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Centeno

FUNDAMENTOS Y NUEVOS ENFOQUES DE LA EVALUACIÓN

La evaluación del aprendizaje propiamente dicha es una acción bastante compleja, ya


que implica ver y analizar aspectos subjetivos, aspectos que son muy importantes y que
no deben pasar desapercibidos, como lo menciona García (2011) evaluar en el terreno
educativo, es decir, el aprendizaje convencional de las personas, se torna en una
actividad aún más compleja.

En el nuevo enfoque de la evaluación formativa evaluar se torna un proceso global,


como lo indica Loureiro (2009) la evaluación es un proceso integral y sistemático a
través del cual se recopila información de manera metódica y rigurosa, para conocer,
analizar y juzgar el valor de un objeto educativo determinado: los aprendizajes de los
alumnos, el desempeño de los docentes, el grado de dominio del currículo y sus
características; los programas educativos y la gestión de las instituciones, con base en
lineamientos definidos que fundamentan la toma de decisiones orientadas a ayudar,
mejorar y ajustar la acción educativa.

Hay un nuevo significado de la evaluación que engloba todos los elementos que
conciernen al alumno, es por ello que esto influye directamente a su aprendizaje, ya que
el objetivo principal de la escuela es que el alumno pueda adquirir todas las
competencias y capacidades, que se señalan en los estándares de aprendizaje, así como
en el perfil de egreso que están señalados por el ministerio de educación. La evaluación
está para analizar qué es lo que necesita el alumno, ya que como se sabe, cada alumno
tiene su propia manera de aprender, es por ello que en el ámbito educativo los estilos de
aprendizaje deben ser considerados un aspecto fundamental para el diseño de las
metodologías de enseñanza, a esto Alfaro (2015) señala de que existen diversos autores
que describen estos estilos desde diversos puntos de vista, teniendo en cuenta que son
los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos, estos sirven como indicadores
relativamente estables, de cómo los alumnos perciben interacciones y responden a sus
ambientes de aprendizaje.

Esto quiere decir que la mente tiene sus particularidades según cada persona para
realizar actividades, por ello su análisis y su estudio debe ser tomado en cuenta en la
formación de docentes.
Desde esta perspectiva el ministerio de educación del Perú, en el currículo nacional
(2016) menciona que la evaluación formativa es un proceso permanente de
comunicación y reflexión sobre los resultados de los aprendizajes de los estudiantes.
Este proceso se considera formativo, integral y continuo, y busca identificar los
avances, dificultades y logros de los estudiantes con el fin de brindarles el apoyo
pedagógico que necesiten para mejorar.

Se ve que hay un camino serio al verdadero sentido de la evaluación, donde se considera


el nuevo enfoque “formativo”, integral que lo abarca todo, y contínuo que se da en todo
momento, entonces ¿para qué se evalúa?, para responder esta pregunta hay dos puntos
de vista fundamentales que son: el estudiante y el docente.

Se evalúa para que el alumno sea más autónomo en su aprendizaje como lo manifiesta
Schunk (1997) la evaluación fomenta una mejora contínua dentro del aula a través de
proveer a los estudiantes que les permitan convertirse en individuos autónomos y
autorregulados, es decir en alumnos más efectivos, conscientes de su desempeño,
persistentes, recursivos, seguros de sí mismos y capaces de perseguir grandes logros.

Podemos afirmar claramente que es un proceso constructivista, que busca la


metacognición es decir, que el alumno construya sus propios conocimientos, que se
vuelva más consciente de sus objetivos, de sus necesidades de aprendizaje, por ende
esto le convierte en una persona autónoma e independiente. Es por ello que la labor del
docente esta para guiar al alumno por ese camino.

El currículo nacional (2016) menciona; a nivel del docente se evalúa para atender a la
diversidad de necesidades de aprendizaje, para retroalimentar permanentemente la
enseñanza en función de las diferentes necesidades de los estudiantes. Es fundamental el
conocimiento y desenvolvimiento del docente es ese nuevo enfoque de la evaluación, ya
que esto debe generar un impacto positivo en la nueva generación de estudiantes.

