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RELACIÓN PEDAGÓGICA CON LA ALTERIDAD

JAVIER CAPARRÓS GARCÍA

ACTIVIDAD 3: EL NIÑO CON EL PELO VERDE

La reflexión sobre que es lo normal y que no y por qué lo


consideramos así es adecuada. Lo que es cierto es que en la mayoría
de ocasiones, aquel que es considerado diferente, por la razón que
sea, sufre situaciones desagradables.

En este caso, durante el vídeo podemos ver un niño que tiene el


pelo verde y por ello sufre burlas de sus compañeros/as de clase.
Además, algunos comentarios de estos sugieren que es algo
contagioso y que por eso hay que alejarse de él, incluso comentan
que no le van a dejar entrar a la escuela por tener el pelo verde. El
hecho de que este niño tenga el pelo de color verde crea
desconfianza en sus compañeros/as e incluso una de ellos dice que su
madre le ha dicho que no se acerque.

Una vez entran a la clase, la maestra hace unas preguntas


sobre el color del cabello del alumnado. La maestra realiza las
siguientes preguntas: “¿cuántos tienen el pelo negro?; ¿cuántos
tienen el pelo castaño?; ¿cuántos tienen el pelo rubio?; ¿cuántos
tienen el pelo verde?; ¿cuántos tienen el pelo rojo?”.

El resultado es que cuatro niños tienen el pelo negro, once


niños tienen el pelo castaño, nueve rubio, uno verde y otro rojo. En el
momento en que, por último, el niño pelirrojo levanta la mano, el
resto de compañeros/as se quedan mirándolo y reflexionando sobre
ello. Sólo hay un niño que tiene el pelo verde pero también hay solo
uno pelirrojo. La actuación de la maestra ha consistido en normalizar
una situación y poner en tela de juicio que es lo normal y que no, y
por qué. En este caso, ha querido demostrar a sus alumnos/as que el
color del pelo y el número de personas en un sitio que tienen un color
determinado, no es razón ninguna para discriminar o burlarse de una
persona.

En este caso, es cierto que que una persona tenga el pelo verde
es muy poco posible. Realmente, tener el pelo verde (en la vida real)
no es la norma porque no es lo habitual y lo habitual queda
consagrado como norma. Como no entra dentro de la norma, los
niños/as se ven autorizados para juzgar y tener claro que eso no es
normal y por lo tanto pueden emprender las acciones que crean
necesarias, aunque ello incluya burlas y discriminaciones, para
defender lo que ellos consideran lo moral.

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