bananal su mujer y sus dos hijos, a buscarlo para almorzar. Oye siempre, antes que las demás,
la voz de su chico menor que quiere soltarse de la mano de su madre: ¡Piapiá! ¡Piapiá!
¿No es eso...? ¡Claro, oye! Ya es la hora. Oye efectivamente la voz de su hijo... ¡Qué
pesadilla...! ¡Pero es uno de los tantos días, trivial como todos, claro está! Luz excesiva,
sombras amarillentas, calor silencioso de horno sobre la carne, que hace sudar al malacara
...Muy cansado, mucho, pero nada más. ¡Cuántas veces, a mediodía como ahora, ha cruzado
volviendo a casa ese potrero, que era capuera cuando él llegó, y antes había sido monte
virgen! Volvía entonces, muy fatigado también, con su machete pendiente de la mano
izquierda, a lentos pasos. Puede aún alejarse con la mente, si quiere; puede si quiere
abandonar un instante su cuerpo y ver desde el tejamar por él construido, el trivial paisaje de
siempre: el pedregullo volcánico con gramas rígidas; el bananal y su arena roja: el alambrado
empequeñecido en la pendiente, que se acoda hacia el camino. Y más lejos aún ver el potrero,
obra sola de sus manos. Y al pie de un poste descascarado, echado sobre el costado derecho
y las piernas recogidas, exactamente como todos los días, puede verse a él mismo, como un
pequeño bulto asoleado sobre la gramilla -descansando, porque está muy cansado.
Pero el caballo rayado de sudor, e inmóvil de cautela ante el esquinado del alambrado, ve
también al hombre en el suelo y no se atreve a costear el bananal como desearía. Ante las
voces que ya están próximas -¡Piapiá!- vuelve un largo, largo rato las orejas inmóviles al
bulto: y tranquilizado al fin, se decide a pasar entre el poste y el hombre tendido que ya ha
descansado
3. Análisis
Y quizá pueden considerarse personajes también el machete (al que se le da cierta vida); y el
caballo.
una familia.
la muerte.
relación entre un contenido espiritual (ideas) y una forma sensorial (sonidos, imágenes).
Dentro de la literatura, hay textos que recurren más a un procedimiento que a otros. Por eso,
los investigadores han propuesto una clasificación de los textos literarios dependiendo de la
temática y la intención de comunicación que predominen en cada uno de ellos. Grosso modo,
La poesía es ante todo palabra, pero en todas sus facetas: sonido, forma, unión con otras
palabras, significado y comunicación. Así, las palabras son una manera de darle forma a las
emociones, los sentimientos, las ideas y el pensamiento; son una expresión de éstos. Pero,
la figuras retóricas (tanto las de dicción como los tropos), las isotopías, los símbolos y el yo
Narrar es contar o referir hechos que les suceden a personajes, en un lugar y tiempo
concentraremos en el cuento.
La palabra drama viene del vocablo griego draoque significa “movimiento, acción”. Esa
acción es la que los actores desarrollan ante los ojos del espectador. La naturaleza del drama
teatro.
La acción dramática, en primer lugar, está compuesta por el argumento o trama, que se define
Este rasgo fundamental del drama, el choque o enfrentamiento entre el ser humano y su
circunstancia histórico social, da pie a la división de la acción dramática en tres partes: las
Las tres partes, sin embargo, deben contar con unidad de acción, unidad de tiempo y unidad
solo tema o problema enfocado al personaje principal.La unidad de tiempo se refiere a que
la acción debía desarrollarse en un solo día.La unidad de espacio se refiere a que la acción
debía transcurrir de preferencia, en un solo espacio, que podía ser la plaza pública.
una relación lógica de causa-efecto. Para ello la acción dramática se divide en actos o
jornadas, cuadros, escenas y acotaciones. Los actos o jornadas son las partes en las que se
divide la acción dramática; los cuadros están indicados por la ambientación física que es
representada con la escenografía; las escenas son los periodos de acción dramática marcados
por la entrada o salida de uno o más personajes; las acotaciones son las indicaciones ofrecidas
entre paréntesis por el dramaturgo (el escritor) para indicar cómo debe conducirse la acción.