En las instituciones educativas de educación primaria, debe aplicarse estrategias de


enseñanza según el tipo de alumno, y no generalizar, esto abarca aspectos más
profundos que esperemos que se implementen en el currículo nacional de EBR, los
próximos años, aspectos como tener una capacitación no solo a nivel de metodologías,
sino el en ámbito de psicología, ya que se está tratando con un niño que está en pleno
desarrollo y absorción de aprendizajes que regirán el resto de su vida , estos
conocimientos de psicología como por ejemplo lo que señala Mohl (2017) la
Programación Neurolingüística, describe, la dinámica fundamental entre la mente
(neuro) y el lenguaje (lingüístico) y cómo la relación entre ambos afecta a nuestro
cuerpo y a nuestro comportamiento.

Considero que el docente es también un psicólogo del niño, por lo que estos
conocimientos ayudarán para la evaluación que ellos tienen que realizar desde este
nuevo enfoque. La evaluación es análisis, y por qué no decirlo, una especie de
“psicoanálisis” del estudiante.

LA EVALUACIÓN AYUDA A LA CONSTRUCCIÓN DE NUEVOS


CONOCIMIENTOS DEL ESTUDIANTE

La evaluación en este nuevo enfoque es una ayuda para que el estudiante siga
aprendiendo, el estudiante pasa gran parte de su tiempo en la escuela, donde es guiado
por el docente, y puede interactuar con sus compañeros, siendo así su centro de estudios
un mundo cultural rico, que ofrece a los niños experiencias formativas.

Desde este punto de vista la evaluación que el docente realiza, es decir el diagnóstico de
sus necesidades de aprendizaje, sus deficiencias, su manera de aprender, le ayuda al
alumno a darse cuenta de los estándares que se busca, así como también tomar
conciencia de sus logros, así los estudiantes se sienten fortalecidos, con más confianza
en sí mismos y esto los motiva a seguir buscando nuevos saberes por su propia cuenta,
ya que de lo contrario los alumnos podrían sentir que no realizan logros, como
menciona Núñez (1998) al carecer de estrategias adecuadas para realizar un aprendizaje
significativo el alumno podría percibirse falto de competencia para realizar la tarea lo
cual a su vez tendría un impacto significativo sobre su auto concepto como estudiante,
su autoestima y su motivación intrínseca.

Esas estrategias adecuadas que menciona Núñez, es muy importante que el docente las
domine para que pueda guiar al estudiante.

Hoy en día con el desarrollo de las Tics, los alumnos tienen la información a su alcance,
existen libros, revistas y bibliotecas virtuales donde el mismo puede obtener
información confiable, como menciona (Ontoria, Gómez y Molina, 2003); las TIC
representan una buena oportunidad para apuntalar el pensamiento crítico, reflexivo y el
aprendizaje autónomo. Los recursos que integran y las estrategias que se pueden
desarrollar potencializan la capacidad de aprendizaje. El docente en su evaluación
formativa, toma nota de las insuficiencias de los alumnos, considerando siempre que
estas deficiencias es parte normal del proceso de todo aprendiz, pero mostrándoles que
también es superable.

En este sentido la evaluación es fundamental para que la lista de deficiencias pueda ser
retroalimentada por el docente hacia el alumno, de esta manera el alumno buscará la
manera de superar las cosas que necesita trabajar, esto le ayuda a ser autónomo e
independiente. Esto también incluye la autoevaluación como lo menciona  Bordás
(2001) ; En nuestra concepción de evaluación formativa, se incluye este aspecto
formador, pero nos parece interesante resaltarlo y superar la idea de que la evaluación
parte sólo de la iniciativa del profesor, ya que éste es apenas un facilitador del
aprendizaje; el sujeto que aprende y por tanto el que mejor se puede evaluar es el mismo
alumno. Llevar a los alumnos a poder autorregularse es favorecer la estrategia más
rentable de aprendizaje.

Como se ha visto la evaluación no es un reparto de premios y castigos, o de una


selección de buenos, regulares y malos, sino es un análisis de mejora continua, la
evaluación ayuda a poner retos al estudiante y esto lo motiva a superarse, no a
desanimarse.

Esto quiere decir que si solo se califica ciertos conocimientos precisos como “si sabe
leer” “si sabe sumar”, etc. es una evaluación incompleta, ya que hay aspectos muy
subjetivos que siempre han pasado desapercibidos y que son aspectos que si se deben
calificar tales como la curiosidad, metacognición, voluntad a aprender, búsqueda de
nuevos conocimientos, responsabilidad, ya que como se indicó en el apartado anterior
de este ensayo hay diversidad de aprendizajes, cada alumno es diferente, y es por ello
que el docente debe cambiar su punto de vista hacia él , y considerarlo como un ser
humano único, con capacidades y potencialidades únicas. Son aspectos subjetivos que
no deben pasar por alto.

¿Cómo el estudiante puede construir sus propios conocimientos por medio de la


evaluación?, luego de que el docente haya realizado la evaluación de todos los aspectos
ya sean objetivos o subjetivos, debe dar a conocer al niño aspectos que necesita mejorar,
indicándole que la evaluación realizada es una situación transitoria y no un estado fijo
como lo indica La cueva (1997) lo que se evalúa es un logro o una insuficiencia
existente en un momento determinado, no una esencia inmutable del niño. De este modo
se debe expresar y hacer entender al aprendiz. Una persona y en particular un niño está
en permanente cambio. Las fallas de hoy pueden ser superadas mañana, los errores
presentes pueden corregirse, los logros expandirse.

Esto es algo que el niño debe comprender para que pueda motivarse a seguir
esforzándose, no debe sentirlo como una represión, critica, o llamada de atención, ya
que, si recordamos el objetivo de la escuela, es la formación del niño, en este sentido
podemos tomar en cuenta lo que menciona Calvo (1993), un niño Viene de ciertos
estados o situaciones y va hacia otros, de una cierta manera. Su aprendizaje es continuo
movimiento.

Quiero enfatizar en este punto que los logros de un estudiante no son parte de una
competencia con sus compañeros, sino es una comparación consigo mismo, es decir con
su situación anterior, cuánto ha crecido, cuánto ha progresado, eso es lo único
importante. De esta manera también se influye en su desarrollo personal como futuro
ciudadano, es cierto que estamos en un mundo competitivo, pero si el alumno se enfoca
en sí mismo podrá realizar grandes logros y podrá ser una persona altamente
competente, en cambio sí se fija y quiere superar a otros, esto solo le generará ansiedad
y egoísmo.

Volviendo al punto principal con la evaluación el alumno toma conciencia de sus


deficiencias, y esto lo lleva al conocimiento. En el camino a esto encontrará nuevas
deficiencias, que lo llevarán a nuevos conocimientos, esto es lo que se quiere lograr con
una evaluación formativa, como menciona Poddiakov (1987); esa es la compleja
dinámica del aprendizaje, donde el dominio de un cierto ámbito nos lleva a descubrir
nuevos ámbitos por explorar.

Este es el sentido de la evaluación formativa, por supuesto que el docente estará


constantemente retroalimentado, sin embargo, el estudiante debe volverse totalmente
autónomo, y el docente es una guía para ello.
Lo que busca la evaluación es que el niño supere sus deficiencias y pueda tener logros,
esos logros le motivarán, como menciona La cueva (1997) eI éxito es el fundamento
para continuar avanzando y para superar los fracasos. En un contexto de éxito, los
fracasos puntuales son acicate para seguir empeñándose en el aprendizaje.

Es por ello que es fundamental que el niño realice logros, en cambio si la evaluación se
basa en una mera calificación, es una aceptación del fracaso del estudiante, lo cual no es
bueno para él, como dice Freinet, (1979) la experiencia temprana y repetida del fracaso
hace perder al niño seguridad en sí mismo, en sus posibilidades como aprendiz.
Disminuye su interés por el aprendizaje (se rechaza lo que creemos no poder hacer) y
marca a las horas pasadas en el aula como un tiempo aburrido, y hasta triste y amargo.
El fracaso temprano, amplio y reiterado paraliza.

Los niños hoy en día están más abiertos a la información, así como también, nacieron en
una época donde la tecnología está a su disposición, el docente es una guía para que el
estudiante pueda construir sus propios conocimientos, hacerle ver algunas deficiencias
dejándole en claro que es parte del proceso de aprendizaje y que puede lograr superarlo,
motivándole al niño a que pueda buscar información, y que pueda construir sus propios
conocimientos a partir de ello.

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