Antes dijimos que la poesía utiliza un lenguaje transgresor y desviado, contrario al común y
referencial, para de expresar las emociones, los sentimientos, las ideas y el pensamiento. Para
ello, la poesía se ha valido desde hace muchísimo tiempo de un lenguaje que emplea al
“Una figura retórica se suele definir como una alteración o desviación del uso lingüístico
‘corriente’”. Por ejemplo: si para referirnos a los litorales, en lugar de decir costa, decimos
“las caderas de la playa”, nos estamos desviando de la forma acostumbrada de llamarle a esa
Sin embargo, no sólo cuando le cambiamos el nombre usual a una cosa creamos una figura
retórica; también podemos crearlas jugando con los sonidos, la morfología y la sintaxis, los
Guy de Maupassant
Figura Descripción Ejemplo
Oye el sórdido son de las
Repetición de grupos de dos o tres resacas, / infameturba de
Aliteración
fonemas y grafías nocturnas aves.
Luis de Góngora
Consiste en la expresión
vigorosa de un afecto o estado
de ánimo para dar fuerza y ¡Oh noche que juntasteAmado
eficacia a lo que se dice. Su con amada,
amado en el amado
Exclamación abuso puede causar efecto
transformada!
cómico. Pero lo acostumbrado
es que se use para marcar la San Juan de la Cruz
cima emotiva o clímax de una
composición
Francisco de Quevedo
Lope de Vega
Figura Descripción Ejemplo
Repetición de palabras o
expresiones iguales de forma
cruzada, manteniendo una Hay que comer para vivir y no
Quiasmo
simetría, a fin de que la vivir para comer.
disparidad de sentidos resulte a
su vez significativa.
En colores sonoros
Consiste en enlazar dos
imágenes o sensaciones suspendidos
oyen los ojos, miran
Sinestesia
percibidas por distintos los oídos...
órganos sensoriales.
Francisco López de Zárate.
pronominal.
Para crear belleza a través de la palabra, el lenguaje literario se cuidade evitar repeticiones
innecesarias de palabras y frases. Para ello, recurre a los sinónimos y los pronombres, que
Observa esto en el inicio del cuento “Continuidad de los parques”, de Julio Cortázar.
Continuidad de los parques
Julio Cortázar
[Él] Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes,
volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la
trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado
y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del
estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de
espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones,
dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los
últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los
En este fragmento, una y otra vez aparecen referencias al sustantivo novela y al personaje de
la historia (cuyo nombre desconocemos y al que sólo se refiere mediante el pronombre él).
Todas las palabras que están marcadas en verde son sustitutos textuales de la palabra novela:
las dos primeras son pronombres y la tercera (libro) actúa como un sinónimo o palabra
equivalente. Las palabras en amarillo (adjetivos y pronombres) hacen referencia al personaje,
él.
Aguilar Mialma, N. Et al. (2013). Lectura y Redacción II. Libro y cuaderno de trabajo.
https://www.gestiopolis.com/encuesta-cuestionario-y-tipos-de-preguntas/
Vieyra Solares, R. (Marzo 2010). Manual para ser poeta. Algarabía, 66, pp. 106-111.
ANEXO A
Instrucción: marca con los colores utilizados en el ejemplo anterior las expresiones
instituciones o documentos.
Al tocar la tierra del Nuevo Mundo, en 1492, Cristóbal Colón (1451-1506) creyó haber
llegado al extremo de las Indias, como se llamaba a la India e islas adyacentes. No se enteró
Colón nació, al parecer, en Génova (Italia) con el nombre de Cristóforo Colombo. Se conocen
poquísimas cosas del principio de su vida, salvo que era pobre y que empezó a navegar siendo
muy joven. Estuvo durante algún tiempo en Lisboa, donde se casó con la hija de un marino.
Estudió mapas e instrumentos de navegación, y leyó todo lo que pudo sobre expediciones
marinas. Cuando decidió buscar una ruta que llevara a Oriente por el oeste, trató de interesar
a Génova en su proyecto, y recibió una respuesta negativa. Entonces, Colón intentó persuadir
a los reyes de Portugal e Inglaterra, y finalmente a los de España, Fernando e Isabel. Éstos le
escucharon; pero transcurrieron ocho años antes de que la expedición se efectuase. Se dice
El 3 de agosto de 1492 Colón zarpó con tres pequeños barcos: la Santa María, la Niña y la
Pinta. Sus tripulantes no llegaban a cien. Tras detenerse en las Canarias a reparar un navío y
India, y a consecuencia de los vientos alisios predominantes, Colón navegó hacia el suroeste.
Avanzó sin encontrar indicio de tierra. Sus espantados marineros quisieron regresar, e incluso
algunos marineros amenazaron con tirar por la borda a Colón si no accedía a ello. Pero los
barcos siguieron adelante. Las tripulaciones se animaron al ver pájaros y hierbas en el mar.
Aquello señalaba la proximidad de tierra firme. Una noche el vigía descubrió una luz
vacilante en la distancia. A las dos de la mañana siguiente, la del 12 de octubre de 1492, los
hombres de la Pinta avistaron tierra. Era una isla. Colón la llamó San Salvador. Después
encontró Cuba y las islas que llamamos La Española, Isabela y Santo Domingo.
hacia el noreste hasta encontrar los vientos occidentales, que soplan casi en línea recta hacia
la península ibérica. Una espantosa tempestad separó a los dos barcos. El 15 de marzo de
1493 la Niña, con Colón a bordo, entró en el puerto de Palos. La otra nave superviviente, la
Instrucción: elabora una pregunta abierta y una pregunta cerrada (con sus opciones de
Pregunta abierta:
Pregunta cerrada:
ANEXO C
Instrucción: lee el siguiente cuento de Octavio Paz. Al finalizar, realiza las actividades
propuestas.
El ramo azul
Octavio Paz
Desperté, cubierto de sudor. Del piso de ladrillos rojos, recién regados, subía un vapor
caliente. Una mariposa de alas grisáceas revoloteaba encandilada alrededor del foco
amarillento. Salté de la hamaca y descalzo atravesé el cuarto, cuidando no pisar algún alacrán
salido de su escondrijo a tomar el fresco. Me acerqué al ventanillo y aspiré el aire del campo.
piernas con el trapo empapado, me sequé un poco y, tras de cerciorarme que ningún bicho
estaba escondido entre los pliegues de mi ropa, me vestí y calcé. Bajé saltando la escalera
pintada de verde. En la puerta del mesón tropecé con el dueño, sujeto tuerto y reticente.
Sentado en una sillita de tule, fumaba con el ojo entrecerrado. Con voz ronca me preguntó:
—¿Dónde va señor?
—Hum, todo está ya cerrado. Y no hay alumbrado aquí. Más le valiera quedarse.
Alcé los hombros, musité "ahora vuelvo" y me metí en lo oscuro. Al principio no veía nada.
Caminé a tientas por la calle empedrada. Encendí un cigarrillo. De pronto salió la luna de
una nube negra, iluminando un muro blanco, desmoronado a trechos. Me detuve, ciego ante
tanta blancura. Sopló un poco de viento. Respiré el aire de los tamarindos. Vibraba la noche,
llena de hojas e insectos. Los grillos vivaqueaban entre las hierbas altas. Alcé la cara: arriba
también habían establecido campamento las estrellas. Pensé que el universo era un vasto
sistema de señales, una conversación entre seres inmensos. Mis actos, el serrucho del grillo,
diálogo. ¿Cuál sería esa palabra de la cual yo era una sílaba? ¿Quién dice esa palabra y a
quién se la dice? Tiré el cigarrillo sobre la banqueta. Al caer, describió una curva luminosa,
pronunciaban con tanta felicidad. La noche era un jardín de ojos. Al cruzar la calle, sentí que
alguien se desprendía de una puerta. Me volví, pero no acerté a distinguir nada. Apreté el
paso. Unos instantes percibí unos huaraches sobre las piedras calientes. No quise volverme,
aunque sentía que la sombra se acercaba cada vez más. Intenté correr. No pude. Me detuve
— ¿Qué quieres?
mucho, pero es algo. Te daré todo lo que tengo, si me dejas. No vayas a matarme.
—No tenga miedo señor. No lo mataré. Nada más voy a sacarle los ojos.
—Es un capricho de mi novia. Quiere un ramito de ojos azules y por aquí hay pocos que los
tengan.
Me volví. Era pequeño y frágil. El sombrero de palma la cubría medio rostro. Sostenía con
—Alúmbrese la cara.
Encendí y me acerqué la llama al rostro. El resplandor me hizo entrecerrar los ojos. El apartó
mis párpados con mano firme. No podía ver bien. Se alzó sobre las puntas de los pies y me
contempló intensamente.
La llama me quemaba los dedos. La arrojé. Permaneció un instante silencioso.
—Arrodíllese.
Mi hinqué. Con una mano me cogió por los cabellos, echándome la cabeza hacia atrás. Se
inclinó sobre mí, curioso y tenso, mientras el machete descendía lentamente hasta rozar mis
Y desapareció. Me acodé junto al muro, con la cabeza entre las manos. Luego me incorporé.
A tropezones, cayendo y levantándome, corrí durante una hora por el pueblo desierto.
Cuando llegué a la plaza, vi al dueño del mesón, sentado aún frente a la puerta.
¿Por qué razón uno de los personajes está dispuesto a conseguir un ramo de ojos azules?
¿Cómo evoluciona el personaje protagónico? ¿A qué resolución llega al final del relato?
Instrucción: restablece cronológicamente la secuencia de los eventos del cuento.
___ El ladrón de ojos no le cree al protagonista que tenga los ojos amarillos.
___ Todavía asustado, el protagonista corre durante una hora por el pueblo.
ANEXO D
Instrucción: relaciona los nombres de las figuras retóricas en la columna izquierda con
John F. Kennedy
Lope de Vega
Garcilaso de la Vega
Francisco de Quevedo
6. Hipérbaton Unos cuerpos son como flores, ( )
Luis Cernuda
Lope de Vega
P. del Castillo
Oscar Wilde
Vicente Fernández
Instrucción: lee el siguiente cuento. Después relaciona con una flecha las palabras en
Eso no se hace
SlawomirMrozek
Leí en un periódico que por encima de nosotros vuelan satélites. No se ven a simple vista, ni
tampoco con prismáticos, ya que vuelan en el cosmos. Pero ellos nos ven a nosotros. Y como
si eso fuera poco, fotografían todo lo que hay en la Tierra, y con tanta precisión, que cualquier
cosa que no mida menos de medio metro de largo o de ancho sale en la foto con la misma
exactitud que si nos la hubiese hecho un primo durante una fiesta de cumpleaños o una boda.
“No hay motivo para preocuparse —pensé—. Mi cara tiene menos de medio metro.”
foto.
a pegarme. Pero mi alegría duró poco, pues una mañana, al abrir el periódico, me enteré de
que habían perfeccionado los satélites y que ahora ya fotografiaban incluso aquello que medía
No me gusta afeitarme, pero tengo mi pundonor, así que empecé a hacerlo una o incluso dos
Pero la prensa no tardó en anunciar que la técnica había dado un paso más y que ya lo
fotografiaban todo, independientemente del tamaño. Para estar a la altura de la técnica tuve
que afeitarme cada día y comprarme una corbata nueva, lo cual supuso un gasto imprevisto.
También me limpiaba los zapatos y, en fin, me veía obligado a ofrecer cada día el aspecto
que antes sólo tenía los domingos. Sólo las cuchillas de afeitar y el betún me costaban siete
Cuando presenté mi solicitud de jubilación, me hicieron adjuntar una foto. Pensé: “¿Por qué
he de ir a un fotógrafo y gastarme una pasta, si tienen cantidad de fotografías mías?” Así que
escribí a las Naciones Unidas para que me enviaran una. Creo que me deben al menos una,
¿no?
Pero no hubo respuesta. Esperé, esperé, y nada. Mientras tanto se me acababa el plazo para
Fui a un fotógrafo, me hizo una foto, le pagué de mi propio bolsillo y presenté la solicitud.
Después subí a un tranvía y fui hasta la última parada. Desde allí caminé un buen trecho,
hasta que me encontré en medio del campo. Miré a mi alrededor, no había un alma, sólo unas
vacas, pero estaban lejos. Me bajé los pantalones y saqué el culo en dirección al cielo.
b) foto allí ( )
c) cara ellos ( )
d) afeitarme la ( )
e) foto le ( )
f) fotógrafo lo ( )
g) la última parada la ( )
Instrucción: escucha la canción “Vive (Respira El Momento)”, de Calle 13, en el
siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=CmP59XcbjW8 . ¿Cuántas de las
figuras retóricas estudiadas en este apartado puedes identificar en ella